FALLO MARIA JULIA ALSOGARAY Alsogaray, Maria Julia s/excarcelación Tribunal Oral Nacional Federal n. 6 Buenos Aires, 10 de mayo de 2005 AUTOS Y VISTOS. Para resolver sobre el pedido de cese de la prisión preventiva y excarcelación presentado a fs. 1/7 y 28/9 presentados en las presentes actuaciones Nº 1013 del registro de este Tribunal, Y CONSIDERANDO I. La Dra. Pamela Biserier, Defensora Oficial de la encartada Alsogaray solicitó se conceda el cese de la prisión preventiva de su ahijada procesal, basando su pretensión en lo dispuesto en el artículo 1º de la ley 24.390, texto según ley 25.430, invocando los tratados internacionales referidos a la cuestión en trato, peticionando se ajuste la interpretación y aplicación de los dispositivos locales reglamentarios del derecho a la libertad durante el proceso a aquella normativa internacional. Planteó además la inconstitucionalidad del artículo 319 del CPPN para el caso en que se fundara la negativa de su pedido en tal precepto legal, invocando los motivos de tal postura, a los que por razones de brevedad remitimos. Fundó su pedido en el tiempo de prisión preventiva que aquella lleva cumplido, considerando indispensable efectuar una proyección respecto de las posibilidades reales de que se dicte una sentencia definitiva para cuando la nombrada cumpliera los dos años de detención, aclarando que aquella son prácticamente nulas. Considero que debía tenerse en cuenta que aquella nunca intentó eludir la acción de la justicia, habiéndose presentado a todos los llamados del Tribunal, como así también que no registra antecedentes penales computables, siendo que la única sentencia condenatoria que registra no se encuentra forme. Por otra parte, fundó su petitorio en que la demora en la tramitación del expediente no le puede ser atribuida a su pupila. Por último, sostuvo que mantener la detención de Alsogaray implicaría desnaturalizar el sentido y límites de la prisión cautelar, transformándose así en un cumplimiento anticipado de pena, con grave menoscabo al principio de inocencia. Asimismo solicitó en el día de la fecha la excarcelación de Alsogaray, invocando el supuesto previsto en el artículo 317 inc. 1º en función del 316 y concordantes de CPPN, con basamento en la normativa constitucional que también citó, aclarando que el motivo de esta nueva presentación se debió al beneficio otorgado por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 2 en la causa Nº 1101 en el día de ayer, relacionándolo con la futura acumulación de dicha causa con la que tramita por ante esta sede, ello en salvaguarda de la congruencia que debe reinar en las decisiones judiciales. Asimismo aclaró que no efectuó el pedido de excarcelación con anterioridad ya que similar petición se encontraba tramitando por ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, no obstante lo cual resaltó que los pedidos como el que está en estudio podían efectuarse las veces que fuera necesaria en virtud del carácter de garantía constitucional que el Supremo Tribunal reconoce a tal instituto. Para el caso de rechazarse el pedido, planteó nuevamente la declaración de inconstitucionalidad de la interpretación de los artículos 316 y 319 del ritual por los fundamentos a los que razones de brevedad nos remitimos, haciendo reserva de recurrir en casación y del caso federal. II. Corrida la vista pertinente al Ministerio Público Fiscal, representado por el Dr. Oscar Ricardo Amirante, a fs. 31/4 se expidió en el sentido de que correspondía conceder la excarcelación de la encausada, bajo una caución real de quinientos mil pesos ($500.000) por los argumentos que virtió en su dictamen, imponiendo asimismo el cumplimiento de reglas de conducta.