Entrevista a "La Panadería"

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¿QUE PENSÁIS SOBRE LA POLÍTICA DE REHABILITACIÓN DE VIVIENDAS?
Se estima que actualmente en España hay tres millones de viviendas vacías, sin contar con las
viviendas de segunda residencia. De estas, un millón son viviendas construidas en los últimos
años y que están sin vender. Nos encontramos pues con una sobreoferta de viviendas
provocada por la construcción a demanda de la especulación inmobiliaria y un sistema
financiero demasiado dependiente de ésta.
Estos datos son estremecedores, y nos lleva a pensar que actualmente más que seguir
construyendo nuevas viviendas, sea necesario adecuar las existentes. Por otro lado cabe
pensar que una parte de estas viviendas necesitan ser transformadas y rehabilitadas para
adecuarlas a las verdaderas necesidades de los usuarios, o bien porque estén en mal estado o
bien por una mala planificación que requiera una transformación espacial, estructural, o
técnica.
Por ello entendemos que una de las vía más sostenibles económica y ambientalmente es la de
trabajar sobre lo existente, y construir de nuevo tan sólo lo estrictamente necesario. Sin
embargo esta tarea se puede abordar desde dos ópticas (que no son incompatibles, y que de
hecho deberían ser complementarias) y que aquí enunciamos:
-
Modificar lo existente desde un punto de vista material, es decir rehabilitar en el sentido
de mejorar las condiciones de algo que físicamente está muy degradado, o que se ha
quedado obsoleto desde el punto de vista normativo (accesibilidad, etc).
Por ejemplo, nos encontramos con que las viviendas existentes no atienden a los
requerimientos de eficiencia energética imprescindibles actualmente. Esto nos lleva a
pensar que sea importante la adecuación de éstas, tanto las antiguas como las recién
construidas, para que sean respetuosas en su uso y mantenimiento con el
medioambiente.
-
Modificar lo existente con el fin de modificar el propio concepto de vivienda. Aquí más
que rehabilitar, estaríamos hablando de reinterpretar, adecuar o de generar nuevos
conceptos adaptados a los modos de vida actuales y que se traducen en
modificaciones espaciales y tecnológicas. La rehabilitación como instrumento para
generar nuevos modelos más que para restituir los existentes.
Entendemos que es el momento de repensar el concepto de vivienda, y dejarla de ver
como un objeto mercancía y plantearla como un proceso espacio-temporal que adopta
diferentes configuraciones a lo largo del tiempo, adaptándose a las necesidades
cambiantes de los usuarios. En esta línea ¿tiene sentido la dicotomía “rehabilitación –
obra nueva” si entendemos la vivienda no como un objeto que se acaba en un
determinado momento si no como un proceso en continua transformación?
Más que rehabilitar en un determinado momento, las administraciones y los técnicos
deberíamos quizás pensar en cómo hacer posible la transformación cotidiana de lo
existente.
De manera ejemplar, Fréderic Durot, Anne Lacaton y Jean-Philippe Vassal en “PLUS. La
Vivienda Colectiva. Territorio de Excepción” (1) se enfrentan a la problemática de los conjuntos
de vivienda colectiva construidos en Francia en los años 1960-70 con una actitud de
transformación para adaptarlas a los modos de vida actuales. “No derribar nunca, no restar ni
reemplazar nunca, sino añadir, transformar y reutilizar siempre”, premisa en la que se basan
sus propuestas.
Un proyecto que aborda desde otra perspectiva la rehabilitación de los cascos históricos, es la
llevada a cabo por Eva Morales, un integrante de nuestro equipo de lapanadería, en su
proyecto fin de carrera realizado en el año 2001 en la Escuela de Arquitectura de Sevilla.
Frente al enunciado de construir un Albergue juvenil en Arcos de la Frontera, y tras haber
constatado que en el pueblo de Arcos existían una cantidad considerable de vivienda vacía que
arriesgaba tanto el patrimonio arquitectónico como etnológico del pueblo, se propone darle la
vuelta al enunciado para que el albergue pasara a ser el propio pueblo y que los viajeros
ocuparan esos espacios vacios. Esto permite aportar una ayuda a las economías locales para
la rehabilitación de éstos espacios vacíos, poco a poco, en la medida en la que las familias y
las viviendas lo fueran necesitando, apoyados por los ingresos que éstos viajeros dejaran por
su estancia. De esta manera se potencia así otra manera de viajar y de conocer los sitios, de
intercambio entre personas y culturas y de rehabilitar viviendas. Intentando así además evitar la
gentrificación que están sufriendo muchos pueblos y ciudades en sus cascos urbanos.
Rehabilitación y Participación
Entendemos que en la transformación de lo existente deberían tomar un papel fundamental los
usuarios (aquellos que viven cotidianamente esas pre-existencias). Creemos que una de las
vías de trabajo importante debería plantear procesos de participación donde el usuario sea
realmente una parte activa en dicho proceso, tanto en lo que se refiere a la toma de decisiones
como en los procesos de ejecución de dichas decisiones. Pasar de una idea paternalista en la
que las Administraciones y Técnicos informan al usuario sobre lo que se va a hacer, a otra en
la que el usuario tiene derechos y responsabilidades en el proceso. Creemos que en estos
procesos es importante dejar cierto margen para la autogestión.
Acorde con esta forma de entender la vivienda, desde el estudio lapanadería hemos planteado
en el proyecto Alcalá 01 (2004-2007) de la línea de investigación “casa más o menos”
(www.casamasomenos.net) la posibilidad de acercar el acceso a la vivienda a los usuarios,
permitiendo que ésta pueda ser entregada más o menos en bruto en función de las
posibilidades económicas de cada uno. Se pretende así evitar el gasto añadido que en muchas
viviendas tiene el usuario al demoler tabiquería, cambiar instalaciones o poner acabados a su
gusto antes de entrar a vivir a una vivienda entregada como nueva, dándole además así la
posibilidad de personalizarla desde el primer momento.
La experiencia PREVI (Proyecto Experimental de vivienda) de Lima, gestada en el año 1967,
en el libro “!El tiempo Construye!” se muestra, analiza y estudia de manera pormenorizada el
crecimiento de las viviendas, las reformas de edificios, las ampliaciones, los reciclajes y las
reutilizaciones….
Por otro lado el equipo Elemental (www.elementalchile.cl) viene realizando desde hace unos
años una importante experiencia de viviendas sociales en Chile y que actualmente está
llevando a otras partes de Latinoamérica. En su propuesta de vivienda social se construyen
unos módulos básicos de vivienda iguales para todos los usuarios, entregadas en bruto para
recortar gastos y dejar que el usuario así las termine en función de sus posibilidades. Plantea
además una tipología que permite ampliar dicha vivienda en el espacio existente entre un
módulo y otro. De esta forma cada usuario va a su vez personalizando, ampliando y adaptando
su vivienda en la medida de sus posibilidades.
¿QUÉ PENSÁIS SOBRE LA POLÍTICA DE
ALTERNATIVAS VÉIS?
VIVIENDA PÚBLICA/SOCIAL Y QUÉ
Cuestiones por resolver en vivienda social.
Entendemos que la tipología predominante de vivienda pública derivada de la normativa de
diseño actual necesita ser revisada. La situación a la que se tiene que dar respuesta
actualmente es tan amplia que no se trata tanto de sustituir de golpe ese modelo por otros, sino
que es necesario ir planteando poco a poco otros modelos complementarios. Siendo
conscientes de que desde las instituciones públicas también se empieza a trabajar con el fin de
revisar y actualizar las normativas técnicas de diseño de vivienda social.
Sin embargo, a pesar de que las medidas que tienden a crear un marco legal y económico para
este tipo de viviendas son fundamentales, consideramos que existen todavía muchas
cuestiones por resolver que afectan al propio concepto de vivienda. Sólo a modo de ejemplo
enunciamos algunas de estas cuestiones:
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Históricamente, el modelo de vivienda social ha sido la propia vivienda libre, pero
optimizada económicamente. En esta coyuntura nos preguntamos si la vivienda social
(o al menos parte de ella) no debería ser de partida conceptualmente diferente y estar
regida por otros parámetros a los de la vivienda libre. ¿Debe la vivienda social ser algo
más que una vivienda económica?
-
Relacionado con lo anterior, y dado que uno de los primeros objetivos en el diseño de
la vivienda protegida ha sido la optimización económica, los criterios de diseño se han
focalizado en el interior de la vivienda, y en la minimización de los espacios y servicios
comunes. De ello se deriva que el modelo de ciudad que la vivienda social ha
propuesto de una manera implícita sea el de la vivienda como célula social
autosuficiente, en las que tanto las relaciones con otras viviendas como con el entorno
inmediato son obviadas, si no directamente negadas ¿Qué modelo de ciudad debe
proponer la vivienda social?
-
Con el aumento de demanda de vivienda por parte de determinados “perfiles sociales”
aparecen nuevas necesidades asociadas a estos perfiles. Así, por ejemplo, en
viviendas específicamente destinadas a un usuario o una pareja conceptos como el de
“intimidad” y “privacidad” deberían ser repensados. O en aquellas destinadas a grupos
específicos es necesario pensar en las necesidades concretas de estos grupos, como
accesibilidad para personas mayores, nuevas tecnologías y relación entre trabajo y
vivienda para jóvenes, integración social para inmigrantes, etc. ¿Deben existir
diferentes tipologías de vivienda social adaptadas a las necesidades de estos
diferentes perfiles? ¿Y cómo puede conjugarse esto con una adecuada mezcolanza e
hibridación social?
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Otro aspecto que dado el entorno sociocultural y geográfico desde el que realizamos
este análisis -el andaluz- consideramos de especial relevancia, es la inexistencia de
espacios exteriores como parte del programa de la vivienda.
Como sabemos, las dinámicas socioculturales vienen inevitablemente marcadas por el
contexto geográfico y climatológico en el que se inscriben. Gran parte del territorio
andaluz se caracteriza, por poseer un buen clima durante grandes periodos del año. De
ahí que históricamente en Andalucía, se haya utilizado el espacio exterior a la vivienda
(sea público o privado) como ampliación temporal de la misma, conformando tanto una
manera de relacionarse con los otros, como una manera de relacionarse con el entorno
físico inmediato. La relación que se establece con el exterior en la arquitectura
tradicional andaluza busca ser abierta y flexible, demandando la posibilidad de crecer y
usar los ámbitos al aire libre. ¿En nuestro contexto, son este tipo de espacios un lujo o
una necesidad? ¿Debe la vivienda social ser genérica y atender a modos de vida
globalizados, o debe poder adaptarse al contexto socio geográfico en el que se
inscriba?
-
Habría que observar que, una de las principales estrategias que tanto a nivel estatal
como autonómico se están planteando para favorecer el acceso a la vivienda es el
fomento de la vivienda protegida en régimen de alquiler como alternativa a la vivienda
en propiedad.
Sin embargo, vivir en régimen de alquiler implica un estado de provisionalidad que
establece nuevas pautas a la hora de “asentarse” en la vivienda, haciendo más
necesario si cabe la introducción de conceptos como el de flexibilidad en el proyecto
arquitectónico.
El hecho que todas estas cuestiones estén relacionadas y sean inseparables unas de otras nos
indica que quizá la solución no pasa por plantear propuestas parciales, si no que es necesario
un esfuerzo conjunto desde diferentes ámbitos (administraciones públicas, sector privado,
ciudadanía, etc.) para replantear el propio concepto de vivienda preguntándonos ¿qué es una
vivienda hoy y qué necesidades tienen los usuarios actualmente?
¿QUÉ PENSÁIS SOBRE EL RÉGIMEN DE ALQUILER Y PROPIEDAD DE VIVIENDAS?
En el modelo predominante de vivienda social, ésta al cabo de los años de ser comprada pasa
directamente a ser libre, beneficiándose así el primer propietario individualmente de una
plusvalía colectiva derivada de la financiación pública.
Entendemos que es muy importante desligar (en la medida de lo posible) la vivienda del
carácter que tiene actualmente como objeto de consumo e inversión, y acercarla a su acepción
de objeto cultural, una infraestructura habitacional, reflejo de nuestras costumbres y hábitos
privados y colectivos. En ese sentido, el alquiler ayuda en esta tarea.
En cualquier caso (propiedad o alquiler) entendemos como fundamental en el diseño de la
vivienda las posibilidades de transformación de la misma con el fin de adaptarse a las
necesidades cambiantes de un mismo usuario a lo largo del tiempo (propiedad), o a las de
usuarios diferentes (alquiler). Para ello vemos importante entender la vivienda como una
infraestructura básica conectada a distintos servicios y espacios (públicos o privados) que
permita más fácilmente decidir cuáles de estos servicios y espacios son necesarios en cada
momento.
El alquiler pone de manifiesto más explícitamente la necesidad de que el espacio deba tener
capacidad de adaptación y versatilidad, por lo que a nivel tipológico, tecnológico y energético
debe la vivienda ser repensada seriamente. Además, es importante también enfrentarnos a las
necesidades habitacionales que tienen las viviendas para su mantenimiento, para que
cualquier cambio o reparación no sea una fuente de problemas para los usuarios.
Ante la falta de tiempo y el desmembramiento de las unidades familiares, la autogestión
comunitaria puede ser una forma de auto-organizar la vida cotidiana de nuestras viviendas,
aportando cada miembro de la comunidad en la medida que pueda y repartiendo así
responsabilidades del uso y mantenimiento de las mismas.
Otra opción interesante es la que pueden ofrecer las empresas de gestión del habitar,
encargadas de gestionar una comunidad de vecinos o diversas comunidades de vecinos,
ofreciéndoles los servicios que puedan extraerse de las viviendas, tales como lavandería,
catering, limpieza… y pudiéndose además dedicarse al mantenimiento de éstas de manera
generalizada, disminuyendo así los gastos y molestias.
Ejemplos de gestión de servicios en otros contextos que pueden ser interesantes para
aprender de ellos y tenerlos de puntos de partida para plantearnos de qué manera podemos
adaptarlo a las necesidades habitacionales en alquiler.
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Empresas de Energía Solar que ofrecen a las comunidades de propietarios agua
caliente calentada por energía solar. En este sistema, la empresa es propietaria de la
instalación y por lo tanto la encargada de su mantenimiento y cobra por cada litro de
agua caliente consumida.
Empresas de catering para comedores escolares, que centralizando la producción de
comida para diversos colegios, consiguen ofertar menús de comidas muy completos a
un precio de 2-3 €/comida, evitando que en el propio colegio sea necesario una
instalación de cocina completa, siendo suficiente un equipamiento mínimo (para
calentamiento, lavado de platos, etc). Además del ahorro del tiempo dedicado a esta
actividad.
Lo mismo podríamos decir de otros servicios como el lavado de ropa. Si el espacio
necesario para la ubicación y utilización de una lavadora puede estar entorno a 1-1,5
m2, y el precio medio del m2 de una vivienda en Andalucía está cerca de los 2000 €,
quizás ese espacio deba dedicarse a otra cosas y centralizar el lavado de ropa en otros
lugares más económicos (sótanos, trasteros, etc). Esta centralización también
permitiría la utilización de un mismo aparato por diferentes usuarios en diferentes
momentos, o la gestión de dichos aparatos por una empresa.
