Sentencia Tribunal Superior de Justicia Cataluña núm. 103/2002 (Sala de lo Social), de 14 enero Jurisdicción: Social Recurso de Suplicación núm. 3916/2001. Ponente: Ilmo. Sr. D. Sebastián Moralo Gallego. DESPIDO PROCEDENTE: trabajadores en incapacidad temporal: realización de actividades incompatibles con la enfermedad; despido de trabajadores afiliados a un sindicato: audiencia del delegado sindical: supuestos. El TSJ desestima el recurso de suplicación interpuesto por la parte actora contra Sentencia del Juzgado de lo Social núm. 32 de Barcelona, de fecha 07-03-2001, en autos promovidos sobre despido. Texto: En Barcelona a 14 de enero de 2002. La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, compuesta por los Ilmos. Sres. citados al margen, EN NOMBRE DEL REY ha dictado la siguiente SENTENCIA NUM. 103/2002 En el recurso de suplicación interpuesto por Santos Miguel R. S. M. frente a la Sentencia del Juzgado de lo Social núm. 32 Barcelona de fecha 7-3-2001 dictada en el procedimiento núm. 755/2000 y siendo recurrido Banco de Sabadell, SA. Ha actuado como Ponente el Ilmo. Sr. D. Sebastián Moralo Gallego. ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO Con fecha 12-2-2000 tuvo entrada en el citado Juzgado de lo Social demanda sobre Despido en general, en la que el actor alegando los hechos y fundamentos de derecho que estimó procedentes, terminaba suplicando se dictara sentencia en los términos de la misma. Admitida la demanda a trámite y celebrado el juicio se dictó sentencia con fecha 7-3-2001 que contenía el siguiente Fallo: «Desestimar la demanda presentada per Santos Miguel R. S. M., contra Banco de Sabadell, SA, declarar la procedencia de l'acomiadament del demandant comunicat el 27-10-2000 i, en consequència, convalidar l'extinció contractual referida, sense dret a indemnització ni a salaris de tramitació». SEGUNDO En dicha sentencia, como hechos probados, se declaran los siguientes: «I.-El demandant, ha treballat a l'empresa demandada des del 23 de maig de 1978, iniciat la seva relació laboral amb l'empresa Soldbank SBD, SA, que posteriorment fou subrogada, en data 15-12-1997, per la mercantil demandada. Darrerament tenia reconeguda la categoria professional de Tècnic Nivell II i percebia el salari mensual de 703.000 ptes. mensuals, inclosa la part.proporcional de les pagues extraordinàries. Més en concret, el salari anual computable als efectes d'aquesta demanda de l'actor és el següent: Salari base, 5.453.066 ptes, antigüitat en el sector, 573.538 ptes., categoria de cap, 632.485,75 ptes., plus complement voluntari, 1.126.215 ptes, complement de dedicació, 329.805 ptes., plus qualitat de treball, 288.197 ptes. i mitja bossa de vacances, 32.697 ptes. II.-El 27-10-2000, l'empresa va fer a mans al treballador una carta d'acomiadament, que figura en les presents actuacions i es dona aqui per reproduïda, en la qual es deia: "Muy señor nuestro. La Dirección de la Empresa ha decidido extinguir la relación laboral que nos vincula con Ud., con efectos del día de hoy, por los hechos que a continuación se relacionan: Se ha tenido conocimiento que estando Ud. en situación de baja desde el 25 de octubre de 1999 por padecer un cuadro depresivo, situación que en la actualidad se mantiene, se ha dedicado a la realización de actividades totalmente incompatibles y contraindicadas con su actual estado. La concurrencia de dicha patología presuntamente la imposibilita para llevar a cabo una vida normalizada a causa de su bajo estado anímico, su falta de motivación, su desinterés ante lo cotidiano, etc. Esta situación es la que, presuntamente, le impide asumir las obligaciones propias de la actividad laboral que, acorde con su nivel retributivo y funcional, venía desarrollando para esta Entidad, motivo por el que se le concedió la baja por depresión. La descripción de esta situación no se corresponde con la realidad de la que es su actual forma de vida. Esta entidad ha tenido conocimiento de algunas de las actividades que Ud. lleva a cabo, como son: Dedicarse plenamente a sus negocios inmobiliarios, en el marco de las sociedades `Sanrubia, Sociedad