ROCALLA Las piedras más grandes en la base para evitar derrumbamientos. Debemos colocar las rocas en grupos irregulares de un número impar de rocas, con afloramientos más pequeños. Las rocas deben presentar como cara visible las más erosionadas. Las piedras deben enterrarse 2/3 de su volumen para dar una cierta estabilidad. Hay que separar las rocas lo suficiente para permitir que las plantas puedan desarrollarse holgadamente. Es preciso colocar primero las piedras grandes, que formarán la "espina dorsal" del conjunto en las partes prominentes, y luego las piedras de menor tamaño. Separamos las rocas lo suficiente para permitir que las plantas puedan desarrollarse holgadamente. La primera capa será la del drenaje, habrá que colocar elementos gruesos, guijarros, trozos de macetas, etc, siutado a unos 30-40cm de la superficie del suelo, partiendo del punto más alto hasta morir bajo la última roca. La plantación tendrá lugar un par de semanas después de la terminación, para que así se vaya asentando la tierra. Se colocarán las plantas en forma de escalones sucesivos, armonizando colores y épocas de floración. Durante el primer año la rocalla parecerá desnuda, entonces se puede poner plantas anuales como el antirhium enano o pensamientos. En las rocallas soleadas se puede colocar: Santolina, Lilium, Felicia amelloides (Agathea), Helianthemun, Nepeta mussinü, Ajuga reptans, Cerastium tomentosum, Cotoneaster horizontales, Lavandula officinalis, Sisyrinchium, Polygala, Polygonum, Hypericum calycinum, Heuchera, Geum chiloense, Aquilegia, Verbena, etc. Construcción: En el caso que utilicemos una pared de apoyo debemos construir una barrera a las raíces de los arbustos de fondo y evitar que estos quiten nutrientes y debiliten las plantas de la valla propiamente dicha, éste lugar puede ser llenado o no de tierra. (Figura 2a y 2b). Una vez definido y construido el muro de contención hasta la altura que proyectamos la rocalla, trazamos, con el uso de una manguera, la silueta de la parte más baja; el contorno deberá ser sinuoso y evitando las simetrías. (Figura 3a). El tamaño deberá estar en equilibrio con el resto del jardín. A continuación colocamos la primera fila de piedras unidas con mezcla B; las rocas deberán inclinarse levemente hacia adentro para permitir que el agua penetre en la rocalla y no produzca escorrentías. (Figura 3b). Llenamos con tierra todo el interior, compactando bien y hacemos el drenaje si fuera necesario, luego colocamos la segunda fila formando espacios para los grupos de flores y herbáceas y volvemos a llenar con tierra. (Figura 3c) y así sucesivamente hasta alcanzar la altura programada. (Figura 3d). Para una rocalla mediana de 4 a 6 m2 de superficie bastara con formar 3 o cuatro pisos donde irán colocadas las plantas y florales. Terminada la construcción se debe esperar que el cemento endurezca, se le hace un riego profundo para comprobar que no quedan huecos y lugares por donde pueda escurrir el agua. En cuanto a la plantación, ésta se hará teniendo en cuenta la orientación para la elección de las especies, plantas grandes para el fondo y arbustos chicos o enanos para la rocalla propiamente dicha, para que en su crecimiento no desvirtúen la rocalla. Con respecto a herbáceas y florales, estas deberán estar en una proporción aproximada de 70% de perennes y 30% de anuales de estación. La rocalla también puede usarse como jardín de especias, con tomillo, orégano, romero, estragón, perejil, etc.