Sapporo - Japon E

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Fundación de Saporo en Japón - 1908
Como Misioneras somos
enviadas en prioridad a aquellos
entre los cuales la Iglesia está menos
presente, de modo especial a los más pobres.
(Const.4)
Respuesta a nuevas llamadas – Fundación FMM en Hokkaido, norte del Japón.
El deseo de María de la Pasión se realizó en la fundación a favor de los pobres en la
isla baldía de Hokkaido, donde se encuentra Saporo y donde la Iglesia, aún desconocida,
resistió la persecución y el aislamiento por más de 3 siglos.1 La muerte de María de la
Pasión detuvo el proyecto, pero M.M. de la Redención lo retomó en 1905. El 18 de
diciembre escribió a P.Rafael Delabre d'Aurillac, O.F.M.:
El obispo Berlioz (M.E.P.) de Hakodate, vendrá a verme mañana para pedir una fundación;
Hakodate es una isla al norte del Japón. Lo más interesante es que este buen Obispo está buscando
misioneras, y me ha preguntado si podría obtener Franciscanos a través de nosotras. Padre, ¿no
sería ésta una buena oportunidad para que la Orden pudiera entrar de nuevo en el Japón?2
La idea interesó a P. Rafael, definidor de la Orden, y él habló, acerca de ello, con el
Ministro General, hermano. Denis Schüler. El hermano. Denis eligió a un hermano alemán
de la Provincia de Turingia, Wenceslao Kinold, como superior de la misión, y al hermano.
Francés Maurice Bertin. Llegaron a Yokotoma el 9 de enero de 1907, después de 237 años
de ausencia de la Orden en el Japón...
Como el primer obispo de Hokkaido quería proporcionar una residencia adecuada
para las FMM, cuyo trabajo entre los leprosos en Biwasaki tanto le había impresionado,3 su
fundación no pudo hacerse hasta el 1908.
Envío de FMM a Saporo – 20 de Julio de 1908
... En la primavera de 1908, el obispo Berlioz comenzó la construcción de una casa
provisional para las FMM, en Saporo, donde el hno. Lafon había encontrado un cierto
terreno en Kita San-jo, Higashi Sanchome, a pocos minutos, sea de su Residencia que de la
casa de los hermanos4 Al recibir estas noticias, M. de la Redención escribió al obispo
Berlioz: "Me siento feliz pensando que ya pronto nuestras hermanas estarán de viaje
hacia esta fundación de Saporo que han deseado desde hace tanto tiempo. Empezarán con
los talleres y las clases, como Vd. había aprobado. La bienhechora que parece interesada
1
Anales. Carta del Obispo Alejandro Berlioz, M.E.P. Diócesis Hakodate, a María de la Pasión, Sept. 24,
1904. La carta finaliza con estas palabras "Con la esperanza de que sus excelentes hijas vengan pronto a
trabajar aquí (Hokaido) para la extensión del Reino de Dios"
2
Teresa Godinot, fm.m. Para la misión y sus riesgos p.437. Carta de María de la Redención al Hno. Rafael
O.F.M., 18 de diciembre de 1905.
3
Godinot. Obra citada, pag. 434. "Cuando veo que mis hijas cuidan a las mujeres ancianas a quienes es tan
difícil tocar a causa de sus numerosas heridas, me siento más segura sobre el futuro del Instituto." María de
la Pasión, 4 de febrero de 1899..
4
Cfr. Huber, Gerhard, ofm. Historia de la Misión Franciscana en Hokkaido. N. 1173 (2)
1
en esta fundación, desearía también un dispensario. ¿Sería posible darle este consuelo?"5
Le envió también los nombres de las siete fundadoras:
María de Nuestra Señora de Guadalupe (Amalia Nestel), la primera mejicana que
entró al Instituto; la superiora. Tenía 27 años y era joven de votos temporales
María Denys del Niño Jesús (Voisin Aimée), francesa; la asistente, hablaba bien el
Inglés; 21 años y votos temporales.
María Pancracio de Jesús (Francesca Ortú), italiana de 37 años y votos temporales,
que había obtenido un diploma como enfermera.
