Actualización GUÍA DE PRÁCTICAS CLÍNICAS. AMENAZA DE PARTO PREMATURO Dras. Cristina Laterra, Elsa Andina e Ingrid Di Marco División Obstetricia. Hospital Materno Infantil Ramón Sardá. Introducción El nacimiento pretérmino afecta aproximadamente del 10 al 15% de todos los nacimientos, presentando diferencias según el nivel de desarrollo de cada país. A pesar de los avances tecnológicos y del cuidado neonatal, su prevalencia no ha variado en las últimas décadas. La prematurez continua siendo la mayor causa de morbimortalidad neonatal y la responsable del 70% de las muertes neonatales y del 50% de las secuelas neurológicas del recién nacido. El parto prematuro espontáneo y la rotura prematura de membranas son los responsables de aproximadamente el 80% de los nacimientos pretérminos; el 20% restante se debe a causas maternas o fetales. Las complicaciones neonatales tales como la enfermedad de membrana hialina, hemorragia intraventricular severa y enterocolitis necrotizante, entre otras, suelen ser graves y en muchos casos invalidantes, con repercusiones tanto a nivel individual como familiar. Existen numerosas controversias con respecto a su prevención, diagnóstico y tratamiento. Las estrategias para prevenirlo, y el diagnóstico precoz han fracasado aun en los países más evolucionados. Por otro, lado existe un alto número de diagnósticos falsos positivos, que llevan a tratamientos innecesarios.1 Se describen tres entidades clínicas bien definidas relacionadas con el parto prematuro: • Amenaza de parto pretérmino con membranas íntegras. • Rotura prematura de membranas. • Complicaciones propias del embarazo/iatrogénicas. Palabras claves: preterm labor, diagnosis, ultrasonography, cervical lengh, prevention, treatment, antibiotics, tocolytics agents, corticosteroids, gluocorticoids, steroids, risk factors, education. Niveles de evidencia (NE) Ia. Evidencia obtenida de revisiones sistemática de metanálisis de investigaciones controladas y aleatorizadas. Ib. Evidencia obtenida de al menos una investigación controlada aleatorizada. IIa. Evidencia obtenida por al menos un estudio controlado bien diseñado sin aleatorización. IIb. Evidencia obtenida por al menos un estudio bien diseñado cuasi experimental. III. Evidencia obtenida de estudios descriptivos. IV. Evidencia obtenida de informes u opiniones de comité de expertos y/o experiencia clínica de autoridades respetadas. Criterios de recomendación A: evidencia Ia y Ib B: evidencia IIa, IIb, y III. C: evidencia IV Objetivos 1. Valorar métodos de prevención y de diagnóstico precoz. 2. Evaluar la efectividad de los distintos agentes tocolíticos. 3. Analizar el uso de los corticoides para la inducción de la maduración pulmonar fetal. 4. Analizar la utilidad del uso de los antibióticos para el tratamiento y la prevención. Definiciones Esta guía se refiere a la primera de ellas, siendo las restantes motivo de otras publicaciones. Estrategia de búsqueda Buscador: Google Bases de datos consultadas: Cochrane Library, Medline y LiLacs. • 28 • Rev. Hosp. Mat. Inf. Ramón Sardá 2003, 22 (1) Amenaza de parto pretérmino Presencia de contracciones uterinas con una frecuencia de 1 cada 10 minutos, de 30 segundos de duración palpatoria, que se mantienen durante un lapso de 60 minutos con borramiento del cervix uterino del 50% o menos y una dilatación igual o menor a 3 cm, entre las 22 y 36,6 semanas de gestación.2 Trabajo de parto pretérmino Dinámica uterina igual o mayor a la descripta para la definición de amenaza de parto prematuro, pero con modificaciones cervicales tales como borramiento del cervix mayor al 50% y una dilatación de 4 cm. o más.3-6 Prevención Factores de riesgo asociados con parto pretérmino • Bajo nivel socioeconómico. • Edad materna ≤18 o ≥40 años. • Estrés. • Abuso doméstico. • Violencia familiar. • Alcoholismo. • Abuso de sustancias tóxicas. • Bajo índice de masa corporal pregestacional. • Baja ganancia de peso durante el embarazo. • Tabaquismo. • Antecedentes de fetos muertos y/o partos pretérminos anteriores. • Embarazo múltiple. • Antecedente de aborto tardío. • Factores uterinos (anomalías). • Colonización cervical por gérmenes. • Traumatismos. • Intervenciones quirúrgicas abdominales durante el embarazo. • Infecciones:7 Vaginosis bacteriana. Infecciones urinarias, pielonefritis. Enfermedades de transmisión sexual. Escores de riesgo Existe evidencia insuficiente acerca de la efectividad del uso de escores de riesgo poblacionales para reducir la incidencia de parto pretérmino. Los mismos no discriminan adecuadamente entre las mujeres que se verían beneficiadas con programas de prevención y las que no.8 Sin embargo aquellas pacientes que presentaron un parto pretérmino previamente, tienen alta posibilidad de recurrencia estimada entre 17 y 37%.9 Programas de educación Se evaluó el efecto de programas de educación para prevenir el parto pretérmino. Cuando los datos fueron combinados usando técnicas de metanálisis, no se encontraron beneficios de los programas de educación sobre las tasas de nacimiento pretérmino (RR 1,08; IC 95% 0.921.27). Los sistemas de puntuación de riesgo presentaron baja sensibilidad (alrededor del 50%) y valores predictivos positivos pobres (entre 17 y 34%).10 El único efecto estadísticamente significativo de los programas de educación para la prevención del parto pretérmino fue en el incremento en la frecuencia del diagnóstico de trabajo de parto pretérmino (RR 1,71; IC 95% 1,41-2,08).11 • Detectar factores individuales de riesgo. • Identificar factores modificables de riesgo e intervenir en consecuencia. • Considerar métodos de educación relacionados con factores de riesgo. • Enseñar a reconocer signos de alarma. • Implementar intervenciones pertinentes. Examen digital Los hallazgos actuales sugieren que el examen digital no es efectivo como predictor de parto pretérmino en mujeres que no presentan factores de riesgo.12 En un trabajo colaborativo que abarcó siete países europeos (Italia, España, Portugal, Irlanda Hungría, Dinamarca y Bélgica) se evaluó el beneficio del tacto en cada control prenatal en pacientes sin riesgo para parto pretérmino. Se tomaron como variables resultantes el bajo peso, la edad gestacional menor a 37 semanas y la rotura prematura de membranas. Se compararon dos grupos de embarazadas sin riesgo para parto pretérmino. A un grupo se le realizo examen digital en todas las consultas y al otro se le realizó examen sólo si el médico lo creía conveniente. El grupo control recibió un examen como promedio durante todo su embarazo; el otro recibió seis exámenes como promedio. El análisis estadístico no halló diferencias significativas entre ambos grupos. El examen digital rutinario en pacientes con alto riesgo es controvertido; sin embargo no parece aumentar el riesgo de rotura de membranas o ascenso de gérmenes.13 (NE Ib) No hay evidencia de beneficio con el tacto digital rutinario.14,15 Examen ultrasónico transvaginal Los estudios donde se compararon la relación entre el examen digital y la medición ultrasonográfica del cuello uterino encontraron pobre correlación entre ambos.16,17 Tabla 1: Examen digital y predicción del parto prematuro12 Resultado Pretérminos Bajo peso RPM Examen rutinario Examen esporádico 6,7% 6,6% 27,1% 6,4% 7,7% 26,5% Guía de prácticas clínicas. Amenaza de parto prematuro • Laterra y col. • 29 • Onderoglu18 comparó la capacidad diagnóstica de la medición de la longitud del cervix determinada por ultrasonografía transvaginal y por evaluación digital en la predicción del nacimiento pretérmino en embarazos con membranas íntegras. El resultado final fue el nacimiento antes de las 37 semanas de gestación. La curva ROC reveló que la longitud del canal cervical <28 mm medido por sonografía transperineal tenía mayor capacidad predictiva, sensibilidad del 78,1% y especificidad de 82,7%. La sensibilidad y especificidad del examen digital fue de 65,5 y 72,4% respectivamente para la dilatación cervical >20 mm. Concluyó que la longitud cervical por ultrasonografía transperineal es más exacta que el examen digital para predicción de nacimiento pretérmino. Gómez y col.19 encontraron que la curva ROC y el análisis por regresión logística mostraban una relación estadísticamente significativa entre la ocurrencia de nacimiento pretérmino y parámetros cervicales a través de la ultrasonografía transvaginal (p <0.005) pero no con los resultados del examen digital. La medición de la longitud del cervix a través de la ultrasonografía transvaginal es más apropiado que el examen digital para la evaluación del riesgo de nacimiento pretérmino en pacientes con trabajo de parto pretérmino y membranas intactas. Numerosas publicaciones han demostrado relación inversa entre longitud del cervix y riesgo de parto pretérmino.20-21 El valor predictivo es menor en la población general y aumenta en población de riesgo.22 Owen y col.23 estudiaron si los signos ultrasonográficos cervicales entre las 16 y las 18,6 semanas predecían el nacimiento pretérmino espontáneo y si las evaluaciones seriadas por encima de las 23,6 semanas de gestación mejoraban la predicción de embarazos de alto riesgo en un estudio observacional ciego. Encontraron que una longitud cervical menor a 25 mm en el examen inicial estaba asociada con nacimiento pretérmino (RR 3; IC 95% 2,1-5). Usando la medida más corta de longitud cervical en evaluaciones seriadas, una longitud cervical <25mm después de un acortamiento dinámico aumentó cuatro veces el riesgo de parto pretérmino (RR 4,5; IC 95% 2,7-7,6). La evaluación de la longitud cervical por ultrasonografía endovaginal entre las 16 y 18,6 semanas de gestación, que aumenta en evaluaciones seriadas, predice el parto pretérmino espontáneo antes de las 35 semanas de gestación en mujeres de alto riesgo. Nivel II de evidencia. • 30 • Rev. Hosp. Mat. Inf. Ramón Sardá 2003, 22 (1) Se considera una longitud sin modificaciones en el tercer trimestre entre 3,5 a 4,8 cm.24 En un estudio de cohorte de 469 gestaciones de alto riesgo, Guzmán y Vintzileos25 estudiaron la habilidad predictiva de la longitud cervical evaluada por ultrasonografía transvaginal. El análisis de la curva ROC mostró que una longitud cervical <25 mm entre las 15 y 24 semanas de gestación predecía el nacimiento pretérmino antes de las 34 semanas con una sensibilidad del 94%, 91%, 83% y 76% para <28,<30,<32 y <34 semanas de gestación respectivamente, mientras que el valor predictivo negativo fue de 99%, 99%, 98% y 96% respectivamente. El cerclaje no afecta el valor predictivo positivo ni negativo. Cuando el punto de corte para longitud cervical se fijó en 15 mm, la sensibilidad para el nacimiento a <28, <30, <32 y <34 semanas fue del 100%, 100%, 92% y 81%, respectivamente. Son necesarios más trabajos para evaluar el rol del ultrasonido en pacientes de alto riesgo candidatas a un posible cerclaje.6 Fibronectina fetal Durante la implantación del saco la fibronectina normalmente aparece en las secreciones cérvico vaginales. Su presencia es frecuente hasta la semana 20 y hasta el 10% en la semana 24. Luego su presencia puede indicar despegamiento de las membranas fetales desde la decidua.26-27 Numerosos estudios sugieren que la fibronectina es un marcador bioquímico del parto y en este sentido, los últimos hallazgos demuestran que es el mejor predictor de parto pretérmino en los siguientes siete días.28 Sin embargo no existe evidencia de que el uso de fibronectina resulte en una reducción del parto pretérmino.29 El test para fibronectina posee alta especificidad y baja sensibilidad para un punto de corte de 50 ng/ml. Chien en un meta-ánalisis publicado en Cochrane Library 30 analizó 27 estudios prospectivos dosando fibronectina a las 24/26/28/30 semanas en pacientes sintomáticas y tomó como variables resultantes el parto antes de las 34 semanas. Se halló una sensibilidad del 61% y especificidad del 84%. Como predictor de parto antes de los siete días presentó sensibilidad 89% y especificidad 86%, likelyhood ratio (razón de probabilidad) 5,0 .24 El uso de este test está justificado especialmente en términos de identificar aquellas pacientes que presentarán bajas posibilidades de parto pretérmino Su utilidad radica fundamentalmente en que evitaría tratamientos innecesarios.31-32 La presencia de fibronectina (<50 ng/ml) en la secreción cérvicovaginal representa un riesgo incrementado para nacimien- to pretérmino, mientras que su excelente valor predictivo negativo es tranquilizador, especialmente dentro de un período de 15 días por lo que es clínicamente útil para descartar nacimiento pretérmino en pacientes sintomáticas. 