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Lic. Emilia Digistani - Especialista en Neuropsicología Clínica
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-----------------MOMENTO DE REFLEXIÓN
El jardín de infantes: Contexto natural de la diversidad cognitiva (Parte II)
Autora: Lic. Emilia Digistani *
Definimos a las experiencias de aprendizaje a través de un mediador (E.A.M.) como un instrumento de organización didáctica apropiado para resolver, en parte, el abordaje de la diversidad cognitiva de los infantes.
Es interesante y, por demás ilustrativo, ahondar en los aspectos teóricos que el Dr. Reuven Feuerestein y su
equipo han desarrollado con tanta brillantez. Este autor introduce el concepto de la E.A.M. (experiencia de
aprendizaje a través de su mediador), que es un fenómeno universal ya que su función es determinante para el
desarrollo de las estructuras cognoscitivas del individuo, porque lo capacita para un uso eficiente de su experiencia.
En el momento en que, los procesos cognitivos, que son los pasos sucesivos que construyen las personas
para interpretar a la información, se separan de las tareas específicas, permiten la organización de estructuras
cognitivas, y éstas son de naturaleza más general que el aprendizaje de tareas específicas concretas.
En consecuencia, las estructuras cognitivas son más abarcativas que los procesos que las conforman.
La satisfacción de logros parciales, en las interacciones mediativas, interviene en el funcionamiento del individuo pero, no determina el desarrollo de la estructura cognoscitiva que sí se ve “afectada” por la E.A.M., organizada intencionalmente por un agente mediador (en este caso la maestra jardinera) que espera la retroalimentación a su propuesta por parte del niño (reciprocidad) y que juntos la proyectan para una aplicación posterior
(transcendencia).
El lenguaje verbal es la forma preferida de transmisión mediativa siempre que se trate de procesos mentales
superiores pero, no es requisito indispensable para que la E.A.M., se dé: los gestos, la mímica, la observación y el comportamiento general son instrumentos tan poderosos de mediación como el lenguaje.
Otro aspecto importante en la mediación de los aprendizajes es:
La transmisión cultural.
La E.A.M. incluye la transmisión cultural, es decir el conocimiento de sucesos que pertenecen al pasado, a
un período de tiempo ajeno a la experiencia y que está fuera del alcance inmediato de las personas, porque
sólo es asequible por el instrumento de la mediación.
El conocimiento así adquirido produce:
A- Disposición para explorar.
B- Orientación de la curiosidad hacia las más remotas esferas del conocimiento.
C- Existencia de un mundo por el conocimiento mismo, sin el recurso de la experiencia directa.
D- Nuevas necesidades y formas de relacionarse con el mundo.
Por lo anterior cabe expresar esta conclusión:
La E.A.M. para el sujeto y la transmisión cultural para el grupo son los mayores determinantes de flexibilidad, que capacitan al individuo para superar el aquí y el ahora, le permiten adaptarse a nuevas formas de fu ncionamiento intelectual y a desarrollar nuevos patrones de comportamiento adecuados a nuevas situaciones,
con el respeto por su individualidad y por su abordaje cognitivo diferencial.
El aprendizaje mediatizado incluye la transacción niño-ambiente, produce cambios en la naturaleza de los
estímulos que llegan a los sentidos del niño como resultado de los procesos mediadores, de modo que, el
estímulo se percibe en una variedad de formas.
Los atributos del estímulo son: ordinalidad, temporalidad y espacialidad
Son mediatizados dentro de estas categorías y producen la necesidad de relacionar objetos, sucesos y experiencias entre sí.
El mundo de relaciones es el producto primario de las actividades de los individuos y surge de las experiencias sensoriales, está gobernado por sus propias leyes de organización y regulación y es a través de las
E.A.M., que se establecen sistemas para operar en el mismo.
El pensamiento se hace flexible, reversible, permitiendo nuevos modos de interrelación con el mundo sensorial, diferente de la experiencia directa, lo que amplia la acción propia del mediador.
El resultado de la mediación es la necesidad de establecer relaciones entre elementos con los que el niño
interactúa a través de la experiencia directa, por medio de comportamientos comparativos.
El comportamiento comparativo, está en la base de la construcción de estrategias de aprendizaje, éstas facilitan la conceptualización de objetos y situaciones.
Comparar permite establecer relaciones de semejanza (clases) y de diferencias (series) con lo cual, se identifica al objeto comparado, con la idea que representa.
No hay nada en nuestra existencia biológica que necesita de un pensar abstracto. Los procesos cognitivos
surgen en respuesta a necesidades culturales de naturaleza inter-personal e inter-generacional. Las E.A.M.
son responsables de las necesidades que superan a las necesidades biológicas.
