T-207-2010 Santiago 2° Integridad física

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Santiago, diecinueve de octubre de dos mil diez.
VISTOS, OIDOS Y CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que con fecha diecinueve de julio de dos mil diez,
comparece
don
Carlos
Enrique
Leiva
Pino,
chofer
administrativo, domiciliado en pasaje Perseo N°24014, comuna
de Puente Alto, quien deduce en lo principal, denuncia de
tutela por vulneración de derechos fundamentales con ocasión
del despido conjuntamente con una demanda de indemnización
por perjuicios por daño moral y en subsidio, demanda por
despido
injustificado,
general,
en
contra
de
en
la
procedimiento
empresa
Koenig
de
e
aplicación
Hijos
Ltda.,
representada legalmente por don Enrique Koenig Flucker, ambos
domiciliados
en
Vicuña
Mackenna
N°1508,
comuna
de
Ñuñoa,
Santiago, a fin de que se condene a la demanda al pago de
indemnizaciones, reajustes, intereses y costas.
Fundó la acción de tutela de derechos fundamentales en
el hecho que comenzó a prestar servicios para la demandada
bajo un vínculo de subordinación y dependencia desde el 1 de
febrero de 2006, relación laboral con carácter de indefinida;
desempeñándose
contaba
P.P.U.
con
como
una
XG-2123
y
chofer
camioneta
con
una
administrativo,
marca
jornada
Peugeot,
de
para
modelo
trabajo
lo
cual
Patner,
distribuida
semanalmente, de lunes a viernes, entre la 08:30 horas a
18:30
hrs,
con
una
hora
para
colación.
Percibía
una
remuneración mensual de $274.500, la que se componía de un
sueldo ascendente a $262.000, asignación de movilización y
colación por $5.000 y $7.500, respectivamente.
Señaló que la relación laboral terminó el 21 de abril de
2010, en forma verbal por parte de su empleador, por cuanto,
aproximadamente a las 15:30 horas, el dueño y representante
de la empresa, Enrique Koenig Flucker, le ordenó ir a dejar
una encomienda -15 kilos de peso- a las oficinas de Buses
Lit, ubicadas en Franklin con Santa Elena, ante lo cual fue a
buscar las llaves de la camioneta, circunstancia que alteró
al Sr. Koenig, quien le arrebato las llaves de las manos y
junto con insultarlo le ordenó realizar la gestión a pie,
pues de lo contrario sería despedido.
Explicó que luego del dialogo antes descrito, concurrió
al
baño
–para
lavarse
la
cara-
y
luego
al
área
de
los
casilleros en busca de una toalla para secarse las manos,
lugar que el Sr. Koenig habría abierto con una patada, para
luego indicarle que se encontraba prohibido permanecer en
dicho lugar, conminándolo a salir inmediatamente, al hacerlo,
habría recibido dos puñetazos en su pecho por parte del Sr.
Koenig, lo cual le hizo caer hacia atrás golpeando su brazo
izquierdo en una pandereta. Agregó que no respondió a la
agresión, limitándose a retirarse del lugar y concurrir a
Carabineros para estampar la denuncia y luego dirigirse al
Hospital Sotero del Río a constatar lesiones. Solicitó tener
presentes como indicios de la vulneración denunciada: 1.Reclamo
N°
1324/2010/8549,
del
22
de
abril
de
2010;
2.-
Denuncia ante la 38 Comisaria de Puente Alto, con fecha 21 de
abril de 2010; 3.- Informe del Hospital Sotero del Río de la
misma fecha; 4.- Requerimiento ante el Juzgado de Garantía; y
4.- Sentencia del 8 Juzgado de Garantía, Causa Rit 3819-2010,
que condena al pago de una multa a Enrique Koenig Flocker.
Invocó al respecto, el artículo 19 N° 1 de la Constitución
Política
de
la
República,
como
norma
infringida
con
la
conducta descrita de su ex empleador, alegando afectada su
integridad física y psíquica. Asimismo, el contenido ético
jurídico
del
contrato
de
trabajo,
y
lo
dispuesto
en
el
artículo 1558 del Código Civil, en cuanto al existencia del
deber de respeto que el contrato de trabajo impone a las
partes y la obligación de responder de los daños previsibles
por la parte incumplidora de este deber, por cuanto quien
racionalmente pudo prever los daños de su incumplimiento trae
consigo
la
ruptura
indemnización.
Por
lo
del
vinculo
anterior,
y
la
solicitó
se
consecuente
declare
su
despido vulneratorio del derecho a la vida en su dimensión de
integridad física y psíquica; y en consecuencia, se condene a
la demandada pagarle la suma de $3.019.500 equivalentes a 11
meses de remuneración por concepto de la indemnización del
artículo 489 del Código del Trabajo; la suma de $1.098.000
por concepto de indemnización por años de servicio; la suma
de
$549.000
por
concepto
de
artículo 168 del citado código;
indemnización
sustitutiva
de
recargo
de
la
letra
b
del
la cantidad de $274.500 por
aviso
previo;
la
suma
de
$3.000.000 por el daño moral sufrido; todo con reajustes e
intereses de conformidad con el artículo 173 del código del
ramo, y las costas de la causa.
En subsidio, presentó demanda por despido injustificado,
fundado
en
los
hechos
antes
señalados,
y
solicitando
al
Tribunal, se declare injustificado su despido; y se condene a
la demandada pagarle la suma de $1.098.000 por concepto de
indemnización por años de servicio; la suma de $549.000 por
concepto de recargo de la letra b del artículo 168 del citado
código;
la
cantidad
de
$274.500
por
indemnización
sustitutiva de aviso previo; todo con reajustes e intereses
de conformidad con el artículo 173 del código del ramo, y las
costas de la causa.
SEGUNDO:
Que,
con
fecha
25
de
agosto
de
2010,
la
parte
demandada dentro de plazo contestó la demanda, solicitando su
rechazo, con costas.
