La sociedad líquida: Narcisismo, mentiras, voyeurismo y redes sociales Enviado por Manuel Gross el 11/11/2010 a las 17:42 http://manuelgross.bligoo.com/content/view/1095484/La-sociedad-liquida-Narcisismo-mentirasvoyeurismo-y-redes-sociales.html Por José López Ponce Que nuestra sociedad actual está viviendo un momento de apogeo del narcisismo como un tema central de la cultura, es un hecho en el que coinciden sociólogos, antropólogos o psicólogos y psicoanalistas. También es un hecho que el ego, la vanidad o la autoexaltación, componentes del narcisismo, en parte son el resultado de una estrategia de adaptación de la especie humana y de los propios individuos en la especie. Aún más, en nuestro mundo postmoderno el narcisismo se ha democratizado y se ha reforzado, ya no es exclusivo de una determinada élite social o artística. Hoy en día se potencia el individualismo, de la implicación y compromiso personal se ha pasado a los pactos temporales, o en palabras de Zygmunt Bauman hemos pasado de una sociedad sólida a una líquida. Se suple la ética por la estética, lo viejo es la historia como herramienta para conocer los procesos de la evolución de la humanidad en sus diferentes campos y, por tanto, útil para analizar nuestro presente y la toma de decisiones que (re)configura nuestro futuro, lo nuevo son los flujos de acontecimientos sin ninguna conexión. En las sociedades postmodernas, lo cotidiano está uniformado y la mayoría de los individuos están diluidos en las multitudes y atrapados por lo inmediato. Las cosmovisiones totalizadoras que marcaban la hoja de ruta de las personas están en crisis -religión, patria, proyecto global de vida, etc.-, estamos atrapados por lo inmediato, en un mundo que se mueve a velocidad de vértigo que nos obliga a vivir el momento, en busca de la especialización y actuando con un alto grado de pragmatismo. El proyecto global de sociedad se está diluyendo, los agentes políticos y económicos ya no te garantizan un puesto de trabajo o un carrera profesional, te están diciendo que potencies el individualismo, que seas autónomo, creativo, adaptativo a cada contexto, es decir, tienes que ser emprendedor, protagonista y único responsable de tu destino. Esta necesidad de diferenciarse pasa por emerger entre la multitud, de resaltar en los universos socialmente homogéneos y es uno de los aspectos que acentúa una sociedad del narcisismo. Y en este contexto, es donde las redes sociales surgen como una oportunidad para que las personas puedan “controlar” la inteligencia comunicativa y, por tanto, son un reflejo de la competencia para diferenciarse, para captar la atención. Captar la atención es la clave, cuando muchos jóvenes y no tan jóvenes cuelgan las fotos de sus vacaciones en Facebook o explica lo que está haciendo con sus amigos, cuando alguien escribe en Twitter cosas como “estoy en la T4 de Barajas”, “entro en una reunión”, “he estado con fulanito”, “llevo a mi hijo al parque”, “estoy comiendo una fabada”, “estoy en el proyecto X”, etcétera, o los adolescentes que se filman y exponen sus videos en YouTube, es una invitación a “Mira mi mundo, mírame”, una necesidad de exhibirse propia de una sociedad cada vez más narcisista. El imperativo social para existir es generar una conversación, ser interesante, divertido y original buscando cosas que contar para alimentar la maquinaría de la diferenciación. En las redes sociales se vive un ajetreo constante en busca de la atención de los demás, es oferta y demanda, es economía de la atención y, por tanto, un recurso escaso que entra en competencia, donde unos compiten exhibiéndose y otros observando y practicando un voyeurismo activo a golpe de ratón “Me gusta” o te sigo. La motivación es competir para crear la marca personal y no por entrar en un proceso de socialización colaborativa. El objetivo es ponerse delante para que te sigan, ser el primero en la diferenciación, de ahí la importancia de las métricas –número de amigos, números de seguidores, número de visitas, etc.