Noción y régimen jurídico del Seguro de Accidentes

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MASTER PROFESIONAL E INVESTIGADOR
EN PERICIA SANITARIA
-Curso 2011-2012SEGUROS PERSONALES
1.-SEGURO ACCIDENTES
2.-SEGURO OBLIGATORIO VIAJEROS
3.-SEGURO OBLIGATORIO CAZA
4.-SEGURO OBLIGATORIO AUTOMOVILES
Profesor Don Carlos Pomares Barriocanal
Abogado ICAM
Marzo 2012
1.- SEGURO DE ACCIDENTES
1.1.-Noción y régimen jurídico del Seguro de Accidentes
Se define como aquel contrato de seguro que cubre el riesgo de invalidez o muerte
del asegurado por una causa súbita, violenta, externa y ajena a la voluntad del asegurado.
Su régimen jurídico se contiene en la regulación general de los seguros de personas
(artículos 80 y siguientes de la Ley de Contratos de Seguro).
1.2.-Riesgo e interés:
El riesgo consiste en una lesión corporal derivada de determinados causas y que
origina determinadas consecuencias que se encuentran tasadas. El interés cubierto en este
seguro de accidentes consiste en la relación que existe entre el asegurado y su propio
cuerpo.
1.3.Regulación legal: Artículos 100 a 104 de la Ley de Contrato de Seguro.
Artículo 100.
Sin perjuicio de la delimitación del riesgo que las partes efectúen en el contrato, se entiende por
accidente la lesión corporal que deriva de una causa violenta súbita, externa y ajena a la intencionalidad del
asegurado, que produzca invalidez temporal o permanente o muerte.
Las disposiciones contenidas en los artículos 83 a 86 del seguro de vida y en el párrafo 1 del
artículo 87 son aplicables a los seguros de accidentes.
Artículo 101.
El tomador debe comunicar al asegurador la celebración de cualquier otro seguro de accidentes que
se refiera a la misma persona. El incumplimiento de este deber sólo puede dar lugar a una reclamación por
los daños y perjuicios que origine, sin que el asegurador pueda deducir de la suma asegurada cantidad
alguna por este concepto.
Artículo 102.
Si el asegurado provoca intencionadamente el accidente, el asegurador se libera del cumplimiento de
su obligación.
En el supuesto de que el beneficiario cause dolosamente el siniestro quedará nula la designación
hecha a su favor. La indemnización corresponderá al tomador o, en su caso, a los herederos de éste.
Artículo 103.
Los gastos de asistencia sanitaria serán por cuenta del asegurador, siempre que se haya establecido su
cobertura expresamente en la póliza y que tal asistencia se haya efectuado en las condiciones previstas en el
contrato. En todo caso, estas condiciones no podrán excluir las necesarias asistencias de carácter urgente.
Artículo 104.
La determinación del grado de invalidez que derive del accidente se
efectuará después de la presentación del certificado medico de incapacidad. El
asegurador notificará por escrito al asegurado la cuantía de la indemnización que le
corresponde, de acuerdo con el grado de invalidez que deriva del certificado
médico y de los baremos fijados en la póliza. Si el asegurado no aceptase la
proposición del asegurador en lo referente al grado de invalidez, las partes se
someterán a la decisión de peritos médicos, conforme al artículo 38.
1.4.-Especial referencia a la intervención del profesional Médico como Perito
en el procedimiento del artículo 38
Literalmente, el artículo 38 de la Ley de Contrato de Seguro establece:
Artículo 38.
Una vez producido el siniestro, y en el plazo de cinco días, a partir de la notificación prevista en el
artículo 16, el asegurado o el tomador deberán comunicar por escrito al asegurador la relación de los objetos
existentes al tiempo del siniestro, la de los salvados y la estimación de los daños.
Incumbe al asegurado la prueba de la preexistencia de los objetos. No obstante, el contenido de la
póliza constituirá una presunción a favor del asegurado cuando razonablemente no puedan aportarse
pruebas más eficaces.
