instituto de genetica evolutiva y biologia molecular

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INSTITUTO DE GENETICA EVOLUTIVA & BIOLOGIA MOLECULAR, UMB
Av. Circumvalar No. 60-00, Bogotá, D.C.,COLOMBIA SOUTH AMERICA
Tel: 57-1-546 O625, 57-1-546 0628, Telefax: 57-1-546 0629; E-mail:[email protected]
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LA MENSTRUACION Y LA PILDORA ANTICONCEPTIVA COMO
INSTRUMENTOS DE LA EVOLUCION DE LA ESPECIE.
HUGO HOENIGSBERG
INSTITUTO DE GENETICA EVOLUTIVA Y BIOLOGIA MOLECULAR
UNIVERSIDAD MANUELA BELTRAN, BOGOTA D.C.
John Rock era un hombre muy religioso que se levantaba temprano para ir a misa de
7 en la Iglesia de Santa María en Brookline Massachussetts U.S.A. Siempre siguió
siendo un ferviente católico aún después que Monseñor Francis Carney de Cleveland
lo llamó “violador moral”y cuando el jefe de Obstetricia del Hospital de la Ciudad de
Boston corrió al Cardenal Richard Cushing para solicitarle que lo excomunicara por
haber inventado la píldora anticonceptiva. Rock era un hombre de principios y de una
fuerza moral insospechada desde cuando el párroco de su Iglesia, aún niño le enseñó
…”John siempre se fiel a tu conciencia, no dejes que nadie te la robe, quiero decir
nadie”. Así fue siempre John Rock el creador de la Píldora, el que hoy cumple 20 años
de muerto.
Después que la Píldora fué oficialmente aprobada por la Agencia Federal (F.D.A.) en
1960 Rock se convirtió en un científico célebre en todas partes. Aparecía en
entrevistas y documentales en la CBS y en la NBC, en Time, Newsweek, Life, The
Saturday Evening Post, y muchas más en Europa y en otros continentes. El hombre
que finalmente había liberado a la mujer del yugo de los hijos no deseados que podría
llevar al control de la población humana era mundialmente aclamado y solicitado por
los mass – media. Escribió un libro ampliamente difundido y comentado, El Tiempo
ha llegado: Propuestas de un Doctor Católico Para Finalizar la Batalla Sobre el Control
de los Nacimientos, que fué traducido a varios idiomas.
Todos en su clínica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard lo
recuerdan como un caballero de 1.85 de estatura, de gran amabilidad que abría la
puerta a las señoras y señoritas que lo consultaban. Era un hombre de gran dignidad
que por tres décadas enseñó obstetricia en la Escuela de Medicina de la Universidad
de Harvard. Fué un pionero en la criopreservación de espermas y en la fertilización
humana in vitro, además de haber sido el primero en extraer un huevo fertilizado
intacto. La píldora fué su más notable realización y sus dos fieles colegas y
colaboradores Gregorio Pincus y Min-Cheuh Chang fueron los que trabajaron el
mecanismo.
La frase que mejor describe a Rock fué la que le dijo al examinador del F.D.A para
responder a lo que Pascuale DeFelice, Obstetra Católico de la Universidad
Georgetown, le sugirió-…la Iglesia Católica nunca aprobaría la Píldora, a lo cual el
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contestó “ joven no subestime mi Iglesia” (traducción libre de quien les habla). Así
era el Dr. John Rock, un inquebrantable católico confiado en su Iglesia.
Sin embargo, al final de la larga polémica con la Iglesia en 1968 en la encíclica
Humanae Vitae, el Papa Paolo VI proscribió los contraceptivos orales y todos los
“métodos artificiales” de control de nacimientos. La pasión de los encendidos debates
de los años sesenta y setenta hoy son apenas un vago recuerdo.