33,34 Nivel Ia de evidencia. La fibronectina fetal y la ultrasonografia endovaginal fueron moderamente exitosas para predecir parto pretérmino pero resultaron sumamente útiles para identificar a aquellas pacientes que no presentaron riesgo inmediato de parto pretérmino evitando así intervenciones innecesarias.32 Estriol en saliva El nivel de estriol en suero materno es un marcador especifico de la actividad adrenal fetal. Estos niveles aumentan progresivamente a lo largo del embarazo, observándose un aumento importante que precede en 3 o 4 semanas al momento del nacimiento tanto en partos de término como en pretérminos. Los niveles de estriol en saliva se correlacionan directamente con los niveles de estriol séricos.35 McGregor JA y col.36 encontraron que valores de E3 <2.1 ng/mL predijeron nacimientos antes de las 37 semanas de gestación (p <0.0003; OR 3,4; IC 95% 1,7-6,8). Si la repetición del test a la semana era también >2,1 ng/mL, el RR de nacimiento pretérmino se incrementa a 6,86 (3,2-14,5; p <0,0001). El tener dos test positivos consecutivos fue asociado con un intervalo al nacimiento de 2,3 semanas (valor predictivo negativo 97%). Diversos investigadores han encontrado que un dosaje >2 ng/ml de estriol en saliva predice el riesgo de parto pretérmino y afirman que podría integrase a la rutina del embarazo para identificar pacientes de riesgo y evitar intervenciones innecesarias.37-40 La determinación de estriol en saliva es un test no invasivo, simple y ventajoso para la predicción de parto pretérmino. Citoquinas cérvicovaginales El trabajo de parto pretérmino ha sido asociado con concentraciones elevadas en líquido amniótico de interleukina-1(beta), interleukina-6, interleukina8 , interleukina-10 y factor de necrosis tumoral (FNT). La concentración elevada de interleukina-6, en particular, parece ser un fuerte marcador de infección relacionado con nacimiento pretérmino.41,42 Sin embargo, el uso rutinario de amniocentesis en pacien- tes en alto riesgo para parto pretérmino es demasiado invasivo. Los niveles de interleukina-6 cervical son más altos en las mujeres que tienen su parto dentro de las 4 semanas siguientes de efectuado el test, con valores que disminuyen a medida que aumenta el intervalo al nacimiento. Se halla fuertemente asociada con el factor de necrosis tumoral pero no con vaginosis bacteriana o cervix acortado. En un estudio que comparó citokinas cérvico-vaginales y dilatación cervical, sólo la interleukina-6 demostró habilidad para predecir nacimiento inminente equivalente a una dilatación cervical mayor de 1 cm y FNT positivo.43 Los niveles de interleukina-6 cervical y en líquido amniótico son más altos en las mujeres que van a presentar parto pretérmino. Test rápido: Detección cervical de phIGFBP Lembet, Eroglu y col. realizaron un estudio prospectivo para evaluar si la detección de factor de crecimiento tipo insulina fosforilada unida a proteína 1 (phIGFBP), por inmunocromatografía en secreciones cervicales, predecían el nacimiento pretérmino en pacientes con contracciones regulares. PhIGFBP-1 es segregada por las células deciduales y se filtra en la secreción cervical cuando las membranas fetales se despegan de la decidua. De 36 pacientes con contracciones regulares, 18 tuvieron un test positivo y 18 negativo. De las 18 mujeres con test negativo solo dos tuvieron nacimiento pretérmino y 17/18 con test positivo finalizaron en parto pretérmino (p <0,05). La sensibilidad, especificidad, valor predictivo positivo y valor predictivo negativo del test fue de 89,5%, 94,1%, 94,4% y 88,9% respectivamente. Concluyeron que la presencia de phIGFBP-1 es predictiva de parto pretérmino (<37 semanas de gestación). Los resultados son prometedores, dado que es un test rápido y de fácil aplicación.44 Monitoreo de las contracciones en el hogar El monitoreo de la frecuencia de las contracciones uterinas fue propuesto como un método diagnóstico para reducir la incidencia de parto pretérmino. Se postuló que en las pacientes que presentarán un parto pretérmino se observará aumento de las contracciones por lo menos 24 horas antes del mismo. Dado que el aumento de la frecuencia de las contracciones uterinas se ha considerado que puede conducir a un parto pretérmino, las estrategias para detectar y suprimir las contracciones en forma temprana han sido consideradas necesarias para reducir la incidencia del parto pretérmino. Sin embargo, la evidencia de los ensayos clínicos aleatorizados indica que estas estrategias no reducen la Guía de prácticas clínicas. Amenaza de parto prematuro • Laterra y col. • 31 • tasa de prematuridad La frecuencia de contracciones está significativamente relacionada con el parto pretérmino, pero esta medida tiene baja sensibilidad y valor predictivo positivo como para ser usada como prueba de tamizaje para el parto pretérmino inminente en las mujeres asintomáticas. Esto sucede aun en las mujeres con riesgo aumentado de parto pretérmino. La frecuencia de contracciones aumenta en la tarde y noche y a medida que aumenta la duración de la gestación; el incremento en la frecuencia de contracciones en cualquier mujer es más probable que refleje gestación avanzada o una variación diurna que un trabajo de parto pretérmino oculto.45 No se ha encontrado evidencia hasta el momento de que el uso de este método pueda afectar la incidencia de parto pretérmino y el American College of Obstetrician and Gynecologist ha concluido que no debe ser recomendado en forma rutinaria.46 Las controversias subsisten y solo se debe usar en pacientes con historia de parto pretérminos anteriores. 47-49 El monitoreo ambulatorio de las contracciones uterinas no identifica a las mujeres destinadas a tener parto pretérmino.49 (NE Ib) Diagnóstico La identificación de los síntomas de parto pretérmino podría ayudar a detectar aquellas pacientes candidatas a realizar un diagnóstico y tratamiento adecuados. Los signos y síntomas incluyen: contracciones frecuentes (más de 4 por hora), calambres, presión pelviana, excesivo flujo vaginal, dolor de espalda y dolor abdominal bajo.6 Los síntomas suelen ser inespecíficos.50 El diagnóstico deberá realizarse en pacientes entre 20 y 36 semanas y seis días de gestación si las contracciones uterinas ocurren con una frecuencia de 4 en 20 minutos u 8 en 60 minutos, y están acompañadas de cualquiera de los siguientes hallazgos: RPM, dilatación cervical >2 cm, borramiento cervical del 50%, o cambios cervicales detectados en exámenes seriados.51 Criterios de internación Pacientes que cumplan los requisitos enunciados en la definición de amenaza de parto pretérmino o parto pretérmino. Si el caso clínico no pareciera justificar la internación, se reevaluará la dinámica uterina y el estado cervical en un plazo de 120 minutos. Ante el cese de la sintomatología que motivó la consulta y ausencia de modificaciones cervicales, la paciente podrá retornar a su domicilio, con la recomendación de limitar la actividad física52 y de con• 32 • Rev. Hosp. Mat. Inf. Ramón Sardá 2003, 22 (1) sultar ante el reinicio de la sintomatología. Se citará por escrito en 7 días para control ambulatorio. Si por el contrario el cuadro persiste, se procederá a su internación en el sector de Urgencias. Manejo de la amenaza de parto pretérmino durante la internación Realizar un completo interrogatorio de la paciente (antecedentes familiares, personales y obstétricos). • Examen genital completo: colocar espéculo para visualizar cuello y observar la presencia o no de líquido amniótico a fin de descartar rotura prematura de membranas (RPM). • Reposo en decúbito lateral en ambiente aislado y tranquilo. • Colocación de solución salina endovenosa a razón de 100 ml/hora. La rápida expansión intravascular puede disminuir las contracciones en un útero irritable y ayudar a diferenciar esta condición de un verdadero parto pretérmino.6 Uteroinhibición endovenosa Si la paciente no tiene evaluación cardiológica previa, deberá realizarse la misma antes de la utilización de agentes betamiméticos. Condiciones para la uteroinhibición del parto pretérmino a. Diagnóstico de amenaza de parto pretérmino. b. Edad gestacional entre 22 y 36 semanas. c. Ausencia de contraindicaciones médicas u obstétricas para uteroinhibir el trabajo de parto. d. Ausencia de contraindicaciones para el uso de los agentes tocolíticos. Metas de la úteroinhibición endovenosa Las metas de la úteroinhibición del parto pretérmino han cambiado con el advenimiento de los glucocorticoides antenatales, los avances en el cuidado intensivo neonatal y el uso del surfactante para prevenir el síndrome de distress respiratorio. La principales metas a corto plazo de la terapia de inhibición del trabajo de parto pretérmino son: • Retrasar el nacimiento 24-48 hs para administrar glucocorticoides (“maduración pulmonar”). • Transferir a la embarazada a un centro de atención terciaria neonatológica de alta complejidad.53 Uso de agentes tocolíticos Los síntomas de amenaza de parto pretérmino no son específicos,50 por lo que las pacientes pueden reportar síntomas que pueden presentarse en un embarazo normal. La dificultad en el diagnóstico certero de amenaza de parto prematuro, es la mayor limitación en la evaluación y comparación de la eficacia de los agentes tocolíticos. Sin embargo, la evaluación de su eficacia puede ser juzgada acertadamente en comparación con placebo.54 La uteroinhibición endovenosa debe acompañarse de control estricto de la frecuencia cardíaca materna (no superar los 120 latidos/min). Tabla 2: Contraindicaciones para la inhibición de la amenaza de parto prematuro55 ABSOLUTAS RELATIVAS (se tomará conducta de acuerdo a la clínica) pende ante la aparición de efectos secundarios no aceptables) hasta que se obtiene la quiescencia uterina, con una infusión máxima de 350 µg/min. Una vez que las contracciones han sido inhibidas, la infusión es mantenida por 60 minutos y luego comienza la disminución a razón de 50 µg cada 30 minutos hasta que se obtiene el nivel más bajo (50 µg/min). La infusión es mantenida por 12 hs repitiéndose el proceso si reaparecieran las contracciones.60 (Tabla 3) Terbutalina No está aprobada por la FDA para su uso específico en amenaza de parto pretérmino, pero existe significativa evidencia de su seguridad y eficacia. La infusión IV comienza generalmente con 2,5 a 5 µg/min y se incrementa 5 µg cada 20 minutos hasta un máximo de 25 µg/min. Una vez que las contracciones han sido inhibidas, el goteo se mantiene 60 minutos y luego se comienza la reducción de la dosis en 2,5 µg/min cada 30 minutos hasta que se establezca la menor dosis efectiva. Esta dosis es mantenida por 12 horas.61 (Tabla 3) Nifedipina Es el bloqueante de los canales de calcio más comúnmente utilizado en tocolisis. Actúa por disminución del calcio intracelular. Se administra por vía Infección ovular Metrorragia oral y rápidamente es absorbido por la mucosa gastrointestinal. La concentración plasmática máxiMuerte fetal Sufrimiento fetal ma ocurre entre los 15 y 90 minutos después de su Malformación fetal Retardo del administración. La vida media de la nifedipina es de incompatible con crecimiento 81 minutos y la duración de su acción es de alredela vida (por ejemplo: intrauterino (RCIU) dor de 6 horas. Un régimen recomendado para el anencefalia) tratamiento de la amenaza de parto prematuro es Madurez pulmonar fetal administrar oralmente 10 mg cada 20 minutos 4 comprobada. dosis, seguida de 20 mg vía oral cada 4-8 hs.62 En un HTA severa meta-análisis que comparó el efecto tocolítico de la nifedipina vs. agonistas beta adrenérgicos, Tsatsaris y col. concluyeron que la nifedipina era más efectiva Ritodrine La indicación del uso de Ritodrine (u otro beta- que los beta-agonistas en retrasar el nacimiento mimético) está limitada al manejo de un parto pre- pretérmino más allá de las 48 hs (OR 1,52; IC 95% 1,03-2,23). El tratamiento debió ser intetérmino sin otras complicaciones entre rrumpido menos frecuentemente a cau24 y 33 semanas. La bibliografía sugiere sa de efectos secundarios (OR 0,12; IC que se reduce el número de partos en las Los síntomas de 95% 0,05-0,29), observándose menor tasa primeras 48 horas desde el comienzo del de SDR en el RN (OR 0,57, IC 95% 0,37tratamiento pero no se observó reducamenaza de parto 0,89) y menor internación en unidades ción en la mortalidad perinatal. Sin empretérmino no son de cuidado intensivo neonatal (OR 0,65; bargo, es el tiempo suficiente para admiespecíficos, por IC 95% 0,43-0,97).63 (Tabla 3) nistrar corticoides o derivar a un centro lo que las de mayor complejidad. Se deben seguir pacientes pueden Atosiban las estrictas normas de administración y reportar síntomas Es un antagonista de receptores de dosis para evitar efectos adversos, inque pueden ocitocina. La ventaja de Atosiban es cluidos edema pulmonar e isquemia de presentarse en un que tiene efecto altamente órgano-esmiocardio.59 La dosis recomendada es de embarazo normal. pecífico, por lo que sus efectos colate50 µg/min en solución de dextrosa al 5% rales son mínimos. incrementando cada 20 minutos (se susGuía de prácticas clínicas. Amenaza de parto prematuro • Laterra y col. • 33 • Se administra en forma de bolo IV de 6.75 mg seguido inmediatamente por 300 µg/min en infusión IV por 3 horas y luego 100 µg/min por más de 45 hs.64 (Tabla 3) Donante de oxido nítrico La nitroglicerina activa el monofosfato de guanosina cíclico que resulta en una disminución del calcio libre intracelular con la consecuente disminución de la contractilidad miometral. El régimen transdérmico consiste en un patch de 10 mg de trinitrato de glicerol aplicado sobre la piel del abdomen. Si después de 1 hora no se observa reducción en la frecuencia de la contracción, se aplica un patch adicional. Se remueve a las 24 hs.65 (Tabla 3) Sulfato de magnesio Actuaría por inhibición competitiva de calcio. Administración vía IV, IM y oral. La recomendación consiste en una dosis inicial de 6 g IV en 20 minutos seguido por infusión continua de 3 a 4 g/ hora. La toxicidad materna puede ser evaluada por medios clínicos (hiporreflexia, disminución de la frecuencia respiratoria, disminución de la diuresis) y por evaluación de concentraciones séricas de magnesio. En caso de intoxicación debe utilizarse gluconato de calcio (1 g IV). (Tabla 3) Indometacina Es un inhibidor de la síntesis de prostaglandinas. Puede ser administrada por vía oral o rectal, 50 a 100 mg seguida por 25 mg cada 4 a 6 hs, durante un lapso no mayor a 48 hs. Se usa en pacientes con refractariedad al tratamiento β-mimético, cuya ecografía actualizada haya demostrado un volumen normal de liquido amniótico y en amenorreas menores a las 32 semanas. Se deberá realizar ecocardiograma fetal. Solo la indometacina mostró disminución de la tasa de prematuros.66,67 Recomendación A. NE Ib 44,45 (Tabla 3) Terapia de mantenimiento después de la tocolisis aguda La terapia tocolítica de mantenimiento después de un tratamiento exitoso del episodio agudo de amenaza de parto pretérmino no reduce la incidencia de recurrencia del cuadro o del parto prematuro y no mejora el resultado perinatal. NE Ia.68-72 Inducción de la maduración pulmonar fetal La terapia antenatal con corticoides para la inducción de la maduración pulmonar fetal disminuye la mortalidad, el síndrome de distress respiratorio y la hemorragia intraventicular en niños prematuros. Estos beneficios se extienden a edades gestacionales Tabla 3: Terapia tocolítica para el manejo del parto pretérmino56 MEDICACIÓN MECANISMO DE ACCIÓN DOSIS Isoxuprina: Beta 2 adrenérgico receptor agonista simpático mimético, disminuye el calcio iónico 100 a 400 µg por minuto: 10 ampollas de 10 mg c/u en 500 cm3 de solución de dextrosa al 5% o solución fisiológica a goteo inicial de 10 gotas/ min (equivalentes a 100 µg/min) Sulfato de magnesio Antagonista del calcio intracelular 4 a 6 g (dosis de ataque) entre 2 a 4 g IV por hora (mantenimiento) Atosiban Antagonista de receptores oxitocina Bolo IV 6,75 mg; 300 µg/min infusión 3 hs; 100 µg /min >3 horas Terbutalina Similar isoxuprina 0,25 a 0,5 mg SC cada tres o cuatro horas Oxido nítrico Activa el monofosfato de guanosina que reduce el calcio libre Pach 10 mg trinitrato de glicerol; repetir en una hora Ritodrine Similar isoxuprina 50 µg hasta un máx. de 350 µg/min IV Nifedipina Bloqueante de los canales de