Técnicas para la especulación bajista en Bolsa Tesis Máster Oficial en Banca y Finanzas (2008/09) Vicente Manuel López López Tutor: Antonio Grandío Dopico 1 2 Índice BLOQUE INTRODUCTORIO Presentación y justificación Análisis Fundamental Análisis Técnico Incipiente justificación académica a favor del Análisis Técnico Principios de la especulación bursátil Psicología bursátil La información privilegiada Limitaciones de las fuentes del Análisis Fundamental Polivalencia del Análisis Técnico 6 8 11 12 17 19 24 25 28 BLOQUE ANALÍTICO Sistemas de especulación 31 El uso de... Soportes y resistencias Identificación y lectura Ejemplo: Abengoa Estrategias bajistas 35 Directrices o líneas de tendencia Identificación y lectura Ej.: Antena 3 Ej.: Unipapel Estrategias bajistas 39 Canales Identificación y lectura Ej.: La Seda de Barcelona Estrategias bajistas 44 Rectángulos 47 Triángulos Identificación y lectura Triángulos simétricos Ej.: Abengoa Triángulos rectángulos ascendentes y descedentes Estrategias bajistas 49 Vueltas en un día Identificación y lectura Estrategia bajista Ej.: Sol Meliá 53 3 Formaciones en V Identificación y lectura Ej.: BBVA Estrategias bajistas Dobles techos y dobles suelos Doble techo o figura en M Ej.: Solaria Doble suelo o figura en W Ej.: Corporación Dermoestética Estrategias bajistas 56 58 Medias móviles Utilización individual Estrategias bajistas Ej.: Técnicas Reunidas Utilización de dos medias móviles Estrategia bajista I: cruces de medias Estrategia bajista II: Método de la zona neutra Ej.: Técnicas Reunidas (II) Utilización simultánea de tres medias móviles: Aplicaciones bajistas 62 Bandas de Bollinger Cálculo y lectura Interpretación y aplicación bajista Ej.: Unión Fenosa 70 El Estocástico Cálculo y lectura Utilización y esquemas especulativos bajistas Sobrecompra y sobreventa Ej.: BBVA Cruces entre %D y %K Ej.: Cementos Portland Divergencias 74 RSI: Indicador de fuerza relativa Cálculo y lectura Esquemas operativos Sobrecompra y sobreventa Divergencias Ej.: Cintra Figuras 77 MACD Descripción y cálculo Operativa bajista Uso clásico: cruces Ej.: Grupo Prisa Otros usos 81 4 Señales de sobrecompra y sobreventa Confirmación de la dirección de la tendencia Divergencias Ej.: Grupo Prisa (II) Histograma del MACD Estrategias bajistas Velas japonesas Descripción y diseño Velas intradiarias en relación con formaciones gráficas Señales preocupantes para el operador bajista Señales de vigilancia para la apertura de posiciones bajistas Algunas pautas bajistas Larga sombra superior Doji de Lápida Estrella fugaz Cubierta de nube oscura Envolvente bajista CONCLUSIONES ANEXO: BLOQUE OPERATIVO Productos que permiten operar a la baja ETFs CFDs Operaciones a crédito Futuros Opciones Combinaciones bajistas Put Ratio Backspread Túnel Vendido Spread Bajista Warrants Turbowarrants BIBLIOGRAFÍA 86 93 95 96 97 101 104 107 116 117 119 5 BLOQUE INTRODUCTORIO Presentación y justificación Habitualmente se relaciona un movimiento bursátil bajista, con una situación en la que el inversor inexorablemente estará destinado, bien a la acumulación de minusvalías en su cartera patrimonial, bien hacia la erosión de las plusvalías que supo acumular. En un escenario bajista, el inversor particular se limitaba, tradicionalmente y en el mejor de los casos, a una única estrategia operativa encaminada a salvaguardar los beneficios acumulados hasta el momento, mediante el cierre de sus posiciones abiertas y la búsqueda de otras posibilidades, en las que poder rentabilizar los recursos procedentes del cierre de posiciones. Y es que, un movimiento bursátil fuertemente bajista es un torrente de pánico vendedor que inexorablemente provoca la caída de las cotizaciones en la práctica totalidad de las empresas cotizadas, sin hacer distinción en como sean sus fundamentales. Sin embargo, la popularización entre los operadores particulares de algunos instrumentos financieros derivados, y la aparición de otros nuevos, destinados al aprovechamiento de los movimientos bursátiles bajistas, han propiciado que cada vez sean más los inversores particulares interesados en rentabilizar también los movimientos bajistas del mercado. Superada, por tanto, la creencia según la cual, en los mercados bursátiles únicamente es posible ganar dinero con movimientos alcistas del mercado. Numerosos analistas afirman que los movimientos bajistas pueden aprovecharse especulativamente mejor que los movimientos alcistas, ya que por regla general los movimientos bajistas son mucho más rápidos, limpios y pronunciados que los alcistas. Resulta evidente, que la operativa bajista no está exenta de riesgo, pues apostar por un movimiento bajista nos generará ganancias si la cotización del subyacente, sobre el que se referencia el instrumento operativo derivado, cae; sin embargo nos conduciría a pérdidas cuando tal cotización subiera en lugar de bajar. He ahí la importancia de determinar las circunstancias idóneas para abrir posiciones cortas en el mercado. 6 El objetivo de la Tesis no es otro que el de exponer las herramientas, los conocimientos y los mecanismos necesarios que le permitan al agente individual especular con los movimientos bursátiles bajistas, con el fin de rentabilizarlos. Se presenta una Tesis con una orientación fundamentalmente práctica, cuya orientación finalista es la presentación de sistemas de especulación bajista que permitan al inversor particular llevarlos a la práctica y aplicarlos a su operativa bursátil. Una vez presentados los mecanismos con los que identificar los movimientos bajistas, se pondrán en contacto con las herramientas que nos permitan rentabilizarlos. No se trata, por tanto, de una tesis con orientación púramente académica. La Tesis integrará conceptos del ámbito de las asignaturas de Mercados Financieros y de Derivados Financieros. La exposición se abre con un bloque introductorio que contextualiza el ámbito de aplicación de la misma, al tiempo que define y defiende los argumentos que llevan al uso de sistemas del Análisis Técnico en detrimento de esquemas basados en el Análisis Fundamental. En un segundo bloque, la tesis presenta y aplica distintas herramientas del Análisis Técnico para la identificación de movimientos bursátiles bajistas, con el objeto de su posterior aprovechamiento mediante instrumentos financieros derivados u operativas concretas, objeto de enumeración en el anexo que cierra el escrito. Se presentarán pautas que el Análisis Técnico califica como bajistas, indicios a partir de los cuales podríamos identificar y calibrar el inicio, la continuidad y el fin de los movimientos a la baja en las cotizaciones bursátiles, ya sean tendencias bajistas de largo plazo, correcciones técnicas en movimientos alcistas o fases bajistas de los movimientos laterales. Los sistemas operativos propuestos tiene una marcadísima componente especulativa. Y es que la tesis presenta, más que técnicas de inversión, técnicas cortoplacistas, cuyo único objetivo es la obtención del inmediato lucro, a través de la identificación de pautas y movimientos bajistas del mercado. Además de relacionar el ámbito analítico con el operativo, y dado que uno de los fines de la tesis es presentar la aplicabilidad y funcionalidad, tanto de las herramientas de 7 análisis como de los instrumentos operativos, no me ceñiré meramente a definirlos, lo cual no es objeto de tesis, si no que tras presentar cada uno de ellos, se les dará aplicación mediante un ejemplo, a fin de constatar su enfoque práctico y aplicado, al tiempo que se subrayarán las señales bajistas de cada pauta. Análisis Fundamental El Análisis Fundamental o Financiero es aquél que trata de valorar una acción mediante la evaluación de la propia empresa en relación consigo misma y con su entorno; con base al análisis de su negocio y mediante el estudio de sus elementos contables y financieros, sus resultados empresariales y las variables de su entorno macroeconómico, monetario y sectorial. Trata de averiguar la calidad de una compañía partiendo de los datos que suministra la misma, enjuiciando en términos de rentabilidad y riesgo si un valor está sobrevalorado o infravalorado en función con sus posibilidades de generación de beneficios y su entorno económico. Y es que, una vez determinado el valor intrínseco de las acciones de una compañía, el analista fundamental lo comparará con su precio de mercado. El Análisis Fundamental trabaja con la hipótesis básica de que si bien el mercado no es eficiente en el corto plazo, si lo es en el largo. De modo que aunque hoy el precio de una acción no refleje el verdadero valor de la compañía, en un futuro más o menos cercano tenderá hacia éste. Trata de determinar, un concepto normativo, el precio que el título debería tener. En el enfoque bajista que la tesis trata, si el precio de la acción es mayor que su valor intrínseco, el analista fundamental entendería que tal título está sobrevalorado, asumiendo que en búsqueda del lógico equilibrio la cotización bajará, por lo que el operador debería obrar en consecuencia: cerrar sus posiciones largas y abrir posiciones cortas. A primera vista se trata de una metodología impecable, sin embargo, en muchas ocasiones incurre en simplificaciones enormemente restrictivas acerca de la realidad de los mercados financieros, además de que muchos de los métodos que utiliza para tratar de determinar el valor intrínseco de una empresa requieren de la actualización de acontecimientos futuros, procedimiento a toda lógica discutible, o la integración de datos exógenos difícilmente previsibles o determinables. 8 No es objeto de esta Tesis el proponer un debate entorno a la aplicación del fundamento económico al análisis bursátil y desde luego tampoco es entrar en disquisicitudes academicistas entorno a la eficiencia de los mercados financieros, ni filosofar con elocuencia sobre el caos determinista, los paseos aleatorios o la geometría fractal. Sin embargo, en este bloque introductorio se defenderá la aplicación del Análisis Técnico de valores, y en su argumentación se pondrá de manifiesto las limitaciones del Análisis Fundamental para el enfoque especulativo que nos ocupa, justificándose detalladamente los términos que nos llevan a tales consideraciones. Shiller1 (1981) presentó una amplia evidencia entorno a que los mercados bursátiles norteamericanos eran excesivamente volátiles en relación con sus fundamentos económicos a largo plazo. A partir de entonces el ámbito académico entró en un debate, cuyo punto de vista dominante determinó que los mercados son ineficientes en el sentido de que no siempre son capaces de descontar racionalmente los flujos de caja futuros. Lo que da entrada a la consideración de que las cotizaciones de los activos financieros están sujetas a comportamientos, influencias o percepciones que las desvían de sus fundamentos económicos. Aunque los defensores del Análisis Fundamental argumentan que, a largo plazo, las cotizaciones de las compañías tienden a su valor intrínseco real, en la práctica existen variaciones muy cuantiosas en torno a su auténtico valor. Además, mientras este proceso de ajuste teóricamente se lleva a cabo, muchos de los parámetros en los que el analista se apoyó para determinar el valor de la acción, junto con la capacidad de la empresa para generar beneficios futuros, seguramente habrán variado, con lo que el pretendido equilibrio se haría virtualmente inalcanzable. El analista técnico simplemente tratará de identificar las fluctuaciones que se producen en las cotizaciones del mercado, con el fin de rentabilizar sus movimientos, con operaciones de trading. En cualquier adquisición es elemental pagar el menor precio posible y fundamental pagar un precio inferior al verdadero valor de la empresa comprada. Defender el 1 SHILLER, ROBERT (1981) "Do stock prices move too much to be justified by subsequent changes in dividens?" American Economic Review. Vol. 71. 9 mantenimiento de una posición que nos genera pérdidas, aludiendo a que su verdadero es muy superior, es hacer de la necesidad virtud. Por mucho que afirmemos que en Bolsa no se pierde mientras no se vende, esconder los errores debajo de una alfombra no es recomendable en ninguna actividad que se ejerza con ánimo de lucro. El hecho es que, aunque deseáramos vender, nadie nos pagará un precio superior a la cotización vigente en el mercado. Keynes solía decir, “Es totalmente correcto pagar tres veces el valor de algo, en la medida en que más adelante se encuentre a un inocente que pague cinco veces su valor real” Por crudo que parezca, para obtener beneficios en los mercados bursátiles, lo esencial es identificar qué harán las cotizaciones, independientemente de que éstas se parezcan o no a su verdadero valor. Pablo Fernández, profesor del IESE, afirma que muchas personas se arruinaron en 1999 por valorar bien las empresas de Internet, detectaron que estaban sobrevaloradas y apostaron por una caída de los precios. Sin embargo, antes de caer, las cotizaciones de las empresas subieron notablemente y esto les llevó a la ruina. Valorando bien se puede perder dinero en cualquier mercado bursátil. El Análisis Fundamental es absolutamente básico a la hora de valorar empresas con la intención de adquirirlas o controlarlas de forma activa, sin embargo, en el corto plazo presenta carencias importantes, que se citan a continuación y que se explican detalladamente en los apartados posteriores de este bloque introductorio: - Una cosa es el valor de una acción y otra, en ocasiones muy distinta, es su precio. Dado que el proceso teórico de ajuste en ambos (asumiendo que exista) no es inmediato, el enfoque del Análisis Fundamental no se adapta al cometido que esta tesis busca –orientación hacia el aprovechamiento especulativo de movimientos bursátiles bajistas en el ultracorto plazo-. - En el establecimiento de las cotizaciones bursátiles entran en escena mecanismos del comportamiento basados factores psicológicos imponderables para el analista fundamental. - Los datos con los que ha de trabajar el analista son los que proporciona, o quiere proporcionar, la empresa analizada. Sin afirmar que éstos sean falsos, una 10 información parcial, distorsionada, o la ocultación de algunos de sus extremos, puede echar por tierra un buen trabajo de Análisis Fundamental. - Los mercados descuentan el futuro y ello se observa inmediatamente en las cotizaciones, cuya evolución suele anticiparse a la motivación económica y al fundamento empresarial. Es decir, en numerosas ocasiones, las bolsas al descontar las expectativas, incluyen elementos que todavía no forman parte del fundamento o no están confirmados por el análisis empresarial o las noticias. El Análisis Fundamental no es todo lo ágil que debería. - Además, como consecuencia del abuso de la información privilegiada, el mercado con frecuencia se anticipa a la publicación de los datos que el analista fundamental precisa para realizar su labor. - Efectivamente, las tendencias de largo plazo de las cotizaciones empresariales se originan en base a su fundamento económico. El sentido común del analista le indicará cual será el sentido de la reacción mercado, en función de que los cambios fundamentales se antojen como nocivos o beneficiosos. Sin embargo, una vez que el movimiento se haya iniciado, se antoja complicado para el analista fundamental calibrar en que medida la magnitud del mismo es ya suficiente en correspondencia a la relevancia del cambio fundamental, o si por el contrario el mercado aún no descontó la totalidad de la incidencia. La validez principal del Análisis Fundamental, en el ámbito de aplicación de esta tesis, reside en su capacidad de determinar que, cuando cerró un trimestre o ejercicio –a causa del retraso con el que se dispone de los datos- la salud financiera de la empresa era mala. Y de no haberse publicado nada que obligue a cambiar de opinión, puede seguir manteniéndose el mismo criterio. Con ello se nos presenta una serie de empresas especialmente indicadas para especular a la baja, muy especialmente si se ha observado un comportamiento divergente entre evolución de los fundamentos y las cotizaciones. Análisis Técnico Ante las enormes limitaciones que, a mi juicio, presenta el Análisis Fundamental en la generación de señales de compra y venta para la gestión especulativa de posiciones en el corto plazo, me veo en la obligación de aplicar un análisis sobre el mercado en sí mismo, más que sobre el propio subyacente económico, utilizando los métodos que se 11 engloban dentro del Análisis Técnico. Esto no deja de ser interesante, pues nos obliga a renunciar a uno de los instintos más fundamentales del economista clásico, el deseo de buscar unos equilibrios correctos basados en el fundamento económico. El Análisis Técnico focaliza directamente sobre los movimientos que se producen en el mercado, dando prioridad al estudio de formaciones gráficas de las cotizaciones, a los volúmenes, y a la relación existente entre las fuerzas compradoras y vendedoras del mercado, con el objetivo de identificar los movimientos bursátiles alcistas o bajistas. Este tipo de análisis tiene en cuenta la psicología del inversor, junto con las esperanzas, temores y criterios, ya sean racionales o irracionales, de los agentes del mercado, los cuales quedan sintetizados, sopesados y finalmente expresados en la operativa del mercado y con ello en las cotizaciones. Los pilares sobre los que el Análisis Técnico se desarrolla se sentaron hace más de un siglo, en base a los trabajos de Charles Dow, William Hamilton, Richard Wyckoff o Ralph Elliott, entre otros, enriqueciéndose paulatinamente por las aportaciones, fruto de la experiencia y de la investigación, de un gran número de operadores del mercado y del desarrollo de aplicaciones estadísticas al mercado bursátil. El Análisis Técnico es un método de trabajo, amplísimamente extendido entre los operadores el mercado, que permite identificar las tendencias bursátiles cuando están en marcha. El Análisis Técnico no es un sistema de adivinación, ni de predicción –a pesar de ser así definido por quienes nunca lo han estudiando y evidentemente nunca lo han aplicado-, no trata de adivinar nada, su objetivo es identificar los movimientos del mercado, tan pronto como se producen. Como sistema de identificación de tendencias que es, trata de alertarnos del inicio y del agotamiento de las mismas, para que el operador pueda especular a su favor. El Análisis Técnico tiene dos componentes fundamentales: - El Análisis Gráfico o Chartista, se centra en el estudio de las figuras, pautas y formaciones que se forman en los gráficos. - El Análisis Cuantitativo, que engloba el desarrollo, interpretación y aplicación de modelos matemáticos y estadísticos, comúnmente conocidos como indicadores y osciladores técnicos. 12 Las hipótesis sobre las que se apoya el Análisis Técnico, y que constituyen su filosofía básica, se sintetizan a continuación: - La cotización es un precio, y como tal, depende de la interacción de la oferta y la demanda en cada momento. Si el interés y la presión de la operativa compradora excede a la de la vendedora, la cotización subirá, si no bajará, así de simple. Tales movimientos no se referenciarán únicamente al valor intrínseco de la acción, como defiende el Análisis Fundamental. - Asume que es prácticamente imposible identificar y calibrar todos los factores que determinan la formación del precio de un título, además, de esa multitud de factores algunos tendrían un fundamento racional y otros no. El precio incluye todos estos parámetros de forma automática, mediante la operativa del mercado. El precio, el volumen, el tiempo y la profundidad de los movimientos del mercado son los únicos elementos que pueden ofrecernos toda la información precisa para analizar el comportamiento bursátil, sin necesidad de buscar otros factores externos que determinen su evolución. - El mercado no refleja el valor real de los títulos, sino lo que la masa de inversores piensan que vale tales títulos, por tanto, el precio es un reflejo de la psicología dominante, la cual está afectada por una multitud de elementos irracionales, muchos de ellos indeterminables o imponderables. - Al margen de pequeñas fluctuaciones, los precios dibujan tendencias, con una duración relativamente larga y delimitada en el tiempo, en función de inercias alcistas o bajistas, y tienen su continuación hasta que se presentan cambios capaces de desequilibrar la oferta y la demanda. Las pautas de cambio pueden ser detectadas, precisamente lo que pretende el Análisis Técnico, identificar el inicio de la tendencia para operar a su favor, y detectar su final para cambiar el sentido de la apuesta. - Asume que el “mercado tiene memoria”, de modo que lo que ha pasado en él tenderá a repetirse, ya que las pautas de los movimientos están sostenidas por unos mecanismos de mercado y unos patrones psicológicos, que no difieren en lo básico de los que existieron, y los que existirán, entre los inversores para esa misma situación. Y es que, ante situaciones similares el ser humano reacciona de formas parecidas, nunca idénticas, pero sí con las suficientes similitudes como para que podamos identificar, analizando el pasado, normas generales de comportamiento que muy probablemente tenderán a repetirse. 13 Incipiente justificación académica a favor del Análisis Técnico Desde el punto de vista de la ortodoxia académica, uno de los elementos más sensibles planteados en la Tesis, es la metodología analítica utilizada para la identificación de aquellos movimientos bursátiles bajistas, que posteriormente tratarán de ser aprovechados. Estas técnicas, basadas en métodos de Análisis Técnico, en palabras de Gordon B. Malkiel son “un anatema para el mundo académico”. No obstante, gozan de una gran popularidad entre los profesionales del mercado siendo, por sus características, una herramienta especialmente extendida en la operativa de corto plazo. En este sentido, una encuesta realizada entre operadores del mercado de divisas de Londres reflejó que más de un 90% de los mismos, acude al Análisis Técnico en la elaboración de sus decisiones operativas (Tayllor y Allen, 1992)2. De hecho, a corto plazo, el Análisis Técnico predomina sobre el Análisis Fundamental en las decisiones de transacción (Nelley, 1997)3. Al margen de la credibilidad que el Análisis Técnico pudiera tener, los modelos de mercados eficientes afirmaban que los beneficios de la operativa técnica no serían factibles pues, por definición, en los mercados eficientes las cotizaciones vigentes reflejarían toda la información disponible en el mercado (Working 1949, 1969, Fama 1970). Así, para Jensen (1978) sería imposible la obtención de beneficios libres de riesgo para todo mecanismo basado en el análisis de los precios históricos –que no deja de ser información disponible para el mercado-, con lo que el Análisis Técnico quedaría invalidado –y la verdad sea dicha, el Fundamental también-. No obstante durante las últimas dos décadas, ante la cada vez más numerosa evidencia de que los mercados financieros pudieran no ser tan eficientes como originalmente se pensaba, surgió el cobijo necesario como para que la literatura académica mostrase un interés creciente por el estudio de los resultados del Análisis Técnico. Dando así entrada a la consideración de que los precios se mueven en tendencias determinadas por las actitudes de los 2 Allen, H. and Taylor, M. P. 1992. The Use of Technical Analysis in the Foreign Exchange Market. Journal of International Money and Finance 11: 304–314. 3 Jensen, M. C. (1978), "Some Anomalous Evidence Regarding Market Efficiency." Journal of Financial Economics, pp 695-101. 14 inversores frente a una gran variedad de fuerzas económicas, monetarias, políticas y psicológicas, muy difíciles de identificar en la mayoría de los casos. Con el desarrollo de técnicas estadísticas y econométricas, que permitieron examinar la capacidad predictiva de las reglas técnicas de contratación bursátil, surgió una considerable cantidad de trabajos en respaldo de la eficacia del Análisis Técnico. Así, desde el punto de vista del ámbito empírico, se viene acumulado una considerable evidencia favorable a la capacidad del análisis técnico para la generación de señales de compraventa eficaces, entre los que frecuentemente se cita a Jegadeesh y Titman (1993)4, Blume, Easley y O´Hara (1994)5, Chan, Jegadeesh y Lakonishok (1996)6, Lo y MacKinlay (1997)7, Brock, Lakonishok y LeBaron (1992) 8, Gençay (1998),9 Levich y Thomas (1993)10 o Vasiliou, Eriotis y Papathanasiou (2006)11, Brown y Jennings (1989)12, Nefci (1991)13 o Clyde y Osler (1997)14 4 Jegadeesh, N. and Titman, S. 1993. Returns to Buying Winners and Selling Losers: Implications for Stock Market Efficiency. Journal of Finance 48(1): 65–91. Blume, L., Easley, D., and O’Hara, M. 1994. Market Statistics and Technical Analysis: The Role of Volume. Journal of Finance 49: 153–181. 5 6 Chan, L., Jegadeesh, N., and Lakonishok, J. 1996. Momentum Strategies. Journal of Finance 51: 16811713. 7 Lo, A. W. and MacKinlay, A. C. 1997. Maximizing Predictability in the Stock and Bond Markets. Macroeconomic Dynamics 1: 102–134. 8 William Brock, Josef Lakonishok and Blake LeBaron (1992),"Simple Technical Trading Rules and the Stochastic Properties of Stock Returns", Journal of Finance, Vol 47, 5, pp 1731-1764. 9 Gençay, R. (1998) "The predictability of securities returns with simple technical rules", Journal of Empirical Finance, 5, pp 347-359. 10 Levich, R. and L. Thomas (1993) "The significance of technical trading rule profits in the foreign exchange market: A bootstrap approach", Journal of International Money and Finance,12, pp 451-474. Vasiliou, D. Eriotis, N. and Papathanasiou, S. (2006), “How rewarding is Technical Analysis? Evidence from Athens Stock Exchange (ASE)”, Operational Research Journal, Vol 3, No 2, pp 85-102. 11 12 Brown, D. P. and R. H. Jennings (1989) "On technical analysis", Review of Financial Studies, 2, pp 527-551. 13 Neftci, S. 1991. Naive Trading Rules in Financial Markets and Wiener–Kolmogorov Prediction Theory: A Study of Technical Analysis. Journal of Business 64: 549–571. 14 Clyde, W. C. and C. L. Osler (1997) "Charting: Chaos theory in disguise?", Journal of Future Markets, 17, pp 489-514. 15 Por ejemplo, en cuanto a los indicadores técnicos que esta tesis utilizará: - Wing-Keung Wong, Meher Manssur, Boon-Kiat Chew (2003)15 utilizando datos de la bolsa de Singapur, constataron la significatividad de los beneficios derivados del uso de la utilización de señales de medias móviles y del RSI (Indicador de Fuerza Relativa). - Ki-Yeol Kwon y Richard J. Kish (2002)16, comprobaron la capacidad de las técnicas de operativas basadas en el seguimiento de las medias móviles, el momentum y el volumen de operaciones para series del índice NYSE Composite. - Antonino Parisi (2003)17, concluyó que osciladores técnicos como el Oscilador de William o el Oscilador Estocástico de Lane generan rentabilidades que, en promedio, superan a las de las estrategia de “buy and hold”, tanto en el corto plazo como en períodos de tiempo más extensos, tanto para acciones de Dow Jones Industrial o el Nasdaq. - Fernando Fernández, Simón Sosvilla y Julián Andrada (2001) respaldaron el poder predictivo de reglas técnicas de cruces de medias móviles y de seguimiento de soportes y resistencias, para series del Índice General de la Bolsa de Madrid. Una vez remitido a una prolija referencia académica que respalda los métodos de Análisis Técnico –métodos que dicho sea de paso, gozan de una amplísima repercusión entre los operadores de cualquier mercado bursátil mundial, de divisas o de materias primas, para la gestión de posiciones en el corto plazo y especulativas- procederé a defender su aplicación, particularmente para la generación de señales de venta para la especulación bajista, y explicar los argumentos que me llevan a su utilización, en detrimento del Análisis Fundamental, con motivo de las carencias que éste último presenta para los fines que la presente Tesis plantea. Wing-Keung Wong, Meher Manzur, Boon-Kiat Chew (2003), “How rewarding is Technical analysis? Evidence from Singapore stock market”, Applied Financial Economics, Vol 13, No 7, pp 543 - 551. 