-, es una falsa sociabilidad, porque la atención se genera en base a una fachada de sentimientos y emociones destinadas a satisfacer la demanda de la comunidad. Se practica el “buen rollito online” donde es “obligatorio” la felicidad, el optimismo, la exaltación de los valores individuales, la ocultación de los problemas, la euforia perpetua, el buen humor y la ocurrencia como instrumento de pesca –maximizar la atención hacia mi red-, la burla sutil, la exageración de los sentimientos positivos – el guayismo-, o el cinismo edulcorado como instrumento de dominación simbólica sobre los individuos y sobre los acontecimientos. Una carrera hacia la atención que no admite la crítica, la discrepancia es calificada de trolismo, un recurso fácil de convertir al crítico en un taimado salvaje. La búsqueda de la atención como hiperestimación con una percepción egocéntrica de la realidad, a través de la cual sólo acepta aquella realidad que refuerza su propia grandiosidad e intentando forzar a los otros a que les brinden su admiración incondicional mediante el control sobre sus actos o pensamientos. En las redes sociales, hoy por hoy, se perpetúan las desigualdades, únicamente los más interesantes o los más divertidos son los que se benefician. Los mediocres, los sin cultura, los que no tienen un punto de vista propio, los antipáticos son las primeras víctimas de la discriminación social online y quedan relegado al voyeurismo. Este es el paisaje de la Web 2.0. Unos medios sociales que, aunque no son responsables del narcisismo social, actúan como amplificador acentuando uno de los fenómenos de nuestra sociedad postmoderna consumista y convirtiéndonos en una especie de “homo sapiens inalambricus”. ¿Cuál es tu marca personal?. Publicado el 5 noviembre 2010 por JoseLopezPonce Blog bajo licencia Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike 3.0 License ……………………………. Fuente: Rizomática Imagen: Liquid modernity Zygmunt Bauman De Wikipedia, la enciclopedia libre http://es.wikipedia.org/wiki/Zygmunt_Bauman Saltar a: navegación, búsqueda Zygmunt Bauman en Varsovia (2005). Zygmunt Bauman (Poznań, Polonia, 1925) es un sociólogo, filósofo y ensayista polaco. Es conocido por acuñar el término, y desarrollar el concepto, de la «modernidad líquida».1 Junto con el también sociólogo Alain Touraine, Bauman es ganador del Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2010.2 Nació en Poznan (Polonia) en una humilde familia judía. Huyendo de los nazis se trasladó a la Unión Soviética para regresar posteriormente a Polonia, donde militó en el Partido Comunista3 y fue profesor de filosofía y sociología en la Universidad de Varsovia antes de verse obligado a irse de Polonia en 1968 a causa de la política antisemita desarrollada por el gobierno comunista después de los sucesos de marzo de 1968. Posteriormente a su purga de la universidad de Varsovia, ha enseñado sociología en países como Israel, Estados Unidos y Canadá. Desde 1971 reside en Inglaterra. Es profesor en la Universidad de Leeds de ese país. Y, desde 1990, es profesor emérito. Su obra comienza en los años 50 y se ocupa, entre otras cosas, de cuestiones tales como las clases sociales, el socialismo, el holocausto, la hermenéutica, la modernidad y la posmodernidad, el consumismo, la globalización y la nueva pobreza. Índice [ocultar] 1 Obra y pensamiento o 1.1 El Holocausto o 1.2 Modernidad y postmodernidad versus modernidad sólida y líquida o 1.3 Vidas desperdiciadas: La modernidad y sus parias o 1.4 La convivencia con los otros o 1.5 Sociología del cambio - Sociología Reflexiva 2 Trabajo, consumismo y nuevos pobres 3 La identidad en la modernidad líquida 4 Bibliografía en castellano 5 Premios importantes 6 Véase también 7 Referencias 8 Enlaces externos Obra y pensamiento[editar · editar código] El interés de la investigación de Zygmunt Bauman se enfoca en la estratificación social y en el movimiento obrero, antes de interesarse en temas más globales tales como la naturaleza de la modernidad. El período más prolífico de su carrera comenzó después de abandonar la enseñanza en Leeds, cuando se acrecentó su importancia más allá de los círculos de sociólogos profesionales con un libro que publicó acerca de la supuesta conexión entre la ideología de la modernidad y el [[Holocausto]. El Holocausto[editar · editar código] Su tesis central, en ese libro, era