ASAMBLEA LEGISLATIVA DE LA REPÚBLICA DE COSTA RICA PROYECTO DE ACUERDO REFORMA DEL REGLAMENTO DE LA ASAMBLEA LEGISLATIVA PARA INCLUIR UN PROCEDIMIENTO ESPECÍFICO DE APROBACIÓN DE TRATADOS INTERNACIONALES MAYI ANTILLÓN GUERRERO DIPUTADA EXPEDIENTE N.º 17.270 DEPARTAMENTO DE SERVICIOS PARLAMENTARIOS PROYECTO DE ACUERDO REFORMA DEL REGLAMENTO DE LA ASAMBLEA LEGISLATIVA PARA INCLUIR UN PROCEDIMIENTO ESPECÍFICO DE APROBACIÓN DE TRATADOS INTERNACIONALES Expediente N.º 17.270 ASAMBLEA LEGISLATIVA: Los tratados internacionales constituyen hoy en día la fuente más importante del derecho internacional público. Como actos del derecho internacional, se han considerado siempre como actos de política exterior, y en consecuencia, su negociación y adopción han sido competencias tradicionales del Poder Ejecutivo; posición que recoge nuestra Constitución Política en su artículo 140 inciso 10), cuando dispone como competencia exclusiva del Poder Ejecutivo la de "celebrar convenios, tratados públicos y concordatos, promulgarlos y ejecutarlos una vez aprobados por la Asamblea Legislativa..." Esta misma disposición hace alusión a la competencia de la Asamblea Legislativa, de brindar aprobación parlamentaria a dichos tratados o convenios internacionales, tal como lo establece el artículo 121 inciso 4), que literalmente dispone que corresponde exclusivamente a este Poder de la República "aprobar o improbar los convenios internacionales, tratados públicos y concordatos..." Configura de esta forma nuestro régimen constitucional un procedimiento de derecho interno, basado en la clásica teórica de pesos y contrapesos dentro de la división de poderes en el Estado, entregando la formulación de los actos de política exterior al Poder Ejecutivo, entre ellos los tratados y convenios internacionales, pero sometiendo esa potestad, en el caso de estos últimos, a la aprobación parlamentaria configurada como potestad de veto: "aprobar o improbar". Esta autorización parlamentaria que requieren hoy en día los tratados internacionales es solo una derivación del principio constitucional que reconoce al pueblo como depositario de la soberanía y a la Asamblea Legislativa como la legítima representación de este. Se deduce de lo anterior, que si bien depende de la Asamblea Legislativa la decisión de aceptar o permitir la entrada en vigencia de un tratado o convenio internacional, le está restringido en cambio la potestad de intentar definir o modificar los contenidos de dichos convenios, limitándose su potestad a aceptar o rechazar como un todo, lo actuado por el Poder Ejecutivo, que en este caso concreto se presenta como el texto de un convenio internacional. ÁREA DE PROCESOS LEGISLATIVOS -2- EXP. N.º 17.270 Bien entendida, la potestad de la Asamblea Legislativa de aprobar tratados internacionales, más que potestad legislativa común y ordinaria, es un acto especial que constituye una etapa dentro de un procedimiento más amplio que tiene efectos internacionales. Todos estos aspectos aquí enunciados han sido expresamente formulados en esos términos por la jurisprudencia de nuestra Sala Constitucional: Véase por ejemplo el Voto N.° 2005-7428 de las 16:47 horas, de 14 de junio de 2005, donde en forma amplia se refirió a este punto: “... resulta claro del texto constitucional que la competencia principal, parte del ejercicio de sus potestades, para la formulación y negociación de tratados internacionales, convenios públicos y concordatos, corresponde al Poder Ejecutivo y en efecto, es a éste a quien le compete su negociación, su suscripción y ratificación. A la Asamblea Legislativa por su parte, le corresponde únicamente la función de aprobarlos o improbarlos (véase el voto nº 1990-1026 de la Sala Constitucional). Es necesario reiterar, que el texto del tratado no puede ser objeto de enmiendas por el Legislativo, porque ello implicaría sustituir, en segunda instancia al Ejecutivo en la fase de negociación, y significaría asimismo, la producción de un nuevo tratado que tendría como ausentes al Ejecutivo nacional y al Ejecutivo o Ejecutivos de los otros países que acordaron el texto original. Tales cambios o modificaciones se insertarían ya no por decisión del Poder Ejecutivo, sino del Legislativo. Considera la Sala que esto sería una usurpación de una competencia que el constituyente originario otorgó de manera exclusiva al Poder Ejecutivo. Como ya se dijo desde la otra perspectiva institucional, la Sala reconoce expresamente que la facultad de aprobar o improbar que posee la Asamblea Legislativa configura una forma necesaria y adecuada de validar e incorporar lo negociado y pactado por el Poder Ejecutivo, tendente no sólo a proteger