TEMA 6.- GEOSFERA Y RIESGOS GEOLÓGICOS. 1.- LOS CICLOS DE MATERIA Y ENERGÍA EN LA GEOSFERA. La Geosfera es la parte rocosa de la Tierra, cuya superficie constituye el relieve. Es un sistema activo, capaz de destruir montañas y continentes enteros y de formar otros nuevos. Según el modelo dinámico, la Geosfera se divide en distintas capas, que desde la más superficial a la más profunda son la Litosfera, la Astenosfera, la Mesosfera y la Endosfera. La Litosfera está dividida en placas litosféricas, y es dinámica. El estudio de la dinámica litosférica lo realiza la Tectónica de Placas. La energía que circula por la Geosfera entra desde el exterior (Sol) y también se genera en el interior. Gracias a dicha energía se producen los procesos geológicos, que pueden ser de dos tipos: externos e internos. 1.1.- Procesos geológicos externos. La energía externa procedente del Sol es la causante de los agentes geológicos externos (lluvia, viento, hielo, torrentes, ríos, etc.), los cuales originan los procesos geológicos externos (meteorización, erosión, transporte y sedimentación), cuyo resultado es la destrucción del relieve y la formación de sedimentos que se depositarán en zonas hundidas (cuencas de sedimentación). La acumulación progresiva de sedimentos acaba produciendo su litificación, transformándose en rocas sedimentarias. Los procesos geológicos externos actúan lenta y gradualmente a lo largo del tiempo, salvo excepciones, en las cuales liberan una gran cantidad de energía en poco tiempo. A estos períodos se les llama paroxísmicos. Ejemplos.- un río suele transcurrir lenta y paulatinamente por su cauce, ejerciendo su acción geológica, hasta que de repente sobreviene una riada, o se forma un torrente, o debido a un alud de nieve recibe un aporte de agua extra y se desborda, o una avalancha de barro, etc. Los procesos geológicos externos se ajustan mediante bucles de retroalimentación negativos, según las variables: energía potencial +erosión - diferencia de altura + Ep. 1.2.- Procesos geológicos internos. Estos procesos tienen lugar gracias a la energía geotérmica que se produce en el interior terrestre gracias al calor residual producido durante la formación de nuestro planeta y a la energía radiactiva liberada con la desintegración de los minerales radiactivos. Este calor fluye por radiación, convección y conducción, y origina todos los fenómenos Página 1 de 22 asociados a la Tectónica de Placas (deriva continental, dorsales, zonas de subducción, volcanes, terremotos, formación de orógenos o cordilleras, etc.) La energía geotérmica se manifiesta con la existencia de un gradiente geotérmico en los primeros kilómetros de profundidad de la Tierra, donde por cada 33 metros de profundidad la temperatura aumenta 1 ºC. A una mayor profundidad la Tª se estabiliza. A estos procesos se asocia también la formación de rocas metamórficas e ígneas. 2.- RIESGOS GEOLÓGICOS. 2.1.- Concepto de riesgo geológico. Un riesgo geológico es cualquier proceso geológico, ya sea natural, inducido o mixto, que puede causar daños económicos o humanos. Para prevenirlos, predecirlos y corregirlos hay que emplear criterios geológicos. Como cualquier otro riesgo, lo condicionan los tres tipos de factores de riesgo: peligrosidad, exposición y vulnerabilidad. 2.2.- Principales riesgos geológicos. Riesgos geológicos internos. Originados por los procesos geológicos internos. Son volcanes, terremotos y diapiros. Riesgos geológicos externos. Originados por los procesos geológicos externos. Son los movimientos de ladera, los aludes de nieve, las avenidas fluviales y torrenciales, las inundaciones costeras, las subsidencias y colapsos, los suelos expansivos, la erosión del suelo y las dunas vivas. Riesgos mixtos. Son procesos geológicos resultantes de alteraciones humanas de la dinámica natural de los procesos geológicos naturales de erosión-sedimentación. Son la erosión del suelo, la colmatación de embalses por rellenos de sedimentos, la regresión de deltas, la colmatación de estuarios y puertos, la desaparición de playas,… Riesgos inducidos. Son procesos geológicos desencadenados artificialmente a consecuencia de las intervenciones humanas sobre el medio geológico. Son los terremotos desencadenados por el llenado de embalses o por explosiones, los movimientos de laderas causados por la modificación de las formas del relieve, inundaciones por rotura de presas; subsidencias, colapsos inducidos por edificación con exceso de peso, minería o sobreexplotación de acuíferos; expansividad inducida por exceso de riego; contaminación del suelo por escombreras, balsas mineras o enterramientos de residuos radiactivos; contaminación del agua por residuos mineros o radiactivos y por sobreexplotación. Página 2 de 22 3.- RIESGOS VOLCÁNICOS. Los riesgos volcánicos son riesgos naturales, pueden provocar muerte y destrucción. 3.1.