15 Ki-Yeol Kwon and Richard J. Kish (2002), “Technical trading strategies and return predictability: NYSE”, Applied Financial Economics, 12, 9, pp 639 - 653 16 Antonio Parisi (2003), “Análisis técnico: Un estudio de la eficiencia de diferentes técnicas aplicadas sobre acciones pertenecientes a los índices bursátiles estadounidenses DJ y Nasdaq, Estudios de Administración, vol 10, nº 2, 61-77 17 16 Principios de la especulación bursátil Los sistemas operativos que esta Tesis va a proponer son técnicas especulativas, técnicas cortoplacistas, cuyo único enfoque finalista es la obtención del inmediato lucro, a través de la identificación de las pautas y los movimientos bajistas del mercado. He ahí, una de las razones por la que los sistemas operativos propuestos tengan, como se comentó, una marcadísima filosofía técnica, y es que, en palabras de Keynes, “el especulador estará más preocupado en prever el próximo cambio en el sentimiento del mercado que en calcular una estimación razonable del rendimiento futuro de los activos”. El sentido de la especulación, bien entendida, consiste en vender caro lo que antes se compró barato, o en nuestro caso de aplicación, comprar barato lo que antes se vendió caro. La palabra especulación, suele incluir connotaciones peyorativas, si bien es preciso considerar el papel positivo, incluso necesario, que desempeña el especulador como fuente de liquidez para los mercados financieros. Es inherente a la operativa del especulador, el aplicar los “principios de la opinión contraria”, comprar los valores que la mayoría quiere vender, y vender lo que el conjunto quiere comprar, otorgando al mercado la contrapartida necesaria para el cruce operaciones, mientras trata de adelantarse a los demás, evidentemente al son de sus intereses particulares, en la identificación de cambios y aceleraciones en las tendencias del mercado. Especulación e inversión, ambas buscan el rendimiento económico, si bien atienden a horizontes y filosofías distintas. Al margen del chascarrillo de que la inversión a largo plazo es aquella que a corto salió mal, el especulador busca el incremento del valor de su cartera, en aras de la realización del beneficio con su venta, al mayor precio posible. Sabemos, que el devenir de las cotizaciones en el corto plazo no siempre es consecuencia directa e inmediata de la evolución empresarial cuyos títulos representan. Consecuentemente, al especulador sólo le preocupa el valor de mercado de la acción, de ahí que el análisis de la empresa, aún siendo un dato muy valioso, pase a ocupar un segundo plano. 17 El Análisis Fundamental jugará un factor clave si atendemos a inversiones a largo plazo, pero resultaría iluso atribuirle un papel relevante en la identificación de las tendencias bursátiles en plazos ultracortos. Pecaríamos de ingenuos si tratásemos de explicar, mediante el análisis de un balance o de unos ratios contables, los movimientos en las cotizaciones y las posiciones intradiarias de un valor, a lo largo de las 250 sesiones activas del año bursátil. A modo de breviario del perfil al que se hace referencia, sírvase las citas de José Luis Cárpatos: “Confieso que soy un especulador, confieso que me importa un pimiento que la Bolsa suba o baje. Es más, confieso que prefiero que baje porque se gana dinero más rápidamente que cuando sube. Confieso que me importa un bledo que la empresa X tenga un brillante porvenir económico o que vaya a la ruina. Si hace esto último seré de los que intentarán ponerse cortos para hurgar en la herida y sacar lo que pueda. Confieso que me da igual que haya un crash o no, lo único que me interesa es que se cree una tendencia en donde pueda sacar el mayor beneficio posible. Confieso que me da igual hoy ser bajista y mañana alcista si con ello pienso que se puede ganar más dinero”18 . Definido el perfil de la filosofía operativa, plantearé un esquema basado en el Análisis Técnico, dado que no es nuestro objetivo el realizar previsiones a largo plazo del probable rendimiento de las inversiones durante toda la vida de éstas, sino que únicamente trataremos de identificar la evolución de las cotizaciones antes de que lo haga el público en general, y con ello el mercado. Es innegable que cuando las perspectivas de una empresa se ensombrecen, las cotizaciones de sus títulos pueden caer, sin embargo no acudiré al Análisis Fundamental, puesto que nuestro foco apunta hacia el ultra corto plazo, incluso intradiario, cuyo devenir se explica por perturbaciones ajenas al fundamento económico, idea que este bloque introductorio desgrana. Bajo este perfil, no sería adecuado desde una posición especulativa pagar 100 por el título de una empresa cuyas perspectivas de rendimiento justifican un valor de 130, si consideramos que el mercado las valorará en 80 dentro de unos días; la inversión tendrá interés para el adquirente si éste espera, y ve factible, venderla a un precio más elevado. Un título vale lo que los posibles compradores estén dispuestos a pagar por él, y ya que 18 Cárpatos, J.L. (2002), Leones contra gacelas. Alicante. Millenium Capital. 18 precio y valor no tienen porque coincidir, el inversor avispado tratará de anticiparse al mercado y comprar al comienzo del movimiento alcista, o en nuestro caso de aplicación, abrir una posición corta al comienzo del movimiento bajista. Psicología bursátil El financiero norteamericano Bernard Baruch afirmaba que “lo que se registra en las fluctuaciones del mercado de valores no son acontecimientos en sí mismos, sino las reacciones humanas ante estos acontecimientos, la forma en que millones de hombres y mujeres piensan individualmente que estos sucesos pueden afectar al futuro. Por encima de todo lo demás, el mercado de valores es la gente”. Sabemos que cuando se acude a la bolsa se compran o se venden las expectativas más que el subyacente representado por la acción. Tanto en el proceso de negociación como en el proceso de estimación, las expectativas sobre el beneficio futuro, las sensaciones y el estado anímico de los partícipes en el mercado, juegan un papel demasiado relevante como para pasarlo por alto. Éste es precisamente otro de los argumentos por los que la Tesis plantea un enfoque analítico basado en el Análisis Técnico. Cada tic en el monitor de cotizaciones representa una transacción ejecutada entre un comprador y un vendedor. El comprador adquiere una acción si tiene unas expectativas, a priori optimistas, que le conduzcan a apostar por una determinada tendencia alcista, frente a la contraparte representada por un vendedor, que presenta unas expectativas pesimistas, precisamente para ese mismo título del que trata de deshacerse. Consecuentemente cada contraparte, de acuerdo con un juicio de valor y análisis subjetivo, podría justificarnos su propia visión del mercado, meditada pero contrapuesta. El hecho de que los inversores sean racionales y posean la misma información no significa, en general, que la interpreten del mismo modo. Paradójicamente, a pesar de que el comprador es optimista y el vendedor pesimista, con respecto al comportamiento futuro de un mismo título, el comprador intentará realizar su compra al menor precio posible, mientras que el vendedor tratará de cerrar su 19 posición al mayor precio posible. Dando pie a una pugna entre las partes, propia del horizonte ultracortoplacista de movimientos sobre los que la Tesis subjetiviza. Cuando un vendedor y un comprador negocian en privado, pueden hacerlo a su ritmo. Sin embargo, uno y otro deben tomar sus decisiones mucho más rápidamente cuando pujan por medio de un mercado organizado abierto. El comprador sabe que, si tarda demasiado en decidirse, otro agente puede irrumpir y arrebatarle una posición interesante. Por su parte, el vendedor sabe que si no cede en sus pretensiones, otro inversor puede entrar en escena y vender a un precio menos elevado. Como nos sugeriría la teoría de juegos, en presencia de una multitud de agentes indecisos, compradores y vendedores serán más abiertos en cuanto a hacer concesiones a su oponente. Las compras de los alcistas impulsan los mercados hacia arriba, las ventas de los bajistas arrastran los mercados hacia abajo, y los agentes indecisos aceleran el mercado generando un estado de urgencia en la cabeza de compradores y vendedores, propiciando movimientos que dotan de vida propia al mercado. Cada precio es un consenso sobre el valor, momentáneamente compartido por todos los participantes del mercado y expresado por una operación de compra-venta. El precio es un acontecimiento psicológico, un equilibrio momentáneo de opinión entre alcistas y bajistas. Los precios son el producto de la interacción de toda una masa de inversores – compradores, vendedores, dinero privado, dinero institucional, dinero masivo o modesto- y tales interacciones se reflejan en precios y volúmenes, que plasman la psicología de la masa presente en el mercado. Estos elementos, pues, sirven como base y materia prima para el Análisis Técnico. A lo largo de una jornada bursátil, las cotizaciones, y con ello el consenso del público, cambia a cada instante. El Análisis Técnico estudiará el flujo y reflujo de la psicología del gran público, ya que cada sesión bursátil es una batalla entre alcistas, que ganan dinero cuando los precios suben, y bajistas, que se benefician de las bajadas de los precios. El objetivo de las técnicas de Análisis Técnico es descubrir el equilibrio de fuerzas entre bajistas y alcistas, que nos permita apostar por la fuerza que previsiblemente se impondrá en el mercado. 20 No cabe duda, por tanto, que las operaciones bursátiles son una manifestación de la psicología humana y, muy a menudo se gestan en el lado irracional del individuo. Los elementos que barajamos –ansias, modas, ilusiones, tensiones, codicia, miedo y sugestión- son lo suficientemente relevantes como para calificar de básica su consideración. Y es que, las decisiones operativas no siempre se toman sobre una base lógica, sino que surgen como resultado de cambios más o menos coherentes de lo que la psicología denomina actitudes, predisposiciones a responder de una manera más o menos emocional ante realidades o proposiciones, mediante reacciones afectivas, positivas o negativas. Sin embargo, tales elementos son ajenos al Análisis Fundamental Su aproximación mediante el Análisis Fundamental se dificulta además porque las actitudes son subjetivas, existirá una actitud distinta para cada persona en relación con cada elemento a evaluar, y no solo eso, se modifican de manera continua. También es necesario tener en cuenta que la conducta no depende solamente de la persona cuyo comportamiento se estudia, también depende de la situación en que ésta se encuentra. El individuo estará sugestionado por su entorno: la euforia de un mercado alcista y el pánico de un mercado bajista. A parte de la casuística particular, si es cierto que existen determinadas variables del fundamento económico a partir de las cuales se determina, o teóricamente debería determinarse, las tendencias generales de las bolsas, tales como el tipos de interés, inflación, política monetaria, coyuntura, resultados empresariales, y un larguísimo etcétera. Pero frecuentemente no es un dato determinado, el que provoca el movimiento en sí, sino la interpretación que de él se hace, y ésta interpretación es cambiante en función de la fase del ciclo bursátil y del propio agente inversor que de lectura a la información. En un mercado bajista -entorno que la tesis estudia- en un ambiente bursátil muy propenso para la venta, incluso un agente con una actitud muy favorable a conservar sus títulos, albergará dudas sobre la conveniencia de desprenderse de ellos, a continuación se justifica esta afirmación. El mercado bursátil es un entorno particularmente duro, pues cada miembro de esa inmensa multitud que configura el mercado intentará tomar el dinero de las manos de 21 los otros miembros. El individuo en su operativa, deberá identificar el movimiento que describe el mercado - si diez personas nos empujan, perderemos el equilibrioanálogamente si la multitud vende, las cotizaciones caerán. La multitud puede ser o no inteligente, atender o no al raciocinio, pero lo que está claro es que será más fuerte que el inversor particular. Las multitudes en el mercado tienen el poder de crear tendencias en virtud de su humor, optimismo, indiferencia, miedo o esperanzas- a las que sería inútil ofrecer resistencia. El filósofo y político francés Gustave Le Bon, afirmaba en 1897, que cuando la gente se reúne en el seno de una multitud “cualesquiera que sean los individuos que la componen, cualesquiera que sean sus modos de vida, sus ocupaciones, sus rasgos de carácter o sus inteligencias, el hecho de que hayan sido convertidos en una multitud los convierte en una especie de mente colectiva que les hace sentir, pensar y actuar de manera muy diferente a la manera como sentirían, pensarían o actuarían cada uno de estos individuos si estuviera aislado”. Los mercados financieros son testigos de cómo la naturaleza humana no ha dejado de sucumbir y enloquecer en masa, participando en numerosas formas de conducta colectiva, tales como pánico de multitudes, modas, rumores, histerias colectivas desde la época de la burbuja de los tulipanes hasta hoy. La gente se transforma cuando se une a la multitud, experimenta contagio psíquico y sugestión, se hace más crédula e impulsiva y sobredimensiona las emociones frente a la razón del fundamento económico. De ahí la importancia del seguimiento gráfico de las cotizaciones bursátiles, el tener presente las corrientes colectivas que concurren en el mercado. Como ya se comentó, cada precio es el consenso monetario sobre un valor por parte de todos los participantes del mercado. A modo de símil, muestra el último voto de la comunidad inversora a cerca del valor de un título, así cualquier agente puede votar mediante una orden de compra o de venta. Cada barra de un gráfico refleja, por tanto, el resultado de la batalla entre agentes alcistas y bajistas. Cuando los alcistas se sienten fuertes son más diligentes para comprar y empujan la cotización hacia arriba y cuando son los bajistas los fuertes, venden más activamente y empujan las cotizaciones a la baja. 22 El precio refleja cada acción o falta de acción de todos los agentes del mercado, y representa una ventana abierta hacia la psicología de las masas. Consecuentemente cuando se analiza un gráfico se está analizando el comportamiento de los agentes, lo que otorga al Análisis Gráfico el papel de psicología social aplicada. Las multitudes sienten emociones simples, pero fuertes, tales como el terror, la alegría, la inquietud y el gozo, y su estado de ánimo cambia rápidamente. Con el cambio del sentimiento del mercado cambiará la tendencia. Totalmente cierto es que los principales movimientos alcistas o bajistas, resultan de cambios en el fundamento económico, sin embargo un análisis fundamental, por muy pormenorizado que sea, puede hacernos perder dinero haciendo trading, si tal análisis no está en contacto con las tendencias a medio y corto plazo. Éstas dependen de las emociones de la multitud. Es interesante recalcar el componente psicológico del cruce de operaciones pues por ejemplo, en mercados bajistas, se alude a que las cotizaciones caen porque el número de vendedores supera al de compradores. Esto no es tiene porque ser cierto, ya que por definición el número de acciones compradas y vendidas es el mismo, es decir en toda operación cerrada, el volumen de cada una de las contrapartes es idéntico. Así, las cotizaciones bajarán no como consecuencia de que haya más vendedores que compradores, sino que una caída de las cotizaciones se debe a que los alcistas están temerosos y sólo están dispuestos a comprar a precios inferiores al vigente, mientras que los bajistas tienen unas convicciones lo suficientemente fuertes como para deshacerse de sus títulos a precios cada vez más bajos, prosiguiendo la caída hasta el punto en que éstos últimos empiezan a calmar sus temores y rehúsan vender a precios más bajos. Las observaciones incluidas en esta introducción desembocan en la consideración de que en los grandes mercados líquidos es posible operar en el corto plazo exclusivamente mediante el análisis gráfico de las cotizaciones. Esto no deja de ser interesante pues nos obliga a renunciar a uno de los instintos más fundamentales del economista clásico, el deseo de buscar unos equilibrios correctos. Cuando el mercado va por delante de la economía y se caracteriza por una irracionalidad endémica, si tratamos de calibrar la intensidad de las fuerzas operativas y damos entrada a las expectativas, es muy lógico 23 que el seguimiento de las dinámicas a corto plazo pase a ser el centro de nuestro enfoque analítico. Información privilegiada Otro de los factores que tradicionalmente se arguye para justificar que los mercados bursátiles se anticipan al devenir económico, es el efecto que sobre éstos tiene el abuso de información privilegiada. El analista fundamental ajeno a la empresa, al margen de la representatividad de los datos a los que puede acceder –véase el siguiente apartado- cuenta con el problema añadido de que el abuso de información privilegiada, y la distorsión que ésta provoca sobre los mercados financieros, le sitúa en una posición de clara inferioridad. Cuando tal información se hace pública en los mercados, éstos ya la habrán descontado en parte, como consecuencia de los efectos de la operativa compradora o vendedora de los insiders19 sobre las cotizaciones, haciendo poco productivos los esfuerzos del analista fundamental, desconocedor de la información, pues tendrá acceso a ella cuando de poco pueda servirle ya. A propósito del enfoque bajista, sobre el que la tesis trabaja, la prensa económica frecuentemente se hace eco –Eads, Martinsa-Fadesa, Astroc, Metrovacesa...- de cómo agentes cercanos a la dirección de las distintas mercantiles deshicieron posiciones –o apostaron por movimientos cortos- antes de que distintos hechos relevantes de carácter muy negativo se hicieran públicos. Es inherente a la condición humana el aprovechar las oportunidades que se presentan para obtener un lucro prácticamente libre de riesgo, y dado que invariablemente habrá individuos –directivos, administrativos, funcionarios, gestores...- que tengan acceso a la información antes que el conjunto de mercado, el abuso de la información privilegiada será inevitable. Sin embargo, el analista gráfico, al contrario que el analista fundamental, podrá ser partícipe del movimiento. 19 insiders: operadores internos dotados de información privilegiada 24 El aprovechamiento de toda información privilegiada inevitablemente deja su traza en el mercado, pues no deja de suponer una operación de compra o venta, la cual queda reflejada en el gráfico. Más acuciante será el movimiento bursátil derivado, cuanto más relevancia tenga la información, -por consiguiente cuanto más se espera que afecte a la cotización-, pues la innata codicia humana hará que el agente incremente su apuesta y el volumen de su operación, incrementando el impacto sobre el mercado y consecuentemente amplificando la percepción gráfica de la estela que la operación dejaría a su paso. Sírvanse como ejemplo extremo, la subida del 12% que se produjo en Fadesa la víspera a ser opada o las caídas del 33,83% y del 24,74% la víspera y antevíspera respectivamente, de que Martinsa-Fadesa se declarase en concurso de acreedores. Tras estos movimientos es inequívoca la presencia de información privilegiada. Al margen de que lógicamente el analista gráfico no tenga acceso a tales informaciones, el exhaustivo seguimiento de las cotizaciones le permitirá identificar las pautas que las incipientes operaciones generan en el mercado, y apostar por ellas. Desde esta óptica, el analista gráfico compraría o vendería al identificar el cambio de tendencia, mientras que el analista fundamental –ante el lógico desconocimiento de la información privilegiada que lo fundamenta- no encontraría una causa aparente que justificase el movimiento, perdiendo así la oportunidad de tomar partido, pues cuando la noticia se hiciera pública, buena parte de su fundamento económico ya estaría descontado en el mercado. Limitaciones de las fuentes del Análisis Fundamental Queda fuera de toda duda la relevancia tanto del análisis del fundamento económico como la de su reflejo, bajo la forma de información contable. Su consideración es básica si lo que pretendemos es realizar una inversión de largo horizonte, no obstante, si nuestro objetivo es abrir una posición especulativa de corto plazo, considerar únicamente estos elementos limitaría enormemente la profundidad de nuestra aproximación. Es evidente que la causa de cada uno de los movimientos intradiarios, que sufre la cotización de un valor, no podremos encontrarla analizando un balance. La mayor parte de las fuentes que el Análisis Fundamental utiliza son históricas. Las fuentes contables accesibles para el inversor ajeno a la empresa llevan un retraso que va 25 de medio año hasta más de un año sobre los acontecimientos que refleja. Sin embargo al mercado no le interesa el pasado, ni siquiera el presente, está mirando constantemente hacia delante, descontando los desarrollos futuros, sopesando las estimaciones y las previsiones de miles de inversores que tratan de anticiparse al futuro desde puntos de vista diferentes y subjetivos. La información contable, además, arroja problemas de diversa índole, unos derivados de una aplicación más o menos flexible de la normativa contable y otros originados en el más puro fraude y manipulación de cifras, que ponen de manifiesto la necesidad de analizar muchas cuentas anuales de una forma escéptica y prevenida. Una de las características principales de los sistemas de contabilidad es la flexibilidad que ofrece la normativa contable, en el ánimo de posibilitar que diferentes empresas encuentren distintas posibilidades contables, a fin de reflejar su devenir de forma óptima según sus condicionantes. Así, la normativa no aporta tratamientos contables concretos e inmutables, sino que limita una gama de posibilidades que deben aplicarse uniformemente para garantizar la comparabilidad de las cuentas. El problema que surge al buscar un equilibrio entre flexibilidad y fidelidad es que puedan presentarse cuentas de acuerdo con la normativa contable pero que arrojen resultados distintos según el criterio aplicado. En numerosas ocasiones los datos y balances publicados están distorsionados por capas de ingeniería contable, según se trate de buscar la “compasión” fiscal o provocar el entusiasmo del accionista. Singular atención merece la comparación de resultados presentados atendiendo a diferentes criterios contables, especialmente cuando tratamos de comparar las cuentas de mercantiles de distintos países. Un ejemplo gráfico lo encontramos en entidades que cotizan en distintos mercados, y por tanto han de presentar sus cuentas a distintas autoridades ciñéndose a sus respectivos criterios; por ejemplo Telefónica –cotizante también en la Bolsa de Nueva York- que en 2001 perdió más de 7.182 millones de euros según la contabilidad norteamericana, frente al beneficio de 2.106 millones que declaró en España. En este caso la diferencia se encontraba en la forma de computar el derrumbe de sus participaciones en compañías de internet –Endemol, TerraLycos – ya que la contabilidad norteamericana exigía cargarlos contra los resultados del ejercicio, 26 mientras que los criterios españoles permitían que el sobreprecio pagado por tales compañías se provisionase en 20 años. La flexibilidad es buena y necesaria siempre que se acompañe de una gran porción de seriedad y realismo, sin embargo, los usuarios de la información financiera deben saber cómo se ha aplicado en la práctica tal flexibilidad a fin de evaluar correctamente el rendimiento de la empresa y realizar válidas comparaciones con otras alternativas, extremo que no siempre sucede. Estos malabarismos junto con el uso indiscriminado de contabilidad “creativa” ha desembocado que en algunas ocasiones las cifras contables no guardasen relación alguna con la realidad económica entrando en el terreno penal del fraude. Véase los escándalos por prácticas contables fraudulentas en firmas como Enron, WorldCom, Xerox, Qwest, Global Crossing o Cisco Systems. No cabe duda de que éstos son casos extremos que no pueden generalizarse a la totalidad de las compañías, si bien tampoco representan hechos insólitos, ya que en mayor o menor medida, la mayoría de las compañías –al amparo de la legalidad y supervisión de la auditoría- hacen uso de la contabilidad creativa y maquilla de forma más o menos leve sus cuentas. No obstante, ejemplos como éstos nos deben hacer reflexionar en torno a la imagen aséptica y clasista que el Análisis Fundamental tiene frente al Análisis Técnico en el ámbito académico. En el ámbito de aplicación de esta Tesis, es de rigor señalar que ciertamente y pese a las posibilidades de manipular las cifras, la contabilidad creativa no puede hacer buenos los malos resultados de una empresa que atraviesa serias y continuas dificultades económicas. Pero sí sirve para retrasar y suavizar los malos resultados hasta que mejora la situación, desconcertando al analista fundamental a la hora de llegar a una señal clara que le permita obrar en consecuencia, cerrando sus posiciones largas y abriendo posiciones cortas. En otro particular, si es cierto que existen determinadas variables a partir de las cuales se determina, o teóricamente debería determinarse, las tendencias generales de las bolsas, tales como resultados empresariales, tipos de interés, inflación, política 27 monetaria, coyuntura, y un larguísimo etcétera. Pero frecuentemente no es un dato determinado, el que provoca el movimiento, sino la interpretación que de él se hace, y ésta hay que ponerla en relación con componentes psicológicos, muchas veces, ajenos a todo fundamento. Efectivamente, las tendencias de largo plazo de las cotizaciones bursátiles se originan en base al fundamento económico de las empresas que representan. El sentido común del analista le indicará el sentido de la reacción mercado, así si los cambios fundamentales se antojan nocivos, los títulos debería caer y si se antojan beneficiosos, las cotizaciones deberían subir. Sin embargo, una vez que el movimiento se ha iniciado, es complicado, para el analista fundamental, calibrar en que medida la magnitud del movimiento se corresponde a la relevancia del cambio fundamental que lo origina, o determinar cuando el mercado ha descontado totalmente una incidencia. La información otorga poder, mientras es germinal. Los elementos contables efectivamente son enormemente relevantes, pero no debemos olvidarnos de que son de dominio público. El apostar por un movimiento bajista, aludiendo a que balances publicados hace meses o los resultados históricos de una compañía sean malos, peca de cierta ingenuidad: Que sea de dominio público una información, seguramente habrá provocado que ya haya sido descontada por el mercado. La noticia positiva es una baza más a favor del alcista, y la negativa un arma adicional para el bajista, y viceversa, la interacción de ambos sujetos en el mercado, mediante la operativa continua, descontará la información disponible. Polivalencia del Análisis Técnico Otra de las ventajas que nos ofrece el Análisis Técnico es su polivalencia. Nos permite identificar tendencias y determinar el equilibrio entre las fuerzas de cualquier mercado organizado, prácticamente por igual. El análisis del Fundamento económico requiere una especialización por parte del analista, ya que por ejemplo, buena parte de los criterios a considerar, así como la lectura de los parámetros o ratios utilizados, dependerán del sector económico al que la empresa objeto de análisis se circunscriba. Algunas de las variables consideradas 28 tendrán una lectura homogénea en cualquier tipo de sociedad, y sin embargo otras deberán enlazarse con la actividad de la empresa estudiada o ponerlas en relación con otras entidades similares, para establecer comparaciones. La capacitación del analista en relación con la empresa analizada es clave; así un analista muy capacitado en valorar empresas del sector asegurador podría verse en aprietos para valorar una mercantil siderometalúrgica, o un analista acostumbrado a peritar inmobiliarias californianas se sentiría inseguro para valorar una inmobiliaria afincada en China. El proceso de reciclaje del analista puede llevarle semanas, sino meses. En cambio, el analista técnico como sabemos subjetiviza su atención sobre el movimiento de los precios, y dado que únicamente identifica tendencias o calibra la potencia de las fuerzas del mercado, le será indiferente a que gremio pertenezca la mercantil, sobre la que quiere especular, o en que mercado internacional cotice. La metodología del Análisis Técnico, es inmediatamente aplicable a cualquier empresa cotizada, y no solo eso, sino que también es inmediatamente aplicable a cualquier elemento cotizado, cualquier que sea su subyacente. Cualquier analista técnico puede sentirse idénticamente capacitado para especular sobre acciones, índices bursátiles, divisas o materias primas, por muy diversa que sea su índole. Las pautas gráficas derivada del pulso entre fuerzas compradores y vendedoras, son homogéneas para todos los mercados, con lo que el analista no será requerido de especialización en particularidades específicas de cada subyacente negociado. Destáquese que sobre los elementos citados, también es objeto la aplicación los sistemas especulativos que ésta tesis detalla, puesto que la multiplicidad de instrumentos financieros nos permiten también operar a la baja, no solo en acciones nacionales, sino en multitud de acciones internacionales, índices, materias primas o divisas. Es evidente, que el analista experto en el análisis del fundamento económico genérico de alguno los mercados: empresas (Expertos en Análisis Contable), índices (Especialistas en Estructura Económica), divisas (Expertos en Macroeconomía-Política Económica) o en materias primas, seguramente tendría serios problemas para llegar a juicios rápidos y convincentes a cerca de la idoneidad de iniciar una operativa 29 compradora o vendedora, con respecto a un elemento cotizado, cuyo subyacente estuviese fuera de su ámbito de estudio. Sin embargo, la metodología del Análisis Gráfico, es generalmente sencilla, poco costosa y de rapidísima ejecución, y dado que el acceso a la información que el operador requiere no es especialmente complicado, le permitirá la toma de decisiones a tiempo real, adaptándolo al dinamismo del mercado. 