Si las partes se pusiesen de acuerdo en cualquier momento sobre el importe y la forma de la
indemnización, el asegurador deberá pagar la suma convenida o realizar las operaciones necesarias para
reemplazar el objeto asegurado, si su naturaleza así lo permitiera.
Si no se lograse el acuerdo dentro del plazo previsto en el artículo 18, cada parte designará un
perito, debiendo constar por escrito la aceptación de éstos. Si una de las partes no hubiera hecho la
designación, estará obligada a realizarla en los ocho días siguientes, a la fecha en que sea requerida por la
que hubiere designado el suyo, y, de no hacerlo en este último plazo se entenderá que acepta el dictamen que
emita el perito de la otra parte, quedando vinculado por el mismo.
En caso de que los peritos lleguen a un acuerdo, se reflejará en un acta conjunta, en la que se
harán constar las causas del siniestro, la valoración de los daños, las demás circunstancias que influyan en
la determinación de la indemnización, según la naturaleza del seguro de que se trate y la propuesta del
importe líquido de la indemnización.
Cuando no haya acuerdo entre los peritos, ambas partes designarán un tercer perito de
conformidad, y de no existir ésta, la designación se hará por el Juez de Primera Instancia del lugar en que
se hallaren los bienes, en acto de jurisdicción voluntaria y por los tramites previstos para la insaculación de
peritos en la Ley de Enjuiciamiento Civil. En este caso el dictamen pericial se emitirá en el plazo señalado
por las partes o, en su defecto, en el de treinta días, a partir de la aceptación de su nombramiento por el
perito tercero.
El dictamen de los peritos, por unanimidad o por mayoría, se notificará a las partes de manera
inmediata y en forma indubitada, siendo vinculante para éstos, salvo que se impugne judicialmente por
alguna de las partes, dentro del plazo de treinta días, en el caso del asegurador, y ciento ochenta en el del
asegurado, computados ambos desde la fecha de su notificación. Si no se interpusiere en dichos plazos la
correspondiente acción, el dictamen pericial devendrá inatacable.
Si el dictamen de los peritos fuera impugnado, el asegurador deberá abonar el importe mínimo a
que se refiere el artículo 18, y si no lo fuera abonará el importe de la indemnización señalado por los peritos
en un plazo de cinco días.
En el supuesto de que por demora del asegurador en el pago del importe de la indemnización
devenida inatacable al asegurado se viera obligado a reclamarlo judicialmente, la indemnización
correspondiente se verá incrementada con el interés previsto en el artículo 20, que, en este caso, empezará a
devengarse desde que la valoración devino inatacable para el asegurador y, en todo caso, con el importe de los
gastos originados al asegurado por el proceso, a cuya indemnización hará expresa condena la sentencia,
cualquiera que fuera el procedimiento judicial aplicable.
Como se puede fácilmente advertir con la simple lectura del precitado artículo, su
redacción no es todo lo clara que sería deseable, motivo por el cual, nos encontramos con
numerosas jurisprudencia contradictoria a la hora de interpretar distintas cuestiones de
dicho procedimiento judicial.
En síntesis, y de conformidad con la jurisprudencia mayoritaria, hemos de reseñar
las siguientes cuestiones
A.- El proceso pericial sólo se concibe para determinar cuánto se debe, no para
determinar si se debe o no el siniestro, cualquiera que sea la causa aducida, ya que la Ley no
distingue, y la oposición a la pericia no impide la liquidación judicial del siniestro
Así lo establece la jurisprudencia del Tribunal Supremo ( Sentencia de 4 de
Septiembre de 1995, Aranzadi 1995/6491), acaba resolviendo una duda esencial que el texto
del Art.38 plantea.
