ENSAYO EXEGÉTICO 1 CORINTIOS 7:1-9

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H. PRESBITERIO PENINSULAR
EL REGALO DEL
MATRIMONIO
ENSAYO EXEGÉTICO SOBRE
1 CORINTIOS 7:1-9
REQUISITO PARCIAL PARA OBTENER EL GRADO DE
LICENCIADO PREDICADOR
IGLESIA NACIONAL PRESBITERIANA DE MÉXICO
Pedro Villatoro Domínguez
JUNIO DE 2009
ENSAYO EXEGÉTICO SOBRE 1 CORINTIOS 7:1-9
Por Pedro Villatoro Domínguez
INTRODUCCIÓN.
Antes que nada, el pasaje bíblico que a continuación expongo, es parte de una de las cartas más
estudiadas para conocer a fondo la naturaleza humana de la iglesia y cómo Dios la está
santificando. Siendo la Iglesia la comunidad de los redimidos y santificados en Cristo, es una
creación de Dios. Pero como ella se integra por seres humanos que, aunque regenerados, siguen
teniendo inclinación al mal, Dios la sigue perfeccionando a través de la santificación. Por ello
se afirma que la Iglesia “ya” es salva, pero que “todavía no” es perfecta, pues está siendo
santificada hasta el día de su glorificación final.
Esto es muy interesante en esta carta en particular, puesto que el mismo apóstol Pablo se dirige
a los corintios como “iglesia de Dios”, como los “santificados” y aquellos que son “llamados a
ser santos” (1:2) , pese a que les dirigiría palabras terribles de corrección por sus divisiones, por
sus abusos, y aún más, por su inmoralidad.
Pero ellos debían aprender a corregir errores y abusos que estaban dejando pasar por alto. Y
uno de ellos era la inmoralidad sexual tan arraigada en la sociedad corintia. Y puesto que para
ser una iglesia santa es necesario tener familias santas, esta porción de la Palabra de Dios nos
reenfoca a los aspectos del matrimonio que son importantes considerar en nuestra forma de
relacionarnos y amarnos como pareja, en la santidad que Dios nos da.
1
Por esto hoy, para nosotros, que vivimos en una era tan confusa y caótica en cuanto a valores
familiares, e inmersos en una sociedad aún más corrupta como la corintia del Siglo I, debemos
aprender a mirar en el espejo de la Revelación de Dios, y comprender los principios que de ella
emanan para renovar nuestra santa vida matrimonial. Puesto que para los corintios hacer esto
les llevaba a una mejor vivencia de la santidad de Dios, así también hoy si queremos vivir en el
plan de Cristo para nuestros matrimonios y hogares, tenemos que comenzar a hacer cambios en
nuestra forma de relacionarnos como pareja y como amantes en la santidad del matrimonio.
Esto lo entendió bien el apóstol Pablo.
Espero por tanto, poder expresar en estas pocas páginas, una investigación bíblica y exegética
que ayude a las parejas creyentes a hallar una comprensión mejor del matrimonio, viéndolo no
como una necesidad u obligación estresante o conflictiva, sino como un regalo de Dios para
personas específicas, para la glorificación de su nombre.
2
RESUMEN HISTÓRICO DE LA CARTA A LOS CORINTIOS.
A fin de comprender los detalles de esta porción de las Escrituras, es importante comprender
algunos aspectos históricos y sociales sobre la sociedad y la cultura corintia, para así interpretar
las implicaciones de este mensaje para ellos y para nosotros hoy, en nuestras familias e iglesias.
Pablo fundó la iglesia de Corinto cerca del año 50 AD, durante su segundo viaje misionero,
luego de su visita a Atenas (Hch. 18:1–7). Con sus predicaciones en la sinagoga, comenzó esta
obra (Hch. 18:8) en la cual trabajó durante 18 meses. La obra fue continuada por Apolos (1 Cor.
3:6), un poderoso orador proveniente de Alejandría, quien contó con el apoyo de Aquila y
Priscila (Hch. 18:24–28)1.