30 BLOQUE ANALÍTICO Sistemas de especulación El bloque que a continuación se desarrolla, tiene por objeto presentar señales del mercado, que el Análisis Técnico califica como pautas bajistas, y ponerlas en relación con herramientas de la filosofía técnica que faciliten su identificación. A partir de estos elementos, el operador particular podrá, a su conveniencia, diseñar un sistema de especulación, no sin antes atender a las observaciones que en este subapartado se incluyen. La especulación es un deporte intelectual20, que requerirá del operador un exhaustivo seguimiento y un proceso de asimilación de errores. Incurriríamos en un grave error si tratásemos de encontrar unas leyes o relaciones infalibles para su aplicación en el mercado –pues éstas, evidentemente no existen-. El especulador ha de entender que el mercado es cambiante -el dato que hoy lo puede hacer subir, en la próxima sesión lo puede hacer bajar- de modo que la decisión de comprar, mantener o vender debe estar sustentada en un razonamiento lógico basado en el exhaustivo seguimiento del mercado. Como he dicho, no existen sistemas de especulación infalibles. Un sistema de trading con éxito será aquel que nos genere una esperanza matemática de rendimientos positiva, es decir, una ventaja que nos permita ganar más veces de las que se pierde en un periodo largo de tiempo. Dado que el primer objetivo del operador es asegurar su supervivencia, deberemos evitar situaciones que puedan sacarnos del mercado, haciendo una gestión juiciosa de nuestras apuestas, por ejemplo, no concentrando nuestro capital en posiciones únicas. El operador juicioso, por inquietante que le parezca, debe reconocer que no sabe nada del mercado –podría escribirse una tesis únicamente con sonadas predicciones fallidas de las más prestigiosas casas de valores-, consecuentemente su objetivo no debe ser el adivinar qué hará la bolsa, se limitará a seguirla, será el mercado quien le indique la dirección del movimiento, siendo labor del especulador únicamente identificar sus pautas. 20 Fernández Hódar (2001). Manual del buen bolsista. Madrid. Prentice Hall 31 La puesta en práctica de un sistema de especulación requiere que, previamente, el operador compruebe su efectividad en el pasado cercano del valor sobre el que quiera especular. Supone una conducta enormemente temeraria aplicar un sistema de especulación sin antes haberlo probado sobre el papel. Simular su puesta en práctica, nos permitirá detectar sus errores y determinar su rango de aplicabilidad. Cuando el sistema se utilice sobre la operativa real, el proceso de aprendizaje seguirá en marcha, pues el cierre de cada operación ha de ser la excusa para que el especulador revise y autoanalice su sistema de especulación. Muchos especuladores profesionales, no sin razón en muchos casos, proponen la aplicación de sistemas mecánicos de especulación, sistemas operativos automatizados que disciplinen al operador, liberándolo, en la medida de lo posible, de elementos emocionales, pues el trading emocional es enemigo del trading exitoso21. Sin embargo, la aplicación de estas técnicas suele ser restrictiva, ya que se optimizan para situaciones y casuísticas concretas del mercado, y no nos permitirían ofrecer una amplia visión de las posibilidades del Análisis Técnico, que es lo que esta parte de la Tesis pretende. Dado que la aproximación que la Tesis realiza al Análisis Técnico es genérica, el objetivo que la misma busca en este apartado es el de proponer y presentar una amplia visión de señales bajistas, a partir de las cuales podamos construir nuestro propio sistema de especulación de un modo flexible, más que trabajar sobre una metodología cerrada. Si bien es cierto que algunos especuladores como Di Napoli, secundan la aplicación de sistemas flexibles o discrecionales frente a métodos automáticos o mecánicos. Que las herramientas analíticas sean sencillas no debe preocupar al operador, de hecho se afirma que los mejores sistemas de trading son toscos y robustos, se componen de unos pocos elementos, pues cuando más complejos son los sistemas, más elementos pueden fallar22. Pablo Fernández, profesor del IESE, lo expresó más gráficamente que nadie, “La mayoría de los matemáticos no son millonarios: No se invierte mejor en bolsa, ni se valoran mejor las empresas realizando muchas operaciones matemáticas 21 Elder, A. (2004) Vivir del trading. La Coruña. Ed. Netbiblo 22 Elder, A. (2004) Vivir del trading. La Coruña. Ed. Netbiblo 32 sofisticadas. Si esto fuera así, habría muchos matemáticos y profesores de finanzas millonarios”23. El agente que recurra al Análisis Técnico debe tener en cuenta que los mercados bursátiles son demasiado complejos para ser analizados con un único indicador. Aquí surgen algunas de las complejidades del Análisis Técnico: - Los elementos del Análisis Gráfico suelen tener un componente de subjetividad; Distintos analistas pueden extraer conclusiones diferentes sobre la situación en la que se encuentre el mercado, según la formación gráfica que a su entender se esté configurando. - Por su parte, Indicadores diferentes suelen dar señales diferentes, incluso contradictorias en un mismo mercado. Por ejemplo, los indicadores seguidores de tendencia suben durante las tendencias alcistas y dan señales de compra, mientras que los osciladores se vuelven sobrecomprados y dan señales de venta, y viceversa. Sin embargo, indicadores y osciladores, tienen un comportamiento objetivo, es decir, generan una salida –la mayor de las veces numérica- que el analista puede limitarse a seguir, atendiendo a su buen criterio. - Aunque los elementos del análisis técnico cuantitativo ofrezcan una salida numérica, el operador, en su construcción, puede ajustar los distintos parámetros sobre los que se calculan; De esta manera, la experiencia del especulador jugará un papel fundamental en la búsqueda de un indicador óptimo, sobre todo a la hora de determinar que parámetros se ajustan mejor a según que circunstancias, y el entorno idóneo de aplicación de cada herramienta. Un solo indicador es incapaz de reflejar con exactitud, la complejísima estructura del movimiento de los precios en los mercados financieros, de ahí que se hayan desarrollado multitud de indicadores, que constituyen las diversas herramientas con las que el analista dispone para comprender e identificar lo que está ocurriendo en el mercado, y lo que es más probable que ocurra. A la hora de interpretar el Análisis 23 Fernández, P. (2008) Métodos de valoración de empresas. Documento de investigación, DI-771, Nov. 2008. IESE Business School. Universidad de Navarra. 33 Técnico, el operador deberá buscar confirmación en los distintos elementos de su sistema especulativo, complementando con observaciones referentes tanto a volúmenes como a precios. Las verdades universales no suelen existir, ni en el campo del Análisis Técnico, ni en ningún otro. Que los movimientos bursátiles, por muy bien que se identifiquen, no respondan milimétricamente a las pautas sugeridas por el analista, no le debe restar credibilidad al Análisis Técnico, de la misma manera que no le debe restar credibilidad a la Medicina el hecho de que una patología médica, por muy bien que se identifique, no tenga una evolución idéntica para dos pacientes distintos. Lo que al principio de este subapartado se definía como deporte intelectual, bien podría calificarse también como un arte, no solo como una ciencia. La subjetividad de la lectura de las herramientas gráficas, la multiplicidad de los indicadores existentes y las distintas lecturas que de ellos puede hacerse, suponen que el agente deba hacer gala de su buen criterio y experiencia para la toma de decisiones operativas. El operador que acude a la bolsa debe tener claro que se enfrenta, por curioso que pueda parecerle, a un entorno hostil. Precisamente porque cada operación supone la existencia, por definición, de dos contrapartes, en la bolsa se plantean estrategias operativas del ámbito de la teoría de juegos, o del arte de la estrategia militar, en las que las partes intentarán simular o falsear sus verdaderas intenciones, valiéndose de la propia operativa bursátil (introducir posiciones falsas, distorsionar las subastas, forzar el comportamiento de determinados índices e indicadores técnicos), rumores, volúmenes ocultos, operaciones con varias agencias de valores, ordenes desconcertantes en ambos sentidos del mercado, que maquillen su verdadera operativa neta, a la vez que permitan acumular o distribuir posiciones para un entorno determinado de precios. El resultado de la lucha entre compradores y vendedores, no solo depende de la fuerza y la constancia de las partes, sino que existe una retahíla de comportamientos estratégicos y tácticos, que sumados al conocimiento de las emociones humanas, son determinantes para marcar el éxito final de la operación. ¿Cómo modelizar esto?... resulta imposible; Así, tanto la operativa bursátil, como su análisis, más que a una ciencia se aproximan a una habilidad, una disposición, una manifestación de capacidad intuitiva y de 34 observación, un arte en definitiva, en la que el buen juicio, la experiencia, el seguimiento y la disciplina del operador juegan un papel fundamental. El no iniciado, que quiera aproximarse a la gestión especulativa de carteras, debe tener en cuenta que la disciplina técnica requiere de un seguimiento exhaustivo del mercado. El operador estará obligado a seguir al mercado de cerca, e ir saltando de unos valores a otros, en cuanto detecte nuevos movimientos o asuma el agotamiento de los movimientos por los que ya ha apostado. Como decía el novelista Benito Pérez Galdós, el dinero lo ganan todos aquellos que con paciencia y fina observación van detrás de los que lo pierden. Junto con el exhaustivo seguimiento directo, el operador ha de establecer un seguimiento automatizado de sus posiciones, mediante las órdenes automáticas que a tal efecto ofrecen la práctica totalidad de los portales operativos. Mediante el ajuste de stop loss –que nos permiten cerrar automáticamente nuestras posiciones, si las cotizaciones rebasan cierto umbral-, podremos reducir la cantidad de dinero expuesto a riesgo y proteger las plusvalías que vamos acumulando. A continuación presentaremos las herramientas técnicas básicas, para que el operador particular pueda identificar las pautas del mercado, a fin de rentabilizar sus movimientos bajistas. Determinaremos la aplicación bajista de las técnicas más conocidas y propondremos una serie de observaciones y recomendaciones que nos permitan optimizar su manejo para el fin que la Tesis ocupa. EL USO DE... Soportes y resistencias Identificación y lectura Los conceptos del soporte y la resistencia abren el bloque analítico, y pese a su simpleza, son términos muy profusamente utilizados en el análisis gráfico, tanto individualmente, como para la construcción de la mayoría de las figuras gráficas. Su manejo es esencial para cualquier operativa práctica. 35 A modo de símil, cuando una pelota golpea el suelo, rebota, y cuando alcanza el techo, cae. El soporte y la resistencia, suponen un paralelismo del suelo y el techo para los precios, de la forma que sigue: - El soporte: Es el nivel de precios en torno al cual aflora la demanda de títulos en magnitud suficiente como para absorber la oferta y detener la evolución bajista de un valor, durante un cierto período de tiempo. La observación de un soporte en vigencia es capaz incluso de girar un movimiento bajista, en sentido alcista. - La resistencia: Supone el contrapunto del soporte, se define como el nivel de cotización que, dentro de una evolución ascendente de los precios, concentra una oferta de títulos en magnitud suficiente como para contener el ascenso de los precios, e incluso para inducir la baja en un movimiento alcista. A lo largo de este bloque analítico, estarán muy presentes los conceptos del soporte y la resistencia. Como se detallará, actúan como soportes las directrices rotas al alza, la base de cualquier figura, la base inferior de los canales, las congestiones y concentraciones de volumen rotos al alza. En cambio, actuarán como resistencias las directrices bajistas rotas a la baja, el techo de cualquier figura, la línea superior de los canales y las congestiones y concentraciones de volumen rotos a la baja. Se enuncian, a continuación, observaciones a tener en cuenta por el operador, en referencia a los conceptos de los soportes y las resistencias: - Los soportes y resistencias importantes son capaces de cambiar el sentido de las tendencias, mientras que los menores simplemente las pausarán. - El operador podrá identificarlas observando las pautas históricas de las cotizaciones, ya que los soportes y resistencias se configuran en torno a niveles en los que las cotizaciones estuvieron congestionadas y el volumen de distribuciones fue importante. - Mayor será su fuerza cuanto mayor sea el periodo de tiempo en el que las negociaciones se situasen en su umbral y cuantos más rebotes hayan generado . - La regla de oro de estas formaciones asume que cuando un soporte es cruzado a la baja se convierte en resistencia, y cuando una resistencia es superada al alza se transforma en soporte. Es lo que se denomina cambio de polaridad. 36 - El punto anterior se complementa con la observación de que cuanto mayor sea el descenso experimentado por los precios –mayor grado de penetración- tras ceder el soporte, mayor suele ser el carácter resistente del antiguo soporte frente a avances posteriores. La afirmación para las resistencias es análoga. - A parte de las pautas ya sugeridas, es común que los números redondos sobre los que el inversor se referencia subconscientemente, jueguen el papel de soportes y resistencias. - Para considerar efectiva, en el momento que se produce, la ruptura de un soporte o resistencia, podemos utilizar sistemas de filtros (véanse los filtros de rupturas de medias móviles). En la operativa práctica, soportes y resistencias nos sirven para referenciar y acotar futuros movimientos. La puesta en relación de una última cotización con resistencias y soportes históricos, nos definirá el entorno en el que venideros movimientos se prevén ágiles o se encontrarán con cortapisas. Si detectamos que un valor está próximo a un área de resistencias, sería plausible asumir que una vez alcanzada, su alza no será fácil. Tras la pérdida de un soporte o una resistencia nos referenciaremos a otros soportes o resistencias, para acotar ulteriores movimientos; Por ejemplo, una vez roto un soporte, buscaremos en el gráfico otros niveles históricos de soporte, para fijar el próximo objetivo en la caída de la cotización. Ejemplo: Abengoa 37 Observada la congestión y la negociación que los títulos de Abengoa soportaron en verano de 2006 en el entorno de los 18,70 €, el operador debería sospechar que tal umbral, una vez superado, se configuraría como un soporte. Obtiene confirmación de tal extremo en enero de 2008, pues la tendencia bajista se detendría precisamente en ese nivel. Una vez reanudado el movimiento a la baja, y perdido el soporte, la referencia se convierte –como dice la teoría- en una resistencia. En varias ocasiones entre los meses de junio y septiembre de 2008, se constanta el carácter resistente de la línea; Lo que antes fue un soporte, es ahora el nivel al que los envites de la fuerza compradora son insuficientes para superar a la masa vendedora, y por consiguiente donde las alzas se frenan. Al cabo de un año, la recuperación de los mercados financieros induce a un alza en el valor, que en junio de 2009 queda pausada, precisamente al alcanzar la resistencia de los 18,70 € -entorno de precios en el que Abengoa se había congestionado tres años antes, y que el rebote de enero de 2008 ya confirmó como referencia-. Estrategias bajistas - Consideraremos abrir una posición corta cada vez que la acción que vigilamos se aproxime a una resistencia importante. Especialmente si el movimiento se describe dentro de una tendencia bajista o se acompaña de una fuerte sobrecompra (véase Estocástico o RSI) - Cerraremos inmediatamente nuestras posiciones bajistas abiertas, cada vez que la cotización supere un nivel de resistencia importante. - Ajustaremos órdenes de stop loss para las posiciones bajistas abiertas, tan pronto como el valor sobre el cual se especula se aproxime a una zona de soporte especialmente si el movimiento presenta una relevante sobreventa- o especulemos sobre correcciones técnicas dentro de movimientos alcistas. De modo que un rebote en el mismo, suponga el cierre de nuestra posición 38 - En seguimiento de valores próximos a soportes, la perforación a la baja de estos niveles, nos llevará a apostar por posteriores movimientos bajistas. Especialmente si observamos un movimiento de pull back. El movimiento Pull back se observa cuando la cotización rebasa un soporte a la baja, momento en el que se inicia un violento movimiento en dirección contraria a la ruptura que le lleva a la altura del nivel del soporte perdido, que según la teoría debería actuar de resistencia. El analista debe estar atento a ese momento clave, si con facilidad vuelve a situarse por encima del nivel de soporte habremos asistido a una ruptura falsa; si por el contrario éste se erige efectivamente como resistencia, la ruptura está confirmada y la caída prácticamente garantizada. (Este movimiento, podrá apreciarse en multitud de figuras que se conceptualizan sobre el soporte y la resistencia, como tendencias o canales) Directrices o líneas de tendencia Identificación y lectura Cuando una serie de precios tiende a seguir una trayectoria predominantemente ascendente o descendente, durante un periodo, decimos que está en tendencia. Si la trayectoria es descendente, nos encontramos ante una tendencia bajista, y si es ascendente, ante una alcista. En multitud de ocasiones las crestas de las tendencias bajistas, o en su caso, los valles de las tendencias alcistas, son propensos a presentar una clara alineación. Sobre el comportamiento descrito se sustenta el estudio de las directrices o líneas de tendencia, de la forma que sigue: - Directriz alcista: Definida una tendencia alcista, la directriz alcista se obtiene trazando la línea que une los sucesivos mínimos de reacción, que se forman en los valles de la curva de cotizaciones –en una tendencia alcista, los valles presentarán mínimos crecientes- . Adquiere el papel del soporte que guía las cotizaciones al alza, pues frena las correcciones secundarias bajistas. Su ruptura es el preludio de una fase bajista. - Directriz bajista: Es el contrapunto de las directrices bajistas, se obtiene trazando la línea que une dos máximos sucesivos –en una tendencia bajista, las crestas presentarán máximos decrecientes-. Actúa como una resistencia que encauza las cotizaciones a la baja. Su ruptura es una señal alcista. 39 La Teoría de Dow pormenoriza en torno a la tipología de las tendencias y su comportamiento, a él remito a los operadores interesados en éstas figuras. A la hora de establecer una operativa práctica, el especulador ha de tener en cuenta las siguientes observaciones prácticas a cerca de las directrices: - Como se citó, se construyen uniendo al menos dos extremos de reacción –girode la línea de cotizaciones (dos mínimos para dibujar una directriz alcista o dos máximos para una directriz bajista), un tercer punto extremo nos confirmará su validez –de no ser así, desecharíamos la directriz propuesta, y propondríamos otra-. - Una vez obtenida confirmación con el tercer punto de reacción, una tendencia en movimiento tenderá a mantener su inclinación. Esto permite al operador determinar los extremos de las fases correctivas técnicas. - El volumen suele confirmar la tendencia, expandiéndose en dirección de la misma. - Atendiendo a su longitud, existen diferentes tipologías de tendencias, dentro de las cuales podrán detectarse, a su vez, tendencias secundarias o terciarias. - Una ruptura significativa de una directriz nos ofrece una primera señal seria de cambio de tendencia. Un cierre fuera de la línea de tendencia es más significativo que una penetración intradiaria. - Para considerar válida la ruptura de una línea de tendencia Murphy24, recomienda filtros como un criterio de penetración del 3% o que la ruptura se mantenga dos días. - El ángulo de una tendencia identificará la magnitud de la fuerza dominante en el mercado. Si su pendiente es muy relevante, el movimiento seguramente sea fugaz, de modo que su relevancia a la hora de construir predicciones, será escaso. 24 Murphy, J.J. (2002) Análisis técnico de los mercados de futuros. Madrid. Gesmovasa 40 - Mayor relevancia se le dará a una directriz, cuanto mayor sea su longitud. Una tendencia en un gráfico mensual supone una tendencia más fuerte que una línea de tendencia semanal. - La fortaleza de la tendencia es mayor cuanto más veces rebotan las cotizaciones en ella sin poder superarla. Ejemplo: Antena 3 Tras un movimiento lateral durante el primer trimestre del año 2007, Antena 3 retoma el movimiento bajista en el que se movía. En mayo de 2007 el movimiento bajista rebota y la senda de las cotizaciones marca una segunda cresta. El operador alertado de esta situación, simplemente une los dos máximos de la serie descendente –del 16 de abril y 23 de mayo-, trazando así la incipiente directriz bajista, sobre la que teóricamente deberían retroceder los rebotes del valor en su movimiento bajista. Los días 31 de mayo y 1 de junio, las cotizaciones de Antena3 vuelven a mostrarse incapaces de superar la directriz bajista, confirmando la figura identificada. A partir de este momento, el especulador cuenta con una herramienta con la que se servirá para referenciar los sucesivos máximos –resistencia- sobre los que retrocederán los rebotes a lo largo del movimiento bajista. Extremo que se confirma en multitud de ocasiones a lo largo del año 2007. En el gráfico también pueden apreciarse muy claramente la existencia de tendencias secundarias, por su relevancia destacan las bajistas observadas en los meses de 41 noviembre y diciembre; las directrices secundarias se identifican de igual modo que las principales. Ejemplo: Unipapel Con este otro ejemplo completaremos la visión de las directrices abarcando toda su casuística. La figura se gesta en febrero de 2006, momento en que Unipapel entra en una senda alcista; En verano de ese mismo año la tendencia marca su primer valle, a partir de ese momento el especulador cuenta con las dos referencias –los dos mínimos de la serie ascendente- con los que poder construir la directriz alcista, como ya sabemos, trazando la línea que une tales puntos. A finales de noviembre, la tendencia alcista marca su segundo valle, y la corrección se detiene precisamente en la directriz alcista, confirmándole al agente su existencia. Con el trazado de la directriz, el operador cuenta con una herramienta que le permitirá acotar los retrocesos del valor, a lo largo de la tendencia alcista. De hecho, en diciembre de 2006, las acciones de Unipapel rebotan en el nivel de la tendencia, en nada más y nada menos que en 10 sesiones distintas, poniendo de manifiesto la fortaleza de la figura. En julio de 2007, la gráfica dibuja un nuevo diente de sierra, con una fortísima corrección que lleva el valor de los 29 euros a los 24 euros en solo un mes (-20%). El rebote, una vez más, se produce en la línea de la tendencia. La figura será probada al mes siguiente, otra corrección se gira en la directriz; Un año después de que el operador la hubiera detectado, la herramienta sigue siéndole útil. 42 En septiembre de 2008, un nuevo diente de sierra lleva a las cotizaciones al umbral de la directriz, esta vez rompiéndola. Con el fin de que pueda apreciarse claramente, el gráfico presenta una ampliación de esa área. Después de una ruptura –como nos dice la teoría del cambio de polaridad- la directriz alcista, que antes suponía un soporte, se convertirá en una resistencia, que frenará los movimientos alcistas, extremo que se cumple en varias ocasiones poco después de la pérdida del nivel. En muchas ocasiones, se produce una ruptura limpia que no viene acompañada de retroceso de ninguna clase; No obstante, como en este caso, también es usual que cuando la cotización rompe a la baja una directriz alcista tenga una rápida y corta caída, seguida de una subida hasta las cercanías de la directriz, después de la cual se produce el movimiento bajista definitivo –ya comentado en el apartado anterior- denominado pull back. Tras el pull back descrito en octubre de 2007, Unipapel perdería el 40% de su cotización en tres meses. Estrategias bajistas - Una vez detectada una tendencia bajista, el operador en corto puede sentirse cómodo para operar a la baja, siempre y cuando se siga respetando la directriz bajista. - Dado que la ruptura de una directriz es una de las señales de un cambio de tendencia, la ruptura de una directriz bajista nos llevará a cerrar nuestra posición bajista abierta, mientras que la ruptura de una directriz alcista, nos incitará a abrir una posición bajista. - Podemos establecer el siguiente sistema de especulación: En tendencias bajistas: Abrir una posición corta, cada vez que el valor se frene en la directriz, para cerrarla cuando el valor se encuentre con una importante sobreventa (sobre todo si la tendencia bajista es suave) a la espera de que un rebote técnico vuelva a impulsar a la cotización sobre la directriz, repitiendo la operación tantas veces como la vigencia de la directriz nos lo permita. - Si hemos apostado por una corrección técnica dentro de una tendencia alcista, la posición bajista se cerrara, tan pronto como un rebote sobre la directriz confirme la vigencia de la tendencia alcista. 