afiliarse o no, de ser o no ser, pero más... de ubicarse en el camino correcto, para

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Asociación de Empleados y Trabajadores de Metrosalud
Sindical
ASMETROSALUD
Es el sindicato de trabajadores y empleados de
Metrosalud, y como sindicato hace parte del
movimiento obrero nacional e internacional,
pero antes de proseguir, es necesario saber que
es un sindicato, pues en los últimos años se han
tejido diversas definiciones, acomodadas de
acuerdo a la conveniencia, de diversas
ideologías, propósitos institucionales o
económicos.
Es muy importante conocer la definición de un
sindicato, su origen, sus principios y objetivos,
para tener claridad sobre la importancia de
afiliarse o no, de ser o no ser, pero más que ello,
de ubicarse en el camino correcto, para
ascender y salir del estancamiento, en la
búsqueda de una objetiva calidad de vida, para
todos y todas.
DEFINICIONES NECESARIAS
OBRERO
(Trabajador, Empleado)
Persona denominada trabajador o empleado
que pone sus habilidades manuales y
conocimientos al servicio de un patrón o
empleador, que puede ser público o privado,
individual o sociedad, por un tiempo máximo
de 48 horas semanales y a cambio de ello recibe
unas prestaciones sociales y económicas.
La característica principal del obrero es que no
es dueño de la empresa, aunque puede ser, en
algunos casos dueño de los medios utilizados
para desarrollar algunas de sus funciones.
Ejemplo: Un operario de una máquina
textil, una secretaria, un supervisor, un jefe, un
contador, un ingeniero de sistemas dueño del
computador que utiliza, un administrador
dueño de una Tablet, un conductor, todos ellos
son obreros, porque a cambio de su fuerza
física o capacidad intelectual para desarrollar
sus funciones, reciben un salario y no son
dueños de la empresa u entidad.
PATRÓN
(Empleador)
Persona
natural o jurídica, dueña de una
empresa pública o privada que emplea obreros,
para ofrecer un servicio o fabricar cualquier
producto. En el caso del sector público: el
Estado colombiano (es el patrón único de todas
las Empresas Sociales del Estado: ESE,
empresas industriales y comerciales: Fábrica
de Licores, Telecomunicaciones, ISS Colpensiones)
Si usted tiene claro quién es el empleador o
patrón, tiene claro quién es el obrero (trabajador
– empleado), dentro del mundo del trabajo.
Entender la conceptualización de obrero y
patrón es fundamental, para lograr entender el
tema sindical.
¿QUÉ ES UN SINDICATO?
Un
sindicato es una asociación de
trabajadores que se constituye con el objeto de
defender sus derechos laborales y la conquista
de nuevos. Se fundamenta, pues, en la unidad
monolítica de los trabajadores ante necesidades
comunes de clase explotada.
El sindicato es la expresión más legítima de la
clase obrera organizada, la que gracias a su
unidad, organización y constancia en la lucha,
ha conseguido derechos que, de otro modo, no
hubiera sido posible.
Por lo anterior, los sindicatos son
ardorosamente
combatidos
por
los
empleadores que no valoran el recurso humano
y gobiernos antidemocráticos, habiendo tenido
necesidad de intensificar las luchas extremadas
con mítines, palntones, huelgas y paros
generales, para que se les reconozca mínimas
conquistas, muchas veces escamoteadas por
intervención de los organismos estatales
parcializados con los intereses patronales, que
tratan por todos los medios de desconocer el
derecho de reunión o asociación y protesta
normados por la Constitución Política y los
Convenios
internacionales
debidamente
ratificados por Colombia.
También se puede definir el Sindicato como la
Sindical
OBJETIVOS
de los
organización continua y permanente creada
por los trabajadores para protegerse en su
trabajo, mejorando las condiciones del mismo,
mediante la firma de Convenciones Colectivas
de Trabajo, previa presentación de un Pliego de
peticiones en el sector privado o Trabajadores
Oficiales (En el caso de los Empleados
Públicos, se habla de Pliegos de Solicitudes y se
firma un Acuerdo Laboral). En esta situación
será más factible conseguir mejoría en las
condiciones de trabajo y de vida; sirviendo
también para que los trabajadores expresen sus
puntos de vista sobre problemas que atañen a
toda la colectividad.