- Distribución geográfica de los volcanes. La distribución geográfica de los volcanes se circunscribe a los límites de placas, concretamente a las zonas de subducción (cinturón de fuego del Pacífico) y a las dorsales que recorren el centro de muchos océanos. También podemos encontrar volcanes en el interior de las placas, ya sea por la presencia de un punto caliente (Hawaii), o por la presencia de fracturas o puntos débiles en la litosfera (islas Canarias producidas por fracturas de la litosfera de la placa africana resultantes de tensiones derivadas de la apertura del océano). 3.2.- Partes y productos de un volcán. Cámara magmática: es el lugar donde se acumula el magma antes de salir. Cráter: es el orificio por donde sale el magma. Chimenea: es el conducto por donde sale el magma al exterior. Cono volcánico: es la parte del volcán formada por los materiales expulsados al exterior. Fumarolas: son emisiones de gases por el cráter procedentes del magma. Solfataras: son emisiones de vapor de agua y ácido sufhídrico. Mofetas: son fumarolas frías que desprenden CO2. Géiseres: son pequeños volcanes de vapor de agua hirviendo. 3.3.- Factores de riesgo volcánico. Exposición.- Las áreas volcánicas suelen estar superpobladas debido a que los volcanes proporcionan tierras fértiles, proporcionan recursos minerales y energía geotérmica; la aglomeración de la población es la causa de que el desastre sea mayor de lo que se esperaba. Vulnerabilidad.- Es la medida con la que se valora la susceptibilidad ante los daños (porcentaje o tanto por uno de pérdidas humanas, ecológicas y económicas), y depende de la Página 3 de 22 disponibilidad de los medios adecuados para afrontar el riesgo (protección civil, construcción de edificios, tecnología, información, etc.) Peligrosidad.- Es la probabilidad de ocurrencia de una erupción potencialmente dañina, y se halla en relación con el tipo de erupción, que a su vez está en función de la clase de lava que emite el volcán; del área afectada y del tiempo de retorno. La peligrosidad viene condicionada por la existencia de los siguientes factores: Gases. Constituyen el motor de las erupciones, salen al exterior con rapidez y expanden la erupción. Son vapor de agua, CO2, SO2, HS, Cl, N2, H2, etc. Causan molestias respiratorias y muerte por asfixia. Coladas de lava. Su peligrosidad está en función de su viscosidad. Las lavas ácidas son muy viscosas, se desplazan lentamente y recorren distancias cortas; son muy peligrosas porque contienen muchos gases que se liberan con brusquedad. Ej.- volcanes de las zonas de subducción. Las lavas básicas son muy fluidas, se desplazan con mucha rapidez y recorren largas distancias; su peligrosidad es escasa porque dejan escapar los gases lentamente, originando erupciones poco violentas. Ej.- lavas almohadilladas, que se originan en las erupciones submarinas (dorsales y puntos calientes) y su fluidez es extrema; los gases son expulsados fácilmente. Los daños que ocasionan suelen ser destrozos de cultivos, incendios, arrasado de pueblos y taponamiento de valles, provocando inundaciones. Lluvias de piroclastos. Los piroclastos son fragmentos lanzados al aire durante las explosiones volcánicas, que al caer al suelo originan estas “lluvias”. Se diferencian por su tamaño creciente en cenizas, lapilli y bombas. Los daños que causan son: destrozos en los Página 4 de 22 cultivos, hundimiento de viviendas, lluvias de barro, enfriamiento del clima por su permanencia en suspensión en la atmósfera durante meses, y además dificultan el paso de la radiación solar. Explosiones. Las explosiones dependen de la viscosidad de las lavas; las lavas viscosas son más explosivas y peligrosas. En función de su índice de explosividad existen volcanes efusivos y explosivos. Un mismo volcán puede variar de estilo de una a otra erupción, independientemente del tipo de lava que tenga. Formación de nubes ardientes. Es la manifestación de mayor gravedad; se origina cuando una columna eruptiva cae bruscamente y en segundos desciende vertiginosamente como una nube de fuego rodante por la ladera del volcán. Quema y destruye todo a su paso. Formación de un domo volcánico. Cuando la viscosidad de las lavas es extrema, en lugar de formarse coladas, se depositan en el cráter formando un tapón, obstruyendo la salida de lava. Puede originar una nube ardiente. Formación explosión de de una lava caldera. Tras una gran y piroclastos, la cámara magmática se queda vacía e inestable, por lo que su techo se desploma y el cráter se agranda y se convierte en una caldera; si la caldera se llena de agua se puede producir un lago, o puede ser invadida por el mar. Daños: puede provocar terremotos y tsunamis. 3.4.- Riesgos derivados o peligros indirectos. Durante una erupción pueden darse otros acontecimientos tanto o más peligrosos que la propia erupción, como: Lahares. Son ríos de barro producidos por la fusión de hielos o de las nieves de las cumbres de los volcanes más elevados. Provocan un arrasamiento total de poblaciones y cultivos bajo una espesa capa de lodo que endurece al secarse. Página 5 de 22 Tsunamis. Son olas gigantescas producidas por un terremoto submarino, originado al hundirse un edificio volcánico al formarse una caldera. Dichas olas inundan las costas a las que afectan, asolándolas. Ej.