María Salvatoris (María Lageat), francesa, que bordaba bien. Tenía 28 años y era la
única profesa de votos perpetuos del grupo.
María Thecla (María Seraphine Pain), francesa, de 24 años y votos temporales.
María de San Eusebio (María Rosa James), francesa, de 25 años y votos temporales.
María de San Janvier (Eugenia Doyen Nanviera), francesa de 22 años. Novicia.
Un mes antes de su partida, fueron recibidas en la audiencia, por el Papa Pío X.
Cuando escuchó que M. Pancracio había enviado ya a Saporo una pequeña maleta con
medicinas que le habían sido dadas para una de las misiones, él le dijo: "Cuando cuides los
cuerpos, sana a los enfermos y obra milagros" Poco después, volviéndose de nuevo hacia
ella, y diciéndole adiós, añadió: "Obra milagros"6
El 20 de Julio de 1908, salieron de Marsella para su nueva misión, sin ninguna
seguridad de que pudiera haber un dispensario. María de la Redención ya había dado el
nombre a la casa de Saporo: Nuestra Señora de los Angeles, en honor de la Porciúncula, la
cuna de la Orden. Su trigésimo día de viaje por el mar, fue la primera experiencia del tipo
de vida comunitaria que conducirían en Saporo. El diario del viaje nos permite dar un
vistazo sobre sus inciertas expectativas para el futuro: "Jesús nos mostrará nuestro campo
de apostolado a través de la obediencia..."7
El 26 de agosto de 1908, M. Guadalupe y sus compañeras llegaron al puerto de
Yokohama. Gracias a la amabilidad del obispo Berlioz, las hermanas de San Mauro y
Teresa, una joven japonesa de Hakodate, las recibieron en Yokohama. Pasaron una noche
en la casa de las hermanas de San Mauro y al día siguiente visitaron su establecimiento. El
día 28 , acompañadas por Teresa, viajaron a la Estación Sendai donde encontraron a dos
sacerdotes y tres hermanas de San Pablo de Chartres. Pasaron la noche con estas hermanas
y al día siguiente visitaron su dispensario. De nuevo, guiadas por Teresa, llegaron a la
Estación Aomori, donde, para su gran sorpresa, el obispo Berlioz las estaba esperando.
Afortunadamente, había tenido que ir allí a causa de algunos asuntos urgentes. Con él
tomaron el tren para Jakodate donde encontraron al hermano Chambon. Más tarde él
llegaría a ser Arzobispo de Tokyo e invitaría a las FMM a ir allí. Las hermanas pasaron una
noche en la casa de las hermanas de San Pablo de Chartres, que estaban viviendo
pobremente en viviendas apiñadas.. A pesar de su pobreza, acogieron a las hermanas e
incluso les dejaron sus camas. El día 31, junto al obispo Berlioz, tomaron el tren para
Saporo y alcanzaron su destino final una semana después de su llegada al Japón.
5
Carta de M. de la Redención al obispo Berlioz, 13 de mayo de 1908.
Anales FMM: "Noticias de Roma" Julio 1908, p. 196
7
FMM. Comunidad de Saporo. Diario de viaje de las Misioneras de Nuestra Señora de los Angeles. 20 de
julio de 1908,
6
2
Fundación de la casa
Nuestra Señora de los Angeles
en Saporo. 31 agosto 1908
El 31 de agosto de 1908, las siete FMM llegaron a la Estación de Saporo hacia las 8
de la tarde. En la estación les estaban esperando el hermano Lafon MEP y el hermano
Billiet MEP con sus cristianos. Dieron la bienvenida a las nuevas misioneras en japonés y
recogieron sus maletas. Después de haber caminado durante 20 minutos, el obispo Berlioz
les mostró, a cierta distancia, su casa iluminada, donde ya los hermanos las esperaban
preparando lo necesario para su primera noche en la misión. Al día siguiente, el obispo
Berlioz llegó a la casa para la ceremonia de la consagración del altar con la piedra sagrada.
