Demandan inconstitucionalidad Pretenden tutela anticipada (no innovar) Señor Juez: Dora domiciliada en Barbarita Benito, argentina, contadora pública, Talcahuano 7780, ciudad y Pablo Bartolomé Oggero, argentino, contador público, domiciliado en Saavedra 5009, ciudad, con el patrocinio de los abogados Pablo Edgardo Clément, Roberto A. Büsser, inscriptos ante el fuero según los datos de los sellos aclaratorios de las firmas, decimos: 1. Personalidad y representación. Personación y domicilio procesal 1.1 La Dra. C. P Dora B. Benito es presidenta del Consejo Superior del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Santa Fe, domiciliado en San Lorenzo 1849, ciudad. Comparece en esa condición y en representación de la entidad, en ejercicio del mandato otorgado por el Consejo Superior. Lo demuestra con los siguientes documentos: (a) 1.2. El Dr. C. P. Pablo Bartolomé Oggero es presidente de la Consejo Directivo del Colegio de Graduados en Ciencias Económicas de Santa Fe, domiciliado en San Lorenzo 1849, ciudad. Comparece en esa condición y en representación de la entidad, en ejercicio del mandato otorgado por la Consejo Directivo. Lo demuestra con los siguientes documentos: (a) 1 1.3 El Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Santa Fe es una persona jurídica investida de esa condición por la Ley provincial 8738. Se adjunta un ejemplar de la ley para facilitar su lectura. 1.4 El Colegio de Graduados en Ciencias Económicas de Santa Fe es una persona jurídica investida de esa condición por resolución 116/2006 de la Inspección General de Personas Jurídicas de la Provincia de Santa Fe. Se adjunta un ejemplar del estatuto autenticado por escribano público. 1.5 Ambos fijamos domicilio procesal en Hipólito Yrigoyen 2660. 2. Denominación. Abreviaturas Al Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Santa Fe puede mencionárselo Consejo, al Colegio de Graduados en Ciencias Económicas de Santa Fe Colegio de Graduados, a ambos actoras o entidades actoras y a la Unidad de Información Financiera UIF. 3. Instancias 3.1 Pretensión principal Las entidades actoras pretenden una sentencia que declare que la resolución 25/2011 publicada en el Boletín oficial de la Nación en 21 de enero de 2011, emanada de la Unidad de Información Financiera creada por ley 25.246, a causa de su inconstitucionalidad carece de validez y 2 eficacia por los vicios que la afectan y se exponen en esta demanda, y quede excluida del ordenamiento y del deber de ser cumplida por las personas en cuyo favor o respecto de quienes se ejercen las pretensiones 3.2 Pretensión de la tutela anticipada Las actoras pretenden que se despache con prontitud y sin trámite contradictorio previo y antes de otro acto de impulso al procedimiento principal, una resolución que suspenda los efectos de la resolución impugnada y se extienda a los profesionales inscriptos en las matriculas que gobierna el Consejo y a los asociados al Colegio graduados en ciencias económicas. 4. Dirección subjetiva de las pretensiones 4.1 Las pretensiones se ejercen para que se declaren procedentes respecto de la Unidad de Información Financiera creada por ley 25.246 con autarquía funcional en jurisdicción del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación (artículo 5º) autora de la resolución 25/2011. 4.2 El órgano reviste legitimación suficiente para que las resoluciones del Tribunal tengan eficacia directa y logren la realización del derecho pretendido. Sin embargo, como las pretensiones conciernen también al Poder Ejecutivo Nacional como órgano superior de todos los que componen la Administración pública, éste queda integrado a la litis como parte demandada. 4.3 La orden contenida en la resolución que disponga sobre la pretensión 3.2 se notificará directamente a la Unidad de Financiera y al Poder Ejecutivo Nacional. 3 Información 5. Domicilios legales El domicilio de la Unidad de Información Financiera está en Cerrito 264, piso 3º, Ciudad A. de Buenos Aires. El domicilio del Poder Ejecutivo Nacional es Balcarce 69 y se ha de completar la comunicación procesal en Posadas 1569, ambos de la Ciudad A. de Buenos Aires. 6. Reseña del caso 6.1 La República Argentina se incorporó al Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) creado en 1989 por los países de mayor desarrollo económico integrantes del denominado Grupo de los siete para enfrentar internacionalmente los fenómenos de lavado de dinero y financiamiento del terrorismo. 6.2 En mayo de 2000 el Estado argentino sancionó la ley 25.246 que modificó la rúbrica del capítulo XIII y los artículos 277, 278 y 279 del Código Penal estableciendo la categoría de delitos de “Encubrimiento y Lavado de Activos de origen delictivo” y creó la Unidad de Información Financiera “con autarquía funcional en jurisdicción del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación” encargada, expresa el artículo 6º, “del análisis, el tratamiento y la transmisión de información a los efectos de prevenir e impedir” la comisión de los delitos de “lavado de activos y de financiación del terrorismo”. 6.3 El capítulo III de la ley evocada establece el “deber de informar” y los “sujetos obligados”, entre éstos a los “profesionales matriculados cuyas 4 actividades estén reguladas por los Consejos Profesionales de Ciencias Económicas, excepto cuando estén en defensa en juicio” (artículo 20, inciso 17). 6.4. Las personas señaladas en el artículo citado están obligadas a recabar de sus clientes, requirentes o aportantes - guardando secreto que lo hacen por imposición legal - los documentos que demuestren la identidad, la personería jurídica, el domicilio u otros datos que se estipulen y, si los clientes actuaren en representación de terceros, deben tomar recaudos para identificar a los mandantes. 6.5 Están también obligados a informar “cualquier hecho u operación sospechosa” calidad que se atribuye a aquellas transacciones ejecutadas en forma aislada o reiterada que, en consideración a “los usos y costumbres de la actividad que se trate” y a la “experiencia e idoneidad” del obligado a informar, (i) resulten inusuales, (ii) no tuvieren justificación económica o jurídica, (iii) fueren de complejidad inusitada o injustificada (artículo 21). 