La buena maestra

Anuncio
La buena maestra
Esta historia es una traducción de la narración "The good teacher" de Art Ladder que esta en
http://docs.moodle.org/en/The_good_teacher
Tabla de contenidos
[ocultar]
1 LA BUENA MAESTRA
1.1 Acto 1. La Bastante Buena Maestra quiere ser mejor maestra.
1.2 Acto 2. La Bastante Buena Maestra conoce a Mr. Douguis.
1.3 Acto 3. La Bastante Buena Maestra empieza a Moodlear
1.4 Acto 4. Mr. Douguis, tienes un email
1.5 Acto 5. La Bastante Buena Maestra contraataca.


1.5.1 Acto 5. Escena 1. Las tres preguntas y la libreta de
papel cuadriculado
1.5.2 Acto 5 Escena 2. Manos a la obra.
1.6 Acto 6. Al día siguiente
1.7 Acto 7. Siguieron con Moodle
1.8 Acto 8. Intercambio de papeles
1.9 Epílogo
LA BUENA MAESTRA
Acto 1. La Bastante Buena Maestra quiere ser mejor maestra.
Había una vez una Bastante Buena Maestra. Sus estudiantes y sus colegas reconocían que era
Bastante Buena Maestra. Humilde como era, sin embargo, también ella sentía que era una
Buena Maestra y estaba orgullosa de serlo.
Aun así, como sucede a todos los buenos maestros, ella quería ser una maestra todavía mejor.
Hablaba con sus colegas y ellos le daban muchos consejos útiles (si bien ella sospechaba que
algunos de ellos se le abrían por completo).
Hablaba con sus estudiantes, y sus reflexiones con frecuencia eran muy interesantes y
estimulaban su pensamiento.
Fue a ver al director de su centro, y éste le dio algún que otro buen consejo.
Leía revistas y libros, se unió a una lista de correo electrónico, visitó páginas web, se apuntó
a cursos, asistió a talleres y conferencias y, en suma, buscaba el conocimiento donde quiera
que pudiera encontrarlo. Estaba realmente motivada.
Poco a poco, comenzó a ensayar nuevas estrategias y técnicas en su clase. Por ejemplo:
Comenzó a considerar la teoría de las inteligencias múltiples en la planificación de
sus lecciones.
Empezó a usar el aprendizaje cooperativo en su clase.
Integró el aprendizaje basado en proyectos en su docencia.
Hasta comenzó a usar un ordenador con proyector en clase.
Algunas veces se sentía abrumada. De hecho, estaba exhausta. No todo funcionaba como ella
pretendía. Pero perseveraba, porque quería que sus estudiantes aprendieran lo más posible.
Sin embargo, sentía que faltaba algo. Quería hacer con sus estudiantes cosas que nunca había
sido capaz de hacer antes. Cosas que fueran divertidas, cosas excitantes, cosas que los
alumnos realmente disfrutaran haciéndolas. Es más, cosas que hicieran que sus estudiantes
QUISIERAN aprender.
Pero no sabría decir qué cosas serían esas.
Acto 2. La Bastante Buena Maestra conoce a Mr. Douguis.
Un día, leyó un artículo en el periódico local acerca de un tal Mr. Dougis, un maestro que
estaba obteniendo grandes resultados con sus estudiantes aplicando Internet. Parecía
excitante, y se preguntó si acaso no sería eso lo que andaba buscando.
Conocía la escuela donde Mr. Dougis trabajaba, y le dejó un mensaje telefónico. ¿Tendría
objeción en quedar un día para charlar?
Al día siguiente, recibió una respuesta. Podrían quedar un jueves para ver de qué se trataba.
Pero tenía que ser un jueves.
De nuevo fue a ver al director de su centro y le explicó que necesitaba un sustituto para el
próximo jueves. Le explicó el motivo y el director le concedió con mucho gusto un día para
dedicarlo a la investigación. En serio, ¡lo hizo!
La Bastante Buena Maestra fue el siguiente jueves a ver a Mr. Dougis. Este la saludó con una
sonrisa amistosa.
- Bienvenida. -dijo, y sonrió- Es estupendo que haya venido hoy. Los jueves, moodleamos.
La Bastante Buena Maestra miró a su alrededor. Había unos veinticinco estudiantes sentados
delante de sus computadoras. Parecían tener unos trece años. La mayoría no se percataron de
su presencia. Estaban enfrascados en lo que estaban haciendo.
