1 UNIVERSIDAD DE MATANZAS “CAMILO CIENFUEGOS”. Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades. EVENTO: ”Patria Símbolo e Identidad”. TEMA: “Educación Cultura e Identidad”. TÍTULO: “Dulce María Loynaz; arraigo de cubana. La Identidad Nacional vista a través de uno de sus poemas”. Autores: Lic. María Caridad Calvo Vázquez. PROF. Asistente de la Fac. de Ciencias Sociales y Humanidades. Direc: Calle 300 nº 7318 entre 73 y 75 Matanzas. Tel: 245735. Email: [email protected] Lic. Lidia Véliz Fernández´. Año: 2004. 2 “Cuanto más fuertes son las raíces del árbol, más son las ramas verdes que traspasan todas las rejas y salvan todas las vallas”. José Martí. 3 INTRODUCCIÓN La sociedad contemporánea atraviesa por momentos en que se habla de un mundo unipolar, hay un predominio de las economías neoliberales surgidas a finales de la segunda Guerra Mundial. Teniendo en cuenta que entre sus ideas fundamentales se sostiene que la desigualdad tiene un valor en sí misma, que la vitalidad de la competencia garantiza el desarrollo, la relación hombre-hombre es cada vez más crítica. Pero en medio de esta convulsa realidad en que vivimos nos es necesario saber quiénes somos, de dónde venimos. Alguna que otra vez nos hemos preguntado quién soy, de dónde vengo, o quién eres, pero en la multideterminación de esta identidad es muy importante el pasado y el presente, para poder visualizar el futuro. Estas dimensiones temporales indican niveles de análisis dentro de los cuales se expresa el universo del fenómeno. Su vigencia y actualidad ante los retos de la contemporaneidad, requiere no perder de vista su historicidad. Entender el pasado ayuda a entender el presente y proyectar el futuro. Por estas razones pretendemos valorar la identidad nacional en Dulce María Loynaz a través de uno de sus poemas. 4 Epígrafe 1.1 Reflexiones sobre la presencia de la identidad nacional en el poema CXXIV, de Dulce María Loynaz. “Honor a quien honor merece”. 1902 –2002 ,ha transcurrido un siglo y aún su voz acaricia nuestros oídos, sentimos sus versos y nos deleitamos con esta dama de las aguas que nos legó tan preciada literatura. 5 DESARROLLO Desde los primeros orígenes de la sociedad, el individuo se percató de su valor práctico e instrumental para el resto del grupo, lo cual rompe con el aislamiento entre los miembros y abona el terreno para la génesis y desarrollo de un nuevo tipo de interrelaciones en la actividad vital del grupo, es decir, el trabajo y, con él las relaciones sociales. Sin la percepción de la relación individuo-grupo como un valor instrumentalpráctico, es imposible organizar un tipo de actividad productiva conjunta como el trabajo. Este contribuyó considerablemente al desarrollo de la técnica. Al percibir metafóricamente la realidad, el hombre, desde los momentos iniciales de su existencia, adquirió la capacidad de modificar de manera creadora, primero la mente y después en la vida práctica; su relación con la naturaleza, con los demás hombres y consigo mismo. Con la naturaleza, mediante el trabajo; con los demás hombres, en la vida laboral y social en general, consigo mismo, por medio del autoconocimiento y reconocimiento de su mundo subjetivo y existencia individual. Pudiéramos reflexionar que de la misma manera en que al hombre le es inherente a la técnica desde el comienzo de su existencia más primitiva, ya que “sin ella podría sobrevivir como animal, pero no como hombre”, porque no es para él una opción sino parte de la naturaleza; en esa misma medida, y producto del trabajo y las relaciones sociales, le fue imprescindible utilizar el lenguaje-recordemos que es un hecho social- para poder comunicase y así establecer la relación hombrehombre; trajo a su vez el surgimiento de la lengua, soporte a través del cual se expresan también la identidad cultural y nacional. Por tanto, defenderla es defendernos, un pueblo se resume en su lengua, en la cual se sintetiza su ser material y espiritual. Ella es de gran validez científica y ayuda a comprender el problema de la identidad. 