Mayo 03 de 2006 Apreciados hermanos y familia en general, reciban un abrazo grande, con todo respeto les envío el siguiente tema. Hace escasos seis años que vivimos el terror y el horror de el secuestro y muerte de nuestro hermano Fernando; hoy ese flagelo está intacto, talvez restringido pero no desaparecido, la sociedad colombiana y la del mundo entero está más corrompida hoy que en cualquier época pasada; las guerras se han detenido porque los líderes han logrado un mayor dominio sobre las poblaciones y logrado establecer acuerdos diplomáticos y estratégicos entre naciones; así que la enfermedad de la barbarie, sigue pero ha cambiado de estilo, hay barbarie arriba y abajo, aparece en cualesquier parte sin aviso, sorprende y arrasa. Las políticas de los gobiernos en el mundo y las de la iglesia católica son estratégicas, desde hace casi dos mil años, y eso ha arrojado el resultado que hoy tiene esta sociedad; la creciente desigualdad y la pésima culturización de los niños, familiar y socialmente. En el eje cafetero vivimos 20 familias de los Betancur. Les hago llegar un tema del periódico el TIEMPO que nos puede recordar algo… Reflexionemos para que replanteemos si es posible nuestro modo de vivir para nuestro bien, recuerden que las movidas estratégicas dan resultado… ¡no hay que tener miedo sino cuidado! OPERATIVOS CONTRA EL EPL EN RISARALDA El secuestro, la dura cruz de los Lizcano Martha Arango lleva cinco años y nueve meses luchando por la liberación de Óscar Tulio Lizcano. Ahora se enfrenta al plagio de su hijo menor. El drama de Martha Arango parece no tener fin. Ella es una de las más activas defensoras del intercambio humanitario y lleva cinco años y nueve meses luchando por la liberación de su marido, el ex congresista Óscar Tulio Lizcano. Ahora le tocará hacerlo por la libertad de su hijo. Desde el viernes, sólo ha podido dormir unas cuantas horas. Ella y su familia viven una nueva pesadilla tras el secuestro de Juan Carlos, su hijo menor, que cuenta con 23 años. Parece una prolongación del mal sueño que empezó el 5 de agosto del 2000, cuando el entonces representante a la Cámara por Caldas Óscar Tulio Lizcano González no regresó de una correría política por la vereda Getsemaní, de Riosucio (Caldas). Juan Carlos fue plagiado en el corregimiento de Irra (Risaralda) el mismo día que su padre cumplía 60 años. Se cree que lo tienen hombres del frente ‘Óscar William Calvo’, un reducto del Epl que opera en límites entre los departamentos de Caldas y Risaralda y cuya actividad principal es el secuestro. Aún no se sabe cómo reaccionará doña Martha, contadora de profesión, a este nuevo golpe. Pero los que la conocen están casi seguros de que no desistirá en su empeño de lograr que su familia vuelva a estar completa. El pasado domingo intercambió unas cuantas palabras con EL TIEMPO y se le notó tranquila. Y es que la fortaleza y la esperanza han sido la ‘marca’ impuesta por los Lizcano en estos años. En los cinco aniversarios que han pasado desde el secuestro de su esposo, ella siempre busca actividades para convocar la solidaridad de la gente. Diariamente, a través de una emisora local, envía mensajes al dirigente liberal, el político que completa más tiempo en poder de la guerrilla. ‘Mi Lizcanito’, lo llama. Y cuando pasan los meses y las Farc no envían pruebas de supervivencia –de él sólo ha recibido un mensaje por año– doña Martha sale a capotear los rumores de que su marido está muerto. “Sé que se dice eso, pero yo nunca he perdido la fe”, dijo en una entrevista a este medio el 29 de noviembre del 2005, cuando recibió la más reciente muestra de vida de Lizcano: un video de seis minutos de duración. Sus hijos han sido su soporte en todos estos años de incertidumbre. Mauricio, el mayor, decidió defender la plaza política de su padre y alcanzó una curul en la Cámara, representando al Partido de la U en las pasadas elecciones. Regresó de urgencia desde Washington, donde pasaba una temporada, y el propio presidente Álvaro Uribe le aseguró este fin de semana que el Estado hace todo lo posible para lograr el retorno de su hermano. FERNANDO UMAÑA MEJÍA CORRESPONSAL DE EL TIEMPO MANIZALES Extinción a testaferros del Epl Algunos dueños de fincas en el municipio de Quinchía (Risaralda) perderían sus propiedades, de comprobarse complicidad con la disidencia del Epl que el viernes en la noche secuestró al universitario Juan Carlos Lizcano. El ministro de Defensa, Camilo Ospina, aseguró ayer en Pereira que se ha identificado a gente de la región que colabora con el frente ‘Óscar William Calvo’. “Sabemos que personas en Quinchía les dan información a los subversivos”, denunció Ospina. Agregó que además de ser sujetos de extinción de dominio sobre sus propiedades, ellos serían procesadas por encubrimiento. El Gobierno ratificó el ofrecimiento de recompensas para quienes ayuden a ubicar a los jefes de esa facción guerrillera, que opera en límites de Caldas y Risaralda. Son ellos ‘Leyton’, ‘Natilla’ y ‘Resorte’. Por el primero se ofrecen 100 millones de pesos, y 40 millones por cada uno de los otros. Unos 300 efectivos del Ejército y la Policía desarrollan operativos en la zona para dar con el paradero del joven Lizcano y del arquitecto Arcesio Zuluaga, quien fue secuestrado en los mismo hechos. En toda la región hay preocupación porque el ‘Óscar William Calvo’ ostenta una terrible marca de secuestrados muertos en cautiverio. Entre sus víctimas se cuenta la ciudadana colombo-francesa Aida Botero de Duvaltier. PEREIRA