Limitada?, `Sanmervi, SL?, en las que figura como Administrador Unico, así como también de la sociedad `Komichi, SL? de la que es apoderado. Su irregular proceder se ve agravado, si cabe, por sus constantes visitas a múltiples bares, consumiendo en ellos con frecuencia bebidas alcohólicas lo que en atención a su supuesta enfermedad supone un grave perjuicio. Además, se ha comprobado que Ud. desarrolla una vida plenamente normal, paseando, conduciendo, sin que se pudiese apreciar ningún síntoma de la causa por la que se halla de baja. Concretamente se ha constatado que: Primero. El viernes día 29 de septiembre de 2000 Ud. a las 6.30 horas salió de su domicilio para pasear por los alrededores. Posteriormente se marchó conduciendo su automóvil (marca Audi) para dirigirse a las 7.15 horas al bar La Fuente, en el que permaneció hasta las 7.50 horas a las 9.55 entró a trabajar en las oficinas de la empresa Sanrubia, SL y Enginyeria PACS, SL, donde permaneció hasta las 12.20 horas a las 12.20 horas salió de las oficinas y entró en el bar El Parque en el que estuvo hasta las 13.15, momento en el que regresó a sus oficinas, hasta las 14.30 en la que, nuevo entro en el bar antes citado, hasta las 15.50 horas. A las 15.50 horas regresó a las dependencias de las empresas Sanrubia, SL y Enginyeria PACS, SL, en las que permaneció trabajando hasta tarde. Durante ese día se dedicó a visitar sendas sucursales de Travessera de les Corts (a las 8.35 horas) y del Deustche Bank, de la misma calle (a las 9.08 horas), en las que realizó diversas gestiones. Segundo. El martes día 3 de octubre de 2000 salió Ud. a las 9.17 horas de su domicilio para pasear. Posteriormente cogió un automóvil (marca Mercedes Benz) y se dirigió al bar El Parque en el que permaneció por espacio de 15 minutos, desayunando con otra persona. A las 10.00 se reunió en el bar con una tercera persona hasta las 10.31 horas, momento en el que Ud. y sus dos acompañantes se dirigieron a las oficinas de Sanrubia, SL saliendo de las mismas con uno de sus acompañantes a las 11.00 horas, momento en el que Ud. y sus dos acompañantes se dirigieron a las oficinas de Sanrubia, SL, saliendo de las mismas con uno de sus acompañantes a las 11.00 horas, con el que intercambió varios papeles. Con posterioridad a ello, regresó Ud. a Sanrubia, SL, saliendo a las 11.47 horas. A las 11.55 horas entró en una oficina de La Caixa donde permaneció 10 minutos. Tras ello, ya a las 14.25 horas se introdujo en el restaurante La Vaquería, donde se reunió con dos señores y una señora, permaneciendo hablando con uno de ellos y la señora hasta las 16.46 horas y con el restante estuvo hasta las 17.45 horas, tras haber entrado en el bar Les Cinc Torres. Tercero. El miércoles día 4 de octubre de 2000 Ud. salió de su domicilio con una cartera de ejecutivo, dirigiéndose a la oficina del BBV de Travessera de les Corts, a las 9.00 horas, en que estuvo en la Carretera comarcal 1413 de Rubí y entró en el bar Narcea, donde se reunió con varias personas. A las 11.00 horas salió de ese bar acompañado de un señor y ambos se dirigen a las oficinas de la empresa Transgarzan Transporte Internacional, SL donde permaneció Ud. hasta las 12.10 horas, para a continuación recoger a unas personas que se introdujeron en su coche tomando dirección a Girona. Cuarto. El jueves día 5 de octubre de 2000, a las 11.36 horas Ud. entró en las oficinas de Sanrubia, SL y estuvo trabajando hasta las 12.50 horas, ausentándose a esa hora de las mismas durante unos treinta minutos en los que estuvo en el bar El Parque, aproximadamente hasta las 13.12 horas regresó a las dependencias de Sanrubia, SL. Hasta las 13.50 horas, momento en el que se dirigió al bar Lugo II, en el que permaneció desde las 13.50 horas hasta las 15 horas, para regresar nuevamente a su oficina en la que estuvo desde las 15 horas hasta las 17.05 horas. Quinto. El viernes día 6 de octubre de 2000 se personó a las oficinas de Sanrubia, SL a las 14.00 horas, en las que estuvo trabajando toda la tarde. Sexto. El lunes día 9 de octubre de 2000 se personó a las oficinas de Sanrubia, SL en las