6.6 La vaguedad de los enunciados (entre otros los expuestos en los apartados 6.4 y 6.5), reconocida por la ley, iba a subsanarse, según prometía el sexto párrafo del artículo 21, mediante “pautas objetivas” emanadas de la Unidad de Información Financiera, al establecer “las modalidades, oportunidades y límites del cumplimiento de esta obligación de informar para cada categoría de obligado”, aunque en esta materia las facultades del organismo solo alcanzaren a “emitir directivas e instrucciones” a los sujetos obligados “previa consulta con los organismos específicos de control” (artículo 14, inciso 10). 5 6.7 El capítulo IV de la ley 25.246, referido al Régimen penal administrativo, estableció en el artículo 24 sanciones por incumplimiento de la obligación de informar consistentes en multas, siempre que el acto no constituya “un delito más grave”, cuyas cuantías escalan de una a diez veces “el valor total de los bienes u operación a los que se refiera la infracción” o, en su defecto, de diez mil a cien mil pesos. 6.8 La Unidad de Información Financiera con mención de las atribuciones del artículo 14, inciso 10, dictó la resolución 3/2004 a la que derogó por la actual 25 publicada el 21 de enero de 2011. Excediendo la natural noción de despachar directivas e instrucciones y sin haber satisfecho el requisito de consultar a los organismos específicos de control, según permite notar el repaso de los considerando, el acuerdo dice establecer “medidas y procedimientos” dirigidos a los sujetos obligados que deben observar no solo para informar sino también “para prevenir y detectar los hechos, actos, operaciones u omisiones” que pudieren derivar de los delitos de lavado de activos y financiación del terrorismo (artículo 1). 6.9 La resolución comentada extiende a los consejos profesionales en ciencias económicas deberes que, en principio, la ley reserva a los sujetos obligados imponiéndoles el deber de remitir a la Unidad de Información Financiera reportes sistemáticos y trimestrales mediante procedimientos on line (artículo 2, inciso c) y elaborar y emitir especiales normas profesionales en la materia. Asimismo agrega en calidad de sujetos obligados a los profesionales en ciencias económicas independientes que presten servicios de preparación de declaraciones juradas de impuestos o se desempeñen como síndicos societarios. 6 6.10 La actual nómina de sujetos obligados acrecida por la resolución 25/2011 es la siguiente: (i) los profesionales que en forma individual o asociados entre sí ejerzan funciones de síndicos societarios o auditores externos para [a] las personas enunciadas en el artículo 20 de la ley 25.246 y [b] aquellas otras que, sin haber sido enumeradas en esa norma, posean un activo superior a $ 3.000.000 o sus estados contables expusieren una duplicación del activo o de las ventas en el término de un año, y (ii) los profesionales en ciencias económicas independientes que preparen declaraciones juradas de impuestos para, [a] las personas físicas enunciadas en el artículo 20 de la ley 25.246 y [b] aquellas otras que, sin haber sido enumeradas en esa norma, posean un activo superior a $ 3.000.000 o sus estados contables expusieren una duplicación del activo o de sus ventas en el término de un año. 6.11 La resolución asigna a los profesionales en ciencias económicas nuevas obligaciones que exceden las de información impuesta por la ley. El compromiso se vincula a una política de prevención en virtud de la cual se impone elaborar un manual que contenga “mecanismos y procedimientos” para la prevención del lavado de activos y del financiamiento del terrorismo, capacitar internamente a los empleados y profesionales de los estudios contables mediante la asistencia a cursos externos una vez al año por lo menos, elaborar un registro de operaciones sospechosas, un registro interno de países y territorios no cooperativos con el Grupo de Acción Financiera Internacional y un legajo de identificación de los clientes actualizable, al menos, cada año 6.12 El artículo 6º completa las exigencias atribuyéndoles funciones consistentes en que ellos mismos “diseñen e implementen los procedimientos y su control” para “prevenir, detectar y reportar las 7 operaciones vinculadas a los delitos de lavado de activos y financiación del terrorismo” y “las políticas de capacitación” de sus propios empleados; vigilen el cumplimiento de esos procedimientos y políticas, “analicen las operaciones registradas para detectar eventuales operaciones sospechosas” y lleven un registro de las operaciones que consideren que así deben ser calificadas. 6.13 Además de ejercer un control de la observancia de la normativa legal y profesional en materia de prevención de aquellos delitos, deben “prestar especial atención a las nuevas tipologías de lavado de activos y financiación del terrorismo publicadas por la Unidad de Información Financiera o el Grupo de Acción Financiera Internacional” a fin de “establecer medidas que sean acordes a la naturaleza del servicio que se presta tendiente a prevenirlas, detectarlas y reportar toda operación que pueda estar vinculada” a la comisión de aquellos delitos. 6.14 Los profesionales en ciencias económicas a los que se dirige la resolución están obligados primero a elaborar y enseguida “observar” lo que esta denomina “política de identificación y conocimiento del cliente” y a confeccionar un legajo, cuyos datos deben actualizarse cada año, en el que se registre la identidad de éstos y las operaciones cuyo contenido económico supere los $ 50.000, ya fuere “en un solo acto o por reiteración de hechos entre sí” (artículo 9º). 