1 Instituto Bíblico Teológico “Dios Es Amor” Inscrito en el Ministerio del Poder Popular Para Relaciones Interiores y Justicia. Dirección General de Seguridad Jurídica e Instituciones Religiosas Bajo el Nro. 7.755. Rif.: J- 30950119-4 Facultad de Altos Estudios Teológicos Profesionales Facilitada y Orientada por el Dr. PHD Carlos Belizario www.ministeriodiosesamor.net.ve Correo: [email protected] Telf.: (0424)-848.52.17; (0281)-277.23.93 APÓSTOLES DR. CARLOS BELIZARIO Y DRA. ROSA DE BELIZARIO DIRECTORES GENERALES LIC001- ETICA Nombre y Apellido: __________________________ Telf.:___________________ 2 CONTENIDO Introducción…………………………………………………………………………………………………………………………..4 I. Principios éticos………….………………………..…………………………….……………………..5 Prudencia, placer o poder…………………………..……………………………..……….5 Historia………………………………………………………………….…………………………..6 II. La temprana ética griega…………………………….………….……………………………….…6 III. Escuelas griegas de ética…………………………………………………………….………….….7 Estoicismo…………………………………………..……………………………………………..9 Epicureísmo…………………………………………………..…………………………..…….10 IV. Ética cristiana……………………………….………………...………………………….…………..11 V. Ética de los padres de la iglesia…………………………………………………………….…12 VI. Ética y penitencia………………………………………………………….………………………..13 VII. Ética después de la reforma………………………………………………………..…..……..13 VIII. Filosofías éticas anteriores al darwinismo…………………………………………………….14 IX. Utilitarismo…………………………………….…………………………………………………………….15 X. Ética hegeliana…………………………….…………………………………………………………..…..16 XI. Ética a partir de Darwin…………………………………………………………………………..……16 XII. Hedonismo…………………………….………………………..…………………………………………..17 XIII. Felicidad y virtud……………………………………………...……………………………………..…..18 XIV. Virtud y Placer……………………………………………..….……………………………………………18 XV. Ética actual……………………………………………………….………………………………….……….19 Ser en sí y concebir para sí………………………………………………………….….……20 El deseo de razonar…………………………………………………….……………….………22 El deseo del deseo……………………………………………………………………………….23 XVI. Ética moral del ministro………………………………………………………………………..………24 XVII. Ética a priori y a posteriori…………………………………….….…………………………....26 Actividad ó Tarea delegada: Desafío La Gran Comisión…………………………………………………………28 3 INTRODUCCION La palabra Ética viene del griego ethika, de ethos, comportamiento, costumbre, principios o pautas de la conducta humana, a menudo y de forma impropia llamada moral (del latín mores, 'costumbre') y por extensión, el estudio de esos principios a veces llamado filosofía moral. Este artículo se ocupa de la ética sobre todo en este último sentido y se concreta al ámbito de la civilización occidental, aunque cada cultura ha desarrollado un modelo ético propio. Al tratarse de denominación, cada una de ellas también tiene su método propio que debe ser respetado. La ética, como una rama de la filosofía, está considerada como una ciencia normativa, porque se ocupa de las normas de la conducta humana, y para distinguirse de las ciencias formales, como las matemáticas y la lógica, y de las ciencias empíricas, como la química y la física. Las ciencias Empíricas sociales in embargo, incluyendo la psicología chocan en algunos puntos con los intereses de la ética ya que ambas estudian la conducta social. Por ejemplo, las ciencias sociales a menudo procuran determinar la relación entre principios éticos particulares y la conducta social, por ejemplo las ciencias sociales a menudo procuran determinar la relación entre principios éticos particulares y la conducta social, e investigar las condiciones culturales que contribuyen a la formación de esos principios. 4 I. PRINCIPIOS ÉTICOS Los filósofos han intentado determinar la bondad en la conducta de acuerdo con dos principios fundamentales y han considerado algunos tipos de conducta buenos en sí mismos o buenos porque se adaptan a un modelo moral concreto. El primero implica un valor final o súmmum bonum, deseable en sí mismo y no sólo como un medio para alcanzar un fin. En la historia de la ética hay tres modelos de conducta principales, cada uno de los cuales ha sido propuesto por varios grupos o individuos como el bien más elevado: la felicidad o placer; el deber, la virtud o la obligación y la perfección, el más completo desarrollo de las potencialidades humanas. Dependiendo del marco social, la autoridad invocada para una buena conducta es la voluntad de una deidad, el modelo de la naturaleza o el dominio de la razón. Cuando la voluntad de una deidad es la autoridad, la obediencia a los mandamientos divinos o a los textos bíblicos supone la pauta de conducta aceptada. Si el modelo de autoridad es la naturaleza, la pauta es la conformidad con las cualidades atribuidas a la naturaleza humana. Cuando rige la razón, se espera que la conducta moral resulte del pensamiento racional. Prudencia, Placer O Poder Algunas veces los principios elegidos no tienen especificado su valor último, en la creencia de que tal determinación es imposible. Esa filosofía ética iguala la satisfacción en la vida con prudencia, placer o poder, pero se deduce ante todo de la creencia en la doctrina ética de la realización natural humana como el bien último. Una persona que carece de motivación para tener una preferencia puede resignarse a aceptar todas las costumbres y por ello puede elaborar una filosofía de la prudencia. Esa persona vive, de esta forma, de conformidad con la conducta moral de la época y de la sociedad. El hedonismo es la filosofía que enseña que el bien más elevado es el placer. El hedonista tiene que decidir entre los placeres más duraderos y los placeres más intensos, si los placeres 5 presentes tienen que ser negados en nombre de un bienestar global y si los placeres mentales son preferibles a los placeres físicos. Una filosofía en la que el logro más elevado es el poder puede ser resultado de una competición. Como cada victoria tiende a elevar el nivel de la competición, el final lógico de una filosofía semejante es un poder ilimitado o absoluto. Los que buscan el poder pueden no aceptar las reglas éticas marcadas por la costumbre y, en cambio, conformar otras normas y regirse por otros criterios que les ayuden a obtener el triunfo. Pueden intentar convencer a los demás de que son morales en el sentido aceptado del término, para enmascarar sus deseos de conseguir poder y tener la recompensa habitual de la moralidad. Historia Desde que los hombres viven en comunidad, la regulación moral de la conducta ha sido necesaria para el bienestar colectivo. Aunque los distintos sistemas morales se establecían sobre pautas arbitrarias de conducta, evolucionaron a veces de forma irracional, a partir de que se violaran los tabúes religiosos o de conductas que primero fueron hábito y luego costumbre, o asimismo de leyes impuestas por líderes para prevenir desequilibrios en el seno de la tribu o la congregación. Incluso las grandes civilizaciones clásicas egipcia y sumeria desarrollaron éticas no sistematizadas, cuyas máximas y preceptos eran impuestos por líderes seculares como Ptahhotep, y estaban mezclados con una religión estricta que afectaba a la conducta de cada egipcio o cada sumerio. En la China clásica las máximas de Confucio fueron aceptadas como código moral. Los filósofos griegos, desde el siglo VI a.C. en adelante, teorizaron mucho sobre la conducta moral, lo que llevó al posterior desarrollo de la ética como una filosofía. II. LA TEMPRANA ÉTICA GRIEGA En el siglo VI a.C. el filósofo heleno Pitágoras desarrolló una de las primeras reflexiones morales