1 Apunte de la cátedra UBA Inteligencia Lic. en Fil. Jarmila Havlik. Lic. Fga. Stella Maris Santella. Introducción Si analizamos el concepto “inteligencia” que poseen las diversas culturas del mundo podemos hallar diferentes concepciones acerca del mismo, de hecho es muy probable que cada uno de nosotros tenga una idea distinta a las de los demás a cerca de este tema y otros relacionados, como por ejemplo el conocimiento. Cabe destacar que siempre es útil ver las cosas desde una perspectiva diferente a la propia para poder comprender mejor las concepciones ajenas y por ello creemos necesario realizar un breve recorrido por los diferentes marcos teóricos que intentan dar respuesta a una incógnita muy inquietante: ¿qué es la inteligencia?. Acerca de la teoría de Jean Piaget: La Epistemología Genética explica la construcción del conocimiento desde un punto de vista evolutivo, reconoce que la inteligencia no surge de la nada, pero aquello que la precede no son estructuras dadas sino la continuidad de un modo de funcionamiento cuya esencia es su poder constructivo, es decir, se trata de un funcionamiento constitutivo de estructuras y no de estructuras ya constituídas. El precursor de dicha teoría, es el constructivista Jean Piaget, él era un biólogo cuyo interés básico era establecer la correspondencia existente entre dos relaciones, por un lado la establecida entre el organismo y el medio y por otro lado entre el sujeto y el objeto. Se planteaba que el modo en que un organismo se adapta al medio equivale al modo en que el sujeto va dominando ese medio y sería justamente la relación sujeto-objeto en el plano del conocimiento. Hace un paralelismo entre la forma en que el organismo conquista al medio y la forma en que el sujeto conquista el conocimiento. Para hallar el nexo entre estas relaciones Piaget comienza a buscar las raíces del conocimiento, realiza un rastreo histórico, busca el origen del conocimiento en la historia pero llega a un punto en que no puede retroceder más pues no puede realizar un control experimental sobre su objeto de estudio, y es así como surge la idea de retroceder en el propio sujeto, plantea la génesis de la relación sujeto objeto, esto lo lleva al plano de lo psicológico y es así como surge la Psicología Genética que será el fundamento para la Epistemología Genética. Ese nexo que Piaget buscaba entre la biología y la epistemología pasaba necesariamente por la Psicología. En 1920 Piaget viaja a Zurich, época en la cual el psicoanálisis está en pleno auge, por lo tanto, toma contacto con la teoría psicoanalítica y es ahí cuando descubre que lo que él busca son los procesos subyacentes a las manifestaciones de los sujetos. Conoce a Binet quien junto a Simon realiza el test del coeficiente intelectual (C.I). Es importante destacar que Binet realizó estudios pioneros sobre las funciones cognitivas a cerca de las relaciones entre memoria e inteligencia, según él “la memoria proporciona la abundancia de materiales sobre los cuales trabaja el pensamiento; cuanto más abundan estos materiales, más aumenta el trabajo y el juicio encuentra más ocasiones para ejercitarse, y el espíritu crítico se afina más por medio de comparaciones y la imaginación se enriquece más en sus desarrollos. La memoria, sin aumentar quizá la profundidad de la inteligencia, le presta riqueza, cuerpo, cantidad, es como una multiplicación de sus productos”. Esta concepción de la memoria no es lejana a la que postula la Psicología Cognitiva cuando expresa la metáfora del ordenador donde ve a la memoria a largo plazo como base sobre la que puede funcionar la inteligencia. Binet realizó un enfoque constructivista en el estudio de la memoria aunque el uso de su test de C.I ha sido lo más difundido. Fue él quien encargó a Piaget la estandarización de dicho test, de esta forma este último comienza a trabajar en un laboratorio donde debía interrogar a niños de diferentes edades con preguntas ya pautadas. Piaget advierte que dichos test arrojaban medidas cuantitativas sin dar cuenta de las relaciones entre los aspectos medidos y la inteligencia. Comienzan a llamarle la atención los errores que se repiten en una misma edad, es así como llega a la conclusión de que esos errores no son casuales sino que muestran estructuras lógicas de pensamiento correspondientes a niños de la misma edad. Para