6.15 Las acciones de identificación del cliente se “refuerzan”, según expresión empleada en la resolución, si el profesional duda si los clientes actúan por cuenta propia o tiene certeza que no lo hacen; en este caso deben “adoptar medidas adicionales razonables” a fin de obtener información sobre la identidad del mandante, comitente o socio oculto. Igual atención deben prestar cuando “las personas físicas” utilicen a sujetos 8 jurídicos “como empresas pantalla”; en estos casos las cargas del profesional llegan a tener que dotarse de “procedimientos adicionales razonables” que le permitan conocer “la estructura de la sociedad, el origen de los fondos” y la identidad “de los propietarios, beneficiarios y aquellos que ejercen el control real de la persona jurídica”. Deben afrontar similar obligación si el denominado “propietario/beneficiario” de la sociedad “(tiene) como mínimo un veinte por ciento (20%)” (artículo 18º). 6.16 La misma norma reglamentaria agrava las obligaciones de identificación de los clientes si las operaciones consisten en contratos de fideicomisos, transacciones a distancia, intervinieren en las operaciones personas expuestas políticamente, se realicen con personas “de o en países que no aplican o aplican insuficientemente las recomendaciones” del GAFI o estuvieren incluidas en el listado de terroristas publicadas por el Grupo internacional en su sitio web. o bien las operaciones no tuvieren una “causa lícita o económica aparente”; en este caso “deberán ser examinadas plasmándose los resultados por escrito” (artículo 18º). 6.17 La resolución impugnada exige del profesional que disponga de una “política de conocimiento del cliente” y de su “perfil transaccional” basado en “información proporcionada por el cliente y en el monto, tipo, naturaleza y frecuencia de las operaciones que habitualmente realizan” junto al “origen y destino de los recursos involucrados (y) el conocimiento de los empleados” (artículos 19º y 20º). 6.18 El artículo 24º refiere al deber de informar las operaciones sospechosas cuya determinación se remite a “aquellas inusuales” y así fueren calificadas en base “a la idoneidad exigible en función de la actividad que realizan y el análisis efectuado” por el sujeto obligado. Con alcance enunciativo la norma alude a diversos indicios tales como montos, tipo, 9 frecuencia y naturaleza de las operaciones, la complejidad y modalidades no habituales o cuantías “inusualmente elevadas” de aquellas, el fraccionamiento de operaciones “que hagan presumir” una maniobra para eludir los procedimientos de detección, ganancias o pérdidas continuas en operaciones repetidas entre las mismas partes, la resistencia del cliente a proporcionar datos o documentos o el intento de evitarlo; hubiere indicios sobre el origen, manejo o destino ilegal de fondos y el sujeto obligado no obtuviere una explicación del cliente, la “inusual despreocupación” de éste sobre los riesgos de ciertas transacciones, la concentración de domicilio o representación por varias personas jurídicas, los dictámenes de auditoria o sindicatura societaria señalaren el incumplimiento de la normas emanadas de la UIF, o bien el profesional advierta que se verifican alguna de las hipótesis de los numerales 1. a 34. del inciso m) del artículo 24º de la resolución 25/2011. 7. Crítica constitucional de la resolución 7.1 La resolución impugnada sucumbe a la crítica de legalidad y legitimidad. El órgano del cual emana no es competente para dictarla; sus facultades en la materia, establecidas en el artículo 14 inciso 10) de la ley 25.246 y evocadas en los considerando (4to. párrafo), solo alcanzan al despacho de directivas e instrucciones a los sujetos obligados, noción que remite al preciso marco de las obligaciones legales, límite que impide la creación de otras ajenas (por inclusión o extensión) a las provenientes de la ley. 10 La proposición legal no es fuente de atribución para expedir reglamentos de la ley que conserva el Poder Ejecutivo ni administrativos autónomos cuyas normas de considerable generalidad y abstracción tienen un valor intertemporal, espacial y personal extendido más allá de los concretos casos que las directivas o instrucciones pretenden resolver. Así como el legislador debe expresarse dentro del contexto de los derechos y garantías fundamentales, la UIF tiene vedado emitir reglas que, bajo la apariencia de instrucciones contrarían la ley que le dio origen. En este rango también rige el principio del artículo 28 de la Constitución Nacional pues los reglamentos no pueden alterar el contenido y alcance de la norma superior reglamentada. 7.2 El acuerdo fue adoptado sin satisfacer el requisito de “previa consulta a los organismos específicos de control” (ley 25.246, artículo 14, inciso 10). La omisión está demostrada por el silencio de los considerando sobre el cumplimiento del recaudo, distinto, cabe puntualizar, a la consulta obligatoria aludida por el artículo 16 de la misma ley. El Consejo Asesor es un órgano único, integra la UIF y tiene cometidos de consulta; la expresión del inciso 10 del artículo 14, en cambio, refiere, en plural, a órganos diferentes a aquél, titulares de atribuciones de control. En el caso, cabe inferir, la UIF debió cumplir con el requisito de validez del acto consultando previa y formalmente a los consejos de profesionales en ciencias económicas, con naturales funciones de contralor en la práctica del oficio y despachar el acuerdo luego de recibir el dictamen. 7.3 El autor de la resolución 25/2011 no está facultado para instituir nuevos sujetos obligados; no obstante se ha permitido incorporar a la taxativa nómina del artículo 20 de la ley 25.246 a los Consejos profesionales en ciencias económicas, 11 a delegarle funciones reglamentarias de las que él mismo carece e imponerles la exorbitante carga de “elaborar un manual que contendrá los mecanismos y procedimientos para la prevención de lavados de activos y financiación de terrorismo” (artículo 3º inciso a) y 4º), redactar y aplicar reglas que tipifiquen las operaciones que deben asentarse en el Legajo de identificación del cliente (artículo 9º), normas para la confección del Informe anual (artículo 16º) y emisión de dictámenes de auditoría (artículo 17º); exponer las bases del Programa global antilavado (artículo 15) y cumplir con el denominado Reporte sistemático (artículo 23º). 