a partir de la misteriosa religión griega del orfismo. En la creencia de que la naturaleza intelectual es superior a la naturaleza sensual y que la mejor vida es la que está dedicada a la disciplina mental, fundó una orden semirreligiosa con leyes que hacían hincapié en la sencillez 6 en el hablar, el vestir y el comer. Sus miembros ejecutaban ritos que estaban destinados a demostrar sus creencias religiosas. En el siglo V a.C. los filósofos griegos conocidos como sofistas, que enseñaron retórica, lógica y gestión de los asuntos públicos; se mostraron escépticos en lo relativo a sistemas morales absolutos. El sofista Protágoras enseñó que el juicio humano es subjetivo y que la percepción de cada uno sólo es válida para uno mismo. Gorgias llegó incluso al extremo de afirmar que nada existe, pues si algo existiera los seres humanos no podrían conocerlo; y que si llegaban a conocerlo no podrían comunicar ese conocimiento. Otros sofistas, como Trasímaco, creían que la fuerza hace el derecho. Sócrates se opuso a los sofistas. Su posición filosófica, representada en los diálogos de su discípulo Platón, puede resumirse de la siguiente manera: la virtud es conocimiento; la gente será virtuosa si sabe lo que es la virtud, y el vicio, o el mal, es fruto de la ignorancia. Así, según Sócrates, la educación como aquello que constituye la virtud puede conseguir que la gente sea y actúe conforme a la moral. III. ESCUELAS GRIEGAS DE ÉTICA La mayoría de las escuelas de filosofía moral griegas posteriores surgieron de las enseñanzas de Sócrates. Cuatro de estas escuelas fueron creadas por sus discípulos inmediatos: los cínicos, los cirenaicos, los megáricos (escuela fundada por Euclides de Megara) y los platónicos. Los cínicos, en especial el filósofo Antístenes, afirmaban que la esencia de la virtud, el bien único, es el autocontrol, y que esto se puede inculcar. Los cínicos despreciaban el placer, que consideraban el mal si era aceptado como una guía de conducta. Juzgaban todo orgullo como un vicio, incluyendo el orgullo en la apariencia, o limpieza. Se cuenta que Sócrates dijo a Antístenes: "Puedo ver tu orgullo a través de los agujeros de tu capa" Los cirenaicos, sobre todo Aristipo de Cirene, eran hedonistas y creían que el placer era el bien mayor (en tanto en cuanto no dominara la vida de cada uno), que ningún tipo de placer es superior a. otro y, por ello, que sólo es mensurable en grado y duración. 7 Los megáricos, seguidores de Euclides, propusieron que aunque el bien puede ser llamado sabiduría, Dios o razón, es 'uno' y que el Bien es el secreto final del Universo que sólo puede ser revelado mediante el estudio lógico. Según Platón, el bien es un elemento esencial de la realidad. El mal no existe en sí mismo, sino como reflejo imperfecto de lo real, que es el bien., En sus Diálogos. (Primera mitad del siglo IV a.C.) mantiene que la virtud humana descansa en la aptitud de una persona para llevar a cabo su propia función en el mundo. El alma humana está compuesta por tres elementos el intelecto, la voluntad y la emoción, cada uno de los cuales poseen una virtud específica en la persona buena y juega un papel específico. La virtud del intelecto es la sabiduría, o el conocimiento de los fines de la vida; la de la voluntad es el valor, la capacidad de actuar, y la de las· emociones es la templanza, o el autocontrol. La virtud última, la justicia, es la relación armoniosa entre todas las demás, cuando cada parte del alma cumple su tarea' apropiada y guarda el lugar que le corresponde. Platón mantenía que el intelecto ha de ser el soberano, la voluntad figuraría en segundo lugar y las emociones en el tercer estrato, sujetas al intelecto y a la voluntad. La persona justa, cuya vida está guiada por este orden, es por lo tanto una persona buena. Aristóteles, discípulo de Platón, consideraba la felicidad como la meta de la vida. En su principal obra sobre esta materia, Ética a Nicómaco (finales del siglo IV a.C.), definió la felicidad como una actividad que concuerda con la naturaleza específica de la humanidad; el placer acompaña a esta actividad pero no es su fin primordial. La felicidad resulta del único atributo humano de la razón, y funciona en armonía con las facultades humanas. Aristóteles mantenía que las virtudes son en esencia un conjunto de buenos hábitos y que para alcanzar la felicidad una persona ha de desarrollar dos tipos de hábitos: los de la actividad mental, como el del conocimiento, que conduce a la más alta actividad humana, la contemplación, y aquéllos de la emoción práctica y la emoción, como el valor. Las virtudes morales son hábitos de acción que se ajustan al término medio, el principio de moderación, y han de ser flexibles debido a las diferencias entre la gente y a otros factores condicionantes. Por ejemplo, lo que uno puede comer depende del tamaño, la edad y la ocupación. 8 En general, Aristóteles define el término medio como el estado virtuoso entre los dos extremos de exceso e insuficiencia; así, la generosidad, una virtud, es el punto medio entre el despilfarro y la tacañería. Para Aristóteles, las virtudes intelectuales y morales son sólo medios destinadas a la consecución de' la felicidad, que es el resultado de la plena realización del potencial humano. ESTOICISMO La filosofía del estoicismo se desarrolló en torno al 300 a.C. durante los periodos helenístico y romano. En Grecia los principales filósofos estoicos fueron Zenón de Citio, Cleantes y Crisipo de Soles. En Roma el estoicismo resultó ser la más popular de las filosofías griegas y Cicerón fue, entre los romanos ilustres, uno de los que cayó bajo su influencia. Sus principales representantes, durante el periodo romano fueron el filósofo griego Epicteto y el emperador y pensador romano Marco Aurelio. Según los estoicos, la naturaleza es ordenada y racional, y sólo puede ser buena una vida llevada en armonía con la naturaleza. Los filósofos estoicos, sin embargo, también se mostraban de acuerdo en que como la vida está influenciada por circunstancias materiales el individuo tendría que .intentar ser todo lo independiente posible de tales ·condicionamientos. La práctica de algunas virtudes cardinales, como la prudencia, el valor, la templanza y la justicia, permite alcanzar la· independencia conforme el espíritu del lema de los estoicos, "Aguanta y renuncia". De ahí, que la palabra estoico haya llegado a significar fortaleza frente a la dificultad. Tanto los estoicos como de igual manera los epicúreos eran ampliamente reconocidos en la época de la vida de San Pablo. De acuerdo a lo expresado en el libro de Los Hechos 17:18 "Algunos filósofos de los epicúreos. Estos eran los seguidores de Epicuro, que ni reconocían a los dioses sino nominalmente, y negaban absolutamente que ejercieran algún dominio sobre el mundo o sus habitantes: y afirmaban que el bien supremo consistía en la gratificación de los apetitos sensuales. Y de los estoicos. Estos no negaban' la existencia de los dioses. Pero sostenían que todos los asuntos humanos erar: gobernados por la suerte. No creían que ningún bien se recibiera de manos de sus dioses; y consideraban, como afirma Séneca, que todo hombre bueno y sabio era igual al propio Júpiter. Ambas sextas negaban la resurrección del cuerpo, y la primera no creía en la inmortalidad del alma. E'pcuro, el fundador de la sexta de los epicúreos, nació en Atenas, en el 341 a. de J.C. Zenón, el fundador de la sexta de los estoicos, nació en la isla