HEMOGLOBINA GLICOSILADA ESE NÚMERO MARAVILLOSO La hemoglobina es una proteína de los glóbulos rojos encargada de llevar oxígeno a las células y tejidos de nuestro organismo. A su vez, la glucosa es la principal sustancia que nos proporciona energía y que se transporta en nuestra sangre para nutrir las células. Glucosa y hemoglobina caminan juntas. Por último, una pequeña porción de la glucosa que entra en los glóbulos rojos -o hematíes- para nutrirlos se une irreversiblemente a la hemoglobina, y así permanece mientras dura la vida del hematíe. Toda esta explicación nos podría parecer interesante pero no muy relevante para nuestra vida diaria si no se diera una circunstancia especial que la convierte en vital para las personas con diabetes. Existe un nexo importante: cuanta más glucosa hay en la sangre, más glucosa se une a la hemoglobina en lo que se llama hemoglobina glicosilada o HbA I c, por ser la fracción I c de la hemoglobina la que tiene unida la glucosa de forma más estable. Las personas con diabetes tienen elevada la glucosa en la sangre, bien porque su fuente de insulina ha sido destruida por un proceso autoinmune o porque el exceso de grasa corporal provoca que nuestras células sean resistentes a su acción. En ambos casos, al final, la glucosa acaba elevándose, hasta que tomamos las medidas de tratamiento precisas, como son una dieta equilibrada y un ejercicio físico adaptados a nuestras circunstancias; o los fármacos que nos ayudan a mejorar la función de nuestra propia insulina y la propia insulina inyectada, si es precisa. Y para ajustar este tratamiento, disponemos de ese número maravilloso que es la hemoglobina glicosilada. Como habíamos comentado, esta unión es irreversible y nos indica el nivel medio de nuestra glucosa los últimos 120 días (la vida media del hematíe hasta que es destruido y sustituido por otro, comenzando de nuevo el proceso). Como se trata de un proceso progresivo y estable a largo plazo, no tiene que ver con si hemos comido o no antes de la extracción ni tampoco si el último día la glucosa ha permanecido muy alta o muy baja. Por eso nos da más información que la glucosa que tenemos en un momento dado, tanto mediante un análisis o con una prueba de glucemia capilar inmediata obtenida en nuestro dedo (sin dejar de ser éstas muy importantes para el ajuste del tratamiento). No sería lo mismo ver un tráiler de una película que la película completa. Este número, la HbA I c, se expresa a través de un porcentaje. El número ideal para las personas con diabetes es menor al 7%. Cuanto más se eleva, nos indica que el control de nuestra diabetes ha sido inadecuado los últimos 3 meses. Hasta el 8%, diríamos que seria regular y el riesgo de complicaciones se incrementaría. Hasta el 9% se considerana malo. Entre 9 y 10%, muy deficiente; y a partir del 10% se considera que estariamos sometidos a un riesgo critico de presentar complicaciones, tanto crónicas a largo plazo como agudas en forma de descompensaciones. La parte positiva es la increiblemente valiosa información que aporta, tanto a las personas con diabetes como a los equipos de atención diabetológica que las atienden. Piensen la importancia fundamental que esto representa para los pacientes. Muy pocas enfermedades tienen un número, casi mágico, que resuma nuestra situación los tres últimos meses y nos permita ayudar a mantenemos bien si el resultado es positivo o a establecer estrategias de cambio si no lo es. Al menos debe comprobarse 4 veces al año en pacientes tratados con insulina, y ello independientemente del tipo de diabetes que tengan. LOS OBJETIVOS DE HBAlc DEBEN DE INDIVIDUALlZARSE En la actualidad existen varios objetivos de HbA I c según las distintas sociedades de diabetes, lo que pudiera crear una cierta confusión entre los diabéticos. Así, mientras unas abogan por mantener un objetivo de HbA I c por debajo del 7%, otras lo hacen por debajo del 6,5%. Pero sería importante tener en cuenta, además de una cifra recomendada, algunos conceptos clave, como son: • Determinados grupos de personas con diabetes -como la gente de edad avanzada, los niños muy jóvenes y las mujeres durante el periodo previo al embarazo y durante el embarazo- pueden requerir objetivos diferentes. • Unos objetivos menos ambiciosos pueden ser los deseables en personas con antecedentes de múltiples hipoglucemias severas o con hipoglucemias desapercibidas. • Los objetivos muy estrictos (perseguir una A I c de menos de 6%, que es el que tienen las personas sin diabetes, podría reducir algo el riesgo de las complicaciones microvasculares pero a costa de aumentar a las hipoglucemias; a veces, este es un precio demasiado elevado. • Por tanto, a la hora de establecer los objetivos de control, siempre debiéramos tener en cuenta las circunstancias del paciente y tratar de individualizarlas al máximo. Hay estudios importantes, como el DCCT y el UKPDS, que establecen que con una hemoglobina glicosilada menor del 7% se reduce considerablemente el riesgo de padecer enfermedades micro y macrovasculares. En ambos estudios se constató también un riesgo de hipoglucemias cada vez mayor según descendían los niveles de HbA I c. Sin embargo, el estudio ACCORD, recientemente publicado en New Englond journol Of Medicine, una de las más influyentes revistas médicas del mundo, demuestra que intentar disminuir en exceso la hemoglobina glicosilada hasta niveles que se acercaran a los de las personas sin diabetes podria empeorar los resultados. Esto podria probablemente ser explicado porque cuando llevamos un largo tiempo con mal control, intentar bruscamente su mejora podría producir más