CIEN AÑOS DE EDUCACION EN MEXICO 2

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CIEN AÑOS DE EDUCACION EN MEXICO, ENTREVISTA A SILVIA SCHMELKES,
PABLO LATAPI SARTE, CARLOS ORNELAS, TOMADO DEL LIBRO EL MEXICANO
Y SU SIGLO, EDITORIAL OCEANO.MEXICO.1999.
Colaboran: silvia schmelkes, pablo latapi sarre, carlos ornelas
Podría decirme, Pablo Latapí, -¿cuáles son las estadísticas con las que
terminábamos eL siglo pasado v comenzábamos el XX en materia de educación,
en México"PL: En 1900 el País tenía 13 millones 600 mil habitantes, v todo el sistema
educativo no llegaba a 8OO mil alumnos. Había casi 700 mil en primaria v muy
pocos en los otros niveles: 7,500 de secundaria en 41 escuelas en todo el país y
9,8OO estudiantes de educación superior. Pisamos a 1921, año en que se creó
la Secretaría de Educación Pública y se comenzó a impulsar la extensión de la
educación en todo el país, siempre contra el crecimiento demográfico v
logrando superarlo, como vamos a ver. Para 1940 ya el país tenía 19 millones
600 mil habitantes v en primaria había un millón 950 mil alumnos, en
secundaria 65 mil, en preparatoria 29 mil; y en superior cerca de 25 mil
estudiantes, o sea, conjunto del sistema educativo ya sumaba poco más de
dos millones de alumnos. Darnos un salto a 1975: con una población total en el
de 55 millones, el sistema educativo tenia ya catorce millones de alumnos: en
primaria. 11 millones 700 mil. En secundaria casi dos millones, en preparatoria
más de 700 mil y en superior más de medio millón. Y llegamos así al año 1995,
en el que el país casi alcanza los 97 millones y el sistema educativo total tiene
casi 28 millones de alumnos en 210 mil escuelas. De éstos, dieciocho millones
están en pre-escolar y primaria, casi cinco millones en secundaria, 2 millones
200 mil en bachillerato y un millón y medio en educación superior. Yo diría en
suma, que la -población se multiplicó por siete a lo largo siglo, las plazas
escolares se multiplicaron por cuarenta.
Un dato impresionante: el,
analfabetismo de la población adulta -de los 15 años más- se redujo de más de
80% que había en 1900 a cerca del 9% en
La actualidad.
En verdad es impresionante el avance cuantitativo, tomando cuenta el
crecimiento demográfico del país y que a principios de siglo, la educación era
un sistema para minorías, un sistema necesariamente elitista y por entero
urbano.
Jcv : Carlos Órnelas, desde mi punto de vista conceptual, cuando iniciamos
siglo XX, cómo definían la educación aquellos que la dirigían en México? : Cuál
era el modelo? .Para qué servia la educación a quien teníamos que dársela y a
quien noco: la educación pública en México, propiamente inicio con el porfiriato, y ya
dominada por la filosofía positivista o esta degeneración que adaptamos en
México del positivismo que fue influenciado por malthus , exponía y apoyaba a
la sobrevivencia delios más aptos, pugnando por cierta superioridad racial
recuerdese que éramos muy racistas, incluyendo a vasconcelos, ahora lo
disimulamos, somos mas sutiles, pero antes no: estaban los indios, los otros, y
nosotros, mestizos, y todo lo demás; era muy obvio el racismo en la época de
los científicos del porfiriano, basado en la filosofía de la sobrevivencia de mas
apto. La instrucción, de acuerdo con la tendencia liberal más pura tenía que ser
completamente en manos de los particulares, de los padres de familia -era su
lucha contra la Iglesia de aquel entonces-; pero la corriente estadista de los
liberales.-"hablaban ya de una educación pública. de apoderarse de la mente de
los niños, de seleccionar los mas aptos para la vida, y estos, por supuesto,
estaban en las ciudades; pertenecían a tos segmentos superiores, de la clase
media para arriba, y eran muy pocos. Corno decía Pablo Latapí, la poca
educación que había se impartía en las ciudades; las pocas escuelas normales
eran tan elitistas como las otras escuelas profesionales, y generaban poca
competencia entre las personas. La educación profesional era más elitista
todavía; no había escuelas profesionales más que en el Distrito Federal, a
excepción de los colegios civiles que Había: algunos de derecho positivo, por
supuesto, y algunas escuelas de medicina, muy pocas de ingeniería y nada
más.