¿CÓMO ES UN ESPACIO INTERMEDIO SALUDABLE?
¿CÓMO PUEDEN CONTRIBUIR/COMPLEMENTAR
INMEDIATOS A LA VIVIENDA?
ESTOS
ESPACIOS/ENTORNOS
La arquitectura popular andaluza tiene una manera de habitarse acorde con el clima local,
donde los espacios exteriores tienen mucha importancia y se relacionan con el espacio interior
a través de zaguanes, galerías, patios, terrazas y balcones…
Son espacios donde de manera popular se han mejorado las relaciones entre lo privado y lo
público y donde las relaciones entre el interior y el exterior han abierto posibilidades a niveles
espaciales, energéticos y humanos como espacios de transición.
La normativa vigente y las leyes del mercado han ido haciendo que poco a poco estos espacios
estén desapareciendo de las viviendas, por su bajo valor de cambio, aunque tengan un gran
valor de uso. Las viviendas de usuarios con bajos recursos son las que menos pueden tener
estas cualidades espaciales, ya que sus dimensiones se han reducido generalmente a los
mínimos.
Estos lugares han de ser recuperados y redefinidos para que se adapten a los espacios, las
economías y los modos de vida actuales. Además, las nuevas propuestas de vivienda deberían
apostar por crear nuevos espacios intermedios, reinventándolos y sin dar por hecho que
tengamos que prescindir de ellos por falta de medios económicos.
En los espacios intermedios ha de tener cabida la espera, el encuentro, la improvisación…
lugares donde el habitar se dilate y se encuentre con lo público, lugares donde lo público pueda
contaminar lo privado. La vivienda necesita rodearse de estos espacios no programados,
espacios sin uso predefinido que le permita crecer o menguar según sea necesario y le permita
adaptarse a los cambios de los usuarios o del tiempo... o simplemente ser espacios
intermedios, de transición, espacios de nadie y donde pueda suceder lo inesperado…
Pero cómo podemos reinventar estos espacios intermedios, hoy día, con las dificultades
actuales de acceso a una simple vivienda. Necesitaríamos adoptar una actitud más generosa
con los espacios para que las leyes del mercado no los limiten ni restrinjan, ya que por otro
lado enriquecen en gran medida las posibilidades habitacionales de de la vivienda, en su
momento de construcción y en su desarrollo a lo largo de los años.
En este sentido desde el estudio lapanadería hicimos una propuesta para el Concurso J5 como
proyecto de investigación de vivienda social en Vélez Rubio en el año 2008 que puede servir
de ejemplo. El conjunto de viviendas encierra un patio comunitario donde se insertan unas
habitaciones exteriores conectadas con cada una de las viviendas. Estas habitaciones
exteriores, cuentan con una infraestructura básica para que cada usuario determine el uso a su
manera, y puedan ser utilizados como taller, pequeño invernadero, almacén, estudio, o
simplemente un lugar cubierto para disfrutar del patio. Se trata de una parte de la vivienda,
desde fuera de ésta, que da licencia para imaginar y prever que los usuarios pueden necesitar
lugares imprevistos por los proyectistas. A nivel económico esto se hace posible por haber
reducido costes con las escaleras de acceso que se ubican en el patio como estructuras ligeras
al aire libre.
Si fuéramos conscientes del ahorro energético, económico y espacial que la construcción de
estos espacios ligados a la vivienda puede darnos a lo largo del tiempo, seguro que las
normativas vigentes y el propio mercado las demandarían. En estos tiempos de crisis quizás
sea el momento para reivindicarlos y de mirar no tan sólo al beneficio a corto plazo, sino en
invertir para recuperar estos espacios perdidos, así como reinventar otros nuevos.
Estudio de arquitectura lapanaderia, noviembre 2009.
www.despachodepan.com
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