La transmisión cultural, es determinante para pasar de la forma animal a la forma humana de relacionarse con
el mundo.
Una de las más tempranas E.A.M. y que, refleja la expresión de necesidades culturales, es la selección de estímulos ofrecida al niño por la madre o sustituto, en este caso por la maestra jardinera, o del jardín maternal.
En los infantes la selección de estímulos se hace para protegerlo de experiencias desagradables.
Este proceso se cumple en tres fases:
A- Relaciona elementos simples de percepción a los sistemas sensoriales del niño.
B- Relaciona los sistemas relacionales, entre sí.
C- Relaciona en base a la interacción social.
Hay dos tipos de selección de estímulos:
A- Remoción de estímulos, por ejemplo: Para vos, sí.
B- Referidos a una dimensión espacial, por ejemplo: Aquí no, allá.
C- Referidos a una dimensión temporal, por ejemplo: Ahora no, más tarde.
Ciertos estímulos son seleccionados como más relevantes y significativos y, representan un fondo que, más
tarde, va a permitir la ordenación por categorías, como por ejemplo, los atributos de : forma , color, tamaño,
ubicación , peso, uso, entre otros.
La significación del estímulo, así como los patrones de atención establecidos garantizan:
A- Concentración adecuada.
B- Agudeza perceptiva.
C- Movilización activa de la atención voluntaria.
D- Capacidad para registrar y coleccionar datos importantes en una forma eficiente.
E- Efectos engrandecedores de la concentración (El mediador enmarca la realidad experimentada por el niño).
Los niños que no han tenido E.A.M. son por lo general, más:
A- Dispersos.
B-Desatienden lo relevante de un hecho o situación..
C- No persisten en los medios para lograr los fines que se proponen .
La selección de estímulos debe hacerse dentro de un proceso de programación referido a las dimensiones:
temporales y espaciales, asignando tiempo para la aparición y desaparición de estímulos, órdenes y secuencias de antes y después. La programación de estímulos proporciona el armazón sobre el cual la orientación
pasada y futura se extiende, más allá del presente.
No existe un factor más importante, afectando la mente humana, que la conciencia y el conocimiento del
tiempo.
Mientras más remoto el pasado al cual referirse, más allá puede proyectarse hacia el futuro.
Cualquier anticipación de un logro intelectual es una construcción interna de la realidad, este proceso no se
establece fácilmente, requiere la intervención del mediador quien debe conducir al niño a establecer una relación causal entre un acto y su resultado anticipado.
El mediador debe, también, proveer al niño de modelos que pueda imitar, incluyendo los que reflejan sus
propios actos. Estableciendo contacto visual que es un prerequisito para el campo imitativo.
Mientras más modelos a imitar, tenga un niño, más capacidad de diferenciación y de ser afectado por la
acción directa de los estímulos.
La E.A.M. se produce como resultado de proveer intencionalmente la estimulación adecuada al niño para su
mejor crecimiento y desarrollo. Está determinada por la cultura.
Provoca en el niño la necesidad de buscar nuevos elementos en el ambiente (interés por el mundo que lo r odea), comunicar y compartir con otros sus nuevas percepciones y experiencias.
Esta provisión de estímulos mediados es la mayor fuente de participación activa de la maestra jardinera, a
niveles verbales emocionales y experimentales.
Los objetos y eventos deben ser traídos a la atención del niño. Asegurarse que han sido registrado como de
naturaleza repetitiva y no como un simple evento casual.
Las primeras interacciones del niño son al azar, cuando se repiten se hacen voluntarias, produciendo cambios y
variaciones en el campo intelectual y dando pie a la conducta creativa.
Es el mediador el que provee al niño de experiencias para repetir secuencias particulares de comportamiento y
así apropiarse del conocimiento.
Es evidente que la posición del Dr. Reuven Feuerestein, referida a la modificabilidad cognitiva estructural, a
través de un mediador, es un aporte de gran significación para la maestra jardinera porque dá las bases para
la tan necesaria “bajada a la práctica” de conceptos psicopedagógicos que, se sustentan desde la teoría pero
que, no suelen ser tan precisos en sus lineamientos prácticos.
La diversidad cognitiva y por lo tanto la inclusión escolar de todos los niños, jóvenes y adultos es una deuda
de la educación que, valga el comentario, en esta época de globalizaciones, a todos y a cada uno, desde el
lugar que ocupe, nos toca saldar.
* La Lic. Emilia Digistani es docente e investigadora universitaria.
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