A C U E R D O

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A C U E R D O
En la ciudad de La Plata, a 23 de mayo de 2007,
habiéndose establecido, de conformidad con lo dispuesto en
el Acuerdo 2078, que deberá observarse el siguiente orden
de
votación:
doctores
Genoud,
Soria,
Negri,
Pettigiani,
Kogan, se reúnen los señores jueces de la Suprema Corte de
Justicia
en
acuerdo
ordinario
para
pronunciar
sentencia
definitiva en la causa C. 91.262, "Delmoro, María Gabriela
y otra contra Baudry, Mario Raúl. Daños y perjuicios".
A N T E C E D E N T E S
La Sala III de la Cámara Segunda de Apelación en
lo Civil y Comercial del Departamento Judicial de La Plata
revocó y modificó parcialmente el decisorio apelado de fs.
183/189. Consecuentemente, fijó los montos indemnizatorios
a favor de las actoras y dejó establecido que las sumas a
que
fue
condenado
a
abonar
el
demandado,
deberá
solventarlas con más los intereses que correspondan, en
tanto
se
acredite
el
detrimento
patrimonial
para
las
accionantes, lo cual se viabilizará en su caso en la etapa
de ejecución de sentencia o independientemente por la vía
incidental (v. fs. 221 vta./222).
Se
interpuso,
por
la
parte
demandada,
recurso
extraordinario de nulidad e inaplicabilidad de ley, siendo
concedido únicamente este último.
Dictada la providencia de autos y encontrándose
la causa en estado de dictar sentencia, la Suprema Corte
resolvió plantear y votar la siguiente
C U E S T I O N
¿Es
fundado
el
recurso
extraordinario
de
inaplicabilidad de ley?
V O T A C I O N
A la cuestión planteada, el señor Juez doctor
Genoud dijo:
1.
parcialmente
El
tribunal
el
decisorio
a
quo
apelado
revocó
de
fs.
y
modificó
183/189.
En
consecuencia, fijó los montos indemnizatorios a favor de
las actoras y dejó establecido que las sumas a que fue
condenado a abonar el demandado, deberá solventarlas con
más los intereses que correspondan, en tanto se acredite el
detrimento patrimonial para las accionantes, lo cual se
viabilizará
en
su
caso
en
la
etapa
de
ejecución
de
sentencia o independientemente por la vía incidental (v.
fs. 221 vta./222).
En síntesis, luego de analizar los antecedentes
de autos, entendió procedente el reclamo indemnizatorio por
la demanda que no arribó a su decisión, en razón de no
haber el accionado llevado a cabo el seguimiento y control
del proceso correspondiente, consecuencia de lo cual se
decretó la caducidad de la instancia del mismo. Por ello, a
más de las costas en el proceso, lo cual fue reconocido en
la
precedente
supuestos
al
etapa,
dijo,
"extinguirse"
como
la
indemnización
chance,
con
la
en
estos
caducidad
unida a la prescripción, la reparación deberá cubrir por la
pérdida de la pretensión (v. fs. 219).
Agregó, en la misma inteligencia, que se estaba
indemnizando la pérdida de una chance y que la posibilidad
de éxito de la demanda aparece como razonable probabilidad.
2. Contra este pronunciamiento se alza el abogado
Mario Raúl Baudry, por derecho propio, mediante el recurso
extraordinario
de
inaplicabilidad
de
ley
por
el
que
denuncia la violación de los arts. 272, 273 y 375 del
Código Procesal Civil y Comercial; 1067 del Código Civil y
la
máxima
tantum
apellatum,
quantum
devolutum.
Alega,
además, absurdo del decisorio.
Sostiene que la sentencia traduce absurdo, por la
contundente, monolítica y eficaz razón que se condena a esa
parte letrada a abonar un daño no producido, cambiando con
ello la carga de la prueba establecida en el art. 375 del
Código Procesal Civil y Comercial. A su criterio, la parte
actora, tal como lo sostuvo el juez de primera instancia,
no
acreditó
el
daño
que
dice
haber
sufrido
(v.
fs.