6 La lengua es un medio del que podemos auxiliarnos para la profundización de nuestra historia y nuestras tradiciones por diversos motivos: En primer lugar, si los acontecimiento originados después de aquel primer choque cultural trajo cambios para la historia y la cultura de los pueblos de América, también modificó o influyó en la cultura de la propia España y otros países de Europa y África. En segundo lugar, los que vinieron a poblar nuestra isla no sólo trajeron sus oficios, instrumentos de la vida práctica; sino también su arte, religión, ciencia, en fin una escala de valores culturales y sociales acuñados por la lengua. Nuestra lengua nacional nos identifica como comunidad histórico-cultural bien definida, por ello, la lengua española en Cuba es inseparable de nuestra identidad cultural, porque el idioma es uno de los aspectos más importantes de la cultura nacional y una forma o medio para su desarrollo. Tanto es así, que cuando utilizamos nuestra lengua nacional, nos diferenciamos de un español, de un mexicano o de un chileno, es un logro histórico de nuestro pueblo. Aquí nos apropiamos de ella y la hicimos nuestra, la moldeamos de tal forma que respondiera a nuestras necesidades de manifestación espiritual y de creación de bienes materiales, ella refleja en sí misma todo ese largo proceso de mestizaje biológico y cultural que devino, gestor de nuestra nacionalidad. En las últimas dos décadas, el vocablo IDENTIDAD, se ha ido introduciendo en el lenguaje contemporáneo, no como una moda en el terreno de las ideas, sino ante la importancia que han ido cobrando los problemas de las identidades culturales y nacionales en un mundo homogenizado por el capital transnacional y su pretensión de homogenizar las culturas, al igual que ocurre en la producción, la distribución y el cambio. 7 Toda identidad social, es el resultado de un largo, complicado, variado y contradictorio proceso histórico, que implica fenómenos de deculturación y transculturación, que no se detiene en momento alguno, y sólo puede ser definido como un proceso estrechamente vinculado a los acondicionamientos y coyunturas histórico-sociales. La formación de la identidad cubana (cultural y nacional), arranca con el propio proceso histórico de la conquista y la colonia. Baste recordar que tenemos evidencias de documentos escritos desde los siglos XVI y XVII en que se emplearon fórmulas del lenguaje aún en uso en nuestros días. Los viajeros que llegaban a Cuba nos apreciaban bien distintos a ellos desde los primeros testimonios conocidos en el siglo XVII, hasta los cada vez más numerosos en los siglos siguientes, cuando ya se fue usando la denominación de criollos, los gentilicios (bayameses, habaneros) y finalmente el de cubano. Cuba fue uno de los primeros puntos con que tomaron contacto americano los europeos. Aquí se encontraba una población que no tenía ni por asomo el nivel de desarrollo de las culturas continentales; el choque fue tan intenso, que en poco tiempo casi desapareció el pueblo autóctono. A partir de aquí se produjo un fenómeno social e histórico que consistió en la fusión de diversas etnias; la europea, la africana, y más tarde, la china y la francesa (en pequeñas porciones), que hoy son fuentes constitutivas de la cultura nacional. Cuba llegó a convertirse en una de las colonias más prósperas por sus codiciados productos de entonces : el azúcar y el tabaco. Al surgir la Sociedad Económica Amigos de País, se van delineando los perfiles geográficos, históricos y culturales de una nación que se formaba: nombres como Arango y Parreño, Caballero y Valera empiezan a ser los sinónimos de aquellos forjadores de una nacionalidad distinta. José de la Luz y Caballero, creó el colegio ”El Salvador”, institución criolla donde se horneó la masa juvenil que luchara por el 8 reconocimiento de la nacionalidad, a tal extremo que en 1868, al estallar la Guerra de los Diez años, una de las primeras medidas fue la clausura de aquel centro. Nuestra Identidad Nacional fue surgiendo poco a poco y logró alcanzar un alto grado de madurez y fuerza. Pudiéramos decir que es ella un conjunto de rasgos, significaciones, que compartimos las personas de un mismo pueblo, una misma historia, en un mismo territorio y que nos unen, y nos sentimos identificados unos y otros por ese conjunto de rasgos. Si analizamos el origen semántico de la palabra, es: comunidad, igualdad, dentro del conjunto que integra esa identidad, y se diferencia de otros conjuntos. Presupone también el manejar, en las conductas de las personas, la noción de que aquello es lo que nos hace cubanos, una conciencia en sí misma de eso que nos distingue. La identidad es tanto el ser como la conciencia de ese ser, como la conciencia de eso que implica igualdad y diferencia con otro. Esa identidad puede ser individual y social. Desde el punto de vista filosófico, se define en el diccionario de M. Rosental y P. Ludin: “Categoría que expresa la igualdad de un objeto, de un fenómeno consigo mismo, o la igualdad de varios objetos... Como la realidad material cambia sin cesar, no suelen haber objetos absolutamente idénticos a sí mismos, ni siquiera en sus propiedades esenciales, básicas. La identidad no es abstracta, sino concreta, o sea, contiene contradicciones internas que “superan” constantemente en el proceso de desarrollo y que dependen de las condiciones dadas. La identidad se halla indisolublemente vinculada a la diferencia y es relativa. Toda identidad de las cosas es temporal, transitoria, mientras que su desarrollo, en cambio, es absoluto”(1) 9 La búsqueda de la identidad como estudio incesante a lo largo de la historia deviene una fuerza positiva para el reconocimiento del individuo dentro del seno de la sociedad, al igual que los elementos que la conforman y el grado de asimilación y creatividad que ellos aportan a ese rasgo distintivo que constituye lo cubano. Partiendo de su definición filosófica, puede plantearse que es un proceso histórico o biográfico, el individuo como ser social, adquiere cierta comprensión de su singularidad con respecto a otros hombres y colectividades. Entonces, no es la suma de datos empíricos-costumbres, tradiciones, etc., sino un proyecto movedizo de nacionalidad que gira indefinidamente en torno a un ideal colectivo cambiante y diverso. Esta categoría de gran complejidad, por ser su estudio un proceso dinámico, dialéctico e histórico, entre otras características que lo determinan; necesita de la ínter disciplina, o sea, que un conjunto de ínter disciplinas de las Ciencias Sociales, no sólo ofrezcan las herramientas teórico – metodológicas y el aporte que le da su ciencia en particular, sino también ir logrando un pensamiento teórico-metodológico coherente para el abordaje científico de un fenómeno multideterminado, lo cual es difícil, pero no imposible. La nacionalidad fue germinado desde temprana fecha y la poesía contribuyó también a su formación. Esta es una de las más antiguas y más altas formas de ser persona y de ser hombre. ( 1 ) - Diccionario Filosófico. Rosental y P. Ludin. 1985. Su función dentro del existir humano la identifica como uno de los quehaceres con que se configura la reacción de la existencia frente a la realidad que la circunda y enfrenta. Es la poesía respuesta a una necesidad existencial de trascendencia y 10 evasión, pero esta última, no como huida y renuncia, sino como compromiso activo, de superación del vacío de toda situación vital en que el hombre se encuentra. El poeta, no sólo expresa una concepción antropomórfica de la naturaleza, sino que la ve como realidad concreta que no puede expresarse de una sola manera. Desde el período de Cuba como factoría colonial, poetas como Silvestre de Balboa en su “Espejo de Paciencia”, y otros que fueron precursores de los siboneyistas del siglo XIX, fueron delineando la silueta de este territorio que demandaba su conocimiento como algo diferente. Es significativo que antes, en casi ningún otro género literario se encontrase presente la idea de nacionalidad y fuese en la poesía donde se halló en proceso de formación, más como el aviso del sentimiento y la inspiración, que de la mirada reflexiva. El gran personaje nacional que desde temprana fecha aparece en las obras poéticas es la naturaleza, con carácter totalmente protagónico. El paisaje, los frutos y la fauna insular ocupan gran espacio en los cantos iniciales que llegan hasta lo hiperbólico e inexacto. Cuántos de nuestros grandes escritores no abordaron en sus obras el tema de la identidad nacional, pensemos en José Martí, Alejo Carpentier, Nicolás Guillén, Onelio Jorge Cardoso, Dulce María Loynaz, entre otros. De esta última autora, es el poema seleccionado, con el objetivo de abordar la temática que nos ocupa. El mismo pertenece a su colección "Poemas sin nombre”, uno de los títulos fundamentales de la bibliografía de la autora. 11 Algunos críticos consideran que este libro marcó su madurez en el desarrollo poético. Cuando su primera edición salió en Madrid en 1953, fue aclamado por los críticos más exigentes. Desde entonces ha sido reeditado completamente o en parte. En 1955, fue publicado en Milán por Juana Granados, profesora de Literatura Hispánica en la Universidad de Bocconi. Sus composiciones poéticas no tituladas, las cuales son identificadas por su numeración consecutiva; expresan las características que definen la excelencia de la poesía de la autora, con más claridad que en sus trabajos más tempranos. Dulce María Loynaz (1902-1997) es vértice y cumbre de la poesía cubana, es historia viva, continuidad y prolongación de la historia de nuestra patria. Proviene de una familia de gran tradición patriótica. Su madre, Mercedes Muñoz Sañudo, su padre, el General Enrique Loynaz del Castillo, que luchó contra el ejército español. Sus hermanos Enrique, Carlos Manuel y Flor, también artistas; en esta singular familia Historia y Literatura se hermanaban, en su generación última, la de los hijos poetas, dio más que vástagos, poemas y libros fundadores de la sensibilidad de nuestra época. Dulce María estuvo siempre por delante de su tiempo y, cuando miraba atrás, lo hacía para buscar en el pasado la simiente del futuro. Mujer emancipada, pese a su riqueza, enérgica y valiente, construyó su obra al margen de modas estéticas y sociales. Amó profunda y entrañablemente a su Patria, a su “isla grácil” que posee, según sus propias palabras, “la ternura de las cosas pequeñas y el señorío de las grandes cosas.”(2) ( 2 ) -.Poemas sin nombre, Dulce María Loynaz, 1993. No fue nunca una desconocida; por más que ella se recluyera durante largas temporadas para entregarse al retiro espiritual de la contemplación y al ejercicio de la escritura. 12 Supo que adentrarse en la vida impone a veces alejarse del ruido. Su vida conyugal con el canario Pablo Álvarez de Cañas, hizo que se desenclaustrara y diera su obra a la sociedad. Es una de las más relevantes figuras de las letras hispánicas, recibió las condecoraciones Cruz de Alfonso X El Sabio, el premio Isabel la Católica de periodismo en España, la Orden Félix Valera, el Premio Nacional de Literatura y el Premio Cervantes, máximo galardón que otorga la Real Academia de la Lengua Española, este fue uno de los más justos otorgados, porque contribuyó a actualizar ante el mundo a una escritora universal, que estaba considerada como gran escritora nacional, como la decana de las letras cubanas. La mayoría de los escritores nuestros, han tratado temáticas relacionadas con la Identidad Nacional desde tres dimensiones: la cultural en la que se insertan la lengua, tradiciones, costumbres, sincretismo religioso, apreciación de la naturaleza, etc. El aspecto psicosocial en el que se incluyen el sentido de pertenencia, alto grado de emocionalidad, normas de conducta, relaciones interpersonales; y por supuesto, no se debe pasar por alto, la dimensión política que abarca la solidaridad y justicia, el humanismo, la independencia y la soberanía. En el presente trabajo pretendemos realizar algunas reflexiones sobre cómo apreciamos la Identidad Nacional en uno de los poemas de Dulce María Loynaz, perteneciente a su colección “Poemas sin nombres”, teniendo en cuenta las dimensiones mencionadas. Cuando damos fin a la lectura del poema CXXIV, nos percatamos de la belleza del lenguaje y la hondura del pensamiento. Sus palabras son como el brochazo audaz de algún pintor, es un cuadro lleno de colores en los que el azul prevalece: 13 ... Tu cielo es un cielo vivo... ... Tu mar es el último refugio de los delfines antiguos ... Cuando te pintan en los mapas, a contraluz sobre ese azul intenso.: Isla mía, ¡qué bella y qué dulce ... Tu cielo es un cielo vivo, Todavía con un calor de ángel, con un envés de estrella. ... Sigues siendo la tierra más hermosa que ojos humanos Contemplaron. Sigues siendo al novia de Colón, la Benjamina bien amada... ... Eres deleitosa como la fruta de tus árboles, como la palabra de tu Apóstol. Desde nuestros primeros pobladores ha estado presente el sentimiento de soberanía, y esto no se le ha escapado a la autora, destaca las figuras de Hatuey y Guarina, recordemos nuestra historia. Este aborigen fue el primer rebelde que por alertar a quienes le rodeaban, sobre aquellos hombres blancos, fue condenado a morir quemado en una hoguera. Esta idea es expresada a través de un hermoso símil. Eres, a un tiempo mismo, sencilla y altiva como Hatuey; ardiente y casta como Guarina... Hace referencia a la geografía cubana y a otros elementos propios de nuestro clima, que describe apasionadamente. Porqué no pensar en la Sierra de los Órganos, ubicada en la provincia más occidental, con esa plasticidad, a ella pudo haber dedicado estos versos: 14 Vértebras de Cobre tienen sus serranías... De igual manera compara la figura de su isla, mediante dos metáforas de singular belleza; con la más refinada iguana. pareces una fina iguana de oro, un manjuarí dormido a flor de agua... Reafirmamos lo planteado con anterioridad a través de los siguientes versos: Islas grácil, te visten las auroras y las lluvias; te abanica el Terral; te bailan los solsticios de verano... Para la poetisa de las aguas, la naturaleza es como un personaje que la acompaña siempre, sólo a partir de la misma es que la vida adquiere mayor sentido. Nomina a Cuba como el Paraíso Encontrado, alude a sus frutas, árboles, mar, los sinsontes, el zunzún, los cocuyos y por supuesto, no puede estar ausente la palma real, nuestro árbol nacional, símbolo pleno de cubanía: ... ni más escudo que el sol naciente con tu palma real. ... Idílicas abejas pueblan de miel la urdimbre de tus frondas; allí vibra el zunzún desprendido del iris, y destilan música viva los sinsontes. ... Escarchada de sal y de luceros, te duermes, Isla Niña, en la noche del trópico. Te reclinas blandamente en la hamaca de las olas... ... Tienes la rosa de los vientos prendida a tu cintura; tus mayos están llenos de cocuyos; tus campos son de menta, y tus playas, de azúcar... 15 Aunque el sincretismo religioso no es reflejado, se alude a personajes bíblicos como son San José, Moisés, Jacob y establece una comparación entre su Isla y el “Paraíso”, porque sólamente en ella puede encontrar ese sitio rebosante de paz y tranquilidad. Tengamos presente que la religión católica contribuyó también a la formación de lo que hoy somos. No debemos pasar por alto la gran significación que para nuestra idiosincrasia encierran el tabaco y una exquisita taza de café, ellos al igual que el sonido de nuestros tambores o atabares, pasean por todo el mundo, dando muestras de inconfundible cubanía: ... Otra escala sutil es para él. El humo rosa del tabaco que le alegra las siestas y le aroma de sueños el camino. ... ... Te ofreces a todos aromática y graciosa como una taza de café .Pero no te vendes a nadie... Con la belleza y originalidad que caracteriza al poema, su autora reafirma la independencia, soberanía y justicia que nos caracteriza; con los siguientes símiles: ... Como Diana, libre y Diosa, no quieres más diadema que la luna... ... Te desangras a veces como los pelícanos eucarísticos; pero nunca, como las sordas criaturas de las tinieblas, sorbiste sangre de otras criaturas. ... A partir de las relaciones expuestas, podemos plantear que hay en esta autora un sentimiento profundo de cubanía, y por tanto está presente en ella la Identidad Nacional. Logra una sensación de transparencia y la profunda y explícita 16 identificación con su Cuba amada y querida, a tal punto que concluye la obra con estos relevantes versos: ... “Isla esbelta y juncal, yo te amaría, aunque hubiera sido otra mi tierra, pues también te aman los que bajaron del Septentrión brumoso, o del vergel mediterráneo, o del lejano país del loto”. ... Tras duro y costoso esfuerzo se afianzó la Identidad Nacional, se construyó la nación y se alcanzó el Estado Nacional, que a pesar de ser un proceso relativamente reciente en términos históricos, es elemento decisivo para explicar la estima del cubano contemporáneo por su Identidad Nacional, que va desde el respeto y el amor a los símbolos patrios, la enseñanza de nuestra lengua hasta la integración bajo normas y preceptos comunes, además de nuestros valores y sentimientos. 17 ANEXO 1 POEMA CXXIV Isla mía, ¡qué bella y qué dulce! ... Tu cielo es un cielo vivo, todavía con un calor de ángel, con un envés de estrella. Tu mar es el último refugio de los delfines antiguos y las sirenas desmaradas. Vértebras de cobre tienen tus serranías, y mágicos crepúsculos se encienden bajo el panal de tu aire. Descanso de gaviotas y petreles, avemaría de navegantes, antena de América: hay en ti la ternura de las cosas pequeñas y el señorío de las grandes cosas. Sigues siendo la tierra más hermosa que ojos humanos contemplaron. Sigues siendo la novia de Colón, la Benjamina bien amada, el Paraíso Encontrado. Eres, a un mismo, sencilla y altiva como Hatuey; ardiente y casta como Guarina. Eres deleitosa como la fruta de tus árboles, como la palabra de tu Apóstol. Hueles a pomarrosa y a jazmín; hueles a tierra limpia, a mar, a cielo 18 Cuando te pintan en los mapas, a contraluz sobre ese azul intenso de litografía, pareces una iguana de oro, un manjuarí dormido a flor de agua... Pero también pareces un arco entesado que un invisible sagitario blande en la sombra, apunta a nuestro corazón. Isla grácil, te visten las auroras y las lluvias; te abanica el terral, te bailan los solsticios de verano. Como Diana, libre y diosa, no quieres más diadema que la luna; ni más escudo que el sol naciente con tu palma real. La mala bestia no medró en tus predios, y jamás ha muerto en ti un solo pájaro de frío. Idílicas abejas pueblan de miel la urdimbre de tus frondas; allí vibra el zunzún desprendido del iris, y destilan música viva los sinsontes. Escarchada de sal y de luceros, te duermes, Islas niña, en la noche del Trópico. Te reclinas blandamente en la hamaca de las olas. Tienes la rosa de los vientos prendida a tu cintura; tus mayos están llenos de cocuyos; tus campos son de menta, y tus playas, de azúcar. Varas de San José en trance de boda, tornarse todos los gajos secos clavados en tu tierra taumatúrgica. Rocas de Moisés, todas tus piedras preñadas de surtidores. 19 Vela un arcángel escondido tras cada zarza tuya, y una escala de Jacob se tiende cada noche para que el hombre duerma en paz sobre tu suelo. Otra escala sutil es para él, el humorosa del tabaco que le alegra las siestas y le aroma de sueños el camino. Para el hombre hay en ti, Isla clarísima, un regocijo de ser hombre, una razón, una íntima dignidad de serlo. Tú eres por excelencia la muy cordial, la muy gentil. Tú te ofreces a todos aromática y graciosa como una taza de café; pero no te vendes a nadie. Te desangras a veces como los pelícanos eucarísticos; pero nunca, como las sordas criaturas de las tinieblas, sorbiste sangre de otras criaturas. Isla esbelta y juncal, yo te amaría aunque hubiera sido otra mi tierra, pues también te aman los que bajaron del Septentrión brumoso, o del vergel mediterráneo, o del lejano país del loto. Isla mía, Isla fragante, flor de islas: tenme siempre, náceme siempre, deshoja una por una todas mis fugas. Y guárdame la última, bajo un poco de arena soleada... ¡A la orilla del golfo donde todos los años hacen su misterioso nido los ciclones! 