Esto era indispensable para que la casa de Nuestra Señora de los Angeles fuera el hogar de
Jesús Eucaristía. El hermano Kinold era su guardián; el hermano Mauricio su confesor, y el
hermano Billiet su maestro de lengua japonesa. El hermano Lafon venía a menudo a verlas,
para hablar sobre diferentes asuntos. El 11 de septiembre de 1908 estaba ya preparado el
altar para la custodia, y dos días más tarde, el hermano Kinold llegó para celebrar la Misa y
exponer a Jesús Eucaristía.
Los principios de la vida misionera de las FMM en Saporo
La primera residencia FMM estaba muy cerca de la Iglesia Kita Ichi-jo. La
parroquia tenía alrededor de 80 cristianos y 20 catecúmenos. La actividad misionera había
comenzado apenas, en Saporo. Los cristianos se reunían para la adoración en el segundo
piso de la casa de la parroquia. Lentamente empezaron a frecuentar la Misa, la Adoración y
la Bendición en la casa de las hermanas. El hermano Lafon y el hermano Billiet visitaban,
a caballo, a los cristianos, hasta que el hermano Billiet contrajo la tuberculosis y ya no pudo
viajar más. Poco tiempo después de haber iniciado la enseñanza del japonés a las hermanas,
el hermano Billiet se agravó más y fue reemplazado por el hermano Mauricio. Su nueva
vida en la misión inició con un acontecimiento totalmente inesperado. El 18 de septiembre
por la tarde, una joven les llevó una nota del hermano Lafon pidiéndoles que la hermana
enfermera fuera a su residencia. M. Guadalupe y M. Pancracio partieron inmediatamente, y
cuando el hermano Billiet las vio, exclamó alegremente: "Habéis venido para verme partir
al Paraíso".8 Durante varios días, ayudaron al hermano Lafon para cuidar al hermano
Billiet. El hermano Mauricio visitaba a menudo al hermano Billiet que llegó a ser un
miembro de la Tercera Orden de San Francisco. Apoyado por las oraciones fervorosas de la
comunidad y por el cuidado de sus entregadas enfermeras, el hermano Billiet murió el 26
de septiembre de 1908. Esta fue la primera prueba que las hermanas encontraron en la
misión. Como habían llegado a Saporo para cuidar a los enfermos como el hermano Billiet,
creyeron que él intercedería ante el Padre Celestial para la realización de sus planes, que
darían esperanza y vida a los enfermos.
M. Guadalupe fue adelante con los planes y tuvo informado al obispo Berlioz acerca
de ellos. La comunidad usó la más poderosa de las armas, la adoración de Jesús Eucaristía,
con el mayor fervor posible. Como el obispo les había recomendado que no emprendieran
ningún trabajo hasta que pudieran hablar un poco el japonés, siguieron su consejo y
estudiaron fuerte. En noviembre ya podían entender y hablar un poco. En Diciembre,
8
Diario de la casa de Saporo. 18 de septiembre de 1908
3
podían memorizar el Ave María en japonés. Fueron haciendo progresos hasta que pudieron
hablar de Dios a los niños. Finalmente, compraron una máquina de coser y abrieron un
taller. Con materia prima enviada de Francia, empezaron a hacer objetos para vender. El
obispo con mucho gusto aprobó esta nueva industria.9 M. Thecla, M. Eusebe y M. Janvier
estaban capacitadas para toda clase de talleres y enseñaban a las jóvenes la costura, y cómo
limpiar y cocinar alimentos Europeos. M. Guadalupe enseñaba francés, alemán y español a
los estudiantes, doctores y profesores de la cercana Escuela de Agricultura. Como el año
1908 estaba terminando, M. Guadalupe escribió la siguiente carta al obispo Berlioz:
"Excelencia, usted no desconoce, cuánto sacrificio significa para nosotras la falta de
actividad. A pesar de nuestro gran deseo, no podemos aún ayudar en el hermoso trabajo de