que permaneció hasta las 11.40 horas. A las 12.35 horas entró en un bar de la Plaza Ignasi Barrauer, para a las 13.55 horas reunirse con una mujer en el núm. ... de la c/ Mallorca -donde se hallan las oficinas de las empresas Cetemar Eikona y el Instituto de Navegación de Españadirigiéndose al restaurante Yerbabuena a las 13.58 horas y con la que regresó al mismo número de la c/ Mallorca a las 15.45 horas permaneciendo reunidos hasta las 16.35 horas. A las 17.15 horas, entró en el bar contiguo a la Empresa Sanrubia, SL, yendo a dichas oficinas media hora más tarde, y abandonándolas a las 19.45 horas. A las 21.35 horas volvió a entrar en las oficinas de Sanrubia, SL, en las que a las 22.00 permanecía trabajando. Séptimo. El martes día 10 de octubre de 2000 estuvo Ud. en la empresa Sanrubia, SL trabajando todo el día ausentándose en diversas ocasiones. Durante la mañana del mismo día, llevó a cabo una serie de gestiones bancarias en las oficinas del Banco de Sabadell, de la c/ Valencia, donde entró a las 11.10 horas, estando 15 minutos, y a las 12.00 horas durante 10 minutos. También visitó algunos bares, uno de ellos el contiguo a la empresa Sanrubia, SL a las 9.02 horas, otro en la c/ Valencia, a las 11.30 horas y finalmente a las 14.40 horas en el bar contiguo a la empresa Sanrubia, SL. Octavo. El miércoles día 11 de octubre de 2000 a las 7.15 horas estaba en el bar La Fuente. A las 9.00 entró en las oficinas de Sanrubia, SL. En las que permaneció hasta las 14.36 horas, hora en la que entró en bar Parque, donde se le observó consumiendo varias copas de vino. A las 15.50 horas regresó a las oficinas para salir a las 18.12 horas. A las 18.12 horas entró en el bar situado en la c/ Roger de Lluira esquina con Avinguda Diagonal. Durante el resto de la tarde mantuvo dos reunions, la primera a las 18.40 horas con un señor en el núm. ... de c/ Roger de Lluria, y la segunda, a las 19.15 horas, reunirse también con una señora con la que se le había visto anteriormente. Noveno. El lunes día 16 de octubre de 2000, desde primera hora de la mañana se encontraba en las oficinas de Sanrubia, SL, de las que salió a las 9.00 horas. Durante la mañana estuvo Ud. en varios bares (Parque, a las 9.15 horas y a las 15.10 horas, y en la terraza Sandoz, a las 12.34 horas, donde se reunió con un hombre, y en 20 minutos se le vio consumir tres copas de vino) y realizó una serie de gestiones bancarias en oficinas de La Caixa (a las 10.02 horas) y Solbank (a las 10.29 horas) y mantuvo una reunión en las oficinas de la empresa Don Piso. La tarde de ese día la dedicó íntegramente a trabajar en las oficinas de Sanrubia, SL. Décimo. El martes día 17 de octubre de 2000, desde muy temprano estuvo en las oficinas de, Sanrubia, SL de las que salió a las 8.45 horas, entrando a las 9.00 horas en el bar Obidio, y saliendo de él una hora más tarde para volver a entrar en las oficinas de Sanrubia, SL. Más tarde salió de las oficinas para realizar unas gestiones bancarias en la oficina de La Caixa. También durante la mañana realizó gestiones en una oficina de Deustche Bank, donde fue visto a las 12.09 horas, después de haber estado en el bar Tres Erres. Así, pues, durante los 10 días referidos anteriormente, en los que Ud. se hallaba en situación de baja, ha venido desarrollando una actividad enteramente normal, dedicándose a sus negocios para empresas de las que Ud. es administrador único (las mercantiles Sanrubia, SL Sanmervi, SL y Enginyeria PACS, SL) o Apoderado (de la mercantil Komichi, SL) Dichas mercantiles han sido constituidas Sanrubia, SL el 29-3-1988, Enginyeria PACS, SL el 24-4-1998, Komichi, SL el 3-12-1998 y por último Sanmervi, SL el 27-4-2000, de las que tiene el 90% en pleno período de baja por incapacidad temporal, situación que presuntamente le imposibilita para llevar a cabo una vida normalizada a causa de su bajo estado anímico, su falta de motivación, su desinterés por lo cotidiano, etc. Los hechos anteriormente descritos son de suma gravedad, por cuanto, Ud. se ha beneficiado de una supuesta situación de baja para dedicarse en exclusiva a sus propios negocios, siendo