Reconoció como efectivo, el hecho de haber ingresado la
demandante a prestar servicios el 1 de febrero de 2006; el
sueldo a la fecha del despido ascendía a $262.000, más las
asignaciones de movilización y colación.
Fundamentó su pretensión, en que el día 21 de abril de
2010, a la parte demandante se le ordenó dejar un paquete, a
lo cual se habría negado, ya que el vehículo que manejaba se
encontraba en el taller mecánico y debía ir en metro, y no
sólo esto, sino que además de negarse, habría hecho abandono
de su trabajo a las 15:45 horas y no se presentó a trabajar
los días 22, 23 y 26 de abril de 2010, razón por la cual
habría puesto término a la relación laboral con fecha 26 del
citado mes y año.
Indicó no ser efectivo el hecho del despido el día 21 de
abril de 2010, en forma verbal y sin causal, negando que el
demandante hubiese sufrido una agresión física o psíquica de
parte del representante de la demandada. Que si bien existe
un
proceso
monitorio
ante
el
8°
Juzgado
de
Garantía
de
Santiago, que en principio acogió el requerimiento fiscal,
condenando al representante de la empresa demandada Enrique
Köenig, la resolución dictada
en el mismo fue
reclamada,
realizándose audiencia preparatoria de juicio simplificado el
día 29 de julio del presente año, y la de juicio se fijó para
el día 3 de septiembre del año en curso, por lo cual la
resolución no se encontraría firme y ejecutoriada. Alegó la
inexistencia de indicios de vulneración de garantías, por
cuanto, los invocados por el demandante, provienen de sus
propios dichos -N° 1-, no son lógicos -N°2-, o se trata de
resoluciones que no están firmes.
Invocó el artículo 162, 163 y 489 del Código del Trabajo
para
sostener
señalando
la
que
improcedencia
las
del
daño
indemnizaciones
disposiciones
cumplen
jurisprudencia
al
dicho
efecto.
demandado,
prevenidas
fin,
Por
moral
lo
en
dichas
citando
doctrina
y
anterior,
solicitó
el
rechazo absoluto de la demanda, con costas.
En
subsidio,
trabajador
se
contestó
encuentra
la
demanda,
obligado
a
señalando
asistir
y
que
el
cumplir
su
jornada de trabajo, por ello la causal del artículo 160 N° 3
del Código del Trabajo, no es más que la extensión lógica del
cumplimiento del contrato.
Indica
que
el
demandante,
erró
al
invocar
como
remuneración, las asignaciones de movilización y colación, al
tenor
de
lo
dispuesto
en
el
artículo
41
del
Código
del
Trabajo, citando jurisprudencia a dicho efecto.
Por
lo
cual,
solicitó
se
declare
que
la
causal
de
despido se encuentra justificada, con costas.
TERCERO:
Que
se
han
establecido
como
hechos
no
contradictorios en esta causa, la existencia de la relación
laboral entre las partes desde 01 de febrero de 2006; función
cumplida
por
remuneración
el
actor,
del
actor
chofer
se
administrativo;
componía
al
y
término
que
de
la
los
servicios, de un sueldo base por $262.000, asignación de
movilización por $5.000 y asignación de colación de $7.500.
CUARTO:
Que
siguientes
en
la
hechos
audiencia
a
preparatoria
probar:
1)
Fecha
se
de
fijaron
término
de
los
los
servicios del actor. Efectividad de haber sido despedido el
demandante por la demandada el día 21 de abril de 2010, en
forma verbal y sin invocación de causal legal; 2) Efectividad
de haber dado cumplimiento la
despido
del
actor
con
fecha
demandada para
26
de
abril
proceder al
de
2010
a
las
formalidades establecidas en el artículo 162 del Código del
trabajo; 3) Efectividad de haber incurrido la demandada en
los hechos relatados en la demanda como vulneratorios de sus
derechos fundamentales. En la afirmativa en que consistieron
los mismos y época de su ocurrencia; 4) En la afirmativa del
punto N° 3, efectividad de haber ocasionado perjuicios la
demandada
al
actor.
En
la
afirmativa,
naturaleza
de
los
mismos.
QUINTO: Que en orden a acreditar sus alegaciones la parte
demandante
documental:
ofreció
e
reclamo
incorporó
ante
la
la
siguiente
Inspección
del
prueba
trabajo
N°1324/2010/8549 de fecha 22/04/2010; acta de comparendo de
conciliación
celebrado
ante
la
Inspección
del
Trabajo
de
fecha 07/05/2010: original de contrato de trabajo de fecha
01/02/2006,
suscrito
por
las
partes;
parte
de
denuncia
presentada por el actor, ante 38° Comisaria Puente Alto de
fecha
21/04/2010;
fotocopia
simple
del
informe
Complejo
Asistencial Dr. Sotero del Rio de fecha 21/04/2010 emitido a
las 17:50 horas a nombre del actor; copia simple de sentencia
de fecha 11/05/2010 del 8° Juzgado de Garantía de Santiago en
causa
Ruc.1000389397-4
por
lesiones
leves;
copia
del
requerimiento de la Fiscal doña Patricia Villablanca Meneses
presentado en contra del demandado; y, carta del Ministerio
Publico de la Fiscalía local de Ñuñoa de fecha 14/05/2010
dirigida al actor.
Que,
si
demandada,
bien
por
se
solicitó
intermedio
de
prueba
su
confesional
representante
de
legal,
la
don
Enrique Koenig Flucker, quien estaba legalmente citado no
compareció
a
Girgulsky,
el
estrados,
hecho
invocando
de
haber
el
abogado
sufrido
el
Daniel
Baron
absolvente
una
descompensación de salud, concretamente un alza de presión,
exhibiendo para dicho efecto comprobante de pago de exámenes
médicos. Que la demandante solicitó se hiciera efectivo el
apercibimiento del articulo 454 N° 3 del Código del Trabajo.