John Rock creyó que la Píldora era un método “natural” de control de los
nacimientos. Naturalmente que nunca estuvo en su mente ni en la de sus
colaboradores que se sintiera natural, puesto que para muchas mujeres no era
evidentemente así, particularmente en los primeros días de su aplicación, cuando la
dosificación de la hormona era muchas veces mayor de lo que es hoy. Lo que estos
extraordinarios pioneros que hoy estamos recordando quisieron decir es que funciona
por medios naturales.
VEAMOS EL CICLO
Las mujeres pueden preñarse solamente en un cierto intervalo de cada mes porque
después de la ovulación sus cuerpos producen la hormona progesterona. La
progesterona pertenece a una familia de hormonas llamada progestina que prepara al
útero para la implantación y frena a los ovarios en su intento por descargar nuevos
huevos; o sea favorece la gestación. Es la progesterona la que previene la ovulación y
establece el periodo pre y post menstrual de no fertilización. Cuando una mujer está
en cinta su cuerpo produce un flujo de progestina en parte por la misma razón, o sea
para que no se descargue otro huevo y se impida la preñez que ya se inició. O sea, que
la progestina es el anticonceptivo natural. Y qué es la Píldora, pues es progestina en
forma de píldora. Cuando una mujer está tomando la Píldora el mecanismo de la
ovulación se cancela permanentemente. Al mismo tiempo están bajo una dosis de
estrógeno extra para sostener el endometrio y también otros tejidos. Por este hecho no
hay desprendimiento del endometrio y no hay sangrado, o sea no hay menstruación.
Lo que hay en la Píldora son los mismos ingredientes naturales que se encuentran en
el cuerpo de la mujer. Eso fué lo que vio Rock y eso fué lo que él interpretó como de
gran significado teológico.
En 1951 el Papa Pío XII sancionó como aceptable a los ojos de la Iglesia el ritmo
porque lo consideró natural para regular la procreación; no mataba espermas ni
frustraba el proceso normal de la procreación, como el diafragma o como la
mutilación de órganos, como la esterilización. El ritmo, y esto lo había enseñado Rock
desde los años treinta, limita el sexo al período libre que la progestina crea. Y como
funciona la Píldora, pues usando progestina para extender el período libre a todo el
mes. Por eso Rock y sus colaboradores consideraron justamente con las mismas
implicaciones morales que el ritmo natural, el uso de la Píldora.
En 1958 el Papa Pío XII aprobó la Píldora para los Católicos, siempre y cuando los
efectos anticonceptivos fueran indirectos, o sea siempre que se entendiera como un
remedio para condiciones tales como los dolores de la “enfermedad del útero”. Esta
sentencia teológica del Papa envalentonó a Rock: la Píldora de uso corto puede
regular los ciclos impredecibles. Los ciclos tienen que ser regulares para que el ritmo
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aprobado por la Iglesia pueda ser útil; entonces, no debería ser permisible el uso de
la Píldora para facilitar el uso del ritmo aprobado? Y si eso es cierto porque no llevar
la discusión un paso más allá? Eso fue lo que hizo el juez federal de U.S.A. en la
revista Anticoncepción al sostener:
“ Si fue respetable para la ley la supresión de la ovulación para conseguir que las
mujeres tuvieran un ritmo regular necesario para producir sexo estéril, porque no
recibe igual respetabilidad suprimir la ovulación sin apelar al ritmo? Si la preñez
puede ser prevenida por la Píldora más el ritmo, por qué no la Píldora sola? En cada
caso la supresión de la ovulación fué usada como una herramienta. Cómo pudo ser
moralmente diferente la adición del ritmo en la práctica? “ (traducción libre del autor
de estas líneas).