- tsunami que el 26 de Diciembre de 2004 arrasó las costas del océano Índico, afectando a zonas de Indonesia como Sumatra. Movimientos de laderas. Son desprendimientos y deslizamientos que pueden afectar a pueblos y sepultar cultivos. Pueden dar lugar a inundaciones por taponamiento de valles y destruir bienes materiales. 3.5.- Tipos de erupciones. La forma y el tamaño del cono volcánico, la altura alcanzada por la columna eruptiva y el radio de acción en torno al volcán son indicadores del tipo de erupción y del índice de explosividad. Los diferentes estilos de erupciones volcánicas se resumen en la tabla adjunta (fotocopia), elaborada en función de la peligrosidad. 3.6.- Métodos de predicción y prevención de riesgos volcánicos. 3.6.1.- Métodos de predicción. Debe conocerse a fondo la historia de cada volcán, que incluye tanto la frecuencia de sus erupciones (período de retorno) como la intensidad de las mismas. Se suelen instalar observatorios en los volcanes en los que se analizan las manifestaciones previas a una erupción (precursores volcánicos): pequeños temblores y ruidos registrados mediante sismógrafos, emisión de gases, cambios en la forma de los volcanes, cambios magnéticos (se pierden las características magnéticas de las rocas cuando la Tª aumenta por encima de los 600 ºC) detectados con magnetómetros, anomalías gravimétricas mediante gravímetros, etc. Actualmente se toman muchas imágenes por satélite gracias a los GPS o la interferometría de radar. Con todos los datos recogidos se elaboran mapas de riesgos o de peligrosidad mediante los cuales se pueden delimitar las áreas potenciales de actividad volcánica. 3.6.2.- Métodos de prevención y corrección. Las medidas a tomar dependen del tipo de vulcanismo, pero las más empleadas son: Página 6 de 22 Desviar las corrientes de lava a lugares deshabitados. Realizar túneles de descarga del agua de los lagos situados en el cráter para evitar la formación de lahares. Reducción del nivel de los embalses de las zonas próximas. Instalación de sistemas de alarma y planificación de lugares de alto riesgo. Prohibir o restringir las construcciones en lugares de alto riesgo. Restricciones temporales del uso del territorio. Construcción de viviendas especiales con tejados inclinados que eviten su desplome. 4.- RIESGOS SÍSMICOS. TERREMOTOS. 4.1.- Definiciones importantes sobre terremotos. Un terremoto es la liberación instantánea y puntual de la energía elástica acumulada en las rocas al estar sometidas a esfuerzos tectónicos. Una falla es la rotura seguida del desplazamiento de cada uno de los bloques de las rocas de la superficie terrestre al estar sometidas a tensiones dirigidas. Normalmente, la primera causa genética de los terremotos es la generación de fallas, pero puede deberse también a otros procesos como erupciones volcánicas, impactos de meteoritos, explosiones nucleares, etc. Las réplicas son nuevos seísmos de menor intensidad que se presentan posteriormente (días, semanas, meses e incluso años) después de un seísmo fuerte. El hipocentro es la zona del interior terrestre que se rompe liberando la energía interna acumulada, pues suele ser el punto donde se produce la rotura de las rocas o la producción de fallas. El epicentro es la proyección perpendicular hasta la superficie terrestre del hipocentro de un terremoto. El movimiento ondulatorio generado en las rocas por la liberación de energía acumulada en ellas durante los esfuerzos tectónicos se denomina onda sísmica. Existen dos tipos de ondas sísmicas, internas y superficiales. Las primeras se generan a partir del hipocentro, y las superficiales se propagan a partir del epicentro. Las ondas sísmicas son captadas por sismógrafos, y se registran en sismogramas. Página 7 de 22 Las internas pueden ser primarias o P y secundarias o S. Las ondas P se propagan por cualquier tipo de medios, aunque son más lentas en medios líquidos. Son las que primero se sienten, dilatan y contraen el suelo, provocando cambios en su volumen; tienen un efecto de “retumbo”, hacen vibrar paredes y ventanas. Las ondas S son más lentas que las P y sólo se propagan en medios sólidos o semisólidos. Sus movimientos verticales y horizontales deforman el suelo y producen daños en las construcciones. Las ondas externas son: Rayleigh o R y Love o L. Son ondas lentas, viajan por la periferia de la corteza terrestre, tienen gran amplitud y causan los mayores desastres. Las ondas Love tienen un movimiento perpendicular a la dirección de propagación y son muy rápidas (2-6 km/s), mientras que las Rayleigh, aunque más lentas (1-5 km/s) describen movimientos elípticos con respecto a las ondas P y S, por lo que su efecto es más notorio sobre las personas. 4.2.- Parámetros de medida. Existen dos parámetros para medir los terremotos: La magnitud: es la energía liberada en él, y nos indica el grado de movimiento que ha tenido lugar durante el seísmo. Se mide con la escala de Richter, que valora de 1 a 10 grados la energía elástica, por tanto, la peligrosidad. No refleja la duración. La intensidad: es la capacidad de destrucción del terremoto. Se emplea para cuantificar la vulnerabilidad, es decir, los daños ocasionados por el seísmo. Se mide con la escala de Mercalli, que llega hasta 12 grados (I a XII). Isosistas. Son líneas concéntricas que unen los puntos con la misma intensidad de un seísmo. Se valoran con números romanos y su valor va decreciendo a medida que nos alejamos del epicentro. 