calcio 5 a 10 mg SL cada 15 a 20 min (hasta cuatro veces), luego 10 a 20 mg oral cada cuatro a seis horas Indometacina Inhibidor de las prostaglandinas 50 a 100 mg (supositorio) luego 25 mg oral cada seis horas IV= intravenoso; SC= subcutáneo; SL= sublingual abdominal. • 34 • Rev. Hosp. Mat. Inf. Ramón Sardá 2003, 22 (1) comprendidas entre las 24 y 34 semanas. NE Ia.73,74 Los estudios realizados en animales refieren cierto efecto neurotóxico de la dexametasona. Por otra parte, se observó un mayor efecto protector de la betametasona sobre la leucomalasia periventricular en los recién nacidos de muy bajo peso. Los efectos teóricamente negativos de la dexametasona deberían ser motivo suficiente para evitar su uso antenatal, de ser posible, hasta que esté disponible información definitiva.75 Por lo tanto: La betametasona se empleará como droga de elección para la inducción de la maduración pulmonar fetal.76,77 NE Ib No existen pruebas que refuercen el criterio de aplicar dosis semanales.78 Los estudios en humanos para evaluar los riesgos de dosis múltiples son contradictorios y todavía muchos no se han completado. Tabla 4: Efectos colaterales de los agentes tocolíticos MEDICACION MATERNOS FETALES Acortamiento de la respiración Nauseas y vómitos Cefaleas-ansiedad Hipokalemia-hiperglucemia Hipotensión-taquicardia Arritmias cardíacas Dolor precordial-Palpitaciones Edema pulmonar Hiperinsulinemia Hipoglucemia Aumento de la frecuencia cardíaca fetal Náuseas Cefaleas Sofocos Palpitaciones Mareos Hipotensión Disminución del flujo umbilical Atosiban Efectos secundarios mínimos ¿Mayor tasa de muerte feto-neonatal? Oxido nítrico Hipotensión Cefaleas Náuseas y vómitos No hay datos claros acerca de efectos adversos Sulfato de Magnesio Sofocos Náuseas y vómitos Mareos Visión borrosa Nistagmus Letargia Edema pulmonar Efectos tóxicos (hiporreflexia↓ diuresis-↓ frecuencia respiratoria) NST no reactivo Disminución de los movimientos respiratorios Hipotonía-Letargia Desmineralización ósea Aumento de parálisis cerebral/ HIV/ LPV Aumento de la mortalidad perinatal57 Náusea-Dispepsia-Vómitos Contraindicado en: Desórdenes de la coagulación Disfunción hepática Ülcera gastrointestinal Disfunción renal Asma en hipersensibilidad a aspirina Constricción del ductus arterioso Oligoamnios Cierre precoz del ductus Hipertensión pulmonar58 Ritodrine Terbutalina48,49 Nifedipina Indometacina NE 1b Guía de prácticas clínicas. Amenaza de parto prematuro • Laterra y col. • 35 • Figura 1: Algoritmo Paciente ambulatoria en riesgo para APP Identificar FR ¿Modificables? No Sí • Educación • Información sobre signos de APP • Control habitual No Intervención • Educación médica y/o quirúrgica ¿Aparición de signos de APP? Evaluación médica en Guardia Dudosa ¿Requiere internación? Reevaluar en 120 minutos Sí No ¿Persisten signos de APP? Sí INTERNAR • 36 • Rev. Hosp. Mat. Inf. Ramón Sardá 2003, 22 (1) Reevaluar EG ¿RPM? ¿Signos de corioamionitis? ¿Vaginosis bacteriana? ¿Infección urinaria? ¿Modificaciones cervicales? ¿Contracciones? ¿↑ de tono? ¿Sangrado? Intervenir Evaluar vitalidad Figura 2: Algoritmo INTERNACIÓN Hidratación Uteroinhibición 48 horas Corticoides: dosis 24 mg en menores de 34 semanas UTEROINHIBICIÓN No cede Cede Pasa a sala Modificaciones cervicales (US cervical y/o signos de APP No Sospecha de corioamnitis Sí Sí No Permanece internada Alta 48 horas, control en 7 días Reinicia contracciones Sí Dejar evolucionar Guía de prácticas clínicas. Amenaza de parto prematuro • Laterra y col. • 37 • Algunos sugieren efectos adversos. Estudios recientes han hallado que dosis semanales de corticoides antenatales no reducen la morbilidad neonatal comparado con una sola dosis. NE Ib.79 Debido a que existen insuficientes datos científicos sobre la eficacia y la seguridad de la utilización de dosis repetidas de corticoides antenatales que estén sustentados en estudios clínicos aleatorizados, este esquema no debe administrarse en forma rutinaria. NE Ib - Se recomienda detectar la presencia de infección urinaria en la primera visita a todas las embarazadas. Las pacientes con pielonefritis aguda presentan numerosas complicaciones, entre ellas, parto pretérmino.82 - Con glucemia normal, reiterar el dosaje en 12 hs. En pacientes diabéticas, cada 2 hs.73 Ecografía obstétrica. - Monitoreo fetal con amenorreas mayor o igual a 32 semanas. - Control estricto del ingreso hídrico y fluidos endovenosos administrados. Prevenir sobrecargas. E I.54-59 Las dosis múltiple de corticosteroides antenatales deben ser reservadas para las pacientes enroladas en estudios randomizados.80 Si se prolongara el embarazo más allá de una semana desde la aplicación de la primera dosis, se evaluará la repetición del corticoide si la paciente presenta nuevamente riesgo de nacimiento pretérmino. Recomendación B, NE III.81 Tratamiento de sostén (en internación) Reposo en cama. Controles de TA. y frecuencia cardíaca materna cada 6 hs.; dinámica uterina. Frecuencia cardíaca fetal y evaluación cervical digital según sintomatología de la paciente. Tabla 4: Dosis recomendadas para la inducción de la maduración pulmonar fetal Medicación Dosis Betametasona 12 mg (6 mg fosfato y 6 mg acetato) IM cada 24 horas por dos dosis. 6 mg IM cada 12 horas por cuatro dosis IM.80 Dexametasona Tabla 5: Contraindicaciones de los glucocorticoides Absolutas Infección clínicamente demostrable (corioamnionitis, TBC, porfiria). Relativas Hipertensión arterial severa. Precauciones Diabetes severa (se deberá incrementar la frecuencia de los controles glucémicos y se ajustará en base a ellos las dosis de insulina). Controles que deberán realizarse durante el tratamiento de ataque - T.A. cada hora. - Frecuencia cardíaca materna cada 20 minutos. - Valoración cardiología. Electrocardiograma. - Frecuencia cardíaca fetal cada 20 minutos. - Laboratorio de guardia: hemograma, sedimento urinario, urocultivo. • 38 • Rev. Hosp. Mat. Inf. Ramón Sardá 2003, 22 (1) Estudios complementarios Laboratorio, cultivo de orina y cérvico vaginales para la detección de Mycoplasma, Ureaplasma, Chlamydia, Estreptococo beta hemolítico y gérmenes comunes. Bacteriurias sintomáticas, cervicitis gonocócicas y vaginosis bacterianas están asociadas con amenaza de parto pretérmino.83-88 Ecografía obstétrica y de cérvix transvaginal o transperineal para la medición de la longitud cervical, dilatación del orificio interno y presencia del signo del embudo en gestaciones menores de 28 semanas.89-93 Recomendación A. Monitoreo fetal semanal en gestaciones mayores o iguales a 32 semanas sin otra patología que indique aumentar su frecuencia. Detección de condiciones obstétricas o sistémicas que condicionen un tratamiento o manejos específicos. Evaluación de estudios complementarios realizados al ingreso de la paciente. Completar el esquema de maduración pulmonar fetal de ataque. Evaluación cardiológico, clínica y ECG (completar lo iniciado en la guardia). Luego de realizada con éxito la útero inhibición, la terapia de mantenimiento con beta-agonista vía oral (ritodine o tertutaline) no está indicada ya que no disminuye el riesgo de parto pretérmino (OR 1.09), parto recurrente (OR 1.05) o síndrome de distres respiratorio (OR 0.91). Ello tampoco aumenta el tiempo al parto o el peso del recién nacido. NE Ia.68-72 Antibioticoterapia Las evidencias encontradas hasta el momento no mostraron beneficios con el uso de antibioticoterapia para prevenir el parto pretérmino, ni reducción de la mortalidad o la morbilidad en pacientes con membranas intactas. NE Ia.94 En un reciente estudio colaborativo (ORACLE95) donde se compararon pacientes con amenaza de parto pretérmino que recibieron antibióticoterapia versus aquéllas que no la recibieron se evaluaron 6.295 pacientes que resultaron divididas en cuatro grupos: 1. 250 mg eritromicina (n=1.611) 2. 325 mg amoxicilina-clavulánico (n=1.550). 3. ambos (n= 1.565). 4. placebo (n= 1.569) cuatro veces al día durante 10 días. Se fijaron como resultados principales: Muerte neonatal, enfermedad pulmonar crónica y anormalidades cerebrales por US. No se encontraron diferencias entre los grupos antibióticos- placebo en ninguno de los subgrupos. NE Ib. En una amplia revisión del tema, Thorp evaluó la evidencia existente hasta la fecha con relación a la utilidad de los antibióticos en el tratamiento del parto pretérmino y encontró los siguientes resultados: 14 estudios aleatorizados demostraron resultados complejos, pequeño efecto en la prolongación del embarazo, edad gestacional al nacimiento y peso al nacer. Los datos resultaron insuficientes para comprobar beneficios en la reducción de la mortalidad y la morbilidad neonatales. Concluye que el tratamiento con antibióticos puede prolongar la gestación. Los beneficios son pequeños y es incierto el agente óptimo, vía, dosis y duración de la terapia.96 Los antibióticos no deben ser indicados en forma rutinaria en pacientes con amenaza de parto pretérmino sin evidencia clínica de infección. NE Ia 95 No obstante se recomienda su administración en la profilaxis para estreptococo β hemolítico (GBS) en aquellas pacientes cuyo resultado de cultivo es desconocido y presenta los siguientes factores de riesgo: 1. Trabajo de parto pretérmino. 2. Fiebre intraparto. 3. Rotura prematura de membranas igual o mayor a 18 horas. 4. Bacteriuria positiva para estreptococo en el embarazo en curso. 5. Paciente que ha dado a luz un recién nacido con enfermedad invasiva para GBS. Las pacientes tratadas por amenaza de parto pretérmino deben ser evaluadas durante su internación (cultivo parianal y de introito) y si resultan portadoras deberán recibir tratamiento profiláctico durante el trabajo de parto. Esquema de tratamiento Para las pacientes sin alergia a penicilina, se recomienda: penicilina G 5.000.000 (IV) como dosis inicial y luego 2.500.000 (IV) cada 4 horas. Regimen alternativo: ampicilina 2g IV como dosis inicial y luego 1 g cada 4 horas hasta el nacimiento. Las mujeres con alto riesgo de anafilaxia, deben tratarse con clindamicina 900 mg IV cada 8 horas hasta el nacimiento o eritromicina 500 mg IV cada 6 horas hasta el nacimiento. Si la susceptibilidad al germen no es conocida o es resistente a eritromicina o clindamicina, debe utilizarse vancomicina 1 g IV cada 12 horas hasta el nacimiento.97-99 Cerclage cervical Existe controversia acerca de los beneficios y efectos adversos del cerclaje cervical en mujeres con riesgo de parto pretérmino causado por incompetencia ístmico-cervical. El cerclaje cervical ha mostrado sólo beneficios en aquellas mujeres con diagnóstico de incompetencia que presentaron antecedentes de tres o más partos pretérmino, pero se encontraron complicaciones asociadas con la cirugía y con el riesgo de estimulación de las contracciones uterinas.100,101 Los últimos trabajos han mostrado resultados contradictorios. Un estudio reciente donde se evaluaron embarazadas a las que se les efectuó cerclaje y reposo versus reposo mostró beneficios con el procedimiento. Los autores concluyeron que el cerclaje asociado al reposo reduce los nacimientos anteriores a las 34 semanas en mujeres con factores de riesgo y/o síntomas de incompetencia cervical y con longitud cervical menor a 25 mm antes de las 27 semanas.102 Otros investigadores encontraron que el cerclaje en pacientes con diagnóstico de dilatación cervical por ultrasonografía durante el segundo trimestre del embarazo no mejoró los resultados perinatales.103-104 El cerclaje cervical ha mostrado sólo beneficios en aquellas mujeres con diagnóstico de incompetencia que presentaron antecedentes de tres o más partos pretérmino.NE IIa100 Criterios para el alta hospitalaria Se otorgará el alta sin otra patología asociada que indique su internación si la paciente al cabo de una semana a partir de la internación –previa deambulación en sala durante 24-48 hs– no reinicia contractilidad uterina, no se constatan modificaciones cervicales respecto de evaluaciones anteriores y presenta una dilatación igual o menor a 3 cm. Guía de prácticas clínicas. Amenaza de parto prematuro • Laterra y col. • 39 • Indicaciones al alta • Retorno paulatino a la actividad física. • Control por consultorio externo. Control ambulatorio de las pacientes que han tenido amenaza de parto prematuro Luego del egreso hospitalario las recomendaciones para estas pacientes serán: • Control prenatal semanal durante los 15 días posteriores al alta y luego cada dos semanas hasta las 36 semanas, y luego, igual a población general. • Medidas habituales del control prenatal (AU, PESO, TA, FCF, etc.). • Control de infecciones urinarias recidivantes (urocultivos cada 30 días) y tratamiento según antibiograma. • Con cultivos cérvico vaginales positivos: tratamiento según germen hallado y posterior repetición de la prueba. • Con contractilidad normal (Braxton Hicks): citación según corresponda a la edad gestacional. • Con contractilidad aumentada: evaluación de frecuencia e intensidad de la dinámica uterina y eventual reinternación. • Con cervix modificado: internación según criterios de internación. Bibliografía 1. Terzidou, Vasso, Bennet, Philipp. Preterm Labour. 