Estos debates, que a Uds. parecerán arcaicos, fueron decisivos en el desarrollo de la
anticoncepción oral. Una mujer promedio en edad de concebir tiene un ciclo
menstrual cada 28 días, determinado por la cascada de hormonas que ella libera en
sus ovarios. A medida que el estrógeno primero y luego una combinación de estrógeno
y progestina invaden el útero, el revestimiento ( el endometrio) se engruesa y se infla,
preparándose para la implantación de un huevo fertilizado. Si el huevo no es
fertilizado, el nivel de las hormonas repentinamente se cae causando que el tejido de
revestimiento se desprenda en un sangrado menstrual. Por otra parte si una señora
está tomando su Píldora no se produce ovulación porque la Píldora la suprime. En
este punto no voy a entrar en el discurso científico de genética molecular para explicar
todo el curso de los acontecimientos moleculares que incluyen las poblaciones de
neuronas que con sus genes sitúan las respectivas señales moleculares para que paso a
paso se cumpla desde el mandato cerebral el / o/ los anuncios. En esta pequeña
introducción sí vale la pena enfatizar que el edificio responsable por la maravillosa
precisión molecular en el cerebro de la mujer es de tal naturaleza que la joven puede
sentir un grado de emociones en ese entorno sensorial que el hombre ni siquiera
imagina porque su edificio sexual es apenas una obra negra incompleta.
Bajo el uso de la Píldora, los flujos de estrógeno y de progestina que causan el
crecimiento del revestimiento del útero no se dan porque la Píldora reduce la
dinámica del ovario. Esto lo sabían y lo enseñaban Pincus y Rock: el efecto de la
Píldora sobre el endometrio es tan poco que podían continuar bajo el tratamiento por
meses sin menstruar. Sin embargo, los pioneros mencionados, decidieron quitar el
tratamiento hormonal después de tres semanas y en esa forma permitir el período
menstrual porque pensaban las mujeres considerarían tranquilizante volver a su
sangrado mensual. En esta formula Pincus y Rock demostraban que la Píldora no era
más que el ritmo aceptado por la Iglesia Católica.
LA MENSTRUACION DESCUBIERTA POR BEVERLY STRASSMANN
En 1986 una joven científica de U.S.A. viajó al Africa para vivir con la tribu Dogon de
Mali. Su lugar de investigación fue el pueblito de Sangui en el Sahel, unos 200 kms al
sur de Timbuctu. El Sahel es una gran savanna, verde en la estación de lluvias y semi
árida el resto del año. El Dogon crece millo, sorgo y cebolla, pastorea ganado y vive en
chozas de adobe. No usan anticonceptivos. Muchos siguen practicando sus
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antiquísimos ritos y costumbres como si la civilización no hubiese entrado por
ninguna parte. Bueno, lo importante para nuestra historia es que Strassmann quería
construir un perfil de la reproducción femenina de Sangui precisamente porque
incontaminado con la presencia de las costumbres modernas. Desde la noche de los
milenios pasados, presumiblemente la biología femenina no habría cambiado. Un
verdadero desafío para la curiosidad científica de la Strassmann. En un cierto sentido
ella se hacía la misma pregunta que se hacían Pincus y Rock: ¿qué es natural ¿ A la
científica no le interesaba el subjetivismo teológico de la religión, ella quería explorar
el aspecto evolutivo de la natural biología femenina. La pregunta probablemente se
ceñía en la antigüedad, cuando selección natural había confeccionado el patrón básico
de la biología humana, o sea la historia natural de nuestra especie. Preguntas
investigables como cuantos hijos tienen ¿ Qué tan frecuente menstrúan? Cuándo
llegan a la pubertad y a la menstruación? Qué impacto tiene la alimentación con el
pecho en la ovulación? Estas preguntas se habían tocado antes pero nunca con la
minuciosa precisión que quería la Strassmann. La fundación Rockefeller le concedió
la fellowship, sus familiares no la dejaban ir, el novio le hizo una pataleta y le
prometió matrimonio, pero nada, Beverly abandonó a todos y se largó.
Strassmann es una pelirroja alta de pocas palabras y una capacidad de trabajo
envidiable. Es profesora de la Universidad de Michigan en Ann Arbor y recuerda su
experiencia en Mali con humor. La choza en la cual la alojaron en Sangui había sido
local para las ovejas y cuando ella se fué la convirtieron en chiquero para cerdos.