de Chipre, unos 9 treinta años antes de Cristo. Sus discípulos eran llamados estoicos por la estoa, un famoso pórtico de Atenas donde estudiaban. Cuando ambos grupos, los seguidores de Zenón y los seguidores de Epicuro escucharon predicar a San Pablo, dijeron: ¿Qué querrá decir este palabrerío? La palabra que traducimos palabrerío significa literalmente "Recolectar de semilla" y es el "nombre de un pajarilla que vive recogiendo semillas en los caminos". El epíteto se aplicaba a las personas que recogían los dichos de otros, sin orden ni método, y los repetían de la misma manera entre sus compañeros. También dijeron: ¿Será este un predicador de nuevos dioses?"" ¿De demonios extraños o extranjeros?" La razón de su pregunta era, porque esto estaba prohibido tanto en roma como en Atenas (Véase Hechos 16:21). En la teología pagana había diferencia entre dios y demonio. Los theoi eran los que por naturaleza eran dioses; mientras que los daimonia eran hombres deificados. Esta distinción parecía estar en la mente de aquellos filósofos cuando dicen que los apóstoles parecen predicadores de "demonios extraños", pues les predicaban a Jesús mostrándolo como un hombre que sufría y moría pero después se elevaba al trono de Dios. Esto les parecería equivalente a la edificación de los héroes que habían sido honrados de esa manera por sus servicios especiales a la humanidad. EPICUREÍSMO En los siglos IV y 111a.C., el filósofo griego Epicuro desarrolló un sistema de pensamiento, más tarde llamado epicureísmo, que identificaba la bondad más elevada con el placer, sobre todo el placer intelectual y, al igual que el estoicismo, abogó por una vida moderada, incluso ascética, dedicada a la contemplación. El principal exponente romano del epicureísmo fue el poeta y filósofo- Lucrecio, cuyo poema De rerum natura (De la naturaleza de las cosas), escrito hacia la mitad del siglo I a.C., combinaban algunas ideas derivadas de las doctrinas cosmológicas del filósofo griego Demócrito con otras derivadas de la ética de Epicuro. Los epicúreos buscaban alcanzar el placer manteniendo un estado de serenidad, es decir, eliminando todas las preocupaciones de carácter emocional. Consideraban las creencias y prácticas religiosas perniciosas porque preocupaban al individuo con pensamientos perturbadores sobre la muerte y la incertidumbre de la vida después de ese tránsito. Los epicúreos mantenían también que es mejor posponer el placer inmediato con el objeto de alcanzar una satisfacción más segura y 10 duradera en el futuro; por lo tanto, insistieron en que la vida buena lo es en cuanto se halla regulada por la autodisciplina. IV. ÉTICA CRISTIANA Los modelos éticos de la edad clásica fueron aplicados a las clases dominantes, en especial en Grecia. Las mismas normas no se extendieron a los no griegos, que eran llamados barbaroi (bárbaros), un término que adquirió connotaciones peyorativas. En cuanto a los esclavos, la actitud hacia los mismos puede resumirse en la calificación de 'herramientas vivas' que le aplicó Aristóteles. En parte debido a estas razones, y una vez que decayeron las religiones paganas, las filosofías contemporáneas no consiguieron ningún refrendo popular y gran parte del atractivo del cristianismo se explica por la extensión de la' ciudadanía moral a todos, incluso a los esclavos. El advenimiento del cristianismo marcó' una revolución en la ética, al introducir una concepción religiosa de lo bueno en el pensamiento occidental. Según la idea cristiana una persona es dependiente por entero de Dios y no puede, alcanzar la bondad por medio de la voluntad o de la inteligencia, sino tan sólo con la ayuda de la gracia de Dios. La primera idea ética cristiana descansa en la regla de oro: "Lo que quieras que los hombres te hagan a ti, hacedlo con ellos”; en el mandato de amar al prójimo como a uno mismo e incluso a los enemigos y en las palabras de Jesús: "Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios". Jesús creía que el principal significado de la ley judía descansa en el mandamiento "amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza y con toda tu mente, y a tu prójimo como a ti mismo" (Lucas. 10,27). El cristianismo primigenio realzó como virtudes el ascetismo, el martirio, la fe, la misericordia, el perdón, el amor no erótico, que los filósofos clásicos de Grecia y Roma apenas habían considerado importantes. 11 V. ÉTICA DE LOS PADRES DE LA IGLESIA Uno de los puntos fuertes de la ética cristiana fue la oposición al maniqueísmo, una religión de origen persa que mantenía que el bien y el mal (la luz y la sombra) eran fuerzas opuestas que luchaban por el dominio absoluto. El maniqueísmo tuvo mucha aceptación en los siglos 111 y IV d.C. San Agustín, considerado como el fundador de la teología cristiana, fue maniqueo en su juventud pero abandonó este credo después de recibir la influencia del pensamiento de Platón. Tras su conversión al cristianismo en el 387, intentó integrar la noción platónica con el concepto cristiano de la bondad como un atributo de Dios, y el pecado como la caída de Adán, de cuya culpa una "persona está redimida -por la gracia de Dios. La creencia maniqueísta en el diablo persistió, sin embargo, como se puede ver en la convicción de san Agustín en la maldad intrínseca de la naturaleza humana. Esta actitud pudo reflejar su propio sentido de culpabilidad, por los excesos que había cometido en la adolescencia y puede justificar el énfasis que puso la primera doctrina moral cristiana sobre la castidad y el celibato. Durante la edad media tardía, los trabajos de Aristóteles, a los que" se pudo acceder a través de los textos y comentarios preparados por estudiosos árabes, tuvieron una fuerte influencia en el pensamiento europeo. Al resaltar- el conocimiento empírico en comparación con la revelación, el aristotelismo amenazaba la autoridad intelectual de la Iglesia. El teólogo cristiano santo Tomás de Aquino consiguió, sin embargo, armonizar el aristotelismo con la autoridad católica al admitir la verdad del sentido de la experiencia pero manteniendo que está completa la verdad de la fe. La gran autoridad intelectual de Aristóteles se puso así al servicio de la autoridad de la Iglesia, y la lógica aristotélica acabó por apoyar los conceptos agustinos del pecado original y de la redención por medio de la gracia divina. Esta síntesis representa la esencia de la mayor obra de Tomás de Aquino, Summa Theologiae (1265-1273). 