La Base de Manta y la estrategia de militarización en

Anuncio
La Base de Manta y la estrategia de militarización en
América Latina
Decio Machado :: 06/06/2008
En los últimos quince años, Estados Unidos consolidó su sistema de bases militares en un
nuevo sistema global de control planetario. Según datos del Pentágono, hay más de 735 bases
militares estadounidenses en 130 países.
Esto constituye una estrategia global de expansión y control de naciones, recursos naturales y seres
humanos. En este listado, no se incluyen instalaciones proporcionadas por otras naciones en el
exterior, por lo cual si se tomara en cuenta todas las bases, el ejército estadounidense contaría con
más de 1000 bases en otros tantos países. Según denuncia el presidente del Japan Policy Research
Institute, Chalmers Johnson (1), las bases extranjeras tienen 5 misiones:
- Mantener la supremacía militar absoluta en el mundo. - Interferir comunicaciones. Intentar controlar el mayor número posible de fuentes petroleras. - Dar trabajo e ingresos
al complejo industrial militar. - Asegurar que los militares y sus familias vivan con
comodidad.
Bajo su “Programa de Transformación de Defensa ”, EE.UU. ha convertido el noreste asiático en una
gran plataforma para sus operaciones militares globales y regionales, y en la actualidad tiene la
mayor concentración militar en el Golfo Pérsico y en el área andina en América Latina. La
militarización de América Latina Richard Burton, estratega del Comando Conjunto de Estados
Unidos, señalaba en los años 90 que existían 16 áreas de “ real trouble ” (verdaderos problemas) en
el mundo, y comenzaba su lista por aquel entonces con Haití, Colombia y Brasil-Argentina. Quizás
por eso, EE.UU. mantiene una compleja red de instalaciones militares y de operaciones en América
Latina y el Caribe, denominada por el Comando Sur estadounidense, como su “ arquitectura del
teatro ”. Desde allí desarrolla la lucha antinarcóticos, no enfrentándolo como un problema de salud
pública, sino como un ataque a la oferta. Desde mediados de los 80, se comenzó a transformar la
lucha antinarcóticos en la región andina en un asunto de orden militar. Para ello se utilizan los
Forward Operanting Locations (FOL, Centro Operativos de Avanzada), antes considerados
simplemente bases militares. En el norte de América Latina y en el Caribe las instalaciones militares
estadounidenses son oficialmente reconocidas:
- 17 sitios con instalaciones de radar (principalmente Colombia y Perú). - 4 bases miliares
FOL, situados en Ecuador, El Salvador, Aruba y Curazao. - La base de “Tres Esquinas” en
Colombia juega un papel fundamental en la implementación del Plan Colombia. - La base
Puerto Buchanan en Puerto Rico. - 2 bases militares: Guantánamo en Cuba y Toso
Cano/Palmerola en Honduras.
La estrategia militar estadounidense hacia América Latina y el Caribe se controla desde el Comando
Sur con base en Key West, Florida. Este Comando Sur tiene más empleados trabajando sobre
América Latina que la suma de los Departamentos de Estado, Agricultura, Comercio, Tesoro y
Defensa. La presencia militar directa en la región se ha incrementado desde el cierre en 1999 de la
Base Howard (Panamá) que utilizaba el ejército de los EEUU para las operaciones anti-drogas.