los legítimos intereses del Estado de Costa Rica, sino la constitucionalidad, legitimidad y legalidad de lo que aparece en el texto sometido a tal control. Este control es una competencia constitucionalmente otorgada al Poder Legislativo, el que desde esta óptica debe ejercerla mediante el voto de aprobación o no del texto del Tratado sometido a su consideración por el Ejecutivo y el que, para conseguir el máximo nivel de ajuste con el sistema jurídico, puede apoyarse en el Poder Judicial mediante consultas preceptivas. Además de la función señalada, la Sala interpreta el texto constitucional, en cuanto se refiere al ejercicio de la competencia del Parlamento, como restrictiva ya que se debe limitar a la aprobación o improbación de Tratados Internacionales. Considera la Sala que de esta manera se garantiza adecuadamente el equilibrio entre poderes, como lo quiso diseñar el constituyente y tal como corresponde al proceso de toma decisiones en un Estado Democrático de Derecho. La Sala también apoya su razonamiento, en que en esta ocasión, no estamos en presencia de ninguna de las fases para la formación de las leyes ni la aprobación de las DEPARTAMENTO DE SERVICIOS PARLAMENTARIOS ÁREA DE PROCESOS LEGISLATIVOS -3- EXP. N.º 17.270 mismas, sino en un procedimiento conformante de un proceso de mayor envergadura tendente a la aprobación de un tratado..." Es claro entonces que la potestad de aprobar o improbar convenios, es una competencia especial de la Asamblea Legislativa, distinta de su potestad ordinaria de formación de las leyes, y que una de las manifestaciones de esa especificidad es la imposibilidad de modificar el texto sometido a aprobación. Sin embargo, no obstante estas radicales diferencias, la aprobación de tratados y convenios no tiene contemplado ningún procedimiento especial en el actual Reglamento de la Asamblea Legislativa, lo que sin lugar a dudas es una carencia que ha devenido en problemática. En efecto, obsérvese que en la Tercera Parte del Reglamento, denominada "Los Procedimientos Parlamentarios", se dedica un título I, a regular el procedimiento legislativo ordinario; un título II se reserva a los procedimientos legislativos extraordinarios (dispensa de trámites, presupuestos de la República y veto de las leyes); el título III, se dedica enteramente al procedimiento de reformas constitucionales; el título IV, a los procedimientos de control político, y finalmente un título V, denominado "procedimientos especiales", regula la concesión de honores, los nombramientos, el recurso de insistencia y las reformas al Reglamento. No hay entonces un procedimiento especial, para la ejecución de una competencia que la Sala Constitucional expresamente ha reconocido como distinta del proceso de formación de las leyes, y sin embargo, hasta el día de hoy, ese ha sido el trámite regular de estos asuntos. Se impone entonces, por una razón de especialidad de la materia, dotar a esta Asamblea Legislativa de un camino procesal que sea acorde con la especificidad del asunto en conocimiento, en este caso la autorización o no, de convenios y tratados internacionales. Esta necesidad de crear un procedimiento que responda a las particularidades específicas de esta competencia de la Asamblea Legislativa ha resultado más evidente últimamente, por el uso, y abuso, del procedimiento ordinario de formación de las leyes que se ha venido empleando, el cual ha empezado a ser utilizado como una estrategia de bloqueo y obstrucción que impide la votación definitiva de un tratado o convenio sometido a aprobación. Esta situación, ha sido posible con respecto a los tratados internacionales, a raíz de una práctica válida, pero de carácter excepcional, que ha consistido en la introducción de cláusulas de interpretación en la ley de aprobación de un convenio, con lo cual se recupera el derecho de presentar mociones de fondo, aunque el texto mismo del proyecto no pueda ser modificado. DEPARTAMENTO DE SERVICIOS PARLAMENTARIOS ÁREA DE PROCESOS LEGISLATIVOS -4- EXP. N.