ello un fraude a la Entidad y a la Seguridad Social. La situación por un lado, evidencia su capacidad para trabajar y su grave incumplimiento de sus obligaciones laborales y, por otro, demuestra que se supuesta enfermedad no es tal o que de serlo, lleva una vida totalmente contraindicada para su curación. La entidad ha constatado como Ud. asume con normalidad todas aquellas responsabilidades profesionales y cotidianas que configuran la vida de cualquier persona en un óptimo estado de salud, sin que su estado depresivo le limite para asumir las obligaciones derivadas del día a día. El engaño al que esta Empresa ha estado sometida por Ud. ha quebrantado irremediablemente la confianza depositada en Ud. Las conductas descritas son constitutivas de una falta muy grave en atención a lo dispuesto por los apartados 1º y 3º del artículo 50 del vigente Convenio Colectivo de Bancos Privados núm. XVIII (RCL 1999, 2929), en relación con lo dispuesto por el apartado primero y el segundo, en su letra d) del art. 54 del Estatuto de los Trabajadores (RCL 1995, 997) y son causa de imponerle la sanción de despido de acuerdo con lo que establece el apartado 5 letra c) del artículo 51 del Convenio antes citado y el propio artículo 54.1 del Estatuto de los Trabajadores. Rogamos firme la presente a efectos de recibí lo cual no implica su conformidad. Atentamente. Fdo: José Antonio S. L. Director de Relaciones Laborales y Administración. Sabadell, 27 de octubre de 2000". III.-L'actor es troba en situació de baixa médica des del 25-10-1999. Acudí al servei d'urgències de la Clínica Universitaria de Navarra en data 31 de juliol de 1999, en presentar disnees, edemes i descompensació hiperglucèmica, diagnosticant-li, diabetis mellitus, hipertensió arterial i reducció ponderal. Amb posterioritat, passà noves revisions en l'esmentat centre en dates 28-9-1999, 2311-1999, 14-3-2000 i 4-8-2000. IV.-La causa de la baixa de l'actor era una manifestació de patología somàtica causada per una depressió, trobant-se sotmès a tractament farmacològic. L'empresa tenia coneixement d'aquesta situació mèdica per manifestacions fetes pel propi actor al director de relacions laborals. V.-L'actor és des del 6 de novembre de 1997 Administrador Únic de l'empresa Sanrubia, SL. L'actor presentà la renúncia a l'esmentat càrrec, acceptada per la Junta General i Extraordinaria de socis de 29-11-2000. VI.-L'actor constituí, juntament amb altres dues persones el 24 d'abril de 1998, la societat Enginyeria PACS, SL essent titular de 155 participacions sobre un total 310. En va ser Administrador Únic fins el 5-5-1998, data en la qual passà a realitzar les funcions de President del Consell d'Administració i Conseller-Delegat. VII.-L'actor constituí, juntament amb una altra persona el 27 d'abril de 2000, la societat Sanmervi, SL, essent titular de 90 participacions sobre un total 100. Des de la data indicada n'és l'Administrador Únic. VIII.-En data 3-12-1998 l'actor constituí amb la seva dona i els seus dos fills la mercantil Komichi, SL dedicada a la gestió patrimonial, de la qual l'actor és apoderat. IX.-Les empreses referides en els fets provats cinquè i sisè van travessar a partir del mes de setembre de 1999, aproximadament, dificultats en el seu funcionament. X.-L'esposa del demandant presentà en data 31-10-2000 demanda de separació contra el mateix, havent signat prèviament en data 5-10-2000 el corresponent conveni de separació ambdos cónjuges. La lletrada que defensà els interessos del demandant fou la senyora Carmen S. T. L., amb domicili al c/ Mallorca..., ... L'indicada advocada gestionava, també, en temes mercantils des del mes de setembre de 1999. XI.-Com conseqüència de l'esmentat procés de separació, l'actor, en alguna ocasió, en el periode comprès entre 29-9-2000 i el 17-10-2000 pernoctà en les oficines de l'empresa Sanrubia, SL. XII.-L'actor al llarg del periode de baixa va ingerir, malgrat la prohibició mèdica expressa, begudes alcoholiques. En concret, durant el periode 29-9-2000 i el 1710-2000 ho va fer habitualment. XIII.