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Hospital Materno Infantil Ramón Sardá. Sí, oigo gritos como los de una parturienta gemidos como los de una primeriza: es la voz de Sión que pierde el aliento, que extiende las manos: “¡Ay, pobre de mí, estoy exhausta!” Jeremías 4: 31 El dolor de parto ha sido reconocido desde la antigüedad como severo y agotador; sin embargo, poco ha sido lo que se hizo para aliviarlo. Aún hoy, en muchos lugares del mundo la mujer no recibe la atención necesaria en el momento del parto, hecho que podemos comprobar analizando los índices de mortalidad. En 1929, Hagard afirmó que la posición de la mujer en cualquier civilización es un índice del avance de esa civilización, y que la posición de la mujer se mide mejor por el cuidado que le es dado en el momento del parto.1 La anestesiología ha crecido y se ha desarrollado en estrecha relación con la obstetricia: sólo basta con recordar que en 1847, J. Snow, “el padre de la anestesiología”, publica un artículo sobre la inhalación de éter, mientras que el 19 de enero de ese mismo año, James Simpson, empleaba éter en el parto de una joven con deformidad en su pelvis.2 El clero escocés calvinista y muchos miembros influyentes de la profesión médica y de la comunidad objetaron el uso de anestesia en obstetricia. Los adversarios de Simpson hacían hincapié en la Biblia para atacarlo, con el conocido pasaje del primer libro de la Biblia: Y el Señor Dios dijo a la mujer: Multiplicaré “los sufrimientos de tus embarazos; darás a luz a tus hijos con dolor. Sentirás atracción por tu marido, Y él te dominará”. Génesis 3:16 A lo que Simpson rebatió con otra cita bíblica, • 22 • Rev. Hosp. Mat. Inf. Ramón Sardá 2003, 22 (1) donde señalaba que Dios fue el primer anestesista: Entonces el Señor Dios hizo caer sobre el hombre un profundo sueño, y cuando este se durmió, tomó una de sus costillas y cerró con carne el lugar vacío. Génesis 2:21 Pero fue el 7 de abril de 1853 cuando el mismo John Snow, el primer médico que limitó su práctica a la anestesiología, brindó alivio del dolor de parto con cloroformo a la Reina Victoria para el nacimiento de su octavo hijo, el príncipe Leopoldo. Este hecho aseguraría el uso de la anestesia en obstetricia. Poco después, en 1860, en Londres, la Reina Victoria expresa respecto a su hija: “Qué bendición el hecho de que haya recibido cloroformo. Tal vez sin él hubiese sufrido muchísimo”.3 La mayor innovación en Anestesia Obstétrica llegó a principios del siglo pasado, en Alemania, donde surgió un nuevo intento para aliviar el dolor de parto. Fue de manos de von Steinbüchel y Gauss, que asociaron escopolamina y morfina y desarrollaron el llamado “Twilight sleep” (sueño crepuscular). Ellos sugerían 0,3 mg de escopolamina cada 23 hs. y no más de 20 mg. de morfina. El uso de opioides en forma inyectable desencadenó nueva resistencia entre los profesionales, que cuestionaban la relación entre beneficios y riesgos de la práctica, y las mujeres exigían cada vez más a sus médicos la aplicación de la técnica a lo largo de los Estados Unidos. Dos temas dominaban el debate: • los efectos de la anestesia sobre el recién nacido; y • los efectos de la anestesia sobre el trabajo de parto. Los efectos de la anestesia sobre el recién nacido, la posibilidad de que las drogas anestésicas pudieran cruzar la placenta y dañarlo, fueron temas de discusión entre quienes practicaban la obstetri- cia. Snow refería oler éter en la respiración del recién nacido, Zweifel diseñó una reacción para demostrar cloroformo en el cordón umbilical y poco después describió una técnica de absorción de luz, para demostrar la transferencia de oxígeno de la madre al feto. Otros como W. Channing, negaban transferencia alguna a nivel placentario. En 1953, en USA, la Dra. Virginia Apgar, anestesióloga, describió una escala que cambió la evaluación del recién nacido. Reemplazó la simple observación del recién nacido por una medición reproducible, permitiendo la posibilidad de la comparación sistemática de distintos tratamientos. Su “score” ayudó a cambiar el punto de atención de los cuidados obstétricos y aportó criterios objetivos para iniciar la resucitación del recién nacido. Los efectos de la anestesia sobre el trabajo de parto fueron motivo de preocupación de los médicos. Encontraban que el éter y el cloroformo deprimían la actividad uterina, y también abolían la sensación de pujo. Simpson empleaba éter desde el primer estadio del trabajo de parto, con lo que obtenía inconciencia materna, reflejo de pujo abolido, atonía uterina y hemorragia posparto, mientras J. Snow practicaba una técnica diferente: empleaba éter y cloroformo para el segundo estadio, durante las contracciones, con lo que conseguía pacientes confortables y reactivas a la vez. Podríamos ahora preguntarnos por qué hablar de “mitos y realidades”. Mito: del griego, significa fábula, ficción alegórica. Designa tanto una historia como la peripecia de una tragedia. Realidad: del latín, designa a cosa, materia. Existencia real de una cosa. Verdad, sinceridad.4 Y surgiría otra pregunta: ¿Cuánto hay de mito y cuánto de realidad en lo que habitualmente se dice sobre la anestesia obstétrica? Para analizar estas preguntas no debemos olvidar que: “La historia es importante en la medida de sus enseñanzas”.3 Podemos así aprender algo de la historia de la Anestesia Obstétrica y ello se refiere a que: • cada droga y método nuevo supone riesgos; • las nuevas drogas o tratamientos frecuentemente causan problemas en un sentido o dirección completamente inesperados; • el gran perfeccionamiento en el cuidado de las pacientes ha surgido de la aplicación de principios de las ciencias básicas. Actualmente, en los países desarrollados, los cuidados obstétricos, incluyendo las drogas para el alivio del dolor de parto y la anestesia que una mujer puede esperar y demandar, dependen de su educación y estándar de vida, de las prácticas médicas de la comunidad en la que vive y de la libertad de elegir el obstetra, las comodidades del hospital y el anestesiólogo que desee.2 Llevó mucho esfuerzo y años obtener el reconocimiento del parto como proceso doloroso por entidades como la Organización Mundial de la Salud, que en 1999 dio a conocer una guía práctica para el cuidado del parto normal donde reconocía al trabajo de parto normal como hecho doloroso.5 “Casi todas las mujeres experimentan dolor durante el trabajo de parto, pero las respuestas de cada una de ellas al dolor del trabajo de parto son completamente diferentes ...aún, el trabajo de parto normal es doloroso.” La Dra. Reynolds, en el libro Pain relief in labour6 realiza una acertada defensa del derecho de la mujer a recibir alivio del dolor de parto cuando dice que: “...el control del dolor ‘debería’ formar parte del manejo integral del parto y ...la mujer embarazada tiene derecho a información básica acerca del dolor y su alivio durante el trabajo de parto tanto como a otros aspectos de su cuidado.” Varias encuestas se han realizado para investigar el grado de dolor referido por las madres luego del parto. En Londres, Holdcroft y Morgan interrogaron a pacientes 1-2 días después del parto y solamente el 2% de ellas reportó ausencia de dolor.7 Un grupo de mujeres entrevistadas en Suecia, 1-2 días del posparto, refirieron dolor intolerable en el 35% de los casos; dolor severo en el 37% y dolor moderado en el 28%.8 Ranta y Jouppila, entrevistaron en Finlandia a 833 parturientas y encontraron un 4% de pacientes que referían dolor ligero y un 60% referían dolor severo o intolerable.9 Otro grupo, también en Finlandia, investigó a 1.091 pacientes, 360 primíparas y 731 multíparas, encontrando dolor intolerable en el 89% de las primíparas y 84% de las multíparas, mientras que sólo el 4% de las multíparas y el 0% de las primíparas refirieron poco dolor.10 De las investigaciones precitadas, se puede señalar un elemento común en todas las entrevistadas: el dolor. Dolor que es expresado en diferentes grados de intensidad y en la mayoría de los casos expresado como severo o más y pocas veces ausente. Según la Real Academia Española, la palabra dolor, del latín: dolor-oris se define como “sensación molesta y aflictiva de una parte del cuerpo por una causa interior o exterior”. Para la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor, éste es “una experiencia sensorial y emocional desagradable que se asocia a una lesión tisular real o posible, o descrita en términos relacionados con dicha lesión”.11 De acuerdo a las definiciones enunciadas, podemos afirmar que se trata de la impresión desagradable, siempre subjetiva, que se convierte en experiencia emocional. De todo ello se desprende que el dolor es una experiencia única, altamente subjetiva y multidiMitos y realidades de la analgesia para partos • Celesia • 23 • mensional, compuesta por dos facetas: la afectiva y la sensorial,12 las cuales hacen que el tratamiento del dolor de parto deba abordarse desde un punto de vista dual. El dolor del trabajo de parto, el dolor agudo más frecuente, con inicio y final bien definidos, es referido en el cuestionario de Mc Gill con intensidad alta, similar al producido a la amputación de un dedo, quedando allí demostrado que es uno de los más intensos.13 Las características del dolor de parto varían de acuerdo a factores obstétricos, físicos, fisiológicos. Podemos afirmar que el trabajo de parto de iniciación espontánea, que aumenta gradualmente de intensidad, es más tolerable que el dolor de parto inducido o acelerado, que se manifiesta con dolor inicial severo y que requiere mayor alivio, mayor analgesia. Existen también diferencias entre multíparas y primíparas en la percepción del dolor. Las multíparas toleran mejor el dolor de parto, por ser éste de menor duración, más corto aunque más fuerte que el de las primíparas. En síntesis, se afirma que la necesidad de alivio del dolor aumenta con la duración del trabajo de parto. En las investigaciones mencionadas anteriormente, realizadas en Europa, también pudo comprobarse que el dolor medido después del evento comienza progresivamente a ser más inexacto y que el dolor más severo es borrado de la memoria en meses. Esto ocurriría por un fenómeno psicológico llamado de inhibición transmarginal. Por este fenómeno la mente humana tiene amnesia para los hechos desagradables, dolorosos. Así se justifica la amnesia para el dolor de parto que en el momento fue vivido como severo o intolerable.14 Cabe entonces preguntarnos cuál es el valor del alivio del dolor de parto si se olvida, si se borra de la memoria. Al respecto F. Reynolds nos dice:6 • Aunque el dolor se olvide rápidamente, esto no lo hace más tolerable en su momento; es por lo tanto simplemente humano intentar aliviarlo. • Aunque pueda creerse que la ansiedad pueda exacerbar el dolor, aliviándolo, puede reducirse dramáticamente la ansiedad materna. • El dolor del trabajo de parto provoca estrés psicológico que puede generar acidosis metabólica materna y disbalance hormonal, incluyendo la liberación de catecolaminas. Desde los babilonios, hebreos, egipcios y griegos, el parto ha sido considerado como un hecho doloroso y temible. Podríamos afirmar que la lucha contra el dolor ha sido el objetivo de la medicina desde que existe la humanidad, aunque el alivio del dolor de parto siempre ha estado rodeado de desconocimiento e incomprensión. • 24 • Rev. Hosp. Mat. Inf. Ramón Sardá 2003, 22 (1) Reconociendo la existencia de factores físicos, obstétricos, fisiológicos, psicológicos, culturales y étnicos, que favorecen o atenúan la percepción del dolor durante el trabajo de parto, el proceso de parto es doloroso en cualquier tipo de población, con independencia de su origen étnico, aunque el entorno social y factores de tipo cultural influyen en la expresión del dolor. Paralelamente a los avances de la civilización, se han ido desarrollando en el mundo occidental diferentes técnicas para el alivio del dolor de parto. Así nos encontramos, a principios del siglo XXI, ante métodos no farmacológicos, psicológicos y físicos; métodos farmacológicos, sistémicos y regionales de alivio del dolor de parto, sin que casi ninguno de ellos pueda adjudicarse el alivio total del dolor de parto sin provocar algún tipo de modificación indeseada en el mismo. Métodos no farmacológicos de alivio del dolor Métodos psicológicos • Preparación para el parto. Nacimiento natural (Dick Read). Nacimiento o parto sin dolor (Lamaze). • Asistencia durante el parto: Pareja Partera Doula • Hipnosis • Biofeedback Métodos físicos • T.E.E.N.S. • Masaje • Acupuntura • Baños de agua • Descompresión abdominal • Aromaterapia • Audioanalgesia • Homeopatía • Herbalismo Analgesia sistémica Analgesia inhalatoria • Concentraciones subanestésicas de agentes inhalatorios halogenados: ¿Sin pérdida de conciencia? ¿Sin riesgo de aspiración / regurgitación? • Administración intermitente: NO2 / O2= Entonox® Halogenados La analgesia inhalatoria para parto consiste en la administración de concentraciones subanestésicas de agentes inhalatorios, para proporcionar analgesia en la primera y segunda etapa del parto, o sólo como suplemento a la anestesia regional o local. Debe tenerse especial cuidado en mantener a la madre despierta para que pueda cooperar y mantener los reflejos protectores de la vía aérea. Actualmente se la utiliza muy poco por varios motivos: la madre bajo los efectos de la analgesia inhalatoria no colabora, tiene amnesia, la analgesia no es completa, posiblemente pierda los reflejos protectores de la vía aérea, tendrá la posibilidad de bronco-aspiración y tendrá alterada la dinámica uterina con grandes posibilidades de hemorragia por atonía uterina. Es importante recordar que el mayor riesgo de este tipo de analgesia es la posibilidad de sobredosis materna, debida a los cambios fisiológicos maternos que influyen sobre la CAM (concentración alveolar mínima). Esta sobredosis accidental ocasionará pérdida de reflejos protectores y rápida instalación de hipoxia.15 Opioides sistémicos • Meperidina: confusión, sueño, náuseas, vómitos, sedación, pérdida de control, depresión del recién nacido. • Morfina + escopolamina = sueño crepuscular • Fentanilo • Sufentanilo • Alfentanilo Los opioides son la medicación sistémica más efectiva para el control del dolor durante el trabajo de parto. Sin embargo, no existe actualmente un narcótico que pueda producir analgesia efectiva sin causar efectos colaterales maternos y/o fetales. Por ello se los utiliza para disminuir el dolor, más que para eliminar el dolor. El efecto colateral más significativo es la depresión respiratoria materna y neonatal. La depresión respiratoria es más importante en la segunda y tercer hora después de la administración intramuscular, pero es más frecuente en la primera hora después de la administración intravenosa.16 Anestesia regional Es la forma más efectiva de analgesia para partos y científicamente comprobada. “La analgesia peridural (AP) es la forma más efectiva de alivio del dolor del parto, pero se la asocia con aumento del índice de parto instrumental ...relacionado con la función motora. El advenimiento de nuevas técnicas que mantienen la función motora podrían reducir la intervención obstétrica”.17 Desde los trabajos presentados por Thorp18 se viene discutiendo sobre los efectos de la analgesia peridural sobre el trabajo de parto. El autor afirmaba que la AP actuaba sobre la progresión del trabajo de parto, prolongando el primer y segundo estadio. Sin dudas, un bloqueo regional denso puede afectar adversamente el progreso del trabajo de parto. Llamamos denso al bloqueo practicado con soluciones concentradas de anestésico local que limitan el movimiento de miembros inferiores y relajan el periné, impidiendo la rotación del móvil fetal hacia el mejor de los diámetros. Lo correcto sería proveer alivio del dolor de parto, tanto en el primer como en el segundo estadio, con soluciones diluidas de anestésico local y el agregado de opioides, según momento y forma de evolución del trabajo de parto.19 Relación entre la AP y la forma de terminación del parto En los estudios de Chesnut y col. y otros autores no parece existir relación entre el empleo de analgesia peridural y el aumento del número de cesáreas, en franca contraposición con lo expresado por Thorp.17 La razón de esa discrepancia es difícil de precisar con exactitud, ya que son muchos los factores que pueden influenciar el progreso normal del parto. Sobre 35.000 analgesias peridurales efectuadas en el Hospital Dexeus, Barcelona, en obstetricia, con soluciones diluidas de bupivacaina y opiáceos, no se observó aumento de partos instrumentales ni mayor duración del parto.20 Contribución de la AP a la epidemia de cesáreas El aumento del índice de cesárea parece relacionarse más con cambios en la actitud obstétrica frente a determinadas situaciones, como parto en pelviana o parto vaginal en cesárea previa, que a su relación con analgesia peridural. Como muestra podríamos revisar las estadísticas de la Maternidad Sardá: en el año 2001 hubo 25,6% de cesáreas y 5,5% de analgesia peridural para parto, mientras que en 1999 las cifras era del 20,7% y 4,37% respectivamente. Es decir un incremento de la tasa de cesáreas del 23,6% y de analgesia del 25,8%, cifras muy similares. Podríamos suponer entonces, que los factores materno-fetales y el manejo obstétrico y no el uso de analgesia peridural, son los factores más importantes asociados al notable incremento del índice de cesáreas. “Se te ha indicado, hombre, qué es lo bueno y qué exige de tí el Señor. Nada más que practicar la justicia, amar la fidelidad y caminar humildemente con tu Dios.” Miqueas 6:8 Mitos y realidades de la analgesia para partos • Celesia • 25 • Bibliografía 1. Caton D. The history of obstetric anesthesia. En: Obstetric anesthesia, principles and practice. DH Chestnut 2nd ed. St Louis (MO): Mosby, 1999:3-12. 