la extensión del Reino de Dios en Saporo. Pero estamos prontas a realizarlo tan pronto como
la Divina Providencia nos indique que el tiempo ha llegado. Entretanto, tratamos de vivir el
apostolado de la oración que puede obtener mucho, sobre todo cuando el espíritu ora a los
pies del Santísimo Sacramento expuesto."10
El año 1909 fue muy fecundo por su apostolado de oración y sacrificio. Nueva
vida brotó de su vocación como adoratrices. En primer lugar, una bienhechora entró en la
Tercera Orden de San Francisco, como primer miembro femenino en Hokkaido. Después,
su nieta recibió la gracia de la vocación religiosa. Con el permiso de M. Colomba
(superiora y fundadora de la primera fundación de Japón en Kumamoto, 1896, en la isla del
sur de Kyushu), ella fue la primera aspirante aceptada en Saporo. Finalmente, Hayashi Kyo
(la futura M. Hishoten), pidió ser aceptada. Había estado entre el grupo de los Cristianos
que recibieron a las hermanas a su llegada a Saporo y que había orado a menudo en su
capilla. Su vocación y la de las primeras tienen mucho en común. Su gran deseo por la vida
religiosa se había madurado leyendo la vida de Santa Teresa de Lisieux, la infancia
espiritual. En ese tiempo se disponía de pocos libros católicos y, probablemente, este era
uno de ellos. Feliz al escuchar que deseaba entrar en la vida religiosa, su padre habló con
M. Colombe cuando llegó a Saporo. Ella le dijo que las jóvenes Japonesas tenían que
esperar 10 años antes de ser religiosas. Efectivamente, primero como aspirante, después
agregada, su hija pasó los siguientes 10 años en el convento de Saporo.
11
Animadas por el obispo Berlioz, las hermanas siguieron ocupándose de la
enseñanza del francés, bordado y cocina para establecer relaciones con la gente en la zona y
ganarse la vida. Se solicitó la ayuda de los Frailes Menores y así ellos extendieron sus
actividades gradualmente y tomaron a su cargo las iglesias incluso en la zona de Hakodate.
El hermano Kinold fue nombrado superior de la Misión de Hokkaido, el 20 de junio de
1908. El obispo Berlioz planeó dar a los hermanos la responsabilidad de todo el apostolado
de Hokkaido y pensó pedir al hermano Kinold que se ocupara de la institución de las FMM.
El obispo estaba muy bien relacionado con las hermanas. Después de 3 años en Saporo, aún
no habían podido realizar sus planes... Era un gran sacrificio para ellas el no poder preparar
su futuro dispensario u hospital. Aún el obispo no tenía medios para ayudarlas y ellas no
habrían sido capaces de autofinanciarse. Cuando él consultó al hermano Lafon sobre este
asunto, el hermano repitió varias veces: "El hermano Kinold es capaz de hacer progresar los
9
Carta de M. Guadalupe al obispo Berlioz. 2 de Diciembre de 1908
Carta de M. Guadalupe al obispo Berlioz. 20 diciembre 1908.
10
11
Carta del hermano Kinold a M. Magdalena de Pazzi, 13 junio 1910
4
proyectos. Es un hombre de gran visión. Tengo profunda confianza en él."12 Entonces, el
obispo Berlioz confió al hermano Kinold plenas responsabilidades en relación a los trabajos
de las FMM. Cuando M. de la Redención leyó el informe de M. Guadalupe sobre su
apostolado en Saporo, tomó conciencia de que era necesaria una visita y pensó en
M.Magdalena de Pazzi, provincial de la Cina y del Japón. El 10 de enero de 1910, M. de la
Redención escribió:
"El asunto de la instalación aún no está claro. Un nuevo terreno ha sido adquirido. El
obispo Berlioz me dijo que el hermano Lafon estaba seguro de poder vender el primer
terreno y, con el dinero que yo envié para el dispensario, el obispo pagó el nuevo terreno.
