Visita Eucarística Viernes 29 de noviembre de 2007 Centro de Orientación Vocacional Monitor: Al pensar que el Año Jubilar ya ha quedado atrás y que está concluyendo también el año sucesivo, queda la impresión de que el tiempo se ha acelerado. El domingo pasado concluía el año litúrgico con la celebración de Jesucristo Rey del Universo y este domingo comienza un nuevo año con la celebración del primer domingo de Adviento: tiempo de esperanza, tiempo de ilusión, tiempo de retomar la vida en nuestras manos. El adviento nos hace mirar al futuro, hacia el final. No esperamos ciertamente la venida de Jesús a Belén, que ya sucedió, sino la venida de Jesús a cada uno de nosotros, a cada hogar y con Él, miramos hacia el final de la historia. Ante Él nos presentamos así, semidestruidos, pero con ilusiones, esperanzas, con anhelos de vivir mejor con un cambio en nuestra persona para así, poder transformar nuestro mundo. Nos ponemos de rodillas Exposición del Santísimo Presidente: Dios omnipotente, que para gloria tuya das la oportunidad a cada hombre de transformarse para beneficio de la humanidad; te pedimos que en este tiempo de Adviento, tu llegada sea gloriosa en cada uno de nosotros. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Todos: Amén Monitor: También san Pablo nos exhorta a no dejarnos absorber por los goces de esta tierra, ser firmes, fuertes y constantes: “Os digo, hermanos: El tiempo es corto. Por tanto, los que tienen mujer, vivan como si no la tuviesen... los que disfrutan de este mundo, como si no disfrutasen. Porque la apariencia de este mundo pasa” (1Cor 7,29.31). 2 No debemos, entonces, vivir en la despreocupación sino tener la convicción en hacer y decir siempre lo bueno. Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (2 Tes 2, 13-17) Hermanos: nosotros siempre tenemos que dar gracias a Dios por ustedes, amados por el Señor, porque Dios los escogió para que fueran los primeros en alcanzar la salvación por medio del Espíritu que los hace santos y de la verdad en que han creído. Para esto los llamó Dios por medio del Evangelio que nosotros anunciamos: para que lleguen a tener parte en la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Así que, hermanos, sigan firmes y no se olviden de las tradiciones que les hemos enseñado personalmente y por carta. Que nuestro Señor Jesucristo mismo, y Dios nuestro Padre, que nos ha amado y nos ha dado consuelo eterno y esperanza gracias a su bondad, anime sus corazones y los mantenga a ustedes constantes en hacer y decir siempre lo bueno. Palabra de Dios Te alabamos, Señor. Aleluya, aleluya El cielo y la tierra dejarán de existir, pero mis palabras no dejarán de cumplirse. Aleluya Lectura del santo Evangelio según san Lucas (Lc 21 29-38) En aquel tiempo Jesús les puso esta comparación: "Fíjense en la higuera, o en cualquier otro árbol. Cuando ven que brotan las hojas, se dan cuenta ustedes de que ya está cerca el verano. De la misma manera, cuando vean que suceden estas cosas, sepan que el Reino de Dios ya está cerca”. 3 "Les aseguro que todo esto sucederá antes que muera la gente de este tiempo. El cielo y la tierra dejarán de existir, pero mis palabras no dejarán de cumplirse”. "Tengan cuidado y no dejen que sus corazones se hagan insensibles por los vicios, las borracheras y las preocupaciones de esta vida, para que aquel día no caiga de pronto sobre ustedes como una trampa. Porque vendrá sobre todos los habitantes de la tierra. Estén ustedes preparados, orando en todo tiempo, para que puedan escapar de todas estas cosas que van a suceder y para que puedan presentarse delante del Hijo del hombre." Jesús enseñaba de día en el templo, y de noche se quedaba en el monte que se llama de los Olivos. Y toda la gente iba temprano al templo a oírlo. Palabra del Señor Gloria a ti, señor Jesús Monitor: El Adviento es tiempo de preparación y esperanza. “Ven Señor y no tardes ". Este es un tiempo para hacer con ESPECIAL FINURA EL EXAMEN DE NUESTRA CONCIENCIA Y DE MEJORAR NUESTRA PUREZA INTERIOR PARA RECIBIR A DIOS. Es el momento para ver cuales son las cosas que nos separan del Señor y quitarnos todo aquello que nos aleja de El. Es por eso importante ir a las raíces mismas de nuestros actos, a los motivos que inspiran nuestras acciones y después acercarnos al SACRAMENTO DE LA PENITENCIA O RECONCILIACIÓN, para que se nos