-Al llarg del periode 29-9-2000 i el 17-10-2000 romangué o en el seu domicili o a la seu de l'empresa Sanrubia, SA -al carrer Juan de Mena... de Barcelonarealitzant, però, una sèrie d'activitats bancàries, reunions i menjars diversos amb terceres persones. XIV.-El 29 de setembre de 2000 romangué en el bar El Parque, dinant i, posteriorment, realitzà una sobretaula amb el senyor Vicente L. fins a les sis de la tarda. XV.-L'actor té comptes obertes a les següents entitas bancàries: Solbank, Banco de Santander, La Caixa i Deustche Bank. XVI.-L'actor es troba afiliat a la Unió General de Treballadors. No consta, però, que l'empresa tingués coneixement d'aquest fet. No se li practicava descompte per nòmina: les quotes corresponents eren abonades pel demandant a través d'una altra entitt bancària. XVII.-El delegat sindical de la dita central sindical, senyor L. C. va tenir en data indeterminada una reunió amb els responsables de l'empresa respecte problemes laboral que tenia l'actor, sense que es manifetes la condició d'afiliat de l'actor. en l'empresa, però, no està constituït el corresponent comitè d'empresa; les funcions de representació les realitzen directament els delegats sindicals, tant per afiliats com per a no afiliats. XVIII.-El demandant fou sancionat en data 21-8-1999. Interposà la corresponent demanda jurisdiccional, recaiguda en el Jutjat del Social número 4 dels de Barcelona, número de actuacions 1019/1999, sense què hi constes la condició d'afiliat. En data 13-12-1999 desistí de la dita acció. XIX.-L'actor no és ni ha estat representatnt dels treballadors. XX.-El conveni colectiu aplicable a les presents actuacions és el sectorial estatal de la banca privada». TERCERO Contra dicha sentencia anunció recurso de suplicación la parte demandante, que formalizó dentro de plazo, y que la parte contraria, a la que se dio traslado impugnó, elevando los autos a este Tribunal dando lugar al presente rollo. FUNDAMENTOS DE DERECHO PRIMERO Recurre en suplicación la parte actora contra la sentencia de instancia que declara procedente el despido disciplinario objeto del litigio. Al amparo del párrafo b) del art. 191 de la Ley de Procedimiento Laboral (RCL 1995, 1144, 1563) se formulan los tres primeros motivos que interesan la modificación del relato de hechos probados. Ninguna de tales pretensiones puede ser acogida. Las dos primeras porque se sustentan en la valoración de la prueba testifical y de confesión, y contra lo que viene a sostenerse por el recurrente, estos medios probatorios no son eficaces para intentar demostrar que la empresa conocía el hecho de que el trabajador se encontraba afiliado al sindicato UGT. Con independencia de que no es aceptable la parcial y subjetiva valoración que en el recurso se hace de las pruebas testificales y de confesión practicadas en el acto de juicio, no ignora el recurrente que la naturaleza extraordinaria del recurso de suplicación impide al Tribunal entrar a conocer del resultado de dichos medios de prueba cuya apreciación es competencia exclusiva del Juez «a quo», sin que la cuestión relativa a la determinar el grado de conocimiento que la empresa pudiere tener de la condición de afiliado sindical del demandante pueda calificarse como una cuestión de orden público procesal como pretende el recurrente en una más que formada e inadmisible interpretación de este concepto, con la que pretende olvidar que se trata en realidad de un elemento que únicamente afecta a los intereses de una sola de las partes y ninguna incidencia tiene en las normas procesales de derecho necesario que regulan los procedimientos judiciales. El ecuánime e imparcial criterio del juzgador vincula a este Tribunal, y no puede sustituirse por el de la parte que intenta hacer valer indebidamente unos medios de prueba ineficaces en suplicación, a la vez que se limita a ofrecer la particular e interesada valoración que los mismos le merecen por más que infructuosamente invoque unas supuestas razones de orden público procesal, que obviamente no concurren cuando tan sólo se pretende demostrar el conocimiento por el empresario de un dato que eventualmente pudiere afectar a la calificación que merece