CAMPESINOS POSTIMPERIALES POBLAMIENTO, ESTRUCTURAS SOCIALES Y PODER DURANTE ÉPOCA ALTOMEDIEVAL (SIGLOS V-X) EL EJEMPLO DE LA REDEHUERTA (ALCAÑIZ-CASTELSERÁS) CAMPAÑA II, 2008 EXCAVACIÓN DEL YACIMIENTO DE TORRE QUEMADA I Carlos Laliena Corbera Julián M. Ortega Ortega José Antonio Benavente Serrano CAMPESINOS POSTIMPERIALES. PROYECTO DE INVESTIGACION EN EL ÁREA DE LA REDEHUERTA DE ALCAÑIZ. CAMPAÑA II, 2008. EXCAVACIÓN DEL YACIMIENTO DE TORRE QUEMADA I Introducción Hace un poco más de veinte años, André Bazzana y Pierre Guichard, dos conocidos historiadores del mundo andalusí y, por ello mismo, fuertemente implicados en el desarrollo de la arqueología como arma metodológica esencial para resolver los problemas de historia social que este periodo plantea, señalaban que “la arqueología extensiva no se limita a la prospección de una zona para establecer un inventario arqueológico o para seleccionar yacimientos prometedores; no busca tampoco alimentar la reflexión de los tecnócratas “modernizadores”, vinculándose al estudio del impacto de las grandes obras públicas; no busca reemplazar a la excavación; y no podría en ningún caso ser presentada como un medio “económico” de alcanzar los mismos resultados. La arqueología extensiva no tiene existencia real más que cuando se aplica a problemas precisos (…) Así, esta arqueología se desarrolla en superficie (…) con métodos de observación (fotografía de satélite o aérea, fotogrametría, prospección…) o de análisis (inventario monumental, estudios arquitectónicos, levantamientos topográficos, recogida de materiales sistemática…) adecuados para responder a la pregunta propuesta, o –al menos– que proporcionan elementos de respuesta que, en cualquier caso, será una construcción intelectual que conducirá, más allá de la descripción y del análisis, a la visión sintetizada y al modelo”1. Más ligera, menos destructiva, infinitamente menos costosa, la arqueología extensiva ha guiado el trabajo que hemos realizado a lo largo de las campañas del año 2007 en la cuenca del Guadalope, en el tramo AlcañizCastelserás, con resultados excelentes. Más de medio centenar de localizaciones A. BAZZANA y P. GUICHARD, “Pour une archéologie extensive”, Histoire et archéologie de l’habitat médiéval, Lyon, 1986, pp, 175-176. 1 con restos altomedievales han sido evidenciadas, abarcando desde asentamientos con restos estructurales hasta dispersiones de cerámicas indicadoras de la existencia precedente de un núcleo de hábitat y, finalmente, numerosas agrupaciones de tumbas excavadas en la roca, asociadas o no con los centros de habitación, todo ello en conexión con la red hidráulica que proporciona agua a los campos y define, de este modo, los espacios de trabajo campesinos correspondientes a esta oscura fase de nuestro pasado histórico. Hay razones, sin embargo, que en este punto de la investigación, aconsejan recurrir a una excavación estratigráfica. No hace falta señalar con detalle las reservas que suscita la prospección: ofrece una imagen básicamente de la última fase de la ocupación del yacimiento, proporciona un material cerámico muy erosionado que difícilmente autoriza a reconstruir formas que puedan ser comparadas con las obtenidas en otras áreas y, como es lógico, da una información limitada en numerosos campos en los que la capacidad científica de los laboratorios actuales permite dataciones muy afinadas, análisis de pastas cerámicas, resultados palinológicos y faunísticos de alta calidad, entre otros beneficios que, sin embargo, solamente son útiles cuando se sitúan en un marco estratigráfico que es, a la vez, un marco cronológico. Es posible que estos problemas sean menores en relación con otras etapas históricas para las cuales las fuentes escritas pueden paliar las deficiencias de nuestro conocimiento. Esto no sucede en relación con la Alta Edad Media, un largo lapso temporal respecto al que se puede hacer cualquier afirmación, en la medida en que no hay, por ahora, comprobación posible salvo por medios arqueológicos. Una de las que se han hecho en los últimos treinta años es que los asentamientos son extremadamente “livianos”, por emplear una expresión común, al utilizar básicamente estructuras soportadas por postes hundidos en el suelo que, de este modo, desaparecen con el paso del tiempo sin dejar otro rastro que cambios en la composición de los estratos afectados. Las aldeas del norte de Europa estaban constituidas, sin duda, por cabañas sostenidas con estos armazones, como han puesto de relieve numerosas excavaciones 2 pero diversos arqueólogos han sugerido recientemente que en Italia y en la Península Ibérica el abandono de las formas constructivas romanas fue seguido por el desarrollo de esta fórmula constructiva 3. No parece el caso de los yacimientos de La Redehuerta de Alcañiz, donde se observan alineamientos de piedras formando muros, pero verificar la posibilidad de que estas pequeñas edificaciones sean más tardías, tengan precedentes en forma de casas