PROYECTO DE LEY Artículo 1°.- Declárase Personalidad Destacada en el ámbito de los Derechos Humanos a Blanca Rina Santucho. Art. 2°.- Comuníquese, etc. Último cambio: 14/11/2015 3:11:00 - Cantidad de caracteres: 6532 - Cantidad de palabras: 1254 Pág. 1/4 FUNDAMENTOS Señor Vicepresidente Primero: Blanca Rina Santucho nació en Santiago del Estero, hija del matrimonio entre Francisco Santucho y Elmina Juárez, y hermana de Amílcar Latino, Raúl Alberto, Carlos Híber, Francisco René, Omar Rubén, y Oscar Asdrúbal; y de Mario Roberto, Manuela Elmina y Julio César, fruto del segundo matrimonio de Francisco Rosario Santucho con Manuela del Carmen Juárez. Se recibió de Escribana Pública Nacional y Asistente Social por la Universidad de Buenos Aires y regresó a ejercer a su provincia natal. Fue delegada de Tribunales e Instituciones de Asistencia Social. También se desempeñó como profesora y traductora del idioma francés. En 1969 se radicó definitivamente en Buenos Aires, junto a la casi totalidad de su familia. Junto a dos hermanos, instalaron un Estudio Jurídico y Contable en Los Polvorines, desde el cual Blanca ofició tareas en el Servicio Jurídico de Adopciones del Ministerio de Bienestar Social de la Nación. Más tarde fue adscripta y titular de Registros de San Antonio de Padua, partido de Merlo. En 1970 comenzó una persecución policial a la familia Santucho que se tornaría sistemática, debido a la intensa militancia política de algunos de sus integrantes, que tuvo en Mario Roberto, fundador y secretario general del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y comandante del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), su mayor exponente. La saga de violencia ejercida por el terrorismo de Estado se inició en agosto de 1972, cuando la primera mujer de Mario Roberto, Ana María Villarreal, fue asesinada en la tristemente célebre "Masacre de Trelew". En mayo de 1975, Francisco René, es detenido y desaparecido en la provincia de Tucumán; en octubre, es asesinado Oscar Asdrúbal en la misma provincia; y en diciembre, es secuestrada y asesinada María del Valle, hija de Carlos Híber. Por su parte, Graciela Noemí, sobrina de Blanca, estaba detenida a disposición del poder Ejecutivo desde abril de 1975, de cuyo cautiverio saldría en 1982; y su padre, Amílcar Latino, hermano de Blanca, fue detenido ese mismo mes en Asunción, Paraguay, donde se había exiliado en plana dictadura de Stroessner, hasta ser liberado en 1980 gracias a una intensa campaña internacional. Luego del golpe militar del 24 de marzo de 1976, el panorama de la familia Santucho se ensombreció aún más. Tras sufrir varios allanamientos realizados a las distintas propiedades de sus integrantes, amenazas de todo tipo, detenciones arbitrarias y otras intimidaciones, el 4 de mayo de 1976, Blanca partió al exilio cubano junto a su padre y su madrastra. Dos meses después, las malas noticias se precipitaron dramáticamente en el lapso de una semana. A comienzos de julio, oficiales del Ejército secuestran y asesinan a Carlos Híber, cuyo cuerpo es entregado posteriormente a su familia. El 13 de julio son secuestradas su esposa, Cristina Navajas, y su hermana, Manuel Elmina Santucho, ambas desaparecidas hasta el día de la fecha. Seis días después, en una redada del Último cambio: 14/11/2015 3:11:00 - Cantidad de caracteres: 6532 - Cantidad de palabras: 1254 Pág. 2/4 Ejército en un departamento de La Tablada, es asesinado Mario Roberto Santucho y su esposa, Liliana Delfino, es detenida-desaparecida. De allí en más comienza una odisea para Blanca, quien, sin haber ejercido nunca ningún tipo de militancia política, carga al hombro una campaña de denuncia de los crímenes cometidos por la dictadura en la Argentina, y en particular con su familia, para la cual buscaron salvoconductos que permitieran su exilio. Desde Cuba viajaron a Estados unidos, donde sus padres dieron una conferencia de prensa en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. En diciembre de 1976, Blanca y sus padres viajaron a Europa, donde intensificaron la campaña solidaria con los/as presos/as políticos/as y recibieron