12 VI. ÉTICA Y PENITENCIA Conforme la Iglesia medieval se hizo más poderosa, se desarrolló un modelo de ética que aportaba el castigo para el pecado y la recompensa de la inmortalidad para premiar la virtud. Las virtudes más importantes eran la humildad, la continencia, la benevolencia y la obediencia; la espiritualidad, o la bondad de espíritu, era indispensable para la moral. Todas las acciones, tanto las buenas como las malas, fueron clasificadas por la Iglesia y se instauró un sistema de penitencia temporal como expiación de los pecados. Las creencias éticas de la Iglesia medieval fueron recogidas en literatura en la Divina Comedia de Dante, que estaba influenciada por las filosofías de Platón, Aristóteles y santo Tomás, de Aquino. En la sección de la Divina Comedia titulada 'Infierno' I Dante clasifica el pecado bajo tres grandes epígrafes, cada uno de los cuales tenía más subdivisiones. En un orden creciente ¡de pecado colocó los de incontinencia (sensuales o emocionales), de violencia o brutalidad (de la voluntad), y de fraude o malicia (del intelecto). Las tres facultades del alma de Platón son repetidas así en su orden jerárquico original, y los pecados son considerados como perversiones de una u otra de las tres facultades. VII. ÉTICA DESPUÉS DE LA REFORMA La influencia de las creencias y prácticas éticas cristianas disminuyó durante el renacimiento. La Reforma protestante provocó un retorno general a los principios básicos dentro de la tradición cristiana, cambiando el énfasis puesto en algunas ideas e introduciendo otras nuevas. Según Martín Lutero, la bondad de espíritu es la esencia, de la piedad cristiana. Al cristiano se· le exige una conducta moral o la realización de actos buenos, pero la justificación, o la salvación, viene sólo por la fe. El propio Lutero había contraído matrimonio y el celibato dejó de ser obligatorio para el clero protestante. El teólogo evangélico francés y reformista religioso Juan Calvino aceptó la doctrina teológica de que la salvación se obtiene sólo por la fe y mantuvo también la doctrina agustina del pecado original. Los puritanos eran calvinistas y se adhirieron a la defensa que hizo Calvino de la sobriedad, la diligencia, el ahorro y la ausencia de ostentación; para ellos la contemplación era 13 holgazanería y la pobreza era o bien castigo por el pecado o bien la evidencia de que no se estaba en gracia de Dios. Los puritanos creían que sólo los elegidos podrían alcanzar la salvación. Se consideraban a sí mismos elegidos, pero no podían estar seguros de ello hasta que no hubieran recibido una señal. Creían que su modo de vida era correcto en un plano ético y que ello comportaba la prosperidad mundana. La prosperidad fue aceptada pues como la señal que esperaban. La bondad se asoció a la riqueza y la pobreza al mal. No lograr el éxito en la profesión de cada uno pareció ser un signo claro de que la aprobación de Dios había sido negada. La conducta que una vez se pensó llevaría a la santidad, llevó a los descendientes de los puritanos a la riqueza material. En general, durante la Reforma la responsabilidad individual se consideró más importante que la obediencia a la autoridad o a la tradición. Este cambio, que de una forma indirecta provocó el desarrollo de la ética secular moderna, se puede apreciar en De iure belli et pacis (La ley de la . guerra y la paz, 1625) realizado por el jurista, teólogo y estadista holandés Hugo Gracia. Aunque esta obra apoya algunas de las doctrinas de santo Tomás de Aquino, se centra más en las obligaciones políticas y civiles de la gente dentro del espíritu de la ley romana clásica. Gracia afirmaba que la ley natural es parte de la ley divina y se funda en la naturaleza humana, que muestra· un deseo por lograr la asociación pacífica con los demás y una tendencia a seguir los principios generales en la conducta. Por ello, la sociedad está basada de un modo armónico en la ley natural. VIII. FILOSOFÍAS ÉTICAS ANTERIORES AL DARWINISMO Durante el siglo XVIII, los filósofos británicos David Hume, en Ensayos morales y políticos (17411742), y Adam Smith, autor de la teoría económica del laissez-faire, en su Teoría de los sentimientos morales (1759), formularon modelos éticos del mismo modo subjetivo. Identificaron lo bueno con aquello que produce sentimientos de satisfacción y lo malo con lo que provoca dolor. Según Hume y Smith, las ideas de moral e interés público provocan sentimientos de simpatía entre personas que tienden las unas hacia las· otras incluso cuando no están unidas por lazos de parentesco u otros lazos directos. 14 El filósofo y novelista francés Jean-Jacques Rousseau, en su Contrato social (1762), aceptó la teoría de Hobbes de una sociedad regida por las cláusulas de un contrato social. En su novela Emilio o la educación (1762) y en otras obras, sin embargo, atribuía el mal ético a las inadaptaciones sociales y mantuvo que los humanos eran buenos por naturaleza. El anarquista, filósofo, novelista y economista político británico William Godwin llevó esta convicción hasta su extremo lógico en su Ensayo sobre la justicia política (1793), que rechazaba todas las instituciones sociales, incluidas las del Estado, sobre la base de que su simple existencia constituye la fuente del mal. Una mayor aportación a la ética fue hecha a finales del siglo XVIII por el filósofo alemán Immanuel Kant en su Fundamentación de la metafísica de las costumbres (176.5). Según Kant, no importa con cuánta inteligencia actúe el individuo, los resultados de las acciones humanas están sujetos a accidentes y circunstancias; por lo tanto, la moralidad de un acto no tiene que ser juzgada por sus consecuencias sino sólo por su motivación ética. Sólo en la intención radica lo bueno, ya que es la que hace que una persona obre, no a partir de la inclinación, sino desde la obligación, que está basada en un principio general que es el bien en sí mismo. Como principio moral último, Kant volvió a plantear el término medio en una forma lógica: "Obra como si la máxima de tu acción pudiera ser erigida, por tu voluntad, en ley universal de la naturaleza". Esta regla es denominada imperativo categórico, porque es general y a la vez encierra un mandato. Kant insistió en que uno ha de tratar a los demás como si fueran "en cada caso un fin, y nunca sólo un medio". IX. UTILITARISMO La doctrina ética y política conocida como utilitarismo fue formulada por el británico Jeremy 8entham hacia finales del siglo XVIII y más tarde comentada por el también filósofo y británico James Mili y su hijo John Stuart MilI. En su Introducción a los principios de la moral y la legislación (1789), Bentham explicó el principio de utilidad como el medio para contribuir al aumento de la felicidad de la comunidad. Creía que todas las acciones humanas están motivadas por un deseo de obtener placer y evitar el sufrimiento. Al ser el utilitarismo un hedonismo universal, y no un hedonismo egoísta como podría interpretarse el epicureísmo, su bien más elevado consiste en alcanzar la mayor felicidad para el mayor número de personas. 15 X. ÉTICA HEGELIANA En La filosofía del Derecho (1821), el filósofo alemán Georg Wilhelm Friedrich Hegel aceptó el imperativo categórico de Kant, pero lo enmarcó en una teoría universal evolutiva donde toda la historia está contemplada como una serie de etapas encaminadas a la manifestación de una realidad fundamental que es tanto espiritual como racional. La moral, según Hegel, no es el resultado de un contrato social, sino un crecimiento natural que surge en la familia y culmina, en un plano histórico y político, en el Estado prusiano de su tiempo. "La· historia del mundo, escribió, es disciplinar la voluntad natural incontrolada, llevarla a la obediencia de un principio universal y facilitar una libertad subjetiva". El filósofo y teólogo danés Soren Kierkegaard reaccionó con fuerza en contra del modelo de Hegel. En O lo Uno o lo Otro (1843), Kierkegaard manifestó su mayor preocupación ética, el problema de la elección. Creía que modelos filosóficos como el de Hegel ocultan este problema crucial al presentarlo como un asunto objetivo con una solución universal, en vez de un asunto subjetivo al que cada persona tiene que enfrentarse de .manera individual. La propia elección de Kierkegaard "fue vivir sometido a la ética cristiana. Su énfasis en la necesidad de la elección tuvo influencia en algunos filósofos relacionados con el movimiento conocido como existencialismo, tanto como con algunos filósofos