EEUU instaló 4 FOL, hoy redefinidas bajo el eufemismo de Puestos de Seguridad Cooperativa (CSL),
entre las cuales se incluye Manta. A esto se suma la Base de Guantánamo (sin fecha de expiración),
Cuba, como base logística para operaciones antinarcóticos, y hoy universalmente conocida como uno
de los espacios donde se han cometido mayor número de violaciones de los Derechos Humanos en el
planeta (2). Pero los FOL/CSLs tienen objetivos más allá de la lucha contra las drogas, e incluyen la
lahaine.org :: 1
migración, el “ terrorismo ” y una estrategia de control sobre la zona. En efecto, en las FOL/CLSs
funcionan la DEA (Departamento Anti-narcóticos), la Guardia Costera y la Aduana de EEUU. Base
de Manta (Ecuador) Ecuador ha sido un lugar estratégico para el control del Pacífico desde hace
dos siglos. En 1812, EEUU estableció en las Islas Galápagos una primera base naval para atacar a
barcos ingleses en el Océano Pacífico. Luego quiso comprar o arrendar las islas, y, en la Segunda
Guerra mundial, levantó allí una nueva base militar, que abandonó en 1946. Manta es el segundo
puerto más grande de Ecuador, con una población de 200.000 habitantes, ubicada en la provincia de
Manabí, se encuentra a solo 20 minutos en avión de la frontera colombiana, país en el cual se
implementa el Plan Colombia de lucha contra el narcotráfico y la insurgencia. Como decía
anteriormente, Manta forma parte de un estructura militar estratégica de interrelación entre
Centros Operativos de Avanzada (FOL/CSL), junto a Comalapa, en El Salvador; Reina Beatriz en
Aruba; y Hato Rey en Curazao. Así, según el Departamento de Defensa de Estados Unidos, “los
cuatro sitios juntos cubren un área geográfica más grande que la Base Aérea Howard… y ofrecen
una cobertura más profunda”. Manta forma parte de las estrategias de control desarrolladas por el
gobierno de los Estados Unidos con el objetivo de proteger sus intereses e inversiones militares y
comerciales a nivel mundial. La mayor inversión entre las cuatro FOL/CSL antes mencionadas, se
realizó en Manta, con un montante de 80 millones de dólares, habiéndose convertido el aeropuerto
de la base aérea en uno de los mejores equipados de América Latina. En la región andina, el Plan
Colombia es el que define las operaciones militares, como se evidencia en la interrelación entre la
Base de Manta y la frontera ecuato-colombiana. Desde 1999, la Base de Manta se constituyó en un
enclave ilegítimo de militares estadounidenses, que gozan de inmunidad y cuyas acciones vulneran
la soberanía nacional. Desde 2002, se crearon 16 nuevos puestos militares ecuatorianos en la
frontera con Colombia, para la vigilancia fronteriza, los cuales aún se mantienen. En el gobierno de
Lucio Gutiérrez, en 2003, se unificaron las operaciones aeronavales que establecían a Manta como
un “ nuevo eje de seguridad de la frontera norte ”. EE.UU. aprobó fondos en ese mismo año para la
adquisición de 18 helicópteros, 150 vehículos y la construcción de una base antidrogas en Manta, en
un lateral de la pista de la FOL/CSL. “La Base de Manta es muy importante dentro del Plan
Colombia. Estamos muy bien ubicados para operar en esta área”, declaró el teniente coronel Javier
Delucca, Comandante del Puesto de Avanzada de Operaciones de EEUU en la Base Aérea
Ecuatoriana de Manta (17 de agosto de 2006). Afirmaciones como la del coronel Jorge Brito
reafirman esta cuestión: “ la Base de Manta es como los ojos y los oídos del Plan Colombia. Con el
sofisticado sistema integrado de inteligencia electrónica, la base proporciona los datos de
inteligencia en tiempo real sobre los movimientos de la guerrilla de las FARC para que sean
utilizados por los tres batallones contrainsurgentes que está entrenando EE.UU. y que estarían
integrados por 1000 hombres cada uno ”. Implicación de la Base de Manta en el asesinato de
Raúl Reyes Los últimos sucesos acaecidos en el pasado primero de marzo, en el que fueron
asesinados casi una treintena de guerrilleros mientras dormían, entre ellos el número 2 de las FARC,
el comandante Raúl Reyes, y el comportamiento posterior del mandatario colombiano vienen a
determinar que EE.UU. se mantiene firme en sus objetivos de internacionalizar el conflicto interno
de Colombia. La continua provocación del presidente Uribe a su homólogo ecuatoriano, viene a
indicar que EE.UU. pretende un mayor involucramiento del Ecuador en el conflicto colombiano y
para ello intentará desplegar todos los medios posibles. Aunque el director de prensa de la embajada
estadounidense, Michael Geernnald, decía que la base de Manta nada tenía que ver con el operativo
militar colombiano, fue el comandante de la FOL/CSL –Base de Manta-, el coronel Bud Leonard,
quien aseguró que una avión C 130 de la Base de Manta se encontraba en el aire en el momento de
la operación colombiana. El comandante Leonard dijo que efectivamente el FOL/CSL proporciona
información a los estamentos militares y reconoció que esa información es recabada por un “ centro
de inteligencia en Dey West, Florida, donde tienen acceso diferentes departamentos del gobierno
estadounidense y se la entrega en caso de ser requerida a 14 países latinoamericanos ”. Existen
muchas posibilidades que las labores de información y localización del campamento clandestino de
la FARC en territorio ecuatoriano hayan sido facilitadas por ese C 130 que se encontraba en vuelo.
