Isaías: Vivió en el siglo VIII a.C. unos años antes del destierro. Es el profeta mesiánico, cuya palabra golpea y consuela. Le tocó vivir la tiranía de Asiria que conquistó, primero, el norte de Palestina, y luego, Jerusalén. Es un profeta de ciudad y participaba activamente en los asuntos de la clase dirigente. Interviene enérgicamente contra la corrupción de Judá y Jerusalén. El libro del profeta Isaías ha sido escrito por varios profetas, discípulos de Isaías. Ezequiel: Vivió en el siglo VII a.C. Es el profeta del cautiverio, del exilio a Babilonia, a donde fue deportado. En su libro, lleno de esperanza y de consejos, busca tener viva la fe del pueblo. Pero es un profeta de personalidad compleja. Jerusalén (capital de Judá) estaba en poder de Babilonia. Y fue aquí donde fue llamado por Dios para que llegara a ser “bandera y centinela” para la “casa rebelde” de Israel. Su misión se desarrolla toda en el exilio, entre los desterrados. Pertenece a la casta sacerdotal o levita. Impulsor del culto, los ritos y el anhelo de santidad. Jeremías: Vivió en el siglo VII a.C. Nació al norte de Jerusalén (Judá)Profeta muy delicado, dotado de gran sensibilidad; tímido y emotivo. En el pugnan la necesidad de paz y ternura con la dureza del mensaje que tiene que anunciar, porque vivió momentos terribles para su pueblo: el período de la humillación y del exilio. Dos yugos uncían al pueblo: Asiria y Egipto. ¿Cómo sacudirse este yugo? Daniel: Vivió en el siglo VIII, pero el libro se escribió alrededor del siglo II a.C., después del exilio. El joven cautivo llegó a ser "Primer Ministro", bajo los reyes babilónicos Nabucodonosor y Belsasar, y bajo los reyes Persas Darío y Ciro.... profetizó, pues, durante los 70 años del cautiverio de Judá, vivió 90 años... y mientras Ezequiel trabajaba con los otros esclavos, Daniel lo hacía en el gobierno. Es de carácter totalmente distinto a los anteriores. La primera parte de su obra narra el período en Babilonia; la segunda trata de visiones. Amós: Es un profeta sumamente antiguo. Vivió 770 años antes de Ageo: redactó el escrito más corto del Antiguo Testamento, sólo tres Cristo. Era un pastor y recolector de higos, al cual Dios lo envió a avisar a las gentes de Israel que si no dejaban de adorar a los ídolos y si los ricos seguían explotando a los pobres, les llegarían terribles castigos. Todo lo que Amós anunció se cumplió a la letra y el pueblo de Israel fue llevado al destierro y sus ricos quedaron en la miseria por no haber tenido compasión de los pobres. pátinas. Profetizó hacia el año 529 antes de Cristo, cuando los israelitas volvieron del destierro. Su oficio es animarlos a construir el nuevo templo, y prometer que desde el templo de Jerusalén, Dios enviará la paz (Esa paz fue enviada definitivamente cuando en ese templo enseñó y predicó Cristo Jesús). Oseas: fue el primero que escribió sus profecías. Vivió 750 años antes de Cristo y su oficio fue echar en cara al pueblo sus infidelidades con Dios. Este profeta estaba casado con una mujer que le fue infiel, pero por orden de Dios la perdonó y la volvió a aceptar en su casa, y Dios le dijo: así me sucede con esta nación: no hacen sino ser infieles conmigo, pero les perdono y quiero seguir siendo su amigo siempre. Oseas es el profeta que recuerda a las gentes el gran amor que Dios nos tiene a todos, a pesar de lo malos que somos con Él. Joel: fue un profeta que vivió en el siglo V antes de Cristo. Su mensaje es un llamado a hacer penitencia y a arrepentirse de los pecados, y es tan impresionante que la Iglesia Católica lo hace leer cada año en todos los templos en la misa del miércoles de ceniza. La respuesta de Dios a este ayuno la presenta el profeta como una vuelta a la era paradisíaca. La penitencia, el ayuno y los ritos de purificación harán que el pueblo, en el día del juicio, entre en la era definitiva de la felicidad. Nahum: fue el profeta que anunció la destrucción de