críticos, cristianos y judíos XI. ÉTICA A PARTIR DE DARWIN El desarrollo científico que más afectó a la ética después de Newton fue la teoría de la evolución presentada por Charles Darwin. Los hallazgos de Darwin facilitaron soporte documental al modelo, algunas veces denominado ética evolutiva, término aportado por el filósofo británico Herbert Spencer, según el cual la moral es sólo el resultado de algunos hábitos adquiridos por la humanidad a lo largo de la evolución. El filósofo alemán Friedrich Nietzsche dio una explicación asombrosa pero lógica de la tesis darwinista acerca de que la selección natural es una ley básica de la naturaleza. Según Nietzsche, la llamada conducta moral es necesaria tan sólo para el débil. La conducta moral en particular la defendida por el judeocristianismo, que según él es una doctrina esclava- tiende a permitir que el débil impida la autorrealización del fuerte. De acuerdo con Nietzsche, toda acción tendría que estar orientada al desarrollo del individuo superior, su 16 famoso Übermensch ('superhombre'), que será capaz de realizar y cumplir las más nobles posibilidades de la existencia. Nietzsche encontró que este ser ideal quedaba ejemplificado en los filósofos griegos clásicos anteriores a Platón y en jefes militares como Julio César y Napoleón. En oposición al concepto de lucha despiadada e incesante como fundamento de la ley rectora de la naturaleza, el anarquista y filósofo ruso Piotr Alexéievich, príncipe Kropotkin, entre otros, presentó estudios de conducta animal en la naturaleza demostrando que existía la ayuda mutua. Kropotkin afirmó que la supervivencia de las especies se mantiene a través de la ayuda mutua y que los humanos han alcanzado la primacía entre los animales a lo largo de la evolución de las especies mediante su capacidad para la asociación y la cooperación. Kropotkin expuso sus ideas en una serie de trabajos, entre ellos Ayuda mutua, un factor en la evolución (1890-1902) y Ética, origen y desarrollo (publicado después de su muerte en 1924). En la creencia de que los gobiernos se basan en la, fuerza y que si son eliminados el instinto de cooperación de la gente llevaría de forma espontánea hacia la implantación natural de un orden cooperativo, Kropotkin defendió el anarquismo. Los antropólogos han aplicado los principios evolutivos al estudio de las sociedades y las culturas humanas. Estos análisis han vuelto a subrayar los distintos conceptos del bien y del mal planteados por diferentes sociedades; por lo tanto, se creía que la mayoría de esos conceptos tenía un valor más relativo que universal. De entre los conceptos éticos basados en un enfoque antropológico resaltan los del antropólogo finlandés Edvard A. Westermarck en Relatívidad ética (1932). XII. HEDONISMO En la filosofía occidental, se aplica este término para referirse a la doctrina según la cual el placer es el único o el principal bien de la vida, y su búsqueda" el fin ideal de la conducta. Se formularon dos importantes teorías hedonistas en la antigua Grecia. Los cirenaicos, o hedonismo egoísta, abrazaban una doctrina en que la satisfacción de los deseos personales inmediatos, sin tener en cuenta a otras personas, se consideraba el supremo fin de la existencia. El conocimiento, de acuerdo con los cirenaicos, pertenece a las efímeras sensaciones del momento, y por lo tanto es inútil formular un sistema de valores morales donde la conveniencia de los placeres presentes es sopesada frente al dolor que pueden causar en el futuro. De forma 17 diferente ·al hedonismo egoísta, los epicúreos, o hedonistas racionales, sostengan que el placer verdadero es alcanzable tan solo por la razón. Hacían hincapié en las virtudes del dominio de sí mismo y de la prudencia. Estas dos corrientes sobrevivieron sin cambios trascendentales hasta los tiempos modernos. En los siglos XVIII y XIX 19S filósofos británicos Jeremy Bentham, James Mili y John Stuart Mili propusieron la doctrina del hedonismo universal, más conocido como utilitarismo. De acuerdo con esta teoría, el criterio final del comportamiento humano es el bien social, y el principio que guía la conducta moral individual es la lealtad a aquello que proporciona y favorece el bienestar del mayor número de personas. XIII. FELICIDAD Y VIRTUD Para Aristóteles, aunque la opinión general coincide en que la felicidad constituye el "bien supremo", a la hora de definirla cada uno manifiesta su punto de vista. La felicidad del ser humano en la ciudad ("el animal político") es colectiva. Es lo "que basta al hombre para ser feliz". El bien es, pues, el fin último de nuestras acciones y consiste en "una actividad del alma en consonancia con la virtud". Aristóteles exponía que lo propio del ser humano, su función natural, es "una cierta vida práctica de la parte racional del alma" a la que se refieren las Virtudes intelectuales (como la prudencia y la sabiduría) adquiridas por el aprendizaje y la experiencia. La otra parte, la de los apetitos del alma, se somete a las razones de la primera: son las virtudes morales (valentía, moderación y justicia, por ejemplo) adquiridas por el hábito y vinculadas a ella. La virtud es el hábito de "decidir preferentemente [...] un justo medio, relativo a nosotros y determinado racionalmente como lo haría el hombre prudente". El deseo de lograr nuestros fines es lo que establece nuestro razonamiento. Del mismo modo, "el dominio de sí mismo" frente a las pasiones (sensaciones y emociones) forma parte de la virtud para alcanzar el "justo medio" (por ejemplo, el valor es un "justo medio" entre la cobardía y la temeridad). De esta forma, Aristóteles evoca la justicia, que es "una cualidad moral que obliga a los seres humanos a practicar cosas justas". Los derechos, 18 diferentes según el país, dependen de la voluntad de los seres humanos y de la forma de su gobierno, pero la equidad es superior a la justicia que corrige. XIV. VIRTUD Y PLACER Si la virtud depende de un acto voluntario, entonces la prudencia se convierte en un criterio. Es tan necesaria, en la búsqueda de la virtud, como la moderación y la educación de la parte del alma que alberga el deseo. Alguien es inmoderado por ignorancia o por falta de dominio de sí mismo, sobre todo frente al placer que todos buscamos, al tiempo que huimos del sufrimiento. El filósofo griego constata y afirma que el placer es actividad y fin, y puede ser considerado a su vez como el bien supremo. Para Aristóteles, la amistad crea el vínculo social, y la más auténtica es la que se funda en la igualdad. Se considera al amigo como otro uno-mismo y es porque nos amamos a nosotros mismos por lo que podemos hacer el bien a nuestro alrededor identificándonos con el prójimo. Si la virtud lleva a la acción, el placer la consuma: Aristóteles consigue así conciliar en la acción las virtudes y el placer. Sin embargo, la felicidad de los sabios se halla en otro lugar: en el placer puro que ofrece la contemplación de lo divino y en la búsqueda de la inmortalidad. Los demás se limitarán a la política para vivir bien en la ciudad. XV. ÉTICA ACTUAL Ética, obra escrita por el filósofo holandés Baruch Spinoza. Fue publicada en 1677, poco después de su muerte, incluida con otros escritos póstumos en un volumen titulado Opera posthuma (Obra póstuma), en el que sólo figuraban las iníciales de su nombre. Spinoza redactó durante cerca de 15 años este escrito, cuyo título completo era Ética demostrada según el orden geométrico (título original: Ethica ordine