SINDICATOS
Los
objetivos son los logros que buscan
alcanzar los sindicatos, para responder a las
necesidades de quienes forman parte de él. Los
objetivos dejan muy claro cuáles son las
finalidades para las que fue creada la
organización
sindical.
Aunque
cada
organización sindical puede tener objetivos
muy variados y específicos, existen cinco de
ellos que siempre le dan razón de ser a todo
sindicato. Estos objetivos orientan toda acción
de las organizaciones sindicales en su lucha por
dignificar las condiciones de vida de los
trabajadores y trabajadoras.
Estos cinco
objetivos son:
1
Un salario
justo
Buscar que quienes trabajan tengan un salario
adecuado y digno, que les permita cubrir sus
necesidades y las de sus familias en
alimentación, salud, vivienda, educación,
vestido, recreación, cultura, vestido y servicios
públicos domiciliarios.
2
Las
Mejores
condiciones de
Trabajo
condiciones de trabajo son un
complemento indispensable del salario. Las
trabajadoras y los trabajadores tienen el
derecho a que las condiciones en que laboran
no les afecten, ni física, ni mentalmente.
Buscar que las personas afiliadas disfruten de
condiciones laborales que no les afecten en su
salud y dignidad. Por ejemplo, los sindicatos
luchan por jornadas de trabajo justas y
adecuadas al tipo de labor que se realiza, por
descansos y vacaciones oportunas, por
implementos de protección cuando las tareas
que ejecutan las personas así lo requieran.
Ejemplo: En una fábrica de ropa también el
sindicato lucha por asientos adecuados y
confortables, por aire fresco, por buena
iluminación, por servicios sanitarios limpios,
en buen estado y en cantidad suficiente, por
agua potable, en fin, por todas las condiciones
que hagan a las trabajadoras y trabajadores
personas dignas, pues no tendría sentido
laborar para enfermarse en el futuro, pues el
salario recibido, nunca alcanzaría a pagar los
procedimientos médicos no cubiertos por los
planes de salud.
La jornada máxima de 8 horas diarias, es una
conquista del movimiento sindical, que tiene
lógica y sentido: El ser humano requiere
dormir mínimo 8 horas diarias, para que el
cuerpo pueda descansar; para trabajar está
reglamentado en Colombia una jornada
máxima de 8 horas diarias, esta jornada en
nuestras ciudades es más extensa, pues para
cumplir dicha jornada se requiere levantarse
dos horas antes como mínimo, es el tiempo de
preparación y desplazamiento y al regreso,
mínimo contamos dos horas, dependiendo la
distancia del lugar de trabajo al lugar de
residencia, es decir que la jornada laboral se
extiende a mínimo 12 horas diarias; más 8 de
descanso,
de
las
cuales
según
los
desplazamientos, que normalmente no son
tenidos en cuenta, nos quedan sólo 4 horas
diarias, para compartir con nuestras familias,
recrearnos, estudiar.
Pero cuando la jornada laboral es superior a 8
horas diarias, porque el empleador así lo
impone, al trabajador le toca sacrificar, su
tiempo con la familia, le toca sacrificar sus horas
de sueño, y estas horas de sacrificio no
compensan los daños que a futuro causan.
Sacrificar las horas de sueño, se convierte en
enfermedades futuras, sacrificar el tiempo para
la familia se convierte en problemas muy
grandes, que van desde la separación de los
cónyuges hasta hijos que entran a engrosar las
filas de la delincuencia, por el descuido de sus
padres.
En los párrafos anteriores se relacionan algunas
implicaciones futuras, cuando se labora más de
lo humanamente aceptable, además de los
riesgos para la misma empresa, pues un
trabajador cansado, que no ha recuperado sus
energías, que tiene problemas con su familia
porque no les dedica tiempo, está expuesto a
accidentes, a ser menos productivo, a generar
enfermedades laborales de alto costo, con
incapacidades
a
bordo,
que
afectan
directamente su productividad.