43 Canales Identificación y lectura La figura del canal es una variante refinada de las líneas de tendencia, y nos permite modelizar las correcciones secundarias que se producen en las series tendenciales, una vez que rebotan sobre la directriz. Y es que, con frecuencia, éstas respetan unas pautas de canalización, es decir no solo las crestas de las tendencias bajistas, -o los valles de las tendencias alcistas en su caso- presentarían una clara alineación, sino que también se apreciaría una alineación en los puntos de giro de los movimientos de retroceso –rebotes técnicos en series bajistas o correcciones técnicas de series alcistas-. Sobre el comportamiento descrito se sustenta la figura del canal. La figura se denomina así, pues, valga la redundancia, canaliza las cotizaciones, es decir, su línea superior adquiere el papel de resistencia y su línea inferior, el de soporte, acotando en los dos sentidos, el movimiento de una cotización tendencial Para construir un canal de tendencia, una vez definida una directriz, trazaremos una línea paralela a ésta, en función de la naturaleza de la misma: - Si estamos ante una tendencia bajista, la segunda línea pasará por el mínimo de reacción del primer valle (zona del rebote). Cuando un sucesivo valle respete este soporte, el canal bajista queda confirmado. - Si estamos ante una tendencia alcista, la segunda línea la haremos pasar sobre el máximo de la primera cresta (zona de la corrección). Cuando la siguiente cresta retroceda precisamente en el umbral de la línea que acabamos de trazar, el canal alcista queda definido. Sus términos de vigencia, son similares a los de resistencias y soportes. En la operativa práctica merece la pena considerar las siguientes observaciones: - Una vez identificado, nos permitirá acotar el nivel mínimo de los retrocesos y el nivel máximo de los avances, a lo largo de la respectiva tendencia. - La ruptura de un canal bajista al alza, puede ser el preludio de un cambio de tendencia; mientras que si su ruptura es a la baja, estaría reforzando la tendencia bajista vigente. 44 - La ruptura de un canal alcista a la baja, nos suele anticipar un cambio de tendencia, mientras que si su ruptura es al alza, la tendencia alcista vigente se estaría reforzando. - En un canal alcista, un giro previo a un impacto con la línea superior es un anticipo de que la cotización va a enfrentarse a la línea inferior. Si el canal es bajista, un rebote en las cotizaciones previo a la línea inferior, puede anticiparnos una ruptura al alza del mismo. Ejemplo: La Seda de Barcelona En la segunda mitad de 2006, La Seda de Barcelona aceleró la tendencia alcista en la que se movía. En noviembre de ese mismo año, antes de que ninguna figura concreta fuese detectable, la evolución del valor mostraba la siguiente curiosidad: se habían producido tres impulsos alcistas importantes, y los tres picos de los movimientos presentaban unos puntos de corrección (agotamiento) alineados (1, 2 y 3) , tenemos así tres referencias que confirman una línea oblicua de resistencia, sin embargo a falta de una directriz primaria bien definida, el operador aun no estaría en condiciones de confirmar la existencia de un canal. En diciembre se produce un nuevo valle, cuyo punto de giro sí nos permite definir una directriz alcista de referencia factible. Uniendo los mínimos de reacción de septiembre (4) y diciembre (5), obtenemos una directriz, 45 paralela –y por tanto compatible- precisamente a la resistencia oblicua ya confirmada, con lo que el canal queda dibujado. A partir de entonces, contamos con una herramienta que nos permitirá acotar, en los dos sentidos, el movimiento del valor, de hecho el impulso alcista de diciembre se agota una vez que llega a la banda superior del canal (6). A lo largo de todo el mes de enero de 2007 , la línea inferior del canal –directriz- vuelve a mostrar su fortaleza, pues en varias sesiones las cotizaciones de La Seda rebotan en ella. En febrero de 2007, un nuevo impulso alcista vuelve a detenerse en la línea superior del canal (7), sin embargo a finales del mes, un retroceso en el valor rompe el canal. El seguimiento de la cotización permitiría al especulador -sabedor de que la ruptura de un canal alcista a la baja, es una señal de debilidad en el mercado- sacarle una última utilidad al canal: obtendría una señal de venta, que operando a la baja, le permitiría anticiparse a la caída inmediata del 15% que sufrió el valor en la semana siguiente. Tras romper el canal alcista, las cotizaciones de La Seda de Barcelona, curiosamente se encauzarían a través de un nuevo canal, esta vez bajista. Confirmada la ruptura de la directriz alcista en febrero de 2007, el operador revisa la serie reciente de cotizaciones con el fin de encontrar una nueva figura a la que atenerse, de esta manera une los dos máximos descendentes (7 y 9), proponiendo una directriz bajista. En marzo la fuerte corrección se detiene y rebota, con lo que el agente tiene un nuevo punto de referencia (10) con el que trabajar. Revisando la historia reciente del valor, el especulador se percata que en diciembre de existe una zona de pequeñas resistencias (8) –pero de elevado volumen- y que uniendo el mínimo de reacción (10) con estas resistencias (8) es capaz de construir una línea paralela a la incipiente directriz que había detectado. Con esto, y a falta de una evidente confirmación, el especulador cuenta con la sospecha de que se estaría configurando un canal bajista. Obtiene confirmación de tal extremo en mayo de 2008, momento en el que la línea inferior del canal asume el papel de soporte sobre el cual rebotan las cotizaciones de la Seda de Barcelona. El especulador cuenta ahora con una nueva figura que le permite modelizar el comportamiento de las cotizaciones de La Seda. El canal muestra su vigencia, al repeler el movimiento bajista en tres ocasiones durante la primera mitad del verano de 2008 (11). En julio, un rapidísimo movimiento alcista revaloriza los títulos de la catalana un 46 25% en tan solo dos semanas, sin embargo el impulso cesa cuando las cotizaciones precisamente tocan la línea superior del canal (12). Tras girarse en la línea superior, el valor sufre una corrección, que una vez más terminará, cuando nos encontremos con la banda inferior del canal, provocándose otro rebote (13). En noviembre el canal bajista sufre una ruptura a la baja, señal que refuerza la tendencia bajista que el valor dibuja. Al poco tiempo de producirse la ruptura, se detecta otra de las figuras con las que ya hemos trabajado, el pull back: la cotización en el intento de entrar en el canal perdido, se topa con la línea inferior de la figura –que antes jugaba el papel de soporte, ahora transformada en resistencia-. Anótese que muchos operadores aseguran que cuanto más ancho sea un canal, más violento será la fuga de la cotización tras su ruptura. Dicho y hecho, la conjura de los tres elementos: la ruptura a la baja de un canal bajista, el pull back y la anchura del canal perdido, anticipan al especulador una sonada caída. Ésta no se hace esperar, y lleva el valor de La Seda de Barcelona de 2 € a 1,2€, en tan solo dos meses. Estrategia bajista - Una ruptura a la baja de un canal alcista suele anticiparnos un cambio de tendencia, al tiempo que una ruptura a la baja de un canal bajista reforzaría la tendencia bajista vigente. Es interesante aprovechar ambas circunstancias para ponerse corto – especialmente si detectamos otro tipo de confirmaciones: pull back, osciladores..- - Sobre los canales se ha diseñado uno de los sistemas especulativos automáticos más conocidos: abrir una posición larga cuando el valor toque la banda inferior del canal y cerrarla cuando se alcanza la línea superior; con tal extracción de liquidez, abriríamos una posición corta, que será cerrada una vez que las cotizaciones reboten sobre la banda inferior del canal, repitiendo la operación tantas veces como la vigencia del canal nos lo permita. - Al margen del sistema especulativo automático, el abrir una posición bajista cada vez que el valor toca la banda superior del canal, es recomendable ceñirla únicamente a canales bajistas, o canales alcistas poco pendientes, dado el riesgo que asumiríamos al operar contra la tendencia primaria. 47 Rectángulos Descripción y lectura Los rectángulos suponen una interrupción temporal de una tendencia para dar paso a un movimiento lateral en el que las cotizaciones fluctúan entre dos líneas horizontales paralelas, que acotan los máximos y mínimos. La figura representa una congestión entre una zona de suelo o soporte y otra de techo o resistencia, donde las cotizaciones rebotan una y otra vez, resultado de la punga entre fuerzas compradoras y vendedoras equilibradas, pero posicionadas a dos niveles distintos. La figura normalmente termina con la continuación de la tendencia precedente, a modo de consolidación de la misma, extremo que no siempre se cumple. La teoría dice que el volumen tiende a descender en la formación del rectángulo, para incrementarse en el momento de que la figura se rompe –especialmente si su ruptura es alcista-. Algunos manuales no mencionan su existencia o simplemente lo consideran una variedad de canal. Estrategia bajista - Detectado un rectángulo podemos aplicar el mismo sistema especulativo que utilizábamos con los canales. Abrir posiciones largas en la línea de soporte, para cerrarlas en la zona de la resistencia, al tiempo que abrimos posiciones cortas con la liquidez liberada, tantas veces como la vigencia del rectángulo nos lo permita. Un entorno que defina un rectángulo, al menos aproximadamente, suele ser el propicio para trabajar con el Estocástico (ver apartado) - La ruptura al alza de un rectángulo, nos hace pensar en el comienzo o reanudación de una tendencia alcista, llegados a este extremo cerraríamos nuestras posiciones bajistas. Si la ruptura se produce a la baja, la afirmación es la opuesta. 48 Triángulos Identificación y lectura Los triángulos son unas formaciones interesantes, pues suponen la confluencia entre dos figuras, en una de las cuales la fuerza predominante es la compradora y en otra, la vendedora. Gráficamente se representan como áreas de congestión cuyos límites, superior e inferior -en su forma genérica- convergen hacia la derecha. Es decir, a medida que la cotización traza la formación, y se aproxima a su vértice, sus movimientos oscilantes ascendentes o descendentes son cada vez menores . Algunos técnicos los han llegado a denominar “muelles espirales”, pues en su seno, el mercado se comprime y la energía de los traders se concentra, lista para saltar como un muelle25. En un triángulo confluyen, más que nunca, las fuerzas alcistas y bajistas del mercado, pues se construyen como el encuentro de pautas -directrices, soportes o resistencias-, que desemboca en un pulso, cuyo resultado es determinante para descubrir el sentido del equilibrio entre fuerzas alcistas y bajistas. El Análisis Gráfico, distingue diferentes clases de triángulos, según sean simétricos, ascendentes, descendentes. Triángulos simétricos La Teoría de Dow propugnaba que cuando las series de precios presentasen pautas de máximos y mínimos ascendentes, nos encontraríamos ante una tendencia alcista, y cuando máximos y mínimos fuesen descendientes, tendríamos una tendencia bajista. El desconcierto está servido cuando, sin embargo, nos encontramos con máximos descendentes y mínimos ascendentes, precisamente es ésta la pauta que se explica con las figuras de triangulación. El triángulo simétrico se genera por la confluencia de una directriz alcista y una directriz bajista. La integración de una directriz alcista - una línea de apoyo con pendiente positiva, que genera mínimos crecientes -, y una directriz bajista – una línea de resistencia con pendiente negativa, que genera máximos decrecientes- terminan dibujando un triángulo, el cual se dice simétrico, si ambas directrices tienen una misma 25 Elder, A. (2004) Vivir del Trading. Ed. Netbiblo. 49 pendiente con respecto a su sentido. A medida que el triángulo se dibuja, compradores y vendedores cada vez se muestran más agresivos, pues rebajan los niveles de compra o de venta en cada recuperación –otra razón para que máximos y mínimos sean decrecientes-. El triángulo inevitablemente terminará con la ruptura de una de las dos directrices que lo define, de modo que una de las formaciones impondrá su supremacía sobre la otra. Por ello, el triángulo es considerado como una figura de continuación, en la que precisamente se reafirma la tendencia que mantuvo su vigencia. La ruptura de la figura requiere un cierre decisivo fuera de una de las directrices. Como en el resto de los triángulos, el volumen debería experimentar un notable aumento en el momento que la fuga se produce. Numerosos operadores, apuntan que las rupturas más esclarecedoras se producen antes de que la figura entre en su último tercio. Ejemplo: Abengoa Las cotizaciones de Abengoa mantenían un alza constante desde el año 2003, sin embargo, el movimiento pronunció sustancialmente su pendiente durante la primera mitad del año 2006. Así, el 10 de mayo los títulos de Abengoa podían adquirirse a más de 29 € frente a los 12 € que costaban tan solo 6 meses antes. La sobrecompra del valor pasó su factura, y una fuerte corrección en los mercados provocó que un mes después de haber marcado máximos históricos, el valor volviese a situarse en la cota de los 15,5 €. 50 Llegado este momento, la incertidumbre se cierne sobre el especulador, pues sobre el mercado confluyen una fuerte tendencia alcista y una fortísima corrección. A lo largo del verano, el pulso entre las fuerzas alcistas y bajistas se traduce en una serie que describe máximos decrecientes y mínimos crecientes. A medida que mínimos y máximos se suceden, el agente cuenta con los elementos necesarios para trazar las dos directrices que guían al mercado, definiendo así un triángulo. El especulador, prevenido, estará atento a la ruptura de la figura por alguno de sus lados, con el fin de determinar cual es la fuerza que terminará imponiéndose. A finales de agosto, el triángulo presenta una ruptura alcista, el pulso ha terminado, todo indica que el largo movimiento alcista continuará su curso, extremo que se constatará en los meses sucesivos. Triángulos rectángulos ascendentes o descendentes A diferencia del triángulo simétrico, el triángulo recto tiene uno de sus lados horizontal. Haremos la distinción entre: Triángulos ascendentes Su lado superior es horizontal y su lado inferior es ascendente. Suponen la confluencia entre una resistencia y una directriz alcista, de manera que las cotizaciones describen un movimiento con mínimos ascendentes, mientras que los máximos no son capaces de superar un umbral horizontal resistente. A medida que la serie se aproxima al vértice del triángulo, los movimientos oscilantes son cada vez menores. El interés comprador es cada vez mayor, pues tras cada corrección, las cotas de los mínimos a los que se frenan las caídas son cada vez más altas, pero el grueso del interés vendedor sigue pausado en una altura, frenando el avance de los precios. Es una figura frecuente, en la que movimientos alcistas se ven pausados gracias a bloques de órdenes de venta limitados a niveles prefijados; en el momento en el que el papel de tales órdenes se agota, el movimiento alcista continúa. 51 El triángulo ascendente suele presentar una ruptura alcista, extremo que no siempre que cumple. De confirmarse la fuga alcista, leeremos que la tendencia alcista se consolida. Su ruptura bajista puede anticiparnos un cambio de tendencia. Triángulos descendentes Suponen el contrapunto de los triángulos ascendentes. En este caso, las cotizaciones estarán acotadas superiormente por una directriz bajista e inferiormente por un soporte. Por consiguiente, genera una serie con máximos descendentes y mínimos horizontalmente estabilizados. De su lectura se antoja la existencia de un grupo vendedor cada vez más agresivo, que rebaja los niveles de venta tras cada recuperación, mientras que el lado inferior del triángulo, se mantiene horizontal, debido frecuentemente a órdenes de compra de gran magnitud establecidas a un nivel prefijado y que pausan el movimiento bajista. La señalada falta de compensación entre la agresividad de las fuerzas provoca que los triángulos descendentes suelan presentar una ruptura bajista, de confirmarse tal extremo asumiremos que la tendencia bajista se consolida. Su ruptura alcista puede anticiparnos un cambio de tendencia. Estrategias bajistas - Detectado un triángulo simétrico, el especulador debería cerrar sus posiciones hasta que se haya esclarecido la fuerza dominante en el mercado. - Detectado un triángulo ascendente en una tendencia alcista, su ruptura alcista nos confirmaría la continuidad de la tendencia, dejando al operador bajista al margen del movimiento. En cambio, de detectarse una ruptura a la baja, podría anticiparnos una inversión en la tendencia, capacitando al especulador de elementos de juicio para apostar a la baja. - Detectado un triángulo descendente en una tendencia bajista, su ruptura a la baja, reafirmaría al especulador el mantenimiento de sus posiciones bajistas. En cambio, de producirse una ruptura al alza, podría anticiparnos un cambio en la tendencia, justificando al operador el cierre de sus posiciones bajistas. - Aunque no es demasiado recomendable, podemos establecer un sistema especulativo encaminado a aprovechar las oscilaciones de rebotes y correcciones técnicas que se producen dentro de un triángulo (ponerse cortos al tocar la línea 52 superior, y largos al tocar la línea superior), siempre y cuando la figura sea suficientemente ancha y alargada, y no nos estemos aproximando a su vértice. Genéricamente nos es recomendable, pues cuando tenemos definidas las pautas que nos confirman la existencia de un triángulo, éste suele estar próximo a su superación. - En triángulos rectángulos en lugar de aprovechar las oscilaciones en los dos sentidos, es preferible únicamente aprovechar los movimientos bajistas, si estamos frente un triángulo descendente, y las alcistas, si estamos ante un triángulo ascendente; Como consecuencia del riesgo que supondría, estar operando en contra de la tendencia que define al triángulo, pues su la ruptura, la mayor de las veces, respeta la tendencia precedente. Vueltas en un día Identificación y lectura Las vueltas de un día, más que una formación determinada, son uno de los elementos que nos pueden anticipar un cambio de tendencia. Son figuras rápidas de cambio, que se dibujan en una sola sesión o incluso dos –vuelta de dos días-. En una tendencia alcista en vigencia, la vuelta de un día en techo se identifica con una sesión -que sucede a otras de importantes alzas- en la que intradiariamente se establece un nuevo máximo para la tendencia –que supera al máximo de la anterior sesión-; no obstante, en esa jornada el alza se agota, de modo que la cotización termina el día a un nivel inferior al de su cierre precedente. Es decir, aun en una tendencia alcista, y justo después de haber superado su máximo vigente, el valor cierra en terreno negativo, cerca del mínimo intradiario. Suele aparecer en títulos que soportan fuertes ataques especulativos, en los que agentes que acumularon papel en los días previos, una vez satisfechos sus objetivos, deshacen sus posiciones rápidamente, ahogando el alza, pues aprovechan la euforia para distribuir el papel entre los que se suman tarde al movimiento especulativo. Análogamente, en una tendencia bajista, la vuelta en un día de suelo se presenta en jornadas, en las que a pesar de ser precedidas por una fuerte bajada, el elevado nivel de 53 compras provoca que la cotización se gire al alza, después haber marcado, esa misma sesión, cambios inferiores a los mínimos precedentes. Más significativa será la señal de una posible vuelta de la tendencia a corto plazo, cuanto más amplio sea el rango de la vuelta de precios que se hubiese descrito en el día, y más cuantioso sea el volumen operativo que la provoca. Las figuras de vuelta de un día suelen suponer el comienzo de otras formaciones técnicas más complejas, detalladas en esta Tesis. O pueden servirnos para confirmar la vigencia de las mismas. Su existencia también nos permite referenciar soportes o resistencias. La figura no es identificable, como tal, hasta que los precios se hayan movido significativamente en dirección contraria al movimiento precedente. En muchas ocasiones, no solo nos indican un cambio de tendencia, sino que son el más puro reflejo de dramáticas manipulaciones del mercado. Situaciones en las que los grandes operadores, para poder acumular o distribuir sus posiciones, en un rango de precios, requieren un mercado desbocado que les ofrezca contrapartida, lo que en jerga se conoce como menear el árbol. Estrategia bajista - Constituye un aviso urgente que nos obliga a vigilar de cerca el gráfico donde se haya producido la figura, pues nos anticiparía un cambio de tendencia. Si observamos una vuelta de suelo en una tendencia bajista sobre la que hemos apostado, sería recomendable ceñir los stop loss, ante la posibilidad de rebote o cambio del sentido tendencial. Si observamos una vuelta de techo en una tendencia alcista, focalizaremos nuestra atención en el seguimiento del valor, con el fin de detectar otras pautas tempranas que nos confirmen el cambio bajista. Ejemplo: Sol Meliá La figura de vuelta en un día aparece muy frecuentemente en las series financieras. Los ejemplos propuestos se identificaron en Sol Meliá, durante el primer trimestre del año 2008, de la forma que sigue: 54 - Giro alcista (22 de enero): El día es precedido por una tendencia bajista que dura más de seis meses, y una sesión, la del 21/1/2008, especialmente negativa, en la que Sol Meliá se deja más del 5 % de su valor. La sesión del 22 abre con un importante brecha bajista, a 8,02 €, frente al cierre de la anterior jornada de 8,29 €. Tras la apertura, la cotización perfora nuevos mínimos, llegando a alcanzar los 7,85 €, “el dolor se ha extremado”. Aprovechando la contrapartida que supone el delirio bajista, manos fuertes entran en el mercado, lo que se antojaba como una sesión muy negativa, termina cerrando en terreno positivo, de hecho, la cotización finaliza la jornada a 8,88 €, con un alza del 7,12 % respecto al cierre anterior y un rebote de más del 13% con respecto a los mínimos intradiarios. La figura es el comienzo de un rebote que durará más de un mes. - Giro bajista (26 de febrero) Tras un mes de significativo rebote, y tras una jornada, la del 25/02/2008 especialmente alcista, en la que Sol Meliá se revaloriza un 6,90%, hasta los 10,85 €, se gesta una vuelta de la tendencia de la forma que sigue. El día 26 la cotización supera el máximo precedente, marcando un máximo intradiario en 11,25 €, lo que supone un alza del más de un 3,5% con respecto al cierre anterior; Sin embargo la 55 continuación alcista se trunca a media jornada, las manos fuertes, aprovechan la euforia para cerrar sus posiciones y empapelan el mercado. La cotización comienza a girarse, para cerrar a 10,74€, por debajo del cierre de la jornada precedente, y con una caída del 1%, lo que supone un cierre casi un 5% por debajo del máximo intradiario. Con este giro, el rebote de Sol Meliá en el corto plazo ha terminado, entrando en un movimiento de lateralidad. Formaciones en V Identificación y lectura La formación en V representa una brusca vuelta de tendencia, con muy pocos o ningún indicios previos. Comprende giros rápidos, que no vienen precedidos por ninguna figura de transición, y provocan una ruptura radical en la dirección tendencial. Que su identificación temprana sea muy complicada, ha supuesto que maestros del chartismo como Murphy, las cataloguen como no-figuras, ya que no se ciñen a patrones de conducta concretos. En la práctica, la formación se dibuja en entornos de alta volatilidad, al enderezarse movimientos sobredimensionados. O se motiva por cambios bruscos del sentimiento de mercado, por ejemplo, con la descodificación de información relevante que atenaza a los inversores. En otras ocasiones evidencian el uso de información privilegiada o en cambio, se derivan de ataques especulativos. El movimiento que precede a la formación en V suele ser abrupto, con escasas o nulas correcciones en su marcha, e incluso dejando huecos tras su estela. La figura requiere de caídas o alzas violentas, en las que la verticalidad del movimiento lleve a las cotizaciones más allá de lo que a corto plazo cabría esperar, rebasando los umbrales razonables de la sobrecompra o la sobreventa. En ocasiones el movimiento, que puede presentarse tanto en suelos como en techos, gira sobre una figura de vuelta de un día. 56 Ejemplo: BBVA El complicado entorno que la crisis subprime generó en los mercados financieros internacionales, se tradujo en un histérico comportamiento en las bolsas de valores. Numerosos títulos, especialmente valores del área financiera como BBVA, sobredimensionaron cada uno de sus movimientos. Entre septiembre de 2008 y marzo de 2009, las fortísimas oscilaciones del valor se tradujeron en multitud de movimientos en V. A pesar de que las caídas se sucedían, el operador bajista se enfrentaba a giros rapidísimos en el mercado, que bien podían erosionar sus plusvalías acumuladas o incluso llevarlo a las minusvalías. Por ejemplo, del 21 al 28 de octubre, los títulos de BBVA pasan de 10,49 € a 7,24 € (-30%), para la semana siguiente (5/11/2008) cerrar a 10,13 € subiendo casi un 40% desde el día del giro. Estrategias bajistas - Considerando la existencia de la figura, el especulador se enfrenta a la posibilidad de que el movimiento vertical, por el que correctamente apostó a la baja, efectúe un giro alcista tan raudo como su caída. Sopesando esta circunstancia, es interesante utilizar stop loss de carácter dinámico cuando tengamos posiciones en caída vertical, lo cual permite salvaguardar las 57 plusvalías acumuladas, sin renunciar a seguir participando en el movimiento bajista. - El movimiento en V, que por definición no se ciñe a patrones concretos, ata las manos del analista chartista, sin embargo el especulador que se encuentre con series en las que se sucedan muchos movimientos en V, podrá utilizar medias móviles cortas, que por su nerviosismo no serían útiles para series tradicionales, si nos permitirían adaptarnos a escenarios de fortísimos y limpios movimientos, alcistas y bajistas. Osciladores como el estocástico también suelen dar buenos resultados en estos entornos, principalmente para determinar el fin de un rebote técnico tras una V dentro de un movimiento bajista o para determinar el fin de una corrección técnica en un movimiento alcista. Dobles techos y dobles suelos Identificación y lectura Los dobles suelos y dobles techos son figuras de vuelta que nos permiten detectar cambios de tendencia, principalmente de largo plazo, aunque tampoco es raro que aparezcan en el ámbito intradiario. Se identifican de la forma que sigue: Doble techo o figura en M El doble techo presenta dos máximos destacados, agotados a una misma altura, entre los que distaría una corrección de duración indeterminada –de al menos tres semanas-. El volumen operativo juega un papel fundamental en la identificación temprana de la figura, pues suele presentar la siguiente pauta: cuando el primer máximo se está formando el volumen es relevante, el cual se debilita una vez se inicia la corrección que lo sucede. Cuando la cotización trata de aproximarse de nuevo al máximo, el volumen vuelve a incrementarse, sin llegar a alcanzar el volumen del primer máximo. Hasta este momento, nada hace pensar que se está formado un doble techo; Sin embargo, en el momento en el que la cotización vuelve a girarse en el nivel de máximos, la realización de beneficios y la distribución hacen que el volumen siga incrementándose hasta que la cotización, en su caída, alcanza la cota desde la cual se inició el segundo impulso. La 58 figura de vuelta quedaría completada si el valor perdiese tal soporte; Llegados a este extremo, la ola vendedora no se haría esperar. La significación de la figura será mayor cuanto mayor sea la dilatación temporal y más hubiesen corregido las cotizaciones entre la configuración de los dos máximos. Mientras que la figura se está formando, es fácil confundirla con un movimiento de consolidación, de modo que la clave para su identificación pasa por detectar un cierre, con decisivo volumen, bajo la línea que sirvió de soporte para los impulsos alcistas que dibujaron los dos máximos. El objetivo de caída mínimo, será equivalente a la distancia que diste entre el comentado soporte y el nivel de máximos. Ejemplo: Solaria A finales del año 2007 y principios del 2008, Solaria dibujó un doble techo de la forma que sigue: Partiendo, a mediados de octubre, de una cotización de 16,5 €, sus títulos presenciaron una fortísima alza, que los llevó, en solo tres semanas, a superar los 24 €. El movimiento fue fugaz, dos semanas después, el valor ya había desandado el camino andado. No obstante, en la segunda mitad de noviembre, Solaria reanuda el movimiento alcista, alcanzando en la primera semana de enero, otra vez, la cota de los 24 euros. De nuevo, la cifra se resiste, pues la acción no es capaz de cerrar por encima. Acto seguido, la cotización cae, alcanzando el nivel desde el cual surgieron los dos impulsos alcistas. Esta vez, tal nivel de soporte se ve incapaz de mantener la cotización, se produce una ruptura a la baja, con un volumen fortísimo, de manera que la figura del doble techo queda confirmada. 