Que esta magistrado tuvo por injustificada la ausencia del
absolvente, al no acreditar el documento invocado en forma
lógica
e
alegada,
inequívoca
más
aún
la
cuando
imposibilidad
dicha
de
actuación
incomparecencia
puede
incluso
realizarse por intermedio de un mandatario según lo prevenido
en el artículo 454 N° 3 del código del ramo, dejando la
solicitud de apercibimiento para resolver en definitiva.
Que,
asimismo
prestó
declaración
el
testigo,
señor
Víctor Manuel Vásquez Peñaloza, quien legalmente juramentado,
expuso, que fue compañero de trabajo del demandante en la
empresa Koenig e Hijos Limitada, de Vicuña Mackenna 1508,
desempeñándose como junior. Que por su parte Carlos Leiva era
chofer,
hacia
despachos
de
todo
tipo.
Indicó
haberse
desempeñado en dicha empresa hasta el día 31 de mayo de 2010.
Relató que el día 20 o 21 de abril del presente año, a la 15
o 15:30 horas, venía llegando a la empresa de realizar unos
trámites que le encargó el Sr. Koenig, cuando se dirigía a
los baños que están en el pasillo, cerca de los locker -están
al
fondo
del
discutiendo
pasillo,
–Koenig
estaba
de
Carlos
espalda
al
Leiva
y
testigo-.
Sr.
Koenig
Agregó,
en
principio no haberle dado mucha importancia a lo sucedido,
por ser un trato habitual, y procedió a entrar al baño -están
en el mismo pasillo-, al salir seguían discutiendo, Carlos
Leiva estaba sacando las cosas del locker, el Sr. Koenig lo
siguió dando un golpe a la puerta que daba a los mismos,
diciéndole que se fuera, lo echaba a garabatos, diciéndole
ándate ignorante. Carlos saco las cosas que pudo, no sabe si
todas, en esos momentos Sr. Koenig le dio un golpe con sus
dos
puños
en
el
pecho
al
primero,
tirándolo
al
suelo.
Describió al Sr. Koenig como una persona de carácter fuerte,
alto, contextura gruesa, quien se mantiene bastante bien para
su edad.
Por
Garantía
último,
de
se
Santiago,
incorporó
que
oficio
remite
del
copia
8°
del
Juzgado
de
requerimiento
presentado por la Fiscal Patricia Villablanca Meneses, Fiscal
Adjunto de la Fiscalía Local de Ñuñoa-Providencia, en causa
RUC N°1000389397-4.
SEXTO: Que, la demandada, por su parte, en orden a acreditar
sus
alegaciones
ofreció
e
incorporó
la
siguiente
prueba
documental: contrato de trabajo de fecha 01/02/2006; copia de
constancia
ante
la
11/11/2009;
copia
de
inspección
del
trabajo
constancia
ante
la
de
fecha
inspección
del
trabajo de fecha 11/12/2009; copia de constancia ante la
inspección
del
constancia
ante
trabajo
la
de
fecha
inspección
05/03/2010;
del
trabajo
copia
de
de
fecha
12/03/2009;
copia
de
constancia
ante
la
inspección
del
trabajo de fecha 21/04/2010 a las 15:40 horas; copias simple
de la hoja del libro de asistencia del actor del mes de abril
de 2010; copia de la carta aviso de término de los servicios
de fecha 26/04/2010, con su comprobante de correos de la
misma fecha y constancia ante la Inspección del Trabajo de
fecha 26/04/2010; copia de la sentencia dictada por el 1°
Juzgado de Policía Local de San Bernardo de fecha 17/06/2008;
copia de la reclamación de la
resolución condenatoria en
proceso monitorio ante el 8° Juzgado de Garantía de Santiago
Rit N°3819-2010 de fecha 09/06/2010; copia de la resolución
del 8° Juzgado de Garantía de Santiago de fecha 10/06/2010;
copia de la audiencia preparativo de juicio simplificado de
fecha
01/07/2010;
copia
de
la
audiencia
de
juicio
oral
simplificado de fecha 03/09/2010; y, copia del parte denuncia
del demandante en la 38° Comisaria de Puente Alto, de fecha
21/04/2010 a las 19:27 horas.
Asimismo, se incorporó la declaración del testigo señor
Juan
Raúl
expuso,
que
González
don
Díaz,
Enrique
quien
Koenig
legalmente
mide
juramentado,
aproximadamente
1,80
metros y pesa 80 kilos, es de contextura gruesa, tiene 77
años de edad, como empleador señaló se trata de uno normal
discute como cualquier persona; por su parte Carlos Leiva
mide 1,70 metros, es de contextura media, de unos 30 años de
edad. Indicó que presta sus servicios hace 16 años para la
empresa Koenig e Hijos Limitada, que no vio ni escucho nada,
ya que por la ubicación de su oficina, la cual se encuentra
en un segundo piso a más de treinta metros no era posible
escuchar. Relató conocer los hechos por lo informado por
Carla Chávez, aparentemente la discusión tuvo su inicio en la
negativa de Carlos Leiva a llevar un paquete al terminal de
buses, al día siguiente Carlos no volvió. Que el día de los
hechos el Sr. Koenig le dio instrucciones de dar cuenta a la
Inspección
del
Trabajo
de
la
negativa
de
Carlos
Leiva
a
cumplir su encargo.
Que, por último se incorporó oficio del 8° Juzgado de
Garantía de Santiago, consistente en la sentencia dictada en
la causa Rit 3819-2010 con fecha 8 de septiembre de 2010 y un
certificado de ejecutoriedad de la causa de fecha veintitrés
de septiembre de 2010.
En cuanto a la acción de tutela de derechos fundamentales
SÉPTIMO: Que previo al análisis de los asuntos controvertidos
en la presente
causa,
se hace
necesario precisar ciertas
cuestiones relevantes que no han sido discutidas por las
partes
y
que
servirán
de
fundamento
para
esclarecer
y
resolver algunos puntos de la controversia.