Parece deducirse de 1 Cor. 5:9, que Pablo ya había escrito a los corintios una carta sobre el no
juntarse con fornicarios (inmorales sexuales), que posiblemente no entendieron o no quisieron
obedecer (además, la carta no fue preservada). Y estando en Éfeso (52-54 AD), durante su
tercer viaje misionero, el apóstol Pablo recibió la visita de algunos de la familia de Cloé, que le
informaron sobre algunas divisiones y pleitos en la iglesia (1 Cor. 1:11). Otros, como Estéfanas,
Fortunato y Acaico (1 Cor. 16:17), llevaron una carta que los corintios habían escrito, pidiendo
el consejo de Pablo sobre varios temas pastorales que afectaban de una u otra forma a su
iglesia: que si era bueno el matrimonio o no (aspecto que estudiaremos más profundamente en
este trabajo), que si la comida ofrecida a los ídolos afectaba espiritualmente; que si los dones
1
Es interesante como podemos ver a Priscila y Aquila, una pareja judía integrada plenamente en el desarrollo
misionero, como modelo vivo de matrimonio en Cristo, para la congregación gentil de Corinto.
3
espirituales debían seguirse usando y cómo; de qué forma se debía dar la ofrenda para los
cristianos de Jerusalén y que si Apolos regresaría con ellos (1 Cor. 7:1, 25; 8:1; 12:1; 16:1, 12).2
A través de estos informes verbales, Pablo descubrió una serie de irregularidades que estaban
aconteciendo en la iglesia y que afectaban su testimonio cristiano: problemas de división a
causa del caudillismo enarbolado por algunos; inmoralidad de la peor especie, al descubrirse un
caso de incesto; litigios civiles entre hermanos en la fe, por falta de amor; inmoralidad sexual
con prostitutas (seguramente del templo de Afrodita, la diosa del amor y la belleza); hombres y
mujeres que profetizaban y hablaban en lenguas en desorden; abusos en la cena del Señor por el
egoísmo de los más ricos; y la negación de la resurrección del cuerpo debido a influencias
proto-gnósticas (caps. 1–4; 5; 6; 12; 15).
Posteriormente, se suscitaron algunos problemas en la congregación que tuvieron que ser
allanados por Timoteo (1 Cor. 4:17; 16:10-11), y los cuales le hicieron a él regresar a Corinto (2
Cor. 1: 23-2:1). Luego, al no poder volver, escribió otra carta, muy severa (2 Cor. 2:3-9), “con
muchas lágrimas”, que produjo arrepentimiento en ellos y un efecto reconfortante para él (2
Cor. 7:8-13).3 Después de recibir las buenas noticias de parte de Tito (2 Cor. 1:12ss y 7:5-16),
escribió otra carta a los corintios (la segunda canónica), y en donde señalaba que pasaría por allí
en un viaje futuro (Hch. 20:1ss; 2 Cor. 9:5; 12:14; 13:1,10), de donde iría luego a Jerusalén
(donde fue apresado).
2
Carson, D., France, R., Motyer, J., & Wenham, G. (2000, c1999). Nuevo comentario Biblico : Siglo veintiuno
(electronic ed.) (1 Co 1.3). Miami: Sociedades Biblicas Unidas.
3
Desafortunadamente esta carta no se ha preservado, y se le relaciona con alguna parte de 2 Cor., especialmente
porque los caps. 10-13 no concuerdan con el espíritu de los caps. 1-9. Pero eso es improbable, porque es más
comprensible que el apóstol haya escrito en dos periodos, y haya cambiado su actitud hacia los corintios.
4
BOSQUEJO DE LA PRIMERA CARTA A LOS CORINTIOS.
Saludos
1:1-3
Oración de agradecimiento
I.
MODELOS DE ACCIÓN QUE DEBEN SER CORREGIDOS
A.
Las divisiones y conflictos
1.
2.
unidad
II.
1:4-9
1:10-6:20
1:10-4:21
La prioridad de la obra Cristo para nuestra unidad
1:10–3:23
La sabiduría divina y la dirección apostólica como medios para la
4:1–21
B.
Disciplina eclesiástica por un caso de incesto
5:1-13
C.
Pleitos judiciales entre creyentes ante jueces incrédulos
D.
La santidad del cuerpo vs la prostitución del alma
6:9-20
DUDAS CLARIFICADAS A LOS CREYENTES CORINTIOS
A.
Sobre la pureza e importancia del matrimonio
B.
Sobre la libertad en Cristo
C.
Sobre la adoración
7:1-16:4
7:1-40
8:1-11:1
11:2-14:40
1.
El uso del velo en las mujeres
2.
El abuso en la comunión
3.
Amonestación sobre los dones espirituales
11:2–16
11:17–34
D.
La realidad e importancia de la resurrección
E.
Las ofrendas para los necesitados en Jerusalén
F.
Los planes ministeriales
12:1–14:40
15:1-58
16:1-4
16:5-9
Instrucciones acerca de los colaboradores
Saludos finales
6:1-8
16:10-18
16:19-24
5
ESTUDIO EXEGÉTICO DE 1 CORINTIOS 7:1-9.
PASAJE EN DIFERENTES VERSIONES.
Reina Valera
Revisada (1960)
La Biblia de las
Américas
Nueva Versión
Internacional
Dios Habla Hoy
1 En cuanto a las
cosas de que me
escribisteis, bueno le
sería al hombre no
tocar mujer;
1 En cuanto a las cosas
de que me escribisteis,
bueno es para el
hombre no tocar mujer.
1 Paso ahora a los
asuntos que me
plantearon por
escrito: «Es mejor no
tener relaciones
sexuales.»
1 Ahora paso a
contestar las
preguntas que
ustedes me hicieron
en su carta. Sería
preferible no
casarse;
2 pero a causa de las
fornicaciones, cada
uno tenga su propia
mujer, y cada una
tenga su propio
marido.
2 No obstante, por
razón de las
inmoralidades, que cada
uno tenga su propia
mujer, y cada una tenga
su propio marido.
2 Pero en vista de
tanta inmoralidad,
cada hombre debe
tener su propia
esposa, y cada mujer
su propio esposo.
2 pero, por el
peligro de la
prostitución, cada
uno debe tener su
propia esposa, y
cada mujer su
propio esposo.
3 El marido cumpla
con la mujer el deber
conyugal, y asimismo
la mujer con el
marido.
3 Que el marido cumpla
su deber para con su
mujer, e igualmente la
mujer lo cumpla con el
marido.
3 El hombre debe
cumplir su deber
conyugal con su
esposa, e igualmente
la mujer con su
esposo.
3 Y tanto el esposo
como la esposa
deben cumplir con
los deberes propios
del matrimonio.
4 La mujer no tiene
potestad sobre su
propio cuerpo, sino el
marido; ni tampoco
tiene el marido
potestad sobre su
propio cuerpo, sino la
mujer.
4 La mujer no tiene
autoridad sobre su
propio cuerpo, sino el
marido. Y asimismo el
marido no tiene
autoridad sobre su
propio cuerpo, sino la
mujer.
4 La mujer ya no
tiene derecho sobre
su propio cuerpo,
sino su esposo.
Tampoco el hombre
tiene derecho sobre
su propio cuerpo,
sino su esposa.
4 Ni la esposa es
dueña de su propio
cuerpo, puesto que
pertenece a su
esposo, ni el esposo
es dueño de su
propio cuerpo,
puesto que
pertenece a su
esposa.
5 No os neguéis el
uno al otro, a no ser
por algún tiempo de
mutuo
consentimiento, para
ocuparos
sosegadamente en la
oración; y volved a
juntaros en uno, para
que no os tiente
Satanás a causa de
vuestra incontinencia.
5 No os privéis el uno
del otro, excepto de
común acuerdo y por
cierto tiempo, para
dedicaros a la oración;
volved después a
juntaros a fin de que
Satanás no os tiente por
causa de vuestra falta
de dominio propio.
5 No se nieguen el
uno al otro, a no ser
de común acuerdo, y
sólo por un tiempo,
para dedicarse a la
oración. No tarden
en volver a unirse
nuevamente; de lo
contrario, pueden
caer en tentación de
Satanás, por falta de
dominio propio.
5 Por lo tanto, no se
nieguen el uno al
otro, a no ser que se
pongan de acuerdo
en no juntarse por
algún tiempo para
dedicarse a la
oración. Después
deberán volver a
juntarse; no sea
que, por no poder
dominarse, Satanás
los haga pecar.
6
Reina Valera
Revisada (1960)
La Biblia de las
Américas
Nueva Versión
Internacional
Dios Habla Hoy
6 Mas esto digo por
vía de concesión, no
por mandamiento.
6 Mas esto digo por vía
de concesión, no como
una orden.
6 Ahora bien, esto lo
digo como una
concesión y no como
una orden.