lahaine.org :: 2
Lamentablemente este tipo de operaciones de información no dejan rastro, lo que excluye la
posibilidad de poder demostrar tal actuación, lo que significaría la implicación del Ecuador en el
conflicto. Si se diera este caso, la soberana Asamblea Nacional Constituyente actualmente en vigor
en el Ecuador, tendría la posibilidad de determinar la salida inmediata de las fuerzas militares
estadounidenses de Manta. Antecedentes históricos del acuerdo para la utilización
estadounidense de la Base de Manta El año 1999 fue clave para el norte de Sudamérica, pues en
este año, los Estados Unidos inician una arremetida político-militar para consolidar su hegemonía en
la región; éste es el año de la implementación del Plan Colombia, con el afán de desarticular a los
movimientos subversivos colombianos; paralelamente, en el plano comercial, se intenta consolidar el
Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA); también se inician conversaciones en
Centroamérica para la implementación del denominado Plan Puebla Panamá, como una extensión
del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que vinculaba a México, Estados Unidos y
Canadá. A pesar de la ofensiva de EE.UU. en el plano comercial, perdía terreno en el geopolítico
(consolidación del régimen de Chávez y emergencia del PT en Brasil). También pasaba a ser
indispensable buscar una compensación a la pérdida de la Base Howard (pese a los esfuerzos de
última hora, los norteamericanos se vieron obligados a abandonar esta referencial base militar) para
mantener su presencia militar en la zona. Tras una serie de visitas y evaluaciones, donde
especialistas militares norteamericanos consideraron las posibilidades de ubicar la base militar
diferentes puntos estratégicos, se miró al Ecuador, dominado entonces por el conservador partido
Democracia Popular, y con Jamil Mahuad en la presidencia de la República. Además de Manta, se
consideró la posibilidad de ubicar la base en el puerto de Guayaquil y la base de Salinas. En enero
de 1999 se inician conversaciones entre miembros de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos y
algunos oficiales ecuatorianos. Este primer sondeo resultó positivo para los estadounidenses y, en
febrero, ya el cabildeo involucró a la Cancillería ecuatoriana, el Ministro de Defensa y la Embajada
de los Estados Unidos. El 19 de febrero estaba listo un borrador de acuerdo que fue avalado por el
embajador estadounidense Richard Brown, Negociador Especial de Asuntos del Hemisferio
Occidental. El primer acuerdo de acceso estadounidense a la Base de Manta se firmó el 1 de abril de
1999. Hasta entonces, todo el proceso se había mantenido en secreto, tan solo con notas
diplomáticas en las que la Cancillería y la Embajada de Estados Unidos acordaban firmar un primer
documento, que tendría vigencia por seis meses y en el que se concedía el acceso y uso de las
instalaciones de la Base Aérea Eloy Alfaro, de Manta, a militares y personal civil estadounidense,
con el fin de realizar una serie de operaciones incluyendo la operación de aeronaves para controlar
el narcotráfico. El acuerdo que logró Estados Unidos con Ecuador y Holanda para acceder a las
bases de Manta, Aruba y Curazao se diseñó con el fin de reemplazar a la Base Howard y mantener
sus operaciones militares en la región. En los acuerdos se hablaba de Puestos de Operaciones de
Avanzada (FOL – Forward Operating Location), y no de una base militar; esto se hizo con el fin de
evitar que dichos convenios pasasen a revisión de los Congresos de los países implicados, tal y como
lo establecían los principios constitucionales. Así, el 12 de noviembre de 1999 se firmó el convenio
entre ambos países que otorgaba al ejército estadounidense el acceso a la Base de Manta por diez
años, renovables. Dicho acuerdo se estableció con suma rapidez, con el fin de sortear las voces
disidentes de varios oficiales del ejército ecuatoriano, algunos miembros de la Junta Consultiva de
Relaciones Exteriores, Congreso Nacional, Tribunal Constitucional y de las principales
organizaciones de la sociedad civil, incluyendo partidos políticos de la izquierda. Para estas fechas,
Ecuador entraba en una profunda espiral inflacionaria, la economía liberal presentaba su verdadero
rostro profundizando la pobreza; las instituciones del Estado empezaban a desgajarse y el gobierno
se veía fuertemente deslegitimado. En diciembre de 1999, el país es conminado a aceptar una serie
de decisiones económicas que permiten el saqueo de los dineros depositados en la banca nacional.