232/234).
Asevera que el fallo viola abiertamente el art.
1067
del
Código
Civil,
ya
que
el
daño
que
corresponde
indemnizar es el actual y/o el futuro que pueda causar un
detrimento patrimonial, pero para ello el mismo debe estar
probado y esa probanza debe ser certera, dando plena fe del
mismo. Le achaca, también, a la alzada haber violentado los
principios emergentes de los arts. 272 y 273 del Código
Procesal Civil y Comercial, ya que el tema vinculado al
examen de la prueba testimonial no fue para nada abordado
por
el
recurrente
actor,
cerrando
de
tal
modo
la
posibilidad de que en la segunda instancia se abriera el
capítulo
en
lo
tocante
al
valor
y
trascendencia
de
la
prueba brindada por su parte (v. fs. 236 vta./237).
Por fin manifiesta que, contrario a lo sostenido
por el fallo, su parte al contestar la demanda desconoció
los
hechos
denunciados
por
la
actora
en
su
escrito
de
inicio (v. fs. 237 vta.).
3. El recurso no puede prosperar.
a)
La
alzada,
tuvo
por
incuestionado
que
el
demandado actuó en calidad de letrado patrocinante de las
actoras en los autos "Delmoro, María Gabriela y otra contra
Avaca, Roberto Mario y otro sobre Daños y perjuicios" y que
su responsabilidad deriva de haber omitido disponer del
seguimiento y control de la causa, como así también poner
en
conocimiento
desvinculación
tramitación
profesional.
a
de
Así
de
los
los
esa
parte
fines
autos
quedó
de
de que
con
la
determinada,
manera
fehaciente
su
éstas
continuaran
la
asistencia
de
afirmó,
relación
la
otro
causal efectiva y adecuada entre la acción u omisión y el
daño causado (v. fs. 213 y vta.).
En virtud de la caducidad de la instancia operada
en el citado proceso, a raíz del deficiente desempeño del
abogado demandado, procedió a reconocer la reparación por
la pérdida de la pretensión (v. fs. 219).
b) En el marco de lo expuesto precedentemente, en
el
sub
lite
se
conforma
lo
que
la
doctrina
denomina
"pérdida de chance", fundamento principal sobre el cual la
alzada estructura su conclusión en orden a la indemnización
determinada. Señalan Cazeaux y Trigo Represas: "... al lado
de lo actual y lo futuro, de lo cierto y de lo incierto, se
presentan situaciones en que el comportamiento antijurídico
ha interferido en el curso normal de los acontecimientos de
un modo que no puede saberse si el afectado por dicho
comportamiento
habría
o
no
obtenido
cierta
ventaja
o
evitado cierta pérdida en el caso de no producirse dicho
comportamiento, pero cuyas consecuencias están pendientes
del riesgo de que puedan o no ocurrir, es decir, que hay al
respecto probabilidades a favor y probabilidades en contra"
(Derecho de las Obligaciones, t. I, p. 327 y sigtes.).
Uno
de
los
requisitos
para
que
el
daño
sea
resarcible radica en que sea cierto, esto es, no meramente
hipotético
o
conjetural
sino
real
y
efectivo.
En
otras
palabras, que de no mediar su producción la condición de la
víctima sería mejor de lo que es a consecuencia del mismo
(confr. Jorge Mayo, "La pérdida de la chance como daño
resarcible", "La Ley", 1989-B-102 y sigtes.). Señala el
referido autor que con la expresión pérdida de una chance
se indican todos los casos en los cuales el sujeto afectado
podía
realizar
un
provecho,
obtener
una
ganancia
o
beneficio, o evitar una pérdida, lo que fue impedido por el
hecho antijurídico de un tercero, generando de tal modo la
incertidumbre de saber si el efecto beneficioso se habría o
no producido, pero que, evidentemente, ha cercenado una
expectativa, una probabilidad de una ventaja.
c) En autos, no advierto que el recurrente en su
protesta haya logrado acreditar el calificativo de absurda
que imputa a la decisión.