riegos que beneficios. Esto pone de manifiesto la importancia de tratar de controlarse bien desde el principio de la diabetes. ¿COMO INFLUYEN LAS ÚLTIMAS CUATRO SEMANAS EN EL RESULTADO DE LA HBAlc? El mes previo a la determinación de la HbA I c es fundamental y contribuye al 50% del resultado. La razón es que el recambio celular de los glóbulos rojos es un proceso continuo, por lo que siempre predominarán los glóbulos rojos más jóvenes y esto hace que el último mes de nuestras glucemias tenga mayor representación en el resultado de la HbA I c que los dos anteriores. Ello explica que si durante el último trimestre se ha tenido un excelente control, excepto el último mes, el valor de HbA I c sería más elevado de lo esperado.Y si sólo el último mes se han logrado buenas glucemias, sucedería a la inversa. Una consecuencia positiva de lo expuesto anteriormente es que, si nos proponemos mejorar nuestro control, podemos ver cambios positivos en la HbA Ic en un plazo tan corto como tres o cuatro semanas. ¿CÓMOY CUÁNDO SE DETERMINA? La valoración de la HbA I c puede ser realizada a cualquier hora del día, no precisando, pues, acudir al laboratorio en ayunas. Es un análisis que generalmente se determina en una muestra obtenida tras extracción venosa, pero en la actualidad también se puede determinar con sangre capilar; como cuando se realiza una glucemia en el domicilio y los resultados son conocidos a los pocos minutos. ¿CON QUÉ FRECUENCIA DEBE DETERMINARSE? La frecuencia va a ser variable dependiendo del tipo de diabetes y de las características individuales de cada paciente. Al menos debe de realizarse dos veces al año en pacientes con diabetes a tratamiento con hipoglucemiantes orales, y 4 veces al año en todos los pacientes tratados con insulina independientemente del tipo de diabetes, aunque en algunos casos particulares como las embarazadas con diabetes puede incluso necesitarse cada mes. ¿QUÉ NIVEL DE HBAlc DEBO CONSEGUIR? En primer lugar; tenemos que lamentar que no exista una estandarización de la determinación de HbA I c, por lo cual los resultados normales pueden variar según el laboratorio. Por eso hemos de conocer previamente sus valores normales de referencia. Esto está cambiando hoy en día, estableciéndose un fuerte proceso para estandarizar los resultados, y así hablar todos el mismo idioma. Los niveles deseables varían según el paciente. Es muy difícil en un paciente con diabetes tipo I obtener valores similares a las personas sin diabetes sin tener un excesivo e intolerable riesgo de hipoglucemias graves. No obstante, los estudios realizados -como el europeo de Estocolmo o el americano DCCT - demuestran que cualquier reducción es importante y debemos aproximamos el máximo a los valores normales, ya que tales estudios corroboraron una relación directa entre los niveles elevados de HbA I c y el riesgo de aparición de complicaciones tardías. En pacientes con diabetes no dependientes de la insulina, pueden alcanzarse valores similares a la población sin diabetes. Aunque no se ha podido encontrar un cierto nivel de HbA I c que garantice una protección absoluta de las complicaciones tardías, existen varios trabajos que, al menos para algunas de las complicaciones como la retinopatía y nefropatía diabética. sugieren que existiría un nivel crítico que correspondería a una HbA I c superior a 8%. a partir del cual el riesgo sería inaceptablemente elevado. ¿PUEDE HABER FALSOS RESULTADOS EN LA HBAlc? Cualquier situación que modifique el recambio de los glóbulos rojos puede interferir en el resultado de la hemoglobina glicosilada. Por ejemplo, las hemorragias de cualquier causa, las anemias hemoliticas (en las que los hematíes se rompen). la esplenectomía (personas con el bazo extir pado), uremia (por mal funcionamiento del riñón), altas dosis de aspirina o de vitamina C. elevadas concentraciones de alcohol. intoxicación por plomo. además de ciertas personas con variantes anómalas de la hemoglobina. Toda situación que altere el recambio en los glóbulos rojos, como las hemorragias, puede interferir en el nº (%) de hemoglobina glicosilada. Con los últimos métodos de cromatografía líquida de alta resolución, muchas de estas interferencias ya no se producen, al diferenciar muy claramente las distintas subclases de hemoglobina. Cuando existan discrepancias entre la glucemia y los valores de hemoglobina glicosilada. todas esas circunstancias deben ser descartadas. CONSENSO EN LAS RECOMENDACIONES Sería muy recomendable que en un futuro próximo las distintas asociaciones. mundiales. americanas y europeas, se pusieran de acuerdo, pues estas diferencias en las recomendaciones pudieran producir dudas entre muchos pacientes y distraerles de alcanzar un objetivo concreto. pues generalmente se encuentran por encima de ambos. No hay datos muy fiables en España, pero los disponibles indicarían que dos terceras partes de los pacientes con diabetes de nuestro país tendrían una HbA I c mayor del 7,5%, y las cosas pueden estar incluso mucho peor en América, donde los últimos datos daban como media nacional estimada de HbA I c el 8,5%. Se acepta generalmente que cada 1% de elevación de la HbA I c representa un cambio en la glucemia media de 30 mg %. Al tratarse de una media ponderada de nuestras glucemias, la información es extraordinariamente importante para que nuestro diabetólogo establezca la necesidad de modificación del tratamiento. En resumen, se aconseja en general que se intente conseguir la HbA I c más baja posible en base a las características individuales de cada paciente. Texto. Dr. Antuña de Alaiz Revista DIABETES "Publicación de SED"