geometrico demonstrata). Consta de cinco partes, cada una de las cuales está dividida en definiciones, axiomas y proposiciones. Estas últimas dan lugar a demostraciones (que' son "ojos de la mente por los cuales percibimos"), y a escolios y corolarios, escritos en un estilo menos forzado y a menudo polémico. El racionalismo de Spinoza se revela así en la selección de un discurso redactado como un vasto silogismo, de manera que 19 todo el edificio de las proposiciones subsecuentes de la Ética se deduce de sus premisas. "Descartes ha comenzado por la mente; yo comienzo por Dios". Ser En Sí Y Concebir Para Sí La primera parte, titulada De deo (De Dios), comienza con la definición de la causa en sí (causa SU/) como sustancia; es decir, aquello cuyo concepto, para formarse, no precisa del concepto de otra cosa. Como tal, la sustancia es infinita y comporta, además, una infinidad de atributos y modos. Ahora bien, la extensión y el pensamiento son los dos atributos que "el entendimiento percibe de una sustancia como constitutivos de su propia esencia". Si la sustancia, como tal, se implica ella misma como causa de sr, nuestro entendimiento solo puede concebirla bajo dos especies. En consecuencia, distingue la extensión y el pensamiento según dos puntos de vista: en relación con ellos mismos (o forma) no se explican más que por sí mismos (por sí), son atributos; y según sus determinaciones (o contenido) en relación con su figura y movimiento (espacio), y la idea (pensamiento), son modos (o afecciones de la sustancia); además, en el primer caso son infinitos y en el segundo finitos. Sin embargo, la infinitud de la sustancia no es la del atributo, por lo que hay que evitar identificarla como intrínseca o como infinidad de la infinidad (en sí y para sí), lo mismo que las dos infinidades relativas o eventuales del pensamiento y de la extensión, pues no incluyen su principio (para sí sin ser en-sí). De lo que se deduce que se limitan a cosas de la misma naturaleza y que el límite del pensamiento no es, pues, el cuerpo, como en Descartes, sino el pensamiento mismo (index SUI) , y a la inversa, en virtud precisamente de la sustancia (o de Dios), por lo que hay que concluir necesariamente en la indivisión, la unicidad y la infinitud: "De lo que es infinito solamente en su género, podemos negar una infinidad de atributos; pero sobre lo que es absolutamente infinito, pertenece a su esencia todo lo que expresa la esencia YI no envuelve negación ninguna". Ahora bien, Spinoza completa la primera prueba de la existencia de Dios, "pertenece a la naturaleza de una sustancia existir", haciendo de Dios mismo la prueba de su existencia, pues su idea se deduce· de su autodefinición. Además, "aquello cuya esencia envuelve la existencia" es la existencia como essentia actuosa Q potencia del ser. Pues si, por ejemplo, tales o cuales triángulos actuales (existencia) no agotan 20 su idea (esencia), porque presuponen necesariamente la extensión como atributo de la sustancia que preside su inteligibilidad, negar a Dios supone rechazar la facultad de conocer o, lo que es lo mismo, negar que una cosa pueda ser verdadera. Concebir a Dios significa, de entrada, admitirle, y al mismo tiempo reconocer que su existencia y su esencia, "son una sola y misma cosa", es decir, una verdad eterna o incondicionada. Pero hablando con propiedad, el tiempo entendido como sin comienzo ni fin no es aún la eternidad, que tampoco es la duración sincrónica, siempre oponible al tiempo diacrónico y, como tal, relativa: la eternidad reside más bien en nuestra inteligencia para entender una simple y única relación en sí que escapa a esta alternativa. Comprender la eternidad es concebirse en Dios: "No puede darse ni concebirse ninguna sustancia fuera de Dios". La relatividad de los cuerpos y las mentes (o del mundo y del ser humano), en tanto que se determinan recíprocamente, los conviene en modos de la sustancia. Y de que Dios comporta, el atributo de la extensión (indivisible) no se deducirá sino su corporeidad, no que sea corporal (divisible), pues la esencia de los modos no envuelve ~uexistencia, es decir, la necesidad, la infinidad o la eternidad de la sustancia. Los modos sólo pueden definirse relativamente en el tiempo o en la duración, allí donde la sustancia se auto define o se deduce de su propia definición (ipsum esse). Así, "por la duración sólo podemos explicar la existencia de los modos; la e la sustancia se explica por la eternidad, que es el goce infinito del existir, o (forzando el latín) del esse". Spinoza distingue entonces entre la natura naturans (la sustancia y sus atributos.y la ,!atura naturata (los modos), que equivale a lo que llama Deus sive natura (Dios o la naturaleza). Por un lado, con respecto a la natura naturans, o a su esencia, el modo es infinito o eterno, mientras que en relación a la natura naturata es finito. Corrio consecuencia, el entendimiento (o la " concepción) y la voluntad (o la realización) de Dios son una sola y misma cosa para el pensamiento, mientras que en la teología tradicional el entendimiento divino parece preceder a la voluntad. En el universo spinoziano, la cuestión de la prelación de Pios en el mundo no tiene lugar, pues pensar la sustancia es al mismo tiempo, necesariamente, deducir y producir las ideas y las cosas del mundo, de tal manera que el orden de las ideas (o de las causas) es el de las cosas (o los efectos). 21 El Deseo De Razonar Lo mismo sucede tratándose de la vida social, donde vivir según la razón (por naturaleza común a todos los seres humanos) es fundar la sociedad en base al deseo reflexivo (o racional), la utilidad recíproca y el acuerdo mutuo entre unos y otros. Como no se puede evitar que existan buenos (conscientes) y malos (inconscientes), se imponen reglas de conducta. Además, "el ser humano que se conduce según la razón es más libre en la ciudad, donde vive bajo la ley común, que en la soledad donde no se obedece más que a sí mismo". Pues como la naturaleza o la esencia del ser humano es persistir o, en otras palabras, gozar infinitamente "del existir o del esse", en la ciudad encuentra la posibilidad de ejercer su capacidad (intelectual) probándola en contacto con sus conciudadanos, y dispone de ocasiones en las que establecer su ecuanimidad o la, afinidad de su alma, esto último en proporción a la igualdad de ser de todas las cosas (sea de Dios, o de la naturaleza). En efecto, como "no hay ninguna afección del cuerpo de la que no podamos formar un concepto claro y distinto", es decir, que no puede ser relacionado a la serie infinita de las causas, lo que podemos, es intelectual izar o sublimar nuestras afecciones corporales o ' nuestra pasividad. De manera que la acción moral no se regulará sobre preceptos, en definitiva siempre contingentes, sino sobre el sentimiento moral, siempre racional por definición. Siendo la razón nuestro supremo bien, se manifestará en la alegría, que va acompañada por la idea de su propia esencia: alegría que goza de sr misma, alegría de poder gozar infinitamente, es decir, el amor en sí y para sí (en Dios). Lo que implica que nadie puede, sin equivocarse, odiar a Dios, ni a los hombres ni a la naturaleza. El Deseo Del Deseo El conocimiento objetivo o abstracto no es todavía el conocimiento .llamado intuitivo o del tercer género, que sólo 'se aplica a las cosas singulares, a su "ipsidad" como modo de ser. En su esencia, modo eterno de la intelección infinita, el alma puede ser