- ¿En qué están trabajando?- preguntó la Bastante Buena Maestra.
- Verá, -dijo Mr. Dougis- en un par de cosas. Algunos trabajan juntos para crear un glosario de
términos que se usan en los artículos sobre sucesos corrientes que leemos cada semana.
- Pero ¿Ya saben cómo hacerlo? -preguntó ella- Pensaba que crear un glosario en línea debía
de ser un poco complicado para niños de esa edad.
- Si, pero... -dijo Mr. Dougis- hacer esto no es tan difícil como usted cree, con Moodle.
- Ah, sí, Moodle -dijo ella- Leí algo sobre Moodle en el artículo del periódico. ¿Pero qué es
exactamente esto de Moodle?
- Moodle es el software que usamos en nuestra clase virtual, -contestó él mientras la
conducía hasta un monitor- Mire cómo los estudiantes sólo con rellenar un formulario pueden
crear entradas en el glosario. -Y señalando el monitor dijo- Esto es Moodle.
No parecía que los estudiantes tuvieran ningún problema.
- Y aquellos otros estudiantes -dijo Mr Douguis señalando el otro extremo del aula- mantienen
un debate en línea sobre la forma en que se combate el terrorismo. Se está convirtiendo en
una discusión bastante acalorada -dijo riéndose entre dientes.
- ¿Y cómo mantienen un debate en línea? -preguntó ella.
- Están usando un foro de discusión en el que todos participan e incluso califican las
respuestas de los demás de acuerdo a unos criterios que hemos acordado entre todos contestó él.
- ¿Y pueden hacer eso siendo tan jóvenes? -preguntó ella.
- Algunos de ellos todavía están aprendiendo a abordar el debate desde una posición de
crítica constructiva y no tomarse todo lo que se dice como algo personal -explicaba Mr
Douguis gesticulando animado- Pero lo vamos consiguiendo con la orientación y motivación
adecuadas.
- Verá, yo me refería a si no tienen problemas al tratar con la tecnología -le interrumpió ella.
- ¡Que va! -replicó Mr. Dougis- En Moodle, los foros son fáciles de usar.
Y siguieron igual durante el resto de la clase. Moodle por aquí, Moodle por allá. La Bastante
Buena Maestra tuvo que admitir que incluso los estudiantes más jóvenes parecían ser expertos
Moodlers. Y casi todos los estudiantes parecían puestos y interesados en sus tareas.
Ella estaba impresionada, pero se preguntaba si todo aquello era realmente tan bueno como
parecía.
Durante el descanso, charlaron un poco ante una taza de café y un pastel con crema.
- Cuénteme más acerca de Moodle. -dijo ella.
- Bueno, yo uso Moodle para complementar y mejorar mis lecciones. Puedo, por ejemplo,
simplemente colgar documentación en el Aula Virtual con apuntes de repaso, o publicar
enlaces a una buena Web relacionada con la lección. O podemos hacer alguna práctica de
interacción social, más colaborativa, como ha visto hoy.
- Así que, ¿Moodle le ayuda a hacer algunas cosas de forma diferente? -pregunto ella.
- No! No sólo a hacerlo diferente -corrigió Mr Douguis enfáticamente- ¡A hacerlo mejor! Exclamó y se terminó el pastel.
- ¿Y cómo lo consigue? -Ella estaba realmente interesada.
- Supongamos, -dijo Mr. Dougis- que estamos discutiendo los efectos del calentamiento
global. Yo puedo enviar a mis estudiantes a la biblioteca a hacer una investigación tradicional
y podemos discutir en clase lo que han encontrado. Y puedo hacer que los estudiantes
confeccionen posters para mostrar lo que han aprendido. Podemos crear en grupo listas de las
diez mejores estrategias para luchar contra el calentamiento global. Y podemos asimismo
celebrar un debate en clase sobre los efectos del calentamiento global.
- Suena bien. -Dijo la Bastante Buena Maestra- ¿Qué hay de malo en ello?