Un total de ocho mil millones de dólares (3) se licuaron en las arcas de banqueros que habían
llevado a la quiebra al sistema financiero nacional, lo que provocó una grave crisis entre la
población, dado que todos los usuarios de la banca nacional vieron esfumarse sus ahorros. Las
movilizaciones populares inmediatas que se dieron encaminadas a derrocar al gobierno de Mahuad
lahaine.org :: 3
enfocaron sus argumentos en la economía, convirtiendo el tema de la Base de Manta en un punto
secundario y poco relevante ante la situación nacional que se vivía. La sublevación popular de enero
del 2000 que derrocó a Mahuad, fue manipulada por la derecha, que logró mantenerse en el poder,
manteniendo la dolarización, sin sentar en los banquillos a los responsables del fraude bancario y
consolidando a los estadounidenses en la Base de Manta. La Base de Manta desde el ámbito
local Para convencer a la población de Manta de la aceptación de la presencia militar
estadounidense en la Base y por ende en la ciudad, las élites mantenses esgrimieron argumentos
tales como:
- La presencia de los militares estadounidenses en Manta, es una oportunidad para
romper la dependencia de Guayaquil y constituirse en un polo autónomo de desarrollo. Los sectores oligárquicos de la ciudad, esperaban acceder a los beneficios de la
construcción del puerto de transferencia y aeropuerto internacional. También pretendían
que la presencia de la Base, permitiera el financiamiento del plan maestro de agua
potable y alcantarillado de Portoviejo y Manta. Se habló de modernización de la ciudad al
conjunto de los mantenses. - Con respecto al empleo, se dijo que la Base de Manta
generaría cientos de empleos. Incluso periódicos de corte conservador como El Mercurio
indicaban que se trabajaría en Ecuador, pero se ganaría como en Estados Unidos. También se esgrimió el argumento de que la presencia estadounidense significaría mayor
seguridad frente a la delincuencia y la lucha contra el narcotráfico. - Se desarrolló la tesis
de que la base militar dinamizaría el comercio, se incrementaría el turismo (vendrían
familiares y amigos de los militares) y la inversión. - E incluso se llegó a enunciar, que con
el matrimonio entre estadounidenses y ecuatorianas, se llegaría a alcanzar un
mejoramiento de la raza.