Cuando se bañaba encontraba una serpiente enroscada en el asiento y preguntando a
señas qué era, los del pueblo se dividieron en dos grupos, los que decían que era
mortal y los que aseguraban que era inocua, una simple serpiente ratón. La beca de la
fundación era por 18 meses pero sus extraordinarios resultados le merecieron la
extensión a 30 meses!
La parte más interesante del estudio, aunque no la única, implicó el porqué la
segregación de las mujeres que menstruaban en una choza especial en las puras
afueras del caserío. En ese poblado había dos chozas para las menstruantes, nada
lujoso ni particularmente limpio: había unos catres en donde podían dormir todas en
un solo cuarto. Cada choza acomodaba a tres mujeres y cuando habían demasiadas
las últimas en llegar tenían que quedarse afuera en la intemperie. Por la mañana se
levantaban a buscar el agua del pozo común. En fin no hay condiciones de lujo que
podían inducir a quedarse. Simplemente es el lugar en donde la tradición pedía fueran
a pasar unos días. Strassmann tomó muestras de orina de las mujeres que usaban la
choza y un censo de todas las habitantes del caserío. Por todo el tiempo de su
permanencia le siguió la pista por setecientas noches a las que visitaron la choza.
Entre las Dogans el promedio de mujeres tienen su primer período a la edad de 16
años y da a luz ocho o nueve veces. Desde la menarquia hasta la edad de veinte años
tienen en promedio 7 periodos al año. En la próxima década y media, entre los veinte
y los treinta y cuatro años, pasa la mayoría del tiempo o preñada o en lactancia con
sus pechos (la cual en el Dogon suprime la ovulación por un período promedio de 20
meses), en tal forma que el dato real de menstruaciones al año apenas alcanza a ser un
poco más de un período por año. Se desprende que para el lapso que va de los 35 años
a la menopausia, a los 50 aproximadamente, cuando su fertilidad declina
rápidamente, promedian 4 menstruaciones al año. En total, las mujeres del Dogon
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menstrúan aproximadamente cien veces en sus vidas. Típicamente, las mujeres de
occidente promedian entre 350 y 400 veces en sus vidas sexualmente activas!
Strassmann considera que el antiguo patrón de menarquia tardía, largo periodo de
lactancia, muchas preñeces pudo haber sido lo que dio a las mujeres de nuestra
especie una alta sobrevivencia desde el principio de la especie hasta la “transición
demográfica” de hace un siglo. En consecuencia lo que hoy es normal, frecuentes
menstruaciones, es evolutivamente anormal. La insistencia de los ginecólogos que las
mujeres deben menstruar cada mes responde a un total desconocimiento de la
evolución molecular de la biología de la menstruación.
BIOLOGICAMENTE
MENSTRUACION?
NO
ESTAMOS
HECHOS
PARA
TANTA
Desde Strassmann muchos otros científicos médicos evolutivos han comprendido que
el descuadre de cien a cuatrocientas menstruaciones en enormemente significativo.
Significa que los cuerpos de las mujeres han sido sometidos a cambios y estreses para
los cuales no fueron evolutivamente preparados. Muchos científicos como Elsimar
Coutinho y Sheldom S. Segal vienen sosteniendo que la presencia de ovulación
incesante produce serios problemas a la salud femenina. Naturalmente que hay casos
en que se aconseja la ovulación bajo ciertas condiciones medicas: en las mujeres
obesas, el no menstruar constituye una clara señal de riesgo para el cáncer uterino. En
las mujeres atletas no menstruar puede significar un mayor riesgo a la osteoporosis.
Sin embargo, para la mayoría de las mujeres, menstruaciones continuas significan
dolores abdominales, cambios en el temperamento, dolores de cabeza, endometriosis ,
fibroides y anemia.
