Índice I.− LOCALIZACIÓN II.− DETERMINACIÓN DEL TEMA III.− DETERMINACIÓN DE LA ESTRUCTURA IV.− COMENTARIO FORMAL IV.I. Plano fónico IV.II. Plano morfo−sintáctico IV.III. Plano léxico−semántico CONCLUSIÓN I.− LOCALIZACIÓN El texto analizado pertenece al conjunto de la obra de uno de los autores más reconocidos de nuestra literatura: Garcilaso de la Vega. En efecto, su obra es una de las mejores herencias que han pasado a formar parte del pueblo español. Debido a su corta vida (1501−1536), su obra es exclusivamente poética y muy breve: 3 églogas, 2 elegías, 1 epístola, 5 canciones, 38 sonetos y unas composiciones breves en octosílabos escritas a la manera tradicional cancioneril. Visiblemente influenciado por los grandes clásicos (Ovidio, Virgilio, Horacio), el platonismo y por Petrarca, destaca en sus obras la belleza, la naturaleza y la armonía del Universo. Su estilo es definido por la elegante adjetivación y sus epítetos, su naturalidad, y su uso tanto de la lengua culta como el de la coloquial o familiar. En lo referente al Soneto X, se sabe que fue escrito aproximadamente en 1534, poco después de la muerte de su amada Isabel Freire, y unos años antes de la suya propia, dos muertes representadas en este texto. II.− DETERMINACIÓN DEL TEMA Gran dolor ante una importante pérdida. En el soneto se narra una gran pérdida para el poeta, pérdida que perfectamente podría ser atribuida a la reciente muerte de su amada. Garcilaso recuerda con dolor los momentos alegres que precedieron al suceso, y establece una especie de diálogo con sus propios recuerdos, representados por prendas que su amada le legó antes de su fallecimiento. III.− DETERMINACIÓN DE LA ESTRUCTURA Según mi criterio, el texto es susceptible de ser dividido en cuatro partes, que coinciden con la división métrica del soneto (dos cuartetos y dos tercetos): 1 1ª parte (1er cuarteto): L(1−4): ¡Oh dulces prendas por mí mal halladas, (...) y con ella en mi muerte conjuradas!(...) En esta parte Garcilaso realiza una presentación del soneto, ya que explica el origen de las prendas (a las que va dirigido el soneto) y su protagonismo dentro de la historia narrada. 2ª parte (2º cuarteto): L(5−8): (...) ¿Quién me dijera cuando las pasadas (...) con tan grave dolor representadas? (...) Recuerda la alegría antes del trágico suceso, y la tristeza y el dolor del presente. 3ª parte (1er terceto) L(9−11): (...) Pues en una hora junto me llevastes (...) llevadme junto el mal que me dejastes; (...) Explicación de lo sucedido con la muerte de la amada (rápida transición de la felicidad más absoluta al dolor más agudo) y petición desesperada de que el dolor le abandone. 4ª parte (2º terceto) L(12−14): (...) Si no, sospecharé que me pusistes (...) verme morir entre memorias tristes. En esta última parte del soneto expresa una advertencia que cumplirá si lo que dice en el verso 11: (...)llevadme junto al mal que me dejastes (...) no se cumple. Si no le abandona el dolor, comenzará a pensar que todo el bien le fue dado para luego acabar con una muerte triste. Esto es un poco ridículo y desesperado, pues Garcilaso bien sabe que el dolor no le abandonará jamás. IV.− COMENTARIO FORMAL IV.I.− PLANO FÓNICO Este soneto está compuesto por catorce versos de arte mayor divididos en dos cuartetos y dos tercetos, siendo utilizada la rima consonante en todo el texto, con estructura ABBAABBACDCDCD. Al tratarse de un texto en verso, el ritmo marcado ya viene determinado por la estructura de soneto del poema. La entonación en la lectura de este poema es muy peculiar, pues todo el primer cuarteto es una oración exclamativa (tono de voz alto y directo), mientras que el segundo es una oración interrogativa, una especie de lamento (tono de voz dubitativo, con altibajos en la entonación). La función del lenguaje en todo el poema es representativa, pues Garcilaso se centra en el contenido del texto, pero el primer cuarteto, al tratarse de una oración exclamativa, tiene una función conativa, al adquirir una especial relevancia el receptor del mensaje (las prendas). 