Por sus frutos La vid y sus pámpanos La vid es la fuente de vida del pámpano. El pámpano solamente puede expresar únicamente lo que proviene de la vid. El fruto que proviene del pámpano saca a la luz lo que ha alimentado al pámpano por medio de la vid. Nuestra fuente de vida es la Palabra de Dios. La Palabra siempre produce fruto bueno. Si el fruto no es bueno, eso es porque hay algo malo con la fuente o la palabra que lo alimenta. Mateo 7:17 Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. Mateo 7:18 No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Mateo 7:19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Mateo 7:20 Así que, por sus frutos los conoceréis. Es imposible para un árbol bueno dar fruto malo. El fruto malo es un reflejo de la vid o el sistema de creencias al cual se ha adherido el pámpano. La Concordancia de Strong define la palabra “corrupto” como algo que se ha desviado de su virtud original. Isaías 17:10 Porque te olvidaste del Dios de tu salvación, y no te acordaste de la roca de tu refugio; por tanto, sembrarás plantas hermosas, y plantarás sarmiento extraño. Isaías 17:11 El día que las plantes, las harás crecer, y harás que su simiente brote de mañana; pero la cosecha será arrebatada en el día de la angustia, y del dolor desesperado. El “sarmiento extraño” representa una vid extraña que ha tratado de adherirse a algo al que ésta no pertenece. Con esto en mente, regresemos a Génesis. Génesis 2:17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás. El árbol del conocimiento del bien y del mal representa un sistema de creencias de doble ánimo que está hecha de una mezcla de dos cosas. Representa un conflicto entre la carne y el Espíritu. La carne y el Espíritu son fuerzas incompatibles. 1 Corintios 2:12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, 1 Corintios 2:13 lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual. 1 Corintios 2:14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. El hombre tiene que ver solamente con el ámbito del “conocimiento sensorial.” Dios tiene que ver con al ámbito “Espiritual.” El ámbito del Espíritu es acezado solamente por medio de la Palabra. Juan 6:63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. Hasta el momento en que Adán y Eva comieron del árbol del conocimiento del bien y del mal, solamente estaban conscientes de su naturaleza espiritual. Tenían una mente Espiritual. Cuando comieron del árbol, sus ojos se abrieron hacia el lado carnal de su naturaleza. Se volvieron de doble ánimo e inestables. Dios dijo que Él pondría oposición entre ambas naturalezas. Génesis 3:15 Romanos 8:5 Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Romanos 8:6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Romanos 8:7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; La mente carnal es agnóstica respecto a Dios. La mente carnal y la mente Espiritual no pueden funcionar lado a lado. El hombre no puede accesar a Dios con su naturaleza carnal. Adán y Eva fueron separados de Dios cuando tuvieron consciencia de su carne porque ellos no podían accesar a Dios por medio de su carne. En algún momento, luego que la era de Adán y Eva, el concepto de la oposición entre Dios y el hombre se perdió. Dios estableció la ley para redefinir la batalla entre la carne y el Espíritu. La ley representa una “imposibilidad” para el hombre. Además, trae “muerte” o un sentido de “separación de Dios” para el hombre. Romanos 7:11 porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó, y por él me mató. Romanos 7:12 De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno. Romanos 7:13 ¿Luego lo que es bueno, vino a ser muerte para mí? En ninguna manera; sino que el pecado, para mostrarse pecado, produjo en mí la muerte por medio de lo que es bueno, a fin de que por el mandamiento el pecado llegase a ser sobremanera pecaminoso. Romanos 7:14 Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado. Jesús dijo que el hombre no puede caminar con Dios de acuerdo al conocimiento “sensorial”; debe caminar de acuerdo al conocimiento por la “Palabra.” Juan 3:3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Juan 3:4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Juan 3:5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Juan 3:6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. Jesús vino a destruir la enemistad u oposición entre los dos. Él, por medio de “Su carne”, hizo lo que el hombre no pudo hacer en su carne. Removió la barrera de la carne que se interponía entre Dios y el hombre. Efesios 2:15 aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, Efesios 2:16 y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. Romanos 8:1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Romanos 8:2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Romanos 8:3 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; Romanos 8:4 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Romanos 8:5 Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Juan 1:11-13 La Palabra se hizo carne. A todos los que le recibieron les dio potestad de “Ser hechos hijos de Dios” La vida eterna está basada en la integridad de la Palabra que no fallará. 1 Pedro 1:23 siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. 1 Pedro 1:24 Porque: Toda carne es como hierba, Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; 1 Pedro 1:25 Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el