3
Empleo estable
para toda
Persona
Buscar estabilidad laboral. No basta con tener
trabajo, es importante que el empleo sea
estable, regulado por leyes que protegen al
trabajador
contra
despidos
injustos,
principalmente cuando el trabajador o
trabajadora han entregado lo mejor de sus años
y toda su experiencia para el desarrollo de la
empresa y de Colombia.
Las mujeres han sufrido tradicionalmente
muchos problemas con el empleo. Por un lado,
les cuesta más conseguirlo y, por otro,
generalmente se les asignan los puestos más
mal pagados o se les paga menos salario que a
los varones por ejecutar las mismas labores. Es
de unos años para acá que se está dando una
creciente incorporación de la mujer en las
distintas ramas de la economía. Para ellas el
sindicato tiene como objetivo garantizar que su
incorporación laboral no se dé en forma
desventajosa y que se respeten y promuevan
los derechos de su condición particular.
Es apenas justo que los sindicatos velen por el
respeto que los empleadores tienen que tener
con las mujeres, pues muchos empresarios
suelen abusar de las mujeres en su condición
de subalternas, al obligarlas, a cambio de no
despedirlas, a acceder a sus caprichos y
vejámenes sexuales.
4
Mejoramiento de las
reivindicaciones
sociales y económicas
Proteger y garantizar el mejoramiento de los
sectores laborales, para ello es necesario crear
leyes y luchar para que éstas se cumplan. Por
esta razón el sindicalismo constantemente
busca que el Estado promulgue leyes y
Decretos que garanticen la continuidad de sus
conquistas y el mejoramiento social y
económico de las personas trabajadoras. Para
que las leyes se respeten y se cumplan, es
necesario que todas las personas trabajadoras
estén unidas y organizadas.
5
La permanente
democratización
Hacer respetar los Derechos Humanos es una
de las luchas más importantes que los
trabajadores pueden realizar desde sus
organizaciones sindicales. El reconocimiento de
los derechos de libre asociación, de
pensamiento y de expresión, implica luchar por
la democratización real del país. También es
importante que los sindicatos participen en la
vida política de la nación, para vigilar y
supervisar que los gobiernos sean justos en sus
políticas económicas y sociales.
Es importante que los trabajadores y
trabajadoras participen y ejerzan control sobre
aquellas decisiones que les afectan directa o
indirectamente, tanto a nivel de la sociedad y
del Estado, como también al interior de sus
mismas organizaciones. Así, la lucha por la
democratización también debe darse dentro de
los sindicatos. Sólo practicando la democracia a
lo interno de las organizaciones se fortalecerán
las bases democráticas de la sociedad entera.
Esto es especialmente importante para las
trabajadoras y los jóvenes.
Es muy importante promover y posibilitar la
participación directa de las mujeres y jóvenes
dentro de la organización sindical; el estímulo a
esta
participación
democrática
como
delegadas, afiliadas, o formando parte de las
juntas directivas, garantiza que las decisiones
del sindicato correspondan a un mayor grado
de consenso.
PRINCIPIOS DEL
SINDICALISMO
Los principios son las reglas fundamentales
que orientan el comportamiento de las
organizaciones. Si se rompen o no se cumplen,
la organización pierde su identidad y se
debilita; entonces, cada vez le es más difícil
lograr sus objetivos. De esa forma, pierde
credibilidad
ante
los
trabajadores
y
trabajadoras y ante la sociedad. Existen al
El sindicato debe ser:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Libre
Independiente
Democrático
Participativo
Unitario
Responsable
Realista
Coherente
Solidario
Sindical
ANTECEDENTES
DEL
menos 9 principios fundamentales que todo
sindicato y sindicalista deben respetar.
Podemos enunciarlos de la siguiente manera:
SINDICALISMO
El sindicalismo, se origina con la revolución
industrial en el último tercio del siglo XVIII,
donde se dio lugar a que la máquina sustituyera
al trabajador manual. Cuando la fábrica ocupa
el lugar de taller, cuando la gran industria
suplanta a la economía del artesanado y la
producción de mercado local, se transforma en
producción para el mercado mundial.
