Cómo apoyar a una persona en duelo

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Cómo apoyar a una persona en duelo
Material de difusión de la
Fundación Piero Rafael Martínez de la Hoz
Rep. Panamá

Sugiérale que asista y participe de los funerales y ceremonias en honor a la
persona que murió

Permita y aliente a que hable de lo que pasó sin minimizar su pérdida, ni
comparar con otros eventos

Invítelo a reconocer y aceptar la
experimentar el dolor por la ausencia

Refuerce la importancia de postergar temporalmente el tomar decisiones
importantes.

Recuérdele que es sano hablar de quién murió reconociendo y aceptan do los
aspectos positivos y negativos que poseía como ser humano

Invítelo a recibir ayuda en compañía de personas que sepan escucharlo. En la
Fundación Piero Rafael Martínez De La Hoz existen grupos de apoyo para
personas que han atravesado la pérdida de un ser querido y profesio nales
entrenados que pueden ayudar le

Prefiera solamente darle un abrazo y decir "lo siento"
vul nerabilidad.
Permítale
llorar
y
Frases que "No" deben decirse a una persona en duelo

"Los hombres no lloran". Recordemos que llorar es terapéutico

"Tienes que ser fuerte, por tus otros hijos". Nadie es inmune al dolor de la pérdida,
el proceso se está dando en su familia

"Así es la vida, así es la naturaleza". Pero el proceso que estamos pasando as
muy duro. ¿Por qué a nosotros?

"Ustedes son jóvenes, pueden tener otro hijo". Nadie sustituye a nadie

"Dios no quería que ese angelito vi niera a este mundo"., Sólo imagínese el
dolor que significa salir de la maternidad con los brazos vacíos, llegar a casa y ver la
cuna vacía

"Todavía eres muy joven". Nunca se es tan viejo o tan joven para no poder
experimentar nuestro duelo cómo queramos

"Mi hijo murió a los quince años, el tuyo sólo tenía dos años... el dolor es
diferente". El tiempo de vida que una persona haya compartido con nosotros, no
significa que va a doler más o menos. Toda pérdida es dolorosa

"Así es mejor, la abuelita ya se durmió y está en el cielo". Meses después se
„verá llevando a su hijo(a) a terapia por trastornos de sueño. El pensamiento mágico
del niño lo llevará a pensar que si me duermo, me muero.

"Tu hermano era tan bueno que por eso Dios decidió llevárselo". Entonces yo
no seré bueno, me portaré mal, porque yo no quiero que Dios me lleve

"Ahora debes ayudar a tu madre, pues eres el hombre grande de !a familia'".
No le deposite roles inadecuados a los niños, ellos son niños, no pueden sustituir a
sus padres.
Qué deseamos nosotros que los demás entiendan acerca
de la. pérdida de nuestro hijo
1.
Desearía que no tuvieran temor de pronunciar el nombre de mi hijo. Mi hijo vivió y fue
importante y necesito escuchar su nombre.
2.
Si lloro o me emociono si hablamos de mi hijo, desearía que supieran que no es porque
me han herido, de hecho es la muerte de mi hijo la que ha causado mis lágrimas. Me han
permitido llorar y se los agradezco. La explosión del llanto y la emoción son sanos.
3. Desearía que no "mataras" a mi hijo otra vez, quitando de tu casa sus fotos, manualidades
y otros recuerdos
4.
Tendré emociones altas y bajas, subidas y bajadas. Desearía que cuando tenga un
gran día no pienses que mi dolor se ha acabado o que si tengo un mal día necesito de
un tratamiento psiquiátrico.
5.
Desearía que supieras que la muerte de un hijo es diferente de cualquier otra pérdida y
debe ser vista desde otro punto de vista. Es la tragedia más grande y me gustaría que no
fa comparen con la muerte de un padre, esposo o mascota.
6.
La pérdida de un hijo no es contagiosa así que desearía que no huyeran de mí.
7.
Desearía que supieras que todas las reacciones "exageradas" de dolor que ves en mi
son normales. Depresión, rabia, frustración, desesperanzas y la puesta en duda de valores y
creencias son de esperar después de la muerte de un hijo.
8.
Desearía que no esperen que mi dolor dure 6 meses. Los primeros 6 años serán
excesivamente traumáticos para nosotros. Al igual que los alcohólicos, nunca estaremos
"curados" sino en continuo tratamiento.
9.
Desearía que entendieran las reacciones físicas de mi dolor, puedo ganar o perder peso,
dormir todo el día o no hacerlo, desarrollar algún tipo de enfermedad o me vuelva propensa a los
accidentes producto de mi dolor.
10.
El cumpleaños de nuestro hijo, el aniversario de su muerte y las fiestas son fechas terribles
para nosotros. Desearía que nos dijesen que tienen a nuestro hijo presente. Si- nos ven quietos o
retraídos, sepan que estamos pensando en nuestro hijo, no traten de forzarnos a estar alegres.
11.
Es normal y bueno que la mayoría de nosotros reexaminemos nuestra fe, valores y
creencias luego de perder un hijo. Nos haremos preguntas de cosas que nos han
enseñado a lo largo de nuestras vidas y con fe y esperanza llegaremos a un nuevo
entendimiento con nuestro Dios. Desearía que me permitieran cuestionar mi religión sin
hacerme sentir culpable.
12.
Desearía que no me ofrecieran tranquilizantes. Estos son remedios temporales y la única
manera que tenemos de sobreponernos al dolor es experimentándolo. No podré sanar si no
siento la herida.
13. Desearía que entendieran que el dolor cambia a las personas. No soy la misma
persona que era antes de la muerte de mi hijo y nunca lo seré. Si esperas que sea la
misma de antes te frustrarás. Soy una criatura nueva, con nuevos pensamientos,
sueños, aspiraciones, valores y creencias. Por favor traten de conocer al nuevo yo, tal
vez aún les agrade.-
FUNDACIÓN
PIERO RAFAEL MARTÍNEZ DE LA HOZ
P.O. Box 55-0939 Paitilla – Panamá
Tel: 227-7498
Email: [email protected]
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