La realidad se ha convertido en una dura decepción. Las promesas realizadas por las élites matenses
no se cumplió, ni para la población de escasos recursos, ni para la clase media; éstos últimos habían
invertido mucho dinero para mejorar sus negocios a la espera de los nuevos consumidores, los
cuales nunca llegaron. Con respecto al empleo, tampoco se creó apenas nada, siendo la única
excepción de importancia el tiempo que duró la reconstrucción de la pista del aeropuerto y fue la
empresa ABB Susa la que subcontrató a empresas locales esta tarea. Tampoco los norteamericanos
han participado en los planes de seguridad de la ciudad, ni han evitado el narcotráfico. Es más, en
ese sentido es de destacar la presencia en Manta de la empresa de seguridad norteamericana Dyn
Corp (4), relacionada con el tráfico de personas y drogas en otros países, así como por la
contratación de mercenarios ecuatorianos y colombianos para Irak. La Base de Manta ha
desarrollado un papel importante en el control del flujo migratorio a los Estados Unidos,
interceptando y hundiendo barcos de inmigrantes en altamar, a pesar de presentarse ante la opinión
pública como “salvadores de inmigrantes” de “barcos averiados, a la deriva, a punto de hundirse…”
(5). En el mar, también los pescadores artesanales han denunciado en innumerables ocasiones los
abusos cometidos por los soldados gringos en contra de sus embarcaciones (el caso más
emblemático fue el hundimiento del pesquero Jorge IV y la desaparición de su tripulación) (6). Por
último, la página web de la Embajada de los Estados Unidos, indica que la FOL/CSL aporta a la
economía de Manta 6,5 millones de dólares, cifra que hay que relativizar porque en estos rubros se
encuentran los gastos operacionales de la base, sobre todo combustible, mantenimiento y atención
de los militares. La base sólo ha contratado de manera directa a 167 personas encargadas de la
limpieza y de los servicios con sueldos promedio de 300 dólares mensuales (aproximadamente 200
euros). El propio alcalde de la ciudad, Jorge Zambrano, ha relativizado la incidencia económica de la
Base en Manta. Según él, el cambio de la ciudad se debe a las inversiones en el sector pesquero, las
indemnizaciones por la caída del avión de Million Air (7) y las remesas de los inmigrantes. La Base
de Manta en el contexto de la política exterior ecuatoriana Si bien la Base de Manta se
presentó como necesaria para el control del narcotráfico y la migración, enseguida quedó desvelado
lahaine.org :: 4
que sus instalaciones servían para la intervención militar estadounidense en cualquier parte de la
región, pues el aeropuerto está en capacidad de recibir aeronaves que pueden transportar tropas y
pertrechos militares, incluidos tanques y helicópteros (material poco apropiado para la lucha
antinarcóticos o para el control de flujos migratorios). El conocimiento público en el año 2003 del
denominado “ Convenio Operativo ” desveló la certeza de que la Base de Manta se había convertido
en una base militar operativa con capacidad para recibir contingentes y material de guerra
aerotransportado. El incumplimiento de las ofertas de desarrollo y nuevos ingresos, empezó a
molestar a Manta, al punto que su alcalde, Jorge Zambrano, en repetidas ocasiones afirmó que
Manta no le debe nada al FOL/CSL; pero el descontento se agudizó por las acciones que realizaban
los militares estadounidenses (8), y también por lo que no hacían. Una muestra de que la seguridad
de Manta no estaba en manos de los militares estadounidenses fue el incendio del 21 de julio del
2005, el cual consumió casi una manzana de edificaciones históricas de Manta, en el que la
FOL/CSL, a pesar de sus equipos avanzados tecnológicamente, no prestó la ayuda oportuna para
controlar el incendio. El derrocamiento de Lucio Gutiérrez, en abril del 2005, puso en el escenario
político a Alfredo Palacio, y con él, a un nuevo canciller: Antonio Parra Gil. Las declaraciones del
nuevo canciller ecuatoriano desataron una serie de críticas en los círculos políticos estadounidenses
y colombianos, enfriando las relaciones diplomáticas. Colombia y Ecuador retiraron sus embajadores
titulares por largos periodos y de manera intermitente. Antonio Parra, siguiendo las directrices de
Palacio, definió la política que guiaría la gestión diplomática: soberanía nacional y no intervención
en asuntos internos de otros Estados. Estas directrices, que han sido postulados tradicionales del
Ecuador, han permitido al Ecuador mantenerse al margen de los conflictos de los países vecinos.
