Lección de la Escuela Dominical Pastor Hispano, Enrique Gonzalez La Iglesia Trinidad Bautista Arlington, Texas 10 de Noviembre, 2013 Cristo la roca herida 20:1–13 Introducción: 1. La congregación había tenido sed antes (15.22) y Dios había suplido sus necesidades, pero como la gente de hoy, se olvidaron de la misericordia de Dios. 2. Después de todo, si estaban en el lugar a donde Dios los dirigía, era su responsabilidad cuidar de ellos. El pueblo criticó a Moisés y murmuró contra Dios, pecado contra el cual se nos advierte en 1 Corintios 10.1–12. 3. En realidad estaban «tentando al Señor» con su actitud, porque estaban diciendo que Dios no los cuidaba y que no los ayudaría. Con sus repetidas quejas sometían a prueba su paciencia. 4. Moisés ilustra lo que los cristianos que confían hacen en la hora de la prueba: acuden al Señor y le piden dirección (Stg 1.5). 5. El Señor le instruyó que tomara su vara y golpeara la roca y saldría agua. Esta roca es Cristo (1 Co 10.4) y el golpe a la roca habla de la muerte de Cristo en la cruz, donde Él sintió la vara de la maldición de la ley. (Fue la misma vara, como recordará, que se convirtió en serpiente, Éx 4.2–3 y que ayudó a traer las plagas sobre Egipto.) 6. El orden aquí es maravilloso: en el capítulo 16 tenemos el maná que ilustra la venida de Cristo a la tierra; en el capítulo 17 tenemos la roca golpeada, que muestra su muerte en la cruz. 7. El agua es un símbolo del Espíritu Santo, quien fue dado después de que Cristo fue glorificado (Jn 7.37–39). 8. Léase Números 20.1–13 para ver una segunda experiencia con la roca. 9. 10. 11. 12. 13. 14. I. Dios le ordenó a Moisés que le hablara a la roca, pero por decisión propia, la golpeó. Entonces, debido a este pecado, no se le permitió entrar en Canaán. Al golpear de nuevo la roca, Moisés arruinó el tipo: Cristo puede morir una sola vez. Véanse Romanos 6.9–10 y Hebreos 9.26–28. El Espíritu fue dado una sola vez, pero el creyente puede recibir plenitud adicional al pedírsela a Dios. Primera de Corintios 10.4 dice que los de Israel «bebían de la roca espiritual que los seguía». La interpretación de algunos es que la roca viajaba con los judíos por el desierto, pero esta explicación es improbable. 1 Corintios 10:3,4 y todos comieron el mismo alimento espiritual, y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo. la Roca en Éxodo y Números es un cuadro de Cristo. El pueblo no podía vivir sin agua, ni tampoco hoy podemos vivir sin el agua de la vida (Jn 4.13–14; 7.37–39). II. En la Biblia el agua para beber es un tipo del Espíritu Santo, quien viene al interior y satisface nuestra vida espiritual. III. El agua para lavarse es un tipo de la Palabra de Dios, que tiene poder limpiador (Jn 15.3; Ef 5.26). IV. Los hechos aquí contrastan con los de Éxodo 17. En el pasaje de Éxodo Dios le dijo a Moisés que golpeara la roca, lo que es un cuadro de la muerte del Señor en la cruz. Pero aquí se le dijo que le hablara, porque Cristo murió una sola vez. V. Todo lo que necesitamos ahora es pedir y Él dará de su Espíritu Santo (Jn 7.37–39). Cuando Moisés golpeó la roca usó la vara de Aarón y no la suya propia. Esta es la vara sacerdotal de la vida (Éx 17.1ss). VI. Esta es la explicación de por qué Moisés debía hablarle a la roca y no golpearla: Cristo nuestra roca ha resucitado de los muertos; es nuestro sumo Sacerdote viviente; y nos da las bendiciones espirituales que necesitamos conforme se las pedimos. VII. Una persona no tiene que salvarse una vez tras otra, ni tampoco el don del Espíritu Santo debe repetirse. Recibimos el Espíritu una sola vez cuando confiamos en Cristo; recibimos llenuras del Espíritu muchas veces conforme venimos a Cristo y se lo pedimos. VIII. La principal razón, sin embargo, por la que Dios juzgó a Moisés y le impidió entrar en la tierra prometida fue esta: se exaltó a sí mismo y no le dio la gloria a Dios. Al llamar al pueblo «rebeldes» y al decir: «¿Os hemos [Aarón y yo] de hacer salir aguas de esta peña?» (v. 10), Moisés no le daba a Dios la gloria debida a su Nombre. Fue una evidencia de orgullo e incredulidad (v. 12). El punto más fuerte de Moisés era su mansedumbre (12.3), sin embargo aquí es donde falló. Sin duda Pedro era un hombre valiente, pero fracasó precisamente en eso mismo cuando negó al Señor. A menos que glorifiquemos a Dios en todo lo que hacemos, Dios se enfrentará a nosotros y hará que perdamos las bendiciones que Él tiene planeadas para nosotros.