6 Todo esto lo digo
más como
concesión que
como
mandamiento.
7 Quisiera más bien
que todos los
hombres fuesen como
yo; pero cada uno
tiene su propio don de
Dios, uno a la verdad
de un modo, y otro de
otro.
7 Sin embargo, yo
desearía que todos los
hombres fueran como
yo. No obstante, cada
cual ha recibido de Dios
su propio don, uno de
esta manera y otro de
aquélla.
7 En realidad,
preferiría que todos
fueran como yo. No
obstante, cada uno
tiene de Dios su
propio don: éste
posee uno; aquél,
otro.
7 Personalmente,
quisiera que todos
fueran como yo;
pero Dios ha dado a
cada uno diferentes
dones, a unos de
una clase y a otros
de otra.
8 Digo, pues, a los
solteros y a las
viudas, que bueno les
fuera quedarse como
yo;
8 A los solteros y a las
viudas digo que es
bueno para ellos si se
quedan como yo.
8 A los solteros y a
las viudas les digo
que sería mejor que
se quedaran como
yo.
8 A los solteros y a
las viudas les digo
que es preferible
quedarse sin casar,
como yo.
9 pero si no tienen
don de continencia,
cásense, pues mejor
es casarse que estarse
quemando.
9 Pero si carecen de
dominio propio,
cásense; que mejor es
casarse que quemarse.
9 Pero si no pueden
dominarse, que se
casen, porque es
preferible casarse
que quemarse de
pasión.
9 Pero si no pueden
controlar su
naturaleza, que se
casen, pues más
vale casarse que
consumirse de
pasión.
PALABRAS CLAVE EN LENGUAS ORIGINALES: DEFINICIÓN Y
OBSERVACIONES.
Versículo/
Palabra clave
Palabra raíz
Definición
Observaciones
1
Japtesthai
Japtomai
Tocar, tener relaciones
sexuales
2
Porneias
Porneia
Fornicación,
Inmoralidades sexuales
Esta palabra se usa
eufemísticamente
para cargar la idea
del contacto sexual.
Aunque el término
más usado es
fornicación, la idea
va mucho más allá
de un contacto
sexual previo al
matrimonio; más
bien, tiene que ver
con un sinnúmero
de prácticas
7
sexuales
condenadas por
Dios: adulterio,
homosexualismo,
lesbianismo, etc.
3
Ofeilen
Ofeilo
Estar obligado a, deber,
cumplir con
Expresa el grado de
responsabilidad que
se pide de los
cónyuges
Apodidoto
Apodidomi
Dar, rendir, entregar
Como una
recompensa o un
pago
Eunoia
Eunoia
Benevolencia, buena
voluntad
Palabra que aparece
en el Textus
Receptus y que
inclinaba la
traducción a
sentimientos más
que acciones. Por
ej., RV09 traduce:
“El marido pague a
la mujer la debida
benevolencia”. No
aparece en los
mejores
manuscritos.
4
Exousiadzei
Exousiadzo
Ejercer autoridad,
control, poder, ser
dueño de
La relación de
pertenencia del uno
al otro, es
revolucionario en la
época de Pablo,
porque pone a la
esposa en una nueva
condición.
5
Apostereite
Apostereo
Privarse, negarse,
rehusarse, defraudarse
El deber conyugal
no debe ser quitado
de la relación de
pareja, a menos que
se cumpla una
condición mejor.
7
Karisma
Karisma
Don, regalo
Tanto el
matrimonio como el
celibato son regalos
8
de Dios a quienes él
quiere.
8
Enkrateuontai
Enkrateuomai Ejercitar autocontrol,
dominio propio;
contenerse; ser dueño
de sí.
Observe como esta
palabra puede
relacionarse
inversamente a
exousiadzo, donde
se dice que el otro
es dueño de uno.
Pyrousthai
Pyroo
Lo contrario cuando
no puede dominarse
uno mismo.
Arder, quemarse, ser
consumido por pasión
sexual, lujuria.
9
COMENTARIOS EXEGÉTICOS
Me ha parecido muy interesante hacer un estudio más profundo de este pasaje. En ocasiones se
había leído, pero por sus características, se lee demasiado rápido y no se capta en ocasiones su
importancia. Pero al leerlo así, perdemos de vista expresiones del pensamiento paulino que nos
sorprenden aún hoy en día con respecto al matrimonio y a las relaciones conyugales.