En
efecto,
es
un
hecho
de
la
causa
que
entre
el
demandante, don Carlos Leiva Pino y la empresa demandada,
Koenig e Hijos Ltda., existió una relación laboral en los
términos del artículo 7° del Código del Trabajo, relación que
se inició el 1 de febrero de 2006. Que las funciones para la
cual fue contratado el actor eran de Chofer Administrativo,
con una jornada ordinaria de trabajo de lunes a viernes de
08:30
a
19:00
horas,
con
una
hora
de
colación.
Que
fue
consignado como un hecho no controvertido por las partes, la
efectividad que la remuneración del actor se componía de un
sueldo base de $262.000, de un bono de colación por $7.500 y
un bono de movilización por $5.000.
Que lo anterior, se encuentra acreditado en autos con la
incorporación del original del contrato de trabajo de fecha 1
de febrero de 2006 suscrito por ambas partes.
OCTAVO: Que, encontrándose controvertida la fecha de término
de la relación
laboral y la forma en que se
produce la
desvinculación del trabajador de la empresa demandada, es
menester precisar que el actor en su libelo de demanda indica
que fue despedido el día 21 de abril de dos mil diez, a las
15:30
horas
aproximadamente
en
circunstancias
que
su
empleador, el señor Enrique Koenig, le ordena concurrir a
dejar a pie una encomienda de 15 kilos de peso a las oficinas
de los Buses Lit, ubicadas en la comuna de Santiago. Que al
dirigirse a buscar las llaves de la camioneta, se las quita
de las manos, aludiendo que si no iba a pie sería despedido.
Que ante la insistencia de su empleador a garabatos, concurre
al baño, en el área de casilleros, cuando el señor Koenig
abre
la
puerta
con
una
patada
y
le
expresa
que
estaba
prohibido permanecer en ese lugar. Al salir del sector de
casilleros, recibió dos puñetazos del señor Koenig, lo que
logró desequilibrarlo cayéndose hacia atrás golpeándose el
brazo izquierdo con una pandereta.
Que por su parte, la demandada señala que el actor no
fue despedido el día 21 de abril de 2010 en forma verbal,
sino que fue despedido el día 26 de abril por haber faltado
más de dos días a su trabajo.
Que los documentos incorporados por el actor no han sido
objetados
en
cuanto
a
su
veracidad
y
contenido,
los
que
consisten en la presentación de reclamo ante la Inspección
del Trabajo de fecha 22 de abril de 2010, acta de comparendo
de fecha 7 de mayo de 2010 y parte denuncia ante Carabineros
de fecha 21 de abril de 2010, los que son suficientes para
esta
magistrado
par
dar
por
acreditado
que
la
relación
laboral terminó precisamente con fecha 21 de abril de 2010
aproximadamente a las 15:30 y en las circunstancias descritas
por el actor.
Que las máximas de la experiencia nos indican que un
trabajador que se siente vulnerado en sus derechos laborales
producto de un despido, concurre inmediatamente a estampar su
denuncia ante la Inspección del Trabajo. Que en autos esta
circunstancia fáctica ha quedado acreditada, toda vez que al
día siguiente de ocurrencia de los hechos descritos por el
trabajador
concurre
ante
el
organismo
administrativo
a
manifestar su reclamo.
Que la versión esgrimida por el actor en el comparendo
de conciliación, posterior a la ocurrencia de los hechos que
motivaron la denuncia por despido verbal, es verosímil con la
estampada el mismo día de los hechos ante Carabineros, parte
denuncia ante la 38 Comisaría de Carabineros de Puente Alto,
efectuada por el actor el día 21 de abril de 2010 a las 19:27
horas, cuyo tenor es el siguiente: “Hoy aproximadamente a las
15:30 horas, en su lugar de trabajo de la empresa KOENIG E
HIJOS LTDA, rut 80.520.800-7, ubicada en Vicuña Mackenna 1508
de la comuna de Ñuñoa, su empleador Enrique Koenig Flucker,
Rut 3.422.143-K, procedió a ordenarle que fuese a dejar una
encomienda a buses Lit, ubicada en Franklin con Santa Elena,
a lo que el denunciante se negó ya que tenía que hacerlo a
píe manifestando que para eso estaban los vehículos, por lo
que
éste
se
ofuscó
y
procedió
a
manifestarle
que
estaba
despedido, empujándolo fuertemente golpeando su pecho, ante
lo cual cayó al piso resultando lesionado, manifestándole que
no podía sacar
sus cosas del casillero, amenazándole con
llamar a Carabineros a lo cual le contestó que lo hiciera,
pero luego de ver al agresor aún ofuscado decidió retirarse
del lugar”.
Que,
a
mayor
abundamiento,
el
testigo
de
la
parte
demandante, el señor Víctor Vásquez, compañero de trabajo del
actor, presencia el incidente ya que al llegar al pasillo ve
la discusión, indicando que el demandado le daba
la espalda
y que en ese momento el demandado le pega con sus dos puños
en el pecho al trabajador, que éste cae al suelo y se golpea
el codo, que al seguir discutiendo, el empleador lo sigue y
no lo deja sacar sus pertenencias señalándole que se fuera,
que en los lockers hay una puerta y el empleador le dio un
puntapié
a
la
puerta
donde
estaban
los
casilleros
reiterándole al trabajador que se fuera de la empresa que no
quería verlo más. Afirma que lo vio cuando el señor Koenig
agredía
a
su
compañero
de
trabajo
y
que
le
profería
garabatos.
NOVENO: Que el demandado por su parte, señala en su escrito
de contestación de demanda que el actor el día 21 de abril
del año en curso hizo abandono de su trabajo a las 15:45
horas,
que
lo
anterior
queda
estampada por internet ante la
acreditado
con
Inspección del
la
denuncia
Trabajo en
contra del trabajador el mismo día a las 15:40 horas.
