Soberanía Alimentaria Propuesta de la UNORCA sobre retos y perspectivas México, D. F. Diciembre de 2006 La Soberanía Alimentaria es la propuesta que la Vía Campesina ha presentado al mundo como modelo alternativo para establecer las políticas y posiciones de los gobiernos sobre el sector rural, y en términos más completos la soberanía alimentaria es también una propuesta de vida. Con ello queremos expresar que la existencia de los varios de miles de millones de campesinos que existimos en el mundo solo podremos sobrevivir si logramos que en nuestros países se implementen políticas basadas en la soberanía alimentaria. Así la Soberanía Alimentaria se ha constituido en proyecto alterno a las políticas neoliberales que promueven los organismos internacionales en todo el mundo, es nuestra bandera frente a la globalización rapaz, es nuestra propuesta ante las políticas del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la UNU, la FAO y es el principal oponente a las políticas implementadas por la Organización Mundial del Comercio. El principio de Soberanía Alimentaria lo acuñamos en México, en la II Conferencia internacional de la Vía Campesina, en 1996, en Tlaxcala, posteriormente lo llevamos a la Cumbre Mundial de la Alimentación a Roma, y lo mas importante compañeros es que a partir de ahí la Soberanía Alimentaria se ha constituido en la propuesta de identidad de la Vía Campesina, donde se discute el término se asocia casi siempre con nosotros. Hemos logrado que el término sea adoptado por algunos gobiernos y señalado por el relator especial de la ONU, hemos defendido nuestra concepción de Soberanía Alimentaria frente a la propuesta de los gobiernos de hablar sólo de seguridad alimentaria, sin importarles quien produce o de donde vienen los alimentos. La soberanía Alimentaria es el pilar de nuestro lema mundial: Globalicemos la lucha, globalicemos la esperanza, es la presentación de una alternativa mundial, de un mundo diferente, de un proyecto alterno, de una esperanza de vida diferente. El principal reto que tenemos las organizaciones miembros de la Vía Campesina es ratificar los 7 principios básicos de la Soberanía Alimentaria, entendida esta como: La Soberanía Alimentaria debe de ser el eje de toda política agrícola y rural, el rector en todo programa o acción que realicemos en el campo. La alimentación es un derecho humano, fundamental, básico, donde todos podamos acceder a una alimentación sana y suficiente. La Soberanía Alimentaria es el derecho de los pueblos a decidir libremente la producción y el abasto de sus alimentos, de acuerdo a su cultura y sus costumbres, a definir quien y como produce. La Soberanía Alimentaria es también mantener nuestro derecho a seguir siendo productores de alimentos, a seguir siendo campesinos, es nuestro derecho a existir. Es nuestro derecho a influir en las políticas públicas para la producción de alimentos. Es defender nuestros derechos sobre los recursos naturales, mismos que hemos resguardado, protegido y preservado durante siglos de generación en generación. Es nuestro derecho a decir no a la privatización del agua, no a las patentes sobre la vida, a defender nuestras semillas que son patrimonio de los pueblos y de la humanidad. La Soberanía Alimentaria significa también nuestra franca oposición al dumping de alimentos, a la absurda utilización de los alimentos como arma política de sometimiento de los pueblos, de chantaje político y de condicionamiento de los instrumentos de apoyo y financiamiento. Nos queda claro que nuestros enemigos son las transnacionales y los organismos internacionales que han impuesto las políticas del mal llamado libre mercado. Debemos identificar dos grandes fenómenos adversos a la soberanía alimentaria producto del modelo imperante de globalización de la agricultura, uno es el incremento de la dependencia alimentaria y el segundo e s la migración creciente. Como es de todos conocido en México la dependencia alimentaria ha crecido alarmantemente, según datos oficiales uno de cada tres productos que consumimos es importado o uno de cada tres pesos que compramos en productos básicos proviene del extranjero. La situación por cada cultivo es también alarmante, durante el periodo del TLC las importaciones de maíz han crecido del 3 al 35 por ciento igual pasa en fríjol donde además se han roto todos los mecanismos comerciales de abasto y de distribución, en carne dependemos en un 40% de las importaciones de res y pollo, la situación es mas aguda en el caso de las oleaginosas donde importamos el 99 por ciento de lo que consumimos, se rompió el binomio soya trigo que permitía buenos rendimientos en el noroeste, se casi eliminó la siembra de girasol, ajonjolí y cártamo, tan sólo por apoyar algunas empresas transnacionales que han salido beneficiadas con este esquema. La balanza comercial esta a punto de desplomarse y se conserva solo por algunas hortalizas, donde destaca el tomate, también