Pero, como tenemos que ir adelante con la construcción, pienso que por este motivo el
obispo compró el terreno... creo que nuestras pobres hermanas están confundidas con las
diferentes opiniones... Tendrás que hacer una visita para estudiar la situación y poder
informar a M. Colombe y más tarde asesorar a nuestras hermanas desde lejos.13"
Ultima visita de María Magdalena de Pazzi
Organización del apostolado en Saporo
El 22 de marzo de 1910, María Magdalena de Pazzi llegó a Kumamoto desde China
para su quinta visita al Japón... Para la comunidad de Saporo era la primera visita de la
Provincial. Le mostraron los modestos resultados de su trabajo: bordado, formación
doméstica, trabajos manuales en estaño. Ella les contó sobre la persecución de China
mientras compartía con ellas en las comidas.... Como estaba bastante enferma ya, su herida
en la garganta se agravó a causa del clima frío. Cuando debía quedarse en la cama, dejaba
abierta la puerta de su habitación para poder ver y saludar a las hermanas. Pasaron días
hermosos con ella. Pero sobre todo, durante su visita, organizó el futuro de la casa de
Saporo....
... El obispo Berlioz aconsejó a M. Magdalena de Pazzi aceptar esta propuesta del
hermano Kinold... Ella siguió su consejo y confió la comunidad de Saporo al hermano
Kinold...Después de haber superado este gran problema, escribió a M. de la Redención:
"Puede estar tranquila con relación a Saporo. Las hermanas están mejor cuidadas allí que en
ningún otro sitio".14 M. Magdalena de Pazzi volvió a Kumamoto con M. Colombe después
de 35 días de ausencia. Durante su estadía en Saporo, se dio cuenta de que era necesario
que M. Guadalupe y M. Pancracio estuvieran algunos meses en Biwasaki para observar el
funcionamiento del dispensario y adquirir más fluidez en la lengua japonesa... Gracias al
hermano Kinold que pagó el viaje, salieron de Kumamoto el 13 de diciembre de 1910, y
allí, M. Guadalupe hizo su profesión perpetua el 3 de enero de 1911, en presencia de M.
Magdalena de Pazzi que la preparó a su profesión. En este tiempo, la comunidad de
Kumamoto tuvo la visita sensacional de los hermanos Kinold y Mauricio, llegados de
Saporo para ver los trabajos de las misiones de Kumamoto, Hitoyoshi y Yatsushiro.
Durante su estadía, compartieron el espíritu franciscano con la comunidad y las hermanas
del sur vieron a los Franciscanos por la primera vez desde su llegada al Japón.
12
Margarita Jeannerod & Jeanne Hubert FMM, Nuestra historia de familia. Tomo VI (1) p. 145.
Carta de M. de la Redención a M. Magdalena de Pazzi. 10 de enero de 1910.
14
Carta de M. Guadalupe a M. de la Redención. Enero 1910
13
5
La estadía de M. Guadalupe en Biwasaki le dio una nueva experiencia. Estaba muy
sorprendida al ver la gran diferencia entre el norte y el sur del país. Escribió desde
Biwasaki:
"¡Qué gran diferencia entre el norte y el sur del Japón! Hay que estar aquí para darse
cuenta. El obispo Berlioz tenía razón cuando decía que Hokkaido es el nuevo Japón.. En
Saporo, la gente tiende a imitar a los europeos. Aquí, en cambio, cada cosa tiene un sabor
japonés, con su cortesía y sus ceremonias. ¡qué diferencia!. 15"
También notó las diferencias de mentalidad entre el norte y el sur del Japón. Como
M. Colombe había estado tan integrada en la cultura de Kumamoto en el sur del Japón, le
resultaba muy difícil comprender lo diferente que era la cultura de Hokkaido en el norte del
Japón. Efectivamente, cuando visitó la comunidad de Saporo, modificó algunas
costumbres, sin darse cuenta de que ciertas cosas debían ser adaptadas al crudo clima del
norte. Felizmente, pocos días más tarde, M. Magdalena de Pazzi hizo que las hermanas
retomaran de nuevo las costumbres que el clima requería.16
Apertura del hospital de Tenshi, 15 de septiembre de 1911
En la primavera que siguió a tres largos inviernos, aunque M. Guadalupe estaba aún
en Kumamoto, las hermanas empezaron a preparar los días más felices que iban a llegar.. El
