ONG Vinculos LOS OTROS EN EL NO LUGAR Mirar y construir una imagen del territorio, sin que éste posea la carga simbólica y representativa de “mis― emociones, l constituye en un espacio neutro, sin cargas y valores compartidos con los coterraneos, aunque estemos ubicados en el mismo espacio. Para ONG VÃ-nculos, desde Bélgica, inicia un proceso de colaboración con artÃ-culos y crónicas Oskar González (1), quien reside en las tierras europeas desde donde nos compartirá su experiencia de habitante latino en la compleja sociedad del Reino Unido de Bélgica. Amberes (Bélgica), Julio 28 de 2009. En el contexto del proceso de inmigración en Bélgica, una de las situaciones complejas que se viven desde hace algún tiempo, tiene relación con la conformación de las juventudes pertenecientes a aquellas comunidades de inmigrantes que viven desde hace por lo menos tres generaciones en el paÃ-s. En tal sentido, el caso marroquÃ- es el mas relevante en estos momentos, no solo por que son una de las nacionalidades que ya tiene hijos nacidos en el paÃ-s, sino además porque presenta una serie de situaciones y conflictos que develan en gran medida lo que sucede con el tema de integración en esta sociedad. Tal como los jóvenes marginados de los paÃ-ses latinoamericanos, deambulan por las calles de Amberes los jóvenes marroquÃ-es nacidos en Bélgica, ciudadanos con todos los derechos de cualquier ciudadano belga. La mayorÃ-a de ellos no cursa estudios superiores, o incluso muchas veces, tampoco secundarios ya que eso es “parecerse― demasiado a los belgas; esta es una situación a ratos muy compleja de abordar frente a sus pares para muchos jóvenes marroquÃ-es, bajo la lógica que estudiar es “ponerse belgas―. Como sea es esta una juventud de conflicto en tanto que son jóvenes nacidos en Bélgica, mayoritariamente de padres marroquÃ-es (las parejas binacionales en el caso de la comunidad marroquÃ- son muy escasas), que no hablan bien el idioma de sus padres y muchas veces tampoco el holandés, que no se sienten parte de Marruecos ni de Bélgica, que deambulan en sus autos caros por las calles de Amberes como buscando sentidos que esperan encontrar en la velocidad y en los decibeles de sus vehÃ-culos. Constituyen, además, estos jóvenes, una problemática porque del lado de la sociedad belga son vistos como amenaza, eternamente otro aun cuando son nacidos acá, son vistos como los que viven de la seguridad social sin hacer nada; por supuesto olvidan que los padres y abuelos de estos jóvenes amenazantes fueron los que, invitados e incentivados por el propio gobierno belga, vinieron he hicieron posible, junto con otras comunidades inmigrantes, el milagro económico de los años sesenta. Bonanza económica que permite hasta el dÃ-a de hoy mantener el nivel de vida alcanzado por la mayorÃ-a de la sociedad belga. Son jóvenes, entonces, conflictuados con sus raÃ-ces, en abierta rebeldÃ-a con su paÃ-s de acogida. Jóvenes que han asumido el consumo de la sociedad como bandera de comodidad, pero en conflicto con sus familias de origen; son, al decir de una persona que ha trabajado en el tema, “jóvenes que en Bélgica se comportan como marroquÃ-es, pero en Marruecos se comportan como belgas―. Ahora bien, la conflictuacion con la que viven redunda en una conducta poco amistosa con el medio, recelosa de los “otros― y muchas veces abiertamente agresiva contra la población belga. Al respecto, se aprecia un intento de parte del estado, representado sobre todo en las alcaldÃ-as de las grandes ciudades de la Flandria (al respecto, valga un ejemplo; en Amberes, ciudad de alrededor de 500.000 habitantes, viven y conviven 177 nacionalidades diferentes, quienes hablan alrededor de 200 idiomas, siendo la marroquÃ- una de las comunidades mas numerosas), por hacer de la integración y la convivencia en la diversidad (Integratie en samenleving in diversiteit) una polÃ-tica social destinada a enfrentar esta problemática. Quizás uno de los problemas de estas iniciativas pletóricas de buenas intenciones polÃ-ticas es que muchas veces confunde dos conceptos que son claves a la hora de entender este fenómeno; a saber, integración y asimilación. Siguiendo a LuÃ-s Weinstein, “Nos corresponde aceptar nuestra diferencia, nuestra singularidad, junto con reconocer al otro como un igual, un compañero existencial, con los mismos derechos, la misma pertenencia a la vida. Un legÃ-timo otro » ; en tal sentido, integración como la posibilidad de «integrar» elementos de la cultura de acogida, pero conservando la propia identidad, aquello que nos pertenece y nos hace ser lo que somos, aquello que nos hace ser nosotros. Por otro lado, asimilación es una vision que pretende la homogenización a las creencias y costumbres belgas por parte de los inmigrantes, de quienes han llegado a este pais para quedarse ; es esta la visión mayoritarÃ-a de la sociedad belga al respecto. La mesa está entonces servida para aquellos señores de la moral que propugnan, aun, modernas eugenesias http://www.ongvinculos.cl Potenciado por Joomla! Generado: 7 September, 2016, 21:46 ONG Vinculos castradoras de la diversidad. Es esta, en sÃ-ntesis, una problematica en la cual se encuentran cara a cara las buenas intenciones de muchos y muchas (belgas y no belgas) con las miradas muchas veces estrechas y agresivas de un lado y de otro. La complejidad de la situación requiere, sin duda, de miradas amplias, de ambos lados, o de todos lados; el problema es que muchas veces esas miradas chocan frontalmente con las desconfianzas de uno y otro lado. Pues bien, inauguramos de esta manera, una discusión e intercambio acerca de temas relacionados con mundos y problemáticas que, por lo visto, son pan cotidiano de las sociedades modernas de muchos lugares. “Personas Saludables en un Desarrollo Saludable, la orientacion hacia el Desarrollo Personal y el Proyecto de vida―, Weinstein Luis, 2006. Notas (1) Oskar González (1965) , residente en Amberes Bélgica desde hace cuatro años y medio, con estudios en filosofÃ-a y educador, ser humano en asombro constante y nuevo papá. http://www.ongvinculos.cl Potenciado por Joomla! Generado: 7 September, 2016, 21:46