FORTALEZAS Y DEBILIDADES DE NUESTRAS INSTITUCIONES Y NUETRA CULTURA POLITICA. El alto costo de transacción en las instituciones como obstáculo a la concertación en la Gestión de Cuencas Interjurisdicionales. Ing. Agr. Erika Zain El Din RESUMEN En los últimos años, se han producido en Argentina múltiples conflictos sociales con un denominador común: el deterioro de la calidad ambiental y su impacto en la calidad de vida de los ciudadanos. Vale la pena mencionar por su actualidad y envergadura, la crisis generada por las inundaciones en la región central del país con epicentro en la ciudad de Santa Fe. Los problemas ambientales, percibidos como tales por la población, pasan a convertirse en un conflicto socio-ambiental en la medida en que un recurso y/o servicio ambiental se encuentra involucrado, aunque sería más preciso decir que involucra a todas las partes. Dichos conflictos pueden solucionarse por la vía agonal, negociada o concertada, o bien por la vía polemial, vía que puede ir desde el reclamo popular en las calles hasta el sabotaje directo de las acciones que se efectúen sobre el recurso (a nivel mundial, ejemplos claros se presentan en los boicots al sector petrolero, las manifestaciones antiglobalización y el sabotaje a la construcción de grandes represas) Los conflictos socio-ambientales pueden reconocer diversas causas originarias y coadyuvantes en su desarrollo histórico, la propuesta del presente ensayo es que en la Argentina aún cuando existen instituciones nuevas encargadas de gestionar recursos y servicios ambientales y tutelar derechos difusos, sus elevados costos de transacción muchas veces determinan la adopción de la vía polemial por parte de los ciudadanos, organizados o no, para resolver un conflicto. Generan entonces lo opuesto a lo que se proponían, ya que la sociedad en general no cree que la vía de a concertación - al menos la establecida institucionalmente- sea una alternativa que considere y dé solución a sus problemas, por lo que los reclamos "ganan las calles" produciéndose cuantiosas pérdidas económicas y sociales. Según la bibliografía consultada, principalmente los escritos del premio Nobel de economía en 1993 Douglas North, el marco institucional que permite transacciones a bajo costo, es aquel que integra normas formales y limitaciones informales de cumplimiento obligatorio. "Este argumento afirma que las partes en juego deben idear un marco institucional para mejorar la medición y el cumplimiento obligatorio con lo que harán posible el intercambio, aunque los costos resultantes de la transacción eleven los costos del intercambio por encima del nivel neoclásico. Mientras mayores sean los recursos que deban ser dedicados a la transacción con el fin de asegurar resultados de cooperación, serán menores las utilidades provenientes del comercio según el modelo neoclásico. Mientras más complejo sea el intercambio en tiempo y espacio, más complejas y costosas serán las instituciones necesarias para lograr resultados de cooperación". (North, 1995) Los costos de transacción de las instituciones encargadas de gestionar recursos y servicios ambientales y tutelar derechos difusos asociadas a un sistema federal varían de un país a otro. En la República Argentina, existen numerosas instituciones políticas y jurídicas que definen limitaciones formales (desde los Ministerios hasta las Juntas de Regantes) y también una interconexión entre instituciones y organismos que se ven claramente involucrados al analizar una acción de intervención ambiental (por ej. un Proyecto como el Canal Federal o la Hidrovía sobre el Paraná), que van desde los poderes ejecutivos de cada provincia hasta numerosas Secretarías, Direcciones y Departamentos reguladores específicos. Generalmente en temas tan divididos, y tan estrechamente ligados, como que las obras de infraestructura dependen de obras y servicios públicos, la distribución del agua de los departamentos de riego y el control de calidad de las direcciones de salud... La misma telaraña institucional, se evidencia -y colapsa- ante la ocurrencia de una catástrofe como la de Santa Fe, como punto culminante de una serie de pequeños conflictos e instituciones que no actuaron antes frente a problemas que impactan en el territorio de más de una provincia (el río Salado nace en Salta y se dirige al sur recorriendo gran parte de Santiago del Estero y gran parte de Santa Fe hasta su desembocadura en el Paraná) En la Argentina en general y en Tucumán en particular hay numerosas instituciones públicas que deben entender en cuestiones referidas al medio ambiente, e insuficientes profesionales que abordan el tema legal desde diversas ópticas disciplinarias aún cuando en los últimos 10 años han aumentado las organizaciones no gubernamentales que demanden por este tipo de derechos. Un indicador de que a la población le interesan los problemas ambientales y reclama por ellos es