hermano Kinold estaba preparando activamente la construcción del hospital. El Instituto
había pagado un nuevo terreno para las hermanas en Kita Juni-jo Higashi San-chome, pero
ya no había más fondos y apenas se podían pagar sus gastos mensualmente. En respuesta a
los deseos del obispo Berlioz, el hermano Kinold decidió abrir un pequeño hospital. A
causa de la falta de fondos suficientes, pensó que su antigua casa podría ser usada para el
hospital y el convento podría ser construido en el terreno recién comprado. En marzo 1911,
las hermanas se trasladaron a la casa de la granja cerca de la casa de los OFM en Kita
Jugo-jo Higashi I-chome y, en abril empezó la construcción de los tres edificios: uno para
el hospital, otro con 10 camas para enfermedades contagiosas y un dispensario. A partir del
mes de abril, dos aspirantes vinieron a habitar con las hermanas, en la casa de la granja. En
julio volvieron M. Guadalupe y M. Pancracio y encontraron todos los cambios en
preparación a la apertura del hospital. Viviendo en domicilios temporales, las hermanas
habían estado muy ocupadas haciendo mantas, sábanas, almohadas y uniformes blancos. La
construcción del hospital estaba bien encaminada. El hermano Kinold no descuidaba
ningún detalle para asegurarse de que todo sería igual en todos los otros hospitales de
Saporo, y calmaba los miedos de las hermanas asegurándoles que él se haría cargo de los
gastos... También les decía que, como director del hospital por los próximos 4 o 5 años, él
se hacía responsable de los asuntos legales en relación a las autoridades del gobierno. Pero
esperaba que, apenas el hospital fuera autosuficiente desde el punto de vista financiero, su
propiedad pasaría al Instituto y la superiora sería la directora, con plena libertad para operar
en él.17El l5 de septiembre de 1911, tuvo lugar la ceremonia de apertura del hospital. Era el
primer hospital general en la provincia del Japón. El obispo Berlioz presidió él mismo la
ceremonia.
15
Carta de M. Guadalupe a M. de la Redención. Enero 1910.
Jeannerod & Hubert, Nuestra Historia de familia. Tomo VI-1. P. 146
17
Op. Cit. P. 147
16
6
Entre tanto, la comunidad se instaló en el ático del tercer piso donde las hermanas
pudieron vivir la pobreza que deseaban. La pequeña morada del Señor estaba también en el
tercer piso: 4 paredes de 3,5 m x 2 m. cubiertas con papel blanco. Las hermanas estaban
apretadas unas con otras, sin espacio ni para reclinatorios ni para sillas.. Pero, puesto que el
Señor estaba con ellas, iniciaron su trabajo cuidando a los enfermos con alegría.
En ese tiempo el hospital vecino era conocido como Sapporo Pueblo. Había campos
y familias pobres sin ninguna institución en el campo de la salud. La apertura del Hospital
Tenshi fue una buena noticia para los campesinos que eran alrededor de 5.000, viviendo en
1.000 casas... Como el Departamento de pacientes externos proveía a los gastos, los pobres
estaban felices. El obispo Berlioz contrató a un doctor de medicina general, en lugar de los
jóvenes doctores de Hokkaido. Como crecía el número de los pacientes, se añadió otra ala
con 75 camas en el año 1912. Se empleaban 17 camas para aislar a los pacientes de tifus o
de otras enfermedades contagiosas. En este tiempo, el pueblo tenía solamente un hospital
sencillo temporalmente y no había ninguna institución que se encargara de las
enfermedades contagiosas. En la tierra de pioneros, se empezaban a construir nuevos
puentes y nuevas carreteras. Pronto, las personas heridas durante el trabajo y en accidentes
empezaron a solicitar cuidados especiales y, en 1913 se añadió una sala de operaciones. Los
Hermanos Menores cooperaban en la atención espiritual a los pacientes. Pronto el hospital
fue conocido también como lugar de descanso. Las hermanas enseñaban francés, cocina y
bordados. Junto con los hermanos, daban, no solamente cuidados médicos sino que también
contribuían al desarrollo cultural de la gente del lugar.
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