Los seminarios católicos servían a muchas personas que no seguían la carrera
eclesiástica; ahí se podía estudiar lo que correspondía a la educación
relativamente básica hasta la preparatoria, para luego continuar con el colegio
civil y hacerse abogados.
De este panorama educativo resultaba, en un plano ya profesional, que
básicamente a principios de siglo, los profesionistas eran médicos, abogados y
sacerdotes. Había la Escuela de minas —ya llamada de ingeniería—, la de
arquitectura y otras escuelas profesionales; lo que hoy sería contabilidad; ya
había las simientes de lo que serían la ingeniería mecánica y otras ramas; el
ingeniero municipal, que era constructor, ingeniero civil, una combinación de
ingeniero hidráulico con otras cuestiones, pero eran muy pocos los alumnos.
No hay que olvidar a las normales, dado que hablarnos de educación; por lo
menos trece escuelas normales se fundaron a lo largo del siglo XIX. Empezando
por la de Zacatecas, en 1825.
Jcv: ¿Podría explicar, Carlos Órnelas, cuál era el concepto de educación anterior
al porfiriato? y corno fue que se dio el paso al concepto de educación publica?
Co: Durante la Colonia había unos cuantos colegios, incluyendo algunos para
señoritas, auspiciados por las órdenes religiosas; y la Real y Pontificia
Universidad, que sostenía la Corona o el virrey. a nombre del rey.
Y a nombre del rey, era pontificia, para clérigos, abogados v teólogos. La
educación infantil era a domicilio; había institutrices y profesores que se
ganaban la vida educándose y luego educaban a los hijos de las personas que
podían pagar sus clases; era un modelo muy europeo. Después hubo una
expansión de la enseñanza primaria en la época post-independiente, con la
llamada escuela lancasteriana; pero no fue organizada por el Estado. Diríamos
hoy que fueron iniciativas de la sociedad civil, de grupos de familias que no
eran tan pudientes corno para poder pagar un maestro en casa, y que se unían
para poder tener una escuela en el barrio, en la comunidad, con lo que así
también se distinguían de los de abajo, como lo que hoy llamaríamos clases
medias.
Los esfuerzos estatales, propiamente dichos, hechos por los liberales a partir de
los liberarles-1833-1845, con la Revolución de Ayutla, tuvieron como propósito
la creación de institutos civiles para competir con los seminarios y allí entrenar
abogados; y estos institutos sí eran públicos. Después ce tener una educación
no pública, en los que hoy llamaríamos niveles básicos, llegaban al instituto,
que era público, gratuito, aunque para muy pocos —allí estudió Benito Juárez,
por ejemplo, en el Instituto Civil de Oaxaca.
La educación gratuita es muy probable que se iniciara en la época ce la
República Restaurada, en 1867, aunque se trataba de muy pocas escuelas.
Jcv: Silvia Schmelkes ¿qué se pensaba respecto de la utilidad de la educación a
principios de este siglo XX? ¿Para qué servía estudiar?'
SS: Podemos reconocer la influencia de pensamiento Liberal desde finales del
siglo pasado, que de alguna manera fue construyendo lo que después sería la
propuesta propiamente revolucionaria de la educación en México. Podemos
identificar muy claramente influencias de las filosofías pedagógicas y
propiamente liberales en los pensadores, que no llegaron a consolidarse en lo
que podría llamarse la práctica de la educación o la. Instalación de escuelas,
pero en el plano
Del pensamiento sí podemos identificar con precisión este afán por la educación
universal, que data de fines del siglo XIX y que de alguna manera empieza a
estar a principios del siglo XX. Y desde luego se plasman, en la Constitución los
ideales de la educación revolucionaria.