que el Holocausto básicamente no fue un lapso accidental dentro de la barbarie irracional precivilizada, sino una consecuencia lógica (aunque no inevitable) de la civilización moderna y su creencia en la ingeniería social a gran escala. Modernidad y postmodernidad versus modernidad sólida y líquida[editar · editar código] Las primeras obras de Bauman fueron proyectos basados en la modernidad dentro del diseño de una mejor sociedad. Hacia 1970 y comienzos de la década de 1980 su atención cambió a cuestiones más generales y teóricas en relación con el papel de las ciencias sociales y cómo éstas podrían ayudar a la sociedad. El mayor cambio en la obra de Bauman se produjo a finales de la década de 1980 con la edición de una trilogía de libros (Legisladores e intérpretes, Modernidad y Holocausto y Modernidad y ambivalencia), en los que criticaba la modernidad y proponía una visión postmoderna distópica de la sociedad. Desde entonces, Bauman ha editado una línea invariable de libros adicionales explorando su nueva perspectiva. Aunque a Bauman se le considera un pensador 'postmoderno', no le cabe el término de postmodernista ya que utiliza los conceptos de modernidad sólida y líquida para caracterizar lo que considera dos caras de la misma moneda. Bauman causó cierta controversia dentro de la sociología con su aseveración de que el comportamiento humano no puede explicarse primariamente por la determinación social o discusión racional, sino más bien descansa en algún impulso innato, pre-social en los individuos. Desde fines de la década de 1990, Bauman ejerció una considerable influencia sobre el movimiento altermundista. Vidas desperdiciadas: La modernidad y sus parias[editar · editar código] En su libro Vidas desperdiciadas: La modernidad y sus parias, Bauman nos habla sobre la producción de 'residuos humanos' —más concretamente, de las poblaciones 'superfluas' de emigrantes, refugiados y demás parias— como una consecuencia inevitable de la modernización. La convivencia con los otros[editar · editar código] Cómo convivir con los otros ha sido un problema omnipresente de la sociedad occidental, y Bauman presenta las principales estrategias utilizadas: la separación del otro excluyéndolo (estrategia émica), la asimilación del otro despojándole de su otredad (estrategia fágica) y la invisibilización del otro que desaparece del mapa mental. Véase también: metáfora del jardinero Sociología del cambio - Sociología Reflexiva[editar · editar código] Bauman es uno de los sociólogos que plantea una nueva forma de entender la sociedad moderna: No basada necesariamente en los conformistas y los anticonformistas, sino que es una tercera vía, según la lógica de la sociología reflexiva, que elabora y apunta a modificar la sociedad moderna. La hipótesis de Bauman es que el cambio social tiene que ser un producto necesario y dinámico. Una vez comprendida la relación entre la sociedad sólida (seguridad, contenidos, valores) y la sociedad líquida (movilidad, incertidumbre, relatividad de valores), el segundo paso necesario es modificar la realidad y comprender que la vía del cambio es la única posible y la única necesaria, además de ser oportuna, para evitar los conflictos sociales y mejorar las condiciones de vida.4 Trabajo, consumismo y nuevos pobres[editar · editar código] Para Bauman, “la cruzada por la ética del trabajo era la batalla por imponer el control y la subordinación. Se trataba de una lucha por el poder en todo, salvo en el nombre; una batalla para obligar a los trabajadores a aceptar, en homenaje a la ética y a la nobleza del trabajo, una vida que ni era noble ni se ajustaba a sus propios principios de moral”. La ética del trabajo era una aberrante grosería; responsabilizar a los pobres de su pobreza gracias a su falta de disposición al trabajo y, por lo tanto, su inmoralidad y degradación personal (lo que provoca su castigo ante el pecado) es uno de los últimos servicios de la ética del trabajo a la sociedad de consumidores. En la nueva estética del consumo, las clases que concentran las riquezas pasan a ser objetos de adoración, y los "nuevos pobres" son aquellos que son incapaces de acceder al consumo y a la