59 Como dice la teoría, cuanto mayor sea la altura que diste entre el soporte del impulso y la cota de los máximos, mayor será la caída una vez que el soporte capitula. Dada la brusquedad con la que se dibujó la figura, la caída se antoja sonada. Dicho y hecho, perdido el soporte de los 16,5 € y tras un movimiento de confirmación –pull back- el valor se va a 8,40 €, perdiendo las cotizaciones de Solaria la mitad de su valor, en tan solo un mes. Doble suelo o figura en W Es la figura opuesta al doble techo, pero se dibuja con mayor frecuencia que éste. Cuando nos encontramos en una tendencia bajista, el doble suelo se identifica mediante dos valles consecutivos, con mínimos de reacción situados a una misma altura, y separados por una cresta. Es decir, la cota, en la que el primer valle rebota, se configura como un soporte sobre el que rebotará el valle siguiente, erigiéndose como la plataforma sobre la que una tendencia bajista se tornará en alcista. El periodo que media entre los dos mínimos significativos de un doble suelo, suele ser más corto que el que dista entre los dos máximos significativos de un doble techo. Tal lapso, con frecuencia no es mayor a dos o tres semanas. Debido a esta circunstancia, suele definirse que los dos suelos significativos pertenecen a valles consecutivos, si bien ésto no tiene porque cumplirse estrictamente. En lo que a volumen se refiere, éste es creciente a lo largo de la formación de la figura. Cuando se marca el primer mínimo, el volumen suele ser pequeño. La recuperación tras el segundo rebote se acompaña con un incremento de volumen, y en cuanto se produce la ruptura alcista definitiva el volumen crece considerablemente. Ambas figuras, techos y suelos, se pueden presentar de forma triple. Es decir, dibujando tres máximos o mínimos representativos, en lugar de dos. Ejemplo: Corporación Dermoestética 60 Los títulos de Corporación Dermoestética, tras una exitosa OPV, se estrenaron en el mercado el 13 de Julio de 2005, marcando una primera cotización a 11 euros. A partir de entonces, el valor entró en una importante tendencia bajista que le hizo perder, en nueve meses, casi la mitad de su capitalización bursátil. En mayo de 2006, sus cotizaciones alcanzaban prácticamente los 6 euros, en ese momento el valor rebota levemente, para retroceder al mes siguiente, de nuevo al nivel de los 6 €; Sin embargo después de varias sesiones tanteándolo, los títulos no hacen un cierre significativo por debajo de la cifra en la que anteriormente se había rebotado, ésta se ha erigido como un soporte. Muchos operadores consideraban, no sin razón, que un doble suelo se estaba formando, el cual se habría confirmado, en el momento en que el Dermoestética superase los 6,65 € -el máximo de la cresta que media entre los dos mínimos-. No obstante, poco después de alcanzar los 7 euros, la cotización retrocede por debajo del punto de activación – 6,65€-, con lo que la figura queda invalidada. Sin embargo, el retroceso se detuvo precisamente al llegar al mismo soporte del que habían partido las dos alzas precedentes (6€) con lo que el especulador sospecharía que se seguiría formando una pauta de suelo –esta vez triple suelo-. Para confirmar tal extremo, se precisaría un cierre por encima del máximo de la mayor de las crestas que median entre los mínimos de reacción –7 €-. A finales de agosto se supera tal nivel –nótese que esta vez que el umbral una vez superado, se convierte en un soporte-. La pauta de suelo nos confirmaría que el movimiento bajista habría finalizado. 61 Estrategias bajistas. - La confirmación de un doble techo es el momento idóneo de abrir una posición bajista, especialmente cuanto mayor sea la distancia que diste entre el soporte del impulso y los máximos, pues mayor se antojará la caída. Si su trazo hubiera sido brusco, y el valor se encuentra muy sobrecomprado, podríamos haber apostado por una corrección desde el momento en el que el valor se da la vuelta desde la zona de máximos, sin esperar a la confirmación de la figura. - El trazo de un doble suelo nos indicaría el fin de una tendencia bajista, por lo que el especulador debería cerrar cuantas operaciones cortas tenga abiertas. A partir de este momento, las posibilidades bajistas se ciñen al aprovechamiento de correcciones técnicas –los valles que se producen en el trazado alcista- el operador ha de tener claro, no obstante, que opera contra la tendencia principal. Medias móviles La presión vendedora o compradora, en multitud de ocasiones, somete a las cotizaciones a variaciones tales que no permite amoldarlas, con claridad, a ninguna de las formaciones gráficas descritas. Al tiempo que, mercados excesivamente volátiles dificultan la identificación de la verdadera tendencia de corto plazo de los títulos. Por estos y otros motivos, el uso de las medias móviles se fue popularizando hasta convertirlas en un elemento básico del Análisis Técnico. La media móvil, en sus distintas variantes, promedia matemáticamente las series, suavizando la curva de precios y erigiéndose como una representación curvilínea de su tendencia, lo que facilita su lectura. Suponen un recurso para el seguimiento de tendencias. Las m. m. no se anticipan a los movimientos, simplemente siguen a la curva de cotizaciones, confirmando la tendencia en vigor. Veremos como, nos permiten identificar cambios en las tendencias, lo cual es tremendamente útil para el operador en virtud de la continuidad del cambio identificado. La media móvil tradicionalmente más utilizada, es la m. m. simple. Ésta no es más que una media aritmética de las cotizaciones, de un número determinando de sesiones, 62 donde el adjetivo móvil hace referencia a que, para su cálculo, con cada nueva sesión, se elimina el primer elemento de la serie, para añadir la última, y más reciente sesión disponible. No obstante, el uso de la m. m. exponencial es cada vez más común, ésta incorpora una ponderación exponencial decreciente, de modo que atribuye una mayor importancia a los datos más recientes en el tiempo. Utilización individual Uno de los elementos a tener en cuenta al trabajar con medias móviles es la dirección de su pendiente. Cuando ésta sube, el mercado se antoja más optimista y cuando cae, más pesimista. Cuando la multitud es más compradora que antes, los precios suben por encima de su media móvil, mientras que si se hace más vendedora que antes, los precios caerán por debajo de su media móvil. Si cada precio de mercado es un consenso sobre el valor de un título, momentáneamente compartido por todos los participantes de un mercado y expresado por una operación de compra-venta, su media en t períodos vendría a representar el promedio, a modo de consenso, del valor de los títulos en tal período. Si la serie de precios supera a su media móvil, las expectativas actuales de un título son superiores, en promedio, a los t períodos anteriores, señal de que el optimismo se instala en el mercado. Al margen de la relación psicológica anterior, un título se encuentra en tendencia alcista, si su precio queda por encima del promedio representado por la m.m, o en tendencia bajista, si su cotización resulta inferior al valor de la m.m. Sobre este principio se sustenta el sistema operativo que posteriormente se detallará. Muchos operadores del mercado, en base a su experiencia práctica, han otorgado a las medias móviles el papel de soportes o resistencias dinámicas, ya que en multitud de ocasiones éstas pausan los movimientos que tratan de sobrepasarlas. En este sentido, a las m. m. le son extensibles las afirmaciones hechas a soportes y resistencias, en especial aquella según la cual una m. m. será más fiable en su papel de soporte o resistencia, cuanto mayor número de ocasiones hayan rebotado las cotizaciones sobre ella. Dada la multiplicidad de posibilidades para su construcción, es evidente que no todas las m. m. jugarán el papel descrito, no obstante aquellas medias móviles especialmente popularizadas, que muchos operadores siguen a la vez, son más proclives 63 a actuar como soportes y resistencias dinámicas. Entre los ejemplos clásicos destacan la media móvil simple de 200 períodos y la media móvil exponencial de 40 sesiones. Estrategias bajistas Uno de los esquemas especulativos bajistas clásicos, que nos ofrece las medias móviles, es el siguiente: Abrir posiciones cortas –operar a la baja- cada vez que la curva de cotizaciones rompa a la baja la media móvil y cerrar nuestras posiciones bajistas cada vez que, la cotización sobrepase hacia arriba la citada media. (La operativa alcista es la opuesta). Su uso no es muy recomendable para mercados que carecen de tendencia, pues las señales falsas no dejarán de sucederse. Si tratamos de operar en el corto o medio plazo es interesante utilizar medias de una longitud de 40, 50 ó 70 sesiones, y en el ultracorto trabajar con 20 ó 25 sesiones, acortar más la media nos induciría a multitud de señales falsas. Un operador interesado, únicamente, en las tendencias a largo plazo elegirá una media con un período superior a 150 días. No obstante, el operador obtendrá mejores respuestas para movimientos laterales si trabaja con medias móviles de corto plazo, pues su sensibilidad le permitirá aprovechar las oscilaciones más cortas. En cambio, éstas emiten señales falsas cada vez que nos encontremos con cambios menores de tendencia o consolidaciones, ya que son muy sensibles a movimientos secundarios y terciarios, lo que los hace muy incómodas para tratar de identificar tendencias de largo plazo. El concepto señal falsa se refiere a que, las cotizaciones, tras romper la media móvil sobre la que se referencian, giren en su movimiento, dibujando un trazo en contra del sentido de la ruptura, o bien que la ruptura no se traduzca en una penetración, en magnitud suficiente, para ser aprovechada. El elemento clave de las medias móviles, es el plazo al que hacen referencia. Una m. m. corta se ceñirá más a su serie, identificando con mayor prontitud todo cambio de tendencia, sin embargo este nerviosismo y excesiva sensibilidad generará un mayor número de señales falsas que una m. m. más larga. No obstante, una media móvil demasiado larga retrasará mucho las señales operativas, he aquí la dicotomía. La media 64 móvil de largo plazo, a pesar de retardar las señales, es más apropiada para entornos con tendencias bien definidas, pues evita buena parte de consolidaciones o correcciones menores. La longitud de la m.m. también se amolda al perfil de inversión y al horizonte de mantenimientos, de hecho cuanto más larga sea la tendencia con la que se desee trabajar, más larga será la media móvil que precisemos. El determinar la longitud óptima de cada media móvil, es un arte, para el que es interesante establecer un sistema de prueba y error, que nos permita determinar su aplicabilidad para el título objeto de análisis, para un periodo de volatilidad semejante. Para solventar este problema, muchos operadores han propuesto sistemas de filtros, como los que a continuación se citan: - Esperar un cierre en la misma dirección de la ruptura para que confirme la señal. - Considerar válida la señal de venta, cuando los precios en su caída, crucen bajo la media móvil, dejando tras de sí un margen de penetración lo suficientemente grande. Este margen será mayor cuanto mayor sea nuestro horizonte especulativo. - Establecer un filtro de tiempo, de modo que se le dará validez a la señal, si el movimiento que la acompaña se mantiene uno o dos días bajo la media móvil. - Esperar a la jornada, que tras la ruptura, toda su gama de precios (máximos y mínimos) se encuentren fueran del umbral de la media móvil. Sea como fuere, un cierre por debajo de una media móvil de referencia es una señal bajista, el cual alude a una tendencia más larga, cuanto mayor sea la longitud de la media con la que trabajemos. Ejemplo: Técnicas Reunidas Sírvase este ejemplo para mostrar la operativa práctica de señales de compra y venta utilizando una única media móvil, en éste caso una media móvil simple de 50 períodos. El gráfico representa la evolución de las cotizaciones de Técnicas Reunidas en los últimos 24 meses. 65 Según nuestro sistema especulativo: Constituiría una señal de compra que la serie de cotizaciones rompiese hacia arriba la correspondiente media móvil, y una señal de venta que la cruzase hacia abajo. Aplicando los filtros ya comentados. La operativa se efectuaría de la forma que sigue: - 25/Septiembre/2007: Un cierre decisivo, por encima de la media móvil con la que trabajamos, es la señal para tomar posiciones largas en el valor. Compramos con la apertura del día siguiente a 48,70 €. - 12/Noviembre/2007: Las cotizaciones caen bajo la media móvil en magnitud suficiente como para cerrar nuestras posiciones largas. Vendemos nuestros títulos a 52 €. Con la liquidez extraída abrimos posiciones cortas -operamos a la baja-. - 14/Febrero/2008: Un cierre por encima de la media móvil de 50 sesiones, es la señal para deshacer nuestras posiciones bajistas y abrir posiciones largas. Operaremos con la apertura de la sesión siguiente. Con la operativa bajista, nos hemos beneficiado de la caída del valor hasta los 43,68 €; precio al que volvemos a ponernos largos. - 26/junio/2008: Las cotizaciones cierran bajo la media móvil, en magnitud suficiente como para cerrar nuestras posiciones largas. Vendemos nuestros títulos, en la apertura de la siguiente sesión, a 50,50 €. Con la liquidez extraída operamos a la baja. - 2/enero/2009: Las cotizaciones rebasan la media móvil en magnitud suficiente como para cerrar nuestras posiciones cortas, en el entorno de los 20,80 €. Rentabilizado el movimiento bajista, procedemos a abrir de nuevo posiciones 66 largas. Las posiciones largas permanecerían abiertas durante todo el primer semestre del año 2009. Utilización de dos medias móviles El uso combinado de dos medias móviles nos permite refinar el esquema especulativo anteriormente mencionado, mejorando en muchos aspectos su veracidad y aplicación, pues reduce, en buen número, las señales falsas, si bien retrasa la entrada y salida en los movimientos. A continuación, se proponen dos sistemas especulativos bajistas para pares de medias móviles. Estrategia bajista I: Cruces de medias. Utilizando dos medias móviles: otorgamos a la media móvil más larga, el papel de la veleta que nos indique la dirección de la tendencia, siendo la m.m. más corta la encargada de darnos señales de compra y venta. La longitud de la media móvil más larga estará relacionada con la magnitud de las tendencias con las que queramos trabajar y la longitud de la media móvil más corta, atenderá a la sensibilidad de las órdenes del sistema frente a los movimientos del mercado. Según este método, abriríamos posiciones bajistas, en el momento en el que la media corta descendente penetrase a la baja, a la media móvil larga. Mientras que cerraríamos las posiciones cortas, en el momento en el que la media móvil corta atravesase, desde abajo hacia arriba, a la media móvil larga. (La operativa alcista, es la opuesta). Los pares de medias óptimos dependerá del entorno al que nos enfrentemos, y en su elección el buen criterio y la experiencia del operador jugarán un papel estelar, si bien es frecuente utilizar los pares: 4 y 18 días, 5 y 15 ó 9 y 20, para trading en el muy corto plazo, 10 y 40 jornadas, 15 y 50 sesiones para trading en el corto plazo, 30 y 70 el medio plazo y 50 y 200 días, para la operativa a más largo plazo. Se trata de un sistema interesante, pues nos asegura que operaremos a favor de cualquier gran tendencia que aparezca en el mercado. El problema surge de la cantidad de señales falsas que aparecerían con su aplicación en movimientos laterales, lentos y sin tendencia. 67 Estrategia bajista II: Método de la zona neutra Se trata de un método bastante curioso, qué atribuiría señales de compra y de venta, a la localización de la serie de precios con respecto a una zona neutra, la cuál no es más que el área delimitada por una media móvil de largo y otra de corto plazo. Según este método, abriríamos posiciones bajistas cuando las cotizaciones cerraran por debajo de ambas medias –debajo del área neutra-, que pasaríamos a cancelar cuando la serie de precios cerrara entre ambas medias –dentro del área neutra-. Si operásemos al alza, nuestro proceder sería el opuesto, compraríamos con cierres por encima de ambas medias y venderíamos al entrar en la zona neutra. Sea como fuere, nos mantendríamos al margen del mercado siempre que las cotizaciones efectuasen cierres dentro del área neutra. Cuanto mayor sea la diferencia entre ambas medias móviles, mayor suele ser el área neutra. Cuanto menor sea la longitud de la media móvil corta, más se ajustará el área neutra a la serie, anótese que el exceso de sensibilidad incrementará el número de señales operativas falsas. Sobre la estrategia del área neutra pueden aplicarse los filtros de ruptura utilizados con medias móviles individuales. El método comentado no es apropiado para movimientos laterales, no obstante el analista puede utilizarlo como un método de filtro, que le haga sentir cómodo siempre que la cotización se encuentre por debajo del área neutra, si opera a la baja, o por encima de la misma, si opera al alza. Y que focalice su atención en el seguimiento del valor cada vez que se produjese una entrada en el área señalada, sin otorgarle una estricta lectura metodológica. Ejemplo: Técnicas Reunidas. Utilizaremos de nuevo la serie de Técnicas Reunidas, esta vez para utilizar los métodos que combinan dos medias móviles. El ámbito de aplicación será el año que trascurre entre junio de 2008 y junio de 2009. Las medias móviles simples utilizadas corresponden a 50 y a 30 sesiones. Los resultados obtenidos con ambos métodos, para este ejemplo, resultan muy semejantes. 68 Cruce de medias: -El 8 de julio de 2008, la media móvil corta (30 sesiones) rompe de arriba hacia abajo la media móvil larga (50 s.). Es la señal para operar a la baja. Las cotizaciones terminan el día a 50,40€. -El 16 de enero de 2009, la media móvil corta (30 s.) supera de abajo a arriba la media móvil larga (50 s.). Es la señal para cerrar nuestras operaciones bajistas (y abrir posiciones alcistas). Las cotizaciones cierran a 19,42€. Identificando la pauta bajista que hoy termina, hemos podido rentabilizar la caída del 60 % que la cotización ha sufrido en medio año. Área neutra: -El día 1 de julio de 2008, las cotizaciones efectúan un cierre bajo el área neutra. Al día siguiente, toda la gama de precios se negocia fuera del área. Es la señal para operar a la baja. Las cotizaciones terminan el día a 50,50 €. -El 17 de diciembre de 2008, las cotizaciones, realizan un segundo cierre consecutivo dentro del área neutra. Es la señal para cerrar nuestras posiciones bajistas. Las cotizaciones cierran a 18,10€. Obsérvese que dada la lateralidad del movimiento, y según los filtros adoptados, la señal del cierre bajista se habría producido días antes o después, resultando prácticamente indiferente. De la misma manera, y ante la evidente lateralidad del movimiento en diciembre y enero, la señal de entrada alcista, se antojaría compleja: Podríamos haber entrado la primera sesión del año 2009 y cerrar en falso a las dos 69 semanas, sea como fuere habríamos terminado el mes de enero dentro del valor, con lo que nos habríamos beneficiado del alza que Técnicas Reunidas experimentó durante el primer semestre del año 2009. Utilización simultánea de tres medias móviles: Aplicaciones bajistas Dada la multiplicidad de posibilidades técnicas que existen, me haré eco, a modo de ejemplo, de la lectura bajista de dos métodos ya optimizados por sus respectivos autores: - Murphy en su obra “Technical Anlalysis of the Futures Markets”, reprodujo un método perfeccionado por R.C. Allen26 en el que se proponía un sistema de especulación basado en el seguimiento de las medias móviles de 4, 9 y 18 días. Según el cual obtendríamos la alerta de abrir posiciones cortas, en el momento en el que la media más corta, la de 4 días, descendiera por debajo de las de 9 y 18 días, siendo motivo de confirmación definitiva el hecho de que la media de 9 días cayese bajo la de 18. - José Luis Cárpatos, en su libro “Leones contra gacelas”, en la que trabajando con medias móviles exponenciales de 4, 18 y 40 períodos, esperaría a que se aproximasen entre sí, para cruzarse en un área contigua aproximada, y a continuación la serie confirmase la señal bajista con la ruptura de un soporte próximo al área de cruce de las medias-, momento en el que abriríamos nuestra operación bajista, para cerrarla cuando la cotización superarse la medía móvil exponencial de los 40 períodos. Bandas de Bollinger Cálculo y lectura Fueron diseñadas por John Bollinger con el fin de obtener unos límites dinámicos de fluctuación para las cotizaciones bursátiles, en forma de dos bandas extremas, que a modo de envoltura, nos aproximasen un entorno de certidumbre al que se ceñirían los movimientos a corto plazo de las cotizaciones, y nos permitiesen analizar sus fluctuaciones cortoplacistas. R.C. Allen (1974): “How to use the 4-day, 9-day, and 18-day moving averages to earn larger profits from commodities”. Best Books, Chicago. 26 70 Las Bandas de Bollinger se obtienen de la siguiente manera: Calculamos una media móvil de la serie de cotizaciones a analizar, a la que sumamos o restamos, respectivamente, un número determinado de desviaciones típicas de la media móvil señalada, obteniendo así la banda inferior y superior, respectivamente. Bollinger trabajó con una media móvil de 20 periodos, a la que sumó y restó 2 desviaciones típicas, si bien el analista puede ajustar la sensibilidad de los parámetros a su criterio. La mayoría de las herramientas gráficas, al trazar las bandas, nos dibujan una línea equidistante a ambas; ésta no es más que la propia media móvil sobre las que las bandas se referencian. Según su formulación, la distancia entre las bandas no es fija, sino que varía en función de la desviación típica de los precios -es decir de su volatilidad-, de modo que cuando el mercado presenta alta volatilidad, las bandas se separan y viceversa. Unas bandas demasiado estrechas, pierden buena parte de su signiticatividad. Gráficamente nos permiten ajustar objetivos de compra y de venta especulativa, pues la banda de Bollinger superior funciona, en movimientos laterales, como un nivel de resistencia dinámica a corto plazo, y la banda inferior, como un soporte dinámico. Las bandas suelen comportarse como límites al movimiento de las cotizaciones, papel análogo al que juegan las líneas que definen los canales de tendencia. También nos permiten relativizar si una cotización es alta o baja, en relación a su entorno. Si los precios alcanzan la banda de Bollinger superior, se considera que la acción está moderadamente sobrecomprada, lo que nos puede anticipar una corrección técnica. En cambio, cuando las cotizaciones alcanzan la banda inferior, el título estaría levemente sobrevendido, lo que en un entorno lateral nos anticiparía un rebote técnico. Aunque las bandas no cambien el sentido del movimiento, especialmente si éste es potente, si suelen pausarlo. Hay que anotar, no obstante, que en un movimiento brusco, un cierre por fuera de una de las bandas no es una señal de cambio, sino de continuidad del mismo. 