La introducción de la máquina, produce
grandes ganancias a los industriales dueños de
ellas, obtenidas a costa del sufrimiento del
naciente proletariado de las fábricas, la fatiga
excesiva, la insuficiencia en la alimentación, la
disciplina imperante, las jornadas laborales
superiores a 12 horas diarias, etc. Que debían
de soportar los operarios. Tanto la moralidad,
la higiene, la seguridad, la salud, la pensión, no
causaban ninguna preocupación al empresario,
incluso le regateaba el salario al obrero.
Además, las mujeres y niños eran explotados
sin misericordia, se les destinaban los trabajos
más duros y humillantes, exponiendo con ello,
sus vidas. En esta época, ser trabajador era una
verdadera penuria, un sufrimiento continuo. Es
así como el operario se convierte en esclavo de
la máquina y el trabajo del hombre se hace
indigno y subvalorado.
Con la revolución industrial, se produjo una
radical transformación en la producción de
productos, especialmente en Inglaterra, en el
último tercio del siglo XVIII, porque fue la
invención de la máquina y su incidencia en la
producción, lo que produjo la verdadera
revolución industrial.
En plena revolución industrial el obrero estaba
desamparado, incluso si se enfermaba,
situación muy común por las largas jornadas y
pésimas condiciones laborales, al no poder
trabajar el empleador no le pagaba y era
rápidamente reemplazado por otro trabajador,
que esperaba una oportunidad para vender sus
conocimientos y habilidades manuales a
cambio de un salario, para sostener su familia;
desde entonces los empresarios descubrieron la
necesidad de tener una cifra importante de
desempleados, como arma de chantaje, para
obligar a las personas a laborar en condiciones
infrahumanas y hasta enfermos, sin derecho a
reclamar, por temor a ser despedidos.
La revolución industrial, se ubica por el año
1775 y unos años después, en 1789 se produce
la Revolución Francesa, la cual reivindicaría los
derechos del hombre. Pero se produce una
situación paradójica, se cree que dado que el
hombre es libre, no debe agruparse, ni formar
coaliciones de obreros. Pues ello atentaría
contra la libertad en general y en contra de la
libertad de trabajo en particular. Es así, como en
la Declaración de los Derechos del Hombre y la
Ley Chapalier de 1791, se imponen sanciones a
todos aquellos que constituyen asociaciones de
artesanos, obreros o jornaleros.
Dada la situación planteada y la imposibilidad
legal de que los trabajadores se agrupen en
defensa de sus intereses, optan por continuar
con el movimiento en la clandestinidad,
recogiéndose el sentido societario de los
gremios.
Sin embargo, ya entrado el siglo XIX, las masas
obreras con sus movimientos clandestinos y su
ideario sindicalista, comienzan a expresarse en
diversas formas, que en un principio se
manifestó en forma de huelga con
características de motín, posteriormente se da la
simple coalición de obreros de una misma
fábrica, o diferentes. La última etapa se concreta
con la formación de sociedades de resistencia,
con objetivos de imponer por coacción moral o
física al resto de los trabajadores, al paro
colectivo de la especialidad laboral, que
culminan con la auténtica aparición del
sindicalismo. Se presenta con una estructura
más
evolucionada,
con
una
rigurosa
diversificación de oficios e industrias, frente a
la estructura social imperante y que busca un
lugar
legalmente
en
el
conjunto
económico-social de su época.
FINALIDADES
DEL
El sindicalismo en este período, existía de
hecho, pero no de derecho y su aptitud estaba
dirigida a obtener esa conquista y es a la que se
orientaba la masa trabajadora.
SINDICALISMO
Una
de las principales finalidades del
sindicalismo es oponer a los empresarios
concentrados, un grupo de trabajadores
igualmente concentrados, pero los grupos
económicos nacionales y multinacionales han
buscado por todos los medios disgregar a los
trabajadores que conforman los sindicatos,
utilizando diferentes métodos, que van desde
los aparentemente legales, hasta los ilegales
que incluyen infiltraciones, amenazas e incluso
asesinatos selectivos.
