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Buenos Aires, 4° de Julio de 2013
Senador Dr. Marcelo Guinle
Honorable Cámara del Senado de la Nación Argentina
Hipólito Yrigoyen 1849 (1089)
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Nos dirigimos a Ud. para solicitarle una reunión en relación al proyecto
de Ley de su autoría presentado el pasado 17 de Junio, que propone
modificaciones a la Ley nacional N° 26.190 - Régimen de Fomento Nacional
para el uso de Fuentes Renovables de Energía - destinada a la producción de
energía eléctrica. Nos resulta sumamente alentador y oportuno que haya
presentado una iniciativa de esta naturaleza para actualizar y potenciar a esta
Ley. Las enormes expectativas en relación al desarrollo de las energías
renovables para la generación de energía eléctrica justifican pensar de manera
permanente en cómo mejorar el marco regulatorio, evaluar sus resultados y
establecer nuevas metas de desarrollo. Son diversos los aspectos que
quisiéramos conversar con Usted al respecto a partir de la iniciativa
presentada.
De todos modos, nos resulta fundamental señalar una primera
observación que consideramos de gran importancia conceptual, ya que en su
proyecto de modificación se introduce la categoría “Residuos Sólidos Urbanos”
(RSU) como fuente de energía renovable, cuando los mismos habían sido
excluidos de la Ley vigente. Las opciones renovables y limpias que permiten
obtener energía a partir de los RSU ya están contemplados en la Ley 26.190 en
las categorías de “gases de vertedero, gases de plantas de depuración y biogás”.
Por el contrario, la energía producida bajo la denominación RSU refiere a
diferentes tipos de tratamientos térmicos de los residuos urbanos. Estas
tecnologías no pueden ser clasificadas como energía renovable, ya que los RSU
no lo son. Se trata de descartes de productos fabricados con recursos naturales
agotables y finitos como el plástico, el hierro, el aluminio, el petróleo, la
madera, etc.
La biodigestión, como mencionábamos, está incluida en la ley vigente y
es una opción ambientalmente segura. Se obtiene a través del tratamiento de la
fracción orgánica de los residuos para obtener un gas, el biogás, que puede ser
utilizado para calefacción o bien en generadores eléctricos.
Por el contrario, otros métodos representan graves riesgos ambientales.
La incineración convencional, conocida como “waste to energy” o “energía de
los residuos”, utiliza altas temperaturas para generar energía. Si bien en los
últimos años la industria ha logrado “modernizar” algunas de estas plantas, no
se han eliminado los graves impactos ambientales: emisiones de sustancias
tóxicas, destrucción de recursos, baja eficiencia energética y obstáculo a
programas de reciclaje. Los mismos impactos se aplican a la denominada coincineración, es decir, la quema del combustible elaborado en base a residuos
(RDF o SRF) que se utiliza en plantas cementeras o térmicas, con el agravante
de la contaminación del producto final (cemento).
Por último, otros procesos han tenido mucha publicidad en los últimos
años, como la gasificación, pirólisis y arco de plasma. Si bien estas
tecnologías -que trabajan con diferentes niveles de oxígeno y temperatura-, se
utilizan desde hace décadas para obtener gases combustibles a partir de carbón
o petróleo, en el caso de los RSU no han demostrado a la fecha ser opciones
viables.
Por este motivo, nos resulta esencial concertar una reunión con Ud. a fin
de abordar el punto señalado y por otros aspectos de la Ley.
Sin otro particular y a la espera de una respuesta favorable, lo saludan
atte.
Juan Carlos Villalonga
Los Verdes/FEP
Lorena Pujó
Greenpeace Argentina
Mauro Fernández
Greenpeace Argentina
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