se exporta aguacate y tequila, en todos los casos se trata de empresas transnacionales que realizan estas exportaciones, por ello manifestamos que el Tratado de Libre Comercio no ha generado un beneficio para los pequeños productores y campesinos. Las llamadas ventajas comparativas de México han resultado un fracaso y la sustitución de cultivos significa un alto riesgo para los campesinos al seguir cayendo en manos de las transnacionales. La migración rebasa ya los 500 mil Mexicanos al año, oficialmente se presentan mas de 400 muertes por cruzar la frontera, socialmente se desintegran medio millón de familias cada año, lo que significan nuevos problemas y retos en nuestras comunidades, buena parte del sostén y mantenimiento de las familias rurales depende ahora de las remesas que mandan los migrantes, regiones tradicionalmente campesinas como Chiapas, Veracruz y las Huastecas tiene ahora mas del treinta por ciento de su población rural en los Estados Unidos. El gobierno federal presume logros macroeconómicos a costa del sufrimiento de la gente, así en reiteradas ocasiones ha señalado que crecen nuestras remesas siendo ahora el segundo ingreso por divisas a nuestro país. La feminización de la agricultura y el abandono de casi 300 mil hectáreas de tierra por año son el reflejo claro de la creciente migración hacia los Estados Unidos. II.- En México tuvimos un logro importante al incorporar un capitulo especifico sobre Soberanía y Seguridad alimentaria en la Ley de Desarrollo Rural Sustentable, donde este capitulo no fue tocado cuando Vicente Fox veto la Ley de Desarrollo Rural, si bien la ley no se aplica por la falta de su respectivo reglamento, es importante destacar que existe una obligación del gobierno de guiarse por las políticas de soberanía alimentaria frente a los programas neoliberales, dicho de otra forma tenemos en nuestro país el instrumental jurídico para enfrentar al TLC. En el referido capitulo la ley considera a 11 productos como básicos o estratégicos, se define como una política de fomento colocando a estos cultivos como prioritarios y señalando claramente que se dará preferencia y se promoverá la producción nacional frente a las importaciones. Los programas regionales que deberán elaborarse para el fomento a la producción nacional reflejan nuestro concepto de soberanía alimentaria, por ello un segundo reto a nuestro entender será luchar que la aplicación del capitulo de soberanía alimentaria de la ley de desarrollo rural Sustentable y la publicación de su reglamento. III.- Con la aprobación de la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados y la resiente autorización para introducir transgénicos en maíz, se pone en riesgo nuestra biodiversidad y se pone en manos de las transnacionales nuestra agricultura, por ello luchamos por reformar dicha ley convirtiéndola en una ley que aplique el principio precautorio pactado en el Protocolo de Cartagena. IV.- Las propuestas y los retos: 1.- Es fundamental la ratificación de los principios de la Soberanía Alimentaria por cada una de nuestras comunidades, la apropiación de este concepto a nivel comunitario, la capacitación, la difusión a efecto de que la Soberanía Alimentaria siga siendo la principal bandera y la identidad de la Vía Campesina. 2.- Rechazamos la creciente dependencia alimentaria y la cada vez mayor emigración hacia los Estados Unidos, nos pronunciamos por: La renegociación del capitulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica. El establecimiento de un Acuerdo Migratorio que legalice a los Mexicanos migrantes, que permita la integración familiar y que se reconozca un mercado de fuerza de trabajo trinacional. 3.- Solicitamos a los participantes en esta reunión trinacional una declaración expresa de rechazo al muro fronterizo con los Estados Unidos, pues su construcción significa fomentar el racismo, la exclusión económica y social, la desintegración familiar y en ningún momento será una solución al problema. 4.- Defendamos los logros legales en el Capitulo de Soberanía y Seguridad Alimentaria de la Ley de Desarrollo Rural Sustentable demandando la publicación de su reglamento, por el fomento a los mercados locales y por el respeto a priorizar la producción nacional frente a las exportaciones. 5.- Rechazamos la Ley de Organismos genéticamente Modificados, planteamos su sustitución inmediata por una ley que verdaderamente proteja nuestros recursos. 6.- Proponemos estrechar la relación con los Diputados y Senadores accesibles a nuestros planteamientos, intensificar el cabildeo sobre el presupuesto rural y respaldar una reunión trinacional de legisladores rurales. 7.- Por nombrar una representativa delegación para que asista al Foro Mundial sobre Soberanía Alimentaría que se realizará en Malí, África el próximo mes de febrero, con la particularidad de que se realice previamente una serie de reuniones comunitarias para analizar y validar nuestras propuestas al foro.