4.3.- Daños causados por seísmos = riesgos derivados. Los daños dependen de la magnitud de los terremotos, de la distancia al epicentro, de la profundidad del foco, de la naturaleza del sustrato atravesado por las ondas sísmicas (rocas poco consolidadas amplifican el efecto), de la densidad de población, del tipo de construcciones que haya en la zona, etc. Los terremotos pueden ocasionar: - Daños en los edificios (grietas o desplome). Página 8 de 22 - Daños en las vías de comunicación (carreteras, puentes, etc). - Inestabilidad de las laderas (riesgo de avalanchas o deslizamientos). - Rotura de presas (riesgo de inundaciones). - Rotura de sistemas de conducción de gas o agua (riesgo de incendios e inundaciones). - Desviación de cauces de ríos y desaparición de acuíferos. - Licuefacción (efecto producido sobre terrenos poco consolidados como limos o arcillas, que por la vibración se vuelven fluidos, hundiéndose los edificios suprayacentes). - Tsunamis (olas gigantes producidas por un maremoto) y seiches (olas inducidas en aguas continentales que pueden desbordarlas de su cauce, provocando inundaciones). 4.4.- Métodos de predicción y prevención de riesgos sísmicos. 4.4.1.- Métodos de predicción. La predicción de seísmos a corto plazo hoy por hoy es imposible, pues no se sabe el momento exacto en el que se van a producir. Se sabe que están asociados a los límites de placas, y tras estudiar datos estadísticos se puede decir que ocurren con una periodicidad casi constante. De todos modos, para predecirlos: a) Se recurre a precursores sísmicos: cambios en el comportamiento de los animales, disminución en la velocidad de las ondas P, elevación del suelo, disminución de la resistividad de las rocas, etc. b) Se elaboran mapas de peligrosidad a partir de datos de seísmos anteriores. c) Se elaboran mapas de exposición con isosistas de magnitudes de otros seísmos. d) Se localizan las fallas activas por imágenes vía satélite e interferometría de radar. 4.4.2.- Métodos de prevención. - Medidas estructurales. a) Realizar construcciones sismorresistentes. Como material de construcción lo mejor es el acero, aunque la piedra o madera también resisten. Deben construirse los edificios en terrenos rocosos, lo más simétricos posible, equilibrados en masa (altos y rígidos), con muros reforzados con contrafuertes de acero en diagonal y con cimientos aislantes que absorben las vibraciones y les proporcionan flexibilidad. Página 9 de 22 b) Evitar el hacinamiento de edificios, construir los edificios separados entre sí. c) Instalar conducciones de gas y agua flexibles o que se cierren automáticamente. d) Sobre suelos blandos se recomiendan edificios bajos y poco extensos. - Medidas no estructurales. Ordenación del territorio, protección civil con adecuados sistemas de vigilancia y control, educación para el riesgo, establecimiento de seguros. 5.- RIESGOS GEOMORFOLÓGICOS. En este apartado incluimos todos aquellos riesgos geológicos externos causados por el movimiento del terreno, en los que interviene la acción de la gravedad. Vamos a estudiar los movimientos de ladera, las subsidencias y colapsos, y los debidos a las arcillas expansivas. 5.1.- Movimientos gravitacionales de ladera. Son desplazamientos de los materiales de una ladera a favor de la gravedad. Los factores condicionantes de estos desplazamientos pueden ser: litológicos, estructurales, climáticos, hidrológicos, topográficos, la vegetación. Los factores desencadenantes pueden ser naturales (fuertes precipitaciones, inundaciones, erupciones volcánicas, terremotos, cambios en el terreno debido a ciclos de hielo-deshielo o humedad-desecación, etc.) o inducidos por las actividades humanas (aumento de peso de la cabecera del talud por acumulación de escombros o por construcciones, excavaciones con retirada de materiales del pie del talud, explosiones al construir una mina, deforestación de taludes, etc.) 5.1.1.- Tipos de movimientos de laderas. Reptación o creep. Es un descenso gravitacional discontinuo y lento de los materiales más superficiales del suelo ladera abajo, producido a consecuencia de la expansión del suelo al hidratarse y su posterior retracción al secarse. Se observa Página 10 de 22 bien cuando se arquean los troncos de los árboles y por la acumulación de materiales en las zonas más bajas. Coladas de barro. Es un flujo o caída continua y rápida de materiales plásticos sin que exista un plano de rotura. Suelen ser materiales blandos limosos o arcillosos que cuando contienen agua se vuelven muy plásticos. A veces aparecen como consecuencia de fenómenos volcánicos o sísmicos. Solifluxión. Se da en lugares de dominio periglaciar. Es una mezcla de flujo y reptación. En estos sitios la parte profunda del suelo permanece siempre helada (permafrost) y sobre ella se asienta un suelo superficial que fluye en los deshielos (mollisol). Deslizamientos. Son movimientos de las rocas o del suelo ladera abajo, pero sobre una superficie de rotura o de despegue. Los deslizamientos pueden ser: o Traslacionales. Si la superficie de rotura es más o menos paralela a la superficie del talud. Página 11 de 22 - Rotacionales o slump. Se produce cuando el movimiento es a favor de una superficie de rotura curva. Son frecuentes en suelos pegajosos, como los estratos arcillosos. Desprendimientos. Es la caída brusca de bloques o fragmentos rocosos de un talud. Estos mecanismos están favorecidos por la pendiente, el tipo de roca, la presencia de discontinuidades, etc. Avalanchas. Son desprendimientos masivos y en seco de bloques de piedra o nieve. 