2. Moore DC. Anesthetic techniques for obstetrical anesthesia and analgesia. Chicago: Charles C Thomas Publisher, 1964:5-7. 3. Caton D. Obstetric anesthesia: The first ten years. Anestesiology 1970; 33:102-9. 4. Diccionario Real Academia Española 20ª ed. Madrid: Espasa-Calpe; 1984:513. 5. World Health Organization. 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De la revisión del trabajo de la OMS surge que, si bien se reconoce que el parto es un proceso doloroso, como resalta la autora, se mencionan las siguientes consideraciones: • 26 • Rev. Hosp. Mat. Inf. Ramón Sardá 2003, 22 (1) • El parto normal, siempre que sea de bajo riesgo, “no necesita otra intervención que aliento, apoyo y un poco de cuidado cariñoso”, brindando la menor cantidad posible de intervenciones compatibles con la seguridad de la madre y el niño. “En un parto normal debe existir una razón válida para interferir en el proceso natural”. • Se resalta la importancia del apoyo durante el trabajo de parto y el informe señala que “…una mujer en trabajo de parto debe ser acompañada por la persona con quien ella se sienta confortable y en la que confíe: su pareja, su mejor amiga, una partera, etc.”, haciendo notar que el acompañamiento disminuye el dolor. • El informe clasifica las prácticas comúnmente realizadas durante el parto normal en 4 categorías, dependiendo de su utilidad, efectividad e inocuidad. En la Categoría A: Prácticas que se han demostrado útiles y que deben ser estimuladas, se menciona: “Utilizar métodos de alivio del dolor durante el parto, no invasivos y no farmacológicos, tales como masajes y técnicas de relajación”. En la Categoría C: Prácticas para las que existe evidencia insuficiente como para emitir una recomendación definitiva y que deben ser utilizadas con precaución mientras investigaciones futuras clarifican su uso, se mencionan: “Métodos no farmacológicos de alivio del dolor durante el parto, tales como hierbas, inmersión en agua y estimulación nerviosa”. En la Categoría D: Prácticas que se utilizan frecuentemente en forma inapropiada, se menciona el “Control del dolor por analgesia peridural”. En este caso se alerta sobre el uso rutinario e indiscriminado de la anestesia peridural, que transforma el parto normal en un parto de riesgo, ya que exige la colocación de una vía endovenosa, monitoreo materno, etc. Se hace referencia además a las evidencias científicas que prueban un aumento en el número de cesáreas o uso de fórceps cuando se utiliza anestesia peridural. Dra. Celia Lomuto Comité de Redacción Revista del Hospital Materno Infantil Ramón Sardá La razón es inmutable y firme en su juicio, porque es señora de los sentidos y no esclava de ellos SÉNECA Mitos y realidades de la analgesia para partos • Celesia • 27 • Artículo original EL ERROR EN NEONATOLOGIA Dr. Diego Enriquez División Neonatología. HMIR Sardá. Introducción Tanto la magnitud como la frecuencia del error tienen importancia en todas las actividades de la medicina, pero cuando se trata de una terapia intensiva y más aún de pacientes con muy bajo peso con reservas compensatorias y calóricas reducidas, cobran mayor importancia las conductas de prevención. Diferentes puntos del tema deben ser abordados en forma correlativa y sincera por parte de las estructuras conductoras del Servicio para poder crear conciencia en todo el personal a cargo de pacientes. 1. Etapa de reconocimiento del error. Esta sólo se obtiene mediante la constante reflexión de la tarea cotidiana, y colabora con ello el desarrollo de ateneos periódicos sobre el funcionamiento del sistema y específicamente de los errores. 2. Mediciones y pesquisas periódicas (auditorias, controles, encuestas, etc.). 3. Identificación de los probables causales. Entender que el error muchas veces funciona como un iceberg, que oculta debajo del mar aquello que sostiene lo visible (el hecho errado), y que no casualmente es, por mucho, lo más grande. 4. Buscar y crear modificaciones en el sistema para que sea más difícil errar que amparar en las personas el centro del cambio. 5. Entender todos estos puntos como parte de la atención de los pacientes. Poner siempre que se encuentre un error la fuerza en cómo prevenirlo más que en buscar sólo culpables. Clasificaciones En cuanto al primer punto, una forma de ordenar mediante clasificaciones hace más fácil el encarar prioridades y puntos a corregir. La magnitud del error clasifica al mismo en graves cuando atentan contra la vida del paciente, y potenciales aquellos que actúan en forma indirecta agravando la situación del paciente. El error puede ocurrir por la acción (impericia, imprudencia), o por la omisión (negligencia), y todos pueden ser encuadrados en estos causales generales. El tiempo de producción del error los clasifica en pasados, que son aquéllos reconocidos únicamente mediante evidencias como historias clínicas, planillas de enfermería, etc. (visión retrospectiva); presentes, que son los que se encuentran accionando en el momento de la observación y pueden ser solucionados antes de provocar daño; y futuros, aquéllos que devienen de un sistema perverso que genera errores de diverso tipo en forma repetitiva o que hace controles ineficaces. Diversos aspectos de la atención de un paciente son pasibles de ocurrencia de errores; en nuestra especialidad pueden ser: • Identificación del recién nacido. • Procedimientos sobre el paciente (intubación endotraqueal frustra, canalización umbilical con localizaciones riesgosas, punciones de arterias de áreas sin circulación colateral, extravasaciones de drogas necrosantes de tejidos, etc.). • En las tomas de decisiones asistenciales sobre el paciente (diversidad de criterios que llevan a perder la coordinación de acciones a favor de la situación del paciente). • En el funcionamiento y control del funcionamiento de los aparatos (servocontrol alterado de incubadoras o servocunas, tubos de luminoterapia agotados, laringoscopios, bolsas de reanimación rotas o mal armadas, válvula de respirador de flujo intermitente, fallas en filtros de fluidos, etc.) • En las prescripciones: a. Por errores de cálculo de dosis. b. Por errores de caligrafía que generan confusión en los efectores de la indicación médica. c. Por errores en las diluciones, concentraciones o formas de presentación de las distintas drogas. d. Por errores en las dosis prescriptas al no acomodarlas al clearence de creatinina o fallo hepático. • De laboratorio (resultados de determinaciones que no traducen la realidad del paciente, como, por ejemplo, glucemias bajas por tardanza en la realización del método, hemólisis de muestras, etc.). • Falta de anticipación de riesgos probados; como, El error en Neonatología • Enriquez • 19 • por ejemplo, no realizar un estudio de glucemia en un hijo de madre diabética. La falta de administración de corticoides prenatales en el caso de una amenaza de parto prematuro debe figurar dentro de los casos de error por omisión. • Omisión en el cuidado. Esto se puede comprobar en los casos de “encontrar” a un paciente en paro cardiorrespiratorio, o acidosis respiratoria en un paciente intubado en el cual no se aspiró secreciones oportunamente. • En la confección de documentos escritos. Los ejemplos más claros en este punto son la historia clínica y los certificados. La incoherencia, el no reflejo de la realidad, falta de cronología, confusión de pacientes, omisión en la evaluación de la información dada por el laboratorio y radiología, etc., forman parte de la gama tan grande de formas de error plasmadas en un documento público. Formas o estrategias de prevención Cada uno de los puntos destacados anteriormente son pasibles de corrección y prevención. Identificación del RN: a través de sistemas de doble pulsera numerada, clamp con numeración concordante, personal especialmente dedicado al tema, presencia del padre o familiar en el parto y recepción, etc. En cuanto a la confección de las historias clínicas, las auditorias diarias (con ánimo de lectura crítica y no sólo de control de gestión) y los resúmenes semanales, colaboran no sólo en el cuidado individual de los datos de la evolución del paciente, sino también entrena a los involucrados. Otra forma de mejorar la historia clínica es a través de proformas escritas o informatizadas; esta última, con demasiados temas, sobre todo legales, a mejorar. El sistema de “plantillas” es una estrategia válida para la confección tanto de certificados como de consentimientos escritos. Los períodos de entrenamiento al personal en temas de procedimientos, enseña, renueva y mantiene intactas las habilidades manuales. Aquellas instituciones con sistemas de residentes (médicos en formación), reduce la posibilidad de los médicos del plantel estable a la realización de procedimientos, con lo cual muchos de ellos “pierden la mano”. Igualmente, más importante que saber realizar un procedimiento, es conocer las indicaciones precisas para realizarlo (primero pensar y luego hacer). Los errores de laboratorio se compensan cuando se enmarca el resultado con la clínica y el estado del paciente. No debiera aparecer en una historia clínica un resultado de laboratorio sin la debida evaluación y posible conducta a seguir. Los cursos de reanimación cardiopulmonar • 20 • Rev. Hosp. Mat. Inf. Ramón Sardá 2003, 22 (1) neonatal (RCP) debieran ser dictados al menos 1 vez cada 2 años y en los lugares de entrenamiento de médicos residentes en la especialidad realizarse en instituciones con un número de partos al menos superior a 4.000 anuales para asegurar una prudente capacitación en Servicio. Como ejemplo, en promedio, en la Maternidad Sardá se reanima a un RN 1 vez por día, con el sabido entrenamiento intensivo en dicho procedimiento vital en la especialidad de un médico residente. La creación de normas o guías asistenciales colabora con la unificación de criterios y acciones; informatizarlas es importante para tenerlas “on line” desde cualquier terminal, con menos pérdidas o ruptura de papeles. Las normas “interactivas”, es decir, la adaptación de la norma al paciente y no al revés mediante medios magnéticos también es importante para favorecer la tarea. En cuanto a las omisiones en la atención del paciente, el tema es por mucho más complejo y enraizado con la realidad social y organizativa de las instituciones. Igualmente, donde pareciera que este tema es solamente “persona dependiente”, la motivación dada por los jefes, el sistema de toma de personal, los sistemas de capacitación constantes, cansancio del personal (guardias de 24 horas con horarios extensos), crean una atmósfera de trabajo facilitadora o no de ese tipo de errores. Las estrategias para reducir los errores en las prescripciones de medicamentos pueden ser las siguientes: Por fallas de cálculo de dosis: a. Sistemas de doble o triple control (personal médico, enfermería, farmacia, etc.). b. Sistema computarizado a través de planillas de cálculo. c. Planillas de doble entrada para distintas dosis por peso (tablas). d. Tablas de doble entrada. e. Sistemas de combinación de todos los anteriores. Por fallas de caligrafía (no contemplando el aspecto estético del tema): a. Proformas impresas. b. Impresión de sistemas informáticos. c. Personal específico (secretaria). Errores de diluciones y preparaciones de las drogas a administrar: a. Creación de normas locales de enfermería. b. Utilización de presentaciones pediátricas de los fármacos utilizados. c. No cambiar presentaciones. d. Confección y utilización de tablas al respecto. Conclusiones Por lo frecuente e importante del tema tratado, creemos que dentro de las instituciones debiera existir personal especialmente designado y entrenado en buscar, estudiar y prevenir accidentes y errores. Entendido desde los costos, es marcadamente más redituable prevenir que tratar las consecuencias de los errores sobre la atención de los pacientes. Por sobre todo entender y hacer entender que la peor estrategia es el ocultamiento, porque en esta acción no hay aprendizaje, y que el temor al litigio por mala praxis se da más por la mala confección de la historia clínica y una mala relación con el paciente y su familia. Agradecimiento A la fundación Bunge y Born que colabora a través de la beca otorgada al autor para llevar a cabo este proyecto Bibliografía consultada 1. Ceriani Cernadas JM. El error en medicina: reflexiones acerca de sus causas y sobre la necesidad de una actitud más crítica en nuestra profesión. Arch.argent.pediatr 2001; 99(6):522-529. 