Pero de todos los anteriores malestares hay que decir que el peor es él incremento del
riesgo de algunos tipos de cáncer. La Biología Celular del cáncer tiene su fundamento
en que las separaciones equitativas del citoplasma y de todas las inclusiones en él,
incluyendo las plataformas del retículo endoplasmático y los cambios en las espirales
mayores y menores del cromosoma profásico para dar pie a las divisiones celulares,
aumenta la probabilidad, sea de mutaciones que de la escapada de “genes egoístas”
juiciosamente atrapados en la cárcel del cromosoma espiralizado. Esto también
significa que cualquier cambio que promueva la división celular lleva consigo el
potencial de producir cáncer, y la ovulación es uno de esos cambios.
Para sanar el desprendimiento del endometrio mensualmente y para que el huevo en
la ovulación literalmente se reviente a través de las paredes de sus ovarios, se
producen roturas de otras poblaciones de células en la vecindad que requieren ser
sanadas por medio de divisiones celulares. Cada vez que la mujer queda en cinta y da
a luz su riesgo vital de cáncer de ovarios se reduce en un 10%. Por qué?
Probablemente porque entre los 9 meses de gestación y los meses de crianza con
lactación ella deja de menstruar por todo un año y de consecuencia salva las paredes
de su útero de la furia de 12 momentos de divisiones celulares. Es el mismo argumento
para el cáncer del endometrio. Cuando una mujer está menstruando, el estrógeno
fluye por el útero y estimula el crecimiento de las paredes causando la conmoción y
agitación potencialmente peligrosa de la cientos de divisiones celulares en el área. Las
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mujeres que no menstrúan tanto se salvan de ese riesgo. Los cánceres del ovario y del
endometrio son enfermedades característicamente modernas, precisamente después
de la crisis demográfica. Probablemente son consecuencia del siglo en el cual las
mujeres llegan a menstruar 400 veces durante sus vidas sexualmente activas.
Los episodios de las exaltadas divisiones celulares son producto de las etapas que
comienzan con la ovulación y terminan con el desprendimiento del endometrio.
Suprimiendo la salida de nuevos huevos, la progestina en los anticonceptivos orales
reduce las instancias de división celular desde los ovarios. La progestina tambien se
opone a la secreción del estrógeno en el endometrio, produciendo allí otra restricción a
la división celular. En los archivos de los demógrafos expertos en reproducción vemos
que una mujer que toma la Píldora por 10 años reduce su riesgo de cáncer ovárico
aproximadamente 70% y su riesgo de cáncer endometrial en un 60% por ciento. Lo
que sucede es que la Píldora en realidad para lo que más sirve es para rescatar a los
ovarios y al endometrio de la modernidad. En realidad Rock deseó con su Píldora
regular los ritmos de 28 días en las mujeres para hacer posible la sanción papal de Pio
XII. Le falto investigar más sobre la biología celular después de los momentos de la
ovulación y los finales del sangrado menstrual. En el número de Febrero del año 2000
Patricia Sulak de la Universidad de Texas A&M y aún más adelante ha mostrado lo
que significa seguir con la recomendación de la semana placebo de Rock y Pincus. Los
mismos dolores, cambios de humor, inflamación del endometrio, tetas tiernas y
sensibles que se experimentaban durante los ciclos. El deseo de Rock de satisfacer la
Iglesia lo llevó a reducirle las ventajas a su propio invento.
DESPUES DE LA BOMBA ATOMICA EN EL JAPON
Malcolm Pike un excelente estadístico médico, en los años 1980 – 1981 viajo al Japón
para ver los efectos que la bomba atómica 23 años atrás había dejado en la población.