7.4 La resolución impugnada desconoce la cualidad local de los Consejos profesionales en ciencias económicas creados en los Estados provinciales a quienes no se aplica el capítulo orgánico de la ley 20.488. La Provincia de Santa Fe ha conservado en su territorio el control de las profesiones liberales que ejerce a través de los colegios y consejos (ley 11.089, artículo 1º). El Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Santa Fe por sus funciones y fines de utilidad pública, integra la gestión gubernativa provincial y está dotado por la ley local de cierto poder de imperio. No se trata, empero, de una delegación de funciones de policía sino de la asignación de algunas de ellas (Fallos: 237:397). 7.5 Las atribuciones que la ley asignó a la entidad pertenecen al Estado; al Consejo solo le incumbe su ejercicio. Las funciones, en efecto, le fueron conferidas en razón de la particular organización que el Estado provincial ha elegido para administrar en su territorio el control de las profesionales liberales, debe comprenderse que “no reside en él ningún poder de policía (el que pertenece al Estado), sino que lo único que posee es una imputación de funciones esencialmente alterables en su estructura y 12 alcances por quien le ha confiado dicha atribución de competencia.” (CSJN. in re “Bacca Castex, Raúl A. c. C.P.S.C.F. s. Proceso de Conocimiento” fallo del 1 de junio de 2000). Los fines e instrumentos para alcanzarlos le han sido conferidos por la legislatura local y es ella la titular del exclusivo poder de incorporarle o suprimirle atribuciones y deberes. 7.6 Los excesos de la resolución se manifiestan sin equívoco al acrecer los deberes que la ley 25.246 reserva a los sujetos obligados. A ésos la ley les ha imputado la carga de informar (ley 25.246, artículo 20); la resolución 25/2011, en cambio, les impone observar medidas y reglas de procedimiento en calidad de agentes de prevención y detección de los “hechos, actos, operaciones u omisiones” que pudieren provenir de la comisión de delitos de lavado de activos y financiación del terrorismo. La actividad de los sujetos obligados ordenada por la resolución extralimita la definición legal de sus obligaciones y les endosa el compromiso de un conjunto de acciones originariamente solo atribuidas y ejercidas por las agencias policiales del Estado. 7.7 El abuso es innegable y entraña para el profesional el peligro de exponerlo a la atribución de incumplimiento y a sus graves consecuencias personales por cuanto no solo debe vigilar hechos y actos sino también “omisiones” e, incluso, presumirlos. El desborde de la resolución causa pasmo por la irrazonable ingerencia sobre el ejercicio de las incumbencias del diploma a que son sometidos los profesionales en ciencias económicas. El acuerdo avanza sobre facultades constitucionales del Congreso a quien le corresponde legislar sobre las universidades y a través de estas disponer respecto de 13 las competencias de los títulos de grado. Por orden de la UIF se allanan los límites y especificidad del saber académico y de inmediato deben aplicarse al ejercicio de la pesquisa penal, de la virtual aptitud para prevenir delitos y de asumir obligaciones de hacer ajenas a su incumbencia y preparación, a través de tareas como confeccionar un manual de procedimientos y mecanismos preventivos, vigilar su cumplimiento, educar a sus empleados en esas faenas, desarrollar la habilitad de detectar operaciones sospechosas o inusuales, identificar el perfil transaccional del cliente y, entre otros oficios, diseñar y observar un programa global antilavado. El despropósito viola derechos de libertad garantizados por el artículo 14 y el principio de reserva del artículo 19 de la C. N. 7.8 La resolución impugnada abroga las resoluciones técnicas 7 y 15 de la Federación Argentina de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas que disciplinan la actividad de los auditores externos y síndicos societarios conforme criterios de examen de base selectivo para formarse una opinión acerca de la razonabilidad de la información significativa que exponen los estados contables. También ha suprimido el método de muestras y apreciación de datos considerados relevantes; los auditores y síndicos deberán inmiscuirse en el universo de las operaciones de la empresa, movimiento de partidas y asientos contables, documentación, registros informáticos, entre otras fuentes y someterlas a una encuesta policíaca con alcance y límites imprecisos y de improbable cumplimiento ante la extravagante tarea. 7.9 La incorporación de los liquidadores de impuestos matriculados en el Consejo a la categoría de sujetos obligados ha desdeñado que la práctica es ejecutada por profesionales de otras disciplinas y que en ella no se aplican tareas de auditoría sobre los datos que expone el comitente. La 14 labor consiste en recopilar y compilar la información y transcribirla en la fórmula predeterminada por el órgano recaudador sin verificar la exactitud y la calidad de aquella. El comitente es el titular y responsable de la información suministrada sin que el liquidador opere como verificador particular y preventivo de su exactitud. La resolución 25/2011 ha modificado las seculares obligaciones del profesional al convertirlo en agente de investigación de eventuales vínculos del comitente con los delitos de lavado de dinero y financiamiento del terrorismo que pudieren reflejar los datos que éste le provee o que, lo que es aberrante, pudiese sonsacarle con el propósito de denunciarlo, ocultando su designio (según la ilegítima e inmoral instrucción de la UIF). 7.10 El acuerdo trastoca y suprime esenciales componentes del contrato de locación de servicio y altera valores fundamentales del vínculo profesional que están incorporados no solo al ordenamiento común y ético sino a paradigmas morales de la sociedad. Deberes de lealtad al comitente, de confidencialidad y de básica buena fe en la prestación profesional han sido abrogados por la resolución impugnada pues con ésta las relaciones entre los matriculados en los Consejos de ciencias económicas y sus clientes serán regidas por la sospecha, la argucia en la obtención de determinada información y el ocultamiento o seguramente el engaño sobre la razón y finalidad del requerimiento y su empleo. La norma, como ha sido ideada, es inaceptable para el colectivo de profesionales en ciencias económicas y resistirán su observancia pues subordinarse a sus disposiciones conlleva la extinción del regular, leal y democrático servicio profesional. 