71 A la hora de hacer trading, podemos utilizar las Bandas para establecer objetivos en el ultracorto; por ejemplo, si los precios corrigen desde la banda superior y cruzan la media móvil, la banda inferior pasa a ser el objetivo inmediato más bajo de la serie. Que la amplitud de las bandas sea proporcional a la volatilidad del mercado, permite a nuestro objetivo de trading amoldarse a las circunstancias del mercado. Interpretación y aplicación bajista - Con el fin de rentabilizar movimientos laterales, podemos establecer el siguiente sistema especulativo: Abrir posiciones largas cuando la cotización toque la banda inferior y cerrarlas cuando toque la banda superior, momento en el que abrimos posiciones cortas –bajistas-, que se cerrarán cuando la cotización vuelva a situarse en la banda inferior. La operativa se repetiría tantas veces como la lateralidad del movimiento nos lo permita. Es relevante recordar que la media móvil muchas veces actúa como resistencia o soporte dinámico, de modo que es frecuente que la cotización se de la vuelta cerca de tal referencia, a medio camino, por tanto, de alcanzar la banda de Bollinger correspondiente. (Véase el ejemplo) - En tendencias bajistas, el operador más cauteloso, puede mantener sus posiciones bajistas abiertas con tranquilidad, siempre y cuando las cotizaciones se sitúen entre la media móvil y la banda de Bollinger inferior. Ya que mientras que la cotización no se tope con la banda inferior, el riesgo de un rebote técnico es pequeño; Y en tanto no se supere la media móvil, la tendencia bajista sobre la que trabaja se mantiene intacta, pues aunque resulte exagerado, el inicio de una tendencia alcista –por secundaria que sea - requiere que la cotización supere la media móvil. - Apostar por un movimiento bajista, cuando la cotización se sitúa sobre la banda superior puede ser interesante, si además nos encontramos en una tendencia bajista clara, pues asumiremos que el rebote técnico se aproxima a su fin, y la tendencia bajista se reanuda. - Sin embargo, si la tendencia fuese alcista, especialmente si ésta es pronunciada, el apostar por un movimiento bajista -por mucho que se toque la banda superior, es enormemente temerario-. Precisaremos de otros elementos de juicio, por ejemplo observar divergencias bajistas en otros osciladores, ya que un título esté 72 ligeramente sobrecomprado no nos garantiza que se vaya a producir inminentemente una corrección técnica. Recuérdese que en un movimiento brusco, un cierre por fuera de una de las bandas no es una señal de cambio, sino de continuidad del mismo. De hecho se han propuesto sistemas especulativos, según los cuales abriríamos posiciones largas cada vez que las cotizaciones superasen la banda de Bollinger superior, para cerrarlas si cerrasen bajo una media móvil mediana, aunque dicho sea de paso, no es un sistema especulativo que recomendaría. Ejemplo: Unión Fenosa A lo largo del año transcurrido entre septiembre de 2006 y septiembre de 2007, las cotizaciones de Unión Fenosa no dibujaron ninguna tendencia primaria definida, más bien fueron proclives a la lateralidad. Las cotizaciones comenzaron y finalizaron el período en el entorno de los 14 euros, sin embargo, el especulador pudo rentabilizar el devenir de la cotización, por ejemplo, utilizando las Bandas de Bollinger, con la aplicación del primero de los esquemas especulativo comentados en este apartado. Sobre lo enunciado a propósito de un movimiento lateral, gráficamente se constata los siguientes extremos: - Los movimientos laterales tienden a pausarse cada vez que se enfrentaban a una Banda. 73 - La banda superior jugó el papel de resistencia dinámica a corto plazo, y la banda inferior, el de soporte dinámico, sobre la que se han girado los movimientos en el entorno de la lateralidad. La media móvil en ocasiones, actuó también como resistencia o soporte dinámico, siendo una referencia sobre el que la cotización se dió la vuelta, a medio camino, por tanto, de alcanzar la banda de Bollinger correspondiente. El Estocástico Cálculo y lectura Se trata de un oscilador, desarrollado por George Lane, que relaciona la posición de la cotización de un título, con respecto a los máximos y mínimos a los que se negoció en un periodo de tiempo determinado. La herramienta se compone de dos elementos: la línea de oscilador (%K) y su media móvil (%D). - Para calcular K se resta a la cotización actual, el precio más bajo al que se ha negociado el título, en el período de tiempo t considerado. El término, se divide entre la diferencia entre los valores extremos –máximo y mínimo-, a los que la acción se negoció en el citado período. El resultado se multiplica por cien. K (%) - Cot. actual Min. período 100 Máx. período Mín. período %D es una versión suavizada de n días de K, se obtiene mediante su media móvil. Supone un filtrado de volatilidad, cuyo seguimiento nos permite eliminar señales falsas. Lo más común es trabajar con períodos t= 14 y utilizar una media móvil exponencial de 3 sesiones. En ocasiones también se trabaja con un t de 5 ó 20 sesiones, es decir, 1 semana ó 1 mes bursátil, respectivamente. Si pretendemos utilizar el indicador para la toma de decisiones de medio y largo plazo, éste deberá referenciarse a periodos relativamente largos. Mientras que lo referenciaremos a períodos más cortos, si queremos que tenga el dinamismo suficiente que le permita ajustarse a operativas con horizontes temporales menores. 74 El Estocástico K nos indica, en una escala de 0 a 100, donde se encuentra el precio de un título, con respecto al rango de precios sobre el que ha oscilado, durante un período de tiempo concreto. Si por ejemplo, consideramos un período de 15 sesiones, y el Estocástico toma el valor de 20, la cotización estará a un 20% del mínimo al que se negoció en esas 15 sesiones, o lo que es equivalente, a un 80% del correspondiente máximo del período. Si el valor es 0, la cotización actual coincide con el mínimo precio del período y si es 100, el cambio actual es el más alto al que se habría negociado. En un mercado fuertemente bajista, en el que día a día se tantean los mínimos precedentes, el valor del Estocástico tenderá a mantenerse bajo. Y en mercados fuertemente alcistas, en los que fácilmente se superan los máximos precedentes sin que el valor corrija o consolide, el Estocástico se mantendrá alto. Utilización y esquemas especulativos bajistas Sobrecompra y sobreventa Cuando el Estocástico se sitúa por encima de 75, el título está sobrecomprado y cuando toma un valor inferior a 25, está sobrevendido. Extraer señales operativas de tales extremos sólo resultarían razonable cuando el mercado está en una fase de consolidación y sus precios oscilan dentro de un rango. Recuérdese que por muy sobrecomprado o sobrevendido que esté el título, difícilmente podemos apostar por el agotamiento de la tendencia en la que se mueve, ya que los estados de sobrecompra o sobreventa pueden permanecer durante mucho tiempo, sin obstaculizar a la tendencia. No obstante, si suelen marcar el fin de los movimientos técnicos (correcciones técnicas y rebotes técnicos). De modo que, cuando el mercado está en tendencia sólo son fiables las señales que apuestan por la dirección principal de la misma: señales de compra en tendencias alcistas y de venta en movimientos bajistas. Sobre éstos principios se proponen varios esquemas especulativos: - Trabajando sobre una tendencia bajista, y detectado un rebote técnico, esperaremos a que el estocástico supere el 75% (sobrecompra) -para tener un indicio de que el robote se acerca a su fin y la tendencia bajista se reanuda-. En este momento colocaremos una orden condicionada bajista, por debajo del 75 mínimo de la última barra de precios, que se activará en el momento en que los precios caigan por debajo de su umbral. Si el precio sigue subiendo, subiremos paulatinamente el precio de activación, hasta que un retroceso nos haga tomar posiciones bajistas. La operación bajista una vez abierta se sigue con un stop loss dinámico, por si asistiésemos a un cambio de tendencia en lugar de un simple rebote. Ejemplo: BBVA. Mediante este ejemplo, vemos una aplicación del sistema especulativo anterior. Comprobamos como BBVA, en el año y medio que mantuvo su movimiento bajista (Nov2007-Mar2009), detuvo la mayor parte de sus rebotes técnicos, cuando éstos dieron señal de sobrecompra (Estocástico > 75%). Con este método, y trabajando con tendencias bajistas, podemos determinar el fin de los movimientos alcistas secundarios, es decir aproximar en que momento los rebotes técnicos se girarán y marcarán un diente de sierra (máximos relativos). - Si trabajando sobre una tendencia alcista, hemos apostado por una corrección técnica -abriendo una posición bajista-. Ceñiremos los stop loss en el momento en que el Estocástico baje del 25% (sobreventa), ante la posibilidad de que la corrección técnica finalice. Sigue el esquema opuesto al anteriormente explicado, pues nos permite identificar el giro de las correcciones técnicas (valles) en un movimiento alcista. 76 Cruces entre %D y %K Utilizando el Estocástico se han propuesto sistemas operativos que nos ayudasen a identificar cambios de tendencia, para lo cual se puso en relación a %K con su media móvil, %D, otorgando a sus cruces, el papel de señales operativas. Estos cruces, que funcionan bien en mercados laterales, nos aportan un indicio del principio y del fin de las ondas que los componen; a continuación se expone el proceder del método para la generación de señales operativas: - Señal bajista: Si ambas líneas se encuentran por encima del 75% -sobrecompra-, y la línea de %K rompe hacia abajo a la línea %D, es señal de abrir posiciones bajistas. La señal puede esperar su confirmación hasta que ambas líneas vuelvan a perder el nivel de sobrecompra. - Señal alcista: Es el momento de cerrar posiciones bajistas, y abrir posiciones largas. Si ambas líneas se encuentran bajo el nivel del 75% -sobreventa- y la línea %K rompe hacia arriba la línea %D. Si queremos una confirmación de la señal, podemos esperar hasta que ambas líneas salgan del nivel de sobreventa. Ejemplo: Cementos Portland A través de este ejemplo, comprobamos la aplicación del esquema especulativo anteriormente mencionado. La serie corresponde a un movimiento lateral que Cementos Portland dibujó en los 5 últimos meses del año 2007. El método propuesto está especialmente indicado para movimientos laterales, y si éstos muestran unas pautas ondulatorias regulares, el éxito está garantizado. 77 Compruébese como los cruces entre %K y %D, anteriormente explicadas, nos identifican las pautas de giro de las serie, permitiéndonos abrir posiciones bajistas prácticamente en la cresta de cada onda y cerrarlas prácticamente en su punto mínimo, momento en el que abriríamos posiciones alcistas, rentabilizando así los dos sentidos ascendente y descendente del movimiento ondulatorio. Divergencias La obtención de señales operativas a partir de las divergencias entre el estocástico y la curva de precios, es idéntico al utilizado con el RSI y con el oscilador. Con el fin de no recargar en exceso la Tesis, me remito a tales apartados. RSI: Indicador de fuerza relativa. Cálculo y lectura Desarrollado por Welles Wilder, el RSI (Relative Strength Index), expresa la fuerza con la que actúa la oferta y la demanda en cada momento, en forma de un continuo, que se mueve entre el 0 y el 100. Su expresión matemática es la siguiente: 78 RSI(t ) 100 100 Media de subidasen t 1 Media de bajadasen t El elemento clave para su cálculo es un cociente que relaciona la media de las alzas, o sea, el promedio de los puntos ganados por el título en los días alcistas del periodo t, con respecto a la media de las bajadas, es decir, la media aritmética del número de puntos que el valor se ha dejado en los días bajistas. El resto de la expresión, sólo sirve para que el indicador oscile entre 0 y 100. El indicador tradicionalmente se referencia a 14 períodos, aunque el operador también puede ajustarlo a su horizonte de inversión. Si operamos a muy corto plazo, acortaremos t (p.ej: 7 ó 9), y es que, cuanto más corto sea el periodo al que el RSI se referencia, más sensible será y más rápidas serán sus oscilaciones. Esquemas operativos Sobrecompra y sobreventa El RSI nos permite determinar los límites de agresividad de los movimientos bursátiles, con un proceder parecido al Estocástico. Si aporta lecturas por encima de 70 se considera que estamos en un estado de sobrecompra y si baja de 30, de sobreventa. Es decir, nos señala cuando el mercado podría haber alcanzado extremos peligrosos, movimientos cuya aceleración va más allá de cualquier caída o subida ordenada, en consecuencia, situaciones en las que, operadores del corto plazo podrían darse por satisfechos, y con cuyo cierre de posiciones, aflorarían contrapartidas en magnitud suficiente para generar un giro técnico momentáneo. Las señales de sobrecompra y sobreventa, son más fiables cuando el mercado está en periodos laterales o de consolidación, pues cuando está en tendencia el indicador puede estar mucho tiempo en zonas extremas sin que aparezcan las esperadas correcciones en los precios. A la hora de determinar el fin de los movimientos técnicos, suele ser más exitoso aplicar el sistema especulativo visto con el Estocástico, basado en la relatividad de los máximos o mínimos, que utilizar el RSI. En cualquier caso el especulador bajista puede sentirse cómodo mientras que el RSI oscile entre 50 y 30. 79 Divergencias Otro método interesante para operar con el RSI consiste en detectar divergencias entre el indicador y la cotización. Éstas pueden ser bajistas o alcistas: - Divergencia bajista: Se produce cuando los máximos de las cotizaciones son cada vez más altos y los máximos equivalentes del RSI son cada vez más bajos. La señal se antoja especialmente fuerte, si el primer suelo del RSI se produce en una referencia de sobrecompra y el segundo fuera de ella. Puesto que un primer giro bajista de las cotizaciones, en posición de sobrecompra, hasta es saludable, un segundo giro cuando el movimiento alcista aun tiene margen de potencia, es sospechoso. A la situación mencionada también se la denomina oscilación de fallo. Con su identificación, el operador contará con un elemento de juicio más a la hora de apostar por un posible giro bajista. - Divergencia alcista: Se observa cuando a los mínimos cada vez más bajos de las cotizaciones le corresponden mínimos cada vez más altos del RSI. La señal es especialmente significativa, si el primer giro del RSI se produce en un nivel de sobreventa y el segundo por encima de él. Puede anticiparnos el fin del movimiento bajista, de tener posiciones bajistas abiertas, consideraremos su cierre o bien ajustaremos los stop loss, al tiempo que vigilaríamos más de cerca el valor para identificar otros indicios de giro alcista. Ejemplo: Cintra 80 Mediante la gráfica de Cintra, correspondiente a último trimestre del año 2005, veremos como extraer señales operativas de divergencias entre la curva de cotizaciones y el trazado del RSI. Los meses de agosto, septiembre y octubre las cotizaciones de Cintra marcan máximos cada vez más altos, que se correspondieron, sin embargo, a máximos decrecientes en el RSI, señal que denota la debilidad del movimiento alcista, y que se anticipa a la pérdida del 20% de su valor que el título sufriría a lo largo de dos semanas. En octubre, el movimiento bajista finaliza, no sin antes advertir al analista de su fin, mediante una divergencia alcista. Ese mes se observó que mientras la serie de cotizaciones marcaba unos mínimos decrecientes, los mínimos correspondientes del RSI eran crecientes. Detectado la divergencia alcista, el operador bajista contaría con un indicio más para cerrar las posiciones bajistas abiertas con motivo de la detección de la divergencia bajista, o bien focalizaría su atención sobre el valor, con el fin de identificar otros patrones de giro alcista. Figuras Algunos operadores mantienen que el trazo del RSI presenta patrones gráficos como triángulos, soportes, resistencias, tendencias, etc. La extracción de señales operativas de estas formaciones gráficas es idéntico al usado en los gráficos de precios. Es decir, si por ejemplo, el RSI rompiese un soporte, daría una señal de venta o si rompiese una resistencia y empezase a subir, se entendería que ha dado una señal de compra. MACD Descripción y cálculo El MACD (Moving Average Convergence Divergence) o Indicador de ConvergenciaDivergencia de Medias Móviles, fue desarrollado por Gerald Appel, como un indicador de momento que basa sus señales de compra o venta en función de los cruces de la línea del indicador (MACD) y su media móvil (línea de señal). El MACD se obtiene como diferencia de dos medias móviles, una larga y otra corta, calculadas a partir de los precios de cierre del título objeto de análisis. El indicador se 81 optimizó para dos medias exponenciales, una de 26 días y otra de 12 sesiones, aunque es habitual el uso de los pares 18 y 9 ; 28 y 14 o incluso 34 y 5 sesiones. La denominada línea de señal es una media móvil del MACD; normalmente se utiliza una media exponencial de 9 sesiones. Operativa bajista Uso clásico: cruces La aplicación clásica del indicador otorga señales operativas a los cruces del MACD con su línea de señal. La señal de abrir posiciones bajistas, se genera cuando la línea del MACD corta en sentido descendente a su media móvil; en tanto que la línea del MACD se mantenga debajo de su media móvil, la posición seguirá siendo vendedora. Llegará el momento de cerrar las posiciones cortas, cuando la línea del MACD rebase de forma ascendente a la línea de señal. Si quisiésemos rentabilizar movimientos alcistas, nuestro proceder sería el opuesto. Muchos operadores afirman que las mejores señales de apertura de posiciones cortas se dan cuando los cruces se presentan muy por encima de la línea horizontal del nivel cero –línea que aparece destacada en la mayor parte de los programas de análisis-, precisamente en entornos de sobrecompra. Mientras que las mejores señales de cierre de posiciones bajistas, se producen cuando el cruce correspondiente se presenta por debajo del nivel del cero horizontal, en niveles de sobreventa. 82 Ejemplo: Grupo Prisa Véase la aplicación del sistema de cruces del MACD a la serie del Grupo Prisa, correspondiente al periodo comprendido entre marzo y octubre de 2008. - En el ecuador de marzo, la línea del MACD corta hacia arriba la línea de señal, dotando al operador de elementos de juicio para apostar por un giro en el movimiento bajista que Prisa experimentaba desde hacía un año. Cerraríamos posiciones cortas y abriríamos largas. - A mitad del mes de mayo, las acciones ya se habían revalorizado un 35% desde que el MACD nos pusiera en aviso del giro, sin embargo ahora, la línea del MACD corta hacia abajo la línea de señal, evidenciando la debilidad del mercado. Tenemos un indicio más, para apostar por el cierre de posiciones largas y para abrir posiciones bajistas. - A los dos meses del cruce bajista, y tras perder un 50% de su capitalización bursátil. Se produce un cruce alcista, que anticipa la pausa del movimiento bajista. A la luz de esta situación, cerraríamos posiciones cortas. - En la primera mitad de septiembre, la línea del MACD corta hacia abajo la línea de señal, evidenciando de nuevo la debilidad del mercado. Es la señal que nos indica que el movimiento bajista se reanuda. La acción perdería la mitad de su valor en el mes y medio siguiente. Otros usos - Señales de sobrecompra y sobreventa: Cuando las líneas caen profundamente bajo el nivel de cero, presenciamos una sobreventa potencial, en cambio, cuando se alejan por encima del nivel de cero, estamos ante una situación de sobrecompra. En este sentido, a diferencia del RSI o el estocástico, el MACD no ofrece unos niveles estandarizados sobre los que referenciar tales situaciones. - Confirmación de la dirección de la tendencia: Tendríamos confirmación de que un movimiento a la baja respeta la tendencia bajista, siempre que el MACD esté por debajo de la línea señal (su media móvil) y se encuentre bajo la línea de cero. Y viceversa. 83 De hecho, hay quien utiliza únicamente la línea de cero para referenciar su operativa, poniéndose largo cada vez que el MACD la supera hacia arriba y corto cada vez que pierde tal nivel. - Divergencias: Algunos operadores utilizan este indicador en búsqueda de divergencias, con las que extraer señales operativas mediante un proceder idéntico al utilizado con el RSI. Según este esquema, obtendríamos un aviso de que la tendencia alcista pierde fuerza sí, en un mercado alcista, la línea de precios alcanza un nuevo máximo, superando los precedentes, mientras que el MACD forma una serie de techos decrecientes o no es capaz de superar los máximos inmediatamente precedentes; éste es un indicio de que el mercado podría girarse a la baja, por lo que focalizaremos nuestra atención sobre el valor, para identificar el instante en el que el giro se hiciera efectivo. Por la contra, si tenemos una posición bajista abierta y, mientras que las cotizaciones caen, perforando mínimos, observamos que el MACD sube o se mantiene estabilizado, debemos prevenirnos ante un giro alcista en el mercado. Ejemplo: Grupo Prisa (II) 84 He aquí un ejemplo de cómo la localización de divergencias entre el comportamiento del MACD y la curva de cotizaciones, puede anticiparnos el giro de un movimiento. Obsérvese como en junio y julio, en pleno movimiento bajista, , las cotizaciones del Grupo Prisa, perforan sus mínimos precedentes, y dibujan una pauta de mínimos descendentes. Sin embargo, el MACD dibuja un trazo con mínimos ascendentes. Esto es una divergencia alcista, la cual debería hacer sospechar al operador el fin inminente del movimiento bajista, extremo que se confirma con un giro alcista, que desemboca en un alza que durará 10 meses. Si un operador tuviese posiciones bajistas abiertas, la detección de una divergencia alcista en pleno movimiento bajista, debe ponerlo en alerta sobre el fin del mismo, y motivarlo por ejemplo, a ajustar los stop loss de modo que un giro al alza, suponga el cierre inmediato de sus posiciones bajistas abiertas. Histograma del MACD El histograma del MACD simplemente representa la diferencia entre la línea del MACD y la línea de señal. La representación cuenta con su propia línea de cero, si permanece bajo tal nivel, leeremos que el MACD está por debajo de su línea de señal, es decir presenta una alineación bajista, mientras que si el MACD está por encima de su línea de señal, el histograma presentará valores positivos. En este sentido, una ruptura hacia arriba la línea de cero por parte del histograma, se corresponde con un cruce alcista del sistema clásico, mientras que la pérdida de la cota cero, se corresponde con el cruce bajista de la representación tradicional. Y su lectura es por tanto idéntica. No obstante, el histograma nos aporta una versión del sistema de cruces y de divergencias más sofisticado, pues la representación de la diferencia entre la línea del MACD y su media móvil, nos da una idea si el movimiento se potencia o si se debilita. Sabemos que cuando la tendencia se acentúa, la diferencia entre medias móviles, largas y cortas, aumenta, de modo que la correspondiente barra del histograma aumenta su tamaño. Un histograma del MACD decreciente en un movimiento bajista, muestra 85 vendedores cada vez más fuertes y un histograma creciente en un movimiento alcista, muestra vendedores cada vez más agresivos. Que el movimiento de la pendiente del histograma acompañe a al tendencia no hace más que confirmarla. Estrategias bajistas Hay quien propone, utilizando el histograma del MACD, abrir posiciones bajistas cada vez que el histograma, aun dibujando barras positivas, empiece a trazar barras menguantes, es decir que se forme una cresta en su trazado, pues evidencia la fatiga de las fuerzas alcistas. En realidad puede ser un método poco práctico en gráficos diarios, de hecho, Alexander Elder27 recomienda su uso en gráficos semanales. Se trata de un método interesante, no obstante puede llevarnos a equívocos, pues nos llevaría a apostar por giros del mercado en movimientos de consolidación, que terminan con la reanudación del movimiento precedente, no obstante es un problema que se soluciona sabiendo limitar las pérdidas cuando se producen, ciñendo los stop loss en los momentos iniciales. Velas japonesas Descripción y diseño Las técnicas gráficas de las velas japonesas suponen la primera aportación histórica al amplio registro del Análisis Técnico. El Análisis Técnico japonés surgió al tiempo que se desarrollaba su mercado de futuros de arroz, y tiene en Homma Munehisa (17241803) su referencia clásica, no obstante las propias velas japonesas, como la identificación de la mayor parte de sus pautas, se desarrollaron en la primera parte del período Meiji (desde 1870), con la apertura del mercado de valores japonés. Habrá podido observarse que todas las representaciones gráficas de esta Tesis, se han construido con la técnica japonesa de las velas (candlestick), pues el refinamiento de su trazo nos permite obtener una información mucho más amplia que los de línea, ya que hacen referencia tanto a la dirección de los movimientos, como a la gama de precios intradiarios. 27 Elder, A. (2004) Vivir del trading. La Coruña. Ed. Netbiblo 86 El diseño de cada una de las velas, los elementos básicos del gráfico Sakata, es muy simple: En su forma genérica, se compone por un cuerpo rectangular, sobre y bajo el cual se trazan dos finas líneas verticales: - El cuerpo real de la vela representa la diferencia entre la apertura y el cierre de la sesión; si el cuerpo es negro (rojo), el precio de cierre fue inferior al de apertura, y si es blanco (verde), la jornada cerró por encima del precio al que abrió. Sobre este particular suele existir confusión, nótese que el cierre de la jornada se referencia a la apertura, y no al cierre de la jornada precedente. Cuanto más se aproxime el cierre de un valor a su apertura, más pequeño será el cuerpo real de la vela correspondiente. - Los trazos verticales que acompañan al cuerpo, son las sombras, y representan los precios extremos de la jornada. El punto mas alto de la sombra superior coincide con el máximo de la sesión, y el punto más bajo de la sombra inferior con el mínimo de la sesión. Nótese que si la acción cerrase en su máximo intradiario, carecería de sombra superior y si cerrase en su mínimo intradiario carecería de sombra inferior. Cada vela nos representa la esencia del movimiento intradiario de un título, así visualmente podemos obtener una idea del resultado de la pugna entre la oferta y la demanda en cada jornada. La filosofía analítica de las velas se basa en la extrapolación de pautas de comportamiento diario y su puesta en relación con elementos de su entorno (tendencia y sesiones próximas). 