2. Leape LL, Brennan TA, Laird N, Lawthers AG, Localio AR, Barners BA, et al. The nature of adverse events in hospitalized patients. Results of the Harvard Medical Practice Study II. N Engl J Med 1991; 324 (6): 377-84. 3. Ross LM, Wallace J, Paton JY. Medication errors in a paediatric teaching hospital in UK: five years operational experience. Arch Dis Child 2000; 83: 492-7. 4. Steinbrook MD. The debate over residents´ work hours. N Engl J Med 2002; 347(16):1296-1302. 5. Gaba DM, Steven K, Howard MD. Fatigue among clinicians and the safety of patients. N Engl J Med 2002; 347(16):1249-1255. 6. Leape L, Epstein A. Editorials. N Engl J Med 2002; 347(16):1273. 7. Cavuoto M, Kudlu P. et al. Influence of frecueny and nature of prescriber errors detected in a Children's Hospital. Albany Medical Center. SPR 2002 Kaushal R, Barker Kenneth, et al. How can information technology improve patient safety and reduce medication errors in Children's healt care? Arch Pediatr Adolesc Med 2001; 155:1002-1007. 8. Lesar T, Briceland L, Stein D. Factors related to errors in medication prescribing. JAMA 1997; 277(4):312-317. 9. Rascheke R, Gollihre B, et al. A computer alert system to prevent infury from adverse drug events. JAMA 1998; 280(15):1317-1320. 10.Bates D, Leape L, Cullen D, Laird N, Petersen L, et al. Effect of computerized physician order entry and a team intervention on prevention of serious medication errors. JAMA 1998; 280(15):1311-1316. 11.Agrest A. Definiciones de errores médicos. Capítulo 61. Más reflexiones inexactas de un observador médico. Biblioteca Médica Aventis. 2002; 312: 315. CONOCIMIENTO CIENTÍFICO: es a veces desagradable, a menudo contradice a los clásicos (sobre todo si es nuevo), en ocasiones tortura al sentido común y humilla a la intuición. Por último puede ser conveniente para unos y no para otros. La ciencia: su método y su filosofía, pág. 64 MARIO BUNGE El error en Neonatología • Enriquez • 21 • Artículo original REMODELACION DEL SERVICIO DE NEONATOLOGIA. PROPUESTA DE UN MODELO RACIONAL Y FUNCIONAL Arq. Alejandra Achával Servicio de Voluntarias Damas Rosadas, HMIR Sardá. Dr. Juan C. Buscaglia División Neonatología HMIR Sardá. Dr. Miguel Larguía División Neonatología HMIR Sardá. Dentro del marco del programa Maternidad Centrada en la Familia, a instancias del Dr. Miguel Larguía y con el apoyo de la Fundación Aguas Argentinas, se realizó en dos etapas entre el año 2001 y 2002 la remodelación del área de Neonatología de la Maternidad Sardá. El diseño de la obra estuvo a cargo del equipo de salud liderado por el Dr. Juan Carlos Buscaglia y la Arq. Alejandra Achával, del Servicio de Voluntarias Damas Rosadas, y la ejecución de la obra fue adjudicada a MIG SA, a cargo del Ing. Fabio Estray, siendo el responsable de obra el Arq. Leonardo Damiani. Con más de 6.000 nacimientos anuales, cubriendo el 25% del total de los partos de los establecimientos públicos de la Ciudad de Buenos Aires, la Maternidad Sardá es considerada una megamaternidad. Casi 1.500 de estos nacimientos pertenecen a niños prematuros o patológicos. Su sobrevida es cada vez mayor y puede anticiparse que continuará mejorando, teniendo en cuenta el progreso tecnológico y el conocimiento científico en el área. Dichos progresos tornaron obsoleta la planta de 800 m2 originalmente diseñada en 1970 para internación de Pediatría, la cual, finalmente, era utilizada para internación neonatológica. Siguiendo la filosofía del Dr. Miguel Larguía, entendiendo a la madre y a su hijo como verdaderos dueños de casa de la Maternidad, se produjeron modificaciones sustanciales en el comportamiento de los usuarios del área, las que requerían cambios en la estructura edilicia: • Presencia constante de los padres y madres. • Fortalecimiento del vínculo paciente/centro hospitalario. • Visita de abuelos y hermanos. • Promoción de hábitos de higiene. • Incorporación de acciones de educación para la salud. • Centro de extracción de leche materna. • 16 • Rev. Hosp. Mat. Inf. Ramón Sardá 2003, 22 (1) • Presencia del Servicio de Voluntarias. Logrando consenso entre los distintos componentes del equipo de salud (médicos, enfermeras, mucamas, Servicio de Voluntarias, personal de mantenimiento) se definieron las pautas que determinarían el nuevo diseño. • Optimización del uso del espacio sin necesidad de aumentar la capacidad de internación. • Bajo costo de remodelación. • Servicio duro, es decir, poco mantenimiento y buena vejez. • Uso intensivo y alto tránsito permanente. • Alta rotación de pacientes y de personal. • Gravedad y urgencia de los cuadros que se presentan. • Falta de intervalos libres (para limpiar y reparar). • Aislamiento efectivo de la obra. Se tomó como premisa fundamental que la remodelación tendría que hacerse sin interrumpir su funcionamiento, es decir, sin “cerrado por remodelación”, ya que dicho cierre significaría dejar a la Maternidad Sardá fuera de servicio. Por lo tanto se realizó la obra en dos etapas, comenzando con 280 m2 de enero a marzo del 2001 y luego con 520 m2 de marzo a julio del 2002. Para la primera intervención se diseñó un solo gran ambiente para Unidad de Terapia Intensiva y Unidad Cuidados Intermedios (UTI/UCI), eliminando las particiones existentes, dejando otro mucho más pequeño para aislamiento y procedimientos. La segunda etapa incluyó pasillo, SUM, aislamiento externo, internaciones prolongadas, material, Sala 1 Recién Nacidos, heladera, antecámara baños (2), pañol y lavado de material y equipos. Para esta obra se realizó un túnel que permitiera el correcto aislamiento del área en remodelación del área utilizable. Se ubicaron los puestos de trabajo con las respectivas tomas de gases medicinales y eléctricas en las paredes perimetrales. Mesadas centrales con piletas en los extremos y depósito de material bajo Escala 1:100 UTI - UCI Sector 1 Planta general Censo ocupacional: UTI/UCI 33 RN (Mx) Prematuros 15 a 21 RN Remodelación del Servicio de Neonatología. Propuesta de un modelo racional y funcional • Achaval y col. • 17 • Corte esquemático: Sector 1 (Crecimiento de prematuros) Escala 1:100 • 18 • Rev. Hosp. Mat. Inf. Ramón Sardá 2003, 22 (1) mesada. Estante perimetral técnico para monitores y bombas de perfusión. Se modificó el diseño y posición de carpinterías existentes en UTI/UCI, resultando ventanas altas, fijas y de abrir con mosquiteros, que dejan las paredes libres para ser utilizadas por los puestos ubicados a igual distancia uno de otro. Se diseñaron dos columnas técnicas para ubicar puestos suplementarios. Todos los materiales utilizados cumplían las condiciones de duro y económico: • Paredes y pisos de mosaico granítico. • Mesadas de granito gris Mara. • Columnas técnicas revestidas en acero inoxidable. • Cielorraso no desmontable y de material ignífugo • Canillas no automáticas. • Acoples de gases médicos a rosca (no acople rápido). • Estante técnico en laminado plástico con ménsulas resistentes. • Puestos con tomas y llaves de corte individuales. • Aberturas de abrir a banderola con película de control solar. • Piletas de patio con tapa ciega para casos de emergencias hídricas. Cada puesto para recién nacido se diseñó con un panel para gases médicos con dos tomas para oxígeno, una para aire comprimido y una para aspiración. Las cañerías de cobre electrolítico fueron probadas, a punta soldada, a una presión de 10 kg/cm2 durante un lapso de 2 horas. Los cuerpos del panel fueron construidos en perfilería de aluminio extruido para uso hospitalario, con frentes rebatibles y cierre a presión, aptos para realizar trabajos de mantenimiento sin inconvenientes y dejando espacio necesario para las reparaciones. Se especificaron 12 tomas 220 y baja tensión para cada niño en UTI/UCI y cada 3 RN en Crecimiento de Prematuros. La iluminación se resolvió con artefactos de luz difusa de tipo herméticos. En el pasillo de acceso se ubicó un placard integral de 2,7 m altura y una longitud de 11 m. para ser utilizado como depósito de material. Se colocaron bachas con grifería monocomando en todos los ambientes para la correcta higiene de manos de todo el personal o visitantes. Se instaló un obrador en el jardín, al pie del sector de obra, ingresando todo el material por vía externa, sin interferir en el funcionamiento de la Maternidad. Siguiendo las premisas de crear ámbitos familiares, se ambientó el lugar con colores pastel, guardas infantiles y arreglos florales. Artículo original CONTRIBUCION DE LA PREMATUREZ EXTREMA, MODERADA Y LEVE A LA MORTALIDAD NEONATAL Carlos Grandi* Epidemiología Perinatal y Bioestadística. Hospital Materno-Infantil Ramón Sardá. A.Miguel Larguía* División Neonatología. Hospital Materno-Infantil Ramón Sardá. Resumen Objetivos Estimar la contribución del parto prematuro extremo (EG 28-31), moderado (32-33) y leve (34-36 semanas) a la mortalidad neonatal. Métodos Diseño caso-control de una cohorte hospitalaria. Población: 16.159 registros del Sistema Informático Perinatal del Hospital Materno Infantil Ramón Sardá de Buenos Aires (1992- 1994). Resultados Principales: Riesgo crudo, Riesgo Relativo y Riesgo Atribuible Poblacional de la Mortalidad Neonatal Precoz (0-6 días), Tardía (7-27 días) y Postneonatal (> 28 días) hasta el egreso hospitalario para los Prematuros Extremos, Moderados y Leves nomalformados (n= 2192) en comparación con los RN al término (>37 semanas; n= 13.967). Resultados Tasa de prematurez: 13.5%. Riesgo crudo de muerte neonatal global entre Prematuros Extremos, Moderados y Leves: 368, 12.4 y 6.1 por mil respectivamente. El RR de Mortalidad Neonatal Precoz fue de 445 (IC 95% 266-758), 12.1(4-36) y 6.7 (3.1-14.4) para prematuros Extremos, Moderados y Leves respectivamente. El RAP para la Mortalidad Neonatal Precoz fue de 88%,19% y 37%, respectivamente, para la prematurez Extrema, Moderada y Leve. Los correspondientes RAP para la Mortalidad Neonatal Tardía fueron 55%, 20% y 21% respectivamente. Conclusiones En los países en desarrollo el parto prematuro continúa siendo uno de los mayores problemas de salud pública. El prematuro leve, y especialmente el moderado, presentan un elevado RR de muerte durante los primeros 28 días y son responsables de una importante fracción de la mortalidad neonatal precoz y tardía. Palabras clave Prematurez, mortalidad, riesgo. Introducción La OMS define el parto prematuro como el nacimiento anterior al cumplimiento de las 37 semanas de edad gestacional (EG).1 El parto prematuro es reconocido como uno de los principales desafíos de la salud pública debido a que representa la principal causa de la mortalidad infantil, tanto en países desarrollados como en desarrollo, y contribuye, además, a una substancial morbilidad.2-4 La mayoría de los estudios sobre morbi-mortalidad en prematuros se han focalizado en los prematuros muy inmaduros (EG<32 semanas);5-6 mientras que aquellos recién nacidos entre las 32 y 36 semanas de EG son mucho más frecuentes, sus riesgos menores debido a los recientes avances en el cuidado intensivo neonatal7 y su impacto sobre la Salud * Correo electrónico: [email protected] Pública no han sido bien estudiados en nuestro medio. Por lo tanto, es importante distinguir entre riesgo absoluto (tasa), riesgo relativo (RR) y el impacto sobre la salud pública (riesgo atribuible poblacional). El riesgo relativo indica cuánto más frecuentemente ocurre un resultado en personas con y sin el factor de riesgo. El riesgo atribuible poblacional (RAP) es la proporción de todos los casos con el resultado que ocurren en una determinada población y que pueden ser atribuidos a la exposición al factor de riesgo.8 Debido a que el RAP es una función tanto del RR así como de la prevalencia del factor de riesgo en la población, aquellos factores de riesgo más comunes pueden contribuir a mayores RAP en comparación con factores de riesgo raros.9 Nuestra hipótesis, es que los partos prematuros extremos, moderados y leves, definidos como aque- Contribución de la prematurez extrema, moderada y leve a la mortalidad neonatal • Grandi y col. • 11 • llos recién nacidos vivos entre 28 y 31, 32 a 33 y 34 a 36 semanas completas de gestación, respectivamente, se asocian con un riesgo aumentado de mortalidad neonatal hasta el egreso hospitalario en comparación con los recién nacidos a término, y contribuyen a una importante fracción de la mortalidad neonatal. Además, hipotetizamos acerca de que estos elevados riesgos para la mortalidad neonatal podrían concentrarse más en el período neonatal precoz (<7 días de vida) que en el neonatal tardío o postneonatal, de manera similar a lo observado en otros países de la región y en contraste a los países centrales.10 Los objetivos fueron, entonces, estimar la contribución del parto prematuro extremo (EG 28-31 sem.), moderado (32-33 sem.) y leve (34-36 sem.) a la mortalidad neonatal hasta el egreso institucional. Material y métodos Este es un estudio de caso-control de una cohorte histórica entre 1992 y 1994, constituida por 16.159 registros continuos de la base de datos del Sistema Informático Perinatal (OPS/OMS)11 del Hospital Materno-Infantil Ramón Sardá de Buenos Aires, institución pública de nivel universitario que cubre parte de la población urbana y suburbana de la ciudad de Buenos Aires. Utilizamos tres años consecutivos (1992-1994) para aumentar el número de decesos en la base y así conseguir una estimación más estable del riesgo. La edad gestacional se calculó a partir de la fecha de la última menstruación (FUM) y, en los casos en que la FUM no era reportada o de incompatibilidad biológica de la relación peso de nacimiento (PN)/edad gestacional, ésta era substituida por la EG derivada de la ultrasonografía y/o el examen físico (Método de Capurro).12 Para los casos se categorizó la edad gestacional en prematurez extrema (28-31 semanas), prematurez moderada (32-33 semanas) y prematurez leve (34-36 semanas) mientras que la edad al fallecimiento fue clasificada en mortalidad neonatal precoz (0-6 días), tardía (7-27 días) y postneonatal (≥28 días) hasta el egreso hospitalario, de acuerdo a la clasificación propuesta por la International Collaborative Effort on Perinatal and Infant Mortality.13 Se adoptó como grupo control al recién nacido de término (37-41 semanas). Se excluyeron los fetos muertos, gemelares y las anomalías congénitas. Medida de los resultados principales: Riesgo crudo (por 1.000 RN vivos, equivalente a