Notas_para_la_igualdad_N°12_-_Cinco_de_cada_diez_mujeres_en_edad_de_trabajar_estan_fuera_del_Mercado_laboral.pdf

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Notas para la igualdad N°12
Octubre de 2013
EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE CINCO DE CADA DIEZ MUJERES EN EDAD DE
TRABAJAR ESTÁN FUERA DEL MERCADO LABORAL
Más de 100 millones de mujeres en la región son parte de la fuerza de trabajo. De ese total, 22.8 millones se
incorporaron en los últimos diez años al mercado laboral, lo que constituye una de las transformaciones
sociales y económicas más importantes de las últimas décadas.

Este proceso ha perdido dinamismo desde el comienzo del nuevo milenio. Hoy la mitad de las mujeres
latinoamericanas y caribeñas está aún fuera del mercado laboral. Solamente cinco de cada diez
mujeres en edad de trabajar participan en la fuerza de trabajo, en contraposición a ocho de cada diez
hombres.
América Latina (18 países): Tasa de actividad económica a
por sexo, total nacionalb
(En porcentajes)
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
80.2
38.1
1990
79.9
41.8
1994
80.8
46.6
1997
80.9
47.3
1999
Hombres
80.6
48.0
2002
79.7
49.1
2005
80.0
49.7
2008
78.7
49.8
2010
Mujeres
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), cálculos sobre la base de
tabulaciones especiales de las encuestas de hogares. a Sobre la población de 15 años de edad y más.
Promedio simple para cada ronda según datos disponibles. b Datos nacionales. Salvo Argentina datos
urbanos todas las rondas. Bolivia (Est. Pluri. de) datos urbanos en rondas de 1990 y 1994. Ecuador datos
urbanos en rondas de 1990 a 2002. Panamá datos urbanos en rondas de 1990 a 1999. Paraguay datos
urbanos en rondas de 1990 a 1997. Uruguay datos urbanos en rondas de 1990 a 2005.

Las mayores tasas de participación laboral corresponden a las mujeres con mayor nivel educativo
formal, menores responsabilidades familiares o mayores recursos para adquirir servicios de cuidado
(62%, quintil V). En tanto, las mujeres pobres son las que enfrentan mayores dificultades para
insertarse en el mercado laboral, como consecuencia de menores niveles educativos y los obstáculos
para compartir o delegar las responsabilidades domésticas y el cuidado de los hijos y dependientes
(38%, Quintil I).

Otra cara de este fenómeno son las altas tasas de desempleo de las mujeres, especialmente entre las
mujeres más pobres del primer quintil. Las diferencias con las mujeres del quintil más rico pueden
alcanzar aproximadamente 19 puntos porcentuales (Chile y Venezuela).
América Latina (18 países): Tasa de desempleo de las mujeres, por primer y quinto
quintil de ingresos, alrededor de 2010 a
(En porcentajes)
25
21.7
17.4
20
14.2
15
10
5
4.2
4.0
3.5
2.6
0.42.3
2.7
2.4
3.9
3.2
6.3
2.5
7.1
2.4
7.8
2.4
10.4
4.1
10.9
14.3
22.0
17.6
14.4
11.0
2.3
1.9
2.8
4.2
5.5
2.0
1.2
2.5
3.7
Quintil 1
Chile
Venezuela
Costa Rica
Argentina
Colombia
El Salvador
Brasil
Rep. Dominicana
Uruguay
México
Ecuador
Panamá
Paraguay
Nicaragua
Bolivia (Est. Plur. De)
Perú
Honduras
Guatemala
0
Quintil 5
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), cálculos sobre la base de tabulaciones especiales de las encuestas de
hogares y Organización Internacional del Trabajo (OIT).
a
Datos nacionales 2010, excepto Guatemala y Nicaragua (2005); Bolivia (Estado Plurinacional de) (2007); Brasil y Chile (2009). Argentina, 31
conglomerados urbanos.

Entre las personas subempleadas, es decir que trabajan en jornadas parciales porque no encuentran
empleo de jornada completa, la cantidad de mujeres es mayor a la de los hombres. Así, en América
Latina y el Caribe, hay 2,3 millones de mujeres y 1,8 millones de hombres que trabajan menos de 30
horas semanales y desearía trabajar más.
¿Cómo impulsar la igualdad de género en el mundo laboral?
Es necesario que los Estados definan políticas activas para facilitar y garantizar el acceso y la permanencia de
las mujeres en el mercado laboral. Estas acciones podrían contemplar:








Transversalización e institucionalización del principio de no discriminación e igualdad de género en los
órganos públicos, políticas y normativas legales relacionados con el empleo.
Políticas de empleo activas para las mujeres, tales como formación para el trabajo, intermediación
laboral y planes especiales de empleo, que consideren la diversidad, con particular atención a las
mujeres jóvenes, afrodescendientes e indígenas.
Políticas y programas de formación profesional para las mujeres.
Garantía para el acceso de las mujeres a activos y créditos productivos, especialmente a mujeres
rurales.
Inclusión en los objetivos de la política nacional del principio de no discriminación a las personas con
responsabilidades familiares, de modo que puedan ejercer sin conflicto sus responsabilidades
familiares y profesionales asegurando su integración y permanencia en la fuerza laboral y su
reintegración luego de períodos de ausencia.
Iniciativas para la conciliación entre trabajo remunerado y de cuidado: licencias parentales, desarrollo
y ampliación de servicios comunitarios, públicos y privados para niños y personas dependientes, de
calidad, adecuados y accesibles.
Garantía y acceso a los tribunales judiciales y administrativos para presentar reclamos laborales y la
promoción de la participación de las mujeres en la actividad sindical y en la negociación colectiva.
Promoción de capacidades y competencias empresariales y de emprendimiento de las mujeres.
Este documento no ha sido sometido a revisión editorial
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