contemplada desde y a la vista de esta eternidad que no será una simple determinación negativa del tiempo (sin principio ni fin), sino de todos los instantes sin ser ninguno. Del mismo modo, en un envoltorio carnal, el cuerpo será irreductible a la consecución de las afecciones que el alma imagina irracionales (en el conocimiento del primer género) o racionales (en la ciencia del segundo género). Estaría 22 dotado de una forma o de una corporeidad individual a la que corresponde una idea indivisa en Dios, pues es un modo eterno de la extensión infinita. Y es que el concepto de división no es en Spinoza subsecuente al de la indivisión: ambos son, por decirlo así, coetáneos al formar parte de la economía general del ser (o Facies, totius univers/). En definitiva, el mundo se revela como expresión. finita de un poder infinito, gracias al cual "sentimos y experimentamos que somos eternos", por lo que nos es lícito meditar y contemplar, en proporción a nuestra persistencia, el orden de las realidades eternas, puesto que "nuestra alma es un modo eterno de pensar que está determinado por otro modo de pensar, y este, a su vez, por otro, y así sucesivamente hasta el infinito": esta reverberación pone de manifiesto la infinita afinidad de los modos finitos. Así, a "través del tercer género de conocimiento, la inteligencia de las cosas ("esfuerzo supremo del alma y de su virtud suprema") conduce al amor intelectual de Dios, ejercicio puro de intelección que podríamos llamar naturans. De forma que el ser humano, como modo naturata o determinado, se reduce como reflexión a la segunda potencia. No, sin embargo, como las propiedades de una figura geométrica, dejándose deducir de su definición, puesto que "un efecto es e.1más perfecto de todos si es producido inmediatamente por Dios", de manera que la afinidad intelectual (del mundo) y la inteligibilidad infinita (de la sustancia) no se entienden 'Ya en términos de definición (tras la deducción), sino de manera cogenital, connatural o innata, razón por la que podemos acceder a la beatitud, o satisfacción propia en la aquiescentia in se ipso. A Spinoza no le importa que la sabiduría o la salvación· sean algo "arduo que se alcanza muy raramente" y no estén “en nuestra mano o sean accesibles sin gran esfuerzo" se contenta con "fijar el vértigo" de la eternidad, produciendo una de las obras más grandes jamás escritas, es decir, una de esas cosas bellas sobre las que él mismo concluye que son tan difíciles como raras". 23 XVI. ÉTICA MORAL DEL MINISTRO Al tratar sobre el asunto de la moral nos sale a relucir las significantes palabras de nuestro excelente Libertador Simón Bolívar al decir: "Moral y luces son nuestras primeras necesidades" Y siendo que la moral es un adjetivo perteneciente y relativo a la forma y modos de la vida pública en relación con las categorías del bien y del mal, conforme a los principios de lo que es bueno y justo. Por esta razón, la moral de un Ministro cristiano debe estar por encima de cualquier otro interés y/o circunstancia. Si recurrimos a las Sagradas Escrituras, encontraremos algo muy especial con respecto a la moral que debe tener un Ministro (Obispo) de acuerdo a San Pablo en 1. Timoteo cap. 3 Donde se exponen 15 características esenciales que debe llevar en su ética dicho Ministro Cristiano. 1. Palabra fiel: " Es decir: esta es una verdadera doctrina." Estas palabras están unidas al último verso del capítulo anterior en varios de los padres griegos y por ellas se hace referencia a la doctrina allí establecida. Si alguno desea Obispado. (ser un Ministro) "Episcopado," "superintendencia". Anhela, significa "deseo profundo, ansioso, apasionado" y desea, también significa "necesitar ardientemente· o codiciar". Buena obra desea. Una obra que antes era pesada, incesante y penosa. En aquellos días no había prelados que no predicaran, y tampoco debería de haberlos en nuestra época. 2. Es necesario Que el Obispo sea irreprensible. Nótese aquí que clase de moral se le exige al Ministro. Nuestro término obispo, es una mera corrupción del griego episcopos y del latín episcopus. El primero, está compuesto por epi "sobre" y skeptomai, "mirar o inspeccionar"; significando uno que tiene la inspección o supervisión de un lugar, persona o negocio; es lo que comúnmente llamamos "superintendente". Consideremos las calificaciones de un obispo cristiano. Este obispo Ministro cristiano debía tener una ética o moral irreprensible; una persona en contra de quien no pudiera probarse ningún mal. La palabra empleada es una metáfora tomada del caso de un experto pugilista que defiende de tal manera cada parte de su cuerpo que a su contrincante le es imposible darle un golpe. De igual manera el obispo cristiano debe conducirse de tal modo que quede fuera del alcance de cualquier persona que procurara probar que él no es sano en un simple 24 artículo de la fe cristiana, o que fuera deficiente en el cumplimiento de cualquiera de sus deberes de la doctrina cristiana. Es el mismo caso en la moral de un buen médico o doctor en medicina, su personalidad está supeditada a su moral, y esta debe ser muy clara y diáfana en todos los aspectos de su carrera. Se considera al Ministro cristiano representante de una iglesia como el consejero espiritual de su feligresía, y al ocupar en su cargo el puesto de un Pastor, viene a ser como Cristo que es el Pastor de las almas, es decir, otro pastor similar. Por esta razón presento este parangón entre la ética de un Ministro (doctor espiritual) y la ética de un galeno, doctor en medicina. Se pensó durante una época que las cuestiones sobre la ética del Ministro cristiano debían ser respondidas sólo por los profesionales de esta materia. Podían formularse preguntas, por ejemplo, sobre si alguna vez fuese correcto violar el estricto código de confidencialidad que se mantenía, y todavía persiste, entre el Ministro cristiano y el miembro de su iglesia o feligresía ¿Debe ser informada la familia de un miembro si hubiera este caído en una desvergüenza que puede llegar a ser pública, tanto, que afecte a terceras personas? Esto sería igual con un Doctor en medicina, si uno de sus pacientes padeciera una enfermedad incurable o transmisible, y no fuera a decírselo con franqueza Estos problemas aún se presentan en las grandes y pequeñas congregaciones, o en los hospitales tanto como en las clínicas e incluso se han agudizado por el ascenso de la privacidad. Es todavía cierto que si un Ministro o un doctor actúan de un modo escandaloso o reprochable, en el orden moral o profesional puede dejar de ejercer la profesión. Con respecto a la ciencia médica, a finales del siglo XX, las cuestiones éticas han ampliado mucho su ámbito tanto en el campo de la investigación médica como en su práctica, y en los problemas eclesiásticos también han surgido muchas desbandadas a causa de las falsas doctrinas, que se requiere de una veraz investigación teológica practica y precisa Además, en general la gente está en ambos casos más preparada e informada que antes y a través de organismos legislativos o comités éticos, dispone del poder necesario para participar en la toma de decisiones éticas o morales. La profesión del Ministro cristiano no le permite ahora ejercer por entero en sus propias decisiones cuando depende ge una organización 25 responsable que tomará las principales decisiones (a menos que sea totalmente independiente) Y la profesión médica ya no puede confiar por entero en su propia conciencia, porque las cuestiones a las que sus pacientes deben responder ya no están relacionadas simplemente por la clásica relación médico-paciente. XVII. ÉTICA A PRIORI Y A POSTERIORI A priori (del latín, 'lo que viene antes de'), en filosofía hace referencia al conocimiento adquirido sin contar con la experiencia, es decir, aquel que se adquiere mediante el razonamiento deductivo. El conocimiento es a priori es básicos algunas ramas de la epistemología especialmente en las teorías racionalistas. 