- ¡No hay nada de malo en ello! -Respondió Mr. Dougis- pero podemos, por ejemplo, ir a
Moodle y crear una encuesta acerca del calentamiento global y plantearla a nuestros
estudiantes y también a estudiantes de escuelas asociadas que tenemos en Canadá y en
Sudáfrica para ver hasta qué punto estamos de acuerdo en este tema. Podemos, diseñar la
encuesta juntos, invitar a nuestros centros asociados a participar y organizar un debate con
ellos para ver en qué coincidimos y en qué no. Y esa es una gran potencialidad educativa que
no tendríamos sin Moodle. ¿No le parece?
La Bastante Buena Maestra estaba de acuerdo. Ella quería usar eso de Moodle con sus
estudiantes.
Mr. Dougis le mostró cómo encontrar un servidor Moodle donde montar un Aula Virtual. Ese
fin de semana, la Bastante Buena Maestra empezó a dar sus primeros pasos en Moodle, incluso
entró en contacto con la comunidad virtual moodle.org que frecuentaban otros maestros de
todo el mundo y todo tipo de personas interesadas en eso del Moodle.
Acto 3. La Bastante Buena Maestra empieza a Moodlear
El siguiente viernes, ella y sus estudiantes estaban en la sala de computadoras de su escuela.
Ella les mostró como usar un foro de discusión y puso a los estudiantes a discutir sobre la
novela que estaban leyendo ese trimestre.
Algunos estudiantes tenían algo interesante que decir. Otros tenían poco que aportar. Hubo
algunos comentarios inspirados. Hubo otros mediocres y algunos simplemente absurdos.
La Bastante Buena Maestra estaba decepcionada. ¿Sería que Moodle no era todo lo que
pregonaba Mr. Douguis?
Unos días después volvió a intentarlo. Preparó una sala de chat y dijo a los estudiantes que
conversaran sobre cualquier cosa, pero que lo hicieran como si fueran personajes de la
novela. Algunos estudiantes hicieron un buen papel, pero unos cuantos estudiantes no se
tomaron la tarea en serio. Y la sala de chat se volvió muy confusa porque todo el mundo
hablaba a la vez. Francamente la lección fue un fiasco.
La Bastante Buena Maestra ya no creía que Moodle era tan fantástico como creía Mr. Dougis.
Disgustada como estaba, le envió un email contándoselo.
Acto 4. Mr. Douguis, tienes un email
Ella recibió una respuesta rápida: "Pareces enfadada" Escribió Mr. Douguis.
La Bastante Buena Maestra volvió a la carga: "Estoy enfadada. Y no creo que Moodle sea
adecuado para mis estudiantes."
El intercambio de emails continuó.
- Tal vez. -respondió él- Pero dime, ¿hicieron tus estudiantes lo que les pediste que hicieran?
- ¿Qué quieres decir? -Preguntó la Bastante Buena Maestra.
- Bien, cuando les pediste que discutieran la novela en el foro, ¿lo hicieron?
- Sí supongo que lo hicieron. -Respondió ella.
- Y cuando les dijiste que charlaran sobre la novela... -continuó Douguis a la carga- ¿lo
hicieron?
- La mayor parte de ellos, lo hizo.
- Y entonces, ¿dónde esta el problema? -Preguntó Mr. Dougis.
Y era una buena pregunta.
- Bueno, -escribió ella- los estudiantes no parecían muy emocionados con las lecciones y no
creo que aprendieran demasiado, tampoco.
- ¿Y eso no sucede nunca en tus clases tradicionales? -preguntó Mr. Dougis.
Ahora ella estaba ofendida, enojada y indignada. "¡Casi nunca!" -fue la respuesta airada.
- ¿Por qué no? -preguntó Mr. Dougis jugando con fuego.
La primera reacción fue pensar en una respuesta mordaz, con mala uva. Pero después de un
rato se calmó y empezó a pensar en ello.
Normalmente sus lecciones tenían algo parecido a un inicio, una trama y un desenlace.
Estaban bien estructuradas y los estudiantes sabían qué esperar de ellas. Así que escribió esto
en su comedida respuesta a la pregunta de Mr. Dougis.
- Y puedes decir honestamente lo mismo de tus dos lecciones con Moodle. -Respondió Mr.
Dougis, quien realmente no conocía el miedo.
Pero ella sabía que Mr. Dougis estaba en lo cierto. Ella había esperado que Moodle ejerciera
una especie de magia en sus estudiantes. Ella no había preparado las lecciones Moodle como
sus lecciones habituales de Bastante Buena Maestra.