5.1.2.- Métodos de predicción. La predicción espacial es fácil, mientras que la temporal es más difícil. Para predecir hay que detectar las zonas de inestabilidad y sus causas directamente sobre el terreno, con fotografías convencionales o tomadas mediante satélites. Se pueden observar huellas de inestabilidad como incisiones en el terreno, erosión, derrubios en el talud, anomalías en la ladera (convexidad), deformaciones en los árboles, en los postes de la luz, en vallas, etc. Se analizan factores que pueden potenciar el fenómeno, como el clima, la topografía, morfología y estructura de las rocas, vegetación, etc. Con estos datos se pueden elaborar mapas de peligrosidad con distintos colores para cada grado de peligrosidad. Con estos mapas y con imágenes tomadas por satélite, se puede confeccionar un SIG específico para cada zona en concreto, que servirá para realizar simulaciones. 5.1.3.- Métodos de prevención y corrección. I. Elaboración de mapas de riesgo. II. Modificación de la geometría de los taludes para evitar deslizamientos rotacionales, descargando la cabecera y rellenando el pie, o rebajando la pendiente. III. Construir drenajes para evitar las coladas de barro, la solifluxión, y para recoger la escorrentía superficial. Son sistemas de drenaje las cunetas, los pozos, las galerías de descarga y las zanjas. IV. Medidas de contención: muros, contrafuertes, redes o mallas y anclajes. Página 12 de 22 V. Aumentar la resistencia del terreno con anclajes e inyección de sustancias que aumenten la cohesión e impidan el movimiento. VI. Revegetación de taludes. VII. Medidas de protección civil. 5.2.- Subsidencias y colapsos. Son hundimientos del terreno tanto naturales como inducidos por la actividad humana. Las subsidencias son hundimientos lentos del suelo. Por ej.- al extraer fluidos como gas y petróleo. Los colapsos son derrumbamientos bruscos en vertical del terreno. Por ej.el hundimiento de una cueva al disolverse las calizas o los yesos que la formaban. Estos fenómenos se asocian a terrenos kársticos (calizos principalmente). 5.3.- Diapiros. Cuando entre las rocas sedimentarias hay estratos salinos que son menos densos y plásticos, tienden a ascender lentamente provocando deformaciones y roturas de los estratos superiores. Los suelos son inestables y se hunden por disolución. 5.4.- Suelos expansivos. Se dan en suelos formados por arcilla, margas, limos arcillosos y yesos. Es importante tenerlos en cuenta a la hora de realizar construcciones, pues estos materiales se hinchan al hidratarse y se agrietan cuando se secan, dando lugar a la pérdida de asentamiento de cimientos y muros, deformación de pavimentos y aceras, rotura de cañerías y drenajes, etc. Las causas pueden ser naturales (lluvias y sequías) o pueden ser inducidas por la sobreexplotación de acuíferos, por el exceso de riego, por fugas de cañerías, etc. 5.4.1.- Métodos de predicción. Página 13 de 22 Observación de señales en el terreno por geólogos, como la presencia de barro pegajoso, suelo con grietas de retracción, persistencia de huellas de pisada o de roderas de vehículos, etc. Además se recurre al estudio del clima, de las redes de drenaje, de la irrigación de la vegetación y de las pendientes. 5.4.2.- Métodos de prevención y corrección. Las medidas preventivas no estructurales son la ordenación del territorio y la elaboración de mapas de riesgo o mapas geológicos. Entre las medidas estructurales se encuentran la estabilización de suelos mezclándolos con cal, la excavación del terreno antes de la construcción y el rellenado del hueco con materiales resistentes al hinchamiento, la cimentación sobre pilotes que atraviesen la capa arcillosa, dejar cámaras de aire en los cimientos de las viviendas para facilitar la evaporación, la impermeabilización alrededor de las viviendas, etc. 6.- INUNDACIONES. Constituyen el riesgo geológico más destructivo, tanto a escala nacional como mundial. Además, la urbanización masiva en áreas fluviales susceptibles agrava dicho riesgo. Se clasifican en: a) Inundaciones continentales, denominadas avenidas. b) Inundaciones costeras debidas a maremotos o mareas. 6.1.- Causas. Climáticas: huracanes, lluvias torrenciales, aumento de la temperatura. Geológicas: actividad volcánica, deshielo en los volcanes, coladas de barro, tsunamis, marejadas. Antrópicas: obstáculos en las desembocaduras de los ríos, rotura de presas. 6.2.