En primer lugar, al exponer el apóstol Pablo sus puntos de vista (inspirados por Dios, por
supuesto), comprende perfectamente que el cuerpo es parte fundamental para la vida de
adoración a Dios. Anteriormente había señalado la importancia de ser templo del Espíritu de
Dios (6:19) y de glorificar a Dios en el cuerpo y en el espíritu, comprados por él. ¡Él nos dice
que le pertenecemos a Dios! Y por lo tanto, todo lo que nosotros hagamos con nuestro cuerpo,
afecta también nuestra relación con él.
Los nicolaítas del Apocalipsis, así como los libertinos en Gálatas, o los inconstantes y carnales
de Corintios, son ejemplo del tipo de creyente que nunca deja sus inmoralidades, puesto que
piensa que el cuerpo es malo y que nada que le pase afecta su espíritu. Pero Pablo deja muy en
claro que este pensamiento es uno de los signos que manifiestan a los grupos heréticos que
“prohibirán casarse y darse en casamiento” (1 Tim. 4:3).
En segundo lugar, Pablo enseña que la vida con Dios no gira en torno al placer. Él conocía muy
bien la situación de los creyentes corintios y cómo sufrían presión en su sexualidad, al vivir en
una ciudad con el templo de la diosa Artemisa. Dicho ídolo reclamaba una adoración centrada
alrededor de la prostitución sagrada y donde las mujeres sacerdotisas se prestaban para todo
tipo de aberraciones sexuales. De ahí que los valores corintios giraban alrededor
de la
10
sensualidad y el placer sexual ilícito. Así que el cuestionamiento al apóstol tenía que ver con
este razonamiento y preocupación. Así los hermanos corintios se preguntaban: “¿Será posible
vivir agradando a Dios si tengo sexo con mi esposa? ¿Será pecado casarme entonces?”
En tercer lugar, Pablo enmarca bien su respuesta dentro del plan de Dios para cada persona. Su
respuesta breve y concisa: “bueno sería que no tuviera relaciones sexuales”4, no está inclinada a
señalar que siendo soltero o casado se disfruta de mayor placer o no. Aunque él señala las
ventajas del celibato, y expresa su deseo porque solteros y viudas, y todos los hombres, se
quedaran como él, no deja de lado a Dios. No enfoca su mirada en el hombre o en la mujer,
para centrar el matrimonio o el celibato en sus deseos caprichosos. Más bien, enfoca su mirada
en el creador del matrimonio y argumenta que Dios tiene para cada uno un propósito en su
condición. Por ello, dice que uno debe regocijarse en el estado en que Dios le ha puesto, ¡para
que en él se le dé la gloria solamente al Señor!
En cuarto lugar, explica de forma nueva las relaciones maritales. Entendiendo que el
matrimonio (gameo) es un regalo de Dios (karisma), y que es igual en calidad y valor que el ser
soltero (agamos), comienza a dar una serie de lineamientos para el desarrollo conyugal
saludable (especialmente en el contexto corintio):
1. El esposo debe tener a una sola esposa, así mismo la esposa. Es decir, uno con una, y
una con uno. ¡No se vale la poligamia!
En la época de Pablo, entre los griegos se consideraba como un ideal el repartirse entre
una esposa para los hijos, una amiga para el amor y prostitutas para el placer. Aquí, en
4
El verbo tocar era un eufemismo, en gr. y en latín, como en algunos idiomas contemporáneos, para referirse al
acto sexual, de modo que ésta es una traducción adecuada del pasaje.
11
cambio, Pablo presenta la vida sexual como un compromiso de toda la persona humana
(6:13) para con otra persona humana. Y eso es bueno delante de Dios (Gn. 2:24-27).
Aunque Pablo señala que “sería bueno no meterse con mujer”, “no casarse” o “no
tocar”, no debe entenderse por ello que es mucho mejor el estado célibe. Claro que él
sostiene que ese estado permite al hombre servir mejor al Señor y estar más libre de las
preocupaciones conyugales. Calvino por su parte sostiene que es muy importante
recalcar que el apóstol habla de la bondad del celibato en términos de preocupaciones y
vejaciones cotidianas, y no como Jerónimo lo entendió, a saber, como una limitante para
el desarrollo en la fe5.