él las estructuras lógicas no son innatas sino que implican un proceso y estudiar la génesis de las mismas equivale a estudiar la génesis del conocimiento. Así continúa investigando y desarrolla el método clínico que le permite descubrir los procesos subyacentes a las respuestas y comentarios de los sujetos que entrevista. No se centra en los aciertos sino en los errores y su regularidad observando que la coincidencia del mismo tipo de error en sujetos de la misma edad indica un proceso común de pensamiento que caracteriza determinada etapa en el desarrollo del conocimiento. Este método permite que el sujeto se exprese libremente dando a conocer su punto de vista sobre el mundo que lo rodea a través de una conversación sobre un tema en la cual no se corrigen ni sancionan los errores sino que induce a la reflexión sobre lo que se afirma. De esta forma Piaget observa las reacciones y justificaciones de los sujetos e infiere a partir de las mismas las estructuras de pensamiento que éste posee. Es así como Piaget describe diferentes estadios evolutivos: 0 a 2 años: inteligencia sensorio motora 2 a 7 años: inteligencia pre-operatoria 7 a 10 años: inteligencia operatoria concreta 10 a 12 años: inteligencia operatoria formal 12 a 14 años: inteligencia hipotético deductiva En todos estos niveles de desarrollo los instrumentos de construcción del conocimiento son los mismos: Asimilación (del objeto por el sujeto) y Acomodación (de lo asimilado a las estructuras ya construidas por el sujeto), es decir que para este autor estos procesos funcionales son los procesos biológicos determinados, no son estructuras establecidas sino la continuidad de un modo de funcionamiento (Piaget lo denomina Equilibrio Estructurante, es decir una reconstrucción continua que tiende a 2 lograr un equilibrio del proceso cognitivo). Queda planteada así la inteligencia como un proceso de adaptación (desde el punto de vista evolutivo). Pero inteligencia y conocimiento ¿son lo mismo, significan lo mismo? Para Piaget el origen del conocimiento radica en las interacciones que se producen entre el sujeto y el objeto de conocimiento, está vinculado continuamente a transformaciones. Es decir que el conocimiento no es sólo producto del sujeto o del objeto sino el producto de la interacción que se da entre ambos. Por su parte el conocimiento está vinculado continuamente a acciones u operaciones, es decir a transformaciones que el sujeto realiza en el objeto sufriendo, a su vez, él mismo transformaciones. Para este autor el sujeto se sirve de la inteligencia para conocer, es decir que ambos conceptos no significan lo mismo pero están íntimamente relacionados. A través de estos mecanismos de asimilación y acomodación el sujeto construye su propio conocimiento. El desarrollo cognitivo es un proceso constructivo e interactivo que surge de la interacción sujeto–objeto. A partir de esta visión del proceso de conocimiento los trabajos y el uso de los test de inteligencia comenzaron a recibir críticas de no poseer una sólida teoría y de centrarse en una necesidad de categorizar y seleccionar a los alumnos con el fin de establecer distinciones de tipo social y económico. Los neopiagetianos: Si bien Roobie Case y Kurt Fisher mantienen la idea piagetiana de estadios generales son más amplios que Piaget ya que tienen en cuenta aspectos de la evolución social y emotiva. Estos autores admiten que una persona puede hallarse en determinado estadio en lo que respecta al conocimiento de un tema y en otro estadio evolutivo inferior en otros temas según el nivel de conocimiento. Sostienen que el proyecto de Piaget se centraba en algunos usos de la mente y no en otros y que no se pueden mantener sus definiciones terminantes de las secuencias de estadios y su universalidad. Para Case la esencia de la conducta inteligente es la resolución de problemas. Para conceptuar la mente humana se basa en la imagen de una computadora que tiene que resolver problemas. Sugiere la existencia de estructuras conceptuales centrales para el desarrollo cognitivo puede verse como una escasa cantidad de estructuras que rigen el desempeño en un conjunto de actividades, a saber: Una estructura que se centra en el conocimiento de las cantidades. Una segunda estructura se ocupa de la cognición social, de la apreciación de la intención y la motivación. En