la Tasa de Mortalidad Específica), Riesgo Relativo (RR) y Riesgo Atribuible Poblacional (RAP) de la Mortalidad Neonatal Precoz (0-6 días), Tardía (7-27 días) y Postneonatal (≥28 días) para los prematuros extremos (E), moderados (M) y leves (L) no-malformados • 12 • Rev. Hosp. Mat. Inf. Ramón Sardá 2003, 22 (1) (n= 2.192), en comparación con los RN al término (≥37 semanas, n= 13.967). El riesgo para la mortalidad neonatal tardía se calculó basándose en los sobrevivientes al período neonatal precoz (≥7 días). El RAP para las categorías de la variable parto prematuro (28-31, 32-33 y 34-36 semanas de gestación) se basaron en el método de Miettinen,14 aplicando la fórmula: RAP= Pi (RRi – 1) x 100 ––––––––––––––––– Σ Pi (RRi – 1) + 1 donde Pi es la prevalencia de la i categoría de parto prematuro (28-31, 32-33 o 34-36 semanas) y RRi es el RR de mortalidad correspondiente a esa categoría en relación al término (EG ≥37 semanas). Para el análisis estadístico se utilizó el programa EPIDAT (v.2, Xunta de Galicia y OPS/OMS, 1997). Resultados En la Tabla 1 se puede apreciar la distribución de la muestra según la edad gestacional. La prematurez leve representó el 10,2 % del total de nacidos vivos, mientras que la prematurez moderada, el 1,9 %. Los pesos medios de nacimiento para cada categoría, según la curva local de referencia (15), fueron: 1.0301.450 g para la prematurez extrema, 1.650-1.830 g y 2.080-2.590 g para la prematurez moderada y leve respectivamente. Para cada categoría del parto prematuro la Tabla 2 muestra el Riesgo Crudo, el RR y el RAP (con sus IC 95%) de la mortalidad neonatal precoz, tardía, postneonatal y total para todos los RN vivos unigetos no malformados, en comparación con los RN al término. El 80% de la mortalidad global (11,1 por mil) correspondió al período neonatal precoz (0-6 días), el 11,6% a la mortalidad tardía (7-27 días), y el restante 8,4% al período post-neonatal. Como era de esperar, los tres indicadores de Tabla 1: Distribución de la edad gestacional de los RN vivos sin malformaciones (HMIRS 1992-94) Edad gestacional (FUM, semanas) n 28-31 (extrema) 32-33 (moderada) 34-36 (leve) 37-41 Total 234 306 1.652 13.967 16.159 % 2.192 1,4 1,9 10,2 86,5 100 13,5 riesgo fueron más elevados para los RN menores a 32 semanas de gestación. Aquellos niños nacidos entre las 32 y 33 semanas presentaron un RR de casi el doble para la muerte neonatal precoz y el triple para la tardía, en comparación con los RN de 34 a 36 semanas de edad gestacional. No hubo modificaciones en el riesgo de morir, según la edad postnatal para la prematurez moderada (RR 12,1 y 13,2), en comparación a los RN al término, mientras que para la prematurez leve el riesgo disminuyó cerca de dos veces (RR 6,7 y 3,6) . Los RAP oscilaron desde 19% a 20% para aquellos RN entre 32 y 33 semanas y entre 21% y 37% para aquellos nacidos entre 34 y 36 semanas de edad gestacional, siendo llamativo que para aquellos RN fallecidos más allá de la primera semana y antes de los 28 días no hubo diferencias entre la prematurez moderada y leve (20% vs. 21% respectivamente), mientras que para el total de la población el RAP de la prematurez leve duplicó a la de la prematurez moderada (35% y Tabla 2: Riesgos de mortalidad neonatal y postneonatal de prematuros extremos, moderados y leves sin malformaciones comparados con recién nacidos de término (HMIRS 1992-1994) Mortalidad neonatal Total fallecidos n Riesgo crudo %0 (n) RR (IC 95%) RAP % (IC 95%) 28 a 31 semanas (Extremos) Precoz Tardía Postneonatal Total 113 9 14 136 483 (113/234) 74.3 (9/121) 125 (14/112) 581 (136/234) 445 (266-758) 148 (565-391) — 368 (239-568) 88 (82-93) 55 (31/80) — 86 (80-91) 32 a 33 semanas (Moderados) Precoz Tardía Postneonatal Total 4 2 0 6 13 (4/306) 6.6 (2/302) — 19.6 (6/306) 12.1 (4-36) 13.2 (2.7- 63.3) — 12.4 (5-30) 19 (0-38) 20 (-7-48) — 19 (4-35) 34 a 36 semanas (Leves) Precoz Tardía Postneonatal Total 12 3 1 16 7.2 (12/1.652) 1.8 (3/1.640) 0.61 (1/1.637) 9.6 (6/1.652) 6.7 (3.1-14.4) 3.6 (0.9-14) — 6.1 (3.2-11) 37 (16-58) 21 (-10-53) — 35 (17-52) 37 a 41 semanas (Término) Precoz Tardía Postneonatal Total 15 7 0 22 1.0 (15/ 13967) 0.5 (7/ 13952) 0 1.5 (22 /13967) 1 1 1 1 (referencia) (referencia) (referencia) (referencia) Total Precoz Tardía Postneonatal Total 144 21 15 180 8.31 (80%) 1.3 (11.6%) 0.92 (8.4%) 11.1 (100%) RR indica Riesgo Relativo; IC: intervalo de confianza; RAP: riesgo atribuíble poblacional; Mortalidad Neonatal (MN) Precoz, edad 0-6 días; MN Tardía, edad 7-27 días y Mortalidad Postneonatal, edad >28 días hasta el alta hospitalaria. Contribución de la prematurez extrema, moderada y leve a la mortalidad neonatal • Grandi y col. • 13 • 19% respectivamente), atribuible a la mayor prevalencia de este último grupo (Tabla 2). Discusión Los datos del presente estudio, que incluyó una cohorte hospitalaria de RN cuyas madres provenían de la región metropolitana y del primer y segundo cordón del Gran Buenos Aires,16 permitió sostener la mayoría de nuestras hipótesis. El prematuro leve, y especialmente el moderado, presentan un elevado riesgo de muerte durante los primeros 28 días de vida, aún luego de excluir a los gemelares y malformados, en comparación de aquellos RN que logran llegar al término (≥37 semanas), y son responsables de una importante fracción de la mortalidad neonatal precoz (11,2%) y tardía (23,8%). Estos resultados ponen de relieve la diferencia al momento de interpretarlos desde las perspectivas clínicas y de Salud Pública, o sea entre el riesgo crudo (tasa) por un lado, y el RR y el RAP, por el otro. Así, mientras que el riesgo absoluto disminuyó a medida que aumentaba la edad gestacional, los riesgos relativos eran muy elevados y estadísticamente significativos, excepto para la mortalidad neonatal tardía en la prematurez leve, atribuible al escaso tamaño muestral. A pesar de los substancialmente menores riesgos absolutos, la suma de los riesgos atribuibles poblacionales para los prematuros entre 32-33 y 3436 semanas fueron muy elevados, alcanzando casi los dos tercios de aquellos nacidos entre 28 y 31 semanas (54% vs. 86%, Tabla 2). Cuando esto se combina con sus elevados números de casos en comparación con los prematuros extremos (12,1% vs. 1,4%, Tabla 1), representa un importante impacto a escala poblacional. Estos hallazgos no disminuyen en absoluto la trascendencia clínica y de salud pública de la prematurez extrema. En el presente estudio los RN entre las 28 y 31 semanas de gestación contribuyen a una elevada proporción de las muertes neonatales (71%), a pesar de su rara ocurrencia (1,4%). Además, cabe destacar que los costos para la atención en internación de estos prematuros representan para el erario público elevadas sumas.17 Una de las limitaciones del presente estudio es que no se analizó la heterogeneidad del parto prematuro que, según lo planteado por varios autores, influiría en los resultados perinatales.18-20 Esta clasificación incluye el parto prematuro espontáneo (que comprende al idiopático y la ruptura prematura de las membranas) y el médicamente indicado. Lamentablemente, nuestra base de datos no permitió hacer esta distinción. Otra limitación es que el origen hospitalario de la • 14 • Rev. Hosp. Mat. Inf. Ramón Sardá 2003, 22 (1) muestra podría haber sobrestimado el riesgo de muerte neonatal. Sin embargo, la ventaja del estudio es que, merced a la estructura del Sistema Informático Perinatal (SIP), éste permite registrar la edad gestacional del recién nacido o feto muerto, a diferencia de los registros nacionales,21 por lo que a escala poblacional no hubiera sido posible realizar la investigación, ya que el objetivo era explorar diferentes puntos finales a distintos niveles de la duración de la gestación. Dada la cobertura y consistencia del SIP en nuestro centro creemos que los resultados podrían ser representativos de la población asistida.22 Dada la ausencia de un estudio de diseño similar en la Argentina y en un intento de comparar nuestros resultados con los de otras latitudes, a pesar de las limitaciones del presente estudio ya mencionadas, tanto EE.UU. como Canadá a escala poblacional presentaron, por un lado y para la misma época, riesgos notablemente inferiores para la mortalidad neonatal pero, por el otro, la suma de los RAP de los RN desde las 32 hasta las 36 semanas de gestación excedió, en forma similar a nuestros hallazgos, a los de 28-31 semanas para todos los niveles de edad postnatales.10 Sorprendentemente, en este estudio, tanto la prematurez leve como la moderada, presentaron elevados riesgos absolutos y relativos para la mortalidad infantil, en comparación con los RN >37 semanas, y fue responsable de una elevada fracción de las muertes durante el primer año de vida. Esto también se ve reflejado en el hecho de que, a pesar de la continua declinación de la mortalidad neonatal en la República Argentina,21 así como en nuestro Centro,22 atribuibles a las mejoras en los cuidados del alto riesgo obstétrico y neonatal, las tasas de mortalidad neonatal (<28 días) para 1994 (13,9 y 10,7 por mil RN vivos, respectivamente) fueron similares a la comunicada para los EE.UU. a mediados de la década del 70,23 es decir, una “brecha” de casi 20 años. En conclusión, los recién nacidos de pretérmino, tanto leves como moderados, continúan contribuyendo en nuestro medio a una importante fracción de la mortalidad neonatal. Los obstetras deberían estar advertidos de estos riesgos cuando contemplan interrumpir embarazos de pretérmino, ya sea por inducción o cesárea, mientras que los pediatras deberían monitorizar de cerca a estos bebés, tanto antes como después del alta hospitalaria. Nuestros hallazgos refuerzan la idea de que en países emergentes como los latinoamericanos la prevención del parto prematuro leve, así como del moderado –y de sus muertes asociadas–, son prioridades para el diseño de futuras investigaciones e intervenciones clínicas. Bibliografía 1. World Health Organization. The prevention of perinatal mortality and morbidity. Geneva, Switzerland: WHO Technical Report Series; 1970. Report 457. 2. McCormick MC. The contribution of low birth weight to infant mortality and childhood morbidity. N Engl J Med 1985; 312:82-90. 3. Institute of Medicine. Preventing low birth weight. Washington, DC: National Academy Press;1985. 4. Programa Nacional de Estadísticas de Salud. Ministerio de Salud. Estadísticas Vitales 1995. Serie 5 Nº 39. Buenos Aires, Argentina, 1996. 5. Lee K-S, Kim BI, Khoshnood B, et al. Outcome of very low birth weight infants in industrialized countries: 1947-1987. Am J Epidemiol 1995; 141:1188-1193. 6. Gould JB, Benitz WE, Liu H. 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Contribución de la prematurez extrema, moderada y leve a la mortalidad neonatal • Grandi y col. • 15 • Artículo original USO DE METODOS ANTICONCEPTIVOS E INFORMACION SEXUAL EN RELACION CON LOS ANTECEDENTES DE ABORTO EN UNA MUESTRA DE ADOLESCENTES EMBARAZADAS DE 13 A 18 AÑOS, ESCOLARIZADAS, DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES* Lic. Marcelo Della Mora; Lic. Alejandra Landoni Docentes de la Cátedra Psicología Evolutiva I y II del Departamento de Psicología, Universidad Argentina John F. Kennedy. Resumen Se estudiaron las características psicológicas y sociodemográficas en una muestra de adolescentes embarazadas, escolarizadas de 13 a 18 años de la ciudad de Buenos Aires. Se recolectaron datos primarios a través de la administración de una encuesta con el objetivo de analizar, relacionar y comparar la relación entre la utilización de métodos anticonceptivos y la información y formación sexual recibidas. Los datos se analizaron con los estadísticos Chi-cuadrado (prueba de Mantel-Haenszel), Test de probabilidad exacta de Fisher y V de Cramer. La información recibida no incidiría en la utilización de métodos de control de la natalidad y cuidado de la salud en las jóvenes con antecedentes de aborto. Palabras clave: adolescentes embarazadas, métodos anticonceptivos, información sexual, aborto. Introducción Si bien siempre ha habido embarazo precoz, recién en la década del ’70 el tema comenzó a aparecer como preocupación social. En 1974 la Organización Mundial de la Salud (OMS) empezó a prestarle especial atención dentro de la temática general de la salubridad adolescente y lo planteó como problema creciente de alto riesgo y capital importancia (OPS, 1990). Mientas disminuye la tasa global de fecundidad en los países desarrollados y algunos en vías de desarrollo, aumenta en cambio la de las adolescentes, observándose una tendencia creciente a dar a luz por primera vez a edades tempranas (Torrado1, 1993). Algunos autores (por ejemplo: Groisman et al., 1999; Casullo2 , 1998; Irwin3, 1990) sostienen que el embarazo y la maternidad, en cualquier situación adversa colocan a la madre y al niño en situación de alto riesgo personal y social, lo cual se ve agudizado sobre todo en la adolescencia temprana. Pantelides (1991) demuestra que el 14,9% de los nacimientos de nuestro país corresponde a madres menores de 20 años.4 La maternidad temprana suprime las etapas de maduración de la adolescente, trayendo consecuencias sociales como deserción escolar, dificultades * Trabajo realizado en el marco del Programa de Investigación Científica de la Universidad J. F. Kennedy. económicas, falta de paternidad responsable por parte del progenitor del bebé y frustraciones sociales (Rubarth, 19945; Bianco, 1992). El problema que se presenta para la niña-madre es que está transitando por el difícil camino de transformarse en una mujer adulta, y a la crisis de la adolescencia se le suma la crisis del embarazo, la que es una subcrisis provocada por la presencia de una vida en el vientre, que compromete a esta joven con una responsabilidad y madurez que no ha desarrollado totalmente (Elster y Lamb, 1987).6 Prácticamente toda la problemática de la salud reproductiva adolescente se vincula a la tendencia de los jóvenes a practicar conductas sexuales riesgosas (Pantelides y Bott, 2000),7 entre las cuales se observan: inicio cada vez más precoz de la vida sexual; poco reconocimiento de los riesgos; las relaciones sexuales son imprevistas y ocurren en lugares y situaciones inapropiadas; experimentan continuos cambios de pareja (promiscuidad); tienen poco conocimiento de la sexualidad; no se plantean el control del embarazo; demuestran escasa orientación y uso de anticonceptivos; y poseen insuficiente información sobre