“…al plantear desde los inicios las Aseguradoras, la negativa a la cobertura del siniestro , por
entender que el mismo fue provocado , no cabe entender se estuviese en el supuesto de hecho previsto en el citado
artículo 38 , en donde se hace constar de forma taxativa , que el procedimiento a seguir, en su caso, provendrá ,
literalmente cuando “las partes no se pusiesen de acuerdo sobre el importe y la forma de la indemnización” ,esto
es , partiendo de que siendo un siniestro aceptable, únicamente se discrepe de la cuantía”
Por esta sentencia, y por otras posteriores, queda claro que no es posible acudir al
proceso de liquidación extrajudicial del Art. 38 de la Ley de Contrato de Seguro cuando las
partes no discuten cuánto se debe sino si se debe o no el siniestro.
B.- Queda claro que el proceso de liquidación extrajudicial es imperativo para las
partes contractuales , pero solo cuando ha quedado debidamente instituido. No puede
considerarse debidamente instituido el proceso cuando la parte requerida para constituir el
colegio pericial se opone, cualquiera que sea la causa, porque solamente puede ser objeto
del peritaje el valor de lo debido.
C.-El dictamen del tercer perito no es dirimente , sino que ha de coincidir para ser
vinculante ( salvo impugnación judicial ) con alguno de los otros dos dictámenes periciales
ya emitidos.
2.- SEGURO OBLIGATORIO DE VIAJEROS
2.1.-Principios Generales
Se encuentra regulado por el Real Decreto 1575/1989, de 22 de diciembre, por
el que se aprueba el reglamento del seguro obligatorio de viajeros.
El Seguro Obligatorio de Viajeros (SOV) es un seguro de accidentes individuales
común a todos los medios de transporte público colectivo con capacidad para nueve o
más personas (autobús, metro, tren, tranvía…) u otros de capacidad inferior en los
que la tracción se hace por cable (telesillas, teleféricos, funiculares...). Su coste se incluye
en el precio del billete y tiene por finalidad indemnizar a los pasajeros cuando sufren daños
corporales en los desplazamientos por territorio nacional y en aquellos viajes que tienen
origen en España, pero salen al extranjero.
Además, con este seguro, también quedan cubiertos los accidentes que ocurren
justo antes de comenzar el viaje, una vez que el vehículo ha sido puesto a disposición de los
viajeros para utilizarlo, y los que suceden inmediatamente después, siempre que el
asegurado se encuentre todavía en el interior del vehículo
El obligado a contratar el seguro es el transportista (tomador), el cual debe pagar la
prima, y repercutirla al viajero (asegurado) en el precio del transporte.
2.2.-¿ A quién cubre?
Se encuentra protegida por este seguro toda persona que en el momento del
accidente esté provista del título de transporte, de pago o gratuito.
Cuando el título de transporte se expida sin exigir la identificación del viajero, se
presumirá que el accidentado estará provisto de billete en todos aquellos casos en que por
las características del accidente sea verosímil el extravío o destrucción de dicho billete.
Están también protegidos los usuarios menores de edad que, según las normas que
regulan cada medio de transporte, estén exentos del pago de billetes o pasaje.
Son también asegurados el personal dedicado por la empresa transportista a los
servicios requeridos para la utilización o el funcionamiento del vehículo, así como el
personal al servicio de las administraciones públicas que se hallen, durante el viaje en
ejercicio de sus funciones.
2.3.-¿Qué cubre?
Gozarán de la protección del seguro obligatorio de viajeros las lesiones corporales
que sufran estos a consecuencia directa de choque, vuelco, alcance, salida de la vía o
calzada, rotura, explosión, incendio, reacción, golpe exterior y cualquier otra avería o
anormalidad que afecte o proceda del vehículo.