En
procedencia
efecto,
del
no
reclamo
es
eficazmente
indemnizatorio
por
rebatida
la
la
demanda
frustrada, y ello determina la "chance" que perdieron las
accionantes ante la caducidad de la instancia operada en
los autos citados más arriba, que abortó tal posibilidad.
En consecuencia, lo reparable es el beneficio esperado como
probabilidad perdida, probabilidad que es tal en cuanto se
basa
en
lo
que
de
ordinario
sucede.
Podemos
entonces
identificar el daño padecido. No se trata de la pérdida de
futuros ingresos sino del cercenamiento de la razonable
probabilidad de contar con ellos en el futuro. "Privar de
esa esperanza al sujeto, conlleva daño, aún cuando pueda
ser dificultoso estimar la medida de ese daño, porque lo
perdido
en
esperado,
realidad
como
es
tal"
la
chance
y
(Zannoni,
no
"El
el
beneficio
daño
en
la
responsabilidad civil", p. 50 y ss.).
De ello se desprende que se toma en cuenta este
otro daño específico, que está constituido por esa peor
situación en que el hecho colocó a las actoras, el que
resulta
plenamente
indemnizable
como
rubro
autónomo
a
título de pérdida de chance (conf. Aníbal Piaggio, "Azar y
certeza en el derecho de daños", "El Derecho", t. 152, p.
797 y sig-tes., esp. p. 817 y ss.; esta Corte, causa L.
44.497, sent. del 21-VIII-1990; arts. 1069, 1074, 1078,
1079, 1083, C.C.).
En
expuesto
definitiva,
tiene
dicho
y
en
esta
vista
Corte
que
de
lo
hasta
discrepar
aquí
con
las
decisiones de la sentencia no es base idónea de agravios ni
configura absurdo que dé lugar al recurso extraordinario de
inaplicabilidad de ley, puesto que dicha anomalía queda
configurada
existencia,
autoriza
la
cuando
pues
media
sólo
apertura
el
de
cabal
error
la
demostración
palmario
casación
para
y
el
de
su
fundamental
examen
de
cuestiones de hecho y prueba (conf. Ac. 68.634, sent. del
17-XI-1999; Ac. 71.478, sent. del 16-II-2000; Ac. 71.709,
sent. del 29-II-2000), no siendo el caso de autos y por
cuyo motivo se impone el rechazo de este intento revisor
(conf. art. 279, C.P.C.C.).
Tampoco
advierto
atendibles
las
violaciones
denunciadas a los arts. 272, 273 y a la máxima
tantum
apellatum, quantum devolutum, en tanto que la alzada al
resolver sobre la cuantificación indemnizatoria consideró
los planteos vertidos por las actoras en su expresión de
agravios, especialmente los esgrimidos a fs. 204 vta./205,
vinculados
con
los
montos
reclamados
en
la
demanda,
en
crítica al sentenciante de grado, quien dijo no encontrar
parámetros
mínimos
para
estimarlos
(conf.
art.
279,
C.P.C.C.).
En
consecuencia,
no
habiéndose
demostrado
las
transgresiones legales ni el absurdo esgrimido, por quien
tenía la carga de hacerlo (conf. art. 279, C.P.C.C.), doy
mi voto por la negativa.
Los
señores
jueces
doctores
Soria,
Negri,
Pettigiani y Kogan, por los mismos fundamentos del señor
Juez doctor Genoud, votaron también por la negativa.
Con
lo
que
terminó
el
acuerdo,
dictándose
la
siguiente
S E N T E N C I A
Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, se
rechaza el recurso extraordinario interpuesto; con costas
(art. 289, C.P.C.C.).
El depósito previo de $ 7000, efectuado a fs. 228
y
242,
queda
C.P.C.C.),
perdido
debiendo
el
para
el
tribunal
recurrente
dar
(art.
cumplimiento
294,
a
lo
dispuesto por los arts. 6 y 7 de la Resolución 425/2002
(texto Resol. 870/2002).
Notifíquese y devuélvase.
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