Adivinando un poco lo que sucedía a principios de siglo, para la clase alta la
educación era necesaria para mantener el estatus que de alguna manera se
había conseguido o se tenía por nacimiento. Ya a principios de siglo, estoy
convencida de que para los hijos de la clase media la educación era una
aspiración real; se buscaba que los hijos fueran más educados que los padres;
eso para la poca clase media que existía a principio de siglo. .Ahora, para la
clase humilde no; porque me parece que la idea de la educación no estaba
presente en el imaginario colectivo de la clase baja, porque no había puntos de
referencia visibles; la educación no era algo que formara parte de la vida
cotidiana de las clases populares. Por esa ausencia de puntos de referencia, la
educación no era todavía una aspiración de la ciase popular, y, desde luego, no
había posibilidad alguna de que se convirtiera en realidad, si es que esa
aspiración hubiera existido.
JCV: Pablo Latapí, durante la Revolución qué fue lo que pasó; corno se modificó
la educación en México durante esos años?
PL: Desde luego hubo bastantes maestros que participaron en el movimiento
armado de la Revolución; y además si se dice que el país perdió cerca de un
millón de vidas, entonces es muy probable que lo que había de sistema
educativo se afectara. Pero es más importante considerar la idea de educación
y cómo la influye la Revolución; es muy interesante ver todos los debates
parlamentarios sobre el artículo tercero de la Constitución de 1917, y cómo
queda la educación a cargo de los municipios, porque no hay un órgano federal
que se responsabilice de ella. Esto se debió a muchas circunstancias, sobre
todo a la influencia del ex gobernador de Coahuila. Venustiano Carranza, que
contempló que esto era conveniente en su estado pero en el resto del país fue
nefasto; los municipios no ceñían recursos públicos para la educación, fue"
entonces un periodo lamentable para la educación, y en esos años que van de
1917 a 1921, cuando se crea la Secretaría de Educación Pública, no tenemos
mayores datos de lo que sucedió. La influencia ideológica de la Revolución
todavía no se dejaba sentir en su totalidad, esperaba ser plasmada y
concretada por el proyecto de Vasconcelos.
En general, el período revolucionario fue caótico para el sistema educativo
nacional de ese entonces, si lo analizamos como educación formal Lo
interesante es analizar de manera informal lo que pasó con la educación: cómo
fue la misma Revolución la educadora del pueblo, y en ese sentido sí podemos
hablar de grandes logros revolucionarios. Como la cultura política, digamos, que
se transmitió como consecuencia de la Revolución, a sectores a los que nunca
había llegado un sistema educativo formal. Los movimientos en general y "los
revolucionarios en particular, se han estudiado corno eventos educativos, y
podemos decir que hubo un cambio en la mentalidad política de la población
nacional durante los once años de la Revolución; o sea que desde ese punto de
vista hay un impacto educativo informal.
La educación de las escuelas continuó pero con muchas interrupciones. La
educación la tenernos que seguir imaginando en las ciudades, no en el campo
—lugar de las batallas—, y no obstante esas ciudades eran adonde llegaban los
ejércitos. Continuamente, y entonces lo que nos podemos imaginar es una
situación de caos, de años escolares inconclusos, de muchas interrupciones.
JCV: ¿Corno podemos sintetizar Garios Órnelas, el modelo educativo que se
gestó durante la Revolución mexicana?