- Características de las avenidas. Se denominan así a las inundaciones dentro de los cauces de agua continentales (torrentes y ríos). Pueden ser de dos tipos: Torrenciales. Originadas en los torrentes, que son cursos de agua con cauce fijo pero caudal intermitente (mucho caudal tras lluvias torrenciales o el deshielo). Tras la caída de una tromba de agua, ésta suele circular a gran velocidad por el torrente, y debido a esta gran velocidad puede originar inundaciones muy peligrosas y repentinas. En nuestro país hay dos tipos de torrentes: Página 14 de 22 - De montaña. Frecuentes en la región de los Pirineos. Tiene 3 partes: la cuenca de recepción, el canal de desagüe y el cono de deyección o abanico aluvial. - Ramblas y barrancos, con menor pendiente. Fluviales. Originadas en los ríos, que son corrientes de agua encauzadas y con caudal fijo, con menor pendiente que los torrentes y cursos más largos. Las partes de un río son: - Curso alto: con bastante pendiente. En él predomina la erosión, por la cual el río se va encajando en el valle, modelando una forma en V. - Curso medio: predomina el transporte sobre la erosión, y es selectivo. En este tramo se forman las vegas o llanuras de inundación, muy llanas y fértiles y ocupadas por entero cuando sobreviene una avenida, y los meandros, curvas que describe el río al pasar por zonas de distinta dureza. Los meandros pueden describir formas muy cerradas, y en ocasiones acaban estrangulándose, formando meandros abandonados. También se forman las terrazas fluviales, que son una serie de escalones planos de distintas alturas paralelos al cauce del río; se forman cuando al aumentar la capacidad erosiva del río éste excava verticalmente el fondo de su cauce. - Curso bajo: predomina la sedimentación. Aparecen barras (depósitos) en el interior de los cauces que dividen el río en varios brazos. Página 15 de 22 6.3.- Peligrosidad de las inundaciones. El riesgo depende de la energía que posean torrentes y ríos. La energía depende de: La velocidad de la corriente de agua, que aumenta con la pendiente. El caudal (Q) o volumen de agua que atraviesa una sección transversal de la corriente (A) por unidad de tiempo. Su valor se obtiene multiplicando A por el tiempo. Se mide en m3/seg, y depende de varios factores: o Intensidad de las precipitaciones (litros de agua caídos por unidad de tiempo). Se consideran torrenciales cuando caen más de 200 l/m2 en un día. o Las estaciones. Hay épocas de avenida o crecidas y de estiaje, en las que el caudal es mínimo. Las variaciones anuales de caudal se expresan en unas curvas llamadas hidrogramas anuales, y son importantes para prevenir las crecidas. También se elaboran hidrogramas de crecida, en los cuales se pueden observar los tiempos de respuesta (desde que cae el aguacero hasta que el caudal llega a su punto máximo) que sirven para alertar a la población. o La infiltración. Al aumentar la infiltración disminuye la escorrentía superficial, y por tanto el caudal del río y la severidad de las inundaciones. Esto, a su vez, depende de la existencia de vegetación en la cabecera y en los márgenes del río, ya que aumentan la infiltración, y del tipo de rocas, ya que si son impermeables aumentan la escorrentía superficial. 6.4.- Predicción de inundaciones. Las principales medidas para la predicción son: I. Previsiones meteorológicas. A partir de datos meteorológicos enviados por el satélite Meteosat se puede prever la aparición de lluvias torrenciales, principal causa de las inundaciones, en un determinado lugar. II. Diagramas de variación del caudal. Recurriendo a datos históricos se puede observar que las variaciones del caudal son cíclicas, repitiéndose a intervalos de tiempo regulares para cada cuenca fluvial. De esta forma se puede prever el tiempo de retorno para cada tipo de inundación, así como el caudal máximo esperado. III. Elaboración de mapas de riesgo. Se elaboran a partir de datos históricos; son útiles para delimitar las áreas susceptibles de inundación, así como la magnitud de la inundación. 6.5.- Prevención de inundaciones. Página 16 de 22 6.5.1.- Medidas estructurales. Consisten en realizar obras en los cauces. Construcción de diques a ambos lados del cauce. Paralelos al cauce del río, sirven para confinar el agua y contener el desbordamiento. No es muy efectivo, al final puede incluso resultar catastrófico. Aumento de la capacidad del cauce. Por ensanchamiento o dragado del fondo. Esta medida puede alterar los ecosistemas fluviales y potenciar el poder erosivo. Desvío de cauces. En ríos que atraviesan ciudades y que sean propensos a desbordarse se recurre a los desvíos del cauce. Ej.- el Turia a su paso por Valencia. Reforestación y conservación del suelo. Es la medida más efectiva. Los bosques retienen agua, aumentan la infiltración, disminuyen la escorrentía, sujetan el suelo… Medidas de laminación. Consisten en la construcción de embalses aguas arriba, con lo que se logran rebajar los caudales punta. Como entonces circulará menor cantidad de agua por unidad de tiempo, se reduce la peligrosidad. Estaciones de control. Se sitúan en varios puntos a lo largo de los cauces fluviales. Constan de pluviómetros y estaciones de aforo con los que se mide mediante varillas las variaciones de altura de la lámina de agua y con un cable la anchura del cauce. También se mide la velocidad de la corriente con un correntómetro provisto de cazoletas giratorias. Se calcula el caudal y se envía la información vía informática. 