8 LATERCERA Domingo 29 de marzo de 2015 Correo Envíe sus cartas, con una extensión máxima de 1.400 caracteres con espacios a: L Email: correo@la tercera.cl K Avenida Vicuña Mackenna 1962, Santiago. La Tercera se reserva el derecho a editar los textos y ajustarlos conforme a sus estándares editoriales, en particular respecto a la exigencia de un lenguaje respetuoso y sin descalificaciones. Las cartas recibidas no serán devueltas. Despido del padre Costadoat Señor director: El debate que ha producido el despido del padre Jorge Costadoat ha vuelto a poner sobre la mesa un “problema” teológico de gran importancia, al cual Benedicto XVI le dedicó cientos de páginas, consciente del peligro que significaba. ¿Existe un límite a la hora de hablar de teología católica? ¿Pueden modificarse las verdades reveladas por Cristo? ¿De qué hablamos cuando hablamos de catolicismo? El problema mediático tiene que ver, sobre todo, con la aceptación del matrimonio homosexual y del aborto; sin embargo, este problema tiene consecuencias más profundas, como la cuestión de si Cristo es Hijo de Dios en el sentido de que es Dios también, o la existencia real del demonio, etcétera. Frente a las miles de interpretaciones sobre la religión católica, Benedicto XVI defiende la libertad de conciencia de cada uno para proclamar lo que cree correcto, pero advierte que esa libertad no puede llevar a defender todas las posturas como si todas fueran parte de la teología católica: “Aquí hay una especie de marca registrada protegida, una identidad histórica, que el magisterio se sabe llamado a defender” (Benedicto XVI, Naturaleza de la misión de la teología). De igual forma también lo ha proclamado el Papa Francisco (junto a Benedicto XVI) en su primera encíclica, explicando que la interpretación teológica, fuera del Magisterio, corre el riesgo de no ser católica: “El Magisterio asegura el contacto con la fuente originaria, y ofrece, por tanto, la certeza de beber en la Palabra de Dios en su integridad” (Lumen Fideo n° 36). Cristóbal Aguilera Medina ¿Copia feliz del edén? Señor director: Por estos días en los que estamos cercados por inmensos y devastadores incendios incontrolables, tormentas, ríos y aluviones indomables, un volcán amenazante y todo tipo de escándalos de corrupción, soborno y aprovechamiento indebido a nivel político y económico, propongo ser cuidadoso con la referencia nacional que nos compara con el edén, porque, al menos de un tiempo a esta parte, yo diría que estamos más cercanos al territorio del averno. Juan Luis Hernández Viera Ingeniero Civil Accidente de Germanwings Señor director: La información que responsabiliza al copiloto del Airbus A320 de Germanwings de haber estrellado intencionalmente el avión en contra de los Alpes franceses, matando a 149 personas, lleva a preguntarnos por qué lo hizo. A nivel mundial se están dando diversas explicaciones, en su mayoría atribuyendo el acto a diferentes trastornos mentales, brotes psicóticos, síndrome confusional o depresión. Si bien es cierto que muchos de estos podrían explicar en parte lo sucedido, no es verdad, por ejemplo, que la depresión esté relacionada con el asesinato premeditado de cientos de personas. Por ello, aunque dicho trastorno no hubiera sido bien valorado por la compañía aérea, su eventual presencia no sería la causa. Sólo un psicópata mata fría y premeditadamente a 149 personas. Los síntomas de la psicopatía, a diferencia de lo que muestran las películas sobre asesinos seriales, no son identificables desde la psiquiatría o la psicología clínica, especialmente porque la psicopatía no es una enfermedad mental, y por lo tanto, no sirven los procedimientos clínicos tradicionales. La maldad tiene oscilaciones periódicas, lo que permite a estos sujetos coexistir en la sociedad y pasar inadvertidos, incluso llegar a ser considerados como buenas personas. No todos los psicópatas son criminales depredadores ni todos los delincuentes son psicópatas; hay algunos que se mantienen durante toda su vida parasitando y abusando de los demás, sin llegar a cometer delitos. La psicopatía no es algo que se evalúe a nivel laboral, ya que incluso en el medio criminal es excepcional desde la perspectiva estadística. No estamos rodeados de psicópatas, pero esta experiencia debería imponer la necesidad de evaluarla, al menos en ciertos trabajos de alta responsabilidad. Mauricio Valdivia Devia Doctor en Psicología Tragedia en el norte Señor director: Tanto la experiencia internacional como la propia de los últimos años, nos han entregado información valiosa respecto a la manera en que abordamos la emergencia y la recuperación. A la luz de estudios académicos e informes de gobierno respecto de la experiencia reciente, nos vemos enfrentados nuevamente a la posibilidad de repetir patrones de comportamiento institucional o tomar caminos que den cuenta de estos aprendizajes. Pensando en esta última posibilidad y en vista de ser coherentes con los compromisos establecidos en Sendai para la reducción de riesgos, parece prudente plantear una serie de puntos. En primer término, fomentar el rol de la Onemi como ente coordinador de la emergencia, asumiendo los impactos de ésta en las fases de recuperación. Asimismo, se debe potenciar el rol de los intendentes, evitando el nombramiento de delegados presidencia- les. También cabe fortalecer la labor de los gobiernos locales, reforzando sus equipos, capacidades y acceso a recursos públicos, como asimismo desarrollar y contractualizar planes de reconstrucción desde el Ministerio del Interior, asegurando la intersectorialidad de su ejecución. Asimismo, es necesario involucrar a las autoridades y comunidades locales en la definición e implementación de los planes, y poner en marcha una plataforma de seguimiento de planes de acceso público y actualizada, que muestre clara y transparentemente cuáles son los compromisos y plazos. También hay que delimitar la participación de la sociedad civil y empresas privadas en las