cada una de ellas se producen cambios análogos mientras el niño se desarrolla y están sujetas a desarrollos más generales. De esta forma Case mantiene el concepto de sistema explicativo general de Piaget y admite la existencia de un cuerpo cada vez mayor de datos que sugieren que el procesamiento de las cantidades no es igual que el de otros tipos de información y que hay vínculos más fuertes entre la familia de actividades numéricas que entre aquellas que involucran numeros y otros contenidos. Para Fisher el concepto central es el de habilidad, habilidad que puede actuarse físicamente o manifestarse bajo la forma de una operación psíquica. Llama a su enfoque “Teoría de las Habilidades”. Este autor describe un conjunto amplio de estadios o “pisos” que abarcan la organización de la conducta experta en diferentes niveles de sofisticación: desde los conjuntos sensorio motores simples, a los 3 o 4 meses de edad, hasta un sistema de sistemas abstracto, a los 24 o 26 años de edad. Es así como las estructuras de habilidades concretas se tornan cada vez más poderosas convirtiéndose en estructuras más integradas, siguiendo reglas de transformación algebraica específicas. Con los años la cantidad de pisos y niveles aumenta y se han hallado evidencias que relacionan este aumento con cambios en las estructuras del cerebro. Según Fisher la cantidad y el tipo de experiencias a las que se encuentra sometido un niño con una habilidad determinan el nivel de su piso en ella, por ende un niño puede estar en un nivel más alto en una habilidad que en otra. Las irregularidades en la evolución son, entonces, la regla y no una excepción. Por último este autor señala que el nivel aparente de sofisticación de un infante es influído por la cantidad de apoyo que le brinda su medio, eliminando dicho apoyo es posible determinar el nivel óptimo de un niño y su desempeño normal. Es importante señalar que autores como Siegler, Klarh y Wallace han sido más influídos por la computación y por los enfoques de procesamiento de la información que Case y Fisher. Siegler postula que un niño en particular es capaz de seguir una regla y no otra y a partir de ello se puede predecir qué problemas podrá resolver, cuáles no y los motivos de su fracaso. Klarh y Wallace se ocupan del problema del cambio evolutivo al postular que las reglas, o sistemas de producción, que siguen los niños pueden cambiar, por lo tanto su sistema cognitivo es automodificable. En vez de ver el desarrollo como un proceso biológico restringido a los seres humanos se lo puede simular mediante un recurso computacional. La perspectiva pluralista o modular de Feldman: En su obra “Beyond universals in cognitive depelopment” David Feldman expresa que Piaget solo se concentró en las categorías kantianas de tiempo, espacio y cantidad que se pueden suponer universales y se desarrollan independientemente de los ámbitos culturales. Él, por su parte, agrega tres dominios adicionales dignos de analizarse: Los dominios culturales: son aquellos que se espera dominen en las personas que viven en determinada cultura ( ej: leer y escribir, cazar, etc.) Los dominios disciplinarios: son aquellos que se dominan con el tiempo dentro de una cultura (ej: disciplinas académicas, entretenimientos personales) Los dominios únicos: aptitudes o habilidades que sólo han sido dominadas por una persona. Si se pone atención en los diferentes dominios que ofrece una cultura y se examinan las áreas en las que los niños se destacan puede obtenerse un panorama 3 muy diferente del intelecto. Desde la perspectiva pluralista o modular los seres humanos evolucionan hasta ser capaces de realizar diversas operaciones con distintos contenidos. Los logros obtenidos son producto de la sumatoria de los talentos innatos, las oportunidades culturales, la práctica y la motivación. La perspectiva Chomskyana: Noam Chomsky ha desarrollado un conjunto de ideas sobre la cognición humana, para él así como el ser humano posee órganos que permiten el funcionamiento corporal, la mente humana consiste en una cantidad de aptitudes u órganos psíquicos que siguen reglas prescritas. Tanto él como Jerry Fodor sostienen que la mente humana puede pensarse como un conjunto de órganos o módulos psíquicos poseedores, cada uno, de reglas propias y restricciones. Dichos autores desafiaron a Piaget explícitamente en 1975 si bien este último estaba dispuesto a buscar puntos de coincidencia, Chomsky rechazó todo intento ya que desde su perspectiva la idea de conocimiento general y operaciones de pensamiento subyacentes generales era algo imposible, ya que para él lo más importante es el conocimiento que se constituye en la mente humana en el nacimiento, el conocimiento innato que es estimulado y desencadenado por el medio. Chomsky critica los pilares del sistema piagetiano y plantea un modelo diferente: el análisis de orientación matemática del lenguaje. Desde esta perspectiva se podría analizar los dominios de la inteligencia infantil uno por uno, intentando establecer el conocimiento existente en el comienzo de la vida del niño y las formas en que las sucesivas capas de conocimiento se disparan para producir niveles adultos de competencia. Esta forma de estudio de la cognición es considerada como el estudio de las restricciones, término que se relaciona con las condiciones que dan lugar al aprendizaje y al desarrollo. Los investigadores de las restricciones reconocen la existencia de dominios independientes que tienen sus propias estructuras cerebrales y sus reglas organizativas. Algunos de ellos consideran que el pensamiento de los niños se desarrolla a partir de un núcleo inicial, otros sostienen que es disparado por acontecimientos ambientales. Teoría de las inteligencias múltiples: Howard Gardner plantea la Teoría de las Inteligencias Múltiples como desafío a la visión clásica que sostiene que la inteligencia es una capacidad unitaria para el razonamiento lógico y valoriza el razonamiento abstracto. Dicha teoría intenta dar cuenta de la variedad de roles adultos o estados finales que existen en las diferentes culturas. La misma se basa en la Neurociencia (estudio del cerebro) y en la Ciencia Cognitiva (estudio de la mente), ciencias inexistentes en la época de Binet. Gardner, a partir de una visión pluralista del intelecto, distingue diferentes facetas cognitivas y define a la inteligencia como “la capacidad para resolver problemas o elaborar productos que son de gran valor para determinado contexto comunitario o cultural”. Todos poseemos estas capacidades en diferente grado y en combinaciones distintas, como potenciales psicobiológicos en bruto, es decir que todos los miembros de la especie poseen dicho potencial para ejercer un conjunto de facultades intelectuales de las que la especie es capaz. Dichas capacidades no pueden observarse en forma pura ya que, si bien son independientes en forma significativa, trabajan conjuntamente en la resolución de problemas. Es decir que la competencia cognitiva del ser humano es un conjunto de habilidades, talentos o capacidades que denominamos inteligencia. Esta perspectiva pluralista del intelecto nos conduce de una visión de escuela uniforme, donde se evalúa a los estudiantes en forma meritocrática, a una escuela que reconoce la existencia de múltiples y diferentes facetas cognitivas, teniendo en cuenta que las personas poseen diversos potenciales y estilos cognitivos, una escuela que se centra en el individuo a partir de una visión polifacética de la inteligencia. De esta visión surge el proyecto Zero. Este diseño de escuela pluralista se basa en dos hipótesis, según Gardner, no todo el mundo tiene los mismos intereses y capacidades, o bien, no todos aprendemos de la misma forma, y además, en nuestros días, nadie puede llegar a aprender todo lo que hay para aprender. Una escuela centrada en el individuo debería evaluar las capacidades y las tendencias individuales, para intentar adecuar, luego de los primeros cursos, las capacidades individuales a los distintos modelos de vida y las opciones laborales existentes en el medio cultural al que el mismo pertenece. La identificación precoz de dichas habilidades puede ser útil para seleccionar las experiencias que pueden beneficiar a los niños, como así también para descubrir cuáles son sus puntos débiles y poder abordarlos o hallar formas alternativas que cubran el área correspondiente a alguna de estas capacidades. Las evidencias en las que este autor basa su teoría provienen de distintas fuentes: Del desarrollo de las capacidades en niños normales, y de cómo estas capacidades se abren paso bajo condiciones de lesiones cerebrales, en personas que antes no poseían patología de ese