15 7.11 Los actos emanados de los poderes del Estado no solo deben provenir de una autoridad competente para dictarlos y resultar de un procedimiento preestablecido y, de tal modo, ser legítimos; al propio tiempo deben reflejar los valores e intereses de la población en virtud que todo poder emana del pueblo y en su nombre debe ser ejercido. Los actos del Estado pueden incurrir en cierto grado de imperfección pero en el caso en debate no se trata de mera imperfección sino que los vicios del acuerdo lo tornan inaceptable. 7.12 Si en ocasiones las normas jurídicas exhiben cierta distancia entre el interés general y el expresado por el legislador, ésta no puede convertirse en una oposición. Las normas jurídicas deben reunir la doble calidad de legítimas y eficaces. Entre estas dos cualidades que definen una norma válida, hay una natural tensión. La pretensión de eficacia exige un esfuerzo en el sentido de que las personas adecuen sus conductas a los parámetros previstos en las normas y que los comportamientos de desviación sean castigados, asegurando el orden, la seguridad jurídica y la previsibilidad de las decisiones. Empero, al limitar la libertad de elección de los individuos concurre la segunda pretensión: la legitimidad. En la identificación de ambos atributos, sin los cuales no hay norma jurídica válida, el Poder Judicial tiene un papel esencial ya que dentro de la estructura del Estado de derecho es el que define en última instancia lo que puede o no exigirse a los ciudadanos. 7.13 Reconocer las dificultades para exponer una noción universalmente aceptada de acto legítimo, no obsta alcanzar una considerable certeza sobre las características de las acciones inaceptables del Estado que podemos denominar actos arbitrarios, a los que la doctrina y jurisprudencia han denominado de diversos modos tales como abuso de 16 derecho, exceso o desviación del poder, iniquidad o mala fe, aplicación inapropiada de disposiciones legales o contrarias a los principios generales del derecho común a todos los pueblos civilizados. 7.14 La razonabilidad es uno de los elementos de la idea de legitimidad que debe ser tomada como expresión contemporánea del repudio a los actos arbitrarios y de la exigencia de un mínimo de aceptabilidad en lo concerniente a la actividad discrecional de los agentes estatales: la aceptabilidad de un acto por parte de sus destinatarios es uno de los elementos fundamentales de la legitimidad democrática. 7.15 Todo derecho, todo poder legalmente protegido es acordado en vista de cierta finalidad: el titular de ese derecho tiene un poder de apreciación sobre el modo de ejercerlo, sin embargo, ningún derecho puede ser ejercido de manera irrazonable pues lo que es irrazonable no es derecho. El límite así trazado permite definir mejor el funcionamiento de las instituciones jurídicas que las nociones de justicia o equidad, vinculada a cierta igualdad o proporcionalidad ya que, lo irrazonable puede resultar del ridículo o de los impropio y no solo de la inicuo o desigual. La resolución 25/2011 por el contenido y la sustancia de las normas cuestionadas, carece de razonabilidad. La irrazonabilidad de las normas constituye una especie de la inconstitucionalidad (arts. 14 y 28 CN). 7.16 La resolución indicada ostenta la escala íntegra de los vicios que descalifican la validez constitucional de la cual depende su vigencia y aplicación. Se ha demostrado que el órgano del cual emana es incompetente para dictarla, altera esencialmente la norma superior que dice reglamentar, se ha despachado sin observar el debido proceso formal y sustancial, 17 contraviene facultades del Congreso de la Nación y atribuciones no delegadas de las Provincias a su vez conferidas al Consejo profesional; modifica, restringe y suprime derechos individuales de libertad civil, trastoca declaraciones de voluntad contractual relevantes para le ley, valores éticos consolidados en la sociedad y las competencias del diploma de las matriculados en los consejos de ciencias económicas, abroga seculares prácticas profesionales ordenadas por resoluciones de entidades competentes, crea desigualad ante la ley y su burda desproporción e irrazonabilidad la expone al ridículo y a un menosprecio social presagio de indócil incumplimiento. 8. El equilibrio entre los riesgos sociales y las libertades individuales 8.1 Es probable que los demandados evoquen la defensa de la inevitable intromisión en las libertades civiles de algunas personas ante la emergencia del lavado de dinero proveniente del narcotráfico y la financiación del terrorismo. Pasadas experiencias en diversas geografías demuestran, sin embargo, la ineficacia de medidas como las promovidas y los innecesarios e irreparables daños sociales e individuales causados por el descuido de las garantías y derechos de libertad. 8.2 El órgano creador de la resolución cuestionada, frente a la percepción de amenazas a la seguridad general, responde con imposición de obligaciones absurdas y selectivas de la libertad pues afectan a un específico grupo de habitantes. Al no estar comprometida la mayor parte de la población, el público no enfrenta los abusos ni se activan los controles y salvaguardas políticos e institucionales al estado de excepción. 18 8.3 En el Estado democrático de derecho aquellas seguridades la suministra el Poder jurisdiccional, en general por la vía de la interpretación y aplicación de la Constitución. Sin embargo, es frecuente que los tribunales carezcan de información suficiente para ponderar si están justificadas y cuándo las excepcionales restricciones a las libertades civiles. No obstante la actividad jurisdiccional está en óptima posición para desempeñar en la emergencia una función constructiva, al menos, exigiendo que el Congreso, “rama legislativa que representa al pueblo”, a través de la ley y no una de las agencias de la Administración sea quien autorice circunstanciadamente la restricción a la libertad, mostrándose escépticos y examinando con singular severidad las medidas estatales de intromisión a la libertad que afecten a miembros de grupos minoritarios identificables por la simple razón que las salvaguardas ordinarias no son confiables cuando las cargas impuestas por la autoridad pública no son soportadas por amplios y variados sectores, y esto porque “si permitirse tener miedo es gratis, ya que otras personas se enfrentarán a las cargas pertinentes, el mero hecho del “riesgo” y la mera presencia del “miedo” parecerán proporcionar una justificación” (Sunstein, Cass R. Leyes de miedo. Más allá del principio de precaución”, pag. 282. Kartz Editores. Bs. As. 2009). 