Los espejos mágicos

2
Un día el padre de Mara le dijo:
PADRE:
- Ve a coger manzanas.
MARA:
- ¡Vale ya voy! -le contestó Mara.
Mara cogió su vieja cesta y fue a coger las manzanas. Y cuándo había subido al
árbol…
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3
¡ZAAASSS!
Un perro le quitó la cesta con su boca y la dejó en una
alfombra de hojas.
MARA:
- ¡Para, para! -chilló Mara, pero el perro no paraba.
Cuándo Mara puso un pie en la alfombra de hojas…
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¡PUUM!!!!!
Mara se cayó por un oscuro y profundo agujero.
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4
Este llevaba a un salón subterráneo de oro, dónde vivía la diosa del oro y su hijo al
que quería muchísimo. Cuando Mara se giró se encontró frente a frente con la
diosa, Acne.
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5
La diosa le dijo a Mara:
DIOSA:
- Quiero que me hagas unos cuantos recados porque yo estoy muy ocupada. Si
los haces bien te daré una recompensa y podrás salir. Tienes que:
1º Darle de comer a mi bebé.
2º Luego bañarle.
3º Y si lo necesita cambiarle el pañal.
Y,… le dio una lista con las tareas.
Mara respondió:
MARA:
- ¡Vale! lo haré.
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6
Cuándo Acne se fue Mara empezó a bañar al bebe. Jugó con el, le preparó la
comida y hizo todo lo que estaba en la lista y más. De repente Mara oyó un ruido:
¡¡pprrrrrrr!!
¡El bebé se había tirado un pedo! Aun así Mara le cambió el pañal.
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7
Cuando llegó la diosa vio a su bebé dormido y se alegró
mucho. Mara había superado la prueba, la diosa le dijo:
DIOSA:
- ¡Enhorabuena! has cuidado muy bien de mi bebe y estoy muy contenta así que
podrás salir de aquí y te daré una recompensa. Para tener la recompensa,
tendrás que mirarte en un espejo de oro.
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8
Acne llevó a Mara a un extraño sótano dónde había dos
espejos: uno de oro y uno de plata. Entonces le dijo:
ACNE:
- Recuerda, mírate en el espejo de oro.
Mara fue a mirarse en el espejo de oro y…
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9
¡Su viejo vestido se había convertido en uno reluciente y nuevo, su pelo sucio se
había lavado y peinado con diamantes y también su casa se había convertido en
una magnífica mansión!
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10
La niña más rica del pueblo, María, al ver a Mara se puso
celosa y le preguntó:
MARÍA:
- ¿Cómo has conseguido todo eso? Antes eras pobre.
Entonces Mara le contó toda la historia.
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11
Entonces María fue con Mara hasta la alfombra de
hojas. María sin pensarlo dos veces se tiró.
Cayó en el mismo salón de oro que Mara pero ésta no se sorprendió. Entonces la
diosa del oro apareció y le dijo a María lo mismo que a Mara y le dio la misma lista.
Después de todo esto, la diosa finalmente se fue.
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12
María no le dio de comer al bebe, no lo bañó y no le
cambió el pañal porque le daba mucho asco.
Cuándo la diosa llegó y vio que su bebe estaba despierto y llorando se enfadó
muchísimo y decidió darle su merecido a María. Así que le dijo:
DIOSA:
- No has cuidado bien de mi bebe pero aun así te daré la recompensa. Para
obtenerla baja al sótano y mírate en el espejo de plata.
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13
Cuándo llegó a la sala, María rebosante de emoción por obtener más riquezas se
miró en el espejo de plata y…
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14
¡Su maravilloso vestido se había convertido en un viejo
vestido, su peinado se había deshecho y ensuciado y su palacio se había convertido
en una pequeña cabaña!
María al ver todo eso se puso a llorar y nunca más volvió a tener envidia ni de nada
ni de nadie.
FIN
Autoras: Ana M. Rosas Echeverría
Paula San Martín Blanco “Taller de Kamishibai” del C.P.”San Juan de la Cadena” de Pamplona. Curso 2012‐2013 Coordinadoras: Carmen Aldama y Carmen Varea LOS ESPEJOS MÁGICOS
Ana M. Rosas Echeverría y Paula San Martín Blanco
1
No hace mucho ni poco, sino algún tiempo atrás, vivía una niña llamada Mara. Era
pobre y vivía en una pequeña cabaña con su padre.
En el pueblo también vivía una niña rica y ambiciosa llamada María, que vivía en un
lujoso castillo.
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