Batalla de Santa Roca 20 de Marzo de 1856 A principios de marzo de 1856, cuando la producción cafetalera se encontraba en plena expansión, Costa Rica debe enfrentar a los filibusteros y de esa manera ratificar su independencia. En Nicaragua desde la proclamación de la independencia en 1821, dos grupos se disputan a muerte el poder político: Los liberales de León y los conservadores de Granada. En 1854, el grupo de los liberales de León fue derrotado en las elecciones, por lo que sus partidarios recurrieron a la guerra civil y al auxilio extranjero para poder gobernar el país. Francisco Castellón, jefe liberal contrató a los filibusteros estadounidenses, con el objetivo de decidir esta lucha a su favor, pero no se dio cuenta del afán expansionista y la mala reputación con la que contaba su líder William Walker. Este último desembarca en 1855 en el Realejo, encabezando la llamada Falange Americana, los liberales no imaginaron jamás que estaban ante el hombre que llegaría a proclamarse Presidente y General en jefe del ejército nicaragüense. En el siglo XIX, Nicaragua atravesaba por problemas políticos, situación aprovechada por Willian Walker, estadounidense, con tendencias esclavistas, que se regía bajo la doctrina del "Destino Manifiesto" (El dominio de los países poderosos sobre los pequeños). Walker ofrece en Nicaragua su ayuda para solucionar los problemas logrando establecerse en ese país; sus verdaderas intenciones eran conquistar las cinco provincias de Centroamérica "Five or none". En Costa Rica, don Juan Rafael Mora Porras, Presidente de la República, adivina las intenciones del Walker y el 11 de marzo de 1856 le declara la guerra a Nicaragua y hace un llamado a los costarricenses para unirse a las armas; el cual es atendido. Al darse cuenta los filibusteros del movimiento que se estaba dando en nuestro país, envían tropas a cargo del coronel Schlessinger, lo cual dio los motivos suficientes para que el régimen filibustero se enardeciera y dictar, inmediatamente, un decreto en el cual le declaraba la guerra a Costa Rica; acto seguido el Departamento de Rivas fue declarado en estado de Campaña y se obligó a todos los habitantes a empuñar las armas contra el enemigo; las cuales ingresan a Costa Rica por el camino que unía Nicaragua con Liberia y que pasaba por la Hacienda Santa Rosa, sitio al cuál llegaron el 19 de marzo; ejército de Walker que invadió Costa Rica estaba integrado por franceses, alemanes y norteamericanos y ni un solo nicarangüense. Schlessinger tenía que saldar el agravio que se le había hecho en Costa Rica; como tenía buen conocimiento de Guanacaste se convirtió en el jefe ideal para los planes de Walker. El batallón estaba compuesto por menos de 300 hombres. Las tropas filibusteros iniciaron su marcha el 13 de marzo, salieron de la Virgen y continuaron la Vía del Tránsito, marcharon hacia San Juan del Su y llegaron pronto a la “La Flor”, cruzaron la frontera, arribaron a Salinas de Bolaños (actual puerto Soley) y allí atacaron una pequeña guarnición, que aniquilaron. Los costarricenses tuvieron que decidir entre el camino que conducía a la Hacienda El Pelón o el que llevaba a Santa Rosa. Toman la ruta del sendero de El Pelón, éste era un sitio defendible en caso de ataque del enemigo y había facilidad para el abastecimiento de agua. El camino hacia Santa Rosa y el 20 de marzo armados con rifles, sables y bayonetas. A la llegada de los filibusteros la Hacienda Santa Rosa pertenecía a Ramón Gómez, un cartaginés que la había comprado en 1849, por el monto de 4875 pesos. En la escritura se decía que la hacienda estaba constituida por 19 y media de caballerías, una cas, oficinas, corrales y 551 cabezas de ganado. El terreno de la hacienda era bastante plano, la casa era grande se encontraba en las faldas suroccidente de uno de los cerros más grandes, donde iba a ser el teatro de la acción militar. El ataque fue sorpresivo y decidido de los costarricenses, a las 4 de la tarde inician el ataque, obligó a los filibusteros a refugiarse en la casa, se atacó el ángulo noreste de la casa, donde había un nido de filibusteros, avanzó decididamente, rodeándolos, y catorce minutos después, la batalla concluyó con el triunfo de los costarricenses. A Schlessinger le llevaron ante la corte marcial, pero se les logro escapar. Santa Rosa brindó a los nacionales la confianza en la victoria final y fuerzas para llegar a Rivas y vencer de nuevo. El nombre de Santa Rosa señala hoy la decisión inquebrantable de derrotar y vencer todo poder extraño que pretenda mancillar su soberanía e independencia de Costa Rica. BIBLIOGRAFIA Fernández Guardia R. (1976). Cartilla histórica de Costa Rica. San José. Editorial Lehmann Historia de Costa Rica (1997). Hacia la formación del estado 1821-1870. San José, C.R. Editorial EIDOS. http://www.acguanacaste.ac.cr http://www.guiascostarica.com/cr11.htm