tipo; también en perfiles intelectuales de poblaciones especiales: niños prodigio, sabios idiotas, niños autistas, niños con problemas de aprendizaje, es decir todos aquellos que presentan perfiles cognitivos muy irregulares y difíciles de explicar desde una visión unitaria de la inteligencia. Mecanismos de procesamiento de la información: Se puede definir a la inteligencia humana como un mecanismo neuronal o sistema de computación programado genéticamente para ser activado o disparado por ciertos tipos de información que se presentan de forma externa o interna. Es decir que cada inteligencia debe poseer una formación nuclear identificable; a modo de ejemplo podemos decir que el núcleo de la inteligencia musical es la sensibilidad para entonar bien. Cada inteligencia debe ser susceptible de codificarse en un sistema simbólico, un sistema de significado producto de una cultura, que capture y transmita formas importantes de información. La existencia de una capacidad computacional nuclear anticipa la existencia de un sistema simbólico que la aproveche. Una característica primordial de la inteligencia humana es su gravitación natural hacia la encarnación en un sistema simbólico. La psicometría, la psicología experimental y la cognitiva también son fuente de evidencia para la teoría de Gardner. 4 La trayectoria evolutiva que lleva a cada inteligencia desde sus manifestaciones básicas universales hasta un estado final experto. Gardner busca los orígenes de la inteligencia humana en las especies que anteceden a los seres humanos. Las inteligencias existentes, según lo que este autor postula a partir de dichas evidencias, son nueve: Lógico-matemática: Es la capacidad lógica, matemática y científica para resolver cálculos, implica el uso y la apreciación de relaciones abstractas.Los matemáticos, programadores de P.C, contadores, ingenieros, científicos, son algunos de los ejemplos que podemos citar a cerca de esta aptitud. Lingüística: la psicología evolutiva muestra la existencia de una aptitud de discurso universal de rápido desarrollo en sujetos normales. La neurobiología, por su parte, señala mecanismos de procesamiento de la información relacionados a este tipo de inteligencia que incluyen mecanismos dedicados a la sintaxis, semántica, fonología y pragmática. Esta capacidad se ve claramente ejemplificada en los poetas aunque también podemos incluir a los periodistas, abogados, publicistas. Musical: capacidad que permite a las personas crear, comunicar y comprender sentidos a partir de los sonidos. Las áreas de percepción y producción musical estarían situadas en el hemisferio cerebral derecho, aunque no se habla de un área musical especifica. Los componentes de procesamiento de la información de esta capacidad incluyen el tono, el ritmo y el timbre. Claramente puede verse esta aptitud en los compositores e intérpretes musicales como así también en los directores de orquesta, ingenieros y técnicos de sonido. Cinético corporal: capacidad de resolver problemas o crear productos utilizando el uso de todo el cuerpo, o parte de él. El control sobre las acciones motrices, finas y gruesas, y la capacidad de manipular objetos externos son operaciones asociadas a este tipo de inteligencia. La corteza motora es el área de localización de dicho control y la representación es cruzada, es decir cada hemisferio cerebral se encarga de controlar las acciones motoras, del cuerpo, del lado opuesto. Las bases biológicas de dicha inteligencia incluyen la coordinación entre el sistema neuronal, el muscular y el perceptual. Como ejemplos podemos citar bailarines, cirujanos, atletas, malabaristas, etc. Espacial: es la capacidad que permite elaborar un modelo mental de un mundo espacial, para maniobrar y operar usando dicho modelo. Es decir, es la habilidad de percibir información espacial, transformarla y recrear imágenes visuales incluso sin referencia al estímulo físico original. Las aptitudes centrales de dicha inteligencia incluyen la capacidad de construir imágenes en tres dimensiones, de moverlas y representarlas. Cabe destacar que este tipo de inteligencia no depende exclusivamente de la información visual. La investigación neurológica sostiene su autonomía. El hemisferio cerebral derecho demuestra ser muy importante en lo que al cálculo espacial respecta, más específicamente los lóbulos