A Pike lo que le interesaba era el porque la mujer japonesa contrariamente a lo
generalmente esperado mostraba tener una tasa de cáncer de mama 6 veces menor a
la conocida para la mujer de U.S.A. Ya en los últimos momentos de los años 40 la
Organización Mundial de la Salud había colectado y publicado una serie de
estadísticas de todo el mundo y con ellas pudo demostrar que la disparidad entre
Japón y U.S.A. era real y preocupante. Se dijeron muchas cosas, tales como la
particularidad genética de la mujer japonesa, pero ésta suposición no podía explicar
por qué cuando migraban a U.S.A. rápidamente adquirían los niveles de las nativas.
Otros prefirieron la explicación de un tóxico especial por la comida de las
occidentales, esto tampoco satisfizo a la comunidad científica.
Brian Henderson se unió a Pike desde la Universidad del Sur de la California en la
búsqueda de una explicación satisfactoria. Rápidamente descartaron la posibilidad
que el cáncer fuera causado por tóxicos carcinogénicos porque después de la
menopausia y progresivamente a medida que se avanzaba en la edad la tasa de
incidencia disminuía? Lo que se sabe de las mutaciones sugiere que debería avanzar la
tasa dado que con el tiempo hay más errores genéticos en la célula y éstas se van
acumulando.
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Por lógica se comenzó a explorar, al principio la simple idea, que debía ser algo
específicamente interior a la biología de la reproducción femenina. Entonces no se
había llegado a los extraordinarios descubrimientos de Stressmann una década
después. Las mujeres jóvenes a las que se les había extraído el ovario mostraban tener
un riesgo muchísimo menor a las otras. Simplemente, cuando sus cuerpos dejaron de
producir estrógenos y progestina cada mes sus mamas dejaron de presentar tumores.
Pike y Henderson se convencieron que el cáncer de mama podía estar asociado al
proceso de división celulares semejantes al que se presentaba en ovarios y endometrio.
Las tetas femeninas son tan sensibles a las hormonas como son sus órganos
reproductivos. Cuando las mamas se someten a estrógeno, las células de la unidad
lobular terminal del ducto entra en un furioso desencadenamiento de divisiones
mitóticas. Durante la fase mediana y terminal del ciclo menstrual, cuando los ovarios
comienzan a producir grandes cantidades de progestina, el ritmo de división celular
en la zona se duplica.
Se entiende que una mujer con riesgo a cáncer de mama tiene dos moléculas, el
estrógeno y la progestina, como las responsables por la enfermedad cuando la
exposición a ellas es de toda una vida. Por eso es de gran importancia la edad en la
cual comienza la menarquia porque el comienzo de la pubertad inicia un gran
resurgir hormonal en todo el cuerpo femenino incluyendo las células de las tetas como
centro de gran actividad celular y de los errores que pueden presentarse en su genoma
y que pueden dar lugar a cáncer. Lo que podría evitarlo sería dar a luz porque en los
últimos 6 meses de preñez las células de las mamas se maduran en tal forma que dan
protección a las mutaciones. Tambien es particularmente importante la edad de la
mujer durante la menopausia, además para conocer lo que posiblemente pasa con el
conocimiento del cuadro general conviene saber cuanta gordura tiene la mujer en esa
edad dado que las células adiposas de la grasa pueden convertir otras hormonas
propias de ellas, que a su vez pueden transformarse en estrógeno.
Pike se desplazó a Hiroshima para probar la teoría de la división celular. Con la base
de datos de la OMS y con su experiencia de campo pudo comprobar que las mujeres
japonesas de principios de siglo tenían su primer período a la edad de 16.5 años
mientras que las niñas de América tenían la menarquia a los 14 años. La sola
diferencia en esas edades fué suficiente para comprender la distancia del 40 % en los
datos sobre el cáncer de mama entre las dos mujeres.