las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y su prevención. Asimismo, tienen poca experiencia para reconocer los síntomas del embarazo y son renuentes a aceptar la realidad de su situación. Por otra parte, desconocen adónde Uso de métodos anticonceptivos e información sexual en relación con los antecedentes de aborto en adolescentes embarazadas • Della Mora y col. • 3 • acudir para obtener orientación y ayuda, y en general vacilan en confiar en los adultos.8 materna; esto determina una dificultad del canal del parto para permitir el paso del polo cefálico fetal. Otra manifestación del desarrollo incompleto del La información sexual aparato genital de la madre adolescente es la estreUno de los modos de prevenir es informar. La chez del canal blando, lo que favorece las complicainformación que se les brinda a los adolescentes ciones traumáticas del tracto vaginal. Esto implica puede ser muy interesante; sin embargo en el mo- lesiones anatómicas (desgarros), así como mayor mento de tomar decisiones la información no alcan- probabilidad de hemorragias e infecciones en un za, porque debe ir acompañada de la educación que terreno materno que puede estar comprometido van recibiendo paulatinamente de la familia y otros por la desnutrición y anemias previas. La estrechez agentes: los medios de comunicación social, la es- de cualquiera de las dos porciones del canal del cuela, la iglesia y los servicios de salud. Cada uno de parto (ósea o blanda) implica un mayor peligro de ellos actúa de diversos modos, con influencia de parto traumático para el feto y presenta una amplia distinto grado y con diferentes niveles de profundi- variedad y grado de severidad. dad en la formación de la personalidad. Entre los riesgos sociales se citan el abandono o Para que la información tenga eficainterrupción de los estudios, el comiencia debe constituirse en formación. Sin zo de la actividad laboral sin la debida duda, la información sexual es uno de preparación cultural, unirse en matriPara las mujeres los aspectos de la educación sexual, monio o en concubinato sin suficiente que sobreviven a pero es necesario remarcar que tammaduración sobre lo que es la vida las dificultades bién incluye la formación de actitudes familiar, la crianza y educación de los hacia lo sexual. Dichas actitudes tiehijos. El embarazo, deseado o no, desde un aborto se nen como base el sistema de valores, empeña un papel fundamental en la presenta toda ideales, normas, pautas e ideologías determinación de las oportunidades una serie de que sobre la sexualidad tiene la cultura futuras de la joven, ya que puede desorcomplicaciones a en la que el sujeto vive. La información ganizar su vida, su educación y su relalargo plazo, entre permanece en el nivel intelectual y la ción familiar. Como riesgo psicológico las que formación se inserta en la personaliestá la posible separación del núcleo sobresalen una dad, manifestándose en la conducta. paterno y familiar, ya sea por inconformayor incidencia Para que esto suceda, la información midad o por un matrimonio precoz y de embarazo tiene que motivar a los sujetos para de poca estabilidad, condenado muectópico, que puedan trasladarla a sus propias chas veces al fracaso. vivencias, compararla con sus conociinfección pélvica mientos previos y relacionarla con heLa problemática del aborto crónica e chos actuales. La información debe No hay forma de medir exactamente infertilidad. producir conflictos y estar acorde con la prevalencia del aborto ilícito, y musus intereses, de manera que no percho menos conocer qué proporción de manezca sólo en el plano intelectual sino también éstos se realiza en adolescentes. El aborto en la afectivo, convirtiéndose en formación, constitutiva adolescencia constituye un elemento fundamental de la personalidad (Piaget & Inhelder, 1977).9 que afecta la salud reproductiva de este sector de la ¿Qué hechos pueden suscitarse cuando las ado- sociedad. Las complicaciones producidas por aborlescentes deben afrontar un embarazo? Entre los tos ilegales caen en dos categorías fundamentales: factores preocupantes se señala la ignorancia por la primera está relacionada con heridas causadas parte de las jóvenes acerca de su fisiología (Videla, por el procedimiento mismo, que incluye tanto la 199010 ; Giberti et al., 199711 ). Trabajos anteriores perforación uterina como heridas a otros órganos sostienen que en un gran número de casos repiten la internos, laceraciones cervicales y hemorragia; la historia de sus madres y abuelas que también die- segunda categoría está dada por infecciones y pérron a luz siendo adolescentes jóvenes (Jusid, 1986; dida de sangre asociadas al aborto incompleto, así Viladrich, 1991; Pantelides y Bott, 2000). El primer como a la introducción de bacterias dentro de la embarazo plantea riesgos específicos que se suman cavidad uterina durante la práctica de éste. En mua los derivados de la inmadurez fisiológica de la chas ocasiones el útero lesionado debe ser extirpaadolescente. En el período de parto, el problema do. Para las mujeres que sobreviven a las dificultamás común es la alteración de la presentación y la des de un aborto se presenta toda una serie de posición del feto, que se relaciona con la incapaci- complicaciones a largo plazo, entre las que sobresadad propia del desarrollo incompleto de la pelvis len una mayor incidencia de embarazo ectópico, • 4 • Rev. Hosp. Mat. Inf. Ramón Sardá 2003, 22 (1) infección pélvica crónica e infertilidad. Cuando las adolescentes se encuentran con su hijo en brazos, por lo general no tienen conciencia de lo que representa este ser. En ocasiones presentan síntomas depresivos y de ansiedad, son proclives al llanto, se ven asaltadas por sentimientos ambivalentes para con el bebé, que a veces provocan el rechazo. Ante la importancia del embarazo para la estabilidad emocional de las madres y del bebé por nacer, nos preguntamos: ¿qué relación existe entre los antecedentes de aborto y el uso de métodos anticonceptivos (MAC) en las adolescentes en las cuales se manifiesta o se manifestó el fenómeno del embarazo? ¿Qué relación existe entre los antecedentes de aborto y la información sexual recibida de los padres en las adolescentes en las cuales se manifiesta o se manifestó el fenómeno del embarazo? Objetivos Describir y analizar: • La relación entre los antecedentes de aborto y el uso de métodos anticonceptivos en las adolescentes en las cuales se manifiesta o se manifestó el fenómeno del embarazo. • La relación entre los antecedentes de aborto y la información sexual en las adolescentes en las cuales se manifiesta o se manifestó el fenómeno del embarazo. Hipótesis H 1a: Si las adolescentes manifiestan un episodio de aborto previo, tenderán a utilizar métodos anticonceptivos en sus relaciones sexuales. H 1b: Si las adolescentes recibieron información sexual de sus padres, tenderán a evitar un episodio de aborto. Material y método I. Diseño De acuerdo con la dimensión temporal, el diseño es transversal, ya que se centra en analizar la interrelación entre variables en un momento dado. A su vez, este diseño es correlacional, porque establece correlaciones entre las variables sin analizar sus causas. En síntesis, se trata de un diseño observacional, transversal. II. Población Criterios de inclusión • Sexo: femenino; rango etario: 13 a 18 años, estudiante, con residencia en la Ciudad de Buenos Aires. • Perteneciente a una familia cuya cabeza tiene actividad laboral, es decir, perteneciente a la pobla- ción económicamente activa (PEA). Cabe destacar que las jóvenes ya sabían que iban a ser contactadas, pues las personas que nos suministraban los datos les avisaban y les preguntaban previamente si querían participar; luego, se pedía el consentimiento de sus progenitores, a quienes se les aseguraba la protección de la identidad de las menores. Participaron 200 adolescentes del sexo femenino (embarazadas, n= 100; con hijo, n= 100) de un rango de edad comprendido entre 13 y 18 años, estudiantes, con residencia en la ciudad de Buenos Aires (CBA), cuyo padre, pareja o cabeza de familia se encontraban en actividad laboral al momento de la administración de la encuesta, es decir, pertenecientes a la población económicamente activa (PEA). La muestra se subdividió en: • 100 jóvenes que se encontraban embarazadas (con distinta edad gestacional) al momento de la administración: Grupo Gestando. • 100 jóvenes que ya habían dado a luz hasta 12 meses antes del momento de la administración de los instrumentos de medición: Grupo Con Hijo. • De estos dos grupos se desprende un sub-conjunto de sujetos en las que se manifiesta un episodio de aborto previo: Grupo Aborto (n= 30), que son las que analizaremos en este estudio. III.Muestreo Para la selección de la muestra definitiva de 200 jóvenes se procedió a recolectar datos en: • Establecimientos educativos del ciclo medio de la CBA (muestreo no probabilístico por cuotas): Dos escuelas pertenecientes al Distrito Escolar II, una de ellas es estatal y otra privada; una escuela correspondiente al Distrito Escolar XIII, privada; una escuela correspondiente al Distrito Escolar XII, estatal; y finalmente dos colegios correspondientes al Distrito Escolar I, uno estatal y otro privado. • Establecimientos sanitarios (muestreo no probabilístico intencional): Unidad de Adolescencia de los hospitales Rivadavia y San Martín; Unidad de Ginecología de los hospitales Israelita y Pirovano. En estos casos el procedimiento consistió en permanecer en la sala de espera de los citados Servicios y preguntarles a las adolescentes que esperaban ser atendidas si querían colaborar contestando una encuesta sobre sexualidad, siempre y cuando se ajustaran a las características de la población. Instrumentos La Encuesta comprendió 50 elementos y fue administrada entre diciembre de 2000 y marzo de 2001. Uso de métodos anticonceptivos e información sexual en relación con los antecedentes de aborto en adolescentes embarazadas • Della Mora y col. • 5 • Las preguntas exploran variables biológicas: edad cronológica, edad de la menarca, edad de la primera relación sexual, antecedentes de aborto; variables sociológicas: escolaridad, información sexual provista por los padres, ocupación de los padres, antecedentes familiares de embarazos en la adolescencia; y, variables psicológicas: actitud frente al embarazo. IV.Encuesta La Encuesta fue administrada por los investigadores, aprovechando el horario de recreo. Cada sujeto recibió la Encuesta para responder en forma individual. Nos presentamos y les explicamos el objetivo de la investigación. Las alumnas mantuvieron una conversación informal con los investigadores durante unos minutos luego de lo cual se les entregó el material. Trabajamos con alumnas de segundo a quinto año del ciclo secundario. Recolectamos datos en los tres turnos: mañana, tarde y noche de los citados establecimientos. Nuestra intervención se hizo efectiva gracias a la colaboración de docentes y preceptores preocupados por el gran número de casos de adolescentes embarazadas en la población. Para la selección de las respondientes se utilizó la lista de asistencia, identificando a la primera alumna de la lista de manera tal que cumpliera con los criterios de inclusión. Se les preguntó a las alumnas si querían participar y se informó a los padres sobre el estudio a realizar para solicitar su consentimiento. Los datos fueron provistos tanto por las respondientes de los distintos Grupos como por profesionales conocidos de los investigadores. Estos Grupos fueron contactados telefónicamente antes del encuentro para completar la encuesta. Análisis estadístico 1. Se describieron (media, SD y modo) las principales variables socio-demográficas: edad en años, edad de la menarca, edad de la primera relación y antecedentes de aborto. 2. En las adolescentes que registran aborto, se relacionó esta variable con el uso de MAC e información de los padres. Para evaluar el grado de asociación entre las variables se calculó el valor de Chi-cuadrado.12 Asimismo, se utilizaron los coeficiente V de Cramer y Phi (ϕ) como medidas de asociación basadas en el estadístico Chi-cuadrado, por tratarse de variables dicotómicas sin distribuciones continuas subyacentes, y para tratar de minimizar la influencia que sobre Chi-cuadrado tienen el tamaño de la muestra y los grados de libertad. La V de Cramer es igual a ϕ en una tabla donde K= 2. En los casos en que la frecuencia teórica de Chi-cuadrado resultó menor • 6 • Rev. Hosp. Mat. Inf. Ramón Sardá 2003, 22 (1) a 5, se utilizó la prueba de probabilidad exacta de Fisher. Para el tratamiento de los datos se aplicaron los paquetes estadísticos STATISTIX y SPSS. Resultados La edad promedio del total de la muestra (n= 200) fue de 16.3 años (ver Tabla 1), distribuidas de la siguiente manera: • Grupo Gestando: Media: 16.5 años; DE: 1.34; Modo: 17 años. La variable edad de la menarca para este grupo arrojó los siguientes valores: Media 12 años; DE: 0.57; Modo: 12 años. En cuanto a la edad de la primera relación sexual: Media 14.8 años; DE: 1.46; Modo: 14 años. • Grupo Con Hijo: Media: 16.1 años; DE: 1.31; Modo: 16 años. La menarca para este grupo arrojó las siguientes medidas: Media: 12.3 años; DE: 0.96; Modo: 12 años. En cuanto a la edad de la primera relación sexual: Media: 14.5 años; DE: 1.14; Modo: 14 años. El nivel educacional alcanzado fue secundario incompleto (Con Hijo 72%; Gestando 65%), ya que se encontraron cursando este ciclo escolar. La actividad del cabeza de familia (padre o pareja, de acuerdo a con quien vive) fue en su mayoría (40%) profesional y expresan que el nivel de ingresos es de $1.500 por mes. En cuanto al grupo de convivencia, viven con su familia, con padre y madre presentes (Con Hijo 42%; Gestando 49%), viven con un solo progenitor, o con otros familiares13 (Con Hijo 15%; Gestando 18%). Un amplio porcentaje comparte su hogar con su pareja (unión de hecho o concubinato): Con Hijo 34%; Gestando 29%. Más de la mitad de las adolescentes (60%) declaró no haber practicado método alguno de contracepción en su primera relación sexual. El 22% del Tabla 1: Edad, edad de la menarca y edad de la primera relación sexual (en años) según grupo de tipificación Grupo Edad Edad 1ª Edad menarca relación Con hijo n Media Desvío est. Gestando n Media Desvío est. Total n Media Desvío est. 100 16,18 1,31 100 16,55 1,34 200 16,37 1,34 100 12,34 0,96 100 12,00 0,57 200 12,17 0,80 100 14,52 1,14 100 14,82 1,46 200 14,67 1,32