2 Todo el segundo cuarteto podría ser interpretado como una interrogativa retórica, pues ante la pregunta ¿quién me iba a decir a mí que me sucedería esto?, la respuesta natural es nadie. Está expresado como un lamento, pero también como un reproche hacia sí mismo por no haber pensado lo que podría suceder al final. IV.II.− PLANO MORFO−SINTÁCTICO La gran mayoría de verbos en este texto se encuentran en pasado, como quería, vía, llevastes o deseastes. El resto de tiempos es utilizado cuando comienza a tratar la muerte del autor: en el verso 3, estáis, refiriéndose a las prendas, justo antes de hablar de una conjura para su muerte en el siguiente verso. Y en el verso 12, sospecharé, en el último terceto que trata de su triste muerte. El único imperativo del soneto, llevadme, en el verso 11, es utilizado para realizar una petición desesperada de que el dolor le abandone. Los verbos de los tercetos son de carácter itinerante (llevastes, dejastes), y junto con los demás son todos de una fuerte carga semántica (conjuradas, representadas, deseastes). Y en el verso 6, la forma verbal vía, viene a significar había. Puede ser que no hubiera evolucionado completamente, o lo más probable, que tuviera que abreviarla a razón de la métrica. Cabe destacar el cambio que realiza al referirse a las prendas durante los cuartetos, y luego cambiar el sujeto y pasar a referirse a su amada durante los tercetos. Los sustantivos utilizados son de carácter común, sin el empleo de tecnicismos ni cultismos. Pero sin ser muy abundantes, todos son de una fuerte carga semántica, al referirse a términos tan complejos como el tiempo (horas, día), la mente y los recuerdos (memoria), la religión (Dios), y la muerte (dolor, muerte). Garcilaso, ha destacado entre otras muchas cosas por su elegante adjetivación ornamental en sus obras. Sin embargo, en este caso no ocurre lo mismo: consigue la belleza del texto sin hacer uso sus adjetivos. Escasamente representados en este texto, únicamente apoyan el alegre recuerdo de las prendas al inicio (dulces y alegres prendas), y la dureza de su pérdida (grave dolor). Predominan los adverbios de modo (mal), tiempo (cuando) y cantidad (tanto, todo). Contribuyen a que la narración del relato sea más concisa y puntual, ya que al no abundar los adjetivos el texto podría no explicar la idea general con claridad. En cuanto a tipos de oraciones, destaca que los dos primeros cuartetos sean una oración exclamativa y una interrogativa, respectivamente. El primer cuarteto, como encabezamiento del soneto, es una llamada a las prendas, a las que va a dirigirse durante el soneto. En el segundo se lamenta y recuerda tiempos pasados mientras se pregunta qué hubiera sucedido de haber conocido antes el trágico final. IV.III.− PLANO LÉXICO−SEMÁNTICO Lo primero que se observa al leer el texto por primera vez son los contrastes que se establecen. Ya al principio, en el primer verso: comienza hablando de las dulces prendas, y luego escribe que fueron mal halladas. En el segundo cuarteto, recuerda con alegría las horas pasadas, y luego la tristeza del presente. Existe una anáfora al principio del soneto, con la repetición del adjetivo dulces al principio de los dos primeros versos. También se aprecia el empleo del uso mayestático en el verso 6 (vos), que es uno de los elementos que forman parte del código del amor cortés, utilizado en esa época. Pero lo más enigmático sin duda del soneto es la acepción del sustantivo del verso 1 prendas: hay dos posibilidades. O bien el sentido literal, refiriéndose a unos objetos que le cedió su amada, o el que subyace, que son todos esos recuerdos de su amor que guarda en lo más profundo de su ser, antes tan alegres con su presencia, y ahora la desesperación y la tristeza después de la gran pérdida. 3 Salta a la vista la aliteración del fonema /s/ en cada palabra que marca el final de cada verso de los tercetos (distes−dejastes−pusistes...). Por último, el lenguaje utilizado para la redacción del soneto es culto, no por la utilización de un vocabulario complicado, sino por la delicada y cuidadosa elaboración de cada verso. 4