Co: Pienso que hubo un proyectó en verdad revolucionario, que dirigió
Vasconcelos, y que en buena medida que el concibió mientras le daba -vuelta
la idea maltusiana de positivismo en el que sólo los mas aptos deberían de
sobrevivir. Vasconcelos no nada más hablaba en términos físicos y
democráticos, sino también en términos filosóficos: le da una vuelta a. la
retórica dominante durante el porfiriato empieza a hablar de filosofía y con ella
de la unidad de la nación por medio de la civilización: la educación debería ser
la luz que iluminara la mente de la gente pobre, de los desposeídos, de los
indios, para hacerlos mexicanos, para hacerlos parte ce la raza de bronce; por
medio de esta idea civilizadora, en la que resumía en un mismo crisol los
mejores elementos de la cultura helénica, europea, árabe, hispánica,
conjugados con las tradiciones nahuas —él hablaba mucho de Quetzalcóatl y su
lucha contra Huitzilobos, representa a la ignorancia—, fue consecuente durante
sus años de la Revolución y la creación de la Secretaría de Educación Pública, y
durante la publicación de la revista Si Maestro, donde fue capaz de contagiar
ese entusiasmo a cientos y tal vez miles de personas, que luego se convirtieron
en misioneros culturales, con la idea de que eran ellos quienes llevaban la luz,
la antorcha, la civilización a las regiones apartadas, y que era mucho más que
educar al analfabeto; era llevar nociones de higiene, de organización social y
enseñarles a disfrutar una pieza de música, a comprender belleza de un
poema., a los segmentos más pobres del país. Un territorio de casi dos millones
de kilómetros cuadrados, sin vías de comunicación, y las pocas existentes,
destrozadas durante la guerra revolucionaria; donde no había radio ni nada por
el estilo; no había libros de texto, y, sin embargo fue posible hacer muchas
cosas; las simientes de lo que después fue, enforma más institucional, la
educación rural mexicana. Y esa idea, esta filosofía tuvo bastante aceptación
entre la gente. En alguna. Parte leí que existió oposición para las misiones
culturales en varias rociones y comunidades, y que querían expulsarlas de lo
pueblos; no me lo explicaba, hasta, que fui a Pachuca; y visité el Archivo
Casasola; vi. unas fotografías donde los misioneros rural es estaban rapando a
los niños, y eso no le gustaba a la población, pero había una epidemia de tifo y
el piojo era el vehículo por el cual se contagiaba, y hacer entender esto a las
personas, que a veces ni siquiera entendían el español; —medianamente, era
muy difícil.
Y los misioneros, al contrario de lo que pensábamos, eran personas, que
apenan sabían leer y escribir y que habían terminado la escuela que en ese
entonces llamaban primaria elemental —que era de cuatro años—; en. Realidad
era más entusiasmo que conocimiento, pero se pudieron lograr muchas cosas.
Ése es uno de los grandes logros: se sembró, primero, la idea civilizatoria de
que la cultura y la cultura nacional son importantes y que bien vale la pena ser
mexicanos —la raza de bronce v todas esas cosas—; y, segundo, que esto tenia
que ser de carácter general. Que la nación no se iba a unificar por las armas ni
por el gobierno revolucionario, sino por el conocimiento, por la educación, por
la civilización.
jcv: Pablo Latapí. Vayamos más allá de la Revolución. Qué ocurre Cuál es la
siguiente gran etapa-del modelo educativo.
en. Su conjunto. Hay algunos historiadores que, o resumen más bien las
políticas educativas, en seis grandes proyectos: el justo Sierra, el de
Vasconcelos en 1921, y después otros cuatro que no son sucesivos, sino que se
van empalmando. De alguna manera hoy están todos presentes, porque han
dejado secuelas en el pensamiento educativo y en el pensamiento de la política
educativa nacional. Después del de Vasconcelos se distingue el proyecto
socialista, que empieza en 1934 con el artículo tercero socialista y termina en
1046. Después continuaría el tecnológico, que impulsó Moisés Sáenz desde
1928, orientado a la industrialización, v con una visión mucho más urbana y
moderna de lo que debe ser a educación, y que de alguna manera persiste
hasta nuestros días. Luego, desde 1540, con Ávila Camacho, pero que se
plasma hasta el artículo tercero de 1946, el proyectó de la escuela de unidad
nacional, en que ya se procuraría reconciliación, después de una cadena
conflictiva del socialismo en la educación. Finalmente el proyecto modernizador,
que hoy podríamos decir es el dominante, y cuyo comienzo podríamos desde el
principio del sexenio de Luis Echeverría. Lo interesante de esta '-.sien, y a mí
me gusta, es que cada uno de estos proyectos va dejando su huella en la
conciencia de la educación mexicana. Unos se interrumpen antes, otros
continúan videntes con algunos -de sus elementos, pero atenuados por los
posteriores.
Los vasconcelístas se podría decir que quedar, los valores fundacionales, como
la vinculación de la educación con. La soberanía y la independencia, su sentido
nacionalista, su carácter popular y laico y su profundo sentido o propósito de la
integración social. Todo eso persiste hasta nuestros días. El proyecto socialista,
aunque fue efímero y en lo sustancia quedó cancelado al entrar en funciones el
presidente Ávila Camacho. dejó residuos, que se hacen evidentes todavía en el
compromiso que el Estado tiene con la enseñanza pública y con la
democratización del servicio educativo y también en la fe, la han reiterado del
valor de la educación para la equidad social —con ciertos valores que postuló el
pensamiento socialista y quedar, en la conciencia educativa del país. Si
pensamos en el tercero, el proyecto tecnológico de los años treinta, podríamos
decir que también dejó un legado, reforzado después por el proyecto
modernizador de los setenta, que se coincidía sobre todo en la preocupación
por el trabajo y la productividad, la vinculación del sistema educativo con el
orden productivo, el énfasis en formación científica y cierto enfoque
pragmático, que sé advierte por ejemplo en el pensamiento educativo actual y
este proyecto modernizador de los años setenta, que se refuerza ahora, a partir
de los noventa con lo que se suele llamar un proyecto neoliberal a ultranza, con
los valores del mercado, de la eficiencia, de la competitividad añadiendo
algunos matices. Pero el cuarto proyecto, que se llamó de unidad nacional,
también dejó una idea de tolerancia, de aceptación de pluralismo y diríamos
que incorporó al pensamiento educativo los principios libertad, de democracia,
como forma de vida, de justicia y la aspiración también a una convivencia
pacifica en el piano internacional.
O sea, este análisis de las políticas educativas nos hacen ver corno la historia
no se hace por segmentos, sino que en recalca, son fenómenos dinámicos que
se van empalmando unos a otros.
Jvc: Cualquier mexicano, el día de hoy, lleva en su conciencia Sr. dos de estos
diferentes modelos. Por qué razón existe la sensación de Servir. Schmelkes,
ahora que estarnos terminando este Siglo, que hemos invertido muchos
millones de pesos en educación Tenemos en: América Latina un enorme grupo
de profesores y maestros y personal, que se dedican a difundir conocimiento;
tenemos una gran inversión en instituciones educativas, en laboratorios, en
escuelas, en aula pareciera que somos un pueblo que no está muy bien
preparado para enfrentar las tareas, no sólo del saber básico, sino en un
senado amplia de la educación. -Cómo explicarnos estos dos elementos
SS: Hay problemas que México no ha podido resolver en que. Va de: la
siguiente en materia educativa: uno, a pesar de tocas las búsquedas y de todos
estos modelos que, sobrepuestos, -en realidad., ésta no se ha logrado. Como
pueblo no podemos decir que estamos suficientemente preparados; tenemos
gente preparada, la mejor del mundo, pero sigue siendo una pequeña élite la
que se encuentra preparada. Nuestro sistema educativo, sigue siendo un
sistema inequitativo en el sentido de que lo que le ofrece a una zona
desaliniada es muy distinto de lo que le ofrece a una zona atrasada; muy
diferente-lo que le ofrece a una zona rural que una zona urbana, a una zona
mestiza, y muy distinto a lo que ofrece a una zona indígena. Esto en parte se
explica por la manera como ha crecido el sistema educativo, y nadie puede
negar que ha crecido explosivamente en lo que va del siglo. Pero c! modelo que
ha permanecido es el conocido como derrame paulatino de beneficios, en
donde empieza a crecer a partir de un núcleo favorecido, que generalmente es
una ciudad, y de ahí se va desbordando, poco a poco, hasta llegar a los lugares
más lejanos. La educación primaria, va llegó, podemos decir que desde 1980, a
casi todos los rincones del país. Pero para cuando llega a este lugar se
necesitan dos niveles superiores para obtener los mismos niveles de ingresos
que antes se obtenían con la primaria; y paro estas personas quienes por
primera vez está llegando la primaria, es mucho más difícil continuar con la
educación secundarla y tener entonces los elementos de preparación y de
competencia, como para conseguir empleos e ingresos superiores. Entonces,
hay un problema de equidad, y lo que nos hace sentir es que no estamos lo
suficiente preparados, a pesar de que instituciones de primer mundo en
materia educativa. Tenemos que aceptar esto que no nos satisface la manera
con la que la calidad de la educación contribuye.
JCV; Ahora, va que utilizamos esa palabra, calidad, Garios Órnelas, se dice
también que el sistema, a lo largo de este siglo, se ha preocupado más por la
extensión del modelo, por llegar a más número de personas, que por la calidad
de los contenidos, y así existen millones ce personas que poseen hasta tres
certificados, título profesional, ya veces hasta más, pero no responden a lo que
en teoría implican tantos años de educación.
CO: Estoy de acuerdo con Silvia: el otro problema que no se ha resucito, aparte
de la inequidad es de la baja calidad ce la educación. Desde 1930, pensadores
muy lúcidos, corno Jesús Silva Herzog, se quejaban ya de la mala educación.
En 1931 escribió sobre ello, y comparaba a los estudiantes, a sus alumnos en !a
Escuela Nacional de Jurisprudencia —ya se llamaba Escuela Nacional de
Derecho o algo así, lo que es la Facultad de Derecho— con lo que había sido la
Escuela de Jurisprudencia de porfiriato, y afirmó que antes estudiaban más.
Existe una queja recurrente que saca a colación que en algún momento del
pasado fuimos mejores, pero pienso que no, que la calidad de la educación en
México siempre ha sido deficiente; conforme a estándares internacionales,
conforme al valor intrínseco de la misma educación que se recibe, conforme a
lo que esperan las familias de ella, ha sido mala, y son muchos los factores que
lo explican.
Entre otros, recursos materiales ya hablaba, primero, de la dispersión del país,
de la poca población y luego del crecimiento demográfico, de la falta de
preparación de los maestros, que políticos erróneos Al lado de políticas
consecuentes también hube muchos, y tal vez
políticas erróneas,
contradictorias, que no ponían el acento donde lo debería poner; en los bajos
salarios de los maestros, pero también presiones sindicales para disminuir la
jornada de trabajo, para poner menos atención a los niños y más a los textos y
pienso que las hice de algunos gobernantes o dirigentes de la educación eran
sinceras querían mejorar la educación. El plan de once años, el primero se
planeó en exclusiva para ir a la educación, se llamó Plan para la Expansión de
la Educación Primaria, y cuestión señalaba Torres Bodet, de manera explícita,
era que se necesita: mejorar los niveles de educación que se estaban dando, y
que había que empezar por
Mejorar la educación de los maestros; y da las estadísticas de cuántos maestros
había y cuántos de ellos eran normalistas; —la mayoría de ellos no lo eran, no
habían concluido su formación.