20 Epígrafe 1.2 Propuesta metodológica para analizar y valorar la identidad nacional en el poema CXXIV, de Dulce María Loynaz. Mediante el análisis de la obra literaria se intenta dar una explicación acerca del fondo y la forma del texto literario. El análisis de un texto no es el resumen de su argumento, ya que no explica cómo es la obra, sino qué dice. El verdadero análisis de un texto debe consistir en un examen del contenido, poniendo en relación el qué se dice y el cómo se dice, o sea el fondo y la forma, el significante y el significado, reafirmando la interrelación dialéctica que existe entre las categorías filosóficas de contenido y forma. Por ello un comentario no consiste en descubrir cómo se ha logrado la obra, sino cómo se ha conseguido la comunicación. Teniendo en cuenta lo expuesto con anterioridad, propongo utilizar la siguiente propuesta metodológica, así como un sistema de ejercicios, que parten desde la actividad de la lectura hasta la valoración personal de los estudiantes, quienes deberán aplicar los procesos mentales de análisis-síntesis-abstracción- generalización, la que consideramos tenga un carácter científico. Esta propuesta metodológica puede ser utilizada en el programa de Literatura Cubana que se imparte en la enseñanza media, específicamente en 9no grado, durante el segundo semestre del curso, para que los educandos se sensibilicen con la obra de Dulce María Loynaz y sean capaces de apreciar los valores éticos de esta destacada poetisa contemporánea, así como la presencia de la identidad cubana en su obra. 21 PROPUESTA METODOLÓGICA. 1. Localización. Localizar un texto consiste en precisar si se trata de un texto independiente o forma parte de una obra. Investigar a qué género narrativo pertenece, la época en que fue escrito, así como indagar sobre su autor. 2. Lectura atenta del texto. Con el objetivo de lograr la comprensión total del texto partiendo del sentido literal. Para realizarla, puede realizarse con el uso del diccionario para consultar aquellas palabras de las que se desconoce el significado. En este paso se pretende comprender el texto, no interpretarlo y se da cumplimiento a un primer nivel de comprensión. 3. Una lectura más detenida, para poder cumplimentar el 2do nivel de comprensión y precisar el tema. Este tercer paso es más delicado: se trata de descubrir qué intención tuvo el autor al escribirlo. La determinación del tema debe hacerse de forma clara y precisa. 4. Determinación de la estructura. Para descubrir cómo está ordenado o estructurado. 5. Análisis de la forma. Son las palabras y giros que lo componen. Aquí el autor elige aquellos que considera más adecuados para expresar mejor el tema. Por lo que hay estrecha relación entre tema y forma. 6. Conclusiones. 22 Es un balance de las observaciones realizadas en las etapas anteriores. No se trata de decir si es feo o bonito, agradable o desagradable, sino de resaltar los rasgos que lo caracterizan. Localización Localizar el tiempo y estilo Localizar el autor y su obra Análisis del contenido Lectura Determinación del tema Determinación de estructura Análisis de forma Conclusiones la Plano fonológico Plano morfosintáctico Plano Léxico-semántico Valoración personal la 23 Ejercicios para analizar el Poema CXXIV, de Dulce Maria Loynaz. 1 .Investigue los datos más significativos de la vida y obra de DML. 2 .Localice, en qué colección de poemas se encuentra su poema CXXIV, así como en qué año apareció publicada. 3 Lea atentamente el poema y precisa: ¿Cuántas estrofas lo integran? 4. ¿Cuál es el vocablo que abre las puertas de este poema? 4.1 ¿Qué parte de la oración es? 4.2 ¿Qué palabra lo modifica? 4.3 ¿Por qué crees que la poetisa haya utilizado esta palabra y no otra? 4.4 Localiza la expresión empleada en el primer verso para mostrar la actitud de la compositora ante el aspecto que le sirve como fuente de inspiración. ¿Por qué la poetisa emplea este tipo de oración? 