Es muy importante reseñar la nueva redacción dada al artículo 21, apartado uno de
la Ley de Ordenación del transporte terrestre, norma de superior rango al del Reglamento
del seguro obligatorio de viajeros, por la disposición adicional 24ª de la Ley 14/2000 de 29
de diciembre de Medidas fiscales, administrativas y del orden social. El citado precepto
establece que "En todo transporte público de viajeros, los daños que sufran éstos deberán
estar cubiertos por un seguro, en los términos que establezca la legislación específica sobre
la materia, en la medida en que dichos daños no estén indemnizados por el seguro
de responsabilidad civil de suscripción obligatoria previsto en la Ley de
Responsabilidad y Seguro en la Circulación de Vehículos a Motor" El citado
precepto viene a compatibilizar ambos seguros, pero bien entendido que ello supondrá que
el seguro obligatorio de viajeros podrá servir para establecer o completar las
indemnizaciones correspondientes en la medida en que las mismas no estuvieran
contempladas por el seguro de responsabilidad civil de suscripción obligatoria, sin
que, sin embargo, resulte posible acumular aritméticamente las indemnizaciones
correspondientes a uno y otro seguro
2.4.-¿Cuánto cubre?
Los asegurados o beneficiarios tendrán derecho a indemnizaciones pecuniarias
cuando, como consecuencia de los accidentes amparados por el seguro obligatorio de
viajeros, se produzca muerte, incapacidad permanente o temporal del asegurado.
Las indemnizaciones se abonarán conforme al baremo que, como anexo, se une a
este reglamento, y que van desde 36.060 € por fallecimiento , y respecto de las
incapacidades permanentes se describen 14 categorías, que van desde las 42.000 € por las
lesiones más graves hasta los 1.200 € por las lesiones más leves
La incapacidad temporal, cubierta por este seguro, se indemnizará en función del
grado de inhabilitación que se atribuye en el baremo anexo a este reglamento a las lesiones
de los asegurados, sin tener en consideración la duración real de las que hayan sufrido.
La asistencia garantizada por el seguro obligatorio de viajeros se extenderá, como
límite máximo, hasta las setenta y dos horas siguientes al momento del accidente, cuando se
trate de lesiones que no requieran hospitalización del asegurado o tratamiento especializado
en cura ambulatoria; hasta diez días cuando los asegurados la tuvieran cubierta por otros
seguros obligatorios, y hasta noventa días en los demás casos
2.5.-¿Qué excluye?
Quedan excluidos los accidentes provocados por el viajero en estado de
embriaguez o bajo los efectos de drogas, estupefacientes o estimulantes o mediante la
comisión de actos dolosos
3..-SEGURO OBLIGATORIO DE RESPONSABILIDAD CIVIL DEL
CAZADOR
3.1-Características
Es aquel que debe suscribir todo cazador con armas, para garantizar la reparación
de los daños que puedan causarse a otras personas con ocasión de la acción de cazar,
incluido el tiempo de descanso, dentro de los límites del terreno de caza, y en tanto se esté
practicando esta
No se podrá obtener la licencia de caza sin haber acreditado la previa celebración de
este contrato de seguro ni practicar el ejercicio de la misma sin la existencia y plenitud de
efectos del mismo.
Se regula por Real Decreto 63/1994, de 21 de enero, por el que se aprueba el
Reglamento del Seguro de Responsabilidad Civil del Cazador, de suscripción
obligatoria
3.2.-Ambito de cobertura y exclusiones
El seguro de suscripción obligatoria cubre en todo el territorio español, dentro de
los límites cuantitativos fijados en este Reglamento, la obligación de todo cazador con
armas de indemnizar los daños corporales causados a las personas con ocasión de la acción
de cazar.
Quedan incluidos en el ámbito de cobertura:
a) Los daños referidos en el apartado anterior ocasionados por un disparo involuntario del
arma.
b) Los daños referidos en el apartado anterior ocasionados en tiempo de descanso dentro
de los límites del terreno de caza, en tanto se esté practicando el ejercicio de la misma.
Quedan excluidos del ámbito de cobertura los supuestos en que el cazador no esté obligado
a indemnizar porque el hecho fuera debido únicamente a culpa o negligencia del
perjudicado o a fuerza mayor. No se considerarán casos de fuerza mayor los defectos,
roturas o fallos de las armas de caza y sus mecanismos o de las municiones.