apoyadas en postes, o se produzca una combinación de ambos procedimientos constructivos, es fundamental desde la perspectiva de averiguar las características de los hábitats del Valle Medio del Ebro en un ciclo histórico tan prolongado. De una manera menos pronunciada, puesto que no nos enfrentamos a una hipótesis tan novedosa y peculiar, es preciso relacionar los modelos edilicios rurales de esta zona del Mediterráneo interior con los de otros ambientes mediterráneos bien descritos, tanto en Cataluña como en el área levantina 4, desde la perspectiva de contrastar las características de un sistema de hábitat rural del centro de la Depresión del Ebro con los de las regiones inmediatas con las que las conexiones prosiguieron hasta un momento relativamente avanzado. Medir el proceso de progresivo aislamiento de esta comarca respecto de las vecinas requiere una fiabilidad en las cronologías cerámicas y absolutas que es imposible de alcanzar sin una excavación. Finalmente, descubrir cuáles son los rasgos esenciales internos de estos núcleos de poblamiento exige una excavación. Sin ella, las relaciones espaciales entre las casas, los anexos y las zonas de trabajo campesino es imposible de H. HAMMEROW, Early Medieval Settlements: the Archaeology of Rural Communities in NorthWest Europe, 400-900, Oxford y New York, 2002. 3 R. FRANCOVICH y R. HODGES, Villa to Village. The Transformation of Roman Countryside, Londres, 2003; para la aplicación de esta hipótesis a nuestro país, J. A. QUIRÓS CASTILLO y A. AZKARATE GARAI OLAUN, “Arquitectura doméstica altomedieval en la Península Ibérica. Reflexiones a partir de las excavaciones arqueológicas de la Catedral de Santa María de VitoriGasteiz, país Vasco”, Archeologia Medievale, 28 (2001), pp. 25-60. 4 Referencias en Villa 2. Villes et campagnes de Tarraconaise et d’al-Andalus (VIe-XIe siècle): la transition, ed. PH. SÉNAC, Toulouse, 2007 2 establecer con la precisión necesaria. Y otro tanto ocurre con los ámbitos de inhumación, los cementerios, aislados o formando grupos de tumbas; en el yacimiento escogido Torre Quemada I [XIII.02] parece verosímil que se pueda dar una respuesta a la pregunta de los lazos que unían el centro del hábitat y las sepulturas. Globalmente, se trata de describir –y no es poco– una unidad de asentamiento campesino en una época para la que esta información es inalcanzable mediante la documentación escrita y resulta difícil de imaginar por los historiadores, que sólo lentamente gracias a las excavaciones más recientes y, en muchos casos ni siquiera publicadas, los arqueólogos comienzan a desvelar. El reducido tamaño de estos hábitats permite abordar esta excavación con la garantía de que el coste en tiempo y esfuerzo no serán desmesurados en relación con los beneficios científicos que se pueden obtener, como se explica en las páginas siguientes del Proyecto. El yacimiento El estudio de todos estos aspectos se concretará en el yacimiento de "Torre Quemada I-Poblado" se localiza en el término municipal de (Alcañiz). Dentro del catálogo general del proyecto se le ha asignado en código de identificación "XIII.02". El interés del yacimiento radica en presentar, frente a lo que suele ser la norma en los asentamientos altomedievales que hemos detectado, restos muy alterados de estructuras constructivas, en su mayor parte desplazados de su ubicación original. No obstante, todo indica que bajo un potente amontonamiento de bloques existente en el sector central de la dispersión cerámica se conservan algunos muros "in situ". Justamente es este sector el que pretende ser objeto preferente de la excavación. Localización del yacimiento en el marco del área de estudio de La Redehuerta de Alcañiz En cuanto a los restos muebles, el material localizado, bastante abundante, pertenece a dos clases principales. En primer lugar, paredes de cerámica reductora de época altomedieval, aunque ninguna con perfil significativo. En segundo lugar, cerámicas oxidantes, en su mayoría englobadas dentro de las formas comunes bajomedievales y modernas. Metodología La metodología de trabajo prevista en la excavación del yacimiento de Torre Quemada I seguirá los patrones básicos de toda excavación en área, con referenciación de los hallazgos a una cuadrícula preestablecida trazada a partir del cruce de dos ejes de coordenadas. Para la toma de cotas determinará un plano virtual a partir del pertinente punto cero. El proceso de excavación, que continuará en las catas abiertas hasta llegar a la cantera, respetará en todo momento la secuencia de aparición de los niveles en función de su naturaleza estratigráfica y origen, identificándose cada uno mediante un numero arábiga correlativa, distinguiendo, si fuera necesario, los subniveles mediante subíndices. Se registrará en todo momento las características distintivas de todos los niveles, su textura coloración, potencia, desarrollo, etc. Localización del yacimiento. Se señala en rojo la zona de dispersión de cerámica