Nínive, y los Jonás: llevado milagrosamente por Dios a Nínive a predicar durante castigos que iban a llegar a esta ciudad por sus crímenes y pecados. Todo sucedió como él lo dijo: Un himno de alabanza a Dios, el Señor de la historia, que desbarata todas las pretensiones humanas y libera a su Pueblo. Los ejércitos que derrotaron a Nínive, el prototipo del imperialismo opresor y el enemigo tradicional de Israel, eran el instrumento del juicio de Dios, que tarde o temprano castiga a los culpables. Profetizó en el s. VII a.C. el s. VIII a.C., anuncia que si no se convierten, la ciudad será destruida. La gente acepta su mensaje, hace penitencia y se convierte y la ciudad queda libre por lo pronto del mal que le iba a llegar (Más tarde de nuevo otros profetas anuncian que deben convertirse y las gentes no les hacen caso y entonces le suceden a la ciudad los males que anunció el profeta Nahum). Habacuc: profetizó hacia el año 600 antes de Cristo. Como la Miqueas: Contemporáneo en parte de Oseas, y sobre todo de Isaías, situación del pueblo de Israel es tan amarga en ese tiempo, Habacuc le pregunta al Señor Dios: ¿Por qué nos sucede todo esto? Y Dios le responde: "todo tiene su fin, y cada problema tendrá su solución". Escribió aquella famosa frase: "El justo vive por la fe" y repite frecuentemente: "¡Ay de los que se dedican a obrar el mal! ¡Ay de los que olvidan a Dios! ¡Ay de los que consiguen ganancias mal adquiridas!, etc." a diferencia de este, MIQUEAS era un campesino de origen humilde. Comenzó su ministerio profético alrededor del 740 a. C. y era un representante típico de lo que la Biblia llama "el pueblo del país", la parte más sana y menos expuesta a la contaminación extranjera. fue el profeta que anunció que Jesús nacería en Belén. Abdías: su profecía es como una súplica que las almas humilladas y Zacarías: escribió hacia el año 518 antes de Cristo. Anima a las perseguidas le hacen a Dios para que haga justicia contra sus opresores. El profeta clama por la justicia de Dios y anuncia la revancha de Israel contra Edóm. Este será destruido y, a la vez, varios territorios vecinos de ese país serán anexados al territorio de Judá. Así llegará el "Día del Señor" para todos los pueblos. Lo más probable parece que haya profetizado en Judá alrededor de 885 a. C. gentes a contribuir a la construcción del templo. Dice: ¿Por qué las tierras no les producen? ¿Por qué los negocios no les prosperan? ¿Por qué no logran ahorrar nada? Es porque mientras ustedes viven en casas bien hechas, en cambio el templo de Dios está sin construir". Y avisa que quienes ayuden con generosidad a la construcción del templo para Nuestro Señor, recibirán grandes ayudas del cielo. Baruc: El profeta exhorta al pueblo a volver a la felicidad que se Malaquías: profetizó hacia el año 515 antes de Cristo. Su mensaje va dirigido contra los sacerdotes que no cumplen bien sus deberes y contra el pueblo que se relaja en sus costumbres. Anuncia que llegará el día grande y terrible de Yahvé, cuando Dios vendrá a juzgar a los pecadores. Malaquías fue el que anunció que antes de la llegada del Mesías aparecería un precursor para prepararle su venida. encuentra en la observancia de la ley y dirige un mensaje de consuelo a su pueblo. Vivió en el s. VI a.C. El Profeta Baruc llama al pueblo de Israel a que se despoje del luto y se revista de las galas de la Gloria de Dios y se envuelva en el manto de la justicia. Sofonías: profetizó hacia el año 640 antes de Cristo. Anuncia que si la gente no se convierte, llegará Dios con gran poder y severidad a juzgar a los pecadores y a dar a cada uno su merecido. fue el primero que hizo oír una voz profética en Judá, después del largo silencio que se había producido durante dos generaciones, una vez que Isaías y Miqueas pronunciaron sus últimos oráculos. LOS PROFETAS El pueblo terminó en el exilio: No tenían tierras No tenían rey. No tienen templo con su sacerdote. Dios