LA CUESTION DE PALESTINA Al finalizar la segunda guerra mundial. Palestina era un territorio administrado por el Reino Unido bajo el mandato de la Sociedad de las Naciones. Frente a la creciente violencia provocada por el aumento de la inmigración judía en Palestina y la fuerte oposición de los árabes a esa inmigración, el Reino Unido señaló la cuestión a la atención de las Naciones Unidas en 1947. La Asamblea General estableció en ese momento un comité de 11 Estados para que investigara todas las cuestiones relativas al problema de Palestina y recomendara soluciones. La mayoría de los Estados del comité recomendó que se dividiera a Palestina en un Estado árabe y un Estado judío y que se otorgara a Jerusalén una condición internacional especial. Una minoría de tres Estados se pronunció a favor de la creación de un Estado federado que incluyera las poblaciones árabe y judía y cuya capital fuera Jerusalén. EL PLAN DE DIVISION En noviembre de 1947, tras un intenso debate, la Asamblea aprobó el Plan de División de la mayoría. Los dirigentes judíos aceptaron la resolución 181 (II) de la Asamblea, mientras que los árabes palestinos la rechazaron, dejando constancia de su oposición a todo planteo que dividiera, segregada o repartiera sus tierras o adjudicara un tratamiento preferencial a una minoría. Inmediatamente estalló la lucha entre las comunidades árabe y judía de la zona. En mayo de 1948, el Reino Unido abandonó su mandato sobre Palestina y se proclamó el Estado de Israel en el territorio que en Plan de División se establecía como el destinado a los judíos. Las luchas continuaron a pesar de los esfuerzos de un mediador de las Naciones Unidas. Cuando entró en vigor un armisticio proclamado en julio de 1948 por el Consejo de Seguridad, Israel controlaba gran parte de los territorios asignados al Estado árabe. Egipto y la Jordania administraban las porciones restantes de la Ribera Occidental y la Faja de Gaza, respectivamente. En diciembre de 1948, la Asamblea declaró que debería permitirse que los refugiados regresaran a sus hogares y que vivieran en paz con sus vecinos, y que se daría una compensación a quienes decidieran no regresar. En virtud de la resolución 194 (III), la Asamblea también pidió la desmilitarización e internacionalización de Jerusalén. Esta resolución nunca se puso en práctica, pero las disposiciones relativas a la condición especial de Jerusalén y el derecho a los refugiados palestinos al retorno fueron reafirmadas por la Asamblea prácticamente todos los años desde 1948. Israel fue admitido en las Naciones Unidas en mayo de 1949. Entre febrero y julio de ese mismo año, bajo el patrocinio de las Naciones Unidas, se firmaron acuerdos de armisticio entre Israel y Egipto, Jordania, el Líbano y Siria. En los acuerdos se aceptaban el armisticio como un recurso indispensable para restablecer la paz en Palestina. UN ACONTECIMIENTO DETERMINANTE Durante los dos decenios siguientes continuó la disputa árabe-israelí, con erupciones de hostilidades manifiestas en 1956 y nuevamente en 1967, Ese año ocurrió un acontecimiento determinante para la situación del Oriente Medio al estallar la guerra de los seis días entre Israel y Egipto, Jordania y Siria. Cuando se declaró el cese del fuego, Israel había ocupado el Sinaí egipcio, la Faja de Gaza, La Ribera Occidental (incluido Jerusalén oriental) y parte de las Alturas del Golán sirio. El Consejo de Seguridad, en su resolución 237 (1967), instó a Israel a que garantizara el bienestar y la seguridad de los habitantes de las zonas donde se habían realizado operaciones militares y que se facilitara el retorno de las personas desplazadas. Se pidió a los gobernantes que respetaran escrupulosamente el Cuarto Convenio de Ginebra de 1949 relativo a la protección de personas civiles en tiempos de guerra. Mas adelante, el Consejo aprobó la 242 (1967), en que estableció los principios para un arreglo pacífico en el Oriente Medio. En esa resolución se estipulaba que una paz justa y duradera en la región debía incluir la aplicación de dos principios: "el retiro de las fuerzas armadas israelíes de los territorios ocupados en el reciente conflicto" y el reconocimiento de la soberanía, integridad territorial e independencia política de cada Estado en la zona y su derecho a vivir en paz con fronteras seguras Y reconocidas. Cuando en octubre de 1973 estallo otra guerra árabe-israelí, el Consejo aprobó por unanimidad la resolución 338 (1973), en que se hacia un llamamiento para un inmediato cese del fuego y la iniciación inmediata por las partes de fa aplicación de las disposiciones de la resolución 242 (1967) "sin excepción". La Organización de Liberación de Palestina (OLP), a la que se sumaron diversos Estados árabes, así como otros Estados, critico esas resoluciones par entender que limitaban el problema de Palestina a una cuestión de caridad internacional y consideraban a los palestinos meramente como refugiados sin ningún derecho político nacional. Tras la guerra de 1967, la cuestión de Palestina comenzó a considerarse dentro de un contexto político mas amplio y no ya como una cuestión relativa únicamente a los refugiados. En noviembre de 1974,Ia Asamblea reafirmó los derechos inalienables del pueblo palestino, incluido el derecho a la libre determinación sin injerencia externa, el derecho a la independencia y a la soberanía nacionales y el derecho al retorno a sus hogares y bienes. Desde ese momento, todos los años la Asamblea reafirma esos derechos, establecidos en la resolución 3236 (XXIX). Ese mismo año, la Asamblea invito a la OLP a que participara, en calidad de observador, en sus deliberaciones. Desde 1974, el tema titulado "Cuestión de Palestina" figura en el programa anual de la Asamblea. UN PROGRAMA PARA LOGRAR LOS DERECHOS DE LOS PALESTINOS En el informe de 1976 del Comité de los Derechos de los Palestinos dirigido, por conducto del Secretario General, al Consejo de Seguridad y posteriormente a la Asamblea General se declaraba que la cuestión de Palestina "era el núcleo del problema del Oriente Medio". A juicio del Comité, no se podía contemplar una solución para la región que no tomara plena mente en cuenta las aspiraciones del pueblo palestino. La plena aplicación de los derechos legítimos e inalienables de los palestinos de recuperar sus hogares y bienes y lograr la libre determinación y la independencia y la soberanía nacionales habían de contribuir decisivamente a una solución amplia y definitiva de la crisis del Oriente Medio. En opinión del Comité, la participación de la OLP en un pie de igualdad con las demás partes interesadas resultaba indispensable en todos los esfuerzos, deliberaciones y conferencias sobre el Oriente Medio que se realizaran bajo los auspicios de las Naciones Unidas. Un principio fundamental era que la adquisición de territorios por la fuerza fuera inadmisible. Debía haber una rápida evacuación de todo territorio ocupado de esta manera. EI Comité recomendó que las Naciones Unidas desempeñaran un papel más amplio e influyente en la promoción y la aplicación de una solución justa del problema de Palestina. En particular, el Consejo de Seguridad debería adoptar las medidas necesarias para fomentar el ejercicio de los derechos de los palestinos. EI informe del Comité continuaba en dos partes. que se ocupaban del derecho de los palestinos al retorno y de su derecho a la libre determinación e independencia y soberanía nacionales.