Era una estadística, si no me equivoco, de 1940, que corroboraba: de dieciocho
mil maestros federales que había en aquel periodo: nueve mil apenas habían
terminado la primaria superior las cifras—, seis mil habían terminado la
secundaría y sólo más de dos mil eran propiamente normalistas. Por eso surgió
de crear una institución — que no le hemos hecho justicia ni los historiadores
ni los mismos maestros—; así nació el Instituto Nacional de Capacitación del
Magisterio para darles el famoso sexto a los maestros en ejercicio cada verano
—en seis veranos iban, a obtener su grado maestro— fue tal vez, para algunos
maestros, la primera universidad abierta del mundo, masiva, que tuvo muchos
logros. Pero esto fue periodo de la unidad nacional, que al mismo tiempo que
trajo todos estas cuestiones también fue la época de la consolidación del Estado
corporativo: todo tenia que ser racional y gobernado desde el centro: el
Sindicato Nacional, el Instituto Nacional de Bellas Artes, el Colegio Nacional del
Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, el Instituto Politécnico
Nacional a la Universidad Nacional; todo era nacional y muy poco para la
Nacional significaba en l centro. Todo tenía que ser en la ciudad de México,
pero que impulso fue muy importante; la expansión –el plan de once años fue
muy significativa y se sintió su efecto en la educación superior en 1970—
aunque en 1905 ya había—los primeros egresados de aquella secundaria y
preparatoria vacilaban tocando las puertas de la Universidad, por lo cual no
había hecho nada el gobierno de Díaz Ordaz: o sea que se oían de once unos.
Se acabo, primero, por las necesidades la expansión, la falta de espacios, pero
no nada más aquí en la ciudad de México, y después sindicales; por vicio que
subsiste, que se llama doble plaza, que a cambio de memores salaros se
otorgaban dos plazas a los maestros. Y entonces ahora las jornadas de trabajo
en la escuela primaria son de cuatro horas y media, veinte horas a la semana; y
esto es: 8OO horas al año. Eso también nos dice mucho de la calidad. Nuestros
socios comerciales Canadá y Estados Unidos— tienen en promedio 1,500 horas,
en mucho mejores condiciones, a veces con dos maestros en el aula.
Creíamos de Educación Pública; desde luego, mencionaría a Torres Bodet, a
Femando Solana y algún otro.
Una de las grandes deficiencias del sistema educativo, a mi manera de ver, es
la falta de una filosofía educativa, nuestra realidad histórica, muy consciente de
lo que somos, que incluya a toda una sociedad tan plural y compleja como es la
mexicana, y que esté abierta a un futuro. En este país no hay filósofos, existen
muy pocos, y filósofos de la educación simplemente no hay personas dedicadas
al pensamiento educativo, a elaborar una verdadera filosofía de la educación.
Y cada sexenio llega y hace el refrito del anterior, y tiene que salvar los valores
nacionalistas, tal como los mencionar, los discursos presidenciales anteriores y
los textos constitucionales y legales, etcétera, pero nos falta pensamiento vivo
de la educación, una filosofía en debate continuo, una ruta clara; y nos falta
también incluir el problema político del país, porque si la sociedad no está
incorporada al quehacer público, si no hay una vinculación entre sociedad v
gobierno, no podernos contar con una filosofía educativa viva.
jgv: Vuelvo a preguntar a Pablo Latapí: cuando se dice que somos un país de
reprobados porque el sistema sólo produce reprobados, cíe parece que es una
aseveración injusta, excesiva
PL: Es una expresión un poco sensacionalista. Las estadísticas nos dicen el
promedio de grados cursados en la población, de hace quince años y mas es de
poco más de seis grados, y más o menos logramos un grado cada ocho o
nueve años.
Evidentemente que esto no es muy satisfactorio. Pero otro dato que quizá
cause escalofrió el rezago educativo entre los adultos. Son actualmente 36
millones de personas de 15 años y más o sea de adultos estadísticamente, que
no han concluido su enseñanza básica. Más de una tercera parte del país y de
la fuerza de trabajo. Ésa es la realidad. Y no entremos a especificar qué calidad
tiene la educación que recibieron.
jcv: Se puede decir, Carlos Órnelas, que en el periodo del desarrollo
estabilizador hubo algún proceso similar en la educación; esto es que fueron de
color rosa también para la educación
CO: Excepto en términos financieros, pienso que la labor de Torres Bodet, sin
ser comparativo, fue muy considerable.
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