que el número de reclamos en la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Tucumán según datos históricos aumentó y en muchos casos se instruyeron juicios debido a los cuales se produjo la parálisis de obras o su continuación con gran oposición de la población local ocasionando un gran daño económico y social. Pero en la mayoría de los casos estos reclamos no obtuvieron respuesta alguna. El gasto total de la Defensoría es asumido por el Estado y por otro lado es necesario considerar los costos privados (contratar los abogados, el tiempo perdido por los ciudadanos, por ej) haciendo que la suma sea bastante mayor de lo que dicen las estadísticas. Nadie sabe cuánto le cuestan a la sociedad estas dilaciones e indefiniciones. Frente a este panorama, las elecciones que realicen por ejemplo las organizaciones no gubernamentales que defiendan derechos difusos y las actividades en las que participen estarán directamente vinculadas con los fines para los que fueron creadas y determinadas por las oportunidades que provee el marco institucional. La elección de la vía para resolver el conflicto y las actividades en las que participen las ONG's estarán destinadas a lograr sus objetivos, los cuales pueden no ser maximizar la riqueza, madre del pensamiento neoliberal. Es más: suelen estar en franca contradicción con este supuesto conductual. El marco institucional -limitaciones formales- y la tecnología, los ingresos y las preferencias entre otros -limitaciones informales- actuarán demarcando las oportunidades potenciales para elegir la vía que les permita lograr sus objetivos. Ahora bien: la vía polemial -la no concertada- puede significar una elección dentro de las limitaciones existentes tendiente a, por ejemplo, que no se realice una obra de infraestructura en particular o en realidad lo que puede buscarse es alterar toda la estructura de limitaciones formales vinculadas a la toma de decisiones sobre la gestión de un recurso estratégico como el agua. La verdad es que no lo sabemos. Existe un conocimiento y una comprensión imperfecta de los modelos subjetivos de los actores al hacer elecciones que involucran al medio ambiente, máxime aún cuando parecen no responder a una conducta egoísta en el sentido que la economía neoclásica da a este término. Se supone que una sociedad, cuando su organización político-económica está orientada a favorecer la inversión, va en dirección del crecimiento económico. Pero qué pasa cuando la conducta maximizadora de un grupo consiste en obstaculizar el proyecto de inversión? Y esto en una gama que va desde que una obra directamente no se haga de ninguna forma hasta que se haga con leves modificaciones. Una pregunta posible es: por qué lo hacen? O puesto en otros términos: Cuál es su objetivo a maximizar? "Las organizaciones con fuerza de negociación suficiente, usarán la política para alcanzar sus objetivos cuando el resultado de la maximización en esa dirección excede al resultado de invertir dentro de las limitaciones existentes". (North, 1995). Si asimilamos la política al ejercicio de una acción directa, el reclamo público en la Plaza principal de la Ciudad, situación bastante frecuente en los países latinoamericanos, aparece como obvio que para un sector de la sociedad, dado que invertir dentro de las limitaciones existentes no les permite maximizar sus objetivos. De aquí se derivan otros varios interrogantes: cuál es el interés y la fuerza de negociación de los actores? En qué se basa?. Usar la opción política -la acción directa- es no adoptar la solución concertada y salir a la calle? Cuáles son las limitaciones existentes? Por qué no invertir en ellas? La no adopción de la vía agonal, asumiendo esta como la participación y/o el reclamo formal en el marco de las instituciones existentes y de acuerdo a la normativa creada a tal fin, sugiere a la par de costos de negociación (que siempre existen en mercados imperfectos) muy altos, un conocimiento y una comprensión imperfecta del modelo subjetivo de los actores y de ellos se traduce en un alto costo de negociación. Si negociar es "caro", la solución es no negociar. Abordar esta cuestión desde la gestión de las políticas públicas es importante dado que "el costo de negociación refleja el complejo general de las instituciones -formales e informales- que constituyen la sociedad". (North, 1995) Disminuir los costos de transacción, componente central de los costos de negociación, de las instituciones de la democracia, significaría que los ciudadanos que muchas veces padecen en silencio o se manifiestan con una violencia producto de la impotencia frente a los problemas, puedan participar en la gestión de los recursos y servicios ambientales y defender sus derechos utilizando la forma legal (el conjunto de limitaciones formales) logrando de esta manera una justicia social creciente, que debiera ser el objetivo de cualquier política de estado.