elige a unas personas para transmitir su mensaje a los israelitas. Estas personas son los profetas, que recuerdan, denuncian y ayudan. YA NO SON UN PUEBLO Son los profetas. ¿Qué son los profetas? Las palabras hebraicas que la Biblia usa para llamar a los profetas son: Nabi, Hozé, Zoé (vidente). La más frecuente es Nabi: el que habla con vehemencia, bajo el influjo de una fuerza superior, un inspirado. ¿Cuántos son los profetas? Son cuatro mayores: Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel; y doce menores: Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Ageo, Zacarías y Malaquías, añadimos Baruc. La división entre mayores y menores solo se debe solo a la amplitud de sus composiciones. LOS PROFETAS El pueblo terminó en el exilio: No tenían tierras No tenían rey. No tienen templo con su sacerdote. Dios elige a unas personas para transmitir su mensaje a los israelitas. Estas personas son los profetas, que recuerdan, denuncian y ayudan. YA NO SON UN PUEBLO Son los profetas. ¿Qué son los profetas? Las palabras hebraicas que la Biblia usa para llamar a los profetas son: Nabi, Hozé, Zoé (vidente). La más frecuente es Nabi: el que habla con vehemencia, bajo el influjo de una fuerza superior, un inspirado. ¿Cuántos son los profetas? Son cuatro mayores: Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel; y doce menores: Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Ageo, Zacarías y Malaquías, añadimos Baruc. La división entre mayores y menores solo se debe solo a la amplitud de sus composiciones. Dinámica “LOS PROFETAS” Objetivo: · Saber reconocer a las personas que saben resolver problemas y sembrar esperanza. · Comprender que los profetas hablaban de parte de Dios. · Descubrir cómo los profetas denuncian la infidelidad del Pueblo. · Conocer que la misión y la vocación de los profetas se narra en los libros proféticos. Temporalización: - Se reparte a los alumnos-as un profeta y la ficha “LOS PROFETAS” se les pide que rellenen la ficha siguiente Profeta Respuestas Nombre del profeta. En qué momento fue llamado por Dios. ¿En qué consistía su vocación ? ¿Cuál es su mensaje? - - Después, comenzamos un juego: Que se levanten los que su profeta sea mayor Los que su profeta vivió antes del siglo VI Los que … Por último, leemos, trabajamos y comentamos el documento “¿Dónde están los profetas hoy?” ¿Dónde están los profetas hoy? Rey, profeta, sacerdote. Se discute mucho sobre la administración (rey), el culto y la religión (sacerdote) en la vida religiosa y en la Iglesia. Pero el corazón de la fe no es la Institución. Con esto no se quiere negar o quitarle importancia a la Iglesia como Institucion. A veces se tiene la impresion, sin embargo, que algunos tratan de reorganizar las sillas del Titanic. Lo que me parece que falta en la Iglesia hoy es la voz profética. ¿Qué es un profeta? ¿En qué consiste su vocación? Los miembros de Institutos Religiosos debemos pensar seriamente sobre estos asuntos. Con todo, la vida religiosa, aunque es parte de la Institución, surge bajo el impulso del Espíritu como dimensión carismática de la Iglesia en el mundo. En las religiones, como también en el mundo secular, el profeta debe desarrollar una visión contemplativa de la vida que le hace posible “ver” a través de, sobre, por debajo de y entre los detalles para descubrir el impulso de Vida que promete un futuro nuevo donde las cosas están “como Dios manda”. Para nosotros los cristianos el profeta busca discernir la voluntad de Dios, el proyecto del Reino de Dios aquí y ahora. Y lo proclama sin temor, desarmando la retórica y la ambigüedad del discurso. Toma riesgos y literalmente se vacía de sí mismo por aquello que no es todavía una realidad. Amor y Justicia son dos llaves importantes del profeta en la tradición cristiana. Sin embargo, también hay falsos profetas. ¿Quiénes son los verdaderos profetas hoy? Aquí entra el discernimiento hecho en común unidad (comunidad).