8.4 La ley 25.246 en el artículo 14 inciso 10) ha ideado un trámite de consulta previa con “órganos de control” para legitimar los acuerdos de la UIF conteniendo directivas e instrucciones. Ésta no ha observado el recaudo legal agravando la probabilidad de incurrir en naturales desvíos a los que son proclives este tipo de organismos. Es atinado suponer que el presidente del órgano y las personas que comparten el servicio abriguen comunes puntos de vistas y marcos de referencia. Cuando éstos deliberan 19 entre sí, es seguro que habrá de aflorar cierta polarización grupal fortaleciendo sus convicciones en lugar de ponerlas a prueba, invariablemente en detrimento de las libertades individuales. 8.5 Para evitar los abusos que resultan de este malabarismo sin control de los derechos y garantías fundamentales corresponde exigir que el poder del Estado se ejerza con sustento en un claro y circunstanciado enunciado legislativo de aplicación general y sin discriminación que conlleva la idea de frenos y contrapesos en la disponibilidad de los derechos individuales. La crítica al manifiesto contenido discriminatorio de la resolución 25/2011 de la UIF al restringir la libertad del ejercicio profesional a cierta categoría de matriculados en los Consejos no persigue valores abstractos de igualdad. En efecto, no hay garantía más práctica y efectiva contra el gobierno arbitrario que exigir que las reglas que sus agentes pretenden imponer a una minoría se extienda al mayor número. En cambio, nada estimula la acción arbitraria de modo tan desbastador como permitir que, como en el asunto en examen, aquellos elijan a unos pocos como exclusivos destinatarios de sus órdenes, escapando al reproche político que podría infligírseles si el universo de otras profesiones vinculadas por la similitud de la práctica de sus incumbencias se viera parejamente afectado. Imponer una carga a un grupo identificable de ciudadanos es un síntoma que advierte el peligro de arbitrariedad; la Justicia debe investigar la legitimidad de esta carga y por su exageración manifiesta, ponerle fin. 20 8.6 La resolución 25/2010 ha impuesto al Consejo múltiples deberes cuya naturaleza o sustancia es propia de las funciones del Estado y ajena al objeto e incumbencias específicas de su creación y desempeño legal. 8.7 La resolución impugnada asigna a los profesionales en ciencias económicas obligaciones cuya naturaleza y sustancia no solo son inherentes al Estado sino del todo ajenas al desempeño de una profesión liberal. En definitiva, a las personas matriculadas en el Consejo, sin importar su consentimiento o en contra de su voluntad y de sus convicciones, se las inviste con atributos típicos de las agencias de pesquisa y persecución estatal, añadiéndoles la carga de montar una estructura tendiente a la instrumentación y ejecución de trabajos de prevención delictiva. 8.8 Las tareas cuestionadas denigran la profesión en su modo de comprenderla y asumirla por cada uno de los matriculados o asociados a las entidades actoras y, al propio tiempo, crea condiciones para destruir la confianza social depositada con base en la confidencialidad (seguridad de no dar a conocer) y el secreto (deber de no dar a conocer), principios insitos al ejercicio profesional que están comprometidos por la Constitución nacional (art. 18) y pertenecen a la antigua práctica de un servicio inseparable de aquellas exigencias. Tanto es así que la Recomendación nº 16 de las normas GAFI (apartado 1) presta especial cuidado a fin de respetar el secreto profesional, mediante un texto inequívoco: “. No se requiere que los abogados, notarios y otros profesionales jurídicos independientes y contadores o contables que actúen como profesionales independientes, reporten sus sospechas si la información relevante ha sido obtenida en 21 circunstancias en las que se encontraban sujetos al privilegio del secreto profesional o secreto legal”. La nota destinada a orientar la interpretación de aquella recomendación establece: 1º. Corresponde a cada país determinar las cuestiones que deberían considerarse como privilegio profesional legal o secreto profesional. Normalmente esto cubriría la información que los abogados, notarios o profesionales jurídicos reciben de sus clientes o a través de ellos a) en el curso de la determinación de la posición legal de su cliente; o b) en la tarea de defender o representar a ese cliente en algún procedimiento judicial, administrativo, de arbitraje o mediación o con relación al mismo. En los casos en que los contadores o contables estén sujetos a la misma obligación de secreto o privilegio, tampoco se les exigirá que reporten operaciones sospechosas. 9. Legitimación activa 9.1 Fundamentamos la legitimación procesal y material de las entidades actoras en cuanto a los derechos afirmados y a la obtención de una sentencia útil. Ambas están reconocidas por el derecho positivo con la finalidad de proteger los intereses de los profesionales que integran el colectivo de cada una, configurándose derechos subjetivos directos y, además, extendidos a quienes resultarían perjudicados en caso de no abarcárselos con la tutela pretendida (titularidad de la relación jurídica material). 9.2 El Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Santa Fe actúa [a] en ejercicio de sus derechos en cuanto persona 22 directamente afectada por la inconstitucionalidad de la resolución cuestionada y [b] en defensa de los intereses profesionales que la Ley provincial 8738 le ha conferido como una competencia de la entidad y un deber de sus administradores para cumplir ese preciso objetivo del ordenamiento especial. 