6.5.2.- Medidas no estructurales. Tienden a reducir la vulnerabilidad. Ordenación del territorio. Existen leyes que limitan o prohíben determinados usos en las zonas de riesgo. Para la ordenación del territorio lo primero que hay que hacer es delimitar las áreas susceptibles con fotografías tomadas por satélite, además de recurrir a los mapas de riesgo. La legislación española establece varias zonas en los cauces fluviales con medidas que limitan su ocupación. Dichas zonas son: o Zona de servidumbre. Es una franja de 5 metros de anchura a cada lado del cauce. Aquí está prohibida toda construcción, cultivo y planta de árboles. o Zona de policía. Se extiende a ambos lados del cauce desde su borde hasta Página 17 de 22 100 m de anchura. La probabilidad de riesgo de inundación en esta zona es de 1/100. Se permiten usos agrícolas, pero se prohíbe cualquier alteración del relieve y las construcciones de cualquier tipo. o Zona inundable. Comprende todos los márgenes del cauce principal en los que exista una probabilidad de riesgo de inundación de 1/500. En ellas se establecen medidas de protección menos severas, aunque siempre garantizando la seguridad de los bienes y de las personas. Planes de protección civil. El estudio detallado de las avenidas nos permite establecer un sistema de alerta para la protección de bienes inmuebles y la evacuación de la población. Seguros y ayudas públicas. En nuestro país, según la legislación, los seguros son obligatorios para todas las construcciones que se sitúen dentro de una zona inundable. Modelos de simulación de avenidas. Se hacen con ayuda de un SIG en el que constan diferentes datos del territorio (meteorológicos, geomorfológicos, litológicos, usos del suelo, relación agua drenada / agua infiltrada, cobertura vegetal, fotografías por satélite, etc.) Sirven para delimitar las zonas afectadas por una inundación. 7.- RIESGOS MIXTOS. La erosión y la sedimentación son dos procesos geológicos externos que pueden verse alterados por las actividades humanas tanto en zonas continentales como en las costas. 7.1.- Erosión/sedimentación en zonas continentales. La deforestación, la minería a cielo abierto, y las prácticas de cultivo inadecuadas, entre otras, aceleran los procesos de erosión y sedimentación en las zonas continentales. Vamos a estudiar los procesos de erosión y sedimentación que realizan los ríos. El agua del río, con la energía cinética que posee, realiza un modelado del cauce fluvial. Erosiona con mucha fuerza en el tramo alto; aquí su energía cinética es muy elevada, pues debido a la gran pendiente que tiene que salvar, adquiere una gran velocidad aunque su caudal sea pequeño. Su sección transversal tiene una típica forma de “V”. En los tramos medio y bajo del río la pendiente se va reduciendo, por lo que también se resiente su velocidad, pero en este tramo el cauce del río se ensancha y su caudal Página 18 de 22 aumenta al recibir aportes de los afluentes y acuíferos subterráneos. Su sección transversal pierde su forma de “V” y se convierte en una amplia llanura de inundación. En el tramo inferior el río desemboca en el mar, en un lago o en otro río, y deposita la carga, produciéndose la sedimentación fluvial. Todos los ríos tienden a alcanzar un perfil de equilibrio, en el cual se invierte toda la energía cinética en vencer el rozamiento y transportar materiales, y no se produce ni erosión ni sedimentación. Para alcanzar su perfil de equilibrio, el río tiene que reducir su pendiente hasta igualar su altura con su extremo más bajo o nivel de base, que puede ser absoluto (el nivel del mar) o local (un lago, un río o un embalse en el que desemboque). Cuando lo alcanza, el río adquiere una forma cóncava (su cabecera tiene mucha pendiente, pero sus tramos medio y bajo discurren por una superficie casi plana). Si el nivel de base alcanzado desciende debido a una sequía (local) o a un descenso del nivel del mar debido a una glaciación (absoluto), provocaría un nuevo aumento de la pendiente (aumento de la energía potencial), lo que se traduciría en la realización de un trabajo de erosión remontante con el fin de reducir la pendiente. La erosión remontante cesaría cuando el río alcanzase un nuevo perfil de equilibrio. Si por el contrario el nivel de base asciende (por la construcción de un embalse, o si sube el nivel del mar, etc.), la corriente pierde fuerza y se produce un aumento de la sedimentación, que rellenaría la desembocadura, elevando el nivel de base. Este proceso se denomina agradación. Estos dos fenómenos son muy importantes a la hora de construir embalses, pues producen una alteración de la dinámica fluvial. El río va a depositar su carga en el embalse, y acabará por colmatarlo, reduciendo su período de aprovechamiento. Si se produce una deforestación en el tramo superior, el proceso se agrava por el aumento de la erosión y del transporte. Aguas abajo del embalse, el río va libre de sedimentos, erosionando los márgenes, afectando a los ecosistemas de ribera, y profundizando su lecho. 