parietal y temporal derecho y las conexiones que establecen con otras zonas del cerebro. Este tipo de inteligencia se utiliza en la resolución de problemas relacionados a la navegación, el uso de mapas, el ajedrez. las artes visuales, entre otras. Interpersonal: habilidad para reconocer y distinguir los sentimientos, convicciones e intenciones de los demás. Permite comprender e interactuar con los otros. Se construye a partir de una capacidad nuclear para sentir distinciones entre los demás, en particular, contrastes en sus estados de ánimo, temperamentos, motivaciones e intenciones. En formas mas avanzadas permite a un adulto hábil leer las intenciones y deseos de los demás aunque se hayan ocultado. Su funcionamiento esta en estrecha relación con los lóbulos frontales. Esta inteligencia suele verse desarrollada en lideres políticos, religiosos, docentes, etc. Intrapersonal: es el conocimiento de los aspectos internos de una persona, el acceso a la propia vida emocional, a la propia gama de sentimientos, la capacidad de efectuar discriminaciones entre estas emociones y ponerle un nombre y recurrir a ellas como medio de interpretar y orientar la propia conducta. Es la capacidad de formar un modelo ajustado, verídico de uno mismo y de poder usarlo para desenvolverse en forma eficaz en la vida. Se desarrolla a partir de la capacidad de diferenciar el placer del dolor y actuar en base a dicha discriminación. La participación de los lóbulos frontales es de vital importancia para el desarrollo de dicha capacidad; alteraciones en los mismos pueden producir cambios conductuales según la localización y extensión de la lesión. Ecológica o naturalista: Es la capacidad para percibir comportamientos y cualidades de la naturaleza. Espiritual: Es la capacidad de plantearse temas que exceden a la propia existencia del sujeto, como por ejemplo distintas preguntas filosóficas, religiosas. La trayectoria evolutiva natural de cada inteligencia comienza con una habilidad modeladora en bruto. La inteligencia “en bruto” predomina durante el primer año de vida. En la siguiente etapa se llega a la inteligencia a través de un sistema simbólico. A medida que avanza el desarrollo se presenta cada inteligencia acompañada de su sistema simbólico mediante un sistema notacional. Finalmente, durante la adolescencia y la edad adulta, las inteligencias se expresan a través de las carreras vocacionales y aficiones. El estudio de la evolución temprana que Gardner realiza revela que el desarrollo de la competencia en un campo sigue un camino diferente que el de la evolución en otros dominios, de hecho este autor habla de “corrientes diferentes de desarrollo” siendo fiel, en este sentido, a la teoría de la modularidad de la mente. Pero el análisis posterior de la información sobre el desarrollo simbólico muestra un panorama más complejo, la mayoría de los acontecimientos de este desarrollo parece respetar los límites de corrientes específicas y concretas pero hay algunos que los desbordan como si fueran olas y pasan a otros dominios simbólicos distinguiéndose así cuatro “olas mayores”, cada una de las cuales se produce a intervalo de un año aproximadamente. Dichas olas son las siguientes: Estructuración de los acontecimientos: se produce entre los 18 y 24 meses, cuando los niños llegan a apreciar la estructura básica de los acontecimientos de un relato. Representación topológica: a los 3 años aproximadamente. Representación digital: a los 4 años. 5 Simbolización notacional: al comenzar la escuela. De esta forma notamos como ciertos aspectos de la simbolización apoyan la formulación de una teoría modular (corrientes), pero otros la acercan a una visión piagetiana (olas). Intentos de conciliación entre el Innatismo y el Constructivismo: Anette Karmiloff Smith en su libro “Más allá de la modularidad” critica tanto al innatismo como al constructivismo. Afirma que, por un lado, Piaget habla de procesos biológicos determinados: los reflejos sensoriales y los procesos funcionales (asimilación, acomodación y equilibración) necesarios para la construcción del conocimiento, mientras que Fodor afirma que el aprendizaje está guiado por principios innatamente establecidos y específicos, por módulos predeterminados. Esta autora intenta encontrar un punto de integración entre estas dos teorías, a partir del análisis