9.2.1 La materia que configura la cuestión justiciable fundada en los derechos propios de la entidad proviene de la afectación causada por las obligaciones ilegítimas que debería cumplir en caso de no impugnar a través de este procedimiento la resolución 25/2011. 9.2.2 La legitimación que justifica demandar para proteger los derechos de los profesionales matriculados en el Consejo tiene los fundamentos que a continuación se exponen. La ley provincial Nº 8738 creó el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Santa Fe (art. 30) a quien, en lo que ahora concierne, le atribuyó competencia para [a] llevar la matrícula de los profesionales comprendidos en la ley (doctor en Ciencias Económicas, doctor en Estadística, Contador público, lic. en Economía, lic. en Administración, Actuarios y sus equivalentes [art.1]) y [b] <<dictar las medidas y disposiciones de todo orden para el mejor ejercicio de la profesión respectiva>> (art. 33 inc. f). El objetivo de lograr el <<mejor ejercicio de la profesión>> comprende un universo de situaciones que corresponde individualizar en cada circunstancia pero, en todo caso, asignables por entero a los sujetos destinatarios de los fines legales de la entidad. 23 Cada matriculado al Consejo es portador de los intereses implicados, los cuales se suman con la misma identidad (e intensidad) en el grupo social que forma el órgano que los hace valer. El Consejo, en ejercicio de aquella incumbencia, reviste la cualidad de titular o receptor de múltiples derechos que tienen entidad y alcance colectivo y que se identifican absolutamente en sus resultados y consecuencias respecto de todos los integrantes del grupo aludido. La C.S.J.N ha admitido la categoría de derechos conformada por la incidencia colectiva referida a los intereses individuales homogéneos, casos en los cuales se afectan derechos individuales divisibles a causa de un hecho único y continuado que provoca lesión a todos los miembros del grupo. Por tanto, la lesión es identificable y atribuible a una causa fáctica y normativa homogénea. Hay, como en el presente asunto, una homogeneidad de hecho y normativa que lleva a considerar razonable la implantación de un solo juicio con efectos expansivos de la cosa juzgada. Se cumplen en este asunto los cuatro requisitos indicados por Lorenzetti: causa que justifica la acción colectiva, determinación del grupo afectado, control de la parte que ejerce la representación y manejo eficiente y eficaz del caso (Justicia colectiva, p. 121, 2010). La homogeneidad apunta a la situación en que los sujetos afectados comparten (como aquí los profesionales en ciencias económicas) una posición jurídica igual o semejante. Siendo así, el Consejo en ejercicio de sus derechos propios y para obtener tutela jurisdiccional respecto de los profesionales matriculados 24 pretende una sentencia que declare la inconstitucionalidad de la resolución 25/2011 de la UIF. Se cumplen los tres requisitos de orden público predicados para este tipo de casos justiciables: 1º) Cuenta con un interés concreto (proteger el ejercicio profesional dentro de un rango de legalidad, lealtad y moralidad exigida por la población destinataria del servicio), inmediato (en tanto sobresalen las singularidades de la inminencia, la persistencia y la vigencia de aquello que se indica como causa del daño) y sustancial (en sus dos direcciones de materia e importancia); 2º) Acto que se titula o califica, fundadamente, con el vicio de la ilegitimidad, y 3º) Patente perjuicio diferenciado, impuesto con notoriedad e incluso, por momentos, con evidencia (daño que funda el interés específico, ajeno a la mera postulación del cumplimiento objetivo de la ley, con directa incidencia en los factores universales del desempeño reglado y venerable del ejercicio profesional basado en la dación de buena fe, lealtad y confidencialidad). 9.3 El Colegio de Graduados en Ciencias Económica de Santa Fe, según surge de su estatuto, fue creado con el objeto de [a] defender los derechos de sus asociados (las personas físicas o jurídicas que tienen título en alguna rama de las ciencias económicas que habilite a ejercer la profesión) en el ejercicio de su profesión y [b] velar por la corrección y honorabilidad de sus trabajos (art. 3 inciso a-, c- y j). 25 En ejercicio de esa competencia institucional y del deber de cumplimiento de sus administradores, la entidad alega iguales fundamentos a los expresados por el Consejo. 10. Pretensión de tutela anticipada 10.1 La Resolución Nº 25/2011 de la UIF impone a los matriculados en ciencias económicas y al Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Santa Fe, las exorbitantes cargas que han sido analizadas y se aplican a todos los actos profesionales en los que aquellos intervengan a partir de la vigencia del acto impugnado, incluido el Reporte Sistemático de Información cuyo cronograma será fijado por la UIF (art. 23º de la Resolución 25/2011) 10.2 Conforme los fundamentos expuestos, atento a la gravedad institucional y constitucional derivada de la aplicación del acuerdo y para no desbaratar los derechos cuya protección se persigue, se solicita una tutela anticipada que suspenda la aplicación de la Resolución UIF Nº 25/2011 y extienda sus efectos suspensivos a favor de los matriculados en ciencias económicas de la Provincia de Santa Fe y del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Santa Fe, hasta tanto se dicte sentencia definitiva en la presente causa. La decisión que despache favorablemente lo peticionado será comunicada a la UIF y al Poder Ejecutivo Nacional. 10.3 Respecto de la verosimilitud del derecho invocado, está acreditada por lo expresado en los apartados precedentes. Sobre el perjuicio real y actual que ocasiona la modificación de las condiciones de ejercicio profesional e institucional de los matriculados en ciencias 26 económicas y del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Santa Fe corresponde similar remisión. 