- ¿Y qué aconsejarías a tus estudiantes en una situación como esta? -Preguntó Mr. Dougis para
terminar.
Seguramente otra persona hubiera mandado a Mr. Dougis y al Moodle a freír espárragos. Pero
ella era una Bastante Buena Maestra y decidió darle a Moodle otra oportunidad.
Acto 5. La Bastante Buena Maestra contraataca.
Acto 5. Escena 1. Las tres preguntas y la libreta de papel cuadriculado
Esta vez se preguntó: "¿Qué quiero que aprendan mis estudiantes?" Y escribió sus objetivos,
con un lápiz en una libreta de papel cuadriculado.
Entonces se volvió a preguntar: "Qué recursos van a necesitar para que la lección
funcione?" Escribió la lista en la libreta se puso a recopilar y organizar los recursos en su Aula
Virtual.
Al final se preguntó de nuevo: "¿Qué quiero que hagan mis estudiantes? ¿Qué tienen que
hacer para conseguir mi objetivo?" Lo escribió en la libreta y luego se puso a diseñar sus
actividades.
Acto 5 Escena 2. Manos a la obra.
La Bastante Buena Maestra quería que sus estudiantes reconocieran e identificaran la
importancia del conflicto en la novela. Encontró un par de buenos recursos en línea para dar
información adicional a los estudiantes y redactó algunas notas orientativas para que supieran
qué debían buscar en esas Webs.
Además ella quería crear una página Web para cada conflicto relevante que ocurría en la
novela. En cada página se podría describir el conflicto y sugerir distintas formas de resolverlo.
Ella creó un wiki donde sus estudiantes podrían hacer eso.
Antes de ir al laboratorio ella debatió la lección con sus estudiantes y les mostró cómo
trabajar en un wiki. Para ello usó su nuevo proyector LCD "supercool".
Ella publicó instrucciones precisas acerca de la lección en el Aula Virtual como refuerzo a lo
dicho en clase (e inconscientemente como contrato con los estudiantes).
Al día siguiente fueron al aula de informática.
La Bastante Buena Maestra se alegró de ver cómo esta lección fue mucho mejor. Algunos de
los estudiantes tuvieron algunos problemas al principio para acostumbrarse al wiki, la mayoría
de ellos le cogieron el hilo muy desprisa y daba gusto ver cómo se ayudaban unos a otros a
ponerse manos a la obra.
Después de tres cuartos de hora, casi todos los estudiantes habían contribuido a la wiki.
Algunas de las páginas eran sorprendentemente buenas.
A medida que la Bastante Buena Maestra paseaba por el aula, iba animando a los estudiantes
elogiando su trabajo. Por supuesto, también tuvo que recordar a un par de ellos que jugar al
"Bomberman" en el ordenador no era parte de la lección.
Aunque no podía decirse que la lección hubiera sido perfecta, la Bastante Buena Maestra
estaba satisfecha. Los estudiantes no sólo habían aprendido un montón, sino que ¡hasta
parecía que les gustaba hacerlo!
Esa tarde, ella volvió a entrar en la wiki y releyó algunas de las páginas y se sorprendió al ver
que algunos de los estudiantes habían continuado trabajando en sus páginas desde casa.
Habían añadido gráficos, fotos y enlaces a la Web. Habían formateado el texto, de forma algo
chocante, pero entusiasta. Ella no lo había propuesto como tarea, ¡ellos simplemente querían
hacerlo! (Y esto no es ficción amigos, ¡sucede de verdad!)
Y la Bastante Buena Maestra sonrió un poco.
Acto 6. Al día siguiente
Al día siguiente en clase, algunos estudiantes estaban entusiasmados con Moodle. Uno dijo,
"cuando mi padre me preguntó qué había hecho en la escuela, le enseñé la wiki. ¡Le pareció
estupendo!" Era evidente que estaban orgullosos de su trabajo, del trabajo de toda la clase.
Y la Bastante Buena Maestra empezaba a sentirse realmente bien.
- Profe, ¿podemos ir hoy a la sala de computadoras?" -dijo uno de los estudiantes. Y esta vez
no era uno de los jugadores de "Bomberman".
- No -respondió ella- Hoy no, pero podemos ir la semana que viene. ¿Les parece bien?
Cuando dijeron todos que sí, ella no se sorprendió demasiado.
