N20110417Ramos

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En nuestras familias,
en nuestro grupo de amigos,
en nuestra escuela,
en nuestra parroquia,
Señor, que tu amor permanezca con nosotros.
Domingo de
Ramos
Le recibimos con alegría
En nuestro barrio,
en nuestra ciudad,
en nuestro país,
Señor, que tu amor permanezca con nosotros.
En todo el mundo,
Señor, que tu amor permanezca con nosotros,
y ayudemos a construirlo
siendo cada día más buenos,
más generosos,
más atentos a los que sufren,
más fieles a tus palabras.
¡Que así sea, Señor!
acción católica
general
SECTOR
DE NIÑOS
www.accioncatolicageneral.es
17
Abril
QUE TU AMOR PERMANEZCA
CON NOSOTROS
Bendito el que viene
en nombre del Señor
C
uando se acercaban a Jerusalén y llegaron a Betfagé, en el monte
de los Olivos, envió a dos discípulos diciéndoles: «Id a la aldea de
enfrente, encontraréis enseguida una borrica atada con su pollino,
los desatáis y me los traéis. Si alguien os dice algo, contestadle que el Señor los necesita y los devolverá pronto».
Esto ocurrió para que se cumpliese lo dicho por medio del profeta: «Decid
a la hija de Sión: “Mira a tu rey, que viene a ti, humilde, montado en una
borrica, en un pollino, hijo de acémila”».
Fueron los discípulos e hicieron lo que les había mandado Jesús: trajeron
la borrica y el pollino, echaron encima sus mantos y Jesús se montó. La
multitud alfombró el camino con sus mantos; algunos cortaban ramas de
árboles y alfombraban la calzada.
bras, de que sanaba a los enfermos. Y Jesús recibió los saludos
de la gente con una sonrisa humilde y mucha paz.
Hoy también nosotros tenemos una oportunidad para proclamar a Jesús como el centro de nuestras vidas. Debemos parecernos a la gente de Jerusalén que se entusiasmó por seguir a
Jesús.
Hoy podemos decir a Jesús que nosotros también queremos
seguirlo, que queremos que sea el centro nuestra vida y de
nuestra familia. Queremos que sea nuestro amigo en todos los
momentos de nuestra vida.
Y la gente que iba delante y detrás gritaba: «¡Hosanna al Hijo de David!
¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!».
Al entrar en Jerusalén, toda la ciudad se sobresaltó preguntando: «¿Quién es este?». La multitud contestaba: «Es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea».
C
Mateo
21,1-11
uando alguien importante, visita un lugar, las autoridades y
muchas de personas salen a las calles y
lo saludan con pancartas, y flores. Y a veces se sube a un coche descapotable
para que todos puedan verlo. Pues
algo parecido le sucedió a Jesús.
El domingo antes de morir, Jesús fue con sus amigos a
Jerusalén... y les pidió que
consiguieran un borrico
para entrar a la ciudad. Una
multitud salió de sus casas
a ver a Jesús.
Habían oído cosas hermosas de Él, de su amor por
los niños, por los pobres,
de la sabiduría de sus pala-
Los habitantes de Jerusalén recibieron a Jesús con gran
alegría... ¿Cómo acoges tú a Jesús? ¿Qué puedes hacer para
que se note la alegría de tenerle cerca como amigo?
z
Seguro que te vas a llevar a casa el ramo que simboliza la
fiesta de hoy... ¿Qué vas a hacer con él? ¿Dónde lo vas a
poner? ¿Qué vas a recordar cuándo te fijes en él?
z
Hoy empieza la Semana Santa y Jesús, a pesar de que sabía
que pronto iba a morir estaba contento... ¿Por qué se sentiría alegre a pesar de ello?
z
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