- Descartó el tratamiento del cese de la prisión preventiva por cuanto no transcurrió el tiempo mínimo de prisión preventiva exigido por la ley 25.430 para obtener la libertad. Ello así, fundándolo en los principios constitucionales relativos al derecho de la libertad ambulatoria durante el proceso penal, haciendo especial referencia a lo dispuesto por el art. 18 de la Constitución Nacional en este sentido, de tal modo de no transformar una medida cautelar como la que pesa sobre Alsogaray en una anticipación de condena con violación al principio de inocencia y tratados internacionales, principios estos receptados por nuestro Alto Tribunal de Justicia, invocando los fallos que consideró aplicables a la cuestión. III. Si bien la Defensa de la imputada presentó en primera instancia el pedido de cese de prisión preventiva de su pupila en base al tiempo de privación de la libertad de la misma y teniendo en cuenta los plazos previstos por la ley 24.390 (ver escrito obrante a fs. 1/7), en el día de la fecha peticionó su excarcelación. Ahora bien y sin perjuicio de avocarnos a este pedido en concreto, lo cierto es que no hubiera correspondido hablar de "cese de la prisión preventiva" cuando conforme se desprende del certificado actuarial de fs. 35 la imputada sólo lleva en detención un año y nueve meses siendo que para viabilizar el tratamiento del instituto planeado deberíamos estar como mínimo ante un plazo de dos años de detención en prisión preventiva. Respecto de la solicitud de liberta anticipada y teniendo en cuenta que el presente proceso se sustancia en orden al delito de defraudación por administración fraudulenta (arts. 173inc. 7º en función del 174 inc. 5º del C.P.P), respecto del cual fuera peticionada la elevación a juicio por parte del Sr. Fiscal (vid fs. 3768/3823 del ppal.) y teniendo en cuenta que el monto máximo de la pena prevista no supera los ocho años, es que nos encontraríamos "prima facie" ante la hipótesis contemplada por el art. 316, párrafo segundo de Código Procesal Penal de la Nación y que con ello sería viable la petición intentada. En efecto y más allá de la medida de cautela personal que se dispusiera por el Juez instructor al resolverse su situación procesal y que hoy en día la mantiene detenida, no podemos ignorar que la presunción de inocencia de que goza Alsogaray hasta el dictado de una sentencia condenatoria firme que ponga fin a este proceso, está contendida en el art.18 de la ley Fundamental y tiene como una de sus consecuencias fundamentales la exigencia del reconocimiento al derecho de permanecer en libertad durante todo el trámite de esta causa, criterio este que fue además recogido en las normas internacionales que integran a partir de la reforma constitucional de1994, nuestro ordenamiento máximo (vg. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, art. 9 apartado 3; Convención Americana sobre Derechos Humanos, art.7, apartado 5). Por lo demás, no debemos olvidar siguiendo, entre otros, a Bovino, A ("Problemas del Derecho Procesal contemporáneo", Ed. Puerto, Bs, As, pág. Nº 136 y ss.) y Maier, J. ("Derecho Procesal Penal Argentino", T. I, pág. 282/3) que "la detención preventiva como medida cautelar, sólo puede tener fines procesales. Y el carácter procesal de la detención significa que la coerción (la privación de libertad) se utiliza para garantizar "la concreta averiguación de la vedad y actuación de la ley penal". En el mismo sentido opina Cafferata Nores ("Medidas de coerción en el nuevo Código Procesal Penal de la Nación", Desalma, Buenos Aires, 1994 pág. 122 y ss) cuando sostiene que las medidas de coerción procesal "sólo se conciben en cuanto sean necesarias para neutralizar los peligros que puedan cernirse sobre el descubrimiento de la verdad o de la actuación de la ley sustantiva". De igual manera ha receptado la jurisprudencia de nuestro más Alto Tribunal, a partir de los precedentes más remotos este favor libertáis de que goza la persona sometida a proceso, hasta tanto recaiga una sentencia final dictada con autoridad de cosa juzgada y que se engarza con el in dubio pro reo contenido en el art. 3 del Código instrumental, con su correlato a ser puesto en libertad sin perjuicio que continúe el proceso, que deriva de la garantía de ser juzgado en un plazo razonable receptada por el art. 7, inc. 5 de la Convención Americana de Derechos Humanos (cfr. entre otros fallos 54:264; 280; 297; 290:393; 300:642; 304:184; 305:1022; 307:1615; 324:3788). De allí que consideremos que la limitación de la libertad personal durante el proceso desvirtúa la naturaleza cautelar de la prisión preventiva, al convertirla en una verdadera pena anticipada, pues la aspiración social de que todos los culpables reciban pena presupone que se haya establecido previamente esa calidad. La detención o la prisión provisional, dice Bovino (op. Cit. pág.138) "no son penas ni deberán emplearse nunca para lograr fines que legítimamente corresponden al ámbito de las sanciones penales". En consecuencia es unánime el criterio de que la coerción procesal que representan este tipo de medidas sólo tiende a proteger la realización de fines procesales que pueden ser puestos en peligro. 