Asimismo Mathew Henry señala que el apóstol dice a los corintios sobre el matrimonio
que “esa regla perfecta deja a los hombres en libertad de servirle en la manera más
apropiada a sus poderes y circunstancias, de las cuales los demás no suelen ser buenos
jueces.” 6
2. El esposo debe cumplir su deber marital (relaciones sexuales) con su esposa, y ella
con él. Las versiones antiguas traducían la oración sin ninguna referencia a las
relaciones íntimas de la pareja. Pero esta porción de las Escrituras, es una de las que
tiene mayor énfasis sobre el acto sexual dentro del marco matrimonial, y especialmente
porque su exposición es más enfática en el contexto corintio. Aquí no hay otro consejo
más que el que repitió líneas anteriores: “huyan de la fornicación” (6:18). Es decir, que
para evitar en los casados el caer en pecado por su incontinencia, deben unirse en uno a
5
Calvin, John. Commentaries on the epistles of Paul the apostle to the Corinthians. John pringle, trad. Vol. I.
Revisado en Christian Classics Ethereal Library. Grand Rapids, MI, http://www.ccel.org.
6
Henry, M. (2003). Comentario de la Biblia Matthew Henry en un tomo. (907). Miami: Editorial Unilit.
12
través de la entrega corporal, a fin de no caer en las redes de la prostitución corintia y
las demás inmoralidades.7
3. Al hablarse de la pertenencia mutua y la autoridad sobre el cuerpo del otro, el
apóstol está señalando el valor que cada uno de los cónyuges tiene en la relación.
Ante una sociedad injusta y sensual, donde las mujeres eran valoradas como simples
objetos eróticos y posesión del marido, Pablo renueva esa visión entre los cristianos
corintios señalando la igualdad de derechos entre ambos esposos sobre el cuerpo del
otro8. Esa “potestad” o “dominio” se traslada al otro, a fin de evitar el control déspota de
uno sobre el otro que genere violaciones, abusos y humillaciones9.
4. El disfrute marital está bendecido dentro de los marcos del matrimonio en el
Señor. Esto es especialmente cuando existe una relación vertical con él, que se refleje
en una relación saludable entre ambos. El negarse el uno al otro en el acto sexual está
prohibido, a menos que estén concientes de la peligrosidad existente y se enfoquen en
crecer en oración.
Pero aún así, los esposos que decidan “separarse a orar”, deben volverse a unir pronto,
puesto que Satanás está presto siempre para afectar los matrimonios y desviarlos fuera
7
Las tentaciones sexuales son difíciles de resistir porque apelan a los deseos normales y naturales que Dios nos ha
dado. El matrimonio incluye, en parte, la satisfacción de estos deseos naturales… Las parejas casadas tienen la
responsabilidad de cuidar uno del otro. Por lo tanto, esposos y esposas no debieran negarse uno al otro sino que
deben satisfacer las necesidades y deseos del otro. Biblia del diario vivir. 2000, c1996 (electronic ed.) (1 Co 7.3).
Nashville: Editorial Caribe.
8
No se encuentra en la literatura del mundo antiguo otra referencia que enseñe que el esposo rinde su cuerpo
exclusivamente a su esposa al casarse. En realidad, en el mundo secular, era una tradición que en el día del
casamiento se declarara a la novia que si su esposo cometía adulterio con una prostituta, o con una mujer de vida
fácil, no era señal de que él no la amara, sino una forma de satisfacer sus pasiones. Carson, D., France, R., Motyer,
J., & Wenham, G. (2000, c1999). Nuevo comentario Biblico : Siglo veintiuno (electronic ed.). Miami: Sociedades
Biblicas Unidas.
9
Desafortunadamente, muchos matrimonios cristianos viven en la violencia sexual a cada día. Y esto por no
comprenderse claramente que el principio bíblico es la entrega amorosa y el entendimiento que somos propiedad
de nuestro cónyuge. Eso traería mucha sanidad en las relaciones al amarse, al no negarse y al no violentar o
presionar sexualmente al otro.
13
del diseño de Dios. Por un lado, puede producirse un desbalance hacia el placer sexual
desmedido; o por el otro, una inclinación al alejamiento sexual. Mas en ambos, ¡el
peligro de caer por incontinencia es muy alto!10
5. ¡El tener esposo o esposa es un regalo de Dios! Pablo reconoce que cada persona ha
recibido de Dios su don, o carisma; es decir, uno es soltero y otro casado ¡porque Dios
le regaló esa condición!
