cifras y hechos

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Conferencia de prensa sobre medidas frente al alza de precios de los alimentos
Por Jacques Diouf, Director General de la FAO. Roma, 17 de diciembre de 2007
1/ Precios agrícolas
1.1/ Datos
• Los precios de los productos básicos agrícolas subieron bruscamente en 2006, y en algunos
casos siguen subiendo a un ritmo aún más rápido este año. Los índices de la FAO de
precios de alimentos subieron cerca del 40 por ciento en el período de un año en 2007,
mientras que el incremento en 2006 sobre el año anterior fue de tan solo el 9 por ciento. El
alza de los precios ha sido empujado principalmente por los productos lácteos y los
cereales, pero los precios de otros productos básicos, con excepción del azúcar, también
han subido de forma significativa.
• Los precios internacionales de exportación de trigo, que han cotizado al alza desde el
pasado junio, continúan altos. En noviembre, el trigo No. 2 de EE.UU. (HRW, FOB),
cotizó a una media de 332 dólares EE.UU. por tonelada, con un ligero descenso desde su
máximo de octubre, pero todavía 113 dólares/tonelada (un 52 por ciento) por encima del
precio del año anterior. Desde principios de diciembre, los precios del trigo han
comenzado a subir de nuevo, con alzas en algunos que marcan nuevos récord, en especial
debido a la preocupación de que parte de la superficie se dedicará en 2008 a la producción
de soja, que alcanza precios más altos.
• Los precios de exportación del maíz, que han sido volátiles desde febrero –cuando
marcaron el récord de una década con 177 dólares EE.UU/tonelada, han subido en los
últimos dos meses. En diciembre, los precios del maíz continuaron incrementándose tras
las recientes revisiones a la baja de los cereales secundarios en 2007 y las perspectivas de
mayores necesidades de producción de biocombustibles contempladas en la próxima Farm
Hill (Ley Agraria) en EE.UU. Los precios altos del maíz, combinados con la escasez de
trigo para piensos, han empujado al alza las cotizaciones de la mayor parte del resto
de los cereales forrajeros.
• Los precios internacionales del arroz se han fortalecido en los últimos dos meses.
Sostenida por la limitada disponibilidad de suministros en los principales países
exportadores y la fuerte demanda de importaciones en todo el mundo, la fortaleza de los
precios ha sido generalizada, afectando a todas las calidades y procedencias.
• Los precios de las semillas oleaginosas han seguido subiendo de forma pronunciada
en 2006/07. En noviembre de 2007, los índices de precios de la FAO para harinas/tortas se
situaron 42 puntos (el 22 por ciento) por encima del valor que les correspondía el pasado
año, mientras que para semillas oleaginosas y aceites/grasas, el índice subió más de 90
puntos (más del 70 por ciento). Los precios internacionales han alcanzado un récord
absoluto en el caso de las semillas oleaginosas y los máximos de los últimos 23 y 34
años en aceites y harinas respectivamente.
1.2/ Causas / Reservas
• Con niveles históricamente bajos de reservas mundiales de muchos productos básicos: se
espera que las reservas mundiales de cereales al cierre de las temporadas que terminan en
2008, desciendan en unos 420 millones de toneladas, cerca del 2 por ciento por debajo de
su nivel ya inicialmente bajo de apertura, y el más bajo desde 1983.
• La FAO prevé que las reservas de trigo alcancen 142 millones de toneladas, con un
descenso de 17 millones de toneladas (equivalente al 11 por ciento), con respecto a la
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temporada precedente, y el nivel más bajo desde 1980. Esta cantidad equivale a 12
semanas de consumo total, muy por debajo que la media de 18 semanas en el período
2000-2005. Nota: es posible que las reservas de trigo hayan caído al nivel más bajo en 47
años, según informa el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA), pero las
estadísticas de la FAO se remontan tan solo a 1980.
• Se espera que las reservas de maíz lleguen a 129 millones de toneladas, 12 millones más
(el 10 por ciento) que la temporada precedente. Ello representa cerca de 8 semanas de
utilización total, menos que la media de 11 semanas en el quinquenio 2000-2005. Nota: las
previsiones de la FAO sobre las reservas de maíz en China son mayores que las del USDA.
1.3/ Clima
Los eventos climáticos inusuales han afectado negativamente a la producción en muchos de
los principales países exportadores (Australia, Ucrania etc), con una reducción del suministro.
1.4/ Biocombustibles
Existe una creciente demanda de productos básicos agrícolas para producir
biocombustibles, tras los fuertes incrementos de los precios del crudo, que convierte a los
primeros en sustitutos viables. Esta posibilidad está llevando de forma creciente a la
implementación de políticas públicas en apoyo del sector de la bioenergía, lo que lleva a una
mayor demanda de los cultivos que sirven de materia prima (azúcar, maíz, mandioca, semillas
oleaginosas, aceite de palma, etc). Ejemplo: el maíz de EE.UU. destinado a la producción de
combustible, que se ha duplicado desde 2003, se incrementará de 55 millones de toneladas en
2006 a 110 millones en 2016. En la Unión Europea, se prevé que el uso de trigo para producir
biocombustibles se multiplique por doce hasta las 18 millones de toneladas en 2016.