87 Debido a la cantidad de información que aportan, el uso de los gráficos de velas está cada vez más extendido, sin embargo su empleo como elemento para la identificación de pautas del mercado, sigue siendo relativamente desconocido para los inversores occidentales. Es evidente, que un subapartado no puede profundizar en las decenas de pautas existentes, únicamente nos detendremos en algunas de las pautas bajistas más conocidas. Velas intradiarias en relación con formaciones gráficas A continuación se recogen algunas observaciones tremendamente simples, pero que permiten enriquecer, las formaciones gráficas comentadas en este bloque de la Tesis. En el seguimiento de las formaciones vistas, es interesante analizar la velas intradiarias de jornadas relevantes para tales formaciones, por si pudiésemos extraer algún indicio a cerca de su vigencia o agotamiento: Señales preocupantes para el operador bajista: - En una tendencia bajista, o en un movimiento lateral, la aparición de una vela blanca (verde) con un cuerpo real muy alargado puede hacernos sospechar el fin del mismo. En ocasiones, se configurarán como áreas soportes, de modo que para considerar la tendencia bajista reanudada, esperaremos a que se produzca un cierre bajo el cuerpo de tal vela blanca alargada. - En un soporte, la formación de una vela blanca con un cuerpo real alargado tras un rebote desde el nivel de apoyo, manifiesta la agresividad de los alcistas y proporciona una confirmación adicional para el soporte. - La superación de una resistencia, con una vela blanca de cuerpo real alargado, que la rompa, confirmará el escape alcista (no deja de ser un filtro de penetración). - Si tras una pauta teóricamente bajista (p. ej: el giro tras una resistencia) se dibuja una vela con una alargada sombra inferior, la señal bajista anterior queda en entredicho, pues efectivamente supuso un retroceso, del cual intradiariamente la acción se ha recuperado, de lo que habría que leer que las fuerzas alcistas aun no han capitulado. Señales de vigilancia para la apertura de posiciones bajistas: 88 - La aparición, en un movimiento alcista, de una vela negra (roja), con un cuerpo real alargado puede ser un aviso de que se ha formado un máximo, sobre el que girará el mercado. Ya que un cuerpo negro, en pleno movimiento alcista, supone que los bajistas han tomado el control del mercado, al menos momentáneamente, y muchas veces se configurará como una resistencia. Más que una señal operativa, es un motivo para que el operador vigile el valor por si la vela efectivamente se erige como el eje de un giro bajista. En momentos de sobrecompra adquiere una mayor relevancia. - Si tras tocar una resistencia, el mercado retrocede formando una vela negra con un cuerpo real alargado, el carácter resistente del área queda doblemente confirmado. - Si con la ruptura de un soporte, se forma una vela negra con un cuerpo real alargado, se dibuja un panorama potencialmente más bajista que si el cuerpo de real de la vela negra fuese pequeño, o que evidentemente fuese blanco. Algunas pautas bajistas - Larga sombra superior Se dibuja en jornadas en la que produciéndose un alza importante, ésta queda digerida intradiariamente por un retroceso bajista, el cual rebota muy levemente, de modo que traza un pequeño cuerpo que acompaña a una muy larga sombra superior. Si el cuerpo es negro, las connotaciones bajistas se acentúan; la sombra inferior, de existir, es minúscula; por su parte la sombra superior triplica, como mínimo, al cuerpo real de la vela. Si tras una pauta teóricamente alcista (p. ej: la ruptura de una resistencia) se dibuja una vela con una alargada sombra superior, la señal alcista anterior queda en entredicho, pues efectivamente desembocó en un alza, la cual retroceció intradiariamente, de esta situación habría que leer que las fuerzas bajistas aun no han capitulado. Las grandes 89 sombras superiores suelen erigirse como futuras resistencias. Estaríamos atentos por si se produjera un giro, principalmente si se produce en un área de sobrecompra. - Doji de lápida La figura se corresponde con una jornada en la que intradiariamente se ha producido un alza importante, y que sin embargo remata a un precio de cierre prácticamente idéntico al de la apertura, con lo que el cuerpo de la vela y su sombra inferior son inexistentes. Se la considera tal, si sucede a un movimiento alcista. Su relevancia es mayor cuanto mayor sea su sombra superior (el retroceso desde el máximo intradiario), si viene precedida por una jornada de un alza importante o si la sesión a la que se refiere abrió con una brecha al alza. La figura se confirma si la sesión siguiente tiene un primer cambio de apertura por debajo del cierre del doji. Identifica el cambio bajista de un movimiento alcista. - Estrella fugaz Figura que se dibuja en jornadas en la que produciéndose un alza importante, ésta queda digerida intradiariamente por un retroceso bajista; esta vez el cierre no coincide con la apertura, sino que presenta un pequeño cuerpo, si éste es negro las connotaciones bajistas se acentúan, la sombra inferior, de existir, es minúscula; mientras que la sombra superior triplica , como mínimo, al cuerpo real de la vela. 90 El trazo es parecido a la larga sombra superior, la diferencia con ésta estriba en el entorno en la que se produce, un matiz, que la incluye en las figuras de cambio de tendencia, ya suele venir precedida por una brecha alcista inicial (apertura superior al cierre anterior). Su importancia será mayor cuanto mayor sea el movimiento alcista que la preceda y su retroceso intradiario (sombra superior). La vela descrita ha de aparecer durante una tendencia alcista, para que se la considere como una estrella fugaz. Puede anticipar el giro del movimiento alcista, se confirma si la jornada siguiente abre bajo el cuerpo real de la estrella. - Cubierta de nube oscura Elemento del análisis japonés correspondiente a la figura occidental del día de vuelta en techo (véase apartado de vueltas en un día). Ha de venir precedido por a un movimiento alcista. La figura se diseña con dos velas, la primera de las cuales también debe corresponder a una jornada importantemente alcista (una vela con un cuerpo real blanco alargado). En su forma ideal, la presión compradora sigue existiendo la jornada en la que se traza la segunda vela de la formación, pues la señal es más clara si se dibuja una apertura por encima de los máximos de la vela precedente (brecha de apertura), sin embargo, en esta segunda jornada la presión vendedora entra en escena y se produce un giro, finalizando la sesión con una gran vela negra, cuyo cierre queda, al menos por debajo del punto medio del cuerpo real blanco de la vela precedente, de no ser así las connotaciones bajistas son menores y deberíamos buscar confirmación en una caída ulterior. La figura tendrá más validez, si sucede a un fuerte movimiento alcista, si se produce en un área de sobrecompra, si la segunda vela se traza tras una brecha alcista importante, y 91 cuanto mayor sea la diferencia entre el máximo intradiario de la primera vela (blanca) y el cierre de la segunda (negra). Ésta figura suele anticiparnos un giro bajista, y frecuentemente se erige como una futura resistencia. - Envolvente bajista La pauta evidencia como las fuerzas bajistas han tomado el control de un mercado en tendencia alcista. La envolvente bajista básica supone un cuerpo real negro, que sucede a un cuerpo real blanco, superándolo en todo su rango de precios, tanto máximo como mínimo. Muestra cómo una gran fuerza bajista ha arrinconado a los compradores en pleno movimiento alcista. En su definición más estricta, la envolvente aparece tras una clara tendencia alcista en forma de dos velas, la primera una pequeña vela con cuerpo blanco, seguida por una jornada que se inicia alcista, y en la que el mercado se gira para formar una gran vela negra que engulle el alza de la jornada precedente, sin que se acompañe de un rebote intradiario relevante. 92 Conclusiones - El inversor puede rentabilizar tanto los movimientos bursátiles alcistas, como los bajistas. No obstante, para aprovecharse de las caídas del mercado, ha de utilizar instrumentos al margen de los productos siemprealcistas. - Para rentabilizar las caídas bursátiles, el operador puede, por ejemplo, comprar ETFs inversos, vender CFDs, vender futuros, comprar opciones de venta (put) o vender acciones a crédito. - La operativa bajista no está exenta de riesgo, el apostar por un movimiento bajista nos generará ganancias si la cotización del subyacente, sobre el que se referencia el instrumento operativo, cae; sin embargo nos haría perder cuando tal cotización subiera en lugar de bajar. He ahí la importancia de determinar las circunstancias idóneas para abrir posiciones cortas. - El Análisis Fundamental es absolutamente básico a la hora de valorar empresas con la intención de adquirirlas o controlarlas de forma activa, sin embargo, presenta enormes limitaciones en la generación de señales de compra y venta para la gestión especulativa de posiciones -ámbito operativo que esta Tesis ocupa-. - Los motivos que me llevaron a recurrir al Análisis Técnico en detrimento del Análisis Fundamental se desgranan en el bloque introductorio. Algunos hacen referencia a elementos psicológicos y tácticos que rodean a la operativa bursátil, o aluden a imperfecciones del mercado o a las limitaciones del Análisis Fundamental. - El Análisis Técnico permite identificar los movimientos bajistas del mercado, tan pronto como se produzcan, y dota al operador de elementos de juicio para especular a su favor, al tiempo que informa acerca de la vigencia y del agotamiento de tales movimientos. - A lo largo de la Tesis se han mostrado patrones técnicos simples, a partir de los cuales el operador puede diseñar su propio sistema especulativo para operar a la baja. Las señales bajistas se estructuran en torno a conceptos básicos del Análisis 93 Técnico: soportes, resistencias, directrices, canales, triángulos, figuras de vuelta, velas japonesas, osciladores e indicadores estadísticos. - Las pautas señaladas nos permiten trabajar con toda la tipología de las caídas bursátiles, desde las tendencias bajistas de largo plazo, las correcciones técnicas de los movimientos alcistas o las fases bajistas de los movimientos laterales. - El inversor debe tener claro que el Análisis Técnico no es estandarizable ni sistematizable, incurriría en un gravísimo error si tratase de encontrar unas leyes o relaciones infalibles para su aplicación en el mercado –éstas evidentemente no existen-. Un sistema de trading con éxito será aquel que nos genere una esperanza matemática de rendimientos positiva, una ventaja que nos permita ganar más veces de las que perdamos en un periodo largo de tiempo. - Tanto la operativa bursátil, como su análisis, más que a una ciencia se aproximan a una habilidad, una disposición, una manifestación de capacidad intuitiva y de observación, un arte en definitiva, en la que el buen juicio, la experiencia, el seguimiento del mercado y la disciplina del operador juegan un papel fundamental. 94 ANEXO Catálogo de productos que permiten operar a la baja A lo largo de esta Tesis se han presentado pautas que el Análisis Técnico califica como bajistas, indicios a partir de los cuales podemos identificar y calibrar el inicio, la continuidad y el fin de los movimientos bajistas en los mercados financieros. Los elementos identificados aluden tanto a movimientos tendenciales bajistas como a correcciones bajistas, lo cual nos permite identificar toda la tipología de caídas bursátiles, desde las tendencias bajistas de largo plazo, las correcciones técnicas de los movimientos alcistas o las fases bajistas de los movimientos laterales. No es objeto de Tesis de ninguna clase, el describir una serie de productos financieros, razón por la cual este particular únicamente se incluye a modo de anexo, con el fin de complementar el enfoque finalista del trabajo. Pues, a mi entender, éste quedaría incompleto, si una vez identificadas las pautas bajistas más esclarecedoras, y enunciados los correspondientes esquemas especulativos que permitiesen su aprovechamiento, no se relacionaran con las herramientas financieras, a través de las cuales la operativa bajista se llevaría a cabo. Por esta razón, se procederá a presentar los instrumentos y operativas financieras, que permiten rentabilizar los movimientos bajistas del mercado. En la Bolsa puede ganarse dinero cuando el mercado baja, para lo cual, el inversor ha de servirse de productos al margen de los clásicos siemprealcistas -aquellos que solo permiten beneficiarse de movimientos alcistas-. Entre los instrumentos u operativas, que permiten beneficiarse de los movimientos bajistas del mercado, destacan por su penetración, los ETFs, CFDs, la operativa a crédito, futuros, opciones y warrants. Aunque resulta evidente, es relevante dejar claro que la operativa bajista no está exenta de riesgo, pues apostar por un movimiento bajista nos generará ganancias si la cotización del subyacente, sobre el que se referencia el instrumento operativo, cae; sin embargo nos llevaría a las pérdidas cuando tal cotización subiera en lugar de bajar. He ahí la importancia de determinar las circunstancias idóneas para abrir posiciones cortas, y tener presente, por tanto, las recomendaciones planteadas, anteriormente, en lo que a 95 identificación de pautas bajistas se refiere. A continuación, se presentarán algunos productos financieros que permiten operar a la baja. ETF: Los ETFs -Exchange Traded Funds- o Fondos Cotizados en Bolsa, son productos financieros híbridos a medio camino entre los fondos de inversión tradicionales y las acciones. En función de su diseño, están expuestos a la evolución de una cesta de elementos, cuyo comportamiento tratan de replicar. A diferencia de los fondos de inversión tradicionales, los ETFs cotizan en el mercado de forma continua. Cuentan con un mercado secundario líquido, dónde el inversor puede contratarlos como sí de cualquier acción se tratase, negociando sobre ellos, a tiempo real, en cualquier momento de la sesión bursátil y utilizando los mismos tipos de órdenes. El objetivo principal de los ETFs es replicar el comportamiento del elemento sobre el que se referencian. Los ETF pueden referenciarse a índices de renta variable (Ibex35, Nasdaq, Dow Jones, etc.), o tratan de replicar el comportamiento de una cesta de valores, cuya selección atiende a criterios geográficos, sectoriales, corporativos o de capitalización. También se emiten ETFs que replican el comportamiento de materias primas, divisas o elementos de renta fija. Debido a la multitud de elementos sobre los que se estructuran, nos permiten alcanzar un nivel de diversificación razonable de forma rápida y sencilla. Al tiempo que nos facilitan el acceso a posibilidades de inversión, como mercados emergentes, productos agrícolas o materias primas, que de otro modo serían inalcanzables para el inversor medio. En el tema que nos ocupa, los ETF nos ofrecen la posibilidad de aprovechar los movimientos bajistas del mercado, pues existen ETFs que replican el comportamiento opuesto del índice sobre el que se referencian. Se trata de una segunda generación de ETF, los ETFs inversos que hacen exactamente lo contrario que su índice de referencia. Es decir, cuando el índice sube, ellos bajan, y viceversa, ofreciendo una rentabilidad 96 positiva cuando el mercado cae, en cuyo caso, el beneficio obtenido sería semejante a la caída experimentada por el elemento sobre el que están referenciados. En este sentido no nos permiten rentabilizar las caídas de títulos individuales, pero sí las de numerosos índices sectoriales y geográficos, o materias primas. Anótese que el proceder analítico para identificar pautas bajistas es idéntico para cualquier elemento cotizado, ya sean acciones, índices o commodities. Otro particular a tener en cuenta, en relación con nuestra estrategia operativa, es que los ETF, a diferencia de la mayoría de los productos derivados, no tienen vencimiento, por lo que la única variable que tendremos en cuenta al trabajar con ellos será la variación en las cotizaciones del índice, sin atender a efectos temporales de ninguna clase. Existe una variedad de ETF inversos que además incluye un factor de apalancamiento, normalmente del 2:1, son los ETF ultrainversos. Éstos son más arriesgados, pues doblan la sensibilidad de los ETF tradicionales frente a los cambios de sus referencias respectivas, de modo que si ésta cayese un 3%, el beneficio alcanzado con el ETF ultrainverso rondaría el 6%. CFD: Un CFD -contract for difference- o contrato por diferencias es un instrumento de inversión derivado, que permite al inversor participar en el movimiento de los precios de acciones o índices, sin necesidad de cubrir la totalidad del importe efectivo para su contratación ordinaria. A partir del CFD, las dos partes contratantes intercambian la diferencia entre los precios, que toma un activo, en diferentes momentos temporales. La compra de un CFD, se asemeja a un contrato, establecido entre un inversor y una entidad financiera, por la que ésta compra los títulos en bolsa y financia la adquisición de los mismos a su cliente, de manera que el inversor sólo ha de poner una pequeña parte de la inversión total, una garantía. El contrato se liquidará cuando desee el cliente, el cual obtendrá, como beneficio o pérdida, la diferencia entre el precio al que se referenció la compra y el precio de cierre de la operación, como si hubiera comprado directamente las acciones. 97 Una de las características del CFD es su apalancamiento, el inversor no precisa desembolsar la cantidad total sobre la que opera, sino una porción de la misma. La parte desembolsada es la garantía, que a modo de aval, afianzan el buen cumplimiento de las obligaciones contractuales, por si la inversión se tornara desfavorable para el inversor contratante del CFD. Éstas se calculan en función del montante de la operación, del riesgo de la misma y de la liquidez de la acción sobre la que se quiere especular. Cuando la operación se cierra, las garantías serán reembolsadas, salvo cuando se obtengan pérdidas, en cuyo caso, el importe es neteado. El apalancamiento conlleva un efecto multiplicador de las pérdidas o de las ganancias, motivo por el que, las posiciones apalancadas precisan de un minucioso seguimiento. Y es que un movimiento adverso en el mercado puede generarnos pérdidas, por un importe superior al de las garantías inicialmente aportadas. ۞ Ejemplo 1: Apalancamiento con CFDs, (operación al alza). Compararemos una operación de compra de 100 títulos de Telefónica, mediante su adquisición en forma ordinaria, o con la contratación de CFDs. Los CFDs señalados, por ejemplo, requerirían un 15% del valor efectivo de la operación en concepto de depósito de garantía. Supongamos que la compra se referencia a un precio de 17,24 euros por acción, y la venta la ejecutamos, al cabo de unos días, a 17,60 €. Con acciones Con CFD Precio de compra 17,24 € 17,24€ Precio de venta 17,60 € 17,60 € Ganancia 0,36 x 100 acciones = 36 € 0,36 x 100 CFDs= 36 € Inversión inicial 17,24 x 100 acciones = 1.724 17,24 x 100 x 15 % (garantía) € = 258,6 € 98 Rentabilidad sobre inversión 2,09 % 13,92 % Mediante la compra de acciones ganaríamos 36 euros invirtiendo 1.724 €, mientras que con CFD ganaríamos los mismos 36 € pero con una inversión inicial de tan solo 258,6 €. Gracias al efecto apalancamiento hemos convertido una rentabilidad del 2,09% en una del 13,92%. Apúntese que en caso de errar en nuestra estrategia, nuestra pérdida también se vería apalancada. Otra opción que nos ofrecen los CFDs, es la de rentabilizar los escenarios bajistas. Para lo cual únicamente realizaríamos una operación de venta de CFDs. Éstos se pueden vender sin haberlos comprado previamente, ya que el elemento relevante en el CFD es la diferencia de precios entre dos momentos temporales. Cuando el inversor quisiera deshacer su posición corta abierta, únicamente deberá recomprar el CFD que antes había vendido. Si un inversor espera que las cotizaciones de Repsol caigan, encontrándose la mercantil cotizada a 20 euros, vendería un CFD sobre Repsol a 20 euros. Supongamos que a los pocos días, los títulos de Repsol cotizan a 18 euros, si en ese momento el operador se da por satisfecho, puede deshacer su posición, recomprando el CFD a 18 euros, así se embolsaría los dos euros de diferencia. En este sentido, la venta de un CFD, tiene una cierta semejanza a la venta a crédito. Cuando se efectúa una venta de CFDs, se realiza una operación de venta de acciones, a nombre del emisor de los CFDs. El emisor debe disponer de una cartera de títulos propia, para cubrir su venta frente al mercado, en caso contrario los tomaría en préstamo, para luego proceder a su venta inmediata. Cuando un cliente vende un CFD, el emisor del mismo recibe el importe íntegro proveniente de la venta de acciones, al tiempo que convierte el movimiento del título en liquidaciones diarias por diferencias en la cuenta del cliente, hasta que la operación se cierra. Es frecuente que muchas agencias, a diferencia de las operaciones de compra de CFDs, limiten las posibilidades de operativa bajista a un número reducido de acciones, precisamente aquellas que cuentan con un mercado de préstamo más líquido o sobre las 99 que se nominan contratos de futuros, el motivo no es otro que la necesidad que el emisor del CFD tiene de establecer una correcta cobertura para tales operaciones. Con respecto a los CFDs también debe señalarse que: - Tienen la liquidez asegurada en base a una horquilla compradora y vendedora que la entidad emisora ofrece, en ocasiones ésta incluye un diferencial con respecto a la horquilla real de los títulos en la propia Bolsa. - El comprador de un CFD participará en todos los derechos económicos que lleva asociado la posesión de la acción: tales como dividendos, ampliaciones de capital, etc...; sin embargo no participará en sus derechos políticos. - No tienen vencimiento, por lo que el inversor no tendrá que renovar los CFDs para mantener su posición. El precio del CFD será equivalente al precio del activo subyacente, pues no se ve condicionado por el factor vencimiento. - Diariamente, en función de la evolución de la cotización del activo, se abonarán o cargarán en la cuenta del inversor, el beneficio o la pérdidas de las operaciones y posiciones abiertas. - Las posiciones compradoras suponen un coste financiero para el inversor (Euribor + diferencial), mientras que las posiciones vendidas le generan un abono (Euribor – diferencial). - No precisan de cámara de compensación, pues se contratan directamente entre una entidad financiera y el inversor. ۞ Ejemplo 2: Operación con CFDs mediante posiciones cortas: Partimos de un inversor que posee unas expectativas bajistas entorno al comportamiento de una acción, por ejemplo, Acciona; encontrándose ésta cotizada a 114 euros. El agente decide abrir una posición corta, acorde con sus expectativas bajistas, y vende 100 CFDs sobre Acciona a 114 euros. Suponemos que la agencia, en este caso, exige una garantía del 10%, así el inversor deposita en concepto de garantía 1.140 € (114 €/acción x 100 acciones x 0.10). Además paga una comisión, por ejemplo, del 0,1% del nominal sobre el que opera, que ascendería a 11,40€ (114 €/acción x 100 acciones x 0,1%). 100 Al cabo de algún tiempo, Acciona cotiza a 100 euros, y el inversor, una vez que intuye el fin del movimiento correctivo, se da por satisfecho con la rentabilidad obtenida y decide cerrar su posición. Para ello recompra los 100 CFDs al precio de 100 euros. De nuevo se le aplicaría una comisión esta vez de 10€ (100€/título x 100 títulos x 0,001). Si el precio de referencia inicial era 114 €, y el de cierre 100 €, el inversor se embolsaría 14 euros por cada CFD vendido, en relación con el diferencial de las cotizaciones de los títulos de Acciona en ese período. En este ejemplo, obtendría 1.400 euros (14€/CFD x 100CFDs), que una vez descontadas comisiones, quedaría en 1.378 euros. Al tiempo que se le devuelven las garantías aportadas inicialmente. No obstante, para calcular el resultado total de la operación habría que incluir los ajustes por intereses generados por la garantía (en este caso abonos). Al tener una posición corta (venta de CFD), los intereses por la garantía se abonarán en la cuenta del inversor, mientras que si la posición hubiese sido larga (compra de un CFD) los intereses se le deducirán. Los intereses por la garantía se calculan diariamente, aplicando el tipo de interés correspondiente al importe del cierre de la posición, y se abonan (o cargan, si se vende un CFD) semanalmente. Operaciones a crédito La compra a crédito de acciones nos permite adquirir valores al contado, sin disponer del importe total necesario para sufragar su adquisición ordinaria. Para ello, una entidad especializada nos otorga un crédito, con el que poder financiar la compra de los títulos. El inversor que recurre a la compra a crédito, presenta unas expectativas alcistas sobre el valor en cuestión, y espera que la revalorización de los títulos le permita, en el futuro, vender la posición financiada con unas plusvalías superiores al coste de la financiación y de las comisiones correspondientes. Para efectuar la operación, la entidad bancaria nos concede un crédito que suele cubrir el 75 % del importe de la compra, de forma que el inversor únicamente aporta, en efectivo, el 25 % restante, como garantía inicial. El cliente también hará frente a todos 101 los gastos inherentes a una compra de contado, como comisiones bursátiles y corretajes, además de los intereses del préstamo. Mediante la compra a crédito, el agente puede desarrollar una estrategia de inversión muy por encima de sus posibilidades reales. De modo que el inversor que acude a la compra a crédito, se enfrenta a unos riesgos añadidos, derivados del apalancamiento. Si los títulos se deprecian con respecto al momento de su adquisición, el retorno de su eventual venta, sería insuficiente para cubrir la devolución del crédito que financió la compra; por lo que el cliente tendría que cubrir la diferencia acudiendo a su propio patrimonio, con el menoscabo que esto supone. La entidad financiera, para cubrir el riesgo asociado, exigirá al cliente el depósito de garantías complementarias, en el momento en que se produzca un descenso en la cotización de los títulos comprados a crédito superior al 10%, en relación al último precio de cálculo de garantías, ya sean iniciales o complementarias. La operativa a crédito también permite rentabilizar los movimientos bajistas de los valores, mediante la venta de títulos tomados en préstamo -venta a crédito o venta al descubierto-. Así, el agente que tenga unas expectativas pesimistas en torno a la cotización de un título, no tendrá más que acudir a una agencia especializada para tomarlos en préstamo, y proceder a su venta al contado, a la espera de poder recomprarlos más tarde, a un precio inferior, y proceder a su devolución, apoderándose del diferencial entre el precio de venta y el de compra, que le permita cubrir los costes y comisiones anexos a la operación. En este caso, el inversor se arriesgaría a que, una vez efectuada la venta a crédito, la cotización de los títulos subiese en lugar de bajar; De modo que la liquidez obtenida con la venta de las acciones fuese insuficiente para cubrir su recompra, con lo que, en el momento de proceder a la devolución, el cliente tendría que poner la diferencia de su bolsillo. 