Los otros datos que el extraordinario sistema estadístico del Japón mostró fueron
igualmente precisos: la nutrición antes y después de la guerra, el número de hijos y el
sexo de estos, el peso, después de la guerra, cuando la edad de la menarquia comenzó
a bajar a los niveles de América, y otros factores mas. Uno en particular fué de gran
ayuda, el peso de las mujeres en edad de menopausia: la japonesa pesaba en
promedio, en menopausia, unas 100 libras mientras que las de U.S.A. llegaban a 145
libras. Este solo dato era suficiente para comprender un 25% de la diferencia en
cáncer de mama entre las dos mujeres. Finalmente los científicos estudiaron en las
muestras de sangre de las mujeres en la vida rural de Japón y de China y encontraron
que los ovarios de estas producen a penas el 75% del estrógeno que las americanas
producen. Esto último se interpretó como debido a que las Orientales consumen una
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dieta baja en grasa. Los tres factores antes mencionados parecen ser suficientes para
interpretar la distancia en la tasa de cáncer entre los dos grupos de mujeres.
Debido a que la progestina causa mutaciones en la mama no convenía usar la fórmula
de Rock para la Píldora….Había que buscar algo diferente que frenara la ovulación y
que no constituyera un peligro para la mama. Pikes propuso un cambio en la Píldora
con una droga llamada GnRHAs. Esta molécula interfiere la señal del circuito de la
Pituitaria cuando ésta ordena manufacturar la hormonas sexuales. Tambien funciona
con los hombres que tienen problemas de próstata. La GnRHAs temporalmente
disminuye la producción de testosterona. Las niñas que tienen pubertad precoz (a los
6 o 7 años o antes) a veces se les ofrece la droga para prevenir la maduración sexual.
Cuando la GnRHAs se aplica a la mujer en edad de quedar en cinta, frena en sus
ovarios la producción de estrógeno y de progestina. La Píldora de Rock funcionaba
engañando el cuerpo en creer que estaba un poco en cinta, La Píldora de Pike
funciona engañando el cuerpo haciéndole creer que está en menopausia.
LA VIDA
MODERNA EN LA MUJER A CONSTRUIDO UN CUERPO
DIFERENTE DEL QUE TENIA CUANDO SE HIZO LA ESPECIE HUMANA
Se podrá llegar a una equilibrio hormonal para la mujer que le permita realizar una
vida plena llena de satisfacciones profesionales y sociales por fuera de su experiencia
maternal que de todas maneras la encadena a vivir un grado de dependencia que la
maternidad le exige.? Este equilibrio se hace necesario porque la acecha el cáncer
uterino y de mama por las cuatrocientos menstruaciones y ovulaciones que tienen en
un espacio de tiempo de unos 30 años mientras sus congéneres de Asia y Africa con
unas 100 tienen una muchísima menor carga de episodios peligrosos por las divisiones
celulares a que viven expuestas. Las japonesas, chinas y las de Africa que estudio la
Stressmann comienzan su pubertad a los 16 – 17 años y terminan a los 50 con un peso
corporal de 100 en comparación con el pero de 145 a 150 libras de las mujeres
emancipadas de occidente. La mujer avanzada con una vida sin los atropellos de
crianza a los treinta años ya es madre habiendo comenzado su menarquia a los 12 o
13, o sea ha estado sometida a 20 años aproximadamente de ovulaciones
ininterrumpidas antes de su primer hijo! Mientras que la de Dogon, en Mali, Africa,
que recibe su comportamiento suponemos donde la dejo selección natural hace unos
250 mil años, comienza su primer período entre los 16.5 años y frena sus
menstruaciones durante largas lactancias de cada bebé y son en promedio 7 o 10,
termina por tener la cuarta parte de las ovulaciones que tienen las mujeres
occidentales. La naturaleza confeccionó una mujer que asegurara la continuación de
los genes que ella cuida con esmero desde el principio de los tiempos en este planeta.
..Pero a qué precio…..diríamos hoy…..siempre y cuando obedezca aquel mandato de
sus genes no tendrá cáncer ni de mamas ni de cuello uterino!