Dichos posición fue violentada por Mahuad, al ceder la Base de Manta a las Fuerzas Armadas de los
Estados Unidos y, paralelamente votar en el seno de las Naciones Unidas a favor de una resolución
contra Cuba contrariando incluso a los mismos funcionarios de carrera de la diplomacia ecuatoriana.
De igual manera actuó Lucio Gutiérrez, al comprometer al país con una estrategia militar ajena y
convertirse, tras el presidente colombiano, en el principal portavoz latinoamericano de los
estadounidenses y de los intereses del gobierno colombiano. La nueva realidad política del
Ecuador La elección de Rafael Correa como Presidente de la República, puso en apuros a la
embajadora de Estados Unidos en Ecuador, e inmediatamente inició una agresiva campaña de
relaciones públicas con las élites mantenses para evitar el anunciado cierre de la Base de Manta.
Este proceso de lobby le llevó a reunirse con las cámaras de producción de Manta, ofrecer ayuda
para obras, los soldados estadounidenses salieron a la ciudad para jugar beisbol con algunos jóvenes
ciudadanos aficionados; además pintaron escuelas y regalaron equipos nuevos a los bomberos
locales, a los mismos que no ayudaron durante el incendio en el centro histórico de Manta. El más
agresivo plan de lobby político de los estadounidenses se desarrolló fuera de territorio ecuatoriano,
generando dudas sobre la palabra del Presidente Correa. El jefe del Comando Sur de los EE.UU.,
realizó declaraciones en Perú y Colombia, asegurando que se estaba negociando la renovación del
convenio con Ecuador. La entonces canciller, María Fernanda Espinoza, tuvo que aclarar que el
Ecuador no renovará el Convenio. Para generar una opinión pública favorable, la Embajada invitó a
periodistas a visitar sus instalaciones en la Base de Manta, incluso los hizo subir a sus aviones, y se
llevó a algunos de ellos a las oficinas centrales del Comando Sur, en Florida. El proceso de lobby
político de los EE.UU. se extendió a sectores de fuerte incidencia en la población, como lo es la
Iglesia Católica, especialmente, las parroquias. Así, los curas párrocos de Manta también fueron
invitados a la base. Con excepción de aquellos vinculados a las bases sociales, la mayoría de los
párrocos quedaron convencidos que en la base no hay nada que huela a militarización, al contrario,
son varios los beneficios sociales de la base y lo que en adelante puede aportar. Pero el proceso de
transformación social en el Ecuador ha dejado definitivamente cerrado el camino a cualquier posible
renovación al convenio de la FOL/CSL. El pasado 1 de abril, la Asamblea Nacional Constituyente
aprobaba los 5 primeros artículos que tendrá la nueva Carta Magna ecuatoriana. En esta nueva
redacción, el artículo 5 de la nueva Constitución dirá: “ El Ecuador es un territorio de paz. No se
permite el establecimiento de bases militares extranjeras ni de instalaciones extranjeras con
lahaine.org :: 5
propósitos militares. No se puede ceder bases militares nacionales a fuerzas armadas o de seguridad
extranjeras ”. El Movimiento PAIS, organización que llevó a Correa a la presidencia, se impuso con
89 votos a favor sobre el total de 130. Además de los asambleístas de PAIS, también votaron a favor
de dicha redacción los dos asambleístas presentes de la RED (Luís Hernández y Martha Roldós).
Tanto el partido de Lucio Gutiérrez, Partido Sociedad Patriótica, como el Partido Social Cristiano y
Futuro Ya, fueron incapaces de impedir que en noviembre de 2009, las fuerzas militares
estadounidenses se vean obligadas a abandonar el país.