102 Para acceder al préstamo de títulos, el cliente deberá depositar, en concepto de garantía, el 25% de su valor -aunque hace años solía ser el 35%-, este depósito será objeto de remuneración. En algunos contratos, las garantías para la operación en vigor se recalculan diariamente considerando el último precio de cierre. Mientras que en otros casos, se tendrán que depositar garantías complementarias en el momento en que se produzca un incremento en la cotización de los títulos vendidos a crédito, superior al 10%. Tanto el importe proveniente de la venta de los títulos prestados, como el total de las garantías económicas aportadas por el vendedor, quedan depositadas en la entidad financiera hasta que la operación se cancela. El vendedor a crédito está obligado a aportar en el momento del devengo, para su abono al prestamista de los títulos, la cantidad equivalente a los dividendos generados por las acciones títulos vendidas a crédito. ۞ Ejemplo 4: Venta a crédito. Un inversor espera que los títulos de Arcelor-Mittal, que cotizan a 30€, sufran una caída en bolsa, por lo que acude a una agencia para proceder a su venta a crédito. La entidad financiera le solicita una garantía inicial que asciende al 25% del valor de los títulos prestados. Si la acción cotiza a 30 euros, y el agente quiere especular con 400 acciones, haría un desembolso inicial de 3.000 euros (30 €/título x 400 títulos x 25%) en concepto de garantía para tomarlos en préstamo. El inversor procede inmediatamente a la venta de los títulos a 30 euros cada uno, por los que obtiene 12.000 euros (400 títulos x 30 euros/título). Además, hace frente a las comisiones de intermediación y liquidación correspondientes a la operación de venta, cada una de las cuales asciende al 0.10 % del efectivo de la venta. Paga por cada concepto el importe de 12 euros (400 títulos x 30 €/título x 0,001), que junto a 10 euros de los cánones bursátiles, eleva los gastos iniciales a 34 euros. En pocos días, la acción ha caído hasta los 28 euros, y el inversor, que intuye que la corrección ha finalizado, decide cerrar la operación. Para proceder a la devolución de los títulos tomados en préstamo, recompra 400 acciones de Arcelor-Mittal, al precio vigente, por los que desembolsa 11.200 euros (400 acciones x 28 euros/acción). Adicionalmente, por tal operación de compra al contado, debe hacer frente a unas 103 comisiones de intermediación y liquidación, cada una del 0.10 % sobre el importe de la operación; por cada concepto pagará 11,22 euros (0.001 x 400 títulos x 28 euros/títulos), que sumados a otros 10 euros de cánones bursátiles, eleva los gastos de la recompra a 32,4€. Si vendió las acciones a 12.000 euros y las recompró por 11.200, se apodera de una diferencia de 800 euros, que una vez descontados los gastos de 66,4 € generados en la venta y recompra, se reducen a 733,6 €. Tras el cierre de la operación, se le devuelven las garantías inicialmente aportadas (3.000€), más una pequeña remuneración en relación con su depósito en la entidad financiera. Los títulos de Arcelor-Mittal cayeron de 30 € a 28€, es decir, se dejaron casi un 6,67%. Sin embargo, el inversor que vendió a crédito, y depositó 3.000 euros como garantía, obtuvo una rentabilidad bruta de 800 €, es decir casi un 26,67%. Véase que la operativa a crédito incluye un factor de apalancamiento 4:1, pues el inversor solo deposita el 25% del montante sobre el que realmente opera. Futuros Un contrato de futuros es un acuerdo que obliga a las partes contratantes a comprar o vender un activo en una fecha futura, pero a un precio establecido previamente. Las partes acuerdan la compraventa de un determinado valor (activo subyacente) en una fecha futura predeterminada (fecha de liquidación), a un precio convenido previamente (precio de ejercicio). Pueden establecerse sobre elementos de naturaleza financiera (valores, índices, préstamos, depósitos...) o bien sobre commodities (productos agrícolas, materias primas...). Recálquese que el contrato de futuros obliga a las partes contratantes, por lo que no deben confundirse con las opciones. El agente que vende el contrato de futuro adopta una posición "corta" frente el mercado, de manera que al llegar la fecha de vencimiento del futuro, deberá hacer entrega del correspondiente activo subyacente. Mientras que, el agente que compra un contrato de futuro, adopta una posición "larga", pues tiene la obligación de comprar el activo sobre el que se nomina el futuro, a cambio del pago del precio pactado en el futuro, en la fecha futura pactada. 104 Un futuro puede contratarse con el objeto de mantener el compromiso hasta la fecha de su vencimiento y proceder a la operación acordada, ya sea mediante la entrega física del subyacente o la liquidación por diferencias. Sin embargo, no es necesario mantener la posición abierta hasta la fecha de vencimiento, pues el agente podrá cerrar la posición con una operación de signo contrario a la inicialmente efectuada. ۞ Ejemplo 5: Esquema para venta de futuros (Teórico): Un agente con unas expectativas bajistas especula que el precio de la acciones del B. Santander, por ejemplo, caerá de aquí a tres meses. Por lo que se plantea vender un contrato de futuros con vencimiento dentro de tres meses, lo cual le obligaría a vender a un precio pactado (14 euros por ejemplo) 100 acciones al día de vencimiento. (un contrato de futuro, equivale en este caso a operar con 100 acciones) El beneficio o pérdida en que incurrirá el inversor, derivará de la relación del precio de las acciones de Santander a día del vencimiento del futuro y el precio al que éste se referenció. Si a día de vencimiento, las acciones del B. Santander cotizasen a 14 euros; el inversor no obtendrá beneficio ni pérdida alguna (claro está, tendrá que hacer frente a un pago por comisiones). Por su parte, si Santander cotizase a 13 euros, obtendría un beneficio de 100 euros ((14 – 13) X 100 ), ya que gracias al futuro venderá 100 acciones por 14 euros, que en el mercado se intercambian a 13 euros. Si por el contrario, la acción cotizase a 15,5 euros el inversor incurriría en una pérdida de 150 euros ((14 – 15,5) x 100), pues asumió la obligación de vender por 14 euros algo que el mercado valora en 15,5 euros. Precio de Santander el día Precio del del vencimiento futuros 8,5 € 14 € 13 € 14 € 14 € 14 € 15,5 € 14 € 18 € 14 € contrato de Beneficio / Pérdida para el que realiza la venta a futuro (14 – 8,5) x 100 = 550 € (14 – 13) x 100 = 100 € (14 – 14 ) x 100 = 0 € (14 – 15,5) x 100 = -150 € (14 – 18 ) x 100 = -400 € ۞ Ejemplo 6: Operación de venta de futuros. 105 Si el agente piensa que el precio de un activo determinado subirá, deberá comprar a futuro, mientras que si piensa que bajará, deberá vender a futuro. Partimos de un agente que presenta unas expectativas bajistas en torno al comportamiento de la cotización de una acción, por ejemplo B. Santander. Si dado el caso, se encontrase a finales de noviembre y sus expectativas bajistas se dibujaran para un escenario de muy corto plazo, se plantearía realizar una venta de un futuro sobre Santander con vencimiento más inmediato, es decir a diciembre del año corriente (3er viernes). Debe señalarse que un contrato de futuro se estructura sobre 100 acciones, así la venta de un contrato de futuro sobre Santander supone deshacerse a futuro de 100 acciones del banco. Si vendemos 1 futuro (100 acciones de Santander) a 14 euros; el tercer viernes del mes de diciembre obtendremos el importe de 1.400 euros (14 euros / acción x 100 acciones) a cambio de la venta de las acciones. Para llevar a cabo la operación tendríamos que depositar una garantía, por ejemplo del 15% del nominal del contrato, que asciende a 210 euros, además de hacer frente al pago de 3 euros por una la comisión de la sociedad de valores correspondiente y de 0,55 euros de la comisión del MEFF. Con todo, el importe que debería depositar el inversor ascendería a 213,55 euros (210+3+0,55 euros), sin embargo estaríamos jugando sobre un capital de 1.400 euros (apalancamiento). La liquidación de pérdidas y ganancias del contrato de futuros se llevará a cabo diariamente hasta el día del cierre de la posición. Así si el 25 de noviembre, día que abrimos el contrato, las acciones cotizan a 14 euros y el día 26 las acciones caen un 1,5% (de 14 euros a 13,79), se nos liquidará: 0,21 (diferencia entre el día 25 y 26) x 1 (contrato de futuro) x 100 (acciones de cada contrato) = +21 euros (la contraparte que efectuara una compra a futuro tendría una liquidación desfavorable ese día de 21 euros). Nótese que el valor solo ha caído un 1,5%, pero ese día, con respecto a las garantías depositadas, hemos ganado casi un 10%. 106 Opciones Las opciones financieras son contratos, mediante los cuales una de las partes contratantes adquiere sobre la otra el derecho, pero no la obligación, de comprarle o de venderle una cantidad determinada de un activo subyacente a un precio prefijado y en un momento futuro determinado. Existen dos tipos básicos de opciones: las opciones que otorgan a su poseedor un derecho de compra (opciones call) y las que incorporan un derecho de venta (put). También distinguiremos entre opciones europeas, aquellas que pueden ejercerse solamente a su de vencimiento, y opciones americanas, aquellas que pueden ejercerse en cualquier momento hasta la fecha de vencimiento. La naturaleza del activo subyacente sobre el que se construyen las opciones, es diverso. En la práctica se estructuran sobre acciones, índices, divisas, activos de renta fija, mercancías e incluso sobre contratos de futuros. En los futuros, definíamos dos estrategias elementales, la compra y la venta de los mismos; sin embargo, para las opciones definiremos cuatro estrategias operativas básicas: - Compra de una opción de compra (compra de una call): A cambio del pago de una prima, la call confiere a su poseedor, el derecho a comprar un activo subyacente al precio de ejercicio estipulado, llegada la fecha de vencimiento. Las pérdidas del inversor están limitadas a la prima pagada, mientras que sus ganancias posibles son teóricamente ilimitadas. El agente comprará una opción de compra (call) si tiene expectativas alcistas, es decir si espera que la cotización del subyacente se incremente; Al agente le interesará ejercer su derecho de compra, si una vez llegado el vencimiento, la cotización del subyacente es superior al precio de ejercicio fijado en la opción, pues le permitirá adquirir el señalado subyacente por un precio inferior al que cotiza en el mercado. Por el contrario, el inversor no ejercitará su derecho de compra, si al vencimiento el precio de mercado del subyacente es inferior al precio de ejercicio de la opción, pues le resultará más interesante acudir directamente al mercado y realizar allí la 107 compra. Si el operador no ejerce la opción, perderá la inversión realizada, es decir, la prima que pagó por adquirir tal derecho de compra. - Venta de una opción de compra (venta de una call): supone la contrapartida a la operación anterior. A cambio del cobro de una prima, el vendedor de la opción call queda obligado a desprenderse del activo subyacente, al precio de ejercicio estipulado, en la fecha de vencimiento de la opción, siempre que, claro está, el tenedor de la misma ejerza su derecho. Las ganancias del vendedor de la call estarán limitadas al importe de la prima cobrada. Y es que, si el comportamiento de la cotización del subyacente es bajista, de modo que el comprador de la opción no le interesa ejecutar su opción, el beneficio del vendedor de la opción será, como máximo, la prima. Sin embargo, si la evolución de la cotización del subyacente es alcista, se enfrentará a unas pérdidas posibles teóricamente ilimitadas, pues estará obligado a vender un activo, a un precio inferior al de mercado. - Compra de una opción de venta (compra de una put): A cambio del pago de una prima, la opción put otorga a su tenedor el derecho de vender el activo subyacente, a un precio de ejercicio y fecha acordados. Las pérdidas de la operación están limitadas a la prima pagada, mientras que su ganancia teórica posible es ilimitada. Un inversor comprará un derecho de venta, cuando tenga expectativas bajistas. La opción será ejercida si, a su vencimiento, el precio del subyacente se encuentra por debajo del precio de ejercicio de la opción, pues le dará la posibilidad de deshacerse del subyacente a un precio superior al vigente en el mercado. Si por el contrario, el precio pactado para ejercer la venta, es inferior al de mercado, el tenedor no ejercerá su opción, pues preferirá acudir al mercado y vender allí sus títulos, perdiendo así la prima pagada por el derecho de venta. - Venta de una opción de venta (venta de una put): El vendedor de una opción de venta (put) adquiere la obligación de comprar el activo subyacente, a un precio de ejercicio determinado, a la fecha de vencimiento de la opción, a cambio del cobro de una prima. Su posibilidad de beneficios estarán limitadas a la prima percibida, mientras que sus pérdidas posibles son ilimitadas. 108 Las opciones financieras llevan implícita una asimetría entre los derechos y las obligaciones de las partes, éste es el origen de la prima, es el precio del derecho asociado a la opción. El valor de una opción tiene dos componentes: por una parte su valor intrínseco, el valor que tendría la opción en un momento determinado si se ejerciese el derecho que confiere, y por otra parte su valor temporal, el importe que el comprador de la opción estará dispuesto a pagar por encima de su valor intrínseco, como consecuencia de la posibilidad de que el valor intrínseco de la opción se incremente desde la fecha de compra hasta su vencimiento, como es lógico, a medida que pasa el tiempo, el valor temporal de la opción mengua. Con todo, la prima, que se identifica con el valor de la opción, depende de los siguientes factores: Efecto sobre el valor de la prima de la opción Factores Movimiento en la CALL PUT variable Precio de ejercicio de la opción Evolución de la cotización Incremento Negativo Positivo Disminución Positivo Negativo Positivo Negativo Disminución Negativo Positivo Incremento Positivo Positivo Disminución Negativo Negativo Positivo Positivo Negativo Negativo del Incremento subyacente sobre el que se construye la opción. Volatilidad Plazo hasta el vencimiento de la Incremento opción. Disminución 109 Tipos de interés Dividendos Incremento Positivo Negativo Disminución Negativo Positivo Reparto Negativo Positivo ۞ Ejemplo 7: Compra de una opción de venta (teórico) Si un inversor vaticina que el comportamiento de una determinada acción va a ser bajista, puede comprar una opción de venta sobre tal título. Si por ejemplo, espera que las acciones de Inditex bajarán en el medio plazo, siendo su cotización en ese momento de 50 euros, comprará una opción de venta (PUT). Si la opción de venta tuviese un precio de ejercicio de 50 euros y un vencimiento a 6 meses, el inversor tendrá un elemento que le otorga el derecho de vender, dentro de seis meses, 100 acciones de Inditex (la paridad es 1:100) a 50 euros cada una, a cambio de pagar una prima de, por ejemplo, 5 euros por acción. Por el derecho a poder vender 100 acciones de Inditex a 50 euros al cabo de seis meses, invertirá 500 euros (5 euros/opción x 100 “opciones”). Una vez llegado la fecha de ejercicio de la opción, el inversor estará interesado en ejercer su derecho de venta, siempre que la cotización de Inditex en el mercado de contado sea inferior a 50 euros. Cotización de Beneficio hipotético si ejerce la opción Al inversor le interesará... ITX en la fecha de vencimiento 35 Venta de acciones: (50 – 35)*100= ejercer la opción 1.500 Beneficio neto (incluyendo la prima pagada) = 1.500 – 500= 1000 40 Venta: (50 – 40) * 100= 1.000 ejercer la opción Beneficio neto = 1.000 – 500= 500 110 45 Venta: (50- 45)* 100= 500 ejercer la opción Resultado neto = 500 – 500= 0 48 Venta: (50-48)*100=200 ejercer la opción Resultado neto = 200-500= -300 50 Venta: (50 – 50) * 100= 0 le resulta indiferente Resultado neto = 0 – 500= - 500 55 Venta: (50 – 55) * 100= - 500 no Resultado neto = -500 – 500= únicamente perderá la prima ejercer la opción, pagada. Pierde: 500 -1.000 60 Venta: (50 – 60)*100= -1.000 Resultado neto = -1.000- 500= no ejercer la opción, únicamente perderá la prima pagada (500) - 1.500 65 Venta (50 – 65) *100= -1.500 no Resultado neto = -1.500 – 500= únicamente perderá la prima ejercer la opción, pagada (500) - 2.000 En este ejemplo, llegado el vencimiento de la opción, una vez descontada la prima de 5 euros que se paga por opción, el inversor se encontraría con beneficios cuando las acciones de Inditex coticen a valores inferiores a 45 euros, pues así podría desprenderse de sus títulos a 50 euros, precio superior al de mercado. Si el valor cotiza entre 45 y 50 euros, el inversor seguirá estando interesado en ejercer su derecho de venta, pues se desharía por 50 euros de una acción que cotiza en el mercado a un precio menor; sin embargo en esta horquilla de precios, el resultado final para el inversor sería negativo, ya que el beneficio que obtiene de ejercer su derecho de venta es inferior al coste que supuso la compra de tal derecho. Con todo al inversor le seguirá interesando ejercer su derecho de venta, pues de no hacerlo perdería los 500 euros desembolsados por la opción. 111 En la situación crítica en la que la cotización tomara el mismo precio de ejercicio de la opción (50 euros); al agente le resultaría indiferente vender a mercado (a 50 euros) o ejercer el derecho de la opción (vender igualmente a 50 euros). En cualquier caso perdería 500 euros, lo desembolsado por la opción. Si la cotización supera los 50 euros (precio de ejercicio del contrato), el inversor no estará interesado en ejercer el derecho de venta asociado a la opción; Pues podrá acudir al mercado y vender la acción a un precio superior a los 50 euros; sea como fuere, el pago de los 500 euros se dará por perdido. El esquema de pérdida-beneficios del comprador de una opción de venta se refleja en el siguiente gráfico: Por su parte, el vendedor de la PUT, estará obligado a comprar las acciones a 50 euros, siempre que el comprador ejerza su opción. Asumiría un riesgo ilimitado pues estaría obligado a llevar a cabo una compra de acciones a 50 euros, incluso si éstas cotizasen a unos pocos euros; no obstante, siempre ingresaría una prima en el momento de formalización de la operación, como consecuencia de la venta de la opción. El inversor, además, tiene ante sí la posibilidad de combinar distintas operaciones con opciones para dibujar multitud de estrategias operativas. En el caso de presentar unas expectativas bajistas respecto un título sobre el que se estructuran opciones, podrá plantear las siguientes estrategias: 112 Put Ratio Backspread (Ratio Put Spread Inverse) Para construir un Put Ratio Back Spread, venderemos una opción de venta (put) a un precio de ejercicio alto (B), al tiempo compramos dos opciones de venta, con un precio de ejercicio (A) inferior al de la put vendida, todas ellas referidas a un mismo vencimiento. Utilizaremos la estrategia cuando nos encontremos en entorno al precio A y tengamos unas expectativas bajistas y asumamos un incremento de la volatilidad. Mediante esta estrategia también se limitan nuestras pérdidas ante subidas inesperadas de la acción. La máxima pérdida de la operación se presenta cuando al vencimiento de las opciones, la cotización del subyacente estuviese en el entorno del precio de ejercicio de las put compradas (A), no obstante afrontaríamos una pérdida limitada. El beneficio es potencialmente ilimitado, éste se produce e incrementa, a medida que la cotización se aleja bajo el precio de ejercicio de las put compradas. Si por el contrario, el precio del subyacente llega al vencimiento por encima del precio de ejercicio de la put vendida, el resultado de la estrategia será el de la prima neta (prima cobrada por la put vendida – primas pagadas por las put compradas), que según como se construyera la estructura puede ser mínimamente positivo o negativo. Con expectativas de mantenimiento en la volatilidad podremos estructurar: Túnel Vendido (Túnel bajista) Para construir un túnel bajista, venderemos una call y comparemos una put, con un mismo vencimiento y sobre un mismo subyacente, no obstante el precio de ejercicio de la put (A) es inferior que el de la call (B). El agente que abre esta estrategia, tiene unas 113 expectativas bajistas, sin embargo, si sus previsiones no son exactas, se cubre de una leve subida hasta un cierto umbral, a partir del cual, las pérdidas crecen ilimitadamente. La zona de protección se genera entre los precios de ejercicio A y B, a modo de una zona central neutra, en la no se ejercen ninguna de las dos opciones que conforman la operación, de modo que el resultado positivo o negativo únicamente se derivaría de la diferencia entre las primas (prima cobrada por la venta de la call - prima pagada por la put comprada). El beneficio posible es ilimitado; llegado el vencimiento, será mayor cuanto menor sea el precio del subyacente respecto a la zona neutra (bajo A) , pues en ese tramo inferior de precios, se ejerce la put pero no la call, de modo que el inversor se quedaría con toda la prima cobrada por la venta de la call, al tiempo que gracias a la put comprada se beneficia de las caídas. Sin embargo, para cotizaciones del subyacente superiores al máximo de la zona neutra (a partir de B), se ejercerá la call, al tiempo que la put expiraría, de modo que el operador se enfrentaría a pérdidas potencialmente ilimitadas. Spread Bajista (Bear Spread). Podemos construir un spread bajista de dos maneras distintas: - Compramos una opción de compra (Call) a un precio de ejercicio B, al tiempo que simultáneamente vendemos una opción de compra con el mismo vencimiento a un precio de ejercicio más bajo (A). (Call Spread Vendido). 114 - Compramos una opción de venta (Put) a un precio de ejercicio alto y vendemos una opción de venta, con el mismo vencimiento, a un precio de ejercicio más bajo. (Put Spread Comprado). Al contrario que el túnel bajista, el spread bajista nos permite beneficiarnos de caídas bursátiles, pero limitando las pérdidas potenciales, eso sí, a cambio de renunciar a unos beneficios teóricos ilimitados, pues las ganancias de esta estrategia estarán también limitadas. Enunciaremos tal estrategia cuando esperemos que la acción va a caer, pero no bruscamente, de modo que nos resulta interesante limitar los beneficios, a cambio de limitar las pérdidas extremas. Si la operación se estructuró sobre una compra y una venta una opción call: Se alcanza el beneficio límite máximo a partir de que el precio del activo subyacente descienda por debajo de A, pues en esas circunstancias no se ejercerán ninguna de las dos opciones consideradas, de modo que el beneficio de la operación será la diferencia entre la prima cobrada por la opción emitida y la prima pagada por la opción comprada. Cuando el precio del activo subyacente sube, por encima de B, las dos opciones de compra serán ejercidas, por lo que una revaloración del activo nos genera pérdidas. Sin embargo, tal pérdida se vería atenuada por la diferencia entre la lo ganado con la call comprada y lo perdido con la call vendida. Con todo, la pérdida está limitada, cuyo máximo se alcanza a partir de que la cotización sube por encima del precio de ejercicio de la opción call comprada. 115 Warrants: Los warrants son contratos a plazos, semejantes a las opciones, emitidos por entidades especializadas, ya que un particular no puede ser emisor de warrants. La ventaja que ofrecen respecto a las opciones es que, suelen ser disponer de un mercado secundario más líquido que éstas. Además, atienden a una variedad de subyacentes mayor que las opciones ordinarias. Al igual que las opciones, los warrants call otorgan a su poseedor el derecho, no la obligación, de comprar un número determinado de títulos de un subyacente, a un precio establecido y en una fecha fijada de antemano. No obstante, al igual que con las opciones, el inversor que quiera rentabilizar el movimiento bajista de un subyacente, deberá adquirir warrants put, éstos otorgan a su poseedor el derecho de vender un número determinado de títulos del subyacente sobre el que se estructuran, a un precio determinado para una fecha fijada de antemano. ۞ Ejemplo 8: warrant put (Societé Generale) Un inversor vaticina una caída generalizada de la bolsa española, y para rentabilizar tal extremo, opta por comprar warrants put. En este caso, el inversor errará en su apuesta, ya que el mercado tendrá un comportamiento alcista. El Ibex cotiza a 11.500 puntos, y el agente con expectativas bajistas decide adquirir 1.000 warrants put sobre el mismo, con un vencimiento a 6 meses, una paridad 1.000/1 y un Strike (precio de ejercicio), por ejemplo, de 11.500 puntos. La prima cotiza a 1,00 € (la venta) – 1,01 € (la compra). Por los 1.000 warrants put, desembolsa 1.010 € (sin incluir gastos). En este ejemplo, los warrants presentan los siguientes parámetros: - Delta del 49% (indica la variación que experimenta el precio del warrant ante variaciones en el precio del activo subyacente; además indica la probabilidad que tiene el warrant de acabar con liquidación positiva al vencimiento). - Elasticidad del 8 (indica en términos porcentuales, la variación que experimentará el precio del warrant ante movimientos de un 1% en el precio del activo subyacente), 116 - Theta: -0,002 (nos indica en euros, la pérdida de valor en el precio del warrant por cada día natural que transcurre). - Vega: 0,04 (coeficiente que mide la variación en el precio del warrant ante variaciones en la volatilidad implícita) Bajo estas premisas, el Ibex35, en lugar bajar, tiene un movimiento fuerte al alza, y alcanza los 12.070 puntos en 6 días, es decir, sube un 4,9%, al tiempo que la volatilidad se incrementa en +0,5%. El inversor que adquirió cada warrant a 1,01 € obtendrá pérdidas por los siguientes conceptos: - Elasticidad: 4,9% x 8= -39.20%, es decir, -0,39 € (por el alza del Ibex) - Volatilidad: +0,5% x 0.04 = +0.02 € (por el incremento de la volatilidad) - Theta: 6 x (-0,002)= -0.01 € (por el paso del tiempo) Con todo, a los seis días cada Warrant valdría 0,61 euros. Ante esta situación, el inversor opta por cerrar su posición. Si la horquilla de precios en ese momento es 0,59 – 0,62, el inversor se deshace de sus 1.000 Warrants put por 590 € (a lo que habría que descontarle los gastos). El inversor, obtiene una rentabilidad negativa del –41,6%, al apostar por un movimiento bajista, cuando en realidad se produce un alza. Turbo warrants Para darle una vuelta de tuerca exótica a los Warrants aparecieron los turbo warrants que, al igual que sus predecesores, proporcionan el derecho a comprar (Call) o vender (Put) un activo, a un precio prefijado, en una fecha concreta. Cotizan en Bolsa y su liquidez también está garantizada por el emisor. Los turbo warrants call también se conocen como turbo bulls y los turbo warrants put como turbo bears. Los turbos call permiten beneficiarse de mercados alcistas y los turbos put de los bajistas, ambos están dotados de un elevado grado de apalancamiento, por lo que permiten apostar por movimientos en activos que cotizan en Bolsa con un desembolso menor al de su valor en mercado. 117 Los turbos warrants son, en definitiva, un tipo de opción denominada barrera. Las barreras en las opciones se definen como niveles de cotización, que si el subyacente los alcanza, activan determinado suceso. En particular, si el subyacente de un turbo warrants, toca el precio de la barrera, desactivará el derecho de opción del turbowarrant, haciendo que pierda todo su valor. La existencia de esta barrera desactivante dota a los turbowarrant de un elevado riesgo; sin embargo la existencia de la barrera les otorga las siguientes características respecto a los warrants: se atenúa el efecto de la volatilidad (Vega baja), además disminuye la sensibilidad frente al tiempo (Theta baja) dejando la evolución del turbo ligada principalmente a la evolución de la cotización del subyacente correspondiente (Delta alta). 118 Bibliografía Álvarez González, A. (2001) Psicología del inversor bursátil. Madrid Ed. Pirámide Álvarez González, A. (2005) Análisis bursátil con fines especulativos: un enfoque técnico moderno. México. Ed. Limusa. Cárpatos, J.L. (2002) Leones contra gacelas, manual completo del especulador. Alicante. Millenium Ed. Casanovas Ramón, M. (2003) Opciones financieras, Madrid. Ed. Pirámide Elder, A. (2004) Vivir del trading. La Coruña. Ed. Netbiblo Elvira, O. y Puig, X. (2001) Análisis Técnico bursátil. Barcelona. Ed. Gestión 2000. Fernández Hódar, J. A. 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