cuidadoso de cinco dominios del conocimiento independientes: el lenguaje, el numero, el dibujo, la comprensión del mundo físico y la comprensión del mundo socio psicológico (teoría de la mente). Afirma que es necesario postular la existencia de algunas restricciones innatas pero que es evidente que el desarrollo implica un proceso dinámico de interacción entre la mente y el ambiente de lo que supone la postura estrictamente innatista. También sostiene que estas dos teorías no son incompatibles siempre y cuando se respeten ciertas condiciones: Añadir a las ideas piagetianas algunas predisposiciones innatistas. La base inicial con que conoce el niño debe implicar especificaciones menos detalladas de lo que suponen algunos innatistas y un proceso de modularización progresivo en contraposición a los módulos preestablecidos. Es decir que la mente se modulariza a medida que avanza el desarrollo. Cualquiera sea el componente innato que invoquemos sólo puede convertirse en parte de nuestro potencial biológico a través de la interacción con el ambiente. El componente innato permanece latente hasta que recibe la entrada de los datos que necesita y ésta a su vez influye sobre el desarrollo. Karmiloff propone, en definitiva, adoptar una postura epistemológica que abarque aspectos del innatismo y del constructivismo. La perspectiva Vigotskyana: Vigotsky (1896 – 1934) y sus seguidores contextualistas recalcan el papel del apoyo jugado por los seres humanos, padres, docentes, instituciones escolares y laborales etc., y por las invenciones de la cultura en el proceso de configuración de la mente humana. Su teoría se basa, principalmente, en la idea de que el conocimiento es básicamente un proceso social, su postura se denomina “socio-histórica”. El ser humano hace intrapsíquicos los conocimientos ínterpsíquicos, (lo cual resume en una llamada “Ley de doble formación de los conceptos) es decir se apropia del conocimiento que es social y se constituye como sujeto en tanto y en cuanto se encuentra inserto en un medio social. Establece una relación entre aprendizaje y desarrollo, opuesta a Piaget, ya que no es el desarrollo el que posibilita el aprendizaje sino al contrario son los aprendizajes los que promueven el desarrollo. El aprendizaje se produce en la denominada, metafóricamente, Zona de Desarrollo Próximo. La define como “La distancia entre el nivel de desarrollo real, en tanto determinado por la capacidad de resolver problemas de manera independiente, y el nivel de desarrollo potencial, en tanto determinado por la capacidad de resolver problemas bajo la orientación de un adulto o en colaboración con pares más capacitados”. Acerca de la Inteligencia Emocional (I.E): Daniel Goleman toma como punto de partida de su obra, al igual que Gardner, la crítica a los estudios del coeficiente intelectual, para él dichos test son totalmente insuficientes para explicar la inteligencia humana. Dicho autor plantea la relación entre la inteligencia y la afectividad, afirmando que si la inteligencia es modular y específica también debe existir una inteligencia respecto de las emociones, afectos y cuestiones de ese orden, tal como lo indica Gardner, referido a las inteligencias inter- e intra-personales. Es decir que los problemas emocionales o afectivos podrían ser tomados como problemas susceptibles de una resolución inteligente. La inteligencia queda incompleta o mutilada si no se acompaña de un desarrollo adecuado de la I.E. Pero qué es la I.E? Es la capacidad que poseemos para conocer y manejar nuestras emociones así como para percibir claramente y poder manejarnos con las emociones de quienes nos rodean. A diferencia del C.I la I.E puede desarrollarse ampliamente trabajando sobre ella y tiende a ampliarse con el paso de los años y la acumulación de distintas experiencias. Cuatro son las dimensiones que componen dicha inteligencia: Autoconocimiento: es el conocimiento de las propias emociones. Autocontrol: es la capacidad de controlar nuestras emociones. Conciencia social: es el reconocimiento de las emociones ajenas. Manejo de las relaciones interpersonales: es la habilidad para relacionarse socialmente. Es importante destacar que este enfoque ha adquirido, en los últimos años, gran relevancia en los ámbitos laborales y educacionales siendo esta una síntesis de los puntos principales del mismo.