Que los hechos anteriormente descritos no se condicen
con los hechos invocados por el empleador para proceder al
despido del trabajador, toda vez que se ha incorporado una
carta de fecha 26 de abril de 2010, donde se comunica al
actor el término de sus servicios en virtud de la causal del
artículo 160 N°3 del Código del Trabajo, esto es, por no
concurrencia
del
trabajador
a
prestar
sus
servicios,
sin
causa justificada los días 22, 23 y 26 de abril de 2010, y no
por la causal del artículo 160 N° 4 del Código del Trabajo,
que
era
hechos
la
que
legalmente
relatados
por
la
correspondía
propia
parte,
de
acuerdo
a
los
circunstancias
que
llevan a esta magistrado a desestimar como fecha del despido
la del 26 de abril de 2010 invocada por el empleador.
Que en virtud de lo concluido precedentemente, resulta
inoficioso pronunciarse respecto de las formalidades en la
comunicación de despido en conformidad a lo preceptuado en el
artículo 162 del Código del Trabajo.
DÉCIMO: Que despejado lo anterior, corresponde pronunciarse
respecto al hecho de haber sido lesionado el trabajador en
sus derechos fundamentales específicamente en su derecho a la
integridad
física
y
síquica,
garantía
contemplada
en
el
artículo 19 N°1 de la Constitución Política de la República
en relación al inciso primero del artículo 485 del Código del
Trabajo.
UNDÉCIMO: Que, por tratarse ésta de una acción de tutela de
derechos fundamentales del trabajador regulada por el párrafo
VI del Título II del Libro V del Código del Trabajo, la
cuestión fáctica impone a la parte demandante, como exigencia
mínima
probatoria,
aportar
antecedentes
que
constituyan
indicios suficientes del acaecimiento de los hechos que se
denuncian como constitutivos de la vulneración de derechos
fundamentales, correspondiéndole acreditar a la demandada -
cumplida
la
exigencia
antedicha
por
el
denunciante-
la
justificación y proporcionalidad de las medidas.
Que,
se
entiende
por
despido
lesivo
de
derechos
fundamentales, aquel despido que se funda o se motiva en una
conducta
del
empleador
que
vulnera
o
restringe
desproporcionadamente un derecho fundamental del trabajador
de aquellos protegidos por la acción de tutela.
DUODÉCIMO:
Que
del
análisis
de
la
prueba
rendida,
esta
magistrado tiene por establecido, que existen antecedentes
probatorios
suficientes,
para
estimar
construidas
las
siguientes hipótesis fácticas, que al conectarse causal y
normativamente
con
el
despido,
tiñen
a
este
último
de
vulneratorio de derechos fundamentales.
Que estas hipótesis son las siguientes y parten de un
supuesto
ya
establecido:
que
con
ocasión
de
una
orden
impartida por el señor Koenig al trabajador respecto de la
cual éste último se negó, su empleador se ofuscó y procedió a
proferirle garabatos y despedir al trabajador.
Que, los hechos del día veintiuno de abril de dos mil
diez,
culminan
con
la
agresión
proferida
al
actor,
consistentes en dos puñetazos en el pecho por parte de su
empleador
al
trabajador,
los
que
logran
desestabilizarlo,
para posteriormente caer y lesionarse.
DÉCIMO TERCERO:
causal
y
fundamental
Que, es menester para establecer el nexo
normativo
y
el
entre
acto
la
vulneración
jurídico
del
del
despido,
derecho
es
la
construcción de la estrecha relación entre un
episodio y
otro. Al respecto temporalmente se conectan por el breve
lapso que transcurrió entre la discusión con la decisión y
agresión comunicando el despido.
Que ambas se conectan o vinculan, en lo relativo a estar
determinada
la
segunda
por
la
primera,
a
partir
de
la
constatación probatoria que efectuó esta magistrado de los
indicios.
Que
el
primero
de
los
indicios
está
dado
por
la
concurrencia del trabajador a una institución de salud, más
propiamente, al Hospital Sótero del Río con fecha 21 de abril
de 2010, el mismo día del despido verbal, a las 17:50 horas,
donde
se
le
constató
una
erosión
en
el
codo
izquierdo,
calificándose la lesión de leve.
Que el segundo de los indicios está dado por el hecho
que el propio trabajador, una vez constatada la lesión por un
centro
asistencial
concurre
a
estampar
una
denuncia
ante
Carabineros de Chile, lo que consta del Parte Denuncia N°38
de la 38° Comisaría de Puente Alto, el mismo día del despido
y de la vulneración de sus derechos, a las 19:27 horas.
Que no le resta mérito, el hecho de que el trabajador
haya concurrido a Carabineros pasadas las 19:00 horas, toda
vez que es de toda lógica que un trabajador que sufre una
impresión tan fuerte en lo emocional y físico, primero tienda
a
aliviar
el
dolor
físico
ocasionado
por
la
posteriormente un poco más calmado denuncie
el
lesión
y
hecho que
motivó la lesión y su despido propiamente tal.
Que es en relación a este último hecho cuando concurre
el trabajador ante la Inspección del Trabajo con fecha 22 de
abril
de
2010
a
estampar
su
denuncia,
es
decir,
al
día
siguiente de la lesión y el despido del trabajador, lo que
constituye un tercer indicio.
Que, al respecto cabe hacer presente que un trabajador
al ser despedido recurre en primera instancia a la única
institución administrativa que reconoce como protectora de
sus derechos laborales cuando los entiende vulnerados, cual
es la Inspección del Trabajo respectiva. Que sin perjuicio de
ello, en el caso de marras, lo lógico es que el trabajador
velara por su integridad física y psíquica antes que todo,
por
ello
se
entiende
la
lógica
y
oportunidad
de
las
denuncias.
Que, el cuarto de los indicios está marcado por el hecho
que
el
Ministerio
Público
formuló
requerimiento
de
procedimiento monitorio ante el 8° Juzgado de Garantía de
Santiago,
por
el
delito
de
lesiones
leves
en
contra
del
representante legal de la empresa demandada, señor Enrique
Koenig Flucker.
Que al respecto cabe hacer presente que los hechos antes
descritos responden a lo que en materia penal se denomina
“hechos que revisten caracteres de delito”, los cuales en
nuestro
país,
constitucional
y
legalmente,
se
encuentran
radicados, en cuanto a lo que se refiere su investigación, en
un órgano que ejerce dicha investigación en forma exclusiva y
excluyente,
el
Ministerio
Público,
quien
la
desarrolla
a
través de su estructura orgánica con ayuda de las policías.
Que, con ocasión de este requerimiento se condenó al
señor Koenig al pago de una multa de 1 UTM, como autor del
delito de lesiones leves, por los hechos ocurridos el día 21
de abril del año en curso.
Que si bien fue reclamada esta sentencia por parte del
demandado, el hecho de haber sido acogido el reclamo en una
primera instancia constituye otro indicio de vulneración de
derechos.
DÉCIMO CUARTO: Que mención especial requiere la absolución
dictada a favor del demandado de autos en sede penal.
Que
al
respecto,
cabe
señalar
que
el
8°
Juzgado
de
Garantía de Santiago, con fecha ocho de septiembre de 2010,
dicta
sentencia
absolutoria
en
contra
del
señor
Enrique
Koenig Flucker, sentencia que se encuentra ejecutoriada según
certificado de fecha veintitrés de septiembre de 2010.
Que el juez de la causa luego de analizar la prueba
rendida,
dio
por
establecida
la
lesión
sufrida
por
el
trabajador, consistente en una erosión en el codo izquierdo,
lesión que fue calificada como leve por el Hospital Sótero
del Río.
Que
para
consideración
absolver
la
al
demandado
declaración
del
de
autos
requerido
tuvo
que
en
en
todo
momento en esa instancia negó lo sucedido.
Que cabe recordar, y de acuerdo a los antecedentes que
obran en estos autos, el demandado, señor Koenig en esta
causa si bien fue citado legalmente a absolver posiciones no
compareció,
invocando
para
ello,
una
orden
de
examen
impartida el día anterior a la audiencia de juicio, sobre la
base de una descompensación de presión. Que esta magistrado
ha entendido que dicha ausencia es injustificada, en razón de
no
ser
un
documento
que
acredite
una
incapacidad
para
desplazarse, como pudo ser una licencia de reposo, o licencia
médica, más si se considera que los exámenes habitualmente se
realizan a primera hora de la mañana y la audiencia comenzó a
la 12:45 horas.
Que también tuvo en consideración el sentenciador las
contradicciones e inconsistencias evidenciadas por el actor,
pero estas inconsistencias no
se han manifestado en esta
causa, toda vez que el actor no fue citado a declarar en el
juicio
a
través
de
la
correspondiente
diligencia
de
absolución de posiciones y las declaraciones que se poseen
del
trabajador
demandante,
constan
de
las
denuncias
efectuadas ante la Inspección del Trabajo y Carabineros de
Chile que son concordantes con lo expuesto en el libelo de
demanda.
Que el hecho de no haberse efectuado la denuncia en un
tiempo inmediato por parte del trabajador, como ya se ha
establecido
en
los
motivos
anteriores,
esto
no
le
resta
mérito, por el contrario, a juicio de esta magistrado, el
orden seguido por el actor al constatar las lesiones en el
centro
asistencial
más
cercano,
y
luego
concurrir
a
una
Comisaría a efectuar la denuncia ante Carabineros, resulta
del todo lógico y oportuno.
Que
Fernando
coincidentemente
Valderrama
con
Martínez,
lo
ésta
expuesto
por
magistrado
el
juez
también
ha
llegado a la convicción que la declaración del testigo Juan
González
Díaz
proporciona
por
no
antecedentes
haber
para
presenciado
el
los
hechos
esclarecimiento
de
no
los
mismos. Que en esta causa, incluso señala no haber escuchado
nada porque su oficina está en el segundo piso y los hechos
ocurrieron en el primer piso en el sector de los lockers que
está a unos 40 metros de distancia. Que cabe señalar que en
estos autos, sí ha declarado un testigo que presenció los
hechos, el señor Víctor Vásquez, y que ante la pregunta de la
contraparte
tendiente
a
saber
el
motivo
por
el
cual
no
compareció ante el juzgado de garantía, solo esgrimió que no
tenía
conocimiento
de
las
acciones
que
había
seguido
el
trabajador en contra de su empleador.
Que
es
más,
la
defensa
del
empleador
intentó
en
su
contrainterrogatorio dejar por sentado que el testigo no se
encontraba vinculado a la empresa el día de los hechos, pero
dicha circunstancia no fue acreditada en el juicio mediante
alguna prueba objetiva, tal como, un finiquito de trabajo del
testigo en cuestión, por tal razón esta magistrado le da
valor a su declaración constituyendo otro de indicio.
Que para finalizar este orden de ideas, hay que tener
presente que el estándar probatorio en materia laboral es
diverso al establecido en materia penal, por cuanto, mientras
este último exige convicción más allá de toda duda razonable
para hacer efectiva la potestad punitiva del Estado, en esta
rama del derecho el estándar es menor.
DÉCIMO QUINTO: Que, partiendo de la premisa relativa a que el
procedimiento
de
tutela
de
derechos
fundamentales
está
consagrado para conocer y sancionar aquellas vulneraciones
graves que pudieran afectar a los derechos fundamentales que
determinó el legislador, los hechos acreditados sí tienen
aptitud
suficiente
afectación
grave
a
para
la
producir,
integridad
como
lo
física
y
hicieron,
una
psíquica
del
trabajador. En efecto, la experiencia vivida por el actor fue
altamente perturbadora y transgresora del ámbito espiritual,
emocional y físico. Que, precisamente los hechos que se han
dado
por
establecidos
tienen
como
característica
el
constituir actos de apremios, que carecen de racionalidad y
que se estiman lesivos.
Que, en esa línea de pensamiento debe tenerse presente
que a la sociedad empleadora no sólo le era exigible el deber
genérico
de
abstenerse
de
realizar
conductas
que
afecten
ilegítimamente dicho derecho, sino que además, en virtud del
artículo
184
del
constituido
en
trabajadores,
desarrollar
Código
del
garante
lo
que
de
Trabajo,
la
implica
acciones
vida
un
concretas
el
y
se
salud
mandato
de
mismo
ha
de
sus
imperativo
aseguramiento
de
de
las
mismas.
DÉCIMO
SEXTO:
Que,
es
ineludible
que
el
objeto
de
este
análisis es determinar si fue justificado el accionar del
empleador en el ejercicio de sus facultades legales.
Que
del
tenor
de
los
hechos
invocados
como
vulneratorios, consistentes en una agresión física ilegitima
al
actor,
por
susceptible
probando
su
de
que
misma
ser
la
naturaleza,
justificada
misma
fue
esta
por
la
justificada,
conducta
parte
no
es
demandada
proporcionada
y
razonable, por cuanto ello implicaría reconocer el ejercicio
legitimo
de
la
fuerza
en
la
ejecución
del
contrato
de
trabajo. Que por ello, siempre el demandado ha desconocido la
agresión proferida al trabajador.
DÉCIMO SÉPTIMO: Que los propios antecedentes aportados por el
ex
empleador,
invocados
en
sirven
la
para
demanda,
dar
a
credibilidad
partir
de
a
las
los
hechos
múltiples
amonestaciones que cursó al actor desde fines de 2009, y el
hecho
de
haberse
negado
éste
a
llevar
una
encomienda,
solicitando para ello hacerlo en el vehículo que la empresa
le dispuso para su labor, lo cual normalmente ha de haber
provocado en el representante de la empresa –Sr. Koenig- que
impartió
las
ordenes,
molestia
y
una
alteración,
al
ver
cuestionado su poder de mando, resultando hasta lógico que
entrara en arrebato por la negativa del trabajador.
Que ha quedado acreditado, mediante la incorporación de
la declaración del propio testigo de la demandada que el
señor Koenig es una persona quede contextura gruesa, de 1,80
metros de estatura, que pesa como 80 kilos, a diferencia de
lo que visiblemente pudo constatar esta magistrado respecto a
la
contextura
física
del
actor,
señor
Leiva,
a
quien
el
propio testigo, señor González describe como una persona de
estatura media, de 1,70 metros de estatura.
Que si a lo anterior, le sumamos que el señor González
señaló que el señor Koenig es de carácter firme, resultan
coherentes a la hora de imaginar la situación que se creó en
un ambiente laboral ante la negativa del trabajador a acatar
una orden impartida por su empleador.
Que la parte demandada no acreditó, ni presentó prueba
alguna tendiente a justificar la orden impartida, como pudo
ser el hecho de encontrarse el móvil asignado al actor en un
lugar distinto o destinado a otros efectos y la ausencia de
otros móviles, por lo cual ya resulta cuestionable, en cuanto
a sus motivaciones.
Que, aún en el evento de haber acreditado la demandada
su imposibilidad de otorgar, en ese momento especifico, al
actor,
el
vehículo
asignado
para
que
éste
realizara
su
trabajo, no resultaría justificada la agresión ejercida sobre
éste.
Que el inciso segundo del artículo quinto del Código del
Trabajo que señala que “el ejercicio de las facultades que la
ley le reconoce al empleador, tienen como límite el respeto a
las garantías constitucionales de los trabajadores”. Además
el inciso tercero del artículo 2° señala que ”Las relaciones
laborales deberán siempre fundarse en un trato compatible con
la dignidad de la persona“.
DÉCIMO OCTAVO: Que, del análisis de la prueba rendida, ésta
magistrado
ha
podido
construir
las
siguientes
hipótesis
fácticas y jurídicas.
DÉCIMO NOVENO: Que habiéndose llegado a la conclusión de que
el demandante, don Carlos Leiva Pino, sufrió lesión de sus
derechos fundamentales garantizados por el artículo 485 del
Código del Trabajo, resulta necesario determinar si procede
alguna
indemnización
por
dicho
concepto,
esto
es,
la
indemnización adicional que contempla el artículo 489 del
Código del Trabajo, como la indemnización por daño moral. En
caso
que
esta
última
sea
procedente,
la
existencia,
naturaleza y el monto de los perjuicios.
Que a su respecto, la parte demandada ha sostenido que
cualquier daño
ocasión
de
que pueda haber
hechos
ocurridos
sufrido un trabajador con
durante
la
vigencia
de
la
relación laboral o con ocasión de su término, se encontrarían
expresamente resguardados con indemnizaciones especialísimas,
como lo es la acción de tutela. Asimismo sostuvo que la
indemnización
por
daño
moral
la
considera
improcedente,
solicitando el rechazo de la demanda en tal sentido.
Cabe hacer presente, que al tenor de la contestación que
realizó
la
demandada,
en
cuanto
a
las
indemnizaciones
demandadas, controvierte la procedencia de la indemnización
por concepto de
laboral
ha
daño moral, admitiendo que el
reconocido
como
indemnización
legislador
especialísima
la
contemplada en el artículo 489 del Código del Trabajo, que
cumplen
ese
fin
y
que
en
estricto
rigor
consiste
en
la
“indemnización que fijará el juez de la causa, la que no
podrá ser inferior a seis meses ni superior a once meses de
la última remuneración mensual”.
Que, habiéndose dado por probado el hecho de que el
demandante fue lesionado en sus derechos fundamentales por el
actuar de su empleador, y siendo prudencial para el juez
fijar el monto de la indemnización conforme el mínimo y el
máximo
que
demandada
ha
al
regulado
pago
de
el
legislador,
once
se
condenará
remuneraciones
a
la
mensuales,
calculadas conformes al promedio de éstas y que corresponden
a la suma de $274.500 como base de cálculo en conformidad a
lo preceptuado en el artículo 172 del Código del Trabajo.