fases de recuperación, no descuidando la responsabilidad del Estado y encauzando la potencia de la solidaridad nacional. Se debe mejorar drásticamente la calidad de las soluciones de emergencia y barrios de transición, y proyectar tiempos de permanencia reales y asegurando la calidad de vida de las familias afectadas. Por último, tener un delicado, honesto y pragmático manejo de las expectativas. Los procesos de recuperación son lentos y es muy importante que se mantenga la credibilidad de las instituciones y la población pueda prepararse adecuadamente para el dramático período de transición hacia las soluciones definitivas. Roberto Moris Director Observatorio de Ciudades UC e investigador del Centro Nacional de Investigación para la Gestión Integrada de Desastres Naturales Señor director: Tras la trágica y devastadora experiencia que significó el terremoto y posterior tsunami del 27 de febrero del 2010, quedaron de manifiesto las debilidades y falencias que tenía la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi). Poco más de un año después de ese acontecimiento, el gobierno de la época envió al Congreso un proyecto de ley que establecía un nuevo Sistema Nacional de Emergencia y Protección Civil y creaba la Agencia de Protección Civil. Dicho proyecto constituía un tremendo avance para la prevención y respuesta de catástrofes, generando una institucionalidad que hasta el día hoy Chile no tiene. Finalmente, tras una serie de urgencias legislativas otorgadas por el Ejecutivo, el proyecto fue aprobado en la Cámara, pasando al Senado. No obstante, desde el comienzo de la administración Bachelet el proyecto ha tenido nulo avance. La Onemi, originalmente una bodega de almacenamiento y distribución de materiales y alimentos para emergencias (de ahí su nombre de “oficina”), simplemente ya no da el ancho para hacer frente a situaciones de la naturaleza y envergadura como las que actualmente azotan al norte y sur de nuestro país. Es de esperar que la Presidenta, en uso de su facultad de fijar la agenda legislativa, le otorgue la urgencia necesaria a tan importante proyecto, avanzando de una vez por todas hacia una mejor institucionalidad. Sebastián Sotelo Gómez Investigador Asociado Fundación Jaime Guzmán Despenalización del aborto Señor director: Antes de votar el proyecto de ley del aborto, los parlamentarios debieran viajar a un país vecino y ser testigos presenciales de un procedimiento de aborto, y luego hablar con mujeres con síndrome post aborto. Es la única manera de que puedan saber qué es lo que quieren ofrecer a las mujeres. Constanza Delgeon Representante del Lector HACIA UNA REGIÓN BILINGÜE Ricardo Hepp L AS ENCUESTAS son valiosas fotografías de lo que ocurre en un momento preciso, y por ello se convierten en fuentes informativas para los medios. Pero la publicación de los resultados demanda, entre otras condiciones, comprensión del tema y un análisis riguroso. El Consejo de Etica de los Medios de Comunicación emitió años atrás una resolución sobre la materia y recomendó la observación de varios puntos, como tomar en cuenta el método utilizado para seleccionar a los encuestados y aplicar el cuestionario; evaluar los márgenes científicos de seguridad; conocer las variables demográficas, económicas y sociales, e indicar la fecha en la que se realizó la encuesta. Hay más, pero para que los resultados sean asequibles para el público (los lectores) también es conveniente mencionar las preguntas realizadas para las respuestas sobre las cuales se informa. En fin, para conocer el “estado de opinión” es indis- pensable haber analizado bien el instrumento, antes de fijar sus alcances. El lector Mariano Carinao señala que La Tercera publicó una amplia información el 23 de marzo, y una nota editorial al día siguiente, sobre una encuesta que realizó la “Fundación Aitue” en La Araucanía. “Lamentablemente, ambos textos incurren en un error de base al señalar que la encuesta se aplicó a “habitantes mapuche” de la región de La Araucanía. Dice que es imperioso aclarar que el 70% de las personas consultadas no pertenece ni se identifica con el pueblo mapuche, lo que demuestra que las premisas de ambos artículos están erradas”. En su carta, el lector hace algunos alcances políticos sobre el tratamiento de la encuesta, pero finalmente asegura que su aclaración no pretende El Representante del Lector acoge críticas y objeciones a los contenidos del diario. Escriba a [email protected] crear polémica, sino “solicitar que el diario ponga en su justa dimensión los resultados de la encuesta y no los presente como verdad absoluta”. Los resultados de las encuestas nunca son “verdades absolutas”: sólo reflejan el instante. Pero, las observaciones del lector son correctas: hay un claro error de interpretación de la encuesta. La “Fundación Aitue” es una organización de la región de La Araucanía que diseña y evalúa políticas públicas indígenas para contribuir al desarrollo sostenible de Chile valorando su interculturalidad. El trabajo de campo de esta encuesta estuvo a cargo de la empresa “Feedback”, que lo practicó de manera presencial cara a cara- en La Araucanía en enero de 2015, tanto a hombres como a mujeres mayores de 18 años. De la totalidad de entrevis- tados (100%), el 25% señaló pertenecer al pueblo mapuche y sentirse plenamente identificado con éste; un 5% dijo pertenecer al pueblo mapuche, pero no sentirse identificado con él; un 17% expresó no pertenecer a dicho pueblo, pero si considerarse parte; y un 53% señaló no pertenecer ni sentirse identificado con el pueblo mapuche. Queda claro, entonces, que no se trató de una encuesta al pueblo mapuche, sino a La Araucanía. Entre otros resultados de interés periodístico cabe destacar que el 81% de los encuestados estuvo de acuerdo con que “el castellano (español) y el “mapuzüngun” (mapudungún) sean lenguas oficiales de la región de La Araucanía; y el 76 % se manifestó a favor del reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas.