Primera instancia. Tópicos jurídicos. Alfonso Jaime Martínez Lazcano* “El juez tiene en su mano la balanza y la espada; si la balanza no basta para persuadir, la espada le sirve para constreñir” Francesco Carnelutti Administración de justicia. Parte 1. Toda convivencia genera ciertos conflictos, algunos no muy graves otros sí. En una sociedad “civilizada” a sus miembros se les tiene prohibido hacerse justicia de propia mano, para eso cuentan con instituciones especiales denominadas tribunales en forma genérica. El artículo 17, 2º párrafo de la Constitución federal ordena: “Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales que estarán expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial. Su servicio será gratuito, quedando, en consecuencia, prohibidas las costas judiciales.” Es decir todo tenemos el acceso a la justicia, la cual debe cumplir los requisitos antes descritos. Pero también es importante precisar que nadie va feliz a los tribunales, acude a éstos cuando tiene un problema, cuando hay un conflicto que no ha podido resolver por sí mismo, cuando requiere de la tutela justicia efectiva, que el Estado está obligado a resolverlo mediante la aplicación del derecho, si el personad del tribunal presta un servicio público. Como dice Carnelutti “Precisamente porque tanto el delito como el litigio interesan al orden social… el Estado no puede nunca permanecer indiferente respecto de él.” Ante ello surgen varias interrogantes ¿se administra justicia pronta, expedita, gratuita e imparcial?, ¿las personas que laboran en los tribunales son las idóneas?, ¿es adecuado el sistema de selección del personal que trabaja en los tribunales desde el último al primero?, ¿son eficientes los tribunales?, ¿las instalaciones son dignas para el personal y para los justiciables?, ¿qué atributo o razón esencialmente determina el ingresar a prestar sus servicios a los tribunales?, ¿los jueces cuentan con autonomía judicial?, es decir, ¿inamovilidad, salario y trato digno?, ¿el Consejo de la Judicatura local sirve de algo?, ¿se podrían suprimir tribunales del poder judicial y no pasaría nada?, ¿los magistrados son realmente quienes revisan a conciencia los asuntos que les competen o sólo firman lo que sus proyectistas realizan?, ¿los presidentes del poder judicial han sido seleccionados por sus méritos?,¿los presidentes del poder judicial han cumplido con su encargo?, ¿quién vigila que se cumpla con la ley en los tribunales? Esta semana recibí la siguiente queja: “La Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, así como la del Estado de Chiapas, reconocen los derechos humanos de todas las personas, estableciendo puntualmente que todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos. Así encontramos que dentro de los derechos laborales se encuentra precisamente al de gozar de un medio ambiente adecuado en el desarrollo de las actividades, sin embargo da tristeza ver como personal del Tribunal Superior de Justicia labora en condiciones inhumanas pues mientras en el exterior se cuenta con temperaturas que oscilan entre los 30 y 32 grados centígrados en el interior de algunas oficinas como defensoría social, juzgados y salas se encuentran laborando a temperatura entre los 40 y 42 grados centígrados, no cuentan con agua para los sanitarios y que decir de material para imprimir sus sentencias como tóner, que lastima que nuestras autoridades se llenen la boca hablando del respeto a los derechos humanos y no hacen respetar los de sus trabajadores. No te quedes con el mensaje difúndelo por favor.” Los abogados Son auxiliares de la administración de justicia, los que primero conocen los problemas de las personas y a través de éstos dan la noticia (demanda) a los tribunales. Su función social es importante, porque deben coadyuvar en la solución de los conflictos y no hacerlos más grandes. Y aquí también habría que reflexionar; ¿los abogados están preparados para servir con ética y honradez?, ¿las agrupaciones de abogados tiene como fin esencial elevar la calidad de actuación y profesional de sus agremiados?, ¿los abogados individualmente u organizados han contribuido para mejorar la administración de justicia?, ¿las agrupaciones de abogados funcionan como comparsas de los servidores públicos en una extraña complicidad?, ¿hay algún abogado o abogados que se les deba recordar por sus méritos?, ¿las escuelas preparan a los abogados que requiere la entidad?, ¿el día del abogado es día del abogado o del titular del ejecutivo? El Dr. Cipriano Gómez Lara, maestro emérito de la UNAM nos da su opinión sobre las agrupaciones “Los colegios o barras de profesionales son instituciones que no cumplen debidamente las funciones para las cuales fueron creados… En rigor, aunque en estos intentos de organización haya actitudes de buena fe y de buenos propósitos, lo cierto es que estos colegios agremian a muy bajo porcentaje de abogados, y no pasan de ser meros clubes sociales y en el mejor de los casos, asociaciones culturales en cuyos actos no participan activamente todos los miembros registrados. En otras ocasiones, se forman en estos colegios, verdaderos grupos o castas muy cerrados y herméticos de profesionales egresados de determinadas escuelas de derecho, con intereses y con posturas ideológicas y de idiosincrasia muy bien definidas.” *Autor: Presidente del Colegio de Abogados Procesalistas Latinoamericanos; miembro del Instituto Iberoamericano de Derecho Procesa; de la Asociación Mundial de Justicia Constitucional y profesor de la Universidad del Sur. @Abogadoscolegio