Como en años anteriores, el Dr JR Morandeira y la Dra MA Nerín se

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Como en años anteriores, el Dr JR Morandeira y la Dra MA Nerín se trasladaron a las montañas
más altas del mundo para prestar sus servicios a los habitantes de la montaña, a los alpinistas,
investigar sobre los efectos de la altitud en los deportistas de alta montaña, y transmitir a este
país la experiencia adquirida en Aragón, un País de Montañas, sobre el rescate y la medicina de
montaña, así como los beneficios que puede reportar el turismo de montaña para el
crecimiento económico en zonas que, de otra manera, se verían abocadas a la pobreza. Este
año, además, van a plasmar todo esto en una película: “Un hospital entre el cielo y la tierra”,
que tendrá una parte rodada en el Nepal y otra en Aragón. Uno de los alumnos del Máster en
Medicina de Montaña y de la Extrema Periferia de la Universidad de Zaragoza, Carlos Martínez,
los acompañó como prueba piloto del convenio que han firmado con la Fundación Pasang
Lhamu de Nepal. Guillermo García, estudiante de Ciencias Políticas y de Derecho en la
Complutense de Madrid, también estuvo con ellos, con el objetivo de hacer un estudio para la
Editorial Francis Lefebvre sobre la situación socio-política en el Valle del Khumbu, algo
totalmente novedoso.
En línea con lo realizado en años anteriores, el equipo sanitario del Hospital Clínico
Universitario “Lozano Blesa” y la “Universidad de Zaragoza” instaló un completo PS3A (Punto
Sanitario Asistencial Atípico Avanzado) en el Campo Base del Everest -Lhotse, a 5.400 metros,
para atender cuantas incidencias médicas se presenten, tanto entre los sherpas y nepaleses,
como entre los alpinistas. Otro objetivo importante era la investigación, fundamental para
mejorar las condiciones de salud de los alpinistas, deportistas sometidos a condiciones
extremas en medio aislado, difícil y hostil. Los resultados de estas investigaciones también son
de interés para la población general, al conocer los límites de la fisiología humana. El Grupo de
Investigación Salud y Seguridad en la Montaña, reconocido como grupo emergente por el
Gobierno de Aragón en 2008, ha estudiado los efectos de la gran altitud sobre el nervio óptico,
el cerebro, las habilidades del pensamiento, así como los efectos del agotamiento y la
deshidratación sobre determinados parámetros sanguíneos. En esta ocasión, además de
incrementar los datos para aumentar el peso estadístico de los hallazgos previos, se pretendió
desarrollar un proyecto de investigación sobre la respuesta cardiaca al esfuerzo intenso en
condiciones de hipoxia. Así pues, las labores sanitarias llevadas a cabo en esta expedición,
gracias al apoyo del Gobierno de Aragón y del Servicio Aragonés de la Salud (SALUD), a través
del Hospital Clínico Universitario “Lozano Blesa”, fueron:
-Asistencia a la expedición aragonesa al Lhotse
-Asistencia de himalyistas y poblaciones locales
-Investigación en gran altitud
-Colaboración con la Fundación Pasang Lhamu en labores docentes y asistenciales
-Promoción de la marca ARAGÓN a través de la prestación de estos servicios
-Rodar una parte de la película “Un hospital entre el cielo y la tierra”
A lo largo del trekking y los días de campo base, se atendieron a muchos pacientes. Luego, en
las conferencias impartidas sobre Medicina de Montaña por toda España, acaban siendo un
ejemplo no sólo de medicina, sino también de humanidad o de estupidez humana. Uno de los
casos que se atendieron, fue el de un indio de 29 años con edema agudo de pulmón de la
altitud que, tras pasar toda la noche en el PS3A instalado en el Campo Base del Everest tuvo
que ser evacuado en helicóptero desde el Base a un hospital de Kathmandu, y que, a pesar de
estar a punto de morir, pretendía quedarse para subir al Everest. Muy entrañable el caso de
una mujer joven, madre de un bebé de 7 meses, que fue atendida en Dingboché por una
mastitis y cólico biliar, y que mejoró notablemente en los cuatro días que allí estuvimos. O el
de hace dos años de otra mujer, madre de seis hijos, que fue corneada por un yak y a la que
Morandeira y Nerín operaron en la cocina de su casa. Como curioso y para reflexionar sobre
las razones y motivaciones que mueven a los alpinistas, el hombre de 82 años que visitaron en
el Base, que pretendía subir a la cima del Everest. Este hombre fue embajador de Nepal en la
ONU en los años 70 y Ministro de Asuntos Exteriores en los 80. Desgraciadamente, desoyó los
consejos de los médicos y murió ayer tarde llegando al Campo 1.
En la conferencia se explica también el trágico descenso del Lhotse de un grupo de
himalayistas españoles; y aunque hubo la inmensa fortuna de que ninguno perdiera la vida,
lo que bien pudo ocurrirles a 4 ó 5 de ellos, los doctores tuvieron que emplearse a fondo
organizando la logística sanitaria de su evacuación y peleando denodadamente en los
hospitales de Katmandú durante 10 ó 12 horas diarias, para que se les prestará el mejor
tratamiento posible de las lesiones que, a consecuencia de la ascensión, presentaban. Fue
especialmente duro, porque según costumbre habitual, sus compañeros de ascensión se
desentendieron del problema, dejándolo todo en manos de los “médicos” mientras ellos,
aparte de una visita protocolaria en plan “bienqueda” a alguno de los afectados, se
dedicaban a pasearse por Katmandú, a enviar notas de triunfo a la prensa y a tratar de
regresar cuanto antes a España, para poder presumir de sus hazañas. Dos meses después de
volver de la expedición (agosto 2011), fue dado de alta hospitalaria el último afectado,
aunque todavía no se han reincorporado todos a la vida laboral y deportiva. El resultado: 28
dedos amputados. El trabajo en equipo, la colaboración con los grupos de rescate, una
planificación estudiada y el contacto continuado con los médicos tanto de Katmandú como
de Zaragoza, han permitido no tener que lamentar pérdidas mayores.