el apoyo de distintos partidos, medios de comunicación, de personalidades de la cultura de Francia e Italia y del Papa Paulo VI. Evidentemente, el ensañamiento que se había manifestado sobre toda la familia Santucho por parte de las fuerzas represivas sensibilizaba a gran parte de la comunidad internacional y permitía conocer un poco más sobre el genocidio que el gobierno argentino de facto estaba desarrollando. Pero todavía iban a recibir un nuevo trago amargo: en mayo de 1977, fue secuestrada en Córdoba otra hija de Amílcar Latino y sobrina de Blanca, Mercedes Elmina, que continúa desaparecida. A fines de 1977, Blanca y sus padres mantuvieron una audiencia en la sede del ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados), en Ginebra, Suiza; y con la esposa del presidente francés François Mitterrand. Luego de un año de intensa labor en Europa, Blanca regresó a Cuba junto a sus padres. Luego, ella viajó por su cuenta a México para continuar con el trabajo de denuncia. Finalmente, en 1980 la familia decidió refugiarse en Suiza, respondiendo a un ofrecimiento que el delegado del ACNUR les había hecho tres años antes. Allí, Blanca reforzó su contacto con los organismos de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra, como la Cruz Roja Internacional, Amnesty Internacional y el propio ACNUR. Integró distintos grupos de refugiados/as argentinos/as y constituyó la organización Mémoire pour des Hommes Libres en Argentine (Memoria para Hombres Libres en Argentina), la cual contó con la visita de, entre otras, una delegación de las Madres de Plaza de Mayo. Blanca Rina Santucho regresó definitivamente a la Argentina antes de las elecciones del 30 de octubre de 1983. Allí tomó contacto con organismos de derechos humanos como el CELS, Familiares de Desaparecidos y la APDH; y más tarde, con la CONADEP. Se instaló en su Santiago del Estero natal, donde recibió las últimas visitas de sus padres, que se quedaron como residentes en Suiza hasta sus muertes. Continuó su lucha incansable por la búsqueda de sus parientes desaparecidos y por la restitución de los cuerpos de quienes se tenía certeza de que habían sido asesinados. Tal vez la materialización de este calvario familiar traducido en lucha y testimonio es el libro Nosotros, los Santucho, escrito por Blanca y publicado en 1997. El texto retrata la odisea de una familia estigmatizada y diezmada por el terrorismo de Estado, en la búsqueda de sus seres queridos, detenidos, desaparecidos y asesinados. La primera edición estuvo a cargo de la editorial Nuestra América. La reedición ampliada y corregida, con una tirada de mil ejemplares, es de 2009 y estuvo a cargo de la autora. Fue traducido al inglés y al francés. Blanca reside en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires desde hace cuatro años, tiempo durante el cual se dedicó exclusiva y denodadamente a la búsqueda de los restos de su hermano Mario Roberto, los cuales se encontrarían, según coinciden varios testimonios, dentro de los límites del cuartel militar de Campo de Mayo. A pesar de que ya se han realizado varios rastrillajes, todavía no hay indicios claros sobre su paradero. Último cambio: 14/11/2015 3:11:00 - Cantidad de caracteres: 6532 - Cantidad de palabras: 1254 Pág. 3/4 Blanca Rina Santucho es sinónimo de una lucha en primera persona permanente e incansable -aunque muchas veces solitaria- por alcanzar la Verdad y Justicia, en condiciones de adversidad. Desde las denuncias en el exilio hasta la búsqueda de los restos de una figura política como Mario R. Santucho en democracia, la cual todavía encuentra numerosos obstáculos. Como se dijo anteriormente, éste último es el objetivo primordial que actualmente afronta Blanca, tanto en el ámbito judicial, como en el ejecutivo y el legislativo. Esta misma Casa se pronunció a favor de declarar el apoyo en la búsqueda de los restos de su hermano para darle cristiana sepultura (Declaración 118/2008). Es por todo lo expuesto que solicito la aprobación del presente proyecto. Último cambio: 14/11/2015 3:11:00 - Cantidad de caracteres: 6532 - Cantidad de palabras: 1254 Pág. 4/4