5. El mar y el color azul son dos términos que identifican esta obra de la Loynaz. ¿Estás de acuerdo con este criterio? Justifícala basándote en el texto leído. 24 6. ¿Consideras que la naturaleza está íntimamente vinculada a la belleza poética que logra la autora en sus versos? ¿Porqué? 7. Mencione elementos de cubanía presentes en el mismo. 8. Interprete los versos siguientes: Como Diana, libre y diosa, no quieres más diadema que la luna; ni más escudo que el sol naciente con tu palma real. 9 .Localiza en el poema las comparaciones que hace la poetisa entre “su isla” y otros aspectos de la realidad. 9.1 ¿Qué figura literaria utiliza? 10 Escribe las anteriores comparaciones e intenta traducir con tus palabras lo que quiere comunicarle al lector. 11 Clasifica el tipo de oración compuesta que aparece en la estrofa No 15. ¿Por qué emplea este tipo de oración y no otra, en este momento? 12 Lee la estrofa siguiente y reflexione: Para el hombre hay en ti, Isla clarísima, un regocijo de ser hombre, una razón, una íntima dignidad de serlo. ¿Estás de acuerdo con sus palabras? Argumente? 25 13 Seleccione del poema una frase en la que su autora ponga de manifiesto su sentimiento de independencia y soberanía. 14 Realiza el análisis sintáctico de la primera oración gramatical. 15 Según la autora de dónde vinieron aquellos que también la aman. 16 ¿A qué contribuyeron esos que llegaron de tan lejos. 17 ¿Cuál consideras que sea el tema de este poema? 26 CONCLUSIONES En el poema CXXIV, de Dulce María Loynaz hay una importante revelación de lo cubano lo cual contribuirá a que perdure nuestra nacionalidad si somos capaces de incorporarnos a los intereses de la humanidad, pero conservando nuestro verdadero “yo”. Su obra nos conmueve y seduce, porque hallamos en ella una importante revelación de lo cubano, formulado por esta poetisa a la que consideramos una fortuna excelente de la Literatura Cubana. 27 RECOMENDACIONES. Se recomienda continuar profundizando en el análisis de obras pertenecientes a la Literatura Cubana que contribuyan a reafirmar nuestra Identidad Nacional, con lo cual estaríamos propiciando la perdurabilidad de la misma. 28 BIBLIOGRAFÍA. 1.Colectivo de autores GEST. Tecnología y sociedad. La Habana. Editorial Felix Varela,1999. 2.Encuentro Cuba: Cultura e identidad nacional:La Habana. Editorial Unión, 1995. 3.Loynaz y Muñoz, Dulce María. Alas en la sombra. La Habana. Editorial Letras Cubanas, 1992. 4.Loynaz y Muñoz, Dulce María. Poemas sin nombre. La Habana. Editorial José Martí, 1993. 5. Núñez Jover, Jorge. La ciencia y la tecnología como procesos sociales. Editorial Félix Varela,1999. 6.Rosental, M y Ludin, P. Diccionario Filosófico. Guantánamo. Editora Política, 1981 7.Revista Bohemia 20-3-92. Artículo El caso cubano 500 años, cultura y nación. 8. Revista Contracorriente. V2 # 4 Abril/ Mayo/ Julio, 1996. 9. Revista La Gaceta de Cuba. V 34. Sep / oct/ 1996. 10. Ubieta Gómez, Enrique. Ensayos de identidad. La Habana. Editorial Letras Cubanas, 1993. 29 11. Valdés Bernal, Sergio. Lengua nacional e identidad cultural del cubano. La Habana. Editorial Ciencias Sociales, 1993. 30 RESUMEN: La mayoría de los autores nuestros, han tratado temáticas relacionadas con la identidad nacional desde tres dimensiones: la cultural, en la que se insertan la lengua, tradiciones, costumbres, sincretismo religioso, apreciación de la naturaleza, entre otros. El aspecto psicosocial donde se incluyen el sentido de pertenencia, alto grado de emocionalidad, normas de conducta, relaciones interpersonales, y por último, la dimensión política que recoge la solidaridad, la justicia, el humanismo, la independencia y la soberanía. En el presente trabajo, pretendemos realizar algunas reflexiones sobre cómo apreciamos la identidad nacional en uno de los poemas de Dulce María Loynaz, perteneciente a su colección “Poemas sin Nombre”, teniendo en cuenta las dimensiones antes mencionadas y la posibilidad de usar estos contenidos en la apropiación de valores de las nuevas generaciones.