el despido en exclusivo favor de uno de los litigantes. La tercera y última de las pretensiones revisorias debe ser rechazada, porque la sentencia ya recoge sobradamente todas las circunstancia relativas a la situación médica en la que se encontraba el actor, sin que sea necesaria adición alguna para completar un relato de hechos probados que es especialmente detallado, puntual y razonado, sin que en la redacción alternativa propuesta se incorpore elemento que suponga variación sustancial de lo que ya se establece en el mismo. SEGUNDO Idéntico resultado merece el motivo cuarto que se formula al amparo del párrafo c) del art. 191 de la Ley de Procedimiento Laboral y denuncia infracción del art. 108.1º de esa misma Ley Procesal, en relación con el 55 del Estatuto de los Trabajadores (RCL 1995, 997). Como acertadamente se razona en la sentencia de instancia, el art. 55.1º del Estatuto de los Trabajadores tan sólo obliga a la empresa a dar audiencia previa a los delegados sindicales con carácter previo al despido disciplinario de un trabajador afiliado a un sindicato, cuando le constare la condición de afiliado del trabajador en cuestión. En el caso de autos la empleadora desconocía este dato; no consta que se hubiere puesto de manifiesto en ninguna de las conversaciones mantenidas entre los directivos de la entidad y el propio interesado o el delegado sindical; e incluso el actor abonaba su cuota de afiliación a través de una entidad bancaria distinta a la demandada para la que prestaba servicios, sin que en nómina se le practicare descuento alguno en tal concepto; por lo que no le era exigible a la empresa que hubiere cumplido con la formalidad de dar audiencia al delegado sindical del sindicato al que se encontraba afiliado. TERCERO El quinto y último motivo del recurso denuncia infracción de los arts. 54, 1º, 54, 2º, d) y 55 del Estatuto de los Trabajadores y de la doctrina jurisprudencial que se invoca; para sostener que la conducta imputada al trabajador no puede entenderse causa justificada de despido disciplinario. Acertadamente recoge la sentencia de instancia los criterios jurisprudenciales aplicables a la causa de despido que contempla el art. 54.2, d), Estatuto de los Trabajadores cuando se fundamenta en la conducta del trabajador que se encuentra en situación de baja médica, y que cabe resumir en los siguientes: 1º) si el trabajador en situación de incapacidad laboral realiza actos demostrativos de que ya está curado, o que son contrarios al tratamiento médico, está defraudando tanto a la empresa, como a la propia Seguridad Social (STS 22 marzo 1983 [RJ 1983, 1176]); por lo que la prestación de servicios por cuenta ajena o propia, e igualmente, la realización por el trabajador de cualquier otra actividad, determinan la concurrencia de causa de despido, si perjudican la recuperación o son demostrativas de su efectiva curación (STS 21 de febrero 1984 [RJ 1984, 900]); 2º) la situación de baja por incapacidad laboral no impide al trabajador el hacer vida normal o el desarrollo de actividades compatibles con el tratamiento médico, que no perjudiquen o retrasen su curación (STS 14 de febrero 1984 [RJ 1984, 876]); con lo que no toda actividad desarrollada durante la situación de incapacidad laboral transitoria puede calificarse como conducta desleal sancionable con el despido, sino sólo aquella que, dotada de suficiente gravedad e intencionalidad y a la vista de las circunstancias concurrentes, en especial, la índole de la enfermedad y las características de la ocupación, sea susceptible de perturbar la curación del trabajador o evidencie la aptitud laboral de este, con la consiguiente simulación en perjuicio de la empresa (STS 29 de enero 1987 [RJ 1987, 177] y 24 de julio de 1990 [RJ 1990, 6465]). Como se indica en la sentencia de este Tribunal de 19 de abril de 1991, lo esencial es determinar si la actividad desarrollada en la situación de incapacidad laboral transitoria, a la vista de las circunstancias concurrentes, y en concreto, la índole de la enfermedad y las características de la ocupación, puede perturbar la curación del