perdonen nuestros pecados. Así cuando llegue el día de Navidad, nuestra alma estará dispuesta para recibir a Jesús. Es necesario mantenernos en estado de vigilia para luchar (seamos fuertes y 4 constantes) contra el enemigo que siempre estará acechándonos para alejarnos del bien. CUIDEMOS CON ESMERO NUESTRA ORACIÓN PERSONAL, evitemos la tibieza y mantengamos vivo el deseo de santidad. ESTEMOS VIGILANTES CON MORTIFICACIONES PEQUEÑAS, que nos mantengan despiertos para todo lo que es de Dios, y atentos a evitar todo lo que nos desvíe del camino hacia El. PIDAMOS PERDÓN AL SEÑOR SI LE OFENDEMOS Y PROFUNDICEMOS EN EL SENTIDO DEL ADVIENTO. Ten presente "QUIEN ES EL QUE VIENE, DE DONDE VIENE Y PORQUE VIENE". Con el corazón limpio salgamos a recibir a Nuestro Rey, que está por venir. María será nuestra ayuda y nos enseñará el camino para llegar a Jesús. Momento de silencio Para reflexionar Historia para recordar. Por: +Enrique Díaz Díaz Obispo Auxiliar de San Cristóbal de Las Casas Pedro Alfarero cada día realizaba con cariño y entusiasmo su trabajo. Antes de rayar el alba aparejaba su par de burritos, tomaba su pico y su pala y se iba al monte a arrancar el barro que después, molido, moldeado 5 y cocido, con arte y con sudor, se transformaría en bellas piezas de artesanía que, por unos pocos pesos, vendería en el mercado del pueblo. Cada día era lo mismo, junto a otros artesanos iba y escarbaba, rebanando las paredes del cerro. Pero como es más cómodo rascar lo que está cercano y a ras del suelo que ir emparejando las paredes y colocando a un lado lo que no es útil, fueron cavando profundos hoyos y cuevas en busca de las vetas de barro. Y sucedió, lo que todo mundo podía prever, pero nadie lo creyó tan inminente. Un buen, o mal, día al ir Pedro con su familia y sus burros, las tierras reblandecidas por la lluvia y debilitadas al extremo, sepultaron a los artesanos. Gran tragedia que enlutó a todo el pueblo. ¿Castigo de Dios? ¿Fatalidad? Mil preguntas quedaron en la mente de los demás artesanos… pero cada día siguen arrancando con la misma imprudencia el barro de los cerros. Nuestra triste realidad Y esta es la realidad que vivimos día a día: vivimos angustiados ante los peligros y las catástrofes que nosotros mismos hemos ido preparando. Quitamos ladrillos, quitamos las bases y después nos asustamos que se nos venga todo el edificio encima. Sembramos la duda y descalificamos a los adversarios políticos, difamamos y tratamos de destruirlos, los denigramos y después nos asombramos de que no podamos construir la unidad. Talamos sin misericordia nuestras selvas y nuestros bosques, y después nos lamentamos de los desastres que causa la naturaleza. Y después de la desgracia, seguimos haciendo, aparentamos una reconstrucción, limpiamos y reconstruimos sin 6 ir a fondo, decimos palabras bonitas y otra vez quedamos a merced de la tragedia. Descuidamos la educación, propiciamos el libertinaje, no tenemos tiempo para atender a la familia, dejamos la formación al azar, por andar demasiado ocupados en alcanzar nuestras ambiciones, en conseguir lo que no es necesario para subsistir, y después despertamos asustados ante el hijo drogadicto o la adolescente suicida. Se oprime y se exprime al pueblo, se le llena de ilusiones con falsas promesas, se menosprecian sus problemas y necesidades, se violan sus derechos y después nos escandalizamos de la violencia, de los reclamos airados y de los conflictos sociales. No atendemos a nuestra propia persona, descuidamos los valores, caminamos a la deriva dando tumbos entre placeres y gustos, y un día nos descubrimos vacíos, huecos y sin ilusiones para vivir. Hemos quitado los valores que sostenían nuestra persona y nuestra sociedad: Dios, la verdad, la justicia, el bien común, el respeto a la persona y a la comunidad, y después nos descubrimos que no tenemos forma de sostenernos y que todo se derrumba. ¿Qué hacer? ¿Todo está perdido? Hay quienes optan por el desaliento, otros por esconder la cabeza y no falta quien, echando la culpa a los demás, destruye, violenta y maldice. ¿Qué nos dice hoy el Señor Jesús, ante esta situación? “Estén preparados, sean fuertes y constantes” Nos unimos a la Iglesia con el rezo de Vísperas. 7 La Iglesia nos alerta con cuatro semanas de anticipación para que nos preparemos a celebrar la Navidad, el nacimiento de Jesús. 8