Notas: (1) Chalmer Johnson es autor de libros como “Blowbak: The Costs and Consequuences of
American Empire” o “The Sorrows of Empire: Militarism, Secrecy, and teh End of the Republic”,
entre otros. (2) Estas bases albergan o pueden albergar el siguiente personal militar: - Guantánamo,
Cuba 8100 - Soto Cano, Honduras 550 - Manta, Ecuador 475 - Puerto Buchanan, Puerto Rico 118 Comalapa, El Salvador 100 - Aruba y Curazao 450 A esto se suman las bases que pertenecen a
ejércitos latinoamericanos, construidas o utilizadas por militares de EE.UU., como el Centro de
Capacitación conjunto Riverino de Perú en Iquitos y el ingreso de militares estadounidenses para
entrenamientos y las denominadas acciones cívicas. (3) Datos de la Comisión Especial de
Investigación del Feriado Bancario. (4) La empresa Dyn Corp mantiene una plantilla entorno a 134
empleados en Manta, desde marzo de 2002. Esta empresa estadounidense que mantiene un contrato
con el Comando Sur de EE.UU., ha sido cuestionada en muchos países por sus actividades de
paramilitarismo, trata de blancas, narcotráfico, secuestro y explotación infantil. La Dyn Corp presta
“servicios de apoyo” en los FOL/CSL de Ecuador, Aruba y Curazao. Y aunque el contrato con Dyn
Corp se limitaría a tareas relacionadas con infraestructura, mantenimiento y apoyo técnico, sin
incluir actividades operativas, en Colombia esta misma empresa realiza las aspersiones con glifosato
en Putumayo y la frontera colombo-ecuatoriana, con lo cual no solo destruye los cultivos ilícitos, sino
la vida misma. También entrena pilotos y, “maneja sitios operativos de avanzada en varias bases
aéreas de la policía y del ejército colombianos”. Según el Acuerdo de la Base de Manta, EE.UU.
puede contratar cualquier compañía nacional o extranjera cuando así lo estime conveniente a sus
intereses, sin que el gobierno ecuatoriano pueda opinar. Más aún, el personal de Dyn Corp goza de
inmunidad diplomática. (5) Pese a que el Convenio de la Base de Manta establece que las acciones
de interdicción marítima sólo serán realizadas por la Armada del Ecuador, buques militares
estadounidenses han desarrollado del orden de 45 abordajes ilegales a barcos que llevaban
migrantes o estaban en faenas de pesca, hundiendo o causando destrozos al menos a ocho
embarcaciones ecuatorianas desde el 2001 hasta junio del 2005. (6) EE.UU. aborda barcos
pesqueros donde no encuentran ni drogas ni migrantes y hunden los barcos que consideran
peligrosos para el tráfico marítimo. Uno de estos casos fue el Buque Pesquero “Santa María” que fue
hundido el 3 de marzo de 2004 en faenas de pesca en aguas ecuatorianas. Otro caso referente, fue el
barco “Don Ignacio”, el 2 de diciembre de 2002, según testimonio de los marineros: “los marinos
gringos nos hicieron bajar del barco y luego hundieron la nave de nueve cañonazos” (la nave
ecuatoriana no llevaba droga, según el expediente judicial en el Tribunal Sexto de lo Penal de
Manabí. Los casos de los barcos “Guayaipe”, “Tiwintza”, “Santa Martha”, “Santa María” y
“Challenger”, también pasaron por situaciones similares. El “Santa María” fue interceptado y
hundido por torpedos lanzados desde una fragata estadounidense. El maltrato a los pescadores
durante las interdicciones es permanente. (7) El 22 de octubre de 1996, el avión cayó en el barrio de
La Dolorosa, las indemnizaciones a los moradores del barrio, a los familiares de las víctimas, así
como a la Alcaldía y a la Curia manabita, fueron millonarias y permitieron en embellecimiento de la
ciudad de Manta. (8) Desde la instalación de la Base de Manta, se han devenido algunos conflictos
que afectan a la población local, entre ellos: la afectación a la población de Chorrillos por la
explotación de canteras para aprovisionar el material necesario para la construcción de la pista del
aeropuerto, el acelerado crecimiento de los registros de trabajadoras sexuales, y el desalojo desde
hace 30 años a más de 800 familias campesinas para consolidar el actual territorio de la Base Naval
de Jaramijó (también involucrada en el convenio de la Base de Manta). Realidad Económica
lahaine.org :: 6
_______________
http://www.lahaine.org/mundo.php/la_base_de_manta_y_la_estrategia_de_mili
lahaine.org :: 7
Descargar