trabajador, o evidencia que se encuentra capacitado para el desempeño de las tareas propias de su puesto de trabajo. Y la respuesta a esta cuestión en el caso de autos ha de ser necesariamente afirmativa, tal y como muy bien concluye la sentencia de instancia. El actor presta servicios para la entidad bancaria demandada como técnico de nivel II, encontrándose en situación de baja médica desde el 25 de octubre de 1999 por causa de una manifestación de patología somática causada por una depresión, recibiendo tratamiento farmacológico. En tales circunstancias ha continuado la ingesta habitual de bebidas alcohólicas que tiene prohibidas por contraindicadas con su estado, a la vez que ha realizado múltiples gestiones en representación y defensa de los intereses comerciales que mantiene en varias empresas de las que es titular de una parte importante del capital social. Aparecen de esta forma dos elementos que por sí solos y separadamente pueden ser ya suficientes para justificar el despido disciplinario, y al concurrir conjuntamente ninguna duda ofrecen sobre la calificación de procedencia que el despido merece. De una parte el trabajador lleva a cabo una conducta, la ingesta continuada de bebidas alcohólicas, que se encuentra manifiesta y gravemente contraindicada con su estado médico, perjudicando y retrasando de forma importante las posibilidades de curación; y de otra, al encontrarse incapacitado para realizar las tareas propias de su categoría profesional en la entidad bancaria para la que trabaja, igualmente ha de estarlo para el desempeño de las funciones de representación y gestión de intereses económicos y comerciales de las sociedades de las que forma parte, en la medida en que esta actividad requiere un nivel de dedicación y esfuerzo importante, cuanto menos muy similar al que exigiría el ordinario desempeño de su puesto de trabajo. Queda con ello de manifiesto la grave transgresión de la buena fe contractual que el comportamiento del trabajador supone, estando por lo tanto incurso en la causa de despido que describe la letra d) del art. 54, 2º del Estatuto de los Trabajadores; y si a la desmesurada ingesta de bebidas alcohólicas se le pudiere aplicar la atenuante de estar condicionada por los graves problemas personales y familiares que atravesaba el trabajador, el estado de depresión en que se encontraba y su dependencia alcohólica, en modo alguno es disculpable que encontrándose en esta situación se dedique a unas actividades personales de carácter puramente económico y cuyas exigencias son similares o incluso superiores a las normales de su puesto de trabajo en la empresa. Debe por ello desestimarse en su integridad el recurso y confirmarse en sus términos la resolución recurrida que acertadamente califica como procedente el despido disciplinario. Vistos los preceptos legales citados, sus concordantes y demás disposiciones de general y pertinente aplicación, FALLAMOS Que debemos desestimar y desestimamos el recurso de suplicación interpuesto por Santos Miguel R. S. M., contra la Sentencia de fecha 7 de marzo de 2001 dictada por el Juzgado de lo Social 32 de los de Barcelona en el procedimiento número 755/2000, seguido en virtud de demanda de despido formulada por el recurrente frente a Banco de Sabadell, SA, y en consecuencia, debemos confirmar y confirmamos dicha resolución en todas sus partes. Contra esta sentencia cabe recurso de casación para la unificación de doctrina que deberá prepararse ante esta Sala en los diez días siguientes a la notificación, con los requisitos previstos en los números 2 y 3 del artículo 219 de la Ley de Procedimiento Laboral. Notifíquese esta resolución a las partes y a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña y expídase testimonio que quedará unido al rollo de su razón, incorporándose el original al correspondiente libro de sentencias. Así por esta nuestra sentencia, la pronunciamos, mandamos y firmamos. Publicación.-La anterior sentencia ha sido leída y publicada en el día de su fecha por el Ilmo. Sr. Magistrado Ponente, de lo que doy fe.
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