Silvia Elena Valverde Coto Capítulo 15: Comienzos del

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Silvia Elena Valverde Coto Capítulo 15: Comienzos del Conductismo
James Brennan titula al capítulo quince de su libro, “ Los comienzos del conductismo”. En este capítulo se
mencionan los antecedentes históricos como los inmediatos al sistema de la psicología conductista. Y se habla
sobre “el cambio en la psicología estadounidense del énfasis alemán en el estudio de la conciencia al
comportamiento como objeto central”, en 1913, por J.B Watson (Brennan, 1999). Se presentan también las ideas
postuladas por Watson y las críticas a su modelo, además de los conductistas que le siguieron los pasos y que
vinieron a mejorar el conductismo, por último se hace mención del positivismo, que también vino a marcar una
diferencia en este sistema de la psicología (Brennan, 1999).
Los antecedentes históricos del conductismo, según Brennan, se remontan desde la Antigüedad hasta el siglo
XIX (Brennan, 1999). Entre ellos encontramos a los presocráticos, el sensualismo francés, el reduccionismo
sensorial de Condillac y la fisiología mecánica de La Mettrie; pero la mayor influencia fue quizás de los filósofos
ingleses (Brennan, 1999). Brennan expone que la noción de pasividad mental de Locke y el empirismo y el
asociacionismo, “incorporan las premisas básicas del conductismo” (Brennan, 1999). Por otro lado están los
antecedentes inmediatos del conductismo, los cuales son la reflexología rusa y el conexionismo estadounidense
(Brennan, 1999).
En cuanto a la reflexología rusa, el artículo menciona que “el trabajo de los fisiólogos rusos tenía una dirección
práctica que se adaptó con facilidad al conductismo como el mecanismo básico del aprendizaje”, sin embargo, hay
que tener en cuenta que el trabajo de estos fisiólogos era por naturaleza, reducir “los procesos psicológicos a
mecanismos fisiológicos” (Brennan, 1999). De este modo, incluían en sus estudios los procesos de “aprendizaje,
sensación y percepción, entre otros” (Brennan, 1999). Sechenov fue “el fundador de la moderna fisiología rusa”,
este publicó “Reflejos del cerebro”, que planteaba que “es posible reducir a reflejos todas las actividades, incluidos
los procesos en apariencia complejos del pensamiento y el lenguaje” (Brennan, 1999). De modo que “el repertorio
de la conducta es resultado de respuestas a los estímulos ambientales, mediados por el nivel cortical” (Brennan,
1999). Otro representante de la reflexología rusa fue Bejterev, quien destacó la unidad de esta (Brennan, 1999). Y
por último, tenemos a Pavlov, quien “defendía la metodología sistemática y consideraba un asunto serio el acopio
de datos”, y “descubrió los principios del condicionamiento basado en la asociación” (Brennan, 1999). Lo anterior
“lo llevó a establecer la reflexología del condicionamiento” y formular los conceptos de “estímulo condicionado”,
“estímulo incondicionado”, “respuesta condicionada”, “respuesta incondicionada” y “extinción” (Brennan, 1999).
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De este paradigma básico, se extrajeron varios principios, los cuales se pueden leer en el artículo de Brennan, sin
embargo es importante recalcar que Pavlov “señalaba al método experimental como el único medio de encontrar la
verdad científica” (Brennan, 1999). Con respecto al conexionismo estadounidense, tenemos a Thorndike, quien
“examinó las estrategias para la resolución de problemas en diversas especies, a las que probaba en cajas
laberintos” y concluyó “dos principios básicos de aprendizaje: ejercicio y efecto” (Brennan, 1999). Diferenció de
Pavlov en el sentido de que “la situación de aprendizaje estaba bajo control del sujeto de los experimentos” y en
que “ las influencias del reforzamiento, requerían que el sujeto reconociera las consecuencias hedonistas del sujeto
reforzador” (Brennan, 1999).
Tal y como señalamos anteriormente, sería en 1913 que Watson ampliara y diera “congruencia a los
argumentos que favorecían el estudio de la conducta más que de la conciencia” y que concordara con la psicología
comparada (Brennan, 1999). “Sus primeros trabajos sobre el aprendizaje en laberintos se fundaban en las
prácticas metodológicas de la fisiología, incluido el uso de ratas de laboratorio” (Brennan, 1999). Para él, “todos
los comportamientos –locomotor, perceptual, emotivo, cognoscitivo y lingüístico- son complejos o secuencias de
enclaces asociativo de estímulos y respuestas” (Brennan, 1999). Brennan menciona que:
“Las ideas de Watson se centraban en la premisa de que el campo de la psicología es el
comportamiento, medido en términos de estímulos y respuesta; así, la psicología se ocupa de los elementos
periféricos de estímulos y respuestas que inciden en el organismo” (Brennan, 1999).
A Watson se le hacen dos críticas principales con respecto a las limitaciones que le impone a la psicología y
con que la conducta se reduzca a física y fisiología (Brennan, 1999).
La expansión del conductismo siguió después de Watson con los aportes de Holt, Weiss y Lashley (Brennan,
1999). Además, “un movimiento que respaldó el éxito del conductismo comenzó en la física y tuvo una gran
influencia en todas las ciencias”, este es el operacionismo o el positivismo (Brennan, 1999). Según este
movimiento “cualquier concepto que no pudiera ser definido por sus operaciones era un pseudoproblema; es decir
, se trataría de un concepto sin valor científico” (Brennan, 1999).
El autor concluye que “el conductismo abrió la posibilidad de una psicología verdaderamente científica
basada en una aproximación empírica al igual que la física y las ciencias naturales” (Brennan, 1999).
Silvia Elena Valverde Coto Capítulo 15: Comienzos del Conductismo
Bibliografía:
Brennan, James F. Historia y Sistemas de la Psicología. Editorial Prentice Hall. Quinta
Edición. México. 1999. pp. 247-261.
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