º 17.270 Las cláusulas interpretativas, al igual que las normas de ejecución, en la medida que no buscan producir efectos con respecto a partes del convenio, sino únicamente a lo interno del derecho del Estado, no constituyen técnicamente una modificación del convenio o tratado sometido a aprobación, y proceden por tanto y en el tanto, que se limiten a esos extremos. Sin embargo, la experiencia reciente ha demostrado, que la discusión de este tipo de normas, muy accesorias, con respecto a la potestad principal de la Asamblea que es aprobar o improbar los tratados, ha permitido el bloqueo y la obstrucción de la votación final, constituyendo formalmente una técnica de fraude a la ley, pues mediante el uso (y abuso) de una potestad legítima y válida de por sí, se ha pretendido buscar un fin distinto para el cual fue diseñado o creado ese instituto jurídico, que no pudo ser nunca, impedir la votación final de la aprobación parlamentaria. La discusión de lo accesorio (las cláusulas interpretativas y normas de ejecución mediante mociones de fondo) impiden la votación de lo principal, contraviniendo el espíritu claro del constituyente original. A esta práctica, o mala praxis reglamentaria, se suma el hecho de que generalmente los convenios y tratados internacionales contienen disposiciones sobre su vigencia y el plazo para ser aprobados que urgen un trámite especial que permita atender estas particularidades. Conviene entonces, que junto con esta necesidad de dotar a la Asamblea Legislativa de un procedimiento especial para tramitar asuntos especiales, como lo es la aprobación parlamentaria de tratados, se tenga cuidado en reglamentar este procedimiento de forma que se impidan los abusos y las prácticas que desvirtúan una de las potestades más importantes de esta Asamblea Legislativa. Se propone consecuentemente un procedimiento que básicamente esté orientado a ejercer la competencia limitada de la Asamblea Legislativa, limitándose su actuación a "aprobar o improbar" conforme al mandato constitucional, pero manteniendo la posibilidad, excepcional y con la necesidad de un acuerdo de mayoría reforzada, de introducir cláusulas interpretativas, normas de ejecución o cualquier tipo de otro tipo de disposiciones en la ley de aprobación del tratado mediante mociones de fondo. Quedaría limitada de esta forma la discusión de los tratados internacionales al fondo del asunto como un todo, conforme al mandato constitucional, y solo excepcionalmente y mediante mayoría calificada podría darse la oportunidad de discutir mociones de fondo, para incluir normas de ejecución o cláusulas interpretativas. Se regula además la posibilidad de que el debate sobre la conveniencia o no de aprobación de un convenio internacional pueda contar con la opinión de expertos o comparecientes en representación de sectores interesados en la DEPARTAMENTO DE SERVICIOS PARLAMENTARIOS ÁREA DE PROCESOS LEGISLATIVOS -5- EXP. N.º 17.270 sociedad, todo a criterio de la mayoría de la Comisión, siguiendo en esto el precepto actualmente vigente, y asegurando también que el uso de mociones de orden no vaya a ser un instrumento de obstrucción. Como puede observarse este proyecto de acuerdo de reforma al Reglamento legislativo que se propone, es conforme en detalle con lo preceptuado por nuestra Constitución Política, tanto en lo regulado a este nivel normativo para la negociación y aprobación parlamentaria de tratados y convenios internacionales, pero también, claramente por el fondo mismo de la propuesta. El artículo 121 inciso 22) de nuestra Constitución establece como una potestad exclusiva de la Asamblea Legislativa "darse el Reglamento para su régimen interior", con total independencia y autonomía, y con el único limitante de lo expresamente dispuesto por la norma constitucional. Véase reiterada jurisprudencia de la Sala Constitucional, que así lo ha reconocido: "Esta Sala, desde su sentencia N° 990-92, de las 16:30 horas del 14 de abril de 1992 ha tratado el tema de la reglamentación interna de la Asamblea Legislativa, señalando que es una potestad que puede ejercer libre y autónomamente, en tanto, claro está, no enfrente disposiciones, principios o valores constitucionales. Específicamente, en aquella decisión se sostuvo que cuando la Constitución Política (artículo 121 inciso 22) otorga a la Asamblea una atribución de competencias para autoorganizarse y, por su medio, regular los procedimientos de actuación, organización y funcionamiento, también hay que asumir, de principio, que se trata entonces de una materia sobre la cuál únicamente la Asamblea tendrá competencia interpretativa. Evidentemente, reiterando, en cuanto estemos ante disposiciones reglamentarias de materias sobre las que la propia Constitución guarda silencio (Voto N° 2865-2003)”. Puede afirmarse que dotar al Reglamento de la Asamblea Legislativa de un procedimiento especial con las características señaladas, es aún más conforme y más apegado al texto y mandato constitucional que la práctica actualmente existente. La propuesta se complementa con la disposición que ordena la alteración del orden del día de Plenario, una vez al mes, para colocar los tratados en primer lugar de discusión, lo que se justifica en el interés especial que tiene esta materia, lo cual no se refleja en el trato de procedimiento ordinario que se otorga en la actualidad. Por las consideraciones expuestas, esta Diputada se permite someter a consideración-de esta Asamblea Legislativa el presente proyecto de acuerdo. DEPARTAMENTO DE SERVICIOS PARLAMENTARIOS ÁREA DE PROCESOS LEGISLATIVOS -6- EXP. N.