1.5/ Incremento de la demanda
Los cambios a largo plazo en la estructura de la demanda de alimentos en los países en
desarrollo (en especial en China, India y Brasil), como resultado del rápido crecimiento
económico, han llevado a la diversificación de la dieta, de alimentos ricos en almidón a
productos cárnicos. En base a las calorías, 3 kilogramos de cereales equivalen a un kilogramo
de carne de vaca/cerdo. En China, el consumo de carne per cápita ha aumentado desde los 20
kilogramos en 1980 a los 50 actuales. Estos cambios ha incrementado la demanda de cereales
forrajeros. En lo que respecta al consumo de agua, se necesitan unos 1 000-2 000 litros para
producir un kilogramo de trigo, pero entre 10 000 y 13 000 litros para producir un kilogramo
de carne de vacuno.
Este proceso también tiene su origen en el crecimiento de la población, que cada año aumenta
en 78,5 millones de personas (en su mayor parte en los países en desarrollo), y en el
fenómeno de la urbanización.
1.6/ Impacto / Consecuencias:
• Piensos: Debido al incremento de la demanda para piensos (1-2 por ciento anual desde
1980), a causa de la mayor demanda de productos ganaderos, los precios de los piensos
(maíz, semillas oleaginosas) han subido de forma sustancial, provocando ulteriores
aumentos en los precios de productos cárnicos y lácteos.
• Ayuda alimentaria: a menudo es anticíclica con respecto a los precios de los productos
básicos, lo que significa que cuando los precios de los alimentos suben, la ayuda
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alimentaria desciende. Ello se debe en parte a que las decisiones de ayuda alimentaria se
toman en base a cuestiones presupuestarias.
2/ Evolución de los precios del gas y del petróleo
• Los precios del petróleo han superado los 90 dólares EE.UU/bárril, marcando un récord
desde 1980 (cuando llegaron a 102 dólares/barril. En el periodo de un año el aumento se
sitúa en el orden del 50 por ciento. Los precios del gas han seguido la misma tendencia en
años recientes, y se han triplicado desde 1990.
• El crudo ligero de EE.UU. tocó un nuevo récord de 96,54 dólares/barril. Los precios han
continuado subiendo, hasta alcanzar 98,62 dólares/barril el pasado 7 de noviembre.
• Los precios del crudo permanecerán altos en el futuro próximo, debido al rápido
incremento de la demandad de las gigantescas economías en desarrollo de India y China.
Algunos analistas de la OPEP han sujerido una franja de unos 70-80 dólares/barril.
• Los principales países exportadores se están desarrollando con rapidez y utilizan más crudo
para el consumo doméstico. En particular Indonesia, que ya no exporta su petróleo. En
México e Irán las previsiones son que la demanda supere a la producción en unos 5 años.
También en Rusia la demanda está creciendo con fuerza.
• Los precios al alza del petróleo han contribuido al aumento de los precios de la mayoría de
los cultivos agrícolas al subir el coste de los insumos, y también al promover la demanda
de cultivos que se utilizan como materia prima para los biocombustibles. Igualmente ha
aumentado el coste del transporte, contribuyendo a una ulterior subida en la factura de
importación de alimentos.
3/ Efectos combinados
3.1/ Efectos negativos
- Factura por importaciones
• Con 745 000 millones de dólares EE.UU, el coste mundial de las importaciones
alimentarias en 2007 será un 21 por ciento mayor que en el año anterior, y el mayor
registrado hasta ahora. Gran parte del crecimiento previsto se deberá al gasto más elevado
en productos a base de cereales, a pesar de las reducciones netas en el volumen de estas
importaciones. La culpa corresponde a los aumentos de precios, en especial del trigo, pero
también de los costes de transporte, que se han doblado desde el pasado año, añadiendo
mayor presión en la capacidad de los países de hacer frente al coste de sus importaciones.
La combinación del rápido incremento de los precios y el coste récord de los fletes está
también detrás de las facturas más elevadas a nivel mundial por la importación de
productos lácteos y aceites vegetales.
• El coste total de las importaciones alimentarias en los Países de Bajos Ingresos y con
Déficit de Alimentos (PBIDA) en 2007, será cerca del 25 por ciento mayor que en el año
anterior, superando los 107 000 millones de dólares EE.UU.
- Intervenciones gubernamentales
Una seríe de países, entre los que se incluye. Argentina, Azerbaiján, Bangladesh, Bolivia,
Bosnia, Camerún, China, Croacia, Ecuador, Egipto, Etiopía, Honduras, India, Kazajstán,
Kenya, Malawi, Malí, México, Marruecos, Filipinas, Vietnam y Zambia, están intentando
moderar el impacto doméstico de los elevados precios internacionales a través del uso de
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instrumentos de política nacional. En la mayor parte de los casos, los gobiernos imponen
restricciones a las exportaciones o reducen los aranceles a los alimentos importados.