7.2.- Dinámica litoral. Además de las inundaciones, la alteración de los procesos de erosión-sedimentación son los riesgos que más afectan a las zonas costeras. Dicho riesgo está acentuado por el factor exposición, pues estas zonas son las más pobladas del planeta dado su gran turismo. 7.2.1.- Modelado de las zonas costeras. Página 19 de 22 Entre las formas originadas por efecto de la erosión (oleaje) encontramos los acantilados, las bahías, los farallones, los arcos naturales, las cuevas y las plataformas de abrasión. Entre las formas de sedimentación destacan las playas, las flechas, los cordones litorales, los tómbolos, las albuferas y los estuarios. En la desembocadura de los ríos se originan deltas y estuarios. 7.2.2.- Riesgos derivados de la erosión/sedimentación costera. Riesgos derivados del retroceso del acantilado. La acción erosiva de las olas contra el acantilado puede causar el derrumbe de las construcciones que están sobre él. Para prevenir este tipo de riesgo se deben construir muros en la base del acantilado, con el problema de que la playa que está en la base va a desaparecer, pues la fuerza de las olas al chocar contra los muros arrastra la arena mar adentro. Riesgos por interrupción de las corrientes de deriva. Las corrientes de deriva circulan paralelas a las costas. Según la dirección hacia la que sople el viento, estas corrientes trasladan los materiales resultantes de la erosión de los acantilados a lo largo de toda la línea de costa, resultando así las formas de sedimentación costeras: playas, flechas, albuferas, tómbolas, etc. Las intervenciones antrópicas (humanas) pueden interrumpir o alterar la circulación de las corrientes de deriva y cambiar los procesos de erosión-sedimentación. Las principales son: la construcción de espigones para crear playas artificiales, la instalación de puertos deportivos, de muelles comerciales y pesqueros, etc. En Página 20 de 22 estos casos se produce una brusca sedimentación en la zona anterior al obstáculo, formándose una nueva playa, mientras que en los lugares situados detrás de la estructura se produce una intensa erosión, pues el agua circula sin sedimentos que frenarían su poder erosivo. Alteraciones de la dinámica de los deltas. Los deltas se generan por acumulación de sedimentos transportados por los ríos en lugares donde la corriente de deriva no es demasiado intensa. Se hunden debido al peso de los sedimentos, y van siendo rellenados simultáneamente, por lo que están en equilibrio dinámico. Cualquier alteración de las corrientes marinas o de la dinámica fluvial (deforestación, embalses, trasvases) originarían graves modificaciones en la dinámica de los deltas. Eliminación de arena del sistema costero. La eliminación de arena de las playas o de las dunas situadas tras ellas para construir paseos marítimos o edificios provoca un aumento de la erosión, pues no hay nada que contenga las olas durante los temporales. Además se produce un aumento de las inundaciones costeras. La regeneración de playas o creación de otras nuevas. Se lleva a cabo con arenas procedentes del dragado de los fondos costeros o de las desembocaduras de los ríos; esto provoca alteraciones en la dinámica de las costas, pudiendo concluir con la destrucción de las playas durante las tempestades. Todas las intervenciones humanas sobre las costas pueden producir: a) Progradación o avance de costa que gana terreno al mar. La deforestación de las cuencas altas de los ríos, la remoción del terreno por la minería u obras públicas, los incendios forestales, etc., son acciones que producen un incremento en la cantidad de materiales que lleva el río, y con ello, un aumento de la sedimentación costera. b) Regresión. Es el efecto contrario, supone un retroceso de las costas por erosión debida a la disminución de los sedimentos. Por ej.- por construcción de embalses. 7.2.3.- Prevención de riesgos costeros. Medidas estructurales. Rompeolas, espigones, muros. Todas se deben establecer con un conocimiento previo y profundo de la dinámica litoral. Medidas no estructurales. o Elaboración de mapas de peligrosidad. o Ordenación del territorio, serie de normas legales recogidas en la “ Ley de Costas”, establecida en 1988. En ella se dice que “son bienes de dominio público todos los terrenos comprendidos entre los límites de bajamar hasta Página 21 de 22 el lugar de la costa susceptible de ser alcanzado por las olas en los mayores temporales, lo que comprende: playas, albuferas, marismas, dunas, recursos del mar, terrenos ganados al mar, acantilados, islotes, etc.” Además, establece dos zonas: Zona de servidumbre de protección, que se extiende 100 m tierra adentro, en la que existe prohibición total para cualquier uso, salvo la instalación de servicios de utilidad pública necesarios y convenientes o instalaciones deportivas al aire libre. Zona de influencia, que se extiende a los terrenos situados hasta 500 metros de la ribera del mar, en la que existen unas normas de ordenación urbanística, permitiéndose la construcción aparcamientos y de edificios que se adapten a la legislación. Página 22 de 22 de