3.3.- Límite de cobertura
El seguro de suscripción obligatoria cubre la indemnización de los daños corporales
ocasionados a las personas por la acción de cazar hasta el límite máximo de 90.000 € por
víctima.
3.4.-Responsabilidad concurrente.
Si los daños asegurados hubieran sido causados por los integrantes de una partida
de caza y no consta el autor de los mismos, responderán solidariamente los aseguradores de
los miembros de dicha partida.
A estos efectos, se considerarán únicamente como miembros de la partida aquellos
cazadores que hayan practicado el ejercicio de la caza en la ocasión y lugar en que el daño
haya sido producido y que hubieran utilizado armas de la clase que originó el daño.
4.-SEGURO OBLIGATORIO DE RESPONSABILIDAD
CIVIL DE AUTOMOVILES
4.1.-Características
Se regula por Real Decreto Legislativo 8/2004, de 29 de octubre, por el que se
aprueba el texto refundido de la Ley sobre responsabilidad civil y seguro en la circulación
de vehículos a motor, en cuyo Anexo se contiene el Sistema para la valoración de los
daños y perjuicios causados a las personas en accidentes de circulación
(popularmente conocido como Baremo)
El desarrollo reglamentario de esta Ley se fija por Real Decreto 1507/2008
Mediante la presente cobertura de contratación obligatoria para todo propietario de
vehículo de motor que tenga su establecimiento habitual en España, el Asegurador asume
hasta los límites cuantitativos que las disposiciones normativas vigentes establezcan en cada
momento, la obligación indemnizatoria derivada para el conductor del vehículo asegurado ,
de hechos derivados de la circulación en los que intervenga dicho vehículo y de los que
resulten daños corporales y /o materiales.
En general, la legislación de la mayoría de los países de la UE distingue al respecto
entre el denominado seguro obligatorio, destinado normalmente a la cobertura,
dentro de los límites legalmente establecidos, de los daños personales o materiales
causados a terceras personas, y el seguro voluntario, que cubre el exceso de los límites
del seguro obligatorio, así como otras garantías a que se hace referencia más adelante.
En España, el seguro obligatorio de automóviles cubre en la actualidad hasta los
siguientes límites
a) En los daños a las personas, 70 millones de euros por siniestro, cualquiera que sea
el número de víctimas.
b) En los daños en los bienes, 15 millones de euros por siniestro.
4.2.-Otras garantías que se pueden contratar en seguro automóviles
a.-Responsabilidad Civil de Suscripción Voluntaria
El Asegurador garantiza con el ámbito y hasta el límite pactado en las Condiciones
Particulares de la póliza ,el pago de las indemnizaciones a que ,en virtud de lo dispuesto en
los artículos 1902 y concordantes del Código Civil y 116 y concordantes del Código Penal,
el Asegurado o el Conductor autorizado y legalmente habilitado ,sean condenados a
satisfacer a consecuencia de la responsabilidad civil extracontractual derivada de los daños
causados a terceros con motivo de la circulación con el vehículo especificado en la póliza.
Esta garantia cubrirá las indemnizaciones dentro del límite pactado en las Condiciones
Particulares que excedan de la cobertura de Responsabilidad Civil de Suscripción
Obligatoria.
b.-Daños, incendio y/o robo del propio vehículo.
c.-Defensa de la responsabilidad criminal en que pudiera haber incurrido el
conductor de un vehículo, con motivo de un hecho de la circulación. Por esta garantía, el
asegurador toma a su cargo todos los gastos judiciales y extrajudiciales que ocasione la
defensa, con excepción de aquellos que se consideran como penas personales (p. ej.,
multas)
por
d.-. Reclamación, en nombre del asegurado, de los daños sufridos por el mismo
su vehículo, a consecuencia de un accidente de circulación.
e.-Asistencia en viaje, que garantiza diferentes prestaciones en caso de que el
vehículo asegurado tenga una avería o accidente durante un viaje, o bien cuando el
asegurado y los ocupantes del vehículo sufran alguna contingencia, como enfermedad
grave, robo de equipaje, etc.