VOLVAMOS A LA PILDORA DE ROCK Y A LA NUEVA REVOLUCION
COPERNICANA Y GALILEANA QUE LA IGLESIA CATOLICA TUVO QUE
ENFRENTAR.
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En la primavera del 1963, precisamente después de la aparición del libro de Rock, el
Vaticano convocó una reunión de altos dignatarios con Donald B. Strauss, el director
de La Planeación Familiar que luego fue seguido por el que tuvo lugar en la
Universidad de Notre Dame (Universidad Católica en el Estado de Indiana en U.S.A.).
Luego en el verano de 1964 el Papa Paolo VI anunció que convocaría un comité de
altos dignatarios de la Iglesia para reexaminar la posición de la Iglesia ante la Píldora.
La noticia que la mayoría de los convocados estaba a favor de aprobar la Píldora de
Rock se filtró y la revista Newsweek colocó al “ganador” en la portada con un articulo
que decía “No desde que Copérnico sugirió en el siglo XVI que el sol es el centro del
sistema planetario había estado la Iglesia en una situación tan escabrosa con una
nueva afirmación científica”(la traducción es aproximada y es del autor de estas
líneas). Nadie nunca sabrá porque, pero lo cierto es que después de varios años Papa
Paulo VI apareció con la “ Humanae Vitae” y un veredicto totalmente negativo en el
cual se prohíbe todo uso artificial en la anticoncepción. Solamente la abstinencia se
acepta.
Si Rock hubiera sabido lo que hoy sabemos gracias sobretodo a lo que descubrió
Beverly Strassmann y a Pike, Henderson, Spicer y Daniels en el estudio comparado de
la biología femenina y de la alta tasa del cáncer de mama y de útero en relación con la
exagerada ovulación de la mujer occidental para vivir su vida emancipada, no habría
presentado la Píldora como método anticonceptivo sino como una fórmula para evitar
el cáncer. Muchos pensamos que quizá su Iglesia lo habría aceptado. Recordamos al
lector que el Papa Pío XII ya había aprobado la Píldora por su valor terapéutico.
Pike presenta su Píldora como un dispositivo para evitar el riesgo del cáncer, y como
método anticonceptivo solo para atraer clientes jóvenes.
Si el Dr. John Rock hubiera vivido un poco más habría visto otro panorama
demográfico y otro aspecto científico en la biología de la mujer que él no previó.
Además habría comprendido que la evolución orgánica de la especie no había
planeado para la mujer tantas ovulaciones y que por lo tanto su Píldora natural si era
efectivamente bastante natural. Finalmente, que si deseamos que la mujer tenga el
futuro dinámico en la sociedad, con pocos hijos pero con muchas realizaciones
culturales que ella ha sido capaz de construirse, será necesario que tome lo que la
cultura tecnológica le ha dado para su realización con menos ovulaciones pero con
más libertad y logros, que solo pueden darse si el riesgo del cáncer se le quita de
encima.
Rock desafortunadamente vivió para ver y oír las falsedades que se dijeron sobre la
Píldora anticonceptiva. Que causaba coagulo de sangre, que producía paro cardíaco, y
muchos males más. La Escuela de Medicina de Harvard le quitó la clínica
reproductiva y lo sacó de la Universidad, para rematar la injusticia le dejó una
pensión de 75 dólares al año. Inexplicablemente sus cuentas en los bancos
desaparecieron y tuvo que vender su casa en Brookline, Mass. En 1971 se tuvo que ir
a vivir a una casa de campo en las colinas de New Hampshire.
La famosa escritora Sara Davidson le preguntó con mucha cautela, sabiendo que
estaba hablando a un católico convencido, que iba a misa de 7 todas la mañanas, si
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todavía creía en la vida eterna después de muerto. “Naturalmente que no” fue la
amarga y tajante respuesta de John Rock. “El cielo, el infierno, Roma y todo lo demás
es para la tranquilidad de las masas…sí yo también creí …” (traducción libre del
autor de estas líneas).
GRACIAS
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