10.4 El peligro en la demora esta demostrado con lo expuesto en todo el desarrollado del memorial ya que la aplicación de la norma impugnada de inconstitucional es hoy operativa y la UIF puede exigir su cumplimiento y aplicar graves sanciones por no hacerlo. De no admitirse la instancia tutelar se conculcarán los derechos implicados, además de producirse el peligro cierto e inminente de importantes perjuicios irreparables 10.5 En cuanto a la contracautela exigida por el art.199º del CPCCN, en consideración a la cuestión planteada, a la relevancia institucional de los actores uno al delegársele el gobierno de la matrícula y el otro en calidad de ente intermedio para la defensa del interés y el prestigio de la profesión, se solicita los exima del requisito de conformidad al art. 200º inc. 1) del mismo Código. Si no se hiciere lugar a la exención pedimos que el Tribunal disponga la calidad y/o monto de la caución. 10.6 Con relación a la medida solicitada, existen antecedentes judiciales. En autos Colegio de Escribanos de Entre Ríos c. PEN – Ministerio de Justicia y Derechos Humanos – UIF s. Acción de Inconstitucionalidad la Cámara Federal de Apelaciones de Paraná, en 26 de abril de 2005, otorgó una medida similar respecto de normativas dictadas por la Unidad de Información Financiera del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. Esta cautelar fue ratificada y ampliada recientemente por este Juzgado Federal de Paraná. En autos “Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Entre Ríos c. PEN (Ministerio de 27 Justicia y Derechos Humanos de la Nación - Unidad de Información Financiera) – Acción de Inconstitucionalidad” (Expte. 81/2011 B) del Juzgado Federal de Paraná, se dictó resolución cautelar de similares alcances a nuestra pretensión de tutela anticipada. 11. Competencia El fuero federal es competente porque existe un conflicto concreto con un órgano nacional dependiente del Poder Ejecutivo y porque las pretensiones destinadas a obtener la declaración de inconstitucionalidad de la resolución creada por aquel órgano también se dirigen contra el Poder Ejecutivo Nacional. El Juzgado es competente porque los efectos de la ilegitimidad de la resolución impugnada se provocan en los lugares ubicados dentro de la competencia física del tribunal, dispuesta en razón del territorio, en donde tienen constituido el domicilio profesional tenido en cuenta para la matriculación en cuanto a lo atingente al Consejo y al ámbito de actuación del Colegio. 12. Medios de comprobación 12.1 Acta 517 de la reunión del 25 de junio de 2010 del Consejo Superior del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Santa Fe en la que se designan autoridades (4 fs. con certificación notarial). 28 12.2 Acta 520 de la reunión del 1 de marzo de 2011 del Consejo Superior del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Santa Fe en la que resuelve promover instancias judiciales de impugnación de la resolución 25/2011 (UIF). 12.3 Reprografías autenticadas del acta de asamblea extraordinaria del 12 de diciembre de 2005 del Colegio de Graduados en Ciencias Económicas de Santa Fe resolviendo la reforma del estatuto y su texto ordenado y de la resolución 116/2006 de la Inspección General de Personas Jurídicas de la Provincia de Santa Fe aprobando la reforma resuelta por la asamblea. 12.4 Acta 05 de reunión de la Comisión Directiva del Colegio de Graduados en Ciencias Económicas de Santa Fe del 23 de febrero de 2011 en la que resuelve promover instancias judiciales de impugnación de la resolución 25/2011 (UIF). 12.5 Documentos que se requerirán al Poder Ejecutivo Nacional, a través de los órganos competentes que correspondan, originados por el Grupo Acción Financiera Internacional, y relacionados con la Recomendación y la anotación interpretativa mencionadas en el apartado 8.8. En su caso, eventual o supletoriamente: [a] se obtendrán los textos referidos a través de Internet y [b] se requerirá el envío al Grupo Acción Financiera Internacional, 2 rue André Pascal 75775, París. 12.6 Ejemplar de la resolución 25/2011 de la Unidad de Información Financiera que se acompaña para facilitar al Tribunal la lectura. 29 13. Caso constitucional Las alegaciones expuestas para fundar la pretensión y la sentencia que se aguarda para obtener la invalidez e inoponibilidad de la resolución impugnada contienen en sí misma la cuestión constitucional que se deriva de la violación de los derechos y garantías prometidos y comprometidos por la Constitución nacional para salvaguardar las libertades previstas en los artículos 14 y 18 y asegurar que la sujeción y las obligaciones impuestas al colectivo que se tiende a proteger vengan de normas legales y reglamentarias inobjetables en cuanto al origen y competencia del órgano que las ha creado. Los argumentos manifestados en el curso de este escrito predican que la ilegitimidad denunciada causa daños actuales, directos y continuos en la medida en que no se hagan cesar de modo preventivo durante el desarrollo del procedimiento y de manera definitiva al pronunciarse la sentencia. Queda así reafirmada la existencia de un caso que da lugar a ejercer el recurso extraordinario federal, a fin de que los tribunales que entiendan en el trámite ordinario lo consideren y decidan. 14. Petitorio Solicitamos: 1º) Nos tenga comparecidos en las calidades invocadas por cada uno de quienes nos personamos, tenga a nuestras representadas como parte y con domicilio procesal. 2º) Tenga promovida demanda con el objeto y alcance y contra los sujetos expuestos en los apartados 3. y 4. 30 3º) Dé trámite a la demanda y oportunamente la declare procedente 4º) Declare procedente la tutela anticipada que se peticiona en el apartado 10 con los efectos solicitados en el punto 10.2, ordenando ejecutar las medidas que correspondieran para la eficacia de la decisión 5º) Tenga por ofrecidos los medios de comprobación, acepte e incorpore los documentos y solicite la remisión de los indicados en el apartado 12.5 en la forma propuesta. 6º) Considere que en el apartado 12 se ha planteado una cuestión constitucional que, en su caso, da derecho al ejercicio del recurso extraordinario federal. 31