- Consecuencias sociales
Los altos precios de los alimentos están creando tensión social en numerosas partes del
mundo. En países como Marruecos, Uzbekistán, Yemen, Guinea, Mauritania y Senegal los
precios de los alimentos están directamente relacionados con la reciente inestabilidad política.
3.2/ Efectos positivos
• Los elevados precios agrícolas son buenos para los campesinos, teniendo en cuenta que los
precios alimentarios se incrementan por “efecto goteo” hasta las mismas granjas. Al ser la
agricultura la principal fuente de ingresos en la mayor parte de los países en desarrollo, los
precios altos podrían ayudar a mitigar la pobreza y mejorar el acceso a los alimentos.
También servirán para promover las inversiones en la agricultura y una mayor
productividad en el futuro.
• Los precios más elevados de los productos básicos deberían resultar normalmente en un
aumento de la producción doméstica para responder a la demanda. La producción de
productos básicos agrícolas se hace más competitiva en relación a los sectores secundario y
terciario.
• Precios agrícolas más altos deberían también incrementar los incentivos para que los
campesinos inviertan en sus estructuras de producción, con efectos a más largo plazo de
estas inversiones en su capacidad productiva.
4/ Hacer frente/actuar
4.1/ Información: controlar la situación de los mercados y proporcionar información puntual
sobre reservas, producción, precios, importaciones y exportaciones es clave para una
respuesta apropiada y oportuna, el análisis de los mercados y la alerta temprana.
4.2/ Concienciación: comunicados y conferencias de prensa, entrevistas, informes, alertas,
etc
4.3/ Acciones concretas por parte de la FAO
Es necesario relanzar la producción agrícola con rapidez en los países más afectados,
mejorando el acceso a los insumos al ofrecer a los campesinos pobres cupones para comprar
semillas y fertilizantes para los principales cultivos básicos, lo que podría incrementar la
producción agrícola en cerca del 20 por ciento.
Apoyar a los beneficiarios con cupones para incrementar su poder adquisitivo tiene sentido si
el sector privado es capaz de responder. También se evita un engorroso y costoso proceso de
compra y distribución por parte de los gobiernos y las agencias humanitarias. La FAO ha
realizado experiencias exitosas de distribuir cupones y organizar ferias de insumos en África
occidental y meridional. Las ferias de insumos y los cupones resultan menos costosos que la
distribución directa, con lo que se puede cubrir un número mayor de destinatarios con el
mismo dinero. Sin embargo, si los mercados no están bien integrados, suministrar cupones (o
dinero en efectivo) provocará una subida de precios, haciendo más difícil a los pobres el
acceso a los insumos.
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• Primero: las medidas para proteger y relanzar la producción deberían incluir el aumento
urgente de inversiones en protección de cultivos y servicios veterinarios, igual que en
control del agua y en las infraestructuras de la cadena de comercialización, junto a la
mejora de la fertilidad del suelo. Es necesario disminuir la presión sobre los gobiernos para
financiar costosas importaciones de alimentos, y que puedan centrarse en soluciones a
largo plazo. Es fundamental incrementar las inversiones en productividad y producción
alimentaria. Se puede lograr a través de una reducción en los costes de las transacciones y
eliminando las restricciones al transporte de productos agrícolas. De forma concomitante,
las políticas y el suministro de bienes públicos deberían apoyar incrementos de inversión
privada y productividad. La inversión en infraestructuras rurales puede incrementar el
acceso de los campesinos a insumos clave como fertilizantes y crédito, al mismo tiempo
que aumentan sus oportunidades de vender en nuevos mercados, ayudándoles a una mayor
productividad.
• Segundo, es necesario fortalecer las redes de seguridad para los pobres y las personas que
sufren de inseguridad alimentaria. Se necesitan medidas inmediatas para proteger las redes
de consumidores de los pobres y de los vulnerables a las subidas de los precios
alimentarios. Es necesario intensificar las redes de seguridad como las transferencias de
efectivo condicionadas e incondicionadas, los programas de nutrición como los comedores
escolares y programas para grupos vulnerables –por ejemplo enfermos y ancianos- para
intensificar y prevenir el deterioro de la situación de hambre y pobreza.
• Tercero, hay que facilitar la financiación de las importaciones alimentarias en los países en
desarrollo. Los importadores privados son incapaces en ocasiones de obtener la
financiación adecuada debido a los límites al crédito y la percepción de un riesgo excesivo.
El establecimiento de un mecanismo internacional de financiación y garantía podría ayudar
a solucionar este problema y lograr el equilibrio de la balanza de pagos de los países de
bajos ingresos con déficit de alimentos.
• Cuarto, las políticas sobre los biocombustibles tienen que ser coordinadas con los
esfuerzos internacionales de la lucha contra el hambre. Esta cuestión será tratada en la
Conferencia de Alto Nivel sobre “Seguridad alimentaria mundial, los desafíos del cambio
climático y la bioenergía”, que tendrá lugar en la sede de la FAO entre los próximos 3-5 de
junio de 2008.
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