'René Descartes, por ejemplo, consideraba la razón como una facultad independiente de la experiencia y defendía la existencia de un conocimiento innato, o a priori, conocimiento de uno mismo que expresaba mediante la célebre fórmula Cogito, ergo sum ('Pienso, luego existo'), que pasó a ser el punto de arranque de todas sus posteriores investigaciones. Por otro lado, la existencia del conocimiento a priori es negada por empiristas como David Humeo' John Locke, según los cuales sólo lo que proviene de la experiencia es decir, lo a posteriori, puede ser objeto de conocimiento. La existencia del conocimiento a priori ha sido una pieza clave en la formulación de argumentos que tratan de demostrar la existencia de Dios. Algunos filósofos han sostenido que negar el conocimiento a priori supone negar la posibilidad de probar la existencia de Dios ya que, como es notorio, Dios no es perceptible por los sentidos." La existencia de verdades a priori es invocada a menudo en ética, pues casi siempre, la mayoría de sus ideales básicos sólo pueden ser captados mediante el uso de la razón. A posteriori (en latín, "lo que viene después de"), alude a lo que es conocido por medio de la experiencia. Es un concepto básico de la epistemología. A quienes sostienen que el conocimiento a posteriori es el único verdadero se les asocia con el empirismo, doctrina según la cual todo cuanto podemos conocer nos llega a través de la experiencia, en particular a través 26 de la percepción sensorial. Es evidente que sus defensores niegan la viabilidad de un conocimiento a priori por cuanto es in verificable y carente de valor. David Hume, por ejemplo, desarrolla un escepticismo empírico que llega a negar la existencia del yo afirmando que es algo incognoscible y que los seres humanos son como "haces de percepciones". Mientras que los filósofos racionalistas admiten la posibilidad de ambos conocimientos, el a priori y el a posteriori los empiristas niegan cualquier tipo de validez al a priori. No· niegan, como es obvio, la validez de aquellas verdades analíticas que pueden ser conocidas tan solo en virtud del sentido de las palabras que las forman. Por ejemplo, la proposición "todos los gatos pardos son gatos", es necesariamente verdadera aunque no se tenga ninguna experiencia real de los gatos pardos. Pero hay verdades que gozan de otra naturaleza y consideración en el campo de la epistemología; John Locke las consideraba como "insignificancias", y John Stuart Mili como "mera palabrería". 27 República Bolivariana de Venezuela Instituto Bíblico Teológico “Dios Es Amor” Inscrito en el Ministerio del Poder Popular Para Relaciones Interiores, Justicia y Paz. Dirección General de Seguridad Jurídica e Instituciones Religiosas Bajo el Nro. 7.755. Rif.: J- 30950119-4 www.ministeriodiosesamor.net.ve Carrera: Eclesiástica Bíblica. Grado Teológico: Licenciatura en Teología Bíblica. Código: 001- Ética. Recomendaciones Para el Éxito en el Estudio 1) Tenga su cuaderno(s), de las diferentes Materias que usted debe de Estudiar, Analizar y tener Control Práctico, Veraz e Inteligente. 2) Usted debe Escribir las respuestas realizadas en el Cuestionario con su puño y letra, legible y entendible. 3) Investigue las palabras, términos y conceptos que usted no comprenda. Esto lo hará más diestro y veraz en la profesión digna y loable que usted ha elegido en Dios. 4) El cuaderno es Individual, y será supervisado por su profesor. Esto dará prueba que usted está Investigando y Estudiando al máximo. 5) El cuaderno de estudios debe estar forrado, en condición higiénica y presentable. 6) Las Diapositivas Power Point deben ser enviadas al correo [email protected] destinado para organizar cada una de las investigaciones que serán asignada a lo largo de los estudios realizados. 7) El Equipo que se va a conformar, debe delegar una materia donde el grupo se especializará en esa materia exclusivamente, No dejando de leer y tener un panorama de estudio de las otras materias. Es decir, cada integrante del grupo se encargará específicamente de una materia. Pregunte a su coordinador delegado o pregunte sólo vía texto al 0424-848.52.17/ 0424-853.65.86 especificando su Núcleo, Grado Teológico y el periodo de estudio en el que se encuentra. 28 8) Traiga su Distintivo con su nombre en grande, tamaño ¼ de hoja carta, con su respectivo alfiler y su nombre escrito con marcador negro punta gruesa. 9) No se aceptan cheques, los pagos del semestre serán en efectivo o depósitos en las cuentas rectorales. Banco de Venezuela (Corriente) Nro. 0102-0418-65-0000025221 o Banesco (Ahorro) Nro. 0134-0262-11-2622022195 a Nombre de Carlos Belizario. 10) Debe ser usted un analista, un poeta y un expositor en su materia. No aceptamos el memorismo ni el caletre, pero si las exposiciones e intervenciones con rigor Bíblico, Teológico, Filosófico, Cultural y Científico. 11) Los Nombres, palabras y frases No comprendidas en internet en páginas cristianas de respeto y de confianza deben ser investigadas. 12) Baje su material de estudio a través de nuestra www.ministeriodiosesamor.net.ve (sección Recursos/ Biblioteca). página web: 13) Consulte sus calificaciones por nuestra página web (sección Novedades/ Evaluación). 14) Su Tesis sólo será empastada después de discutida, analizada y aprobada por el jurado. Son 3 Tesis, una para el Rectorado, una para su Profesor y una para la Iglesia a la que usted pertenece. 15) El Equipo de Tesis No puede exceder la cantidad de 5 integrantes. 29 Cuestionario 1. ¿Qué significa la palabra Ética y de que se ocupa? 2. ¿Cuántos principios éticos existen? Especifíquelos 3. Escriba sobre la Temprana Ética Griega, Escuelas y su significado. 4. ¿Quiénes fueron los padres de la Ética? 5. ¿Defina la importancia de la Ética en su ámbito Social? 6. ¿Cómo afecto la Ética a partir de Darwin? 7. Lea y analice la Ética de ayer y Ética Actual. 8. ¿Qué significa la Ética Ministerial y Ética del Doctor? 9. El Apóstol Pablo nos da una lista de condiciones Éticas. ¿Cuáles fueron estas? 10. ¿Qué significa la palabra “A Priori” y “A Posteriori”. 11. Realice una Presentación Power Point de la Materia, y enviarla vía correo electrónico a: [email protected] debe identificar la presentación con la Descripción: (Grado Teológico-Nombre de la Presentación-Estudiante-Núcleo-Director). La Presentación Debe ser de entre 7 y 12 Láminas, Las Diapositivas deben llevar Titulo, Subtítulos, Frases Importantes e Imágenes relacionas con el tema). 12. REÚNANSE con su Equipo De Estudios Teológicos, (E.T.) tome data de teléfonos sea Entusiasta, Motivador y Deléguense los puntos a Desarrollar, Discutan, Analicen y lleguen a la cumbre de la Efectividad ¡¡¡Éxitos al 1000%!!! _____________________________________________________________________________ Para más Información Contáctenos www.ministeriodiosesamor.net.ve Teléfonos: 0281-277.23.93 (Secretaría) 0424-853.65.86 / 0424-888.94.49 (Sólo Texto) A través de Nuestras Redes Sociales Diosesamorve @diosesamorve 30