º 17.270 LA ASAMBLEA LEGISLATIVA DE LA REPÚBLICA DE COSTA RICA ACUERDA: REFORMA DEL REGLAMENTO DE LA ASAMBLEA LEGISLATIVA PARA INCLUIR UN PROCEDIMIENTO ESPECÍFICO DE APROBACIÓN DE TRATADOS INTERNACIONALES ARTÍCULO ÚNICO.Adiciónase un nuevo título VII a la Tercera Parte del Reglamento de la Asamblea Legislativa, que se denominará: "Aprobación de tratados y convenios internacionales", consistiendo en tres nuevos artículos que llevarán los números 209, 210 y 211, corriendo la numeración posterior del articulado, y que dirán así: “TÍTULO VII Aprobación de tratados y convenios internacionales Artículo 209.- Procedimiento Ordinario Para la tramitación de proyectos de aprobación de tratados o convenios internacionales se utilizará el procedimiento ordinario de formación de las leyes, con las siguientes salvedades: 1. No será válido de ninguna forma, modificar, adicionar o enmendar, el texto mismo del Convenio sometido a aprobación por parte del Poder Ejecutivo. 2. La discusión del proyecto se limitará en consecuencia a su discusión por el fondo, no siendo posible presentar mociones de fondo para introducir cláusulas interpretativas, normas de ejecución, o ningún otro tipo de disposición o de norma relativo al Convenio o su aplicación, que no haya sido incluida expresamente por el Poder Ejecutivo. 3. Cuando el proyecto se discuta en Comisión, podrán sin embargo acordarse audiencias o comparecencias de expertos, o personas o grupos interesados, por moción de orden aprobada por la mayoría de la Comisión, la cual podrá en todo caso, por una única vez, igualmente mediante moción de orden aprobada por la mayoría, omitir este procedimiento, limitar la recepción de audiencias o suspender las ya acordadas. 4. En la tramitación de estos proyectos de aprobación de convenios internacionales, el Poder Ejecutivo gozará junto con la iniciativa exclusiva en esta materia, con el poder de enmienda que le permita modificar el texto de la ley de aprobación, y el poder de retirar o suspender la tramitación de la aprobación en cualquier momento. DEPARTAMENTO DE SERVICIOS PARLAMENTARIOS ÁREA DE PROCESOS LEGISLATIVOS Artículo 210.- -7- EXP. N.º 17.270 Procedimiento extraordinario No obstante lo dispuesto en el artículo anterior, en cualquier momento de discusión de un tratado o convenio internacional, antes de su votación en primer debate, podrá presentarse por una única vez, una moción de orden para abrir la discusión del proyecto a la inclusión de cláusulas interpretativas, normas de ejecución, o cualquier otro tipo de disposición relativa al convenio en discusión. Dicha moción deberá ser presentada en el Plenario y conocida en los asuntos de régimen interno, y deberá contar con el voto de la mayoría simple de la totalidad de los miembros que integran la Asamblea Legislativa para ser aprobada. Aprobada la moción se permitirá la discusión e inclusión de normas de ejecución y cláusulas interpretativas, las cuales se presentarán como mociones de fondo en Comisión, o en Plenario, siguiendo las reglas de los artículos 123 y 137 del Reglamento, según sea el caso. La moción de ampliación de la discusión podrá sin embargo fijar límites de plazo o sesiones de discusión a dichas mociones de fondo, o reglas diferentes sobre el uso de la palabra a las consignadas en esos artículos. Artículo 211.- Alteración del Orden del Día del Plenario El primer jueves de cada mes, se tendrá por alterado el Orden del Día del Plenario, colocando en los primeros lugares la aprobación de convenios o tratados internacionales que se encuentren pendientes de discusión, según su mismo orden de ingreso. Finalizada la sesión, se dejará sin efecto la alteración y los expedientes de aprobación de tratados y convenios volverán de nuevo al lugar que tenían previamente en el Orden del Día del Plenario.” TRANSITORIO ÚNICO.- Proyectos en trámite Las disposiciones contenidas en esta reforma al Reglamento de la Asamblea Legislativa no serán aplicables a los convenios y tratados que se encuentren en discusión al momento de ser aprobada la misma, salvo que por moción de orden y por mayoría de votos de dos terceras partes de la Asamblea Legislativa se disponga lo contrario. DEPARTAMENTO DE SERVICIOS PARLAMENTARIOS ÁREA DE PROCESOS LEGISLATIVOS -8- Rige a partir de su aprobación. Mayi Antillón Guerrero DIPUTADA 17 de febrero de 2009. DEPARTAMENTO DE SERVICIOS PARLAMENTARIOS EXP. N.º 17.270