VIGÉSIMO: Que, en cuanto a la indemnización por concepto de
daño
moral,
esta
magistrado
comparte
los
razonamientos
esgrimidos por la empresa demandada. Efectivamente, nuestra
legislación no ha contemplado en el ámbito del procedimiento
de
tutela
de
los
derechos
fundamentales
del
trabajador
concepto de indemnización por daño moral; tanto es así, que
cuando ha querido incluir dicho tipo de indemnización, lo ha
expresado claramente, como ocurre con la ley de accidentes
del trabajo y enfermedades profesionales.
Que, puede entenderse que el legislador ha pretendido
que la vulneración de los derechos fundamentales por parte
del
empleador,
sea
indemnizada
conforme
el
rango
que
ha
dispuesto “no menos seis ni más de once remuneraciones”;
debiendo entenderse que éste concepto sirve para resarcir el
daño extra patrimonial que pueda haber sufrido el trabajador,
el que
ha sido resguardado, desde el momento en que se ha
accedido a condenar a la empresa demandada al pago de once
remuneraciones, a título de indemnización adicional.
Que
a
Contreras,
Trabajo”,
mayor
en
su
señala
abundamiento,
obra
“El
“Parte
el
Daño
de
la
autor
Moral
en
doctrina
Sergio
el
Gamonal
Contrato
estima
que
de
la
indemnización adicional es una indemnización sancionatoria y
que, por ende, quedaría pendiente la indemnización del daño
moral
producido.
Por
el
contrario,
opinamos
que
esta
indemnización no es una simple tarificación por antigüedad,
sino que deja un margen de apreciación importante al juez de
la causa, acerca del daño producido, especialmente el moral.
Es una tarifa abierta con un mínimo y tope. De esta forma, el
legislador fija un piso y un tope dentro del cual evaluar los
daños, recogiendo la experiencia de otros países en los que
se ha evaluado el daño moral laboral por medio de la tarifa
legal
por
años
de
servicios.
La
norma
del
nuevo
procedimiento, en nuestra consideración, supera el test de
constitucionalidad y da seguridad jurídica al empleador”.
Que,
moral,
no
habiéndose
se
desestimado
requerirá
hacer
la
procedencia
mención
del
respecto
de
daño
la
existencia de perjuicios, naturaleza y los montos de los
mismos.
VIGÉSIMO
PRIMERO:
Que
habiéndose
promovido
incidente
documental en la audiencia preparatoria respecto de la copia
simple del libro de asistencia que en definitiva se incorporó
a estos autos, si bien fue objetado por la parte demandante,
y se fijó un punto de prueba al respecto, no se ofreció, ni
rindió
ninguna
prueba
alguna
tendiente
a
impedir
la
valoración de dicho documento en este juicio, por lo que se
rechazará la objeción planteada, sin costas, al estimar esta
magistrado que hubo motivos plausibles para interponerla.
VIGÉSIMO SEGUNDO: Que la prueba analizada lo ha sido conforme
a
las
reglas
de
la
sana
crítica,
y
la
restante
prueba
documental no contiene información relevante para la solución
de la controversia o que contradiga aquellos hechos asentados
por los medios que se han tenido en consideración para fijar
los indicios.
VIGÉSIMO
TERCERO:
Que
al
no
haber
resultado
totalmente
vencida la demandada, no se le condenará en costas.
VIGÉSIMO CUARTO: Que habiéndose acogido la demanda deducida
como
principal no se emitirá pronunciamiento respecto de la
demanda subsidiaria.
De
citadas
acuerdo
y
a
teniendo
las
en
consideraciones
vista
además
lo
antedichas,
que
normas
disponen
los
artículos 1, 5, 19 N° 1, 4, de la Constitución Política de la
República; 1, 2, 5, 7, 211 A y siguientes, 420, 425, 432,
445, 454, 455, 456, 457, 459, inciso primero, 485, 486, 489,
490, 491, 493 y 495 del Código del Trabajo se declara que:
I.- Que se rechaza la objeción documental sin costas
para
la
parte
demandante,
conforme
a
los
fundamentos
esgrimidos en el motivo vigésimo primero.
II.- Que el despido efectuado por la empresa KOENIG E
HIJOS LTDA., con fecha veintiuno de abril de dos mil diez ha
sido
con
ocasión
de
vulneraciones
a
los
derechos
fundamentales del demandante don CARLOS ENRIQUE LEIVA PINO, a
la vida en su dimensión de integridad física y psíquica,
conforme se ha expuesto en los fundamentos de esta sentencia.
III.-
Que
vulneratorio
de
dicho
despido,
derechos
en
consecuencia,
fundamentales,
por
lo
que
es
la
sociedad demandada deberá pagar a don Carlos Leiva Pino las
siguientes indemnizaciones:
a) $274.500 por concepto de indemnización sustitutiva de
aviso previo;
b) $1.098.000 por concepto de indemnización por años de
servicio.
c) $549.000 por recargo legal del 50%.
d)
$3.019.500
sancionatoria,
por
correspondiente
concepto
a
once
de
meses
indemnización
de
la
última
remuneración mensual, de conformidad a lo razonado en el
considerando décimo noveno de este fallo.
IV.- Que se rechaza la petición de daño moral, en todas
sus partes.
V.- Que no se condena en costas a la demandada, por no
haber resultado totalmente vencida.
VI.- Que las sumas antes señaladas deberán ser pagadas
debidamente reajustadas y con intereses.
VII.- Que no se emitirá
pronunciamiento
respecto de la
acción subsidiaria conforme lo razonado en este fallo.
VIII.- Ejecutoriada esta sentencia, remítase copia a la
Dirección del Trabajo y cúmplase lo dispuesto en ella, dentro
de
quinto
día.
En
caso
contrario,
certifíquese
dicha
circunstancia y pasen los antecedentes al Juzgado de Cobranza
Laboral y Previsional.
Regístrese, notifíquese y archívese en su oportunidad.
RIT T-207-2010
RUC 10-4-0033672-0
Dictada por don Llilian del Carmen Durán Barrera, Juez
Titular del Segundo Juzgado de Letras del Trabajo de
Santiago.
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