novedad del sistema capitalista. Para alcanzar los placeres de una vida normal, se necesita dinero, y los pobres se encuentran ante un escenario de consumo rapaz y con la incapacidad de solventar los estándares del consumo: Nada calmará el dolor de la inferioridad evidente (Bauman, 2000:67). La identidad en la modernidad líquida[editar · editar código] En el planteamiento de Bauman, la búsqueda de la identidad es la tarea y la responsabilidad vital del sujeto, y esta empresa de construirse a sí mismo constituye al mismo tiempo la última fuente de arraigo. Bauman plantea que en la modernidad líquida las identidades son semejantes a una costra volcánica que se endurece, vuelve a fundirse y cambia constantemente de forma. El autor plantea que éstas parecen estables desde un punto de vista externo, pero que al ser miradas por el propio sujeto aparece la fragilidad y el desgarro constante. Según sus planteamientos, en la modernidad líquida el único valor heterorreferenciado es la necesidad de hacerse con una identidad flexible y versátil que haga frente a las distintas mutaciones que el sujeto ha de enfrentar a lo largo de su vida. La identidad se configura como una responsablidad reflexiva que busca la autonomía del resto y la constante autorrealización y que, además, está abocada a la constante inconclusión debido a la falta de un telos en la modernidad tardía. Entiende que la felicidad se ha transformado de aspiración ilustrada para el conjunto del género humano en deseo individual. Y en una búsqueda activa más que en una circunstancia estable, porque si la felicidad puede ser un estado, sólo puede ser un estado de excitación espoleado por la insatisfacción. El exceso en los bienes de consumo nunca será suficiente. Bauman al plantear la modernidad líquida, se refiere al proceso por el cual el individuo tiene que pasar para poder integrarse a una sociedad cada vez más global, pero sin identidad fija, y sí maleable, voluble. La identidad se tiene que inventar, que crear, se tiene que moldear máscaras de sobrevivencia. Llega a esta conclusión a partir del análisis histórico de los grandes cambios que ha experimentado la sociedad, en especial a partir de la lucha de clases, entre el proletariado y los dueños de los procesos de producción, a finales del siglo XIX, el desintegramiento de las sociedades colectivas para dar paso a la individualidad en términos de ciudadanía, los cambios vertiginosos que ha provocado la globalización y el imperialismo comercial de los monopolios en contubernio con los gobiernos neoliberales, el resurgimiento de la alteridad (movimientos índigenas), feminismo, la lucha arcaica en medio oriente, el crecimiento exponencial de la población mundial, hasta llegar a la era de las TICs, donde más se observa la problemática de la identidad en la modernidad líquida. Si antes en el siglo XVIII la sociedad se caracterizaba por el sentido de pertenencia del individuo muy marcado entre los distintos estratos sociales, ahora con el auge de las redes sociales y las TICs, las identidades globales , volubles, permeables y propiamente frágiles, oscilan de acuerdo a la tendencia que marca el consumismo. Sin embargo, esta identidad escurridiza, nos hace cada vez más dependiente del otro y es ahí donde se encuentra la esperanza de crear condiciones de crecimiento en términos de humanidad, conciencia colectiva por el bien individual a partir del común en copla con la naturaleza.5 Bibliografía en castellano[editar · editar código] Pensando sociológicamente. Nueva Visión. Buenos Aires, 1994. Libertad. Madrid. Alianza. 1992. ISBN 978-84-206-0587-6 Modernidad y ambivalencia. En Beriain, Josetxo (Comp.), Las consecuencias perversas de la modernidad. Barcelona. Anthropos. 1996. Legisladores e intérpretes: Sobre la modernidad, la postmodernidad y los intelectuales. Buenos Aires. Universidad Nacional de Quilmes. 1997. Modernidad y Holocausto. Madrid. Sequitur. 1998. ISBN 978-84-95363-24-4. 4a. ed., 2008: ISBN 978-84-95363-43-5. Trabajo, consumismo y nuevos pobres. Barcelona. Gedisa. 2000. ISBN 978-84-7432-750-2 La postmodernidad y sus descontentos. Madrid. Akal. 2001. ISBN 978-84-460-1285-6 La globalización: Consecuencias humanas. México. Fondo de Cultura Económica. 