4.3.- Régimen de responsabilidad en seguro obligatorio
El conductor de vehículos a motor es responsable, en virtud del riesgo creado por
la conducción de estos, de los daños causados a las personas o en los bienes con motivo de
la circulación.
En el caso de daños a las personas, de esta responsabilidad sólo quedará exonerado
cuando pruebe que los daños fueron debidos únicamente a la conducta o la negligencia
del perjudicado o a fuerza mayor extraña a la conducción o al funcionamiento del
vehículo; no se considerarán casos de fuerza mayor los defectos del vehículo ni la rotura o
fallo de alguna de sus piezas o mecanismos.
En el caso de daños en los bienes, el conductor responderá frente a terceros cuando
resulte civilmente responsable según lo establecido en los artículos 1.902 y siguientes del
Código Civil, artículos 109 y siguientes del Código Penal, y según lo dispuesto en esta Ley.
Si concurrieran la negligencia del conductor y la del perjudicado, se procederá a la
equitativa moderación de la responsabilidad y al reparto en la cuantía de la
indemnización, atendida la respectiva entidad de las culpas concurrentes.
Los daños y perjuicios causados a las personas, comprensivos del valor de la
pérdida sufrida y de la ganancia que hayan dejado de obtener, previstos, previsibles o que
conocidamente se deriven del hecho generador, incluyendo los daños morales, se
cuantificarán en todo caso con arreglo a los criterios y dentro de los límites
indemnizatorios fijados en el anexo de esta Ley.
Las indemnizaciones pagadas con arreglo a lo dispuesto en el apartado 2 tendrán la
consideración de indemnizaciones en la cuantía legalmente reconocida, a los efectos del
artículo 7.d del texto refundido de la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas
Físicas, aprobado por el Real Decreto Legislativo 3/2004, de 5 de marzo, en tanto sean
abonadas por una entidad aseguradora como consecuencia de la responsabilidad civil de su
asegurado.
Reglamentariamente, se definirán los conceptos de vehículos a motor y hecho de la
circulación, a los efectos de esta Ley. En todo caso, no se considerarán hechos de la
circulación los derivados de la utilización del vehículo a motor como instrumento de la
comisión de delitos dolosos contra las personas y los bienes.
4.4. Ámbito material y exclusiones.
La cobertura del seguro de suscripción obligatoria no alcanzará a los daños y
perjuicios ocasionados por las lesiones o fallecimiento del conductor del vehículo causante
del accidente.
La cobertura del seguro de suscripción obligatoria tampoco alcanzará a los daños en
los bienes sufridos por el vehículo asegurado, por las cosas en él transportadas ni por los
bienes de los que resulten titulares el tomador, el asegurado, el propietario o el conductor,
así como los del cónyuge o los parientes hasta el tercer grado de consanguinidad o afinidad
de los anteriores.
Quedan también excluidos de la cobertura de los daños personales y materiales por
el seguro de suscripción obligatoria quienes sufrieran daños con motivo de la circulación
del vehículo causante, si hubiera sido robado. A los efectos de esta Ley, se entiende por
robo la conducta tipificada como tal en el Código Penal. En los supuestos de robo será de
aplicación lo dispuesto en el artículo 11.1.c.
4.6-. Facultad de repetición.
El asegurador, una vez efectuado el pago de la indemnización, podrá repetir:
a. Contra el conductor, el propietario del vehículo causante y el asegurado, si el daño
causado fuera debido a la conducta dolosa de cualquiera de ellos o a la conducción
bajo la influencia de bebidas alcohólicas o de drogas tóxicas, estupefacientes o
sustancias psicotrópicas.
b. Contra el tercero responsable de los daños.
c. Contra el tomador del seguro o asegurado, por las causas previstas en la Ley
50/1980, de 8 de octubre, de Contrato de Seguro, y, conforme a lo previsto en el
contrato, en el caso de conducción del vehículo por quien carezca del permiso de
conducir.
d. En cualquier otro supuesto en que también pudiera proceder tal repetición con
arreglo a las leyes.