y restos de estructuras constructivas. Al N., en violeta, las dos pequeñas necrópolis asociadas. En cuanto a las estructuras, éstas serán se enumerarán igualmente identificadas por un número. El material muebles será recogido en función de los cuadros excavados, los niveles y jornadas de trabajo. Todo ello será completado con la información vertida en los diarios de campo y la documentación gráfica en formato digital del proceso de excavación. Las estructuras constructivas y la secuencia estratigráfica serán, además, consignadas en planimetrías de detalle, que posteriormente serán volcadas en el pertinente programa de tratamiento de imagen. Uno de los principales obstáculos a que ha tenido que enfrentarse el proyecto durante su primera fase ha sido el de la relativa indeterminación cronológica que presentan la mayor parte de los asentamientos detectados a lo largo de las prospecciones. La necesidad de limitar esta indeterminación impone el recurso al Carbono 14. En la medida que los restos exhumados lo permitan, se prevé enviar tres muestras al correspondiente laboratorio a fin de concretar la datación de la ocupación del asentamiento de Torre Quemada I. Arriba, localización del yacimiento desde la huerta inmediata. Abajo, sendas imágenes del yacimiento. Se ha mencionado con anterioridad la intención de dispensar una atención especial a las cuestiones relacionadas con las estrategias alimentarias de los habitantes del asentamiento. La estrategia de investigación se basará inicialmente en el análisis de las especies consumidas, especialmente los restos de fauna y, en caso de detectarse, también de los carpológicos. Para ello se desarrollará un programa de muestreo de tierras junto a la habitual recogida de macrorestos. Una segunda vía de estudio, basada análisis bioquímico de restos antropológicos, se desarrollará posteriormente, probablemente a partir de la siguiente campaña, cuando se proceda a la excavación de algunas de las escasas tumbas que conservan restos óseos en varias de la necrópolis detectadas. Medios La infraestructura técnica requerida para llevar adelante las excavaciones arqueológicas del yacimiento de Torre Quemada I será proporcionada, básicamente, por el Taller de Arqueología de Alcañiz. También prestarán su apoyo el Museo Provincial de Teruel, así como el Seminario de Arqueología y Etnología Turolense. Los locales del Taller de Arqueología de Alcañiz servirán como laboratorio donde realizar todas las tareas derivadas, tanto del tratamiento de los materiales arqueológicos (lavado, sigla, inventario, embalaje y dibujo, etc.), como de la gestión de la información obtenida (diario, inventario fotográfico, planos, etc.). Calendario Como ya se adelantó en su momento, el proyecto tiene una duración plurianual. Se ha programado un total de tres campañas a realizar en tres anualidades diferentes (2007, 2008 y 2009), siempre coincidiendo con los meses de primavera-verano. El calendario general previsto es el siguiente. Prospección 2007 Excavación Laboratorio Comprobación de cronologías Revisión de los materiales y extensión de los yacimientos guardados en el Taller de ya conocidos. Arqueología de Alcañiz y Museo Provincial de Teruel. Prospección de áreas de vacío en las márgenes del Guadalope. Realización de un primer paquete de planimetrías Fase I. Excavación en zonas de 2008 Analíticas. Fase I. habitación (Torre Quemada). Fase I. 2009 Terminación del corpus de Excavación en zonas de habitación planimetrías Fase II. (Torre Quemada).Fase II. Analíticas. Fase II. Excavación de varias tumbas en uno o dos necrópolis. Programación del proyecto. Las actuaciones correspondientes a la campaña de 2007 pueden darse por concluidas. Se marcan en rojo las correspondientes a la presente campaña. La presente campaña de excavaciones se desarrollará a lo largo de dos o tres semanas, siempre en función del cumplimiento de los objetivos planteados. Las fechas programadas son, por el momento, la segunda quincena de junio del presente año, a la que se sumará una tercera semana en fechas posteriores, seguramente en septiembre. La limpieza, sigla e inventario de los materiales se realizará durante las mismas fechas. Equipo El equipo básico responsable de todo el proyecto estará formado por los tres firmantes del presente proyecto de investigación: -Carlos Laliena Corbera, catedrático de la Universidad de Zaragoza. -Julián M. Ortega Ortega, arqueólogo profesional adscrito al Seminario de Arqueología y Etnología Turolenses -José Antonio Benavente Serrano, arqueólogo profesional adscrito Taller de Arqueología de Alcañiz. No obstante, es posible que se añadan otros titulados, colaboradores habituales tanto al Taller de Arqueología de Alcañiz, como del Seminario de Arqueología y Etnología Turolenses. El equipo será completado con estudiantes de especialidad y doctorandos, procedentes principalmente de la Universidad de Zaragoza, hasta formar un grupo de investigación cercano a unas diez personas.