1999. (Se incluye el texto "Turistas y Vagabundos" [nº IV]) Modernidad líquida. Buenos Aires. Fondo de Cultura Económica. 1999. En búsqueda de la política. Buenos Aires. Fondo de Cultura Económica. 2001. La sociedad individualizada. Madrid. Cátedra. 2001. ISBN 978-84-376-1936-1 Comunidad. En busca de seguridad en un mundo hostil. Madrid. Siglo XXI. 2006. ISBN 978-84-323-1272-4 La sociedad sitiada. Buenos Aires. Fondo de Cultura Económica de Argentina. 2004. Ética posmoderna: Sociología y política. Madrid. Siglo XXI. 2004. Confianza y temor en la ciudad. Barcelona. Arcadia. 2006. ISBN 978-84-934096-3-0 Amor líquido: Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos[1]. México. Fondo de Cultura Económica. 2005. ISBN 978-84-375-0588-6 Vidas desperdiciadas: La modernidad y sus parias. Barcelona. Paidós Ibérica. 2005. ISBN 978-84-493-1671-5 Identidad. Madrid. Losada. 2005. ISBN 978-84-96375-20-8 Vida líquida. Barcelona. Paidós Ibérica. 2006. ISBN 978-84-493-1936-5 Europa: Una aventura inacabada. Losada. 2006. ISBN 84-96375-32-3 Miedo líquido: La sociedad contemporánea y sus temores. Barcelona. Paidós Ibérica. 2007 ISBN 978-84-493-1984-6 Vida de consumo. Fondo de Cultura Económica. Madrid, 2007. ISBN 978-950-557-725-5 Tiempos líquidos. Barcelona. Tusquets. 2007. ISBN 978-84-8383-029-1 Arte, ¿líquido?. Madrid. Sequitur. 2007. ISBN 978-84-95363-36-7 Archipiélago de excepciones. Buenos Aires y Madrid, Katz Barpal Editores. 2008. ISBN 978-84-96859-35-7 Múltiples culturas, una sola humanidad. Buenos Aires/Madrid. Katz Barpal. 2008. ISBN 978-84-96859-50-0 Los retos de la educación en la modernidad líquida. Barcelona. Gedisa. 2008. ISBN 978-849784-229-7 El arte de la vida. De la vida como obra de arte. Paidós. 2009. ISBN 978-84-493-2201-3. El tiempo apremia (Living on Borrowd Time, 2009, Zygmunt Bauman & Citlali RovirosaMadrazo). Barcelona. Arcadia, 2010, ISBN 978-84-937025-8-8 Mundo Consumo. Barcelona. Paidos. 2010. ISBN 978-84-493-2339-3 Daños colaterales. Desigualdades sociales en la era global Fondo de Cultura Económica, 2011, ISBN 9786071608154 " 44 Cartas desde el mundo líquido". Paidos Estado y Sociedad. 2011 Premios importantes[editar · editar código] Bauman ha sido galardonado con los siguientes premios: 1989 - Premio Europeo Amalfi de Sociología y Ciencias Sociales (Italia). 1998 - Premio Theodor W. Adorno de la ciudad de Fráncfort (Alemania). 2010 - Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades.2 Véase también[editar · editar código] Amor líquido Referencias[editar · editar código] 1. Jump up ↑ 'Sociedad líquida' El Diario Vasco, consultado el 11 de octubre de 2011 ↑ Jump up to: a b Los sociólogos Touraine y Bauman ganan el Príncipe de Asturias de Comunicación, 20 minutos, 27 de mayo de 2010, consultado el mismo día. 3. Jump up ↑ Clarín.com : Zygmunt Bauman: "Sí, fui un espía del comunismo" 4. Jump up ↑ Bauman y la Sociedad del Cambio Video en Transnational Justice Center 5. Jump up ↑ Palomar Verea, Cristina (Enero- ABril 2007). «Reseña de "Identidad" de Sygmunt Bauman». Espiral VOL. XIII (Num. 38): pp. 205-214. http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=13803808. 2. Enlaces externos[editar · editar código] PREMIO A ZYGMUNT BAUMAN: El sociólogo de “los miedos” Zygmunt Bauman: La ética del trabajo y la estética del consumo Modernidad líquida y fragilidad humana; Zygmunt Bauman Zygmunt Bauman en Cibernous, Madrid Zygmunt Bauman: Modernidad líquida, estados transitorios y mundo globalizado | Adolfo Vásquez Rocca UCM Reseña de Mundo Consumo, Barcelona Metrópolis, 2010. Zygmunt Bauman: “Modernidad Líquida” y “La Posmodernidad Postpanóptica” Fotografía de Zygmunt Bauman en Matadero Madrid Zygmunt Bauman: La Modernidad Líquida podría 'licuar' las religiones | T 21 - UPC Zygmunt Bauman: Comunidad: en busca de seguridad en un mundo hostil Zygmunt Bauman: Del capitalismo como "sistema parásito" Individualismo, Modernidad Líquida y Desilusión Hipermoderna: De Zygmunt Bauman a Sloterdijk | Redazione Critica Wikilibros alberga un libro o manual sobre Soziologische Klassiker/ Bauman, Zygmunt. Wikiquote alberga frases célebres de o sobre Zygmunt Bauman.