Muchos empresarios utilizan la frase, de
Maquiavelo: “Divide y Vencerás”, porque
saben que una organización obrera disgregada
pierde valor como elemento de mediación
frente a los Poderes Públicos o Privados.
La unión solo significa fuerza, cuando
realmente vence la desunión. La unicidad en
los planes de acción es el mejor método para
alcanzar los fines de la organización sindical.
EN
COLOMBIA
En Colombia, el primer sindicato fue fundado
en 1847 y se denominó “Sociedad de Artesanos
de Bogotá”, su fin era el de buscar un alza en
los impuestos de aduana, para los productos
importados, para que los productos elaborados
por ellos (producción nacional), pudieran
competir en igualdad de condiciones con los
traídos de otros países. Pero los empresarios y
el gobierno colombiano, no accedieron a las
peticiones de los artesanos, lo cual desató una
guerra civil que dejó miles de muertos,
principalmente campesinos y artesanos.
Este penoso episodio registrado en la historia,
pero además olvidado, por los historiadores
modernos, impidió el surgimiento de nuevas
organizaciones sindicales, hasta después de la
Primera Guerra Mundial (1914 – 1918); por esos
días los colombianos que contaban con
importantes sumas de dinero, decidieron
fundar las primeras industrias en el país, las
cuales para poder operar requerían de un
importante número de trabajadores, que en su
gran mayoría se concentraban en salones de
producción donde eran ubicadas las máquinas.
Está
concentración
de
trabajadores,
denominados obreros, estimuló nuevamente la
creación de sindicatos, ante el abuso de los
dueños de las empresas.
Los sindicatos empiezan a surgir en la mayoría
de empresas, a pesar de que en Colombia, aún
no existían leyes que protegieran, ampararan a
las organizaciones sindicales, sus acciones y
mucho menos a sus líderes sindicales. Por ello la
mayoría de sus acciones, como paros y huelgas
no fueron tenidas en cuenta por el gobierno,
como un medio de presión para hacer respetar
sus derechos. Ese desconocimiento del
gobierno, incitó a los dueños de las empresas
para que despidieran a todo aquel que se
atreviera a protestar, incluso eran encarcelados,
por orden de los empresarios que consideran al
obrero que reclamaba condiciones laborales
justas, como una amenaza para sus utilidades.
Por lo mencionado en este párrafo, los
historiadores sociales han considerado que el
ejercicio sindicalista entre 1918 y 1930 se le
debe recordar como el sindicalismo heroico.
Hay un episodio terrible que se ha querido
olvidar, en la época del sindicalismo heroico, y
es el que tiene que ver con la “Masacre de las
Bananeras” protagonizado en 1928, en la zona
bananera del magdalena, por la empresa de
Estados “Unidos United Fruit Company”. Las
evidencias históricas prueban que la empresa
tenía más de 25.000 trabajadores, en
condiciones muy precarias: bajos salarios;
malas condiciones de trabajo, que ponían en
riesgo sus vidas y salud; Por ello los
trabajadores decidieron salir a huelga. Los
gringos que sintieron amenazados sus
caudalosas utilidades, le exigieron al gobierno
su intervención, no para dialogar, sino para
utilizar la fuerza pública (entendida esta como
policía, ejercito…); un hecho que enloda
nuestra historia, y nos hace derramar lágrimas,
es ver como fueron engañados más de 3.000
trabajadores, que fueron convocados a la plaza
del pueblo, con el fin de decirles que sus
peticiones serian solucionadas, pero lo que no
sabían eran que la fuerza pública por orden de
los gringos iba a descargar su furia a sangre y
fuego contra indefensos campesinos, que solo
querían vivir y trabajar dignamente. Más de
3.000 muertos registra la historia, sin duda un
crimen de lesa humanidad, ¿reconocido como
tal?, igualmente nuestra historia registra
innumerables encarcelados, muchos de los
cuales desaparecidos por siempre.