1) cuando el imputado obstaculiza la averiguación de la verdad -entorpecimiento de la investigación- y 2) cuando se fuga o existe peligro de ello e impide la aplicación del derecho penal material. Ninguno de estos extremos se ha dado en el presente legajo pues la imputada siempre colaboró con la investigación y se puso a disposición de la justicia, tanto en la presente causa como y en la nº 984 que también tramita por ante este tribunal, como en la nº 1011 del TOF Nº 2. Y en lo que hace a la sentencia condenatoria que registra, dictada el 21 de mayo del 2004 por el TOF Nº 4 a la pena de tres años de prisión, por considerarla autora responsable del delito de enriquecimiento ilícito, lo cierto es que de acuerdo a la certificación practicada por la Actuaria, dicho fallo no se encuentra firme. Por lo demás en esos actuados la imputada goza de libertad, al igual que en el proceso que también tramita por ante este Tribunal - causa nº 984 - y siendo que en el día de ayer se dispuso su excarcelación en la causa nº 1011 del TOF Nº 2, este sería el único obstáculo que tendría para obtener su liberación anticipada, con el solo fundamento, como se opinó hasta ahora, de un pronóstico de condena anticipada de efectivo cumplimiento absolutamente desfavorable, sobre la base de una posible unificación de las eventuales condenas que recaigan, que como ya dijéramos contraría los más elementales principios constitucionales. A la luz de lo expuesto se tornan abstracto los planteos de inconstitucionalidad de la interpretación de las reglas contenidas en los arts.316 y 319 del ordenamiento adjetivo, formuladas también por la Asistencia Técnica, por cuanto además es doctrina constante en nuestro más Alto Tribunal que "la declaración de inconstitucionalidad de un precepto legal es un neto se suma gravedad Institucional, ya que las leyes debidamente sancionadas y promulgadas, eso es, dictada de acuerdo a los mecanismos previstos por la ley fundamental, gozan de una presunción de legitimidad que opera plenamente y que obliga a ejercer dicha atribución con sobriedad y prudencia, únicamente cuando la repugnancia de la norma con la cláusula constitucional sea manifiesta, clara e indudable b(Fallo 226.688, 242:73; 300:241 y 314:424). En consecuencia, concordamos plenamente con el, planteo de la Defensa de la imputada y tras la opinión favorable del fiscal, plasmada en el dictamen de fs. 31/34 cs. Que habremos de conceder la excarcelación de la imputada María Julia Alsogaray con el consecuente cese de la prisión preventiva que oportunamente se le impusiera. Y es que dado el estado procesal del presente expediente y su complejidad, no se avizora que en un tiempo cercano pueda fijarse fecha para la audiencia de debate con lo que en breve estaría de todas formas cumplido el término máximo de prisión preventiva según la ley 24.390 texto según ley 25.430. Por último, habremos de disentir con el representante de Ministerio Público en cuanto a la imposición de una cautela real, estimando suficiente imponerle una caución juratoria y la obligación de fijar residencia y comparecer mensualmente a esta sede hasta la materialización del debate oral y público, conforme lo dispone el art. 310 del C.P.P.N. Por lo tanto, en razón de lo expuesto y de conformidad con lo normado por los arts. 316 y 317 inc.1 del Código Procesal Penal de la nación, el tribunal, RESUELVE: I) CONCEDER LA EXCARCELACIÓN a MARÍA JULIA ALSOGARAY, de las demás condiciones personales obrantes en autos BAJO CAUCIÓN JURATORIA debiendo labrarse el acta correspondiente ante la Sra. Secretaria (arts. 317 Inc. 1, en función del art. 316, 321 y 325 del C.P.P.N.). II) IMPONER A LA NOMBRADA la obligación de fijar residencia y comparecer mensualmente a esta sede hasta la materialización del debate oral y público (art. 310 del C.P.P.N.). III) DISPONER LA INMEDIATA LIBERTAD de la encartada, la que se hará efectiva desde los estrados del Tribunal, para lo que deberán librarse los correspondientes oficios a la DUIA y a la Policía Federal. Notifíquese. Madueño - Bertola - Gordo