A veces en nuestra sociedad se burla y ridiculiza a los “quedados” o a los que “se
llenaron de hijos antes de tiempo”, porque tenemos un concepto equivocado del
matrimonio y de la soltería. Ciertamente cuando los planes de cualquier persona se
centran en sí mismos, y no obedecen a la voz de Dios, siendo soltero o casado, ¡no
podrán recibir bendición! Pero si él o ella reciben ese estado como regalo de Dios, y le
glorifican y cumplen sus responsabilidades, ¡qué gozo será disfrutar del regalo!
El apóstol es claro con respecto a dicha condición: la persona casada ha recibido a su
cónyuge como regalo de Dios, mientras que el soltero ha recibido su continencia como
el suyo. Pero ambos son para glorificar a Dios.
6. Al referirse a personas no casadas, es decir, solteros y viudas, les dice que sería
mejor que se quedaran así, como él (posiblemente viudo, si llegó a ser fariseo y rabí
del sanedrín). El apóstol ha discutido sobre las relaciones entre esposo y esposa, ahora él
comparte su propia respuesta. Él no dice que ser célibe sea lo mejor, sino que sí es
bueno, y como lo señala después, para “servir mejor al Señor” (7:32, 40).
10
Recordemos el caso de David y Betsabé (2 Sam. 11), como ejemplo de lo que la incontinencia y el alejamiento
conyugal puede provocar.
14
7. El apóstol hace una advertencia a solteros sin continencia: ¡no debe quedarse en
ese estado para el cual no está diseñado! Estar soltero en esas condiciones puede
provocar grandes “fuegos incontrolables en el corazón” por estar llenos de deseos
sexuales incontrolables. Tal persona debe aceptar que el don que Dios tiene para él o
ella es el matrimonio y que debe hacerlo para agradar a su Señor.
15
CONCLUSIONES.
Este pasaje enseña mucho sobre las relaciones conyugales y la bendición de estar casado, ¡es un
regalo de Dios estar en esta condición! Pero también existen ciertos aspectos que deben
considerarse en las relaciones mutuas y en el apoyo recíproco, especialmente en la entrega del
uno al otro y la disposición a la expresión del amor a través de la sexualidad.
Como la Escritura lo enseña, Dios creó al Ser humano, hombre y mujer, para complementarse y
formar familias. Pero a algunos les ha dado un don especial: mantenerse firmes en su soltería
glorificando al Señor en su condición. El ser célibe trae la ventaja de esforzarse más en las
cosas de Dios que uno que es casado. Pero trae la complicación de que ante las presiones
sexuales y la perversidad de la carne, uno debe estar seguro que ese don es de Dios y es para la
gloria de Dios, porque de lo contrario será “mejor casarse que estarse quemando (7:9)”.
Pero lo más importante además de esto, es que a través del cuerpo nosotros podemos agradar y
glorificar a nuestro Dios. No hay permiso para usar el cuerpo de la forma en que ya no conviene
para un hijo y una hija de Dios, puesto que hemos sido redimidos y santificados en Cristo. Por
lo tanto, las relaciones conyugales de un creyente están definidas por lo que Dios quiere y lo
que él ha diseñado para el matrimonio: amor a una persona, entrega a una persona y disfrute de
una persona.
Finalmente, agradezco a nuestro buen Dios por su Palabra, ya que he aprendido a disfrutar mi
condición como uno que ha sido bendecido con el regalo del matrimonio, para la gloria de su
nombre. Amén.
16
BIBLIOGRAFÍA
Carson, D., France, R., Motyer, J., & Wenham, G. (2000, c1999). Nuevo Comentario Bíblico,
Siglo veintiuno (1 Co 1.3). Miami: Sociedades Biblicas Unidas.
Biblia del diario vivir. 2000, c1996, (1 Co 7.3). Nashville: Editorial Caribe.
Strong, J. (1996). The exhaustive concordance of the Bible: Showing every word of the test of
the common English version of the canonical books, and every occurence of each word in
regular order. (electronic ed.) (G1125). Ontario: Woodside Bible Fellowship.
Tuggy, A. E. (2003). Lexico griego-español del Nuevo Testamento (392). El Paso, TX:
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