Años más tarde, y gracias a la continuidad de
los sindicalistas que no sintieron miedo, que
consideran que defender los derechos de los
trabajadores era una acción que debían
continuar, a pesar de las amenazas y sangre
derramada, lograron el respeto del gobierno,
en ese entonces del Presidente Alfonso López
Pumarejo, y de los empresarios. Lo que dio
origen al Código Sustantivo del Trabajo y al
Ministerio de Trabajo en 1938; en 1935 los
sindicatos se unieron para la fundación de la
Confederación Sindical de Trabajadores CST, la
cual se convirtió en 1938 en la Central de
Trabajadores de Colombia.
Ya con una legislación que garantizaba unos
derechos a los trabajadores, e incluso
garantizaba el derecho a la huelga, excepto para
los empleados públicos, las organizaciones
sindicales empezaron a surgir en todas las
empresas, donde eran vulnerados los derechos
de los trabajadores, desafortunadamente,
algunos patronos colombianos y extranjeros
aprendieron el estilo de los gringos que
invadieron nuestras bananeras, dejando hasta el
presente cifras incalculables de heridos,
muertos, despedidos, inválidos, encarcelados
producto de montajes, huérfanos, desterrados
de nuestra patria, llegando a considerar a todo
aquel que se atreviera a reclamar sus mínimos
derechos contemplados en el Código
Sustantivo del Trabajo, como un terrorista.
A pesar del odio de empresarios y gobierno
hacia los sindicalistas, la unidad de acción de
los trabajadores permitió la conquista de
importantes logros para los trabajadores y sus
familias, plasmados en un documento
denominado Convención Colectiva, mediante
la negociación de los pliegos de peticiones que
las organizaciones sindicales presentan a sus
empleadores. Esta tarea ha sido difícil, pero los
trabajadores y sus familias han recogido sus
frutos: Salarios dignos, horario máximo de 48
semanales, auxilios económicos para salud,
estudio,
vivienda,
primas
legales
y
extraordinarias, primas por productividad, en
fin y muchos otros que se pueden encontrar en
las convenciones colectivas que firman los
sindicatos con la empresas, en promedio cada
dos años.
Como se decía antes, los empresarios,
especialmente en los últimos tiempos con la
proliferación
de
las
multinacionales,
aprendieron la macabra lesión de las bananeras
y hasta el momento han logrado diezmar el
sindicalismo en Colombia por medio del
miedo, expresado en frases como: “En
Colombia la profesión más peligrosa es la de
ser sindicalista” y otras artimañas, como la
infiltración de esquiroles que desde adentro
han acabado organizaciones sindicales,
mediante la aplicación maquiavélica de la
maldita frase: “divide y reinarás”
El gobierno, los empresarios colombianos, las
multinacionales y las transnacionales, han
torpeado por todos los medios el movimiento
sindical, buscando disolverlo, reducirlo a su
mínima expresión, de hecho hoy en Colombia
los afiliados a las organizaciones sindicales son
menos del 4%, y de ese porcentaje, muchos ya
han sido penetrados por las ideologías
capitalistas, que les ha castrado de sus mentes
la verdadera función de los sindicatos; entre
las principales dificultades del movimiento
sindical, se pueden resaltar:
•Despidos
sindicales.
selectivos de afiliados y directivos
•Amenazas, procesos disciplinarios injustificados.
•Intervención
soterrada de los organismos de
inteligencia nacionales e internacionales.
•Asesinatos y desplazamientos.
•Acosos de todo tipo, incluidas las sexuales.
•Ponderación
de metas, que convierten la jornada
laboral de 8 horas diarias en 16 y más, en detrimento de
la salud del trabajador y bienestar de su familia.
•Una
legislación que desorienta las organizaciones
sindicales y las incita a divisiones internas.
•Penalización de la protesta y la huelga.
A pesar de todo lo anterior el sindicalismo
colombiano continúa siendo vigente, y una
alternativa viable y legal para los trabajadores
que desean defender sus derechos y lograr un
mejor nivel de vida para ellos y sus familias.
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