- Mientras tanto -sugirió- podríamos pensar en un nombre para nuestra clase virtual.
Sus alumnos pensaron en varias buenas posibilidades y decidieron votar por la mejor. La
Bastante Buena Maestra les dijo:
- No tenemos que votar ahora mismo. Lo podemos votar en el Aula Virtual y tomarnos unos
días para decidir.
A la mayoría les pareció una buena idea pero un par de ellos no parecían muy contentos con
ésto.
- ¿Algo no va bien? -preguntó la Bastante Buena Maestra a uno de ellos al salir de clase.
- Es que no tengo conexión a Internet en casa y no podré votar -dijo una estudiante.
La Bastante Buena Maestra no había pensado en ello. Pero ella tenía una conexión en clase y
había unos cuantos computadores con conexión en la biblioteca del centro.
- ¿Por qué no vienes por aquí cuando acaben las clases y usas nuestro computador cuando
quieras entrar en el Moodle? ¿O si quieres, te puedo firmar un pase para la biblioteca para
que puedas ir en horas de clase cuando tengamos tiempo de sobra.
- ¡Gracias! -dijo la niña sonriendo- Me pasaré por la aula después de clase.
Y así lo hizo. Al final de las clases la niña acudió al aula con una amiga.
- Tú no estas en mi clase. ¿Verdad? -La acosó la Bastante Buena Maestra.
- No, -dijo la amiga- pero esto parece divertido.
Y la Bastante Buena Maestra estaba que se salía de contenta.
Acto 7. Siguieron con Moodle
Y así fue... Con el tiempo Moodle se convirtió en una parte importante de la clase. La
Bastante Buena Maestra empezó a publicar los temarios y calendarios de clase en Moodle.
Nada fuera de lo normal, pero los padres lo valoraron positivamente, algunos pidieron que lo
hicieran el resto de los maestros en una reunión del consejo escolar, que como de costumbre
fue poco brillante y muy acalorada.
Al cabo de un tiempo empezó a usar los cuestionarios para ayudar a los estudiantes a
practicar los exámenes. Los estudiantes empezaron a colaborar con otra clase (que también
había adoptado Moodle) preparando artículos del periódico de la escuela. Enviaban
borradores de artículos para que sus compañeros los revisaran y debatieran en línea. Algunos
estudiantes incluso usaron el chat para ayudarse con las tareas y al estudiar. Y cuando
descubrieron la mensajería instantánea y los blogs, las cosas se salieron de madre.
Después de unos meses parecía que Moodle siempre había estado ahí, como los bancos del
patio o la señora del kiosco. Usar Moodle en su actividad escolar (y extraescolar) era algo
cotidiano y divertido.
Y otros profesores en la escuela empezaron a Moodlear. Los más tecnófilos con sus portátiles
se conectaban por WiFi desde la cafetería, los que no tenían WiFi salían menos del despacho.
Acto 8. Intercambio de papeles
Un día la Bastante Buena Maestra se encontró con Mr. Douguis en la pescadería. Ella le
explicó lo bien que le iban las cosas y le dio las gracias por mostrarle Moodle. La Bastante
Buena Maestra empezó a hablarle de nuevos módulos, hechos por miembros de la comunidad
Moodle, que había usado con éxito. Podcasting para retransmitir lecciones orales, e incluso
ensayos del coro.... Netpublish, Wikibooks, portfolios y un módulo para gestión de proyectos
que usaba un primo suyo en la universidad.
- No sabía que existían esos módulos. -dijo Mr. Douguis- ¡Está usted muy puesta en el tema!
- ¿En serio? -dijo la Bastante Buena Maestra agradablemente sorprendida por este intercambio
de papeles- ¿Sabe qué podemos hacer? Deberíamos montar un foro donde podamos compartir
estas experiencias con más regularidad.
- Sí, es una gran idea. Hagámoslo, -contestó Mr. Dougis, que estaba manifiestamente
complacido- ¿Sabe? Me parece que usted se ha convertido en una Muy Buena Maestra.
Epílogo
La Muy Buena Maestra tuvo que batallar bastante con el consejo escolar y con el director del
centro, pero al final consiguió que le dieran unos días de permiso y le pagaran los
desplazamientos a la siguiente MoodleMoot donde la Muy Buena Maestra dio una charla sobre
sus experiencias con Moodle a toda la comunidad.
Documentos relacionados
Descargar