La acción de repetición del asegurador prescribe por el transcurso del plazo de un año,
contado a partir de la fecha en que hizo el pago al perjudicado.
4.7.- Funciones del Consorcio de Compensación de Seguros.
Corresponde al Consorcio de Compensación de Seguros, dentro del ámbito
territorial y hasta el límite cuantitativo del aseguramiento obligatorio:
a. Indemnizar a quienes hubieran sufrido daños en sus personas, por siniestros
ocurridos en España, en aquellos casos en que el vehículo causante sea
desconocido.
No obstante, si como consecuencia de un accidente causado por un vehículo
desconocido se hubieran derivado daños personales significativos, el Consorcio de
Compensación de Seguros habrá de indemnizar también los eventuales daños en
los bienes derivados del mismo accidente. En este último caso, podrá fijarse
reglamentariamente una franquicia no superior a 500 euros.
Se considerarán daños personales significativos la muerte, la incapacidad
permanente o la incapacidad temporal que requiera, al menos, una estancia
hospitalaria superior a siete días.
b. Indemnizar los daños en las personas y en los bienes, ocasionados con un vehículo
que tenga su estacionamiento habitual en España, así como los ocasionados dentro
del territorio español a personas con residencia habitual en España o a bienes de su
propiedad situados en España con un vehículo con estacionamiento habitual en un
tercer país no firmante del Acuerdo entre las oficinas nacionales de seguros de los
Estados miembros del Espacio Económico Europeo y de otros Estados asociados,
en ambos casos cuando dicho vehículo no esté asegurado.
c. Indemnizar los daños a las personas y en los bienes ocasionados por un vehículo
con estacionamiento habitual en España que esté asegurado y haya sido objeto de
robo o robo de uso.
d. Indemnizar los daños a las personas y en los bienes cuando, en supuestos incluidos
dentro del ámbito del aseguramiento de suscripción obligatoria o en los párrafos
precedentes de este artículo, surgiera controversia entre el Consorcio de
Compensación de Seguros y la entidad aseguradora acerca de quién debe
indemnizar al perjudicado. No obstante lo anterior, si ulteriormente se resuelve o
acuerda que corresponde indemnizar a la entidad aseguradora, ésta reembolsará al
Consorcio de Compensación de Seguros la cantidad indemnizada más los intereses
legales, incrementados en un 25 %, desde la fecha en que abonó la indemnización.
e. Indemnizar los daños a las personas y en los bienes cuando la entidad española
aseguradora del vehículo con estacionamiento habitual en España hubiera sido
declarada judicialmente en concurso o, habiendo sido disuelta y
encontrándose en situación de insolvencia, estuviera sujeta a un procedimiento
de liquidación intervenida o ésta hubiera sido asumida por el propio Consorcio de
Compensación de Seguros.
En los supuestos previstos en los párrafos b) y c), quedarán excluidos de la indemnización
por el Consorcio los daños a las personas y en los bienes sufridos por quienes ocuparan
voluntariamente el vehículo causante del siniestro, conociendo que éste no estaba
asegurado o que había sido robado, siempre que el Consorcio probase que aquellos
conocían tales circunstancias.
El perjudicado tendrá acción directa contra el Consorcio de Compensación de Seguros en
los casos señalados en este artículo, y éste podrá repetir en los supuestos definidos en el
artículo 10 de esta Ley, así como contra el propietario y el responsable del accidente cuando
se trate de vehículo no asegurado, o contra los autores, cómplices o encubridores del robo
o robo de uso del vehículo causante del siniestro, así como contra el responsable del
accidente que conoció de la sustracción de aquel.
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