Un hospital entre el cielo y la tierra es una película que habla de la Medicina de Montaña, una
historia en la que Aragón fue pionera en el siglo XI y es vanguardia ahora mismo, en el siglo
XXI. Nace con una vocación universal, es decir, de Aragón al Mundo.
La expedición al Lhotse articula esta historia. Las historias que ocurrieron en esta expedición,
son historias que se suman a nuestra Historia de la Medicina de Montaña.
Un hospital entre el cielo y la tierra es la historia de un gran viaje que comenzó hace mil años y
que se desarrolla ahora mismo en pleno siglo XXI; es también, la historia de una pasión
compartida por los protagonistas de la película, pero también por una cantidad innumerable
de hombres y mujeres, la pasión por la montaña.
Un hospital entre el cielo y la tierra es una historia de solidaridad y de vocación, de una visión
pura y limpia sobre los principios de la medicina.
Es un proyecto que nace en el siglo XXI, por lo que aprovecharemos también los nuevos
escenarios audiovisuales. Tendremos una versión para cine, otra para TV, cápsulas de 3-5
minutos para la web, los móviles o una plataforma esponsorizada…
En la web de la película se puede seguir el antes-durante-después:
http://unhospitalentreelcieloylatierra.com
Javier Calvo es el Director y Realizador. Sergio de Uña, el Director de Fotografía. Ignacio
Blanco, el técnico de sonido. Javier Estella, el Director de Producción. Son unos magníficos
profesionales, con una dilatada experiencia y con las ideas muy claras sobre lo que se pretende
con esta película. Han estado con los doctores en Nepal, compartiendo los rigores del trekking,
el cansancio, frío e imprevistos del Campo Base, Sergio de Uña e Ignacio Blanco.
Se pretende la mejor calidad de rodaje: Cámara principal de rodaje: Red One Mysterium-X. El
formato normal de rodaje será 4,5 K es decir 4480 px x 1920 px (como 4 pantallas de HD) todo
rodado en RAW con lo que se mantendrá la mayor profundidad de color (16 bits) y niveles de
luz (13,5 stops, ideal para los contrastes de las nieves y los valles.). Con una sensibilidad 800
ISO permite rodar en condiciones de baja luminosidad. Además, esta cámara puede rodar a
alta velocidad de cuadro, hasta los 120 fotogramas por segundo con lo que conseguiremos
cámaras lentas reales para plasmar el esfuerzo, las aguas, los vientos, en definitiva crear
imágenes diferentes.
Uno de los objetivos de “Un hospital entre el cielo y la tierra” es reverdecer los conocimientos
de Historia de los que tan escasos están nuestros jóvenes, hijos de la ESO, y que en el caso que
nos ocupa de la asistencia a los accidentados en montaña, cuenta entre nosotros con unos
antecedentes de milenios, desde aquellos hospitales de montaña que Ramiro I mandó
construir para atender a los súbditos que transitaban su reino; porque lo que hacemos ahora,
no se diferencia mucho de lo que hicieron durante miles de años otros, aunque ahora las
actuaciones sean más eficientes porque contamos con medios técnicos que ellos no
imaginaron ni en sueños. Además, con “Un hospital entre el cielo y la tierra” pretendemos
resaltar algo que siempre ha existido en la montaña, aunque siempre hayan existido quienes
han pretendido cargárselo: la SOLIDARIDAD. Esa solidaridad que nos lleva a compartir nuestra
experiencia y medios con quienes trabajan en estos asuntos en el Himalaya del Nepal, uno de
los países más pobre de Asia, donde las condiciones existentes son parecidas a las que había
hace 200 ó 300 años en nuestros Pirineos. Y no nos olvidemos de que los principales
beneficiados de nuestras actuaciones deben de ser los montañeses, que son el principal activo
a defender en la montaña, por delante de cualquier otro, deportivo, moral o ecológico.
Finalmente, creemos que, con la extensión de nuestras actividades a un hospital en las
montañas del Himalaya, no solo cumplimos con una tradición de solidaridad, además
favorecemos el hecho de que los alumnos que cursan el Máster de Medicina de Montaña y de
la Extrema Periferia de la Universidad de Zaragoza, conozcan y ejerciten sus capacidades en
ese medio real de “extrema periferia sanitaria” a la que se refiere este Estudio Universitario,
dedicado a la formación específica de médicos y enfermeros.
Además de incluir las historias humanas con las que nos hemos encontrado en esta
expedición, la película cuenta con la participación de personajes interesantes, como Carlos
Soria, Edurne Pasabán, Miguel Ángel Pérez, Juanjo Garra, Juanito Oiarzabal, Lolo González,
Sonam Sherpa –el dueño de Thamserku-, Tashi Tenzing –el nieto de Tenzing Norgay (el Sherpa
que acompañó a Hillary hasta la cima del Evrest)-, Sonam Dendu Sherpa, un alpinista que ha
estado más de mil veces por encima de 7.000 metros, entre otros. Sergio de Uña graba cuando
el Dr. JR Morandeira y la Dra MA Nerín cambian impresiones, piensan en voz alta, se plantean
dudas, o hacen su trabajo. Durante el trekking ha sido “más duro” por aquello de andar y
desandar el camino para un plano general, luego plano medio y después plano corto, por
ejemplo, o repetir porque se escondía el sol, o porque el ruido del helicóptero estropeaba el
sonido; pero lo cuentan como una gran experiencia.
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