Aprobación de la Lengua de Signos como lengua oficial El 10 de octubre fue aprobada por unanimidad la Ley que reconoce la lengua de signos y los sistemas de apoyo a la comunicación oral de las personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas, norma que amplia los derechos de las personas con discapacidad. Toda la sociedad se va a ver enriquecida por este instrumento de igualdad que es la Ley. Esta Ley cumple con la reivindicación histórica de un colectivo que supera el millón de personas y sitúa a España entre los países pioneros en la legislación europea. Establece como una obligación de los poderes públicos, tanto el desarrollo de medios que faciliten el acceso a la expresión verbal y escrita de la lengua oral a este colectivo, como la configuración de una normativa básica sobre el aprendizaje, conocimiento y uso de la lengua de signos. Constituye todo un hito tanto en su forma de elaboración como en los apoyos que ha recibido. Ha contado con la participación de los representantes de las personas sordas y con discapacidad auditiva y ha sido dictaminado favorablemente por unanimidad del Consejo Nacional de la Discapacidad. Las Comunidades Autónomas han sido consultadas en la Conferencia Sectorial de Asuntos Sociales. La Ley se inspira en los principios generales de la transversalidad de las políticas en materia de lengua de signos y medios de apoyo a la comunicación oral, la accesibilidad universal, la libertad de elección, la no discriminación y la normalización: - Facilita el acceso a la información y a la comunicación de las personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas. - Tiene en cuenta la heterogeneidad y las necesidades específicas de cada grupo. - Reconoce a la Lengua de Signos Española (LSE) como lengua de las personas sordas que decidan utilizarla. - Se compromete a facilitar el aprendizaje de la lengua oral. - Garantiza la utilización de intérpretes y el establecimiento de medios de apoyo a la comunicación, cuando lo precisen, en diferentes ámbitos públicos y privados: Bienes y servicios a disposición del público (Educación, Formación y Empleo, Salud, Cultura, Deporte y Ocio); Transportes; Relaciones con las administraciones públicas (Tribunales de Justicia); Participación política; Medios de comunicación social, Telecomunicaciones y Sociedad de la información. - Se rige por el principio de libertad de elección: establece que las administraciones educativas dispondrán lo necesario para promover el aprendizaje de la lengua de signos española para quienes libremente hayan optado por esta lengua y garantiza el aprendizaje de la lengua oral y de los medios de apoyo a la comunicación a las personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas usuarias de estos sistemas. Se crea el Centro de Normalización Lingüística de la Lengua de Signos Española, con la finalidad de investigar, fomentar, difundir y velar por el buen uso de esta lengua, que se regulará a través del Real Patronato sobre Discapacidad. También se institucionaliza el Centro Español de Subtitulado y Audiodescripción, que tiene la finalidad de investigar, fomentar y promover iniciativas, coordinar actuaciones y extender la subtitulación y la audiodescripción. La norma también reconoce la lengua de signos catalana en su ámbito de uso. Se establecen garantías para su dotación estructural, estableciendo que los poderes públicos promoverán los recursos humanos, técnicos y económicos necesarios para cubrir las medidas de acción positiva objeto de esta Ley.