El espacio rural: características Actividades económicas. El dilatado espacio rural en la provincia de San Luis, posee características particulares, marcado por los diferentes ambientes naturales. El noroeste seco la población se dispersa en puestos aislados dedicados a la cría del ganado caprino y bovino mestizado con razas indicas como brahman, Bradford, santa gertrudis, brangus, entre otros. Las condiciones del medio marcado por las escasa lluvia, un monte bajo de la degradación de la provincia chaqueña que parece más un espinal, el suelo no brinda las posibilidades de una agricultura de secano ni con riego artificial. En la depresión el espacio presenta un paisaje asociado al degradado bosque chaqueño, donde el hombre realiza la cría de ganado bovino en campos naturales con refuerzo de raciones de granos hacia fines del invierno cuando el alimento natural escasea. La población es dispersa y cruzan de sur a norte rutas pavimentadas que permiten una buena comunicación con el resto del espacio provincial. Hacia el sur del eje conformado por la autopista la fisonomía del paisaje nos muestra una franja oeste con monte bajo y vegetación de estepa, donde la población tiene las mismas características de las citadas anteriormente, poblado de puestos y establecimientos rurales organizados como estancias, aprovechando y algunas localidades que otrora fueron puestos de avanzada por la presencia del ferrocarril, hoy la mayoría abandonados ante el cierre de los ramales. Hacia el este la planicie cambia desde el paisaje natural, con grandes superficies modificadas por la presencia de agricultura de secano y bajo riego artificial, con cultivos de soja y gramíneas estas últimas destinadas al engorde del ganado. Las poblaciones siguen concentrados en pequeñas localidades alineadas al borde de lo que fue el ferrocarril, otros en cascos de estancias de grandes dimensiones completan el paisaje rural. El valle de Concarán espacio dedicado a la agricultura bajo riego y de secano junto a la ganadería selectiva presenta un paisaje menos hostil con centros poblados de ciudades y localidades importante hacia sus bordes este y oeste pegados al fin del faldeo de la sierra de San Luis y el pie de monte del Comechingón hacia el este. La sierra encierra poblaciones pequeñas: en sus bordes, asociadas a las actividades de oasis: agricultura de riego mientas que hacia su interior solo pequeños poblados como Paso Grande Villa Praga, San Martín. Potrero de los Funes, El Trapiche, Volcán, Río Grande, Carolina entre otras tienen como impronta la actividad turística con escasa población permanente, que se incrementa a la llegada del verano con la temporada turística. También la ganadería de cría de bovinos más rústicos adaptados a la sierra, caprinos y ovinos. La agricultura intra-serrana es escasa más bien limitada a una economía de subsistencia en los escasos suelos en cañadones y valles. La minería no ha generado grandes concentraciones de poblaciones, solo parajes aislados dan lugar al agrupamiento de pobladores dedicados a estas rusticas actividades. LA ACTIVIDAD AGROPECUARIA La Agricultura. La agricultura es una actividad tradicional que se inició con los primeros pobladores. Al principio se realizaba con rústicos medios y herramientas en las sierras o en sus proximidades. Luego se expandió a los valles y las planicies. En los primeros tiempos estaba orientada al consumo, pero, poco a poco, fue transformando el paisaje, dando frutos suficientes para permitir el aumento del número de pobladores y de ganado. Una nueva territorio, el organización del incremento de habitantes y el trazado de rutas y canales transformó la agricultura de subsistencia orientándola hacia la de mercado. Esta actividad es la respuesta directa al medio natural favorable, especialmente en los oasis creados por el hombre a partir de los ríos que descienden de la sierra, y en las planicies en las que actualmente se practica una agricultura de mercado dedicada al cultivo de plantas forrajeras, soja y girasol, con la ayuda de la tecnología de punta. Entre las tecnologías utilizadas para el riego se ha notado un crecimiento muy interesante en los sistemas de lluvias artificiales aprovechando las aguas subterráneas y el aporte de aguas superficiales a partir de los nuevos diques construidos en los últimos 15 años. La actividad pecuaria también es tradicional en San Luis, especialmente la cría extensiva sobre pasturas naturales. Actualmente se ha alcanzado, con el apoyo de modernas técnicas, la posibilidad de contar con lugares de engorde y con planteles de excelente calidad en estancias y cabañas de importancia nacional. La ganadería bovina constituye el eje de la actividad agropecuaria de esta provincia. Producción Agropecuaria La actividad agropecuaria en la provincia de San Luis se centra en la producción ganadera, fundamentalmente bovina, que representa el 75% del valor económico generado por el sector. Las condiciones agroecológicas –es decir, la combinación del relieve, el clima y las características del suelo dan lugar a dos zonas con sistemas productivos diferenciados: la región del Oeste, fundamentalmente de cría, y la del Este de invernada, cría y recría. En el sur de ambas zonas se concentra el 60% del stock provincial. En algunas áreas con mayores precipitaciones o con acceso al riego se pueden aplicar sistemas de engorde y terminación. Ello ha posibilitado el desarrollo de las cuencas lecheras. El stock ganadero bovino asciende a más de 1,9 millones de cabezas, lo que posiciona a San Luis como una de las principales provincias productoras fuera de la región pampeana. LA MINERÍA SANLUISEÑA Hasta mediados de siglo XX la producción minera estaba fundamentalmente centrada en la explotación de minerales metalíferos (tungsteno, y especialmente oro). La minería es considerada una actividad tradicional en la historia sanluiseña, que se remonta a los tiempos de la colonia. Su escenario generalmente ha sido el de las sierras, con la búsqueda de oro en la época colonial, y después con la extracción de sal y calizas, wólfram y chelita durante las guerras mundiales. La provincia se convirtió en una fuente de recursos mineros para quienes quisieran explotarlos, pero con la caída de los precios de estos minerales y el poco valor de algunos frente a nuevas demandas industriales, su explotación perdió importancia. Algunos de los yacimientos permanecen activos, como los de sales y calizas, de importancia nacional e internacional. También continúa la explotación de rocas de aplicación como el mármol ónix, tradicional de San Luis, las lajas y material para la construcción. La producción minera provincial representa hoy aproximadamente el 3% del valor de la producción Nacional. En la actualidad